6 minute read

Sergio Evans la fuerza de la voluntad

POR: RAQUEL Q. ÁLVAREZ | FOTO: ANDRÉS NAVAMUEL

Sergio Evans, subcampeón del mundo de skate en la categoría de longboard, nació con sordera, algo que a priori podría ser un impedimento decisivo al patinar. Pero su historia nos demuestra que con dedicación y pasión los únicos limites que existen son aquellos que uno se pone.

¿tribu urbana? ¿deportistas de élite fuera del foco mediático? ¿Iconos de una subcultura que se extiende a otras áreas como el diseño o la música? Sea lo que fuere, cualquiera que se dé una vuelta por diferentes plazas y calles de Madrid o que camine por el paseo marítimo de la Barceloneta se habrá cruzado a menudo con skaters. Esas inconfundibles tablas, el sonido emitido por el impacto de las ruedas en la gravilla... Pero hoy en día el skate se ha convertido en una actividad tal global que es un hecho que no solo se patina en las grandes ciudades. Naveces es un pueblecito rural de la zona centro de Asturias que no llega a los 500 habitantes. Allí nació y aún vive Sergio Sampedro aka Sergio Evans, subcampeón del mundo en la modalidad de Longboard Downhill en 2015. Esta modalidad poco tiene que ver con el skate que se ha popularizado por todo el mundo, el llamado freestyle -o, en otras palabras, esa forma de patinar que desafiando las leyes de la gavedad nos asombra por su pericia técnica y valentía cuando pasamos por cualquier skatepark-. Pero, más allá de las características técnicas de cada modalidad, si de algo va sobrado Sergio es precisamente de valentía. Él mismo nos cuenta sus inicios... “Antes de empezar a patinar probé con otros deportes como el fútbol, el atletismo, la natación, capoeira ... Hasta que un día vino un amigo a mi pueblo con su tabla de longboard. Me subí por curiosidad y cuando lo hice me gustó tanto la sensación que al día siguiente me compré una. A partir de ese momento, hace ya diez años de aquel día, el camino ha sido largo, cayéndome y levantándome continuamente, pero sobre todo siempre siguiendo hacia adelante”.

Entre las múltiples habilidades que uno desarrolla y aprende cuando se sube a una tabla se encuentran la agilidad, la perseverancia y... el equilibrio, una capacidad íntimamente relacionada con el oído. Sergio, nacido con una sordera severa (hipoacusia bilateral profunda) asegura que con esfuerzo y constancia los límites son solo aquellos que nosotros nos marcamos. Partiendo de la dificultad que presenta este deporte ya de por sí extremo, a Sergio se le añade el handicap de su discapacidad, que influye profundamente a la hora de competir ya que, en los descensos, los participantes llevan unas chapas metálicas de protección en las manos y mediante un chasquido avisan del adelantamiento, algo que él no puede apreciar. Él asegura que la única manera de compensarlo es “entrenar, analizar bien el trazado de la carretera y trazar bien las curvas afrondando cada trayecto con un plus de concentración”.

Más de diez años patinando y seis compitiendo han supuesto para Sergio no solo un aprendizaje en lo profesional, sino también en lo personal. Cuando echa la vista atrás recuerda una infancia rodeado de personas que han sido muy importantes para él: por un lado los pilares fundamentales en su vida, sus padres y familiares; pero también otra serie de personas que han tratado de obstaculizar su camino y que ha tenido que aprender a dejar atrás. “Desde pequeño he tenido que sobrellevar el buylling, el acoso escolar, sentirme infravalorado... Sin embargo, con el tiempo te vas dando cuenta de que cuando pasan situaciones así lo mejor es alejarte de esa gente y elegir otro camino. Llegas a un punto en el que aprendes a llevarlo mucho mejor”.

"DESDE PEQUEÑO HE TENIDO QUE SOBRELLEVAR EL BULLYING, SENTIRME INFRAVALORADO. CON EL TIEMPO TE VAS DANDO CUENTA QUE LO MEJOR ES ALEJARTE DE ESA GENTE Y ELEGIR OTRO CAMINO"

FOTO: VENTURA IRAGORRI

Recuerda los descensos con su tabla por las pronunciadas cuestas de los alrededores de Naveces, día sí y día también, entrenando muy duro y pasando por etapas buenas y malas, hasta llegar en 2015 a participar en el Campeonato del Mundo que se celebró en Holanda, en el que alcanzó la medalla de plata. Este acontecimiento significó un sueño cumplido que le cambió la vida, y supuso el empujón definitivo en su carrera como patinador. “Desde que quedé subcampeón mundial mi vida cambió radicalmente. Empecé a poder vivir de esto, a viajar por el mundo y a estar apoyado por patrocinadores y marcas importantes. La verdad es que resultó muy emotivo y me hizo sentirme orgulloso, sobre todo de mis padres, que sacrificaron mucho para que yo pudiese llevar una vida lo más normal posible. Me siento muy afortunado de tenerlos”.

Hace tiempo que Sergio comenzó una actividad en paralelo a su faceta como patinador profesional. De forma regular visita colegios e institutos y charla con los alumnos para motivarles a que se esfuercen a luchar por aquello que realmente quieren. Esa es su enseñanza vital, que se refleja en el documental Más allá de los sentidos, producido este año por Linzex Studios. “La idea surgió gracias a una propuesta comercial con diversas marcas. Tras valorar distintas posibilidades, decidimos hacer un roadtrip en caravana e ir a las Dolomitas, en los Alpes italianos, ya que es uno de los spots más emblemáticos de toda Europa para downhill”. En el documental Sergio comparte sus vivencias y describe cuál es para él la importancia de las pequeñas cosas. Por ejemplo, al principio del mismo destaca el papel de la música en su vida. “Para mí es fundamental. Aún teniendo un problema de audición, gracias a mis audífonos escuchar música no me conlleva gran dificultad. Pero, para poder entenderla bien, la siento a través de las vibraciones y de las ondas. Normalmente cuando escucho música suelo tener un altavoz en la mano o cerca de mi cuerpo ya que, cuanto más retumbe o más vibre el altavoz, mejor puedo sentirla”. La película explica un viaje de cinco mil kms atravesando los Alpes sobre una tabla de longboard. Un recorrido por Europa, en el que Sergio relata su vida personal y profesional con el fin de concienciar a los espectadores de que en situaciones difíciles siempre hay luz al final del túnel. Paisajes de ensueño, montañas ídilicas y Sergio haciendo de las suyas con el patín.

Hoy se encuentra preparado para volver a las competiciones tras el parón provocado por la pandemia. “Nos ha afectado a todos a nivel general, tanto personal como profesionalmente. El mundo del patín cayó en picado con la desaparición de patrocinadores. La financiación de viajes, proyectos y eventos sufrió un parón y dejaron de hacerse competiciones. Pero poco a poco se empieza a retomar todo. De hecho, el año que viene habrá Copa del Mundo, después de tres años sin ella”. La pandemia ha afectado profundamente a la cultura y al deporte, pero Sergio mantiene un espiritu siempre esperanzado: “Han sido años muy largos para todos y muchos de los que vivían del patín han tenido que dejarlo. Pero el futuro lo veo positivo, incluso creo que será mejor”. Imparable, muchas son las metas que se propone en los próximos años. Aparte de luchar por el Campeonato del Mundo, otro sueño que seguro algún día hará realidad es el de abrir la primera tienda-escuela de longoard en Asturias.

This article is from: