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Barrios Mágicos: El Niño y San José

Habiendo sido absorbida por el crecimiento de la ciudad, la capilla del Niño -ubicada a unos pasos de la plaza Bicentenario- ha sobrevivido el paso del tiempo como el único resto de lo que antiguamente fuera el pueblo de indios del Dulce Nombre de Jesús, típicamente conocido como pueblo del Niño. De todos los barrios indígenas es del que se tiene menor información y ni siquiera una placa conmemorativa ha guardado la información de aquella zona habitada por indígenas. Situado a los márgenes del Arroyo de la Plata, entre derivaciones del caudal como lo fueron los arroyos de Montalvo y del Cerrillo, fue poblado por texcocanos provenientes del centro de México. Nunca tuvo una población importante, a pesar de que su existencia se puede rastrear desde el siglo XVI; incluso diversos investigadores señalan que para 1722, el pueblo apenas contaba con 29 casas, lo que para la época es muy poco.

Si bien en un inicio no había minas en la inmediata proximidad, este espacio se caracterizó al paso del tiempo por albergar ladrilleras o a o eras fina i ar a oca co o nial, terminaría por unirse con otra zona con conocida como “el Cerrillo” donde en el siglo XIX se instalaría una mina que daría el nombre que dicho territorio mantiene hasta la actualidad “el Lete”. Un chacuaco quedó como testimonio silencioso de aquellos afanes industriales de un territorio que mantiene hoy un sinnúmero de viviendas.

Como señalé en entregas anteriores, todos los barrios de indios se encontraban bajo la jurisdicción espiritual de un convento. En el caso del barrio del Niño, fue potestad de los agustinos administrar su capilla y controlar los avatares religiosos de su población. Gracias a la creatividad de los planos coloniales y al afán de sus autores or re resentar as e ificaciones de aquel entonces, se puede apreciar que la capilla original no sobrepasaba la altura ni las dimensiones de otros templos de pueblos indígenas; la pequeña capilla que vemos hoy en día fue una reconstrucción de tiempos posteriores que investigadores como Claudia Magaña sitúan como la capilla de la famosa hacienda de Juan Alonso.

Al igual que otros barrios indígenas, el pueblo del Niño contaba con todos los elementos para la subsistencia de su población. En este caso, el abasto de agua estaba asegurado con los manantiales que se desprendían del arroyo principal y que mencionamos anteriormente, mientras que se contaba con un sistema de huertos familiares que funcionaban como parceas e autoconsumo, as cua es fina mente se fueron perdiendo con el crecimiento y desarrollo de la ciudad; sin embargo, en el paisaje urbano aún es apreciable un patrón de asentamiento particular en éste y en todos los que fueron barrios de indios.

Finalmente, muy cerca del barrio del Niño se encontraba el barrio de San Joseph o San José. Se situaba muy cerca de la ya nombrada mina de Juan Alonso -hoy avenida Ramón López Velarde-, rememorada en el lenguaje de los zacatecanos hasta hace muy poco tiempo. Más poblado que el barrio del Niño, contaba con aproximadamente 200 habitantes para el siglo XVIII y su acceso al sur se abría desde la actual calle Guerrero con su desaparecida capilla de la Aurora. En los planos vemos un templo de bóveda de considerables dimensiones, lo que hace gala de que era un santuario importante donde se habían invertido seguramente los recursos de os fie es e ue o y e a ona o o stante, ara fina es e si o la construcción ya amenazaba ruina. En la centuria pasada inició su reconstrucción con el nombre de San José de la Montaña por el celebérrimo arquitecto Dámaso Muñetón, quien diera la apariencia que vemos hoy en día.

Actualmente los territorios recién descritos viven el ajetreo diario de cientos de automovilistas y transeúntes que recorren estos parajes, incluso viven el azote de la inseguridad. A pesar de no pertenecer como tal al casco histórico de la ciudad, siguen hablando de la histórica e imparable transformación de nuestro paisaje urbano, donde se hacen y rehacen historias personales o colectivas que siguen dando forma a ese Zacatecas de pasado minero que tanto gusta rememorar. Si bien ha quedado poco de los barrios recién nombrados, su pasado sigue siendo visible en el lenguaje diario o hasta en los elementos ue i entificamos como arte e cierto paraje. Nos leemos en la próxima entrega.

CULPABLE O INOCENTE

¡Ya salió! La Comisión de Puntos Constitucionales tiene listo el dictamen de juicio político contra la secretaria de Educación, Maribel Villalpando Haro, por aquel histórico 14 de octubre de 2022, día en que se negó a com parecer. Si el pleno lo aprueba, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) nombrará a una comisión instructora de tres diputados y estos tendrán la responsabilidad de dar el veredicto: culpable o inocente. Después, el pleno tendría que ratificar. La intención de los legisladores que promueven el juicio es inhabilitar o por lo menos que se destituya a la secretaria fantasma, quien ya parece traer aspiraciones electorales para 2024.

INICIAN LOS CONTRAPESOS

Parece que seguir a la corcholata presidenciable Claudia Sheinbaum ya va rindiendo sus frutos. El filósofo Salvador Estrada González, quien fuera suplente del ex alcalde Ulises Mejía Haro, se incorporará como subdelegado del ISSSTE en Zacatecas. En realidad, dicen, sería el mero mero del instituto en el estado. Las víboras advierten que este es sólo el principio de una serie de nombramientos para contrarrestar el reinado del Malestar en el gobierno de México. Y ya que habrá una renovación de mando, ojalá se atienda la escasez de medicamentos y de médicos especialistas, así como las fallas en el elevador del Hospital del ISSSTE. Algunos directivos de ahí presumen protección de la Nueva Gobernanza y hasta de la senadora Soledad Luévano.

Desplantes De Jeh

Le molestó al magistrado presidente Arturo Nahle que el diputado Jehú Salas lo hubiera invitado a participar al foro de seguridad de este miércoles, cuando el priísta no estuvo presente. Es como si lo invitaran a comer, pero lo dejaran solo, reprochó Nahle García. Y no son los únicos desplantes que ha hecho el ex secretario General de Gobierno. O que le pregunten al notario Jaime Casas si piensa que el legislador es muy formal y confi able. Hasta los tricolores de Ojocaliente (el distrito en el que se acomodó) se quejan de que Salas Dávila los visita poco, cada que le da su gana. Pero eso sí, los utiliza para justifi car el cobro de viáticos. Quién sabe qué cualidades le habrá visto el ex gobernador Tello en su momento.

DOBLE DE RIESGO

El académico de la UAZ, Juan Luis Rivera, bien podría ser como un stuntman o doble de riesgo del fiscal Francisco Murillo y por eso, dicen los que ahí estuvieron, la retirada del titular de la FGJE logró pasar desapercibida en la sede legislativa. Por cierto, en ese foro se comentó que los Municipios hacen lo que pueden en sus intentos de prevención del delito. Pero incluso a los académicos de Guadalajara todavía no se les olvida el atrevimiento del gobierno fresnillense, de Saúl Monreal, que quiso traer a Laura Bozzo, pero abortaron el plan.

Es una publicación diaria de TV ZAC, SA de CV, jueves 16 de marzo de 2023. Editor responsable: PERLA VELASCO e e e tifica e ese

NIEGAN SUBEJERCICIO

Aseguran en la SAMA que el año pasado no tuvieron subejercicios, pues alcanzaron a cumplir los anexos de ejecución entre la dependencia estatal y la Conagua. Lo que sí admiten en la secretaría es que hay algunos huesos que están vacantes, pero estos no se pueden ocupar hasta que la Secretaría de la Función Pública les autorice el nuevo organigrama. Por lo pronto, sólo hay dos subsecretarios: Juan Antonio Rangel Trujillo y Alejandro Solís Rodríguez. Y si se abren más espacios, los verdes serán cuidadosos sobre con quién sí y con quién no.

EDITORIALES

Ricardo Monreal Ávila ricardomonreal@yahoo.com.mx

El juicio contra García Luna en Nueva York y los acontecimientos violentos en Matamoros contra cuatro ciudadanos estadounidenses son dos caras de una misma realidad: la operación de un narco-Estado en México, que no sólo es una amenaza para la seguridad nacional, sino un riesgo alto para la convivencia internacional.

Terminar con esa forma irregular de Estado puede despertar actitudes irresponsables o resuestas insufi cientes La actitud más irresponsable en estos días ha sido plantear una invasión militar extranjera para acabar con los carteles de la droga y su preminencia en algunas regiones (es la posición de algunos políticos republicanos, en campaña permanente contra México), equiparando al narcotr fi co con e terroris mo, cuando son fuentes de inseguridad y violencia diferentes.

Entre las respuestas insufi cientes ara termi nar con un narco-Estado, debemos apuntar la creencia de que un fenómeno multinacional y multidimensional como es e tr fi co e entani o y demás drogas ilícitas se puede combatir solamente con esfuerzos endógenos y acciones policiales o militares de fuerza. En otras palabras: ni el Estado-policía ni el Estado intervenido o invadido son opciones para reemplazar a un narco-Estado.

Nos urge como país no tener otro García Luna en Nueva York ni otro matamorazo. Y en este sentido, México y EUA pueden reforzar un acuerdo de colaboración y asistencia mutua

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