Libro de egresados 2017 by MARIA CHAVEZ

INTEGRAL MANUEL BELGRANO

SEXTO AÃ&#x2018;O 2017

PRÓLOGO “The colors of the rainbow so pretty in the sky, are also on the faces of people going by. I seen friends shaking hands saying: how do you do? They’re really saying I love you”. Louis Armstrong.

Hoy es domingo y llueve. Mi hijo duerme mansamente su siesta; mi esposo está pintando una pared de la cocina de un color verde mar, delicado y profundo; y yo acabo de leer los textos que María me mandó por correo electrónico. Apenas terminé la lectura, se me vino a la mente esa bonita canción que compuso Louis Armstrong. Debo confesar que nunca antes en mi vida había escrito un prólogo. En este caso, se hace más difícil aún porque no se trata de un solo autor, sino de muchos: los chicos de la promoción 2017. A lo largo del año, ellos trabajaron plasmando sus sensaciones y sentires en palabras y de la mano de mi compañera y amiga Patricia Nieto. Lo cierto es que me he quedado sorprendida y conmovida con todos y cada uno de los relatos. ¿Qué leí entre líneas? Leí claroscuros, leí un arcoíris con más de siete colores, leí destellos de poesía, leí la rebeldía adolescente, la ironía y el humor, leí los sueños, los entretelones de algunas vidas, leí imaginación a manos llenas, y sobre todas las cosas, leí a las personas detrás de las palabras. Eso fue lo más valioso para mí y lo que me impulsa a invitar a todos a la lectura de estos textos. Pero además, los convoco a disfrutar de las bellas fotografías que acompañan estos escritos. Nuestra querida Nadia, imaginó una mañana, algunas escenas en la que todos le recordaran a un compañero aquellos momentos significativos de tantos años compartidos; y contagió la idea a la profe María. Así que ella, mágicamente, una mañana campestre, capturó el gesto propio de la nostalgia y la alegría en los rostros sorprendidos al escuchar fragmentos de sus vidas. Muchas veces nos quejamos de la juventud, de los adolescentes, de nuestros estudiantes. Creo que sólo hay que darles la oportunidad para expresarse, para revelar como en una fotografía sus sentimientos, darles la palabra para mostrarse tal cual son. Eso es justamente lo que las profes han hecho con ellos. Lo que surgió de esa experiencia es este hermoso libro que habla en primera persona de nuestro sexto, de cada uno de sus integrantes. Ésa es la huella indeleble que hoy nos dejan y sobre la que podrán volver cuando quieran re-leerse y entenderse. Ahora paró de llover y, seguramente, saldrá el arcoíris. Prof. Valeria Hidalgo Córdoba, 3 de diciembre de 2017.

Una vez que hemos conocido a CortĂĄzar, ya no podemos mirar a nuestro alrededor de la misma manera. Ahora todo puede desconcertarnos, ahora creemos que lo cotidiano nos miente, y al mismo tiempo, nos maravilla. Te desafĂo. EscribĂ tu historia cortaziana.

Aplastamiento de las gotas Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós. Julio Cortázar Historias de cronopios y de famas

Instrucciones para llorar Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Julio Cortázar Historias de cronopios y de famas

Escuela Integral Manuel Belgrano

Como dijo Cortázar De una nota tirada en la mesa de un departamento de La Plata sale una línea que corre por el papel, sale de él, cruza la mesa hasta bajar por una de las patas hacia el suelo de cerámica. Allí continúa su camino saliendo por un hueco en el marco de la ventana y baja por una escalera de incendios hacia un contenedor, y de ahí a la calle. Basta solo asomarse mejor para apreciar cómo la línea transita la calle evadiendo los autos hasta subirse por la rueda y abordando un taxi hacia el aeropuerto. Una vez allí desciende junto a los tirantes del bolso de una señora, continúa viaje, pasa la aduana, la seguridad, llega a la zona de abordaje y sube por los tacones de una mujer continuando viaje por sus piernas, saltando hacia un trazo del vestido, trepando hacia el brazo, sube y con mucho esfuerzo se recuesta en la palma de una mano que tapaba unos sollozantes ojos, mientras sonaba la llamada de abordaje.

LUCIANO AGUSTÍN BOGNANNO

Egresados 2017

Escuela Integral Manuel Belgrano

Seguir las instrucciones En la plaza de los faroles, me encontraba el día que lo conocí. Llevaba un jean azul francia y una remera negra de gran estampa. Me miró de reojo y logré ver en su cara una tenue sonrisa. Desde ese día, todos los días, a la misma hora nos encontrábamos allí, separados, pero al mismo tiempo, juntos, y así yo sentía su compañía. El veintiuno de marzo, justo en el comienzo del otoño, mientras veía algunas hojas caer, pude escuchar su voz por primera vez. Era una voz ronca y dulce a la vez, que en el momento justo dijo las palabras que estaba esperando: -¿Estás bien? Sin que pasaran muchos segundos se me vino a la cabeza aquel texto de Cortázar que habíamos leído en el cole. Esa fue mi estrategia, las Instrucciones para llorar me ayudarían. Llorar para lograr que me escuchara, que me mirara de cerca, para escuchar su dulce voz muchas veces. Tal vez, en ese momento mientras me hablaba, me daba algún consejo, pero yo estaba distraída mirando su nariz redonda y bella, y no recuerdo lo que me dijo. Solamente me dejé llevar, dejé que pasaran los minutos mientras lloraba. Y todo resultó. Gracias a las instrucciones, hoy tengo a mi lado a la persona que siempre soñé.

Egresados 2017

CANDELA FIGUEROA

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CORTÁZAR Y ahí estaba ella, sentada en el mismo lugar de siempre, pensativa, cuando en ese preciso instante se desata una gran tormenta. Llueve, llueve torrencialmente, y ella espera, espera que la última gota caiga para por fin ir a realizar sus tareas. Cuando de repente recuerda a un curioso escritor que decía: “Ahora aparece una gotita en el alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga, ya es gotaza que cuelga majestuosa y de pronto “plaf”, nada, cae, solo queda como viscosidad en el mármol”. Pero mientras tanto piensa y sueña, sueña con él, en verlo una vez màs, en perderse en sus brazos contenedores de miedos y cosas feas, solamente para volver a escuchar un susurro liviano saliendo de sus labios que dice “qué grande que estás…” y ahí es cuando uno piensa, preguntàndose el porqué, ¿por qué a él?, ¿por qué a mí? Y si, a veces somos egoístas, egoístas porque pensamos siempre en que el otro ya disfrutó a pleno sin mirar un mañana. Ahora me toca a mí, vivir, soñar y vivir con ese recuerdo que nunca muere; a veces pensar en las personas que se van duele; duele porque los extrañamos, pero más dolería vivir con el sentimiento de no haberlos disfrutado como lo hacemos. Eso es lo importante, lo que queda. Uno piensa que nos dejan, pero no. Las personas que amamos no nos dejan, nunca es un adiós, sino un hasta luego.

Egresados 2017

ROCĂ?O MIROLO

Escuela Integral Manuel Belgrano

CRISTIAN MATÍAS SALVIDIO

Egresados 2017

LA MANCUSPIA Un día, un extraño llamó a la puerta de mi casa, vino a entregar un paquete que traían de La Pampa. Mi sorpresa fue grande cuando ví que dicho paquete contenía una mancuspia. Este animal, comenzó siendo muy juguetón, aunque con el paso del tiempo, dicho animalito se volvió muy molesto para mí. Pasaron los años, y yo no podía deshacerme de él, por lo cual desarrollé un plan. Este plan consistía en llevarla al campo y dejarla allí. De camino al lugar, el automóvil pisó una placa de hielo y cayó por el abismo. Cuando sentí el impacto en el fondo de la fosa, me desperté de golpe. Asustado me dirigí al jardín para ver que “él” no estuviera allí, y afortunadamente, no estaba.

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MIGUELA BERNARDI

Egresados 2017

EL RELOJ Durante el hermoso fin de semana largo, mi productividad estaba en el nivel más bajo que pueda existir. Esto generó en mí la necesidad de salir del confort de mi habitación y ver el mundo, aún cuando la lluvia no ayudara en absoluto. Así que junté todas mis ganas para lograr salir de esa vagancia. Alcé mi reloj, el que me había regalado mi madre, para poder calcular el tiempo que tardaría. Pero sucedió algo demasiado improbable. Según mi viejo reloj, no era lunes feriado, sino martes, y eran ya las ocho de la mañana, por lo tanto debía estar en el colegio con mis divertidos profesores. Increíblemente, de repente me crucé con uno de ellos, que me dijo que iba camino a la escuela. Por un minuto, se cruzó por mi cabeza la idea de hacer de cuenta que nada había pasado, pero sin darme cuenta cómo, todo mi uniforme estaba ya sobre mi cuerpo. El enojo brotó de todo mi ser y decidí correr para llevar el defectuoso aparato a una relojería. Al llegar allí, el hombre me explicó que era algo normal en esta época del año, y que se debía al intenso frío. Entonces, me dirigí al colegio como todos los martes, para cumplir con mi aburrida obligación.

Escuela Integral Manuel Belgrano

Perder el tiempo Estaba andando sin andar, y de repente me detuve en un extraño pero maravilloso paraíso. Estaba recreando la típica rutina de ejercicios del día lunes, que desde luego no exige mayores esfuerzos mentales, cuando de pronto exploré el peculiar espacio a mi alrededor. Lo extraño no era el lugar, sino él. Él, quien siempre me abría la puerta a ese sitio original, donde nada era verosímil, y todo parecía espiritual. Cada vez que llegaba, yo ingresaba con la total frescura de la inocencia, pero a la vez con la desconfianza de la rebeldía. Creo que había llegado a un borroso límite entre lo verdadero y lo irreal, así que decidí redoblar la apuesta para conseguir eso que suponía que ambos deseábamos tener. Lo más increíble era que él siempre leía algo raro, algo que encajaba totalmente con su aspecto, con sus gestos, con su manera de hablarme. Apenas me lo dejaba mirar, pero yo busqué la forma y mis ojos alcanzaron a ver que era aquel exitoso libro de Cortázar que tenía escrito o dibujado más bien, una imagen que me recordaba a un juego de mi infancia. Sin asustarme, le dije que no era entonces como yo creía, que no era ese tipo aburrido y odioso que yo había imaginado. Mientras hablábamos, se nos iban moviendo cada vez más rápido los palitos de ese objeto colgado en la pared. No importaba, claro que ya no importaba, era absolutamente dichoso perder el tiempo con él.

Egresados 2017

LUCÍA SOSA MINETTI

EL JARDÍN DE LOS SENDEROS “Si nunca me extravié en el jardín de los senderos que se bifurcan es porque fui fiel al antiguo proverbio que exige: en la encrucijada, divídete. Sin embargo, a veces me pregunto, la felicidad, ¿no es elegir y perderse?” Ana María Shúa Botánica del Caos

¿Cuál es tu laberinto? Llegaste, estás allí. ¿Saldrás? Y la felicidad, como dice Shúa, no habrá sido que hayas elegido perderte allí…

Leonora Carrington - He Labyrinth

Escuela Integral Manuel Belgrano

Caminar el laberinto En lo más profundo, en lo más profundo de uno mismo, se ve un laberinto, un gran laberinto creado con túneles y espejos. Es mágico, tiene una única entrada y una única salida que cambian de lugar cada día y a cada instante. Es un laberinto de emociones, pensamientos que invaden mi mente con una torpe y cálida liviandad. Ahí dentro no pude sentir el viento, ni una mínima brisa que rozara mi cara. La luz del sol y el reflejo de cientos y cientos de espejos me impedían ver con claridad el camino. Mis ojos estaban indefensos por tanta oscuridad, ya eran varios días. Tardé algunos días más buscando la salida. Al acercarme al final, vi que se asomaba a la entrada la luz brillante del sol. Entonces, quise olvidarme de todo y salir corriendo lo más rápido posible. Era inmenso, recuerdo que era inmenso, un vacío; nunca llegué a tocar los costados. Ocultaba mucho más de lo que uno podía ver, vaya a saber uno qué; pero al entrar ahí la sensación era escalofriante, y angustiante. Creo entonces, que veces uno necesita descansar, descansar de sus propios pensamientos, “tomarse vacaciones”, perderse en un lugar diferente, estar lejos. No elegí perderme, caminé y caminé en esa profundidad. Llegué a un laberinto, pero busqué la salida… Tardé muchos días, pero la encontré.

Egresados 2017

LISETTE CHAVES PAGLIONI

Escuela Integral Manuel Belgrano

El laberinto de la vida Un laberinto es un lugar que está hecho para generar incertidumbre, malestar, confusión. Pero no solo genera esas emociones, sino que también puede darnos lindos sentimientos, como la felicidad a la hora de llegar al final del recorrido.

Si hablamos de esa sensación de felicidad que te embarga al saber que pudiste resolver las dificultades y acertijos, alcanzar la recompensa al final de la meta genera, aún más, una grandiosa sensación de alegría.

Egresados 2017

Toda persona piensa desde la lógica, que un laberinto es un lugar físico, un sitio dividido por paredes que te llevan a un centro o a una salida. Aquellas personas que entran en estos lugares lo hacen por decisión propia, y muchas veces acompañados de la certeza de que ese laberinto tiene una salida posible, donde seguramente los espera la familia o los amigos.

Pero no siempre es así. No solo hay un laberinto con paredes. Ese laberinto en el que todos estamos, es la vida misma. La vida que nos obliga a tomar decisiones para encontrar al menos una salida. En el inicio, comenzamos el recorrido acompañados por los mayores, ellos deciden lo que creen que será nuestro bien, lo que nos dará felicidad. Sin embargo, en una parte del trayecto, deberemos soltar la mano de esas personas y decidir cómo seguir el camino. Todos sabemos las dudas y dificultades que pueden aparecer en esos momentos, aún así siempre es bueno empezar a elegir nuestro camino. Si te equivocás, podrás volver sobre tus pasos y generar una nueva ruta transitable y cómoda para llegar al final. Aunque, si nos ponemos a pensar, ¿llegaremos alguna vez?, ¿será infinito ese recorrido?, ¿nos tocará guiar a otros por el laberinto?, ¿en algún momento, nuestro camino se cruzará con el de otros?

JESSICA MAGALÍ SIMONE

Escuela Integral Manuel Belgrano

Vivir el laberinto Me encuentro en un sinfín de pasillos, son de distintos tamaños, colores y aspectos. No sé hacia dónde dirigirme, pero, ¿debería? Siempre me encontré aquí, solo que ahora soy consciente de su inmensidad. Cada pasillo, cada escalera, cada puerta, es una palabra que podría haber cambiado en las frases que dije hoy. Una decisión. Un camino distinto que tomar. A medida que vivo, avanzo. No sé si me dirijo hacia la salida, solo sé que camino hacia adelante. Nunca retrocedo. Paro y pienso: este camino que trazo es mi vida, ¿quiero llegar al final? Todos buscan la salida, pero, ¿acaso saben qué significa eso? “Es es el misterio, ¿no? ¿El laberinto es vivir o morir? Pero, ¿de cuál está tratando de escapar? ¿Del mundo o del final del 1 mundo?” (John Green) Cito a John Green, mi autor favorito, y reflexiono sobre él. Para mí el laberinto es vivir. Su inmensidad representa el mar de posibilidades que se me ofrecen. Cada paso es una decisión, y de eso se trata la vida; de lo que nosotros elegimos hacer. Sé que si hubiera tomado la puerta de la derecha, me habría significado un cambio, y mi vida sería diferente. Pero no debo arrepentirme de mis decisiones, por el contrario, debo Vivirlas. “Te pasas toda la vida atorado en el laberinto, pensando en cómo vas a escapar de ahí y qué fabuloso será, imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca te escapas. Solo utilizas el futuro para escapar 2 del presente” (John Green) Es así. Nos pasamos la vida pensando en lo que vendrá, repensando las decisiones que tendremos que tomar algún día. Preocupándonos por situaciones que no han ocurrido, sin ser conscientes de lo que está pasando ahora. Por eso elijo vivir el laberinto. Vivo mis decisiones, vivo mis palabras. No busco el final. Busco el camino.

1 Green John, Buscando a Alaska, editorial Nube de Tinta, 2014. 2 Idem

Egresados 2017

LUCÍA KELLERMAN PRESA

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LORENZO LÃ&#x201C;PEZ

Egresados 2017

Ellos me esperan Llevo varios días en este laberinto. No recuerdo cómo fue, qué ocurrió. Pero estoy encerrado en él, perdido entre estas paredes circulares. Mis sensaciones son diversas. Hay momentos en que siento mucha paz y tranquilidad, y en otros extraño a la familia y a toda la sociedad, pero la mayor parte del tiempo, siento mucha soledad. Creo que no voy a resignarme, pase el tiempo que pase, mantendré la esperanza, porque verdaderamente, eso es lo último que los hombres perdemos. Debo aferrarme a la idea de volver, porque allá están mis afectos, ellos me esperan. Sé que me esperan. Extraño la tecnología, la manera de comunicarme; mejor dicho, extraño comunicarme. Aquí no tengo a nadie con quien hablar, y eso no se puede soportar por mucho tiempo. Decido que mejor sería escribir sobre esta situación, luego podría mostrarles a todos mis escritos, sobre todo porque esto es un acontecimiento que marcará mi vida. Pero, ¿y la comida?, ¿cómo sobreviviré? Pronto se acabará, aunque aún hay bastante. No pensaré en eso, debo distraerme con la escritura. Tengo que buscar soluciones, no desesperarme. Escribo, escribo… escribo. Escribo que una voz me llama: -¿Lorenzo, estás ahí?

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El laberinto de la colina Y entonces pude salir de ese gran laberinto y llevé la paz a mi reino… Todo comenzó en un pequeño pueblo de Inglaterra llamado Wessex donde vivía con mi familia. Mi padre había sido rey de Wessex por muchos años, y era muy querido por todos, porque había sido un gran líder. Hasta que un día, hubo una gran epidemia y, desafortunadamente, mi padre murió. A partir de entonces, tuve que madurar rápidamente y tomar las riendas del maravilloso reino porque era su único heredero legítimo. Con el pasar de los años, fui fortaleciendo mi reinado y así se instauró la paz y la armonía en todos los rincones. Pero, no duraría mucho tiempo. Un día como cualquier otro, los soldados me trajeron la noticia de que se acercaban barcos desde el sur con intenciones de invadirnos. Me di cuenta de que eran los vikingos de Northumbría. Esperé a que llegaran y me presenté a hablar con su líder, buscado la paz para todos. Después de varias horas, llegamos a un acuerdo. Él me había desafiado a superar una prueba y yo acepté convencido de mi fuerza y el apoyo de mi pueblo. Si yo lograba atravesar el laberinto de cristal que se encontraba en la colina entre los dos reinos, él retiraba sus barcos y sus soldados, y la paz reinaría para siempre. Caminé muchas horas hasta llegar al laberinto de la colina. Nunca antes había visto algo de tanta inmensidad y belleza, todas sus paredes eran de cristales y piedras preciosas. Me quedé mirándolo, hasta que decidí entrar. Recuerdo el asombro, el desconcierto, porque era imposible adivinar el camino, lo único que veía era el reflejo de mi imagen en los espejos. Después de unas horas, sentí miedo, no podía pedir ayuda, y quise rendirme. Ya no tenía fuerzas para seguir buscando la salida, el cansancio me venció y me quedé dormido. Entonces tuve un sueño inmensamente real. Podía ver a mi padre dentro del laberinto, él me guiaba, me señalaba el recorrido, me acompañaba. Desperté, recuperé mis fuerzas y corrí a repetir el sueño, y así pude encontrar la salida. Había vencido. El rey enemigo no podía creerlo, ningún hombre había conseguido salir de ese laberinto; pero debió aceptar la derrota y retiró sus barcos y soldados. Gracias a mi padre, nadie pudo destruir la paz de nuestro reino. Su sabiduría y su bondad me hicieron aún más fuerte.

Egresados 2017

STÃ&#x2030;FANO VISSIO

El poeta ha confiado en vos, en un destino venturoso y posible. Te deja la lluvia, el amor y las utopías. Si pudieras conversar con él, ¿qué le dirías?, ¿qué palabras podrías devolverle desde tu juventud? Escribile… Seguramente a él le gustaría leerte.

¿Qué les queda a los jóvenes? ¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco? ¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo? también les queda no decir amén no dejar que les maten el amor recuperar el habla y la utopía ser jóvenes sin prisa y con memoria situarse en una historia que es la suya no convertirse en viejos prematuros ¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina? ¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas? les queda respirar / abrir los ojos descubrir las raíces del horror inventar paz así sea a ponchazos entenderse con la naturaleza y con la lluvia y los relámpagos y con el sentimiento y con la muerte esa loca de atar y desatar ¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de consumo y humo? ¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas? también les queda discutir con dios tanto si existe como si no existe tender manos que ayudan / abrir puertas entre el corazón propio y el ajeno / sobre todo les queda hacer futuro a pesar de los ruines de pasado y los sabios granujas del presente. Mario Benedetti La vida, ese paréntesis

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MELINA CELESTE FELCAN

Egresados 2017

Para el Señor Mario Benedetti Para comenzar quiero decirle que he quedado muy sorprendida con su escrito “¿Qué les queda a los jóvenes?” Actualmente, yo trabajo con jóvenes y niños, y también veo el futuro de la juventud en un mundo sucio, estancado, corrupto, donde sólo queda la expresión callejera, la droga entre otras cosas. Entre sus líneas recordaba las charlas que he tenido con muchos jóvenes que se encontraban en malas situaciones emocionales, porque sentían que tenían que cargar el peso de todo el mundo, que sus padres no dejaban de molestarlos con la facultad, el colegio o para que sea el hijo perfecto. Pero, señor, dígame una cosa: ¿qué es lo que está bien hoy en día?, ¿qué es lo perfecto que todos nuestros padres quieren y nunca podemos dárselo? Yo intentaba recordarles a esos jóvenes que se puede luchar por los sueños, recuperar los valores y saber quiénes somos, dónde estamos y saber que se pueden cambiar las cosas y el destino de uno mismo también, y que no piensen en lo oscuro de su futuro. Lamentablemente, vivimos en un mundo consumista, donde los medios de comunicación, las redes sociales, la tecnología, entre otras cosas, han pasado a formar una parte más de nuestro cuerpo. Un mundo en el que la sociedad sólo busca la diversión, abstraerse de los problemas sin pensar. Usted nos pone frente a una juventud adormecida, casi inmóvil y conformista, que no parece tener nada que la motive excepto lo inmediato, aquello que se vive rápidamente, en un momento, ya sea positivo o negativo para la persona. Sin embargo, tanto usted como yo, deseamos que los jóvenes no busquen distraer sus mentes con drogas, con alcohol o violencia. Por eso creo, que lo valioso es atacar el origen del problema, y luchar sin descanso hasta conseguir los objetivos y la paz, sin importar lo duro que eso sea. Atentamente.

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CARTA AL POETA MARIO BENEDETTI ¿Cómo estás? Yo bien aunque un poco atareado, entre el colegio, casa, natación, mis amigos, mi familia; tengo poco tiempo para pensar el momento que estoy viviendo. Un poco me parece que es un mecanismo de defensa que utilizo para no pensar, termino el colegio secundario en un par de meses y tengo que decidir qué hacer con mi vida, qué momento de mierda; ojalá me entiendas, supongo que sí. Leí tu poema “¿Qué les queda a los jóvenes?”, así que por eso estoy casi seguro que me vas a entender, y por eso decidí escribirte (y también porque a mi hermana Lula le encantan tus poemas, siempre tiene uno a mano; y no sé cómo hace para usar siempre el justo, ella dice que es porque vos escribis expresando todos los sentimientos). Me gustan muchas de las cosas que plasmas en él, principalmente lo siguiente: no dejar que les maten el amor / recuperar el habla y la utopía / ser jóvenes sin prisa y con memoria / situarse en una historia que es la suya. Siento que nos estás otorgando una tarea muy importante, pero ¿te cuento algo? vivo en una familia donde la memoria, el habla y las historias son fundamentales, así que en ese aspecto, vos tranquilo. Además no hay cosa más importante que un pueblo con memoria porque es un pueblo que no permite atrocidades ni atropellos y el pueblo se hace por los jóvenes, esa es mi concepción. Me alegro mucho de poder encontrar en tu poema, no sólo buenos valores sino también esperanza, “nos pones fichas”, como decimos nosotros por acá. No muchos lo hacen, te diría que la mayoría de los adultos, profes, familia, no tienen palabras muy alentadoras para la juventud en general, entonces toparme con vos y con tu poema es alentador porque en parte si la juventud no es la época para probar ¿cuándo lo es?. Cuando sea +30/40 espero mirar atrás y decir “no me arrepiento de nada” haber hecho todo lo que podía, por supuesto sin dañar a otros. Pero puedo probar salir todos los fines de semana, bailar como si nadie me conociera, cantar a los gritos, reírme de la nada, tener muchas novias y “estar enamorado” de todas, estudiar, cursar pero también no entrar a una clase y tirarme en el pasto a tomar una cerveza en el Parque de las Tejas o sacarme un dos; no presentarme a un final porque “arrugué”, salir un jueves e ir a cursar un viernes a las 9 a.m., sentarme en el almuerzo familiar con lentes de sol para disimular la cara de resaca. No pienses que sólo tengo pensado hacer eso o sólo probar cosas “malas”, pienso luchar por lo que creo, por mis ideales y eso es algo que rescato como valor de tu poema, además de la memoria, la lucha por lo que creemos, la lucha que construya un mundo mejor; aunque así suene como una frase Disney, una utopía, no creo que sea así. Capaz porque soy joven; en parte creo que los adultos chocan tanto con los jóvenes porque perdieron la fe, la esperanza y la fuerza de creer que podemos cambiar el mundo; capaz porque los años y la vida se encargó de mostrarles que no todo es color de rosas, ni fácil, que sólo con el ideal no se puede; pero dejame que te diga algo, quiero aprovechar mis años de ser joven y revolucionario porque como dijo Salvador Allende: “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. Es por eso que voy a luchar todos los días, en la calle, en mis grupos de amigos, reprobar los prejuicios, defender a las mujeres y sus derechos, defender los bosques, la democracia, la memoria, entre otros. No me voy a olvidar todo lo que ya sé, pero quiero que también este momento sea de separación; vos lo proponés como discutir si dios existe o no, y me parece una buena forma de simbolizarlo; pero creo que tenemos que discutir todo aquello que nos dieron como doxa, es el momento de separarnos, de crear nuestro propio sistema de valores, de ideas y opiniones porque también, entre nos, los grandes tienen a veces ideas muy cerradas y un poco “conservadoras” por no decir retrógradas. Los tiempos cambian y las ideas avanzan; es de grandes mentes superarse y cambiar su pensamiento por algo que sea “lo mejor para todos” y a veces siento que los grandes que me rodean no me dejaron hacer eso. Todos esperan que seamos los alumnos universitarios modelos, que nos recibamos en cinco años o lo que dure nuestra carrera, que no dejemos la carrera, que cumplamos con todas nuestras obligaciones y

Egresados 2017

lleguemos a un parcial “hasta las manos”; y eso amigo, dejame llamarte así, es medio imposible porque “estar hasta las manos” es parte del folklore universitario también, me parece. Gracias, gracias por leerme, por hacerte este tiempito para ver qué pienso como joven que soy. Gracias por confiar en mí y en mi generación, espero no defraudarte. Me gustó mucho tu poema, sobre todo esto: sobre todo les queda hacer futuro/ a pesar de los ruines del pasado/ y los sabios granujas del presente. Porque nos instás a dar el salto, a separarnos, a pensar diferente, a no cargar con los errores del pasado pero a no olvidarlos para no volver a cometerlos y por sobre todo a pensar que nosotros también podemos ser sabios en este presente, porque los “sabios” que hay actualmente poco tienen de sabiduría. Por mi parte voy a intentar honrarte, hacer el bien, luchar por una sociedad más justa y defender las causas que deben ser escuchadas. Estoy dispuesto, y ansioso, a afrontar ese momento, sin olvidarme de quién soy, ni de dónde vengo pero siempre dispuesto. Mientras tenga fuerza no voy a dudar en tender mis dos manos. Bueno Mario, creo que ya te robé suficiente tiempo; espero que disfrutes de estas palabras tanto como yo disfruté de las tuyas (ahora voy a compartirlas con mi hermana), gracias nuevamente por ser tan maravilloso y tan sencillo; Con todo mi afecto

JUAN MANUEL VILLAGRA

PH: Vivian Maier

DATOS PERSONALES ¿Te has detenido a pensar en tu nombre, en tu oficio, en la edad que te señala cada día que estás vivo? La obra Los Datos personales de Julio Mauricio te dejo pensando en esas cuestiones, lo sé. Así que ahora, dispone tu alma para hacerte las preguntas y recorrer tu vida. Pero antes, te dejo unas palabras de la escritora Graciela Montes:

“La imagen que tenemos de nosotros mismos -eso que llamamos un poco pomposamente identidad- se ha ido construyendo a lo largo de los años y siempre a través de los otros. No ha sido en situación de monólogo, sino en diálogo con el otro- y con “lo otro”- como hemos llegado a armarnos nuestro propio cuento”

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Ocupaciones y oficios

GUADALUPE GARIONE

Egresados 2017

Perdón por la demora, es que recién vuelvo del centro, ¡y tuve un día larguísimo! Estuve en el consulado italiano, ¿viste que te había contado que el año que viene me voy de viaje?, bueno resulta que necesito un pasaporte, y si saco el italiano me ponen menos trabas. Al parecer, sos menos sospechoso si sos europeo a si sos argentino. Una pavada, si me preguntas mi opinión. Pero bueno, lo hice igual, porque me quiero ir a disfrutar, no a pasar todo el primer día del viaje haciendo colas en el aeropuerto. Encima lo primero que me preguntan es “nombre y apellido”. En el consulado, en el aeropuerto ya saben todo eso. Y por suerte no me hicieron drama. Mi apellido es italiano, así que lo conocían. Igual ahí se me empezó a complicar todo. Porque mi apellido será italiano pero está argentinizado, ¿sabés?, yo no me siento muy italiana que digamos… ¿Y mi nombre?, otro problema; porque yo digo Guadalupe, pero es más que eso. Es Guadalupe por la Virgen, y por un acuerdo de mis papás. Cuando mi hermana mayor nació, mi mamá convenció a mi papá de llamarla Juliana, así que yo soy Guada por elección paterna. Y el tema que siguió, fue nacionalidad y lugar de residencia. La primera parte fue fácil, nacionalidad argentina, pero también italiana, si saco el pasaporte jajaja. Pero, ¿domicilio? Ahora vivir, vivo en una casa, y antes en un departamento muy chiquito para cinco personas. Pero si yo te hablo de mi hogar, mi hogar no es un lugar fijo, sino las personas y espacios que significan mucho para mí. Mi casa, mi familia, el Movimiento Juvenil Saleciano, el patio, mis amigas. El hogar es simplemente donde uno es, sin restricciones. Pero para no complicar todo, les dije: Nicanor Otamendi 4326, Barrio Altamira. Y en ese momento, el empleado se acuerda de que no me preguntó la edad. ¡Hasta yo me había olvidado! Y cuando abro la boca para responder, me acuerdo de un cuento que leí hace un tiempo, que hablaba de que no en todos los momentos de nuestra existencia vivimos de verdad. Y ahí empecé a preguntarme, ¿cuántos momentos he vivido yo realmente? Y no sé, no tengo ni idea de cuántos años de verdadera vida tengo, pero me dio no sé qué contarle mis cuestionamientos al empleado, así que le dije “18”. Y ahí vino la pregunta del millón: ¿estado civil? Y tenés solo dos opciones “soltera/casada”. Ni “en pareja”, ni “en algo”, ni “es complicado”, o “ni siquiera yo sé lo que es”, en las opciones no entra “enamorada”, ni “buscando el amor”. O estas casada o no. Y yo no estoy casada, sin importar qué otra opción elegiría o quisiera tener. Por eso, sin dar explicaciones, le dije: “soltera”. Y la última pregunta fue la peor, te lo aseguro. “Ocupación / oficio”. Se me complicó todo ahí. Porque yo no trabajo en serio, pero a veces le enseño inglés a mi primo. Y no trabajo, pero soy hija, hermana, sobrina, nieta, amiga, acróbata, payasa, seño, oratoriana, católica, lectora, y tanto, tanto más. Cumplo tantos roles, que ¿cómo elijo uno? ¿Cómo sé si eso cuenta con la concepción estándar de un oficio? ¿Y qué hay de los oficios que quiero tener? ¿Puedo poner futura escritora, futura profesora o editora? No sé, pero al final simplemente le dije: estudiante. Así que pronto, pronto, me va a llegar a casa, y espero que el viaje sea hermoso. Igualmente sigo creyendo que las preguntas en este tipo de trámites deberían ser más abiertas, pero al menos sirven para pensar.

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Reina Salvatore Me dijo: - ¿Nombre y apellido? Principalmente, me gustaría aclarar que mi nombre es Reina Salvatore, pero considerando el contexto en el que me encuentro ahora mismo, a pesar de que no me gusta mentir, voy a tener que hacerlo. Mi pasado siempre me va a jugar una mala pasada, pero no quiero contarle detalles irrelevantes porque no le interesa y le aburriría, no quiero eso. Solamente espero conseguir este puesto, así que decidí contestarle el nombre que vengo utilizando desde que llegué acá. Así que le dije: - Leila Monte Me dijo: - ¿Edad? ¡Ay! ¡Qué pregunta! Pero nuevamente, el problema no reside en la pregunta, sino más bien en la respuesta. Estoy en una etapa de mi vida en la cual si cuento todo lo que viví me darían muchos más años de los que tengo, sin comentar de que el maquillaje también me agrega más años… pero bueno, en el anuncio decía que buscan personas que sean mayores a 20 años, así que le dije: - Tengo 22 años. Me dijo: - ¿Nacionalidad? ¡Por fin! ¡Una en que puedo decir la verdad!, porque claro, acá solamente necesitan que sepa hablar dos idiomas más además del español. En España fui a un secundario en el cual tuve inglés, y mi padre era francés y se comunicaba con sus amigos en ese idioma, me dió curiosidad y le pedí que me enseñara. Pero como a él no le importaba eso, le dije: - Española. Me dijo: - ¿Casada o soltera? Si las cosas hubiesen sido distintas en mi adolescencia ahora podría responder otra cosa… pero no. Cuando a una la traicionan tantas veces, los sentimientos hacia los demás se comienzan a desvanecer y tu mente sólo piensa en lograr tu bienestar propio, ignorando las personas que se pueden dejar atrás en el proceso. Una persona que me ayudó mucho a reconstruirme en Argentina fue Lautaro, siempre fue muy amable conmigo pero prefiero no involucrarme con él. Pero esa historia le aburriría. Así que le dije: - Soltera. Me dijo: - ¿De qué se ocupa? Tuve tantos trabajos a lo largo de toda mi vida que si los menciono a todos, les daría tiempo suficiente para encontrarme, así que sólo nombré el último que tuve. Le dije: - Maquilladora profesional.

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Me dijo: - ¿Dónde vive? Honestamente, nunca tengo un lugar fijo para vivir, siempre debo andar moviéndome de país en país, de ciudad en ciudad. Ahora estoy viviendo con un amigo que me está ayudando en muchas cosas, pero no sé hasta cuándo estaré acá. Como no era lo que me preguntaba, le respondí: - Calle Buenos Aires 528 Me dijo: - Firme aquí. Me acerqué hacia la hoja y firmé...

LEILA BELÉN MONTE

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De Córdoba Capital No recuerdo por qué tuve que hacer ese trámite, pero nunca olvidaré esas preguntas, porque desde entonces siempre las repito. La secretaria me dijo: -¿Nombre y apellido? ¡A esto lo detesto! Me gustan mis nombres, pero a las personas que no me conocen siempre les cuesta pronunciarlos, o tienen diferentes maneras de decirlos, cuando yo siempre los digo de un único modo. A veces, también, me lo han confundido con otros, como aquel día importante cuando tenía once años, era mi primer acto formal portando la bandera en mi primaria, estaba nerviosa y procuraba mantener la postura y la calma, sin equivocarme en nada. En el momento en que me tocaba salir, la madre encargada de decir las palabras alusivas dijo mal mis nombres y apellido, los confundió con otros y dijo una palabra totalmente irracional. ¡Quién se apellidaría “Feliz”! Odié a esa mujer. En fin, terminé por responder: - Iara Ximena Véliz. Secretaria: - ¿Qué edad tienes? Uy otro dilema en mi vida, ya que siempre me ha pasado que las personas piensan que tengo más edad de la que en realidad tengo. ¡Totalmente frustrante! Aunque debo reconocer que es bueno cuando llega el momento de relacionarme con personas mayores que yo, ya que no me tratan como a una niña, así que se podría decir que es favorable ser considerada mayor. - Diecisiete años. Secretaria:- ¿Nacionalidad? Esa pregunta me hizo pensar en otra pregunta: ¿A qué se referirá con nacionalidad? ¿Solo al lugar donde yo nací ?, ¿a la nacionalidad de mi familia? La familia de mi mamá es tucumana, a su vez mi apellido que es el mismo que tiene mi papá y la familia de mi papá, es español, asi que creo que también se podría decir que soy española, pero yo nací y crecí en Córdoba capital. -Argentina, Córdoba, Córdoba capital. Secretaría:- ¿Domicilio? Esta pregunta me trajo mucha nostalgia, ya que pasé por muchas casas, pasé por muchos domicilios distintos, de algunos de ellos no recuerdo ni el nombre de la calle ni la numeración, y podría decir que algunos son bastantes recientes; pero no logro recordar con claridad todo, esto me resulta gracioso y me hace sonreír. Sin embargo, más allá de no recordar el domicilio exacto de todas las casas por las que pasé, de todas me he llevado algo, recuerdos claros y borrosos, ya sean buenos o malos, pero son recuerdos al fin. A mi domicilio actual fue fácil aprendérmelo, aunque me cueste decir en qué barrio me encuentro, ya que estoy justo en el límite de dos barrios, por lo que suelo mencionar el barrio que más identifica la gente con la ubicación. - Eugenio Corvalán Nº 3051 Bº Urquiza. Secretaría:- ¿Estado civil? De eso claramente sé la respuesta, estoy felizmente soltera aunque no estoy sola, me he empezado a hablar con un chico tres años mayor que yo, que se ganó mi cariño en muy poco tiempo y solo por videollamadas e infinitas conversaciones a altas horas de la noche. Incluso en días en los que yo tengo clases al otro día y él tiene que trabajar, y aunque después nos cueste mucho levantarnos. Son las mejores conversaciones, es imposible que no sonría cuando estoy hablando con él. Pero llegando al punto, no estoy casada, aunque hay alguien que ocupa parte de mi corazón definitivamente. - Soltera.

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Secretaria:-Por último, ¿cuál es tu oficio/ ocupación? ¡Ay!, qué difícil, ya que considero que tengo muchos oficios según la situación y el lugar. Por ejemplo, en mi casa tengo muchas ocupaciones, soy empleada como cocinera los días en que mi mamá con mi padrastro deben hacer menús de comida para vender a diferentes personas y lugares; pero también por las tardes me convierto en maestra y ayudo a mis hermanos menores con sus tareas, y al que no tiene tarea le armó una para mantenerlo ocupado. Y si mi mamá debe irse a algún lugar, también me convierto en mamá suplente de ellos, y los cuido y alimento como mi mamá lo hace incondicionalmente todos los días con nosotros. Pero al fin de cuentas, en general soy estudiante de secundaria. - Estudiante de secundaria. Secretaria:- Bueno, muchas gracias. Hasta luego. - Adiós...

XIMENA IARA VÉLIZ

Escuela Integral Manuel Belgrano

Lo que me llevo... Me acuerdo de aquellos días en donde todo era perfecto. De aquellas noches donde no importaba nada. Donde no era difícil mantener una sonrisa, cuando la sociedad no esperaba que yo fuese un acierto. Yo sé que es duro, y que por algo todo se empieza, pero es cierto que también, por algo se acaba. El tiempo pasa y ya no soy el mismo de antes, la gente cambia y a veces te decepciona, aunque otras veces ellos te acompañan. Lo que me llevo son los amigos que estuvieron siempre, aquellos a los que nunca pude negarles una sonrisa aunque lo intentara, aquellos que estaban en mis peores momentos, aquellos que me levantaban y que me daban aires para que lo lograra. Aunque sea duro y testarudo, siempre los he querido. Es que siempre me costó expresar mis sentimientos, llevo toda la vida intentando, y no lo consigo. Siento que algún día voy a reventar si no lo digo. No le tengo miedo a la muerte, lo que realmente temo es perderte. Perderte a tí, a mi familia, después de todo te volviste parte de ella. Espero que nunca me hagan falta. Hoy es un día en el que me pongo a pensar, qué será de mí si no empiezo a demostrar, todo lo que siento, todo lo que pienso. Es que a veces pienso que es lo mejor. De nada sirve arrepentirse. Lo único que hay que hacer es levantar la cabeza y seguir. No quiero pensar en todo lo que pierdo, ni escuchar promesas que luego se las lleva el viento. Lo único que voy a hacer es seguir aunque muera en el intento. Con esto me despido. Espero leer esto en unos años, y ver que las cosas no han cambiado. Para así poder gritar: “Aunque nadie lo creía, al fin lo he conseguido”

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...Son los amigos

JUAN NICOLĂ S ZALAZAR

Pablo Bernasconi - Fontanarrosa

LOS OBJETOS ¿Puede un objeto contar una historia? ¿Es posible que un objeto hable de nosotros? Vivimos rodeados de objetos necesarios para el mundo actual, sin embargo, algunos objetos están cargados de significados, sentimientos, relatos que se vinculan con la historia personal.

Si tuvieras que elegir un elemento para hablar de vos, para que otros te conozcan más, ¿cuál sería?

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PORTADA Podría haber elegido cualquier objeto que me represente, pero decidí escoger un libro. Si, un libro. Y no porque sea una apasionada por la lectura, ya que sólo leo novelas o cuentos propuestos en Lengua (aunque a veces me atrapa alguna historia ficticia de drama, romance o suspenso). Elegí un libro al azar, ignorando su contenido y restándole importancia a su escritor. Porque ese libro, de tapas duras, marrones y escritura extensa, no llama la atención por su exterior. Muchos solemos juzgar un libro por su portada sin tomarnos el tiempo de descubrir su relato. O comenzamos a leerlo, nos aburre su historia y decidimos abandonarlo. Algunas veces siento que las personas no llegan a conocerme como realmente soy. Tengo la sensación de haber formado a mi alrededor una especie de portada” que no le permite a la gente acercarse a mí o no me permite acercarme a los demás. Espero seguir creciendo como persona, y que este camino recorrido por el secundario y las personas que conocí en esta etapa, me ayuden a cumplir esta meta.

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ALDANA BELÃ&#x2030;N CRUZ

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¿LA FELICIDAD?

MARÍA LAURA FASIELLA

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La felicidad se manifiesta de distintas maneras, y la mía es la música. La música es algo especial para mí, porque me lleva a un mundo donde me siento completamente cómoda, un mundo en donde puedo ser realmente yo. Cuando canto lo hago con el alma, y siento entonces que nada ni nadie puede molestarme ni quitarme mi felicidad. Con mi música todo duele menos, porque ella es mágica; consigue transportarme, y me hace sentir el alma. La música siempre alegra los corazones, aunque a veces, parezca que nos entristece; nos hace bailar, nos activa, nos emociona. Con ella nos expresamos, nos hacemos escuchar y dejamos que otros sientan lo mismo que nosotros. En algunos momentos, increíblemente, con una simple canción podemos tocar el interior de alguien y dejamos marcas en lo más profundo de su ser. Eso que hago con tanta pasión me hace llenar de colores mi corazón, y así de feliz, puedo decir que estoy hecha de puro sentimiento…

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La pelotita de tenis Mi objeto mágico es una pelota de tenis. Sí, sí, tan solo una pelota. Siento que esa pelotita marcó mucho mi vida, y principalmente, toda mi etapa del secundario; así que creo que me va a seguir acompañando. A ella la elijo porque siento que me caracteriza, me identifica, apenas la muestro ya todos saben quién soy. Esta pelota guarda muchas de mis broncas y mis enojos, con ella también aprendí y conocí muchas cosas cada día. Con este objeto tan pequeño, viajé a muchos lugares, pero a medida que pasen los años ella seguirá viajando por otros caminos, y estará marcando entonces otras etapas de mi vida. ¡

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BELÃ&#x2030;N ANTONELLA GATTAFONI

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VOCACIÓN A la hora de elegir un objeto, elegí un huesito de mi perro, porque me representa y muestra lo que quiero ser en mi futuro: una médica veterinaria. ¿Y por qué quiero serlo? Esa pregunta me la hacen muy a menudo. Entonces, se me vienen a la cabeza miles de respuestas, y explico que los animales son seres que necesitan tantos cuidados como los humanos, que ellos requieren atención médica de la misma forma que nosotros. Para mí, estudiar Veterinaria es comprometerse con el mundo animal, luchando por su bienestar físico y emocional. “Los animales son nuestra compañía en este inmenso planeta; ellos también son parte de nosotros y merecen todo nuestro respeto y protección”. Creo que la Veterinaria se lleva como vocación durante toda la vida. Yo siempre estuve decidida a estudiar esta carrera, y pienso que las personas que ingresan a estudiarla son aquellas que tuvieron afinidad con los animales desde siempre, sea con especies domésticas o silvestres. Pero también tienen un entorno que apoya sus decisiones y las impulsan a salir adelante. Afortunadamente, mis familiares, amigos y conocidos saben cuánto amo a los animales.

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FIORELLA RIBOLDAZZI

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La caja de herramientas El objeto que me representa es una caja de herramientas. Desde chico me gustaba desarmar cosas de manera ordenada y separar sus piezas para luego volverlas a armar, aunque la mayoría de las veces, no podía. Pero no importaba, yo disfrutaba igualmente en hacer esas tareas. Hoy en día me gusta aplicar este gusto a la computación, haciendo modificaciones tanto en la parte física de la computadora como en la parte virtual. En cuanto el hardware, es decir la parte física, me gusta desarmar y desconectar los distintos dispositivos para poder limpiarlos con hisopos y pinceles de distintos tamaños. En cuanto el software, es decir la parte virtual, me gusta mantener ordenados los archivos, y a veces solucionar problemas mediante comandos de consola. Una caja de herramientas representa la reparación en general, ya sea la de una computadora o de un motor, y de todos aquellos objetos electrónicos que se pueden encontrar en un hogar; aunque en mi caso, me gusta usar mis herramientas para arreglar dispositivos de computación. En fin, me gusta ayudar reparando manualmente aquello que se rompe, y en una caja de herramientas se pueden encontrar cosas que siempre me permiten realizar tareas para la reparación de muchos, muchos objetos.

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JEREMÍAS PÉREZ PORTA

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FEDERICO IGNACIO SIERRA

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La música

Y sí…me gusta mucho. Más que arte, la música es mi vida. Desde siempre me dediqué a ser DJ, mi música es tecno, es la que me lleva a todos lados, la que me ayuda a decidir, la que nunca se va. Una noche particular, me tocó llegar a Ibiza. Allí todo el mundo escucharía mi música, millones y millones de personas, y algunos de ellos, famosos. Recuerdo los nervios que sentía durante los meses previos. No paraba de prepararme con mi lista de temas, no quería que hubiera errores. Claramente, mi felicidad ocupaba cada vez más lugar en mi cabeza. Así llegó ese día tan especial. Yo iba a cerrar la noche en aquella fiesta. ¡Cuánta presión! Me puse los auriculares, me concentré y comencé a hacer sonar la maravillosa música. Luego de varios temas, al ver que toda la gente bailaba mi música, comenzó a aparecer un laberinto dentro de mí, que no cesó. Ya no podía ver a las personas bailando, solo estaba esa imagen tan rara, llena de música y de una felicidad que me daba ganas de quedarme allí para siempre. Pero debía escapar de ese laberinto, aunque era muy difícil, porque tenía miles de puertas. Entonces la única manera fue dejarme llevar, dejar que la música me llevara donde quisiera, viajar con “mi música”. Cuando salí, vi que toda la gente me aplaudía y seguía bailando. En ese instante, no me di cuenta de que eso era la felicidad. La felicidad es tomar decisiones, dejarnos llevar por lo que más nos gusta; y si nos equivocamos, ¿qué tiene de malo? Lo habremos intentado.

EL ENEMIGO Con una sola vez en la que el viento diga tu nombre, mi corazón latirá muy fuerte hasta llegar. Mientras se detenga el tiempo entre cuerpos, como arena en las manos, la lejanía dice adiós hasta estallar... Vuelve y siembra en su vientre una plegaria. Sube y vuela tu mirada hacia el mar. Y es que nada, nada detendrá mi amor. Y hay que impedir que juegues para el enemigo. Puedo hasta tocar el cielo en el que flotan todas las almas perdidas, y mi corazón latirá muy fuerte hasta llegar. Si un espejo falso ves, que no responda tus mismas lágrimas, La lejanía dirá adiós hasta estallar. ¡Oh! regresa y hunde tu cuerpo en esta tierra. Sube y vuela tu mirada hacia el mar. Y es que no hay otra oportunidad. ¿Por qué sólo es esto todo lo que tenías para dar? Madre de la vida, por favor ilumina la gente, o todo verdor y creación y tu amor se perderán. Quieren imitar al sol, que se escapa en el espectro dorado, y la lejanía dice adiós hasta estallar. Vuelve y siembra en su vientre una plegaria. Sube y vuela tu mirada hacia el mar. Y es que nada, nada detendrá mi amor. Y hay que impedir que juegues para el enemigo. Luis Alberto Spinetta

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El futuro ya llegó, Ajeno al tiempo sé que quisieras seguir, pero mil veces te ahogan para que formes la cola del seguro porvenir. Por eso te vi escapando en las horas sin sol, de las miradas oscuras que aprobaron la tortura de los fuegos represores. Sos un gourmet que huele eternamente mal, viejas compotas que no dan respiro al caníbal que hay en ti, que no es bien recibido en un banquete así. Ahora ya no lloras, preso en tu ciudad. Casi ya no lloras, carente de información en la era de la información. ¿Qué clase de juego siniestro estamos jugando? Déjame decirte algo: que no te demore el mundo poniéndote el antifaz y buscando acomodarte en medio del derrumbe de su decadencia, convirtiéndote en un esclavo sensible y chillón, fácil para el gatillo. La enfermante histeria que hay a su alrededor tratará de agotarte para que formes parte de su digestión. ¿Te parece pesimista lo que te digo? Entonces mirá a tu lrededor, el futuro ya llegó y no es un lugar mejor, es igual que ayer y parece que ya no hay nada por hacer. Espero hacer lo que siempre nos enseñaron: esperar un futuro mejor mientras nos acaban el cerebro a mordiscos, bebiendo el jugo de nuestros corazones y nos cuenten cuentos al dormir. Perdón que te lo diga así, pero viendo el futuro a través de mis ojos, ¿cómo no sentirse así?, ¿qué te puedo decir? Practicamos tiro al pichón y un test para ir al espacio como mi delicioso campeón ¡Y el rock como todo llanto ahora te permite no llorar, preso en tu ciudad! Casi ya no lloras, atrapado en libertad. Mirá el cielo, y cuando no veas lo que se supone que tenés que ver, es porque el futuro ya llegó. Yo, como vos, no lo esperaba. ¿Cómo no sentirse así si hasta la noche ya está aquí? ¿Qué podría ser peor? ¿A dónde está el milagro salvador que tanto nos prometieron esos que no alcanzan la paz por sus viejos miedos y que hoy te usan de seguridad? Con tantas vueltas ya ni se entiende el menú, pero con los apetitos insaciables del yo se amasan las fortunas, se cargan los bolsillos de presas, de oro falso, de vermut intentando contagiarte con su germen. Pero en el fondo saben que como te enfermás, te curás y que algún día sanarás y reclamarás el tesoro más grande que hay.

1Texto que pertenece al corto audiovisual de Bognanno, L.; Salvidio, C. Y Luzuriaga, S. “El futuro ya llegó, veámoslo con mis ojos”, Cátedra Patrimonio cultural y Sociedad, Cultura y comunicación, Escuela Integral Manuel Belgrano, año 2017.

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veรกmoslo con mis ojos

SANTIAGO NICOLร S LUZURIAGA MASULLO

La presente edición sumó el esfuerzo de: Corrección Patricia Nieto y Valeria Hidalgo Fotografía María Chávez Edición y gráfica Nadia Pedernera y María Chávez Idea y producción Patricia Nieto y María Chávez Agradecimiento por su participación Valeria Hidalgo