3 minute read
LUCIA TACCHET IT
además de las sensaciones que asaltan al cuerpo en momentos de cambio, el espacio y el contexto donde se desarrolla el disco -un nuevo continente, una nueva ciudad, un nuevo barriotambién han influido en su creación: “Solo tenía dos canciones, y todo, incluidas las letras, lo empecé a hacer cuando llegué a Madrid. Por tanto, el disco tiene mucha energía viajera, de estar en movimiento, y describe cómo es adaptarse a una nueva ciudad. Si bien es algo que me gusta y me divierte, no deja de traer un montón de sensaciones nuevas: cierta soledad, conocerte en un entorno nuevo”. Así, pese a que Flaps representa el movimiento y lo alterable, la percepción de Lucía posee un punto de vista más hierático: “Para mí los discos son como fotos, así que este trabajo es la del momento en que me mudé y cambié de vida, de casa, de amigos, de todo". A lo largo del disco aparecen referencias constantes a ese empezar de cero. Por ejemplo, “huir de todo” se repite en El modo, la primera canción cantada del disco. Pese a ello, Tacchetti asegura que no considera la huida como algo negativo. “Le tengo un poco de miedo a la palabra 'huir', aunque no la utilice de forma negativa. No siento que haya huido de Argentina, ni mucho menos, pero sí me he desprendido de pensamientos y maneras de actuar. Es el curso natural de las cosas, nos enfrentamos a nosotros mismos y vamos cambiando”.
Flaps posee un toque bastante más oscuro que Eleté, su anterior trabajo. Se trata de un disco más electro que pop, con pinceladas de la nueva hornada dark. En parte tiene que ver con el sentimiento de soledad que ha perseguido a la cantante: “Me encanta estar sola y analizar lo que hago, pero también me gusta colaborar. Es extraño porque a la vez que soy súper sociable también puedo resultar la persona más ermitaña del mundo”. Se ha instalado en el barrio de Tetuán y prefiere llevar una vida tranquila, pese a los tópicos vinculados a la escena de la música electrónica, en la que no le ha sido fácil introducirse: “La fiesta no va mucho con mi estilo de vida. Pero me parece súper curioso que todas estas canciones las haya compuesto a las 10 de la mañana tomando un café. Quizás no soy el target tipo de ese estilo de música porque hay mucho estigma. Creo que hay que empezar a destruirlo e ir a ver más conciertos de este tipo”.
Tacchetti se inserta en una generación de productoras que se encuentran en torno a la veintena, y que están generando una escena propia con carácter transnacional y digital. “No autoproclamarme productora desde el primer momento es lo más doloroso para mí. Yo era productora antes, pero siento que este disco para mí fue el quiebre para presentarme como tal. Tiene que ver con la desigualdad, y en los estudios de grabación se ve mucho: es muy difícil entrar a un estudio y que haya una mujer en los controles. Durante mucho tiempo se nos dijo que no éramos suficientemente buenas, y lamentablemente nos lo creímos”.
Como artista comprometida con su escena, Flaps cuenta con cinco colaboraciones, cada una de una parte del mundo, lo que conceptualmente conecta con el espíritu viajero del disco. Las argentinas Wieanda Johansen y Delfina Campos, que participan en Dark y Órbita, respectivamente. A ellas se suman nuestros Margarita Quebrada (Solos), Mula (Rota) de República Dominicana, y la japonesa Maika Loubté (Últimamente). “Se fue dando de manera natural, aunque suene extraño por los países en que vive cada uno. Estamos en un momento en que todo tienen que ser colaboraciones. Me parece algo forzado, y me encontré en una disyuntiva, porque quería que mis colaboraciones fuesen naturales. Conocí a Mula porque ellas vinieron de gira aquí y compartimos varios festivales. En el caso de Margarita, yo hice todos los videoclips con Duelo, y nos hicimos amigos. Con Maika venía hablando hacía mucho y ya habíamos intentado hacer algunas canciones juntas… No sé si hay muchas canciones que unan el español y el japonés, pero me pareció muy divertido. Delfina y Miranda son de Argentina y ya las conocía. Están las colaboraciones que tenían que estar. Pero fue bastante loco, porque yo tenía el disco prácticamente terminado y se dieron literalmente en el lapso de tres semanas”.
Aun buscando contantemente nuevas referencias, Lucía cataloga sus influencias como inabarcables, en tanto que su escena está repleta de una serie de compartimentos estancos y subculturas varias. “Desde que llegué a España siempre he estado buceando entre diferentes géneros, porque en Argentina no hay tanta escena electropop. No tengo muy claro si este disco encaja dentro de la etiqueta electropop, pero sí es evidente que se trataba de una colección de canciones electrónica por la manera en que las toco en directo”. De hecho, Lucía intentó grabarlo junto a Sergio Pérez como si fuese una sesión en directo: “Quería que el disco tuviese la energía del directo y no al revés. Casi todo lo que utilizamos para grabar fue analógico, por lo que agarró un sonido más orgánico, que es lo que sucede en mis shows en vivo. Estoy muy contenta con el resultado, porque invertí la manera de crear, y ahora creo que todos los discos los voy a tener que hacer así”.
DIGITAL / LP
Ya se han visto en el New York Times, o en Telos, o dan forma a sus cómics. Las ilustraciones de Nadia Hafid comienzan a expandirse, como el polen primaveral, por distintos medios. Poco texto, gesto estudiado, color. Menos es más. Las alabanzas no se han hecho esperar. Disfrutad.