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Desorden y Motines Públicos ingleses Una Visión Francesa: pionero en investigación criminal e inteligencia

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SEXTA PARTE

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descubrir a los malhechores, fue por otro lado, la vivienda de Brodie registrada, allí encontró la policía elementos que comprometieron al Diacono con todos los delitos cometidos, todo ello, sirvió de argumentos suficientes para asesinarlo sin juicio previo, lo que demuestra que se usó el método empírico coercitivo para aplicar la justicia cargada de furia y venganza.

Desorden y Motines Públicos ingleses

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En otro contexto, para el siglo XVIII, Inglaterra estaba sumida por multitudes de manifestaciones públicas16 y los encargados de lidiar con estos asuntos sociales eran los Magistrados 17 quienes tenían la responsabilidad de las ciudades y la figura de los Comisarios de Paz18 asumían las zonas rurales, todas estas manifestaciones sociales se debían a la especulación, acaparamiento, por parte de molineros de harina, carniceros, panaderos entre otros, de manera que la autoridad local tenía la obligación de asumir roles de negociación con la población, que por causa justa, reclamaba sus derechos a la alimentación sin el sobreprecio, mucho menos el ocultamiento de los productos básicos.

La fuerza coercitiva era aplicada por la policía local cada vez que surgen las agitaciones públicas, con una policía que estaba compuesta por hombres a tiempo parcial bajo juramento por un año de servicio, y estaba dirigida por un Magistrado, conformada de talante empírico ya que sus defensas residían bajo la amenaza de un garrote que usaban como armas, para controlar el orden público, no obstante, existe cierta prudencia en el accionar de estos gendarmes, por ser hombre locales con funciones efímeras, por otro lado, es importante mencionar que los motines pueden ser contenidos por cualquier ciudadano inglés y si este causara la muerte a uno de los participantes en la sublevación, dicho acto,

16 “La turbulencia formaba parte de la reputación de la Inglaterra del siglo XVIII. La figura del rubicundo John Bull, devorador de carne y bebedor de cerveza, resultaba tosca, grosera e irrespetuosa a ojos de la mayor parte del continente europeo. John Bull se enorgullecía de ello, así como de sus libertades y su protestantismo. No se puede afirmar que el inglés fuese más rebelde y propenso al motín que sus vecinos europeos, puesto que no existen estadísticas comparativas suficientemente significativas.” (p.3) Clive Emsley (2005). El Ejército, la Policía y el mantenimiento del Orden Público en Inglaterra (1750-1950). Revista Política y Sociedad, Vol. 42 Núm. 3: 15-29 17 “Inicialmente, durante el siglo XVIII, eran los jueces quienes debían confrontarse con el descontento popular y dispersar las manifestaciones multitudinarias. En las zonas urbanas, los magistrados responsables eran escogidos entre los representantes de la corporación municipal.” (p. 3) Ibídem 18 En los condados rurales había caballeros, que, en virtud de su riqueza y posición social, eran nombrados comisarios de paz y, tras pronunciar un juramento y pagar las tasas requeridas, actuaban como magistrados. Ante las multitudes o la amenaza de desorden, estos magistrados contaban con una serie de opciones. (p. 3) Ibídem

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