Pam & Tommy sexo, mentiras y cintas de vídeo

POR: ÓSCAR CABRERA

Mucho más atrevida de lo esperado, la serie ficcionada 'Pam & Tommy' se sumerge en los instintos más primarios para narrar la historia del primer video sexual viral de la historia de internet.

pongámonos en situación. hubo un tiempo en el que el rock era importante y no había nada más excitante para la prensa del corazón -ojo, del corazón más o menos alternativo- que una pareja formada por rockeros, rockeros y actrices, o incluso actores y actrices con inclinaciones rockeras, siempre que tuvieran una vida bastante más salvaje que sus discos y películas. Se siguió la pista a muchas de muy variado pelaje y casi todas acabaron mal. Algunas muy mal incluso... Pero otras tenían un punto simpático, a veces hasta surrealista. La mejor de ellas fue sin duda la formada por Pamela Anderson y Tommy Lee, actriz explosiva de Los vigilantes de la playa y el batería de Mötley Crüe, serie y banda tan frikis como ellos mismos. Ni en sueños alguien podía haber imaginado un matrimonio mejor/peor. Y encima, el tercer protagonista de su extraña pero apasionadísima relación fue un video porno que robó un currito despechado por el fin de su relación laboral. Todo merecía una ficción televisiva y Disney la ha estrenado para solaz de todos. Se llama, claro, Pam & Tommy y es tan sucia como la cinta de video.

KARMA Y PERROS LANUDOS

Todo empieza con el “gracioso” Jay Leno y su The Tonight Show -sí, el que dijo que Amy Winehouse era la mejor cocinera… de meta y heroína- burlándose de una sorprendida Pam. Llegamos a continuación a la mansión de Tommy, interpretado a grito pelado por un irreconocible Sebastian Stan, el Soldado de Invierno de la serie de Disney+. Que siempre esté en tanga en su propia casa indica dos cosas: que en la intimidad doméstica cada cual viste como quiere, y que la productora

se ha gastado una pasta en reproducir los dos mil tatuajes del batería de los Mötley. Dos carpinteros, Lonnie (Larry Brown) y Rand (Seth Rogen, también productor de la serie) trabajan en la construcción de un dormitorio a medida de los sueños eróticos de Tommy, que divide su tiempo de la mejor manera posible: sexo con su nuevo amor, Pamela Anderson (increíble Lily James, antigua Cenicienta, sí, también de Disney) y ensayos en el garaje con sus colegas. Cuando uno de esos operarios pilla a Pamela ligera de ropa en la cocina, Tommy se coge un rebote de tres pares y pone a sus trabajadores en la calle. Como la burocracia legal no es el fuerte de los protagonistas de esta historia, no había contrato ni por tanto indemnización posible a causa del despido. Pero Rand es un ferviente creyente de que el karma existe, y está dispuesto a llegar hasta donde sea para demostrarlo… Basada en el relato publicado por Amanda Chicago Lewis en Rolling Stone, la serie de ocho episodios Pam & Tommy parte con varias ventajas: la brillante dirección en sus primeros tres episodios de Craig Gillespie (Lars and The Real Girl, Yo Tonya, Cruella…); el muy eficaz guión de Robert Siegel (El luchador); el testimonio del propio Rand, que cuenta una historia sin testigos; y las canciones que aderezan la trama (Blondie, Nine Inch Nails, Primal Scream…), casi un temazo cada cinco minutos, muy al estilo de la mencionada Cruella. El resto es comedia, y casi de la mejor. Que el vengativo Rand, ya en solitario, se disfrazase de perro lanudo con una alfombra para entrar en la mansión (Tommy tenía un collie barbudo) y que cargase él solo con una caja fuerte de 200 kilos podrían ser sketches de Monty Python. Que dentro de la caja de seguridad encontrara, entre unos cuantos Rolex, armas y miles de

dólares, una pequeña cinta en Super8 de la pareja, es parte ya del gossip con mayúsculas del siglo XX.

TREINTA AÑOS NO ES NADA

Pamela Anderson y Tommy Lee se habían conocido en la Nochevieja de 1994 en el club Sanctuary de Beverly Hills, con él colocado de MDMA y alcohol, deseando intimar con la estrella más sexy del momento. El rockero la siguió hasta Cancún y cuatro días después se casaron. Tuvieron dos niños y a los tres años se divorciaron, previa acusación de malos tratos de Pam. Antes habían grabado varios videos caseros. Uno de ellos, el que narraba una estancia de cinco días en una casa flotante en el Lago Med, Colorado, con una maleta repleta de juguetes sexuales, fue el que salió a la luz porque Rand se lo vendió a una empresa de videos porno en la que había trabajado como actor secundario. ¿Qué supuso esta truculenta historia para ambos? Como en los casos de Lorena Bobbitt o Monica Lewinsky, también plasmados en la pantalla, ellas quedaron como unas guarras y ellos como machotes, así de simple. “Él era una estrella de rock, así que al hacerse público el vídeo todo el mundo lo vio como eso: una estrella de rock con una polla de estrella del rock. Pero para Pam las cosas no fueron tan fáciles”, reconoce una de las productoras ejecutivas de la serie, Sue Naegle.

“El salvaje, sorprendente y dolorosamente triste relato”, como lo ha definido el director Craig Gillespie, se ha inclinado por la pesadilla de Pam sobre la de Tommy. Pero ambos han rehecho sus vidas, siguen trabajando en lo suyo y han sacado más o menos rédito del escándalo. Toca elegir entre dos visiones. El guionista Robert Siegel ha declarado que “La serie adora a Pam, así que espero que a ella también le gusta la serie. Ella es sin ningún lugar a dudas la heroína de la historia. En cada paso que hemos dado hemos intentado hacer lo correcto por ella”. O podemos también inclinarnos por la versión de Courtney Love, otra experta en relaciones tóxicas: “Mi corazón está con Pammy y qué vergüenza lo tuyo, Lilly James, quien quiera que seas. Ese video es repugnante y destruyó la carrera y la vida de mi amiga”, publicó hace nada en redes sociales a propósito del lanzamiento de la serie. Aún a su pesar -tanto Pamela Anderson como Tommy Lee rechazaron involucrarse en el proyecto de serie- no es descabellado pensar que, al menos durante un tiempo, Pam y Tommy volverán a ser casi tan famosos como hace treinta años.

PAM Y TOMMY (9 MARZO último episodio)

EE UU. 2022. Disney+. 122 min. Dirección: Craig Gillespie, Gwyneth Horder-Payton, Hannah Fidell / Reparto: Lily James, Sebastian Stan, Seth Rogen, Nick Offerman, Taylor Schilling, Paul Ben-Victor, Fred Hechinger, Pepi Sonuga, Mozhan Marnò.

MALDITO EL DÍA EN EL QUE NOS CONOCIMOS

La historia más triste de la música de los últimos tiempos comienza la noche en la que ambos se conocieron jugando al billar en un pub y termina como todos sabemos.

Nadie sabe lo que pasó en la habitación 100 del hotel Chelsea de Nueva York, solo que el exbajista de Sex Pistols bajó a la recepción gritando. Su novia había muerto. Tres meses después sería él.

“No puedo soportar la idea de que mi hija Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo”, dijo Kurt. Y se fue.

Se conocieron en una película y se divorciaron con un mensaje de texto de Russell antes de un concierto que deja a Katy muy triste ante sus sirvientes. Puedes verlo en Part of Me: 3D. Vergüencita.

Drogas, cárcel y malos tratos, el trío calavera -nunca mejor dicho- de las relaciones tóxicas en su peor ejemplo. Hasta su única hija, Bobbi Kristina Brown, falleció de sobredosis hace siete años.

¡Una pareja de famosas lesbianas! Pues sí, en 2008 fue noticia y también lo fue que la propia Lohan dijese que la DJ y ella eran “dos personas tóxicas, y eso nunca funciona”.

Una (posible) raya en directo, un sorbo de ron a morro, unos besos con una azafata, desmayos en actuaciones… Todo esto y mucho más en una pareja nacida para el escándalo.

La historia de siempre de joven ingenua y productor musical, pero en español, con secuestros y la posible explotación sexual de quienes querían ser estrellas como la Trevi. Todo muy escalofriante.

Los puto amos. El escándalo Cocaine Kate y el ingreso de la modelo en una clínica acabó una relación tan tóxica que parecía un invento de los tabloides británicos. Pero no, no lo fue.