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Rol de la Iglesia Católica en el 19 de abril de 1810
sumamente importante para la Caracas libre de monarquía y de emperadores, se trata del nuevo Tribunal de Policia93 que evidencia funciones imperiosas, necesarias orientadas a satisfacer al público, es decir, la seguridad para estos pobladores es primordial, los controle que ellos solicitan al gobierno saliente no estaban funcionado, por otro lado, la manifiesta represión al solicitar documentación por parte de los funcionarios del gobierno saliente que estaban encargados de esta atarea, realizaban humillaciones al pueblo al solicitar el pasaporte a los locales, cosa recurrente, no había un control que seleccionara a quien se le podía exigir tal documento y los caraqueños se sentían aludidos por tal humillación, también el control de la vecindad, con respecto a la economía la cual requería de una supervisión constante para restablecer el orden público y la paz social de sus habitantes. En general, se aplicaba el método Empírico coercitivo para ejercer poder a través de la represión en el pueblo.
Rol de la Iglesia Católica en el 19 de abril de 1810 en Venezuela
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La situación en la vecindad caraqueña nos era un hecho social aislado, había una organización en donde todos los actores hacen vida en la comunidad, y esa institución es la Iglesia Católica, la cual, no estaba exenta de este movimiento Juntistas, los integrantes de esta organización apoyaban al pueblo y por su puesto y dada la algarabía de la población en plena procesión de esa Semana Santa, ordenaron el cierre de sus iglesias94 no obstante, los nuevos líderes del gobierno reciente le comunican al Gobernador de esa organización que las condiciones están dadas para garantizar la Seguridad Pública, en tal sentido, pueden
93 “El Tribunal de Policia que ha de encargarse al propio tiempo de la conservación del fluido Bacuno, (sic) se compone de un Juez de este ramo, doce Diputados del abasto, y un Síndico, para que cada mes entre uno ó (sic) más que cele del peso y medida precio y provición,(sic) y verificaran sus juntas, precididas (sic) por el primero provicionalmente (sic) en su casa, para tratar de las materiales relativas a dicho ramo del aumento de propios y arbitrios de su conservación a fin de que el público se halle bien servido, siendo el Juez Don Bartolomé Blandain…” (p. 63 y 64) Acta del 19 de abril y constitución del nuevo gobierno. Organización del nuevo gobierno (Ob. Cit) 94 “Jueves Santo, 19 de abril de 1810.” “Recibido después de las 2 de la tarde y contesté en la misma hora e inmediatamente salieron los Notarios a dar las ordenes (sic) para cerrar los templos, suspenderse la procesiones públicas, y celebrarse reservadamente los Divinos Oficios.” [respuesta a la orden por parte de la Suprema Junta] “Señor Gobernador del Arzobispado: Disponga V.S que a la mayor brevedad se abran los templos de esta capital, y que se celebren en ellos los oficios divinos propios del tiempo que para la seguridad pública están tomadas las providencias necesarias. Dios guarde a V.S. muchos años. Sala Capitular, abril de 1810. José de la Llamozas, Martin Tovar Ponte. (p. 69 y 70) La Junta Suprema y El Gobernador del Arzobispado. Libro I. Documentos de la Suprema Junta de Caracas.
abril sus iglesias para seguir con sus asuntos religiosos inherentes a los días festivos concernientes a la Semana Santa de otrora.
Es importante destacar, que la gobernanza de Emparan, al parecer no estaba al nivel de exigencia que tenían los pobladores, había un vacío de poder y lo poco que está en ciernes, se encargaba de hostigar a los súbditos del rey, de manera que, era necesario organizar un nuevo Estado soberano que tributara a los interese de Fernando Séptimo por ahora, y que garantizara la institucionalidad como se esperaba, con dignidad y sin atropellos por parte de las instituciones del rey, ahora bien, los nuevos Juntistas lograron instituir un gobierno combinado, que generara esa sensación de Seguridad Pública en las mentes y corazones de los habitantes de Caracas, luego de un estado interregno donde estaba sumida la Capitanía General de Venezuela.
Al respecto, los resortes del poder político y religioso estaban instalados para reorientar a una sociedad que estaba acostumbrada a ser gobernada por hombres de ultramar y por una monarquía, en esta ocasión y aprovechando la oportunidad de la invasión napoleónica y el cautiverio del rey, hacen valer sus intenciones y las materializan en tan solo un día y sin llegar a la confrontación bélica, es un logro sin precedentes a la sazón, debido a que todos los levantamientos insurrectos se habían tornado en un desastre, como el caso de Juan Francisco de León, Gual y España, entre otro más, que se suman a la lista y que su destino fue el destierro, la cárcel o como la ejemplificación de José Leonardo Chirinos, que por su condición de ser negro y esclavo, corrió con la desgracia del desmembramiento de su cuerpo, y como un recordatorio fueron expuestos sus partes en las salidas y entradas de las principales ciudades de la Capitanía General de Venezuela.
En efecto, los asuntos religiosos al mismo tiempo son atendidos por la Junta Suprema de Caracas, quien es un aliado que puede justificar la decisión tomada por los Juntistas, en este sentido, es menester cubrir sus demandas inherentes a las celebraciones que se desarrollan producto de la sempiterna crucifixión del Mesías y es tradición cumplir año, tras año con esta planificación, que mueve a los fieles de la Iglesia Católica desde siglos
pasados, mientras tanto, el nuevo gobierno asume las responsabilidades de la Seguridad Pública95, y de esta manera demuestra su efectividad con sus feligreses.
Como complemento, es sustancial decir que, la Suprema Junta de manera muy respetuosa, conmina al Gobernador del Arzobispado96 a que sus autoridades reconozcan a las nuevas autoridades que se han conformado como gobierno, que dirigirán los destinos de la Capitanía General, reconociendo al rey Fernando Séptimo, y de esta manera concretar el orden público general que espera la sociedad caraqueña a la sazón, es decir, los líderes de la iglesia que manejan masas sociales diariamente y pueden revertir esas masas en contra de la Junta y crear una entropía social peligro, es por ello, que controlar a estos individuos que gozan del aprecios de sus feligreses, es fundamental, pero se deben tratar con mucho tacto y de forma cautelosa.
Dicho lo anterior, en necesario que la Suprema Junta, se planteara convocar a todos los actores sociales, para que su gobierno fuera reconocido por todos, sin discusión, de manera que deben comenzar a cavar profundo sus cimientos que soporten la carga que deben llevar en su nueva responsabilidad como gobierno transitorio hacia una futura república que se avecina, que en el horizonte genera una incertidumbre manifiesta, es por ello, que hay que andar rápido para atar cualquier cabo suelto 97 que aún no ha sido amarrado, para ello, es menester convencer al pueblo de sus intenciones, sacándolo de sus miedos e incertidumbre, generando un sensación de tranquilidad pública.
95 “Señor Gobernador de esta Arzobispado, Doctor Don Santiago de Zuloaga: La Suprema Junta que reconoce en S.V. toda la circunspección y virtudes propias de su alto carácter, ha llegado a percibir que a pesar de las sinceras protestas de V.S. para prevenir las cosas de su resorte a los individuos del clero secular y regular de la Diócesis sobre la obligación de que se hallan, según la alidada de su Ministerio de anunciar a los fieles para la seguridad de sus conciencias, la santidad y religioso objeto con que se ha instalado el nuevo Gobierno…” (p. 72) Tomo. I. Documentos de la Suprema Junta de Caracas. 1810. 96 “…la Suprema Junta con decoro de los vocales que la componen, y manifiesto detrimento del orden y pública tranquilidad. Para ocurrir a inconvenientes de esta perjudicial trascendencia, ha acordado rogar y encargar a S.V. que sin pérdida de momento, expida y mande circular los oficios y pastorales edictos que conciernan al intento, bajo la responsabilidad que en contrario sentido habrán de sufrir las personas eclesiásticas, a quienes se llegare a probar su insubordinación a los preceptos de V.S. y a las insinuaciones que van apuntadas.” (p. 72 y 73) Sal Capitular de Caracas, a 25 de abril de 1810. José de las Llamozas, Martin Tovar Ponte. (Ob. Cit) 97 Hobbes dice que: “Una vez que sepamos lo que desean todos los hombres, podremos decir entonces lo que deben hacer si quieren satisfacer sus deseos.” (p.95) Siete Teorías de la Sociedad. Cátedra. Colección Teorema. Madrid España. Tom Campbell (1999).
En retrospectiva, la situación en el país, se torna confusa para mucha gente98 al parecer existe un desconcierto con respecto a la Suprema Junta y la Gazeta de Carcas, publica ese sentir que existe, ciertamente los pobladores de Venezuela estaban bajo un régimen monárquico que tutela toda su actividad humana bajo el influjo divino y de pronto todo cambia sin previo aviso, es decir, gira hacia un gobierno popular dirigido por un grupo de individuos complotados que generan una duda en cuanto a gobernanza, en extremas circunstancias, así pues, en él, la mentalidad de toda esta población, está implícita una duda manifiesta, que agudiza la inseguridad sobre sus nuevos líderes que no gozan de la aprobación Divina, ni mucho menos política, todo este sentimiento, genera Inseguridad Pública en las mentes y corazones de los pobladores caraqueños y sus zonas aledañas.
Por otra parte, el interés colectivo de los criollos, demanda un compromiso con la patria99, para poder concretar las intenciones que se procuraban establecer en el reciente régimen que estaba naciendo y que no habían experimentado nunca. Del mismo modo, si el gobierno afrancesado de Emparan le generaba inseguridad al pueblo, la Junta Suprema corría el mismo destino, era necesario dejar a un lado las paciones, interese personales que pudieran poner en riesgo un gobierno democrático que estas personas jamás habían experimentado, en consecuencia sus demandas estaban orientadas hacia la consolidación de un Estado soberano que propiciara su Seguridad Pública100 .
La conjurada Junta Suprema de Caracas, comienza a dar sus primeros pasos hacia una nueva organización de un Estado democrático popular, sin perder de vista el retorno del rey y vinculando de forma directa a la Iglesia Católica, entre todos estos integrantes, está el
98 “Los pueblos que han existido en las tinieblas no pueden presentarse de repente á (sic) la luz sin deslumbrase y exponerse a quedar ciegos para siempre sobre sus verdaderos intereses. A penas necesitamos de nosotros mismos empezamos á (sic) buscar a tientas quien nos dirija; el mas (sic) atrevido, el mas (sic) ambicioso, o el mas (sic) ciego es el que alarga la mano para conducirnos, y la sociedad se compone entonces de ciegos de bueno o de mala fé.” (p. 239) Sin virtud no hay felicidad Pública, ni individual. Gazeta de Caracas. No. 95. TOM. II. Del Viernes 27 de abril de 1810. 99 “El interes (sic) general, el respeto y la confianza mutua el amor al orden, el sacrificio de las pasiones de las luces y del rango personal en obsequio de la causa publica, (sic) he aquí la piedra angular del edificio político.” (p.239) Ibídem. 100 “…las teorías del consenso defiende más la idea de autoridad (el derecho de establecer reglas y exigir que se obedezcan). Allí donde se fundamenta este derecho no mediante la amenaza de sanciones, sino a través de un acuerdo que se desea y que ha sido comunicado a los miembros de la sociedad, la autoridad podrá contrastarse con el poder. (p. 55) Siete Teorías de la sociedad. Cátedra. Colección Teorema. Madrid. España. Tom Campbell. (1999)
pueblo que se ahoga con una serie de restricciones impuestas por el gobierno saliente101 , como el caso de los indios que pagaban impuesto y fueron liberados por la Suprema Junta de esos deberes, así como las alcabalas represivas que se establecieron para fustigar al pueblo, también fueron abdicadas del territorio, todo ello, con el firme propósito de borrar de la mente de los pobladores el miedo a la inseguridad pública.
Las constantes represiones, por parte del gobierno afrancesado dirigido por Vicente Emparan, atiborro las cárceles de presos sin causa justificada, bajo el pretexto de vagancia102, obstruyendo el dinamismo agrícola por falta de mano de obra que yacía en los recintos lúgubres y fríos de los contornos carcelarios bajo una política de seguridad ficticia, empírica, coercitiva y por demás injusta.
De manera que, bajo el Método Empírico Coercitivo, se manejó el Mariscal de Campo Vicente Emparan, es decir, baso su fugaz gobierno en sostener una Seguridad Insidiosa, desleal a la población, quienes dicen en la Gazeta de Caracas lo siguiente: “nadie vio la quimera de la discordia producida por las tinieblas del despotismo anterior, para que la desconfianza mantuviera en nosotros una densa niebla que nos ocultase el horizonte de nuestra felicidad” (Ibídem) este tipo de comentarios surge de la mentalidad de un pueblo sufrido que yace bajo las fauces de un tirano que traiciono su patria para caer de rodillas ante el emperador Napoleón Bonaparte, su intención al parecer, demuestra que su represión solo genero inseguridad en los caraqueños inicialmente y más tarde en todo el territorio de la Capitanía General de Venezuela, todo esto explica la súplica de Seguridad Pública por parte de los habitantes, porque el Ancien Régimen no lo procuraba.
Al respecto, se hace necesario comentar que los habitantes de Caracas, dada las circunstancias de la época, se posicionan y organizan para asumir su propia soberanía y de
101 “Apenas la primitivas atenciones de seguridad lo permitieron, decreto el Gobierno provisional que fuesen libres del derecho tiránico de alcabala todas las subsistencias, y objetos de necesario consumo para que la conveniencia individual proveyese al abasto público de tan esencial en estas circunstancias. En seguida alzo a los indios al tributo a que estaban sujetos, para que los primitivos propietarios de nuestro suelo gozasen antes que nadie de las ventajas de nuestra regeneración civil.” (p.239) Sin virtud no hay felicidad Pública, ni individual. Gazeta de Caracas. No. 95. TOM. II. Del Viernes 27 de abril de 1810. 102 “La agricultura recibió de nuevo una multitud de brazos útiles que baxo (sic) el pretexto de una policia mal entendida y de una seguridad insidiosa yacían en las cárceles , bajo el carácter ficticio de vagos con perjuicio de nuestra propiedad agrícola; y la tropa que tomó las armas para solemnizar resolución en que nada en que nada tuvo que hacer la fuerza, obtuvo pre doble hasta nueva orden, en recompensas de sus sentimientos y de la bizarra con que estos decidieron favorablemente nuestra suerte.” Ibídem.