Abril2015

Revista musical, edición web Nº 34-Abril de 2015

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DIRECCIÓN Oscar Daniel Alzate Pérez oscard_alzate@hotmail.com Jefa de Redacción Gloria Laverde Somera Escritores Gloria Laverde Somera Pablo Marín Sara Suescún Oscar Alzate Alejandro Grisales Jefe de diseño Oscar Daniel Alzate Pérez Diseño Oscar Alzate Sebastián Moreno Jefe de Fotógrafía: Alejandro Grisales Fotógrafos: Alejandro Grisales Maria Camila Castaño Olarte Pablo Marín Foto de portada: Alejandro Grisales Asistencia en fotografía: Toño Valderrama

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La revista Noise Armada no se hace responsable por las opiniones de los columnistas, como así tampoco por los conceptos vertidos por los entrevistados y anuncios publicitarios Para mayor información de la revista búscanos en www.noisearmada.com o en el correo noise-armada@hotmail.com

Gloria Laverde

La primera canción que escuché de él fue 1998 y lo primero que pensé fue: ¡De dónde salió este tipo! Sí, eso dije cuando conocí a Chet Faker, el australiano que cambió por completo mi visión de la electrónica. Seguramente no es el primero en hacer lo que hace, pero sabe cómo hacerlo; lo de él es trip hop, la electrónica y una voz ronca y profunda. Se interesa por las letras, ordena bien sus pensamientos y sabe mezclarlos en ritmos familiares pero novedosos. Es el verdadero encanto de lo sutil.

Su nombre de pila es Nicholas James Murphy; su sonoro seudónimo, Chet Faker, salió de su lado Jazz como homenaje a Chet Baker. Siendo Faker logró volverse viral con ‘No Diggity’ y desde entonces ya son muchas las canciones que acumulan vistas y visitas en Youtube. Con una carrera relativamente corta ya logró ser invitado en grandes festivales como Lollapalooza en Chile y Argentina y, por supuesto, estu-

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vo presente en el Estéreo Picnic 2015.

En este último, muchos, muchísimos lo vieron sin importar que compartiera horario con Damian Marley.

Para describir a Chet Faker basta escuchar su primer largo Thinking in Textures (2012), realizado en Estados Unidos y ganador de varios reconocimientos. Su música no se esfuerza por hacer bailar, ni por tener ritmos pegajosos, simplemente resulta, es natural: uno termina bailando al ritmo de sus sensuales sonidos. Además uno quiere aprenderse las letras, es casi obligatorio buscarlas y apreciarlas. Es lo que hace su voz inspiradora.

Tenga la fortuna de toparse con la música de Chet. No se desespere, son canciones que explotan y después de algunas horas tendrá pegado uno de sus ritmos. Mucho cuidado: es adictivo, en cada una de sus canciones está ese detalle necesario para ser un genio. Seguro tendremos más virales de su autoría.

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Antes de ser Cinco Sentidos el Mientras ellos conversaban, escuchaban música y debatían sobre grupo tenía otro nombre, “El Riesesta, yo estaba esperando senta- go De Ser Juzgados” y lo confordo en la esquina de una mesa en maban Dani, “Huevo”, “Rochi” y Del Carajo, allí Simón el dueño Álvaro, por motivos personales del “chuzo”, Brian, Marlon y To- o porque simplemente así debió más quienes son Cinco Sentidos y ser, algunos miembros abandonayo nos disponíamos simplemente ron la banda y posteriormente se a hablar sobre la vida entorno a convirtió en lo que ahora es Cinco la música ibaguereña, bogotana, Sentidos, el cambió del nombre se paisa y en general, puesto que el debió a que no les gustaba el antetema en el momento era el soni- rior y decidieron cambiarlo. Desde 2004 vienen trabajando de algunas bandas do y luego de 6 años en porque unas suenan Marlon es el batejunio de 2010 lanzaron más pop, otras más rista y voz principal su primera producción melódicas y otras son de la banda ACME, llamada Un Largo Suemás pesadas pero quienes están traño, este consta de 10 siempre conservando bajando en un nuecanciones llenas de pouna esencia, de fondo vo disco sitivismo, sueños y muse escuchaba Comecha energía. El trabajo back Kid, Blink 182.

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no paró allí y 4 años después la banda originaria de Ibagué que la conforman Marlon en la batería, Brian en la guitarra y los acompañamientos de voz y Tomás quien toca el bajo y es la voz principal presentaron su nueva producción llamada Devastados, un álbum que cuenta con 12 canciones de donde se desprenden Rompecabezas y Egoísmo que además cuentan con vídeos acústicos y también Un Acorde Más que cuenta con vídeo oficial realizado por un hermano del vocalista quien trabaja en la capital del país en una agencia de publicidad. De Un Largo Sueño se puede decir que era más pesado, más agresivo, con guitarras más fuertes y pues ahora Devastado es más pop, ¿No?, pregunta Tomás mientras mira a Brian y

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a Marlon en medio de risas, a lo que añade “Nosotros somos más hardcore punk, porque Marlon es punk” y hay más risas alrededor de la mesa.

Cinco Sentidos hizo parte del concierto de Hundreth en Medellín, evento que se llevó a cabo el pasado 7 de marzo, ésta sería su segunda presentación en la capital paisa, la primera vez que visitaron Medellín fue en el año 2010 en donde Marlon, el baterista, entró a la banda 8 días antes del evento reemplazando al antiguo baterista, días que fueron suficientes para sacar las canciones y hacer la presentación, “Me aprendí 8 canciones en 8 días” dice Marlon, a lo que Tomás agrega “Se los aprendió y los tocaba mejor que el baterista viejo”, más risas con

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la banda; para ese entonces literalmente eran Cinco Sentidos, lo que muestra que el grupo no ha tenido una base.

Mientras unos tocan guitarra imaginaria o tocan la mesa con los dedos simulando la batería de la canción de fondo hablamos sobre la escena en general de la ciudad de Ibagué, a lo que todos concuerdan con que allí es poca la afluencia de público a los eventos; “Que en ibagué vayan cien personas a un evento es sold out, aunque allí hay buenas bandas ya sean de metal, punk, reggae o ska, por ejemplo Palabras Sobran, Desnuke -añade Marlon- Locomboo y Dafne Marahunta, es del putas, a mí no me gusta mucho el ska pero dafne es del putas”, finaliza Tomás.

La influencia que tiene cada uno hace que Cinco Sentidos suene diferente a las demás bandas tanto de ibagué como del resto del país, Marlon es más grunge, se va más por la música ochentera, dice Tomás, mientras que a él y a Brian le

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gustan más los sonidos experimentales, esto tiene como resultado el sonido característico de la banda, apoyándose en las influencias personales sin querer encasillarse en un solo género, en este caso el hardcore, ya que es lo que le ocurre a muchas bandas que quieren sonar a lo que en el momento está sonando y no tienen una identidad, un sonido propio que los diferencie de los demás.

De esta última presentación en Medellín quedó un sin sabor ya que fueron muy pocas las canciones que pudieron interpretar por problemas técnicos, así que se espera que muy pronto vuelvan para verlos como se debe. Ahora la banda se encuentra en un pequeño “break” ya que su vocalista no se encuentra en el país pero luego de su regreso retomarán para seguir dándole más fuerza a su más reciente producción Devastado y para producir un EP con aproximadamente 6 canciones que podría salir a final de año.

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Gloria Laverde

Es una religión: tiene miles de creyentes que acaban la boletería en horas y cada año vibran con cada artista. Mis amigos invierten lo que sea con tal de repetir tres días de Felicidad y ya me enseñaron que no importan las bandas, lo que importa es el parche, la música. En este 2015 conocí lo que es y significa un Estéreo Picnic y me proclamo creyente. Esta religión musical no decepciona y está educando públicos;

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está logrando que Colombia sea una plaza para grandes conciertos.

Hay mucho por contar, cosas buenas –que no son buenas, son increíbles– y un par de cosas malas que no asustan mucho. Voy a empezar por lo malo, que es breve: las puertas se pueden abrir más temprano, con eso nos evitamos las deprimentes imágenes de bandas sin un alma que los apoye; la pataleta de Draco Rosa no es culpa de la organización, eso está claro, pero la huida de un artista en pleno concierto dejó a más de uno con rabia. Indudablemente lo único feo, feo, fue el control de basuras en el Festival. Está muy bien que no se utilicen envases de vidrio, pero en un espacio tan grande había muy pocos lugares de recolección de basuras. Para el próximo año deberían reforzar en campañas de aseo, aunque sea difícil enseñarle al malcriado público de conciertos que puede esforzarse más en cuidar un espacio que nos da tanto.

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Lo bueno (mejor, lo increíble) sí es mucho, lo resumiré así: había comida barata, Calamaro cantó ‘El Salmón’, las tres tarimas compartieron público, había exceso de baños públicos, nunca faltó hidratación y Tigo regaló datos. Los de logística siempre fueron las personas más amables, White cerró con ‘Seven Nation Army’ y empezó un show de juegos pirotécnicos que fue mágico, Kasabian abrió con ‘Club Foot’. Rudimental, Skrillex, Major Lazer, Calvin Harris, Deep Dish, Chet Faker, entre otros, le cambiaron a muchos la concepción de lo que es hacer electrónica; Rancho aparte y Herencia de Timbiquí mostraron a Colombia con el mejor sabor; Chocorramo regaló pastelitos y Club Social galletas. Las bandas paisas la rompieron, la publicidad era excesiva pero divertida, la piscina de pelotas no estuvo inundada, coreamos ‘Use Somebody’ de Kings of Lion, vi a los verdaderos Foster the People y no llovió. En conclusión todavía sonrío y suspiro con el mero recuerdo.

Gloria Laverde

Debo finalizar diciendo que todos debemos ir a un Estéreo Picnic: si no conoce las bandas, no critique, tenga seguridad que amará a más de una desconocida; pague la boleta, es muy económica para todo lo que verá; organice el parche con transporte y al final de cada día se le facilitarán mucho las cosas. No es para burgueses, yo fui y disfruté mucho. Vuélvase creyente, vale la pena enviciarse a este parche. ¡Salud!

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Sara Suescún

Ese fin de semana, hubo varios eventos musicales, pero como lo mío no es lo de la omnipresencia, estuve en el de Manu Chao.

Yo no sé a ustedes, pero para mí el Orquideorama del jardín botánico de nuestra ciudad me parece un lugar perfecto para este tipo de conciertos. Entré y como primera opción tuve el lado izquierdo de la tarima con la esperanza de encontrarme con las personas que la semana antes del concierto me habían dicho que iban, busqué entre la multitud y fallé; Los AlcolirycoZ ya estaban en tarima y el “mood” de fiesta ya todos lo tenían activado, esa noche pintaba ser una bonita noche, una noche de amigos, de música y de pura esperanza a cargo de Manu chao.

Los autores de canciones como 1999, El despilfarro, Rap, Sexo y saxofón y muchas más, fueron los responsables de comenzar esa noche

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con su sarcasmo característico, con sus letras y esas verdades que solo ellos saben decir y que tanto nos gusta escuchar. Los AlcolirycoZ prendieron la noche que apenas empezaba y animaron al público expectante.

Ya al lado derecho de la tarima y entre amigos bailamos y cantamos al son de Coffee Makers, todo el público parecía estar enamorado cuando cantaba Linda mujer y ese viernes se convertía en sábado cuando desde la tarima sonaba Sábado en la noche.

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El público sabía que después de esta buena banda de nuestra ciudad que anda de regreso venía Manu Chao y con el intento fallido de una voz femenina diciendo “No griten si no hay necesidad” y demás indicaciones que llegaban al público desde la tarima, la multitud se iba llenando de emoción y gritaban porque en realidad era necesario, el grito era la manera más excelsa de demostrar que era todo un hecho que Manu Chao estuviera otra vez en nuestra ciudad.

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Pase lo que pase, sea lo que sea, próxima estación: Esperanza. Los que estuvimos esa noche en ese concierto escuchamos esta frase más de una vez y estoy segura que a más de uno le rayó el coco por días. Era bonito como sonaba gracias a la voz de Manu Chao, la música de su banda y las luces del escenario.

En esa fiesta todos escuchamos, cantamos, bailamos y gritamos canciones como Clandestino, Me llaman Calle, La vida es una tómbola, Welcome to Tijuana con la euforia respectiva una y otra vez, pasaba el tiempo y nunca hubo silencio, la energía transmitida desde la banda y extendida a todo el público duró toda la noche, sonaba el francés, sonaba el español

y a todos nos salía del corazón las letras de las canciones, se escuchaban fuerte y más aún cuando era hora de decir “¡Marihuana ilegal!” , “ La vida es una tómbola, de noche y de día, la vida es una tómbola y arriba y arriba”, “Welcome to Tijuana tequila, sexo y marihuana!”.La música sonó con claridad, era como una identidad con cada uno de los mensajes que Manu Chao dejaba esa noche en el Orquideorama, el público sabía que ese viernes era de fiesta, la noche lo sabía y Manu chao lo hizo realidad.

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in duda aquel dicho: “Sin música la vida es un error” es completamente cierto, en cada momento de nuestra vida ya sea de manera voluntaria o involuntaria tenemos presente la música, ya sea a nuestro alrededor o bien sea que nosotros mismos la generemos de una u otra forma, un silbido, un tarareo o algún movimiento con las manos, la boca, los pies o con algún objeto recordando alguna canción o simplemente realizando un sonido, todo hace que tengamos la música presente.

Melómano o melómana se le conoce a aquella persona amante de la música, quien tiene a la misma como musa, como apoyo para cualquier momento o como muchos de estos melómanos han hecho de la protagonista de éste escrito su vida misma, creando acordes, rimando versos, plasmando melodías. La música y si hablamos de rock en particular tiene muchas divisiones, subgéneros, mutaciones o como la quieran llamar, hoy en día, para mí, encasillarse en un solo género es un error esto limita el hecho de poder escuchar algo así sea para decir “No me gusta”, sin necesidad de agredir a los demás oyentes que gustan de esto. Quizá esté bien pertenecer a una tribu urbana, teniendo un ideal y una filosofía clara al respecto pero también respetando los demás, perteneciendo o no a una igual o diferente. El pertenecer a un grupo siendo músico o no, no impide el nutrirse de otros sonidos para la creación de un sonido, pues el resultado que puede arrojar la combinación de dos o más sonoridades puede ser tan de tu agrado como el de los oyentes.

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En el presente el escucha tiene la libertad de decidir qué oír, tiene el libre albedrío de optar por algunos sonsonetes y otros no, pero lastimosamente algunos radicales musicales encuentran en ello un problema, ya que para ellos está mal el pasar de una canción de metal a una de Rap o de un Reggae a una de HardCore, queriendo etiquetar de buena o mala manera a una persona en una sola categoría, intentado cerrar los oídos a diferentes sonoridades.

El vestirse completamente de negro no te hace literalmente rockero o metalero, es bien sabido que el rock desde sus inicios está acompañado con gran peso del rhythm and blues sin dejar a un lado los tintes de Jazz y el Folk, que el Rap va muy bien

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acompañado de Soul y Funk, que el Punk con el HardCore se la llevan muy bien y ni qué hablar del Reggae en compañía del Ska, el Rocksteady y Dancehall. Así que la invitación es por más de que se haga o se escuche un solo género no se encierre en ese solo sonido.

Nútrase de los colores que cada día van surgiendo, indague, deléitese, opine hasta para decir no, sienta y viva la música.

Y por último: ¿Qué hay de malo en escuchar música sea el género que sea? ¿Qué afán tienen las personas en hacer quedar mal a los otros por el solo hecho de escuchar música diferente? ¿Se debe o se tiene uno que encasillar en un solo movimiento musical? ¡Piensa, siente y vive la música!

Por: Oscar Alzate

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“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” esta famosa frase del comic de Spiderman no es algo que se queda solo en el papel, en la realidad es algo que muchas personas han comprendido que con lo que construyen cargan encima el peso de proteger algo más allá de lo tangible. A Santiago Arango le ha sucedido algo parecido, comprendió que todo lo que ha estado haciendo durante tantos años se ha convertido en la manera de rescatar nuestro patrimonio cultural, sobre todo el musical, y lo ha conseguido plasmar de muchas maneras, ya sea en la dirección del festival internacional Altavoz, o como cabeza en Altavoz Antioquia, en su trabajo con HagalaU o publicando su más reciente libro ha construido un largo camino no solo en el ámbito periodístico sino también en lo musical y personal. Noise Armada habló con él:

Noise Armada: ¿Cómo fue el proceso para crear este libro?

Santiago Arango: El libro era una idea que tenía hace muchos años, la intención como tal surgió en el 2006 a partir de una serie de artículos que realizaba semanalmente en el periódico El Mundo en la página de Musinet; desde mis prácticas en el 2001 yo seguí escribiendo en esa página además de escribir para el Colombiano, la revista Rolling Stone, entre otros.

Con todo esto llegó un momento en que me dije “aquí lo que está quedando plasmado es la memoria de la ciudad”, fue cuando decidí realizar algo con todo el material que tenía, terminó siendo el libro, el año pasado fueron 15 años desde que publiqué mi primer artículo en la revista Viernes sobre Frankie ha muerto y me pareció una fecha muy importante para publicar este libro.

N.A: ¿Qué tan difícil es escribir de música en Medellín?

S.A: Es tan complejo como escribir o ha-

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Por: Oscar Alzate

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blar de política, religión o amor, porque cuando se habla de artes es la perspectiva que uno tiene más allá de la mercadotecnia que hay alrededor de la música. Siempre hay que estar ligado a las búsquedas estéticas que interpelan la realidad, dar una posición de la vida y en ese orden ideas es inevitable ser objetivo. El arte es subjetivo por naturaleza, cuando sacas una canción, una pintura, una película esta se presta a la libre interpretación, al libre albedrío de la imaginación.

Es difícil porque el arte es algo sensible y la manera para equilibrar todo esto es estar bien informado, leer, investigar, preguntar, son herramientas que dan el periodismo. Cuando se haya ese equilibrio se alcanza no un punto ideal sino un punto de tranquilidad en que sabes que estás haciendo las cosas de manera responsable, no inventando o hablando solo desde el apasionamiento, por eso siempre será muy complejo.

N.A: ¿Cómo ha sido la respuesta de quienes han leído el libro?

S.A: Ha sido demasiado buena, hay gente que me ha dicho “Parce, leyendo el libro tuyo, me ubiqué, con tal persona, o tal lugar cuando fue lanzado un disco” “no recordaba tal banda, o no había escuchado tal música”, el libro es una posibilidad de viajar en el tiempo donde cada quién se encuentra con su propia historia, claro que con un eje temático que es la música, donde no solo se habla de bandas sino también de festivales, de temas como los viejos radicalismos o de los medios. A parte ha sido el libro que más ha vendido en su historia la editorial, eso es algo muy grato para mí.

Por: Oscar Alzate

N.A: El primer artículo con que comenzaste a escribir en la ciudad fue el de Frankie ha muerto, ¿por qué decidiste tomar como tema dicha banda?

S.A: Porque mi profesor de guitarra era de Frankie, en el prólogo cuento la historia de cómo un día en el 96 estaba sentado en el parque del periodista con Darío Cano (mi profe) y le estaba hablando de que en la ciudad había muchas bandas pero pocas personas que hablaran de ellas y él me dijo “Deje de quejarse tanto y haga mejor algo usted” y de ahí viene el proyecto de vida que asumí y también fue como el nacimiento de Hagalau.

Más allá de Darío ser mi profesor de guitarra, o haberme dicho lo que dijo, fue muy importante conocerlo porque me permitió descubrir una de las bandas más reveladoras de la ciudad, Frankie ha muerto tenía en ese momento un primer disco y ha sido para mí una agrupación auténtica y única que tiene un sonido propio y lograr algo así es muy complejo.

Cuando estaba en periodismo un profesor me dijo que si quería escribir algo y le dije al instante “Si de Rock” y de quién “De frankie” por toda esa carga que venía desde atrás.

N.A: ¿Siempre quisiste escribir sobre música?

S.A: Desde muy niño escribía poesía, o bueno, lo que uno piensa que es poesía, yo en ningún momento pensé ser poeta, pero fue parte del ejercicio de escribir también cuentos y relatos cortos, como del contexto socio-político del país, escribí en el Colombiano una historia de una perrita, una

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historia que me contó Darío Cano (siempre fue una relación muy tenaz), acerca del tiempo de los conservadores y libertadores donde su tío fue asesinado por ser liberal en la plaza del pueblo y su perra cuidó el cadáver, no permitía que nadie se acercara y cuando finalmente la consiguieron echar se fue para su casa y se metió bajo de la cama donde no salió, no comió ni tomó agua hasta que murió. Son de ese tipo de historias que me gustan mucho, mucho la crónica, pero uno va eligiendo una ruta en la vida y se va especializando de alguna manera.

N.A: Tu proyecto de HagalaU está cumpliendo ya 15 años, ¿qué han pensado hacer para esta fecha tan importante?

S.A: Tenemos varios proyectos, como el bazar de la música, el festival Hertz, lanzaremos un vinilo de HagalaU con 12 artistas no solo de Medellín, sino también del país. También 2 proyectos audiovisuales, con sesiones al aire que comenzó hace poco, es un producto Cross media, construida para hacer una serie radial, también web con la transmisión livestream y una serie de televisión de 13 capítulos. La puesta es poner los artistas en un recinto cerrado, donde los entrevistaremos, pero va más allá de la historia de la banda, más bien adentrarse en el ser del artistas y del creador, de cómo el mundo lo aflige y cómo se ve en sus canciones, o de cómo una película lo dejó rayado y eso lo llevó a hacer una obra.

El otro producto será una serie llamada “la caja que suena” que es un lugar para que toquen los artistas totalmente cubier-

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ta con cajas de huevos (por eso el nombre). La convocatoria ya está abierta y la idea es que con el sonido que nosotros tenemos las bandas se presenten en diferentes formatos y se muestren de una manera diferente.

También haremos un documental sobre nuestros 15 años.

Vamos a hacer 2 conciertos, uno en el camilo Torres y el otro en el Pablo Tobón Uribe. Y una fiesta que se llamará “el cuchitril”.

N.A: Para vos, ¿qué otros proyectos se vienen?

S.A: Uno de los grandes enfoques este año es terminar muy bien el proceso de Altavoz Antioquia, que es un proceso que ha marcado una pauta diferenciadora con los otros festivales del país, es el único festival que va a Urabá a buscar qué está sucediendo con la música de la región, descentralizar el concierto, hemos generado un escenario donde se posibilita que agrupaciones de otras regiones consigan entrar a otros festivales que son de difícil acceso para ellos. Este festival en unos años debería redundar en una cualificación en los intérpretes del departamento, es decir que Antioquia sea una plaza de desarrollo muy importante para el país, por eso buscamos cerrar con broche de oro este año el festival.

Deseo terminar este año la biografía de Masacre, escribir sobre otras cosas, de todos modos escribir es mejor hacerlo des-

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pacio y con muy buena letra. Claro sacarle mucho a mi familia, a mis hijas, la mayor ya comenzará la Universidad, sacarle tiempo a mi esposa y a mis papás.

Es claro entonces que Santiago Arango es un amante de la música, ama lo que hace y en todos sus trabajos refleja nuestra ciudad y va más allá, tiene un gran poder y ha ido más allá de la simple música, él ha podido describir una escena y ha trabajado incansablemente por esta.