número 02 octubre 2020
NUESTRA SALA NUESTRA CLASE REVISTA DE LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN
Comité Editorial: Marjorie Gálvez Paredes Daniela Saldes Saldes Eduardo Fuentes Aravena Rodrigo Enero Segovia
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Editorial ¿El último espacio moderno de la mujer?
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Un estado solidario e inclusivo para el desarrollo del protagonismo infanto juvenil Rodrigo E.S.
Deconstrucción de roles desde la primera infancia: Educadores de párvulos, un paso para la inclusión social Andrea Figueroa-Vargas
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Plebiscito/ Décima Hilda Carrera Gamonal
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No sólo de pan: Grises y españoles Carla Miranda Vasconcello
La Constitución del 80: El amarre cívico del golpe militar Eduardo Fuentes Aravena
Fondéate/ Viñeta El Chiko Edy Reflexiones sobre la educación preescolar en Chile a propósito de la era post COVID19 Felipe Enero Segovia
editorial
¿El último espacio moderno de la mujer?
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l enfoque de género ha permitido identificar la desigualdad y exclusión de las mujeres, el que, amparado por la teoría dual del capitalismo y patriarcado, a legitimado las relaciones del poder y con ello la división sexual del trabajo. Que ha decantado en el ámbito de la educación y sus educadoras en una brecha económica, que solo proyecta las grandes diferencias existentes en nuestra constitución. Lo anterior es solo un botón de cómo opera el sistema sexo-género, que amplifica la desigualdad por medio de políticas públicas, económicas y educacionales, que siguen sin permitir abordar esta situación con el tenor que se merece. En ese sentido se siguen observando las diferencias en las oportunidades que tienen hombres y mujeres, como un perpetuo beneficio para el hombre en un sistema social injusto, patriarcal y decimonónico. En nuestra área de acción sabemos que nos encontramos en una singular situación de cómo abordar la cuestión de género en la educación de párvulos. Un nicho que ha sido principalmente femenino, asociado a la labor de cuidadora y de niñez, privativo del género masculino, -ya sea por prejuicios culturales o económicos con relación al salario, entre otros-. La educación de párvulos siempre ha sido relacionada con la mujer. Es
histórica esta relación del cuidado y asistencialidad que ha brindado en la primera infancia relacionada a su condición biológica. No es extraño que hoy sigamos encontrándonos con creencias que hablan de jardines infantiles y salas cunas para cuidar a las niñas y niños por sobre el argumento pedagógico y de aprendizaje. Pero no se puede desconocer el ánimo que ha tenido “la nueva masculinidad”, en cambiar el paradigma de realizar labores que estaban destinadas a mujeres, en particular con aquellas relativas al cuidado de los hijos, haya desarrollado “una inquietud” por abrirse campo en la educación parvularia; por cierto, en nuestro país las tasas de educadores de párvulos que ejercen su profesión varían desde 1% al 4%, y debemos mencionar que ha habido educadores hombres ya hace varios años. Si bien se ha tratado de relevar la figura masculina en la educación parvularia, en Chile la cantidad de educadores es marginal y hasta la fecha, quienes han desarrollado la base de aprendizaje en los primeros años, han sido solo mujeres, por lo cual, sin caer en una crítica radical y ortodoxa, tenemos también el derecho de preguntarnos, si este nicho profesional que ha sido del género femenino, debe ser o no abierto al género masculino ¿De quién es la necesidad de incorporar al hombre como educador de párvulos?
La mujer y lo femenino han sido en la historia relegadas por el hombre y lo masculino. Incluso en algunos ámbitos de la salud, que pertenecían a las mujeres fueron desplazados por el hombre, como ocurrió con el espacio del parto, en donde las parteras eran las que preparaban y ayudaban a nacer a las niñas y niños. Mujeres sabias que ayudaban a sus pares en una situación femenina y matriarcal, quienes fueron relegadas por la ciencia y expulsadas por el médico -conocedor científicoquien se apoderó de esta actividad, hasta nuestros tiempos, en donde es muy difícil encontrar una mujer ginecóloga que atienda partos. La educación parvularia es un dominio social e histórico de la mujer, -de eso no cabe duda-, pero ¿Por qué sucede que en el ámbito de la educación básica - desde primero en adelante-, existen profesores hombres y desde sala cuna hasta transición mayor ocurra lo contrario? Tal vez sea, porque es el último nicho histórico, social y global que no ha podido tocar el cambio de paradigma sexo-género, propio del post modernismo, y sean las mujeres con su sabia práctica y profesionalismo quienes han mantenido con éxito y con mejor futuro este espacio de aprendizaje… A lo mejor la biología aún nos manda
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deconstrucción de roles desde la primera infancia
educadores de párvulos un paso para la inclusión social Andrea Figueroa-Vargas
Directora Escuela de Educación Parvularia,Universidad de Las Américas, Facultad de Educación Investigadora Centro Iberoamericano de Investigación en Educación (CIIEDUC)
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radicionalmente, la formación inicial docente en Chile, como en varios países Latinoamericanos se ha configurado como una fuerza profesional fundamentalmente femenina. Así en este campo, las mujeres han asumido la labor docente y, como consecuencia, concentrado la fuerza laboral en distintas disciplinas, principalmente en aquellas ligadas a la primera infancia, la educación primaria y la educación especial. Los datos entregados recientemente por Unesco (2016) señalan que el 100% de los educadores en primera infancia en países como Chile y Trinidad y Tobago son mujeres. Por su parte, a nivel nacional, de los 3.213 estudiantes de carreras y programas de pedagogía que rindieron la Evaluación Nacional Diagnóstica (END- FID) aplicada durante el año 2019 un 0% de los estudiantes son hombres (CPEIP, 2020). El fenómeno de la feminización en la educación parvularia, se sostiene sobre varios preconceptos del quehacer docente en la primera infancia y la naturaleza histórica de la misma. La convergencia de elementos de carácter históricos, sociales y culturales desembocan en enfoques educativos que se han enmarcado, en mayor o menor medida, entre la asistencialidad y
el aprendizaje. Así, la feminización en este campo, también se intersecta con elementos de género que articulan un imaginario en el que convergen prácticas, interacciones y dinámicas que, de acuerdo a los planteamientos de Ortner (1999), enmarcan ideologías, simbolizaciones y ordenaciones socioestructurales concretas relativos a la mujer y los detalles observables sobre el terreno de las actividades, aportaciones, poder e influencia.
(...) vale la pena problematizar y reflexionar sobre educación en primera infancia desde un enfoque de género; que no tan solo distinga sesgos, estereotipos y brechas evidenciadas desde la primera infancia, sino que también integre los elementos de género que influyen en las creencias sobre el género de los formadores en primera infancia. Por otro lado, la predominancia de género en la formación de educadores de párvulos y, en consecuencia,
en el ejercicio profesional dan cuenta, por un lado, de sesgos ideológicos, socio-históricos y culturales, propios de la cultura latinoamericana y occidental, y por otro, de los estereotipos y roles de género que se instalan desde el plano educativo y que configuran entramados complejos que impactan en la formación, la institucionalidad, los centros educativos, los educadores, sus familias y comunidades. La evidencia histórica de esta feminización podría explicarse en parte, en la tradición occidental que tanto Butler y Lamas señalan como parte de las configuraciones del mundo productivo- social y político de las mujeres. Por un lado, plantean que la naturaleza biológica en la que se sitúan, determina las posibilidades de acción de género y la confinan al espacio privado, de cuidado y protección a la familia; despolitizando este espacio en la cultura occidental (Lamas, 1986). No obstante, los estereotipos de género en la profesionalización y ejercicio profesional de los educadores tienen su razón en las distinciones de género particularmente occidentalizadas; que por un lado distinguen y valorizan, o bien, segregan y relativizan las potencialidades profesionales de educadoras y educadores de párvulos en función a las experiencias vitales de los sujetos; perpetuando así en la primera infancia una sobrevaloración de la experiencia materna a la experiencia de aprendizaje. Esta última es un campo que sin distinciones de género pueden desarrollar tanto educadoras como educadores de párvulos. Evidentemente, el escenario sociopolítico de la acción docente en la primera infancia, configura un ethos particular de la profesión,
fundándose entre imaginarios y creencias como un campo exclusivo de lo femenino. Sin embargo, deconstruir roles desde la primera infancia en sociedades occidentalizadas, urbanizadas y de predominancia social y cultural que se fundan en el cuidado y a partir de ellas legitiman la acción femenina; se debiesen concebir como un proyecto político de equidad de género a nivel general, y, de políticas de incentivo para el acceso a carreras de pedagogía a nivel local.
(...) por ello, cabe preguntarse ¿Habrá algo más segregador y estereotipado que asignar mayores competencias a priori sobre el bienestar, cuidado y aprendizaje de un niño a una educadora frente a un educador? Por ello vale la pena problematizar y reflexionar sobre educación en primera infancia desde un enfoque de género; que no tan solo distinga sesgos, estereotipos y brechas evidenciadas desde la primera infancia, sino que también integre los elementos de género que influyen en las creencias de los actores de las comunidades, familias e instituciones de educación superior sobre el género de los formadores en primera infancia. Por ello, cabe preguntarse ¿Habrá algo más segregador y estereotipado que asignar mayores competencias a priori sobre el bienestar, cuidado y aprendizaje de un niño a una educadora frente a un educador?. La literatura, ha señalado ampliamente, que los procesos de cons-
trucción de la identidad en niños y niñas están predeterminados por factores sociales y culturales que afianzan en ellos determinados comportamientos. Estas construcciones presentan una dimensión pública que se expresa en los discursos y prácticas científicas, en las normativas, en las políticas sociales, en el sentido social común y en la circulación de mensajes en los medios de comunicación, entre otros espacios sociales. En consecuencia, la experiencia educativa desde las infancias a partir de la diversidad, podría constituirse en sí misma, como una instancia de valor educativo, social, relacional y política que avance a un proyecto de equidad desde todas sus aristas que no impliquen teorizaciones generalizables sino más bien posibilidades de asumir la riqueza de la experiencia educativa con sujetos diversos. Considerando por su parte la posición de los educadores, sus biografías y trayectorias profesionales; el campo de la primera infancia siguiendo a Bordieu (2000) representa un capital simbólico que se espera se reproduzca de algún modo por su propia fuerza, y al margen de la acción de agentes concretos y localizados. Por ello, comprender desde el posicionamiento del mundo de la educación parvularia y los aportes de educadores no es posible aproximarse desde el punto de vista de un sujeto universal abstracto (Federici, 2020) sino más bien desde sus historias, imaginarios, formación, posicionamiento sobre la educación, la pedagógica, el sujeto que aprende, trayectorias profesionales y campos profesionales; desmarcando el rol en sujetos prototípicos y generalizables a las realidades y contextos en los que realizan su ejercicio profesional.
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Avanzar a establecer analíticamente el proceso de aprendizaje en la primera infancia, como temática transversal a la acción pedagógica de un Educador, no tiene distinciones plausibles de ser argumentadas desde distinciones externas al sujeto y sus características desde la corporalidad. Por ello, el rol profesional de un Educador o Educadora de párvulos siguiendo a Burman (2013) implicaría el “análisis de la evaluación de las diferentes infancias en diferentes circunstancias y las maneras en que las fronteras políticas de la pertenencia nacional, o de la exclusión, delimitan el tipo de infancia asequible para ser vivido” (p. 6). Desentrañar estos elementos desde la perspectiva pedagógica debería ser uno de los elementos para la validación y distinción del rol docente, como un campo profesional de legitimación de los sujetos frente a su actuación docente y sus poten-
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cialidades para cumplir su rol profesional. Por ello, la reestructuración en la formación inicial docente de educadoras y educadores de párvulos en Chile y con ello los supuestos hacia las pedagogías, no tan solo se deben centrar en la adquisición de conocimiento pedagógico- disciplinar, sino que implica ampliar los campos de formación en áreas de las Ciencias Sociales que se intersectan con el fenómeno educativo en las infancias. En consecuencia, pensar desde la formación de los Educadores y Educadoras transversalizar contenidos para la promoción de la inclusión, multiculturalidad, enfoque de género y el enfoque de derechos (MINEDUC, 2018) se estima que pueda ser un camino para avanzar a sociedades más inclusivas y las experiencias diversas desde las primeras infancias.
En síntesis, la deconstrucción de roles desde la infancia y la posibilidad de avanzar a una equidad de género en este campo profesional, no tan solo evidencia, un conjunto de nudos críticos que las instituciones de educación superior no han alcanzado a subsanar y que entran en disputa; sino que también un cambio paradigmático desde la formación y la profesionalización docente. Redefinir elementos culturales, sociales e históricos de la educación parvularia será el nuevo desafío de este campo para los próximos años, al menos en un primer nivel se estima necesario, visibilizar a los educadores y valorar el aporte profesional, ético y político en los espacios educativos y decisionales a los cuales estos han sido convocados. Luego, del diálogo y la civilización, avancemos a un discurso pedagógico que no distinga el sujeto que enseña
bibliografía Bordieu, P. (2000). La dominación masculina. Editorial Anagrama, España. Burman, E. (2013). Entre dos deudas: niño y desarrollo (inter)nacional. Teoría y Crítica de la Psicología, 3, 3-19. Recuperado de http://teocripsi.com/documents/3BURMAN.pdf Federici, S. (2020). Reencantar el mundo. El feminismo y la política de los comunes. Editorial Taficantes de sueños, Madrid. UNESCO (2016). Estado del arte y criterios orientadores para la elaboración de políticas de formación y desarrollo profesional de docentes de primera infancia en América Latina y el Caribe. Ministerio de Educación de Chile (2018). Bases Curriculares de la Educación Parvularia. Santiago de Chile: Ministerio de educación de Chile. Ministerio de Educación de Chile (2020). Informe resultados evaluación nacional diagnóstica. Santiago de Chile: Ministerio de educación de Chile. Lamas, M. (1986). La antropología feminista y la categoría “género” Nueva Antropología, vol. VIII, núm. 30, noviembre, 1986, pp. 173-198 Asociación Nueva Antropología A.C. Ortner, S. (1999). ¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza con respecto a la cultura?
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un estado solidario e inclusivo para el desarrollo del protagonismo infanto juvenil Rodrigo E. S.
Presidente Sindicato STI de Fundación Integra
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ace un tiempo, hablábamos de diferentes temas con unas compañeras de trabajo, donde una de ellas, saco a conversación la temática la gratuidad en la Educación Superior, donde ella mencionaba lo siguiente “a mí me costó mucho costearme los estudios, mucho tiempo lo tuve que compatibilizar con el trabajo, fue Duro, pero aquí estoy, por eso no quiero que se regalen las matrículas y mensualidades…eso es fomentar la flojera “. Eso implico que me comenzara a cuestionar, ¿Qué podemos esperar de las personas que están alejadas campo de la educación pública? Esta búsqueda de explicaciones para llegar a comprender el Sentido Común de miles de Chilen@s, me llevo a la Ex Primera Ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher, quien, a principios de los años 80, instala y difunde la óptica neoliberal, siendo una de sus frases famosas “No existe eso de la sociedad. Hay individuos, hombres y mujeres, y hay familias”. (Argandoña, A. 2013) Esta frase, que permite apreciar la desaparición de la concepción de comunidad y sociedad, se sustenta en el pensamiento del filósofo y economista Austriaco, Friedrich Hayek, quien desarrollo el principio del individualismo metodológico Minguillón, 2013), concibiendo el carácter evolutivo e histórico de la
sociedad contemporánea, causando una ruptura con el Proceso de Modernidad (Wagner, 2011), el cual tiene por ejes los principios de la libertad, igualdad y seguridad jurídica, y contenido a la idea de dignidad. Paradójicamente la ruptura de los Neoliberales con el continuo histórico de la Modernidad, posee hoy plena hegemonía en países como Estados Unidos, Reino Unido y Chile, donde posterior al Golpe de Estado del año 73, comienza a ser sujeto de experimentación e instalación del Modelo Neoliberal, influenciado por la Escuela de Chicago, siendo materializado por los académicos de la Universidad Católica, liderados por Jaime Guzmán. Esta instalación tomo cuerpo con la actual Constitución, elaborada en plena Dictadura Cívico- militar, la que consagra el carácter subsidiario, concibiendo al Estado como prestador de servicios y/o garantías, manifestándose en medidas tales como la reforma laboral, la privatización de la salud, sistema de pensiones, la municipalización y creación del sector particular subvencionado en la educación, entre otros. En ese sentido, el derecho a la seguridad social fue replanteado sobre bases neoliberales, acorde
a un cambio de orientación en la política laboral y social que, según sus patrocinadores, permitía el despliegue de la libertad, eficiencia, seguridad y justicia individual. Para encontrar el punto de partida del Estado Subsidiario, la Junta Militar de Gobierno del 11 de marzo de 1974, menciona lo siguiente: “Aplicado este principio al Estado, debemos concluir que a él le corresponde asumir directamente sólo aquellas funciones que las sociedades intermedias o particulares no están en condiciones de cumplir adecuadamente”. (Archivo chile. Marzo 1974). En su Libro de Derecho Administrativo, Eduardo Soto Kloss, nos orienta sobre este aspecto “El principio de subsidiariedad presupone el derecho a la libre iniciativa en el campo económico. La posibilidad de que los particulares puedan emprender actividades productivas, aparte de constituir un derecho que el Estado no puede ni debe eliminar (…) es además el único camino que permite un verdadero desarrollo de la economía.” (Soto, 1996) En contraposición al enfoque de Estado Subsidiario, Novoa, en su libro del año 1977, Derecho de la Seguridad social, señala lo siguiente “Nadie puede pretender que, en nombre de la subsidiariedad, el Estado le diga a los hombres y comunidades inferiores: “Hagan Uds. lo que quieran y en la forma que estimen prudente “, dándose variantes de anarquía administrativa, intereses lucrativos, ¿y yo, Estado, por la vía asistencial, ¿me ocuparé del resto? Esto no es subsidiariedad: en el mejor de los casos sería una estupidez”. Producto de la instalación en las últimas décadas del Estado
Subsidiario, los Chilenos hemos presenciado trágicos eventos de corrupción, tráfico de influencias y abandono , tal como le ha sucedido al SENAME, donde en el Informe de funcionamiento de residencias del año 2018, se detectaron 1313 muertes de niños y niñas (PDI, 2018), 358 niñ@s desertores del sistema escolar y hoy se expresa en la desigualdad para enfrentar el COVID-19 , donde la carencia de apoyo Estatal, se manifiesta en la cesantía, siendo una de la pocas “garantías “ es el empleo del seguro de cesantía , producto de la mal denominada Ley de Protección al Empleo, que permitió congelar y rebajar los sueldos (Facuse y Oróstica, 2020).
(...) nuestra experiencia histórica nos pone el desafío como sociedad de consagrar, de manera efectiva, los derechos específicos de los grupos históricamente vulnerados, tales como las mujeres, las disidencias sexuales, los pueblos indígenas y por supuesto los niños, niñas y adolescentes. La Necesidad de una Estado Solidario basado en la Inclusión de los Grupos Históricamente Marginados. Volviendo a la situación inicial que genero este articulo ¿es válido garantizar el derecho a la Educación o es más justo que el acceso sea para quienes pueden costearlo? Hoy en momentos de activación de más contagios de COVID-19,
el incremento del desempleo e inseguridad social, nos planteamos como respuesta en el marco del Proceso Constituyente, la necesidad de luchar por un Estado Solidario e Inclusivo. Considero que nuestra experiencia histórica, plagada de quiebres democráticos, atentados a los derechos humanos, corrupción, falta de oportunidades, desigualdad e injusticia, nos pone el desafío como sociedad de consagrar, de manera efectiva, los derechos específicos de los grupos históricamente vulnerados, tales como las mujeres, las disidencias sexuales, los pueblos indígenas y por supuesto los niños, niñas y adolescentes. La académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, Alejandra Araya, señala que el “nuevo texto tenga participación de toda la diversidad de grupos socialmente reconocidos en el momento histórico en que dicho proceso se esté dando, pues esto nos permitirá reconocernos como sujetos individuales o colectivos desde nuevos parámetros conquistados históricamente, tales como el de la diferencia y la diversidad. Esta posibilidad hoy debe ser reconocida como fundamental para que, a futuro, todas las posibilidades de ser tengan un reconocimiento constitucional”. En ese sentido, es importante que el lenguaje que se utilice para elaborar una nueva Carta Magna, el cual debe ser inclusivo considerando el derecho a la representación. Por ejemplo, en la actual Constitución, en el capítulo II de Nacionalidad y Ciudadanía, se habla de ‘los hijos’ y debería decirse ‘hijos e hijas’, igual que ocupar ‘chilenos y chilenas’.
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Sin Protagonismo Infanto Juvenil, cojea el Enfoque de Derechos. Desde esta reflexión, considero que es relevante que los Trabajadoras y Trabajadores de la Educación, levanten la necesidad de visibilización y reconocimiento de los niños y niñas como sujetos de derechos (ONU, 1948), esto es de protección, desarrollo y protagonismo (Liebel, 2007), tanto por parte del Estado como por el conjunto de la Sociedad. En relación con el protagonismo, es interesante lo planteado por el Sociólogo Manfred Liebel, quien desarrolla la idea de colocar a los niños y niñas en el centro de la sociedad, confiando la fuerza y capacidad para tener un papel esencial, sin embargo, esto implica
un profundo cambio cultural, político, curricular y pedagógico, ya que el paternalismo se manifiesta de forma consciente e inconsciente. Esta concepción del protagonismo infanto-juvenil, permite la generación y reconocimiento de varias infancias (Dussel, 2007) y por ende un cuestionamiento a la visión de niñez occidental. Un elemento clave para avanzar en este desafío, es que Constitucionalmente se logre garantizar el derecho a la Educación Inicial, pero para ser coherentes con el Enfoque de Derechos y concebir a las infancias como protagonistas, el Estado y la Sociedad deben brindar distintas alternativas, posibilitando tanto el desarrollo de programas clásicos como modalidades no
convencionales de atención, los cuales deben generarse mediante proyectos educativos participativos, teniendo presente el alcanzar mayores niveles de bienestar y felicidad para los y las niñ@s que habitan el territorio nacional. Para lograr esto, el mecanismo más transparente, eficiente y promotor de la participación de todos los actores, es el conformar una institucionalidad educativa pública que encarne los Principios de la Solidaridad y el Bien Común (Poole, 2008), ya que lo “ Público “ se logra favorece e invitar al trabajo mancomunado en la elaboración de objetivos , planes y estándares de calidad para el pleno desarrollo de todas las potencialidades de la primera infancia
bibliografía Archivoschile.com. (Marzo 1974). “Declaración de Principios del Gobierno de Chile”. http://www.archivochile.com/Dictadura_militar/doc_jm_gob_pino8/DMdocjm0005.pdf Argandoña, A. (25 abril2013). “Un error de la señora Thatcher”. https://blog.iese.edu/antonioargandona/2013/04/25/un-error-de-la-senora-thatcher/ Dussel, I (2007). El Monitor de la Educación, Entrevista a Valerie Walkerdine, “Hay una multiplicidad de infancias”. Facuse, N y Oróstica, A (2020). Sobre el uso y abuso de la “Ley de Protección del Empleo”. Liebel, M (2007). Parternalismo, participación y protagonismo infantil. Minguillón, M (2013). El Individualismo Metodológico, FCSE. Novoa, P (1977). Derecho a la Seguridad Social. ONU (1948) .Declaración Universal de los derechos Humanos. PDI (2018). Análisis del funcionamiento residencial en centros dependientes del servicio nacional de menores. Poole, D (2008). Bien común, Corte Interamericana de DDHH. Soto, E (1996). Derecho Administrativo, bases fundamentales, Tomo II , El Principio de Juridicidad. Wagner, P (2011). Modernidad: comprender nuestro presente, El N° 5 de la revista Lychnos.
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Hilda Carrera Gamonal
Septiembre 2020
la constitución del 80
el amarre cívico de la dictadura militar Eduardo Fuentes Aravena
Psicólogo Educacional (c)Magister en Gestión y Liderazgo educacional
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os cuesta creer que aún vivamos bajo el estandarte de una Constitución que es parte del golpe cívico militar de 1973. Nos cuesta creer que el experimento de Milton Friedman continúe operando, más allá de la teoría del Shock, la que nos dejó una lista de 3.000 chilenos asesinados y desaparecidos. Nos cuesta creer que estemos supeditados aún a la misma mano negra que apoyó la caída del gobierno de la Unidad Popular, que con puño y letra gremialista borro “el Estado Benefactor y de Compromiso, por uno en donde los derechos sociales son manejados por el estado.” La constitucionalista de la Universidad Alberto Hurtado Miriam Henríquez nos dice que “la Constitución de 1980 no es neutra: promueve un Estado subsidiario que por principio considera como servicios provistos por particulares aquello que se quiere transformar en “derechos sociales”. Por ello, la actual Constitución y las demandas sociales no son compatibles (Henriquez Miriam, 2020). La Constitución del 80’ deja a un lado el nacional desarrollismo, que era la vía para el adelanto modernizador de cualquier país latinoamericano, consistente en una economía protegida que fortalece la economía interna, por un modelo neoliberal “donde el único orden
justo es el que surge de las transacciones entre individuos que se relacionan libremente y fuera del ámbito gubernamental. El estallido social, junto con el empobrecimiento tras la pandemia del COVID-19, tiene al modelo económico y con ello Constitucional bajo las cuerdas. Los chilenos quieren y exigen lo que es suyo; que no es solo el 10% de los fondos de pensión, sino que es el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, a vivir en un medio ambiente digno, a tener agua…entre muchas otras demandas que han sido coaptadas por la actual constitución. La Constitución vigente convierte los derechos sociales en servicios que son entregados por instituciones privadas, satisfaciendo las prestaciones vinculadas con los derechos sociales. Por lo que no es posible cambiar la legislación actual que la contempla sin modificar la Constitución, no solo en los derechos fundamentales, sino en la propia concepción del rol del Estado respecto de la sociedad. La Constitución está firmada por la UDI. Trece días después del golpe militar se formó la “Comisión Ortúzar”, el día 24 de septiembre de 1973 solicitada por Agusto Pinochet - con el claro objetivo de beneficiarse y
beneficiar al grupo de aliados a su dictadura-, dicha participación estuvo lideradada por Enrique Ortúzar Escobar, y fue integrada por : Jaime Guzmán Errázuriz (principal líder), Sergio Diez Urzúa, Jorge Ovalle Quiroz, Enrique Evans de la Cuadra, Gustavo Lorca Rojas, Alejandro Silva Bascuñán, Alicia Romo Román y por el propio Ortúzar. Durante los meses de marzo a mayo del año 1977 salieron de dicha comisión Alejandro Silva, Enrique Evans y Jorge Ovalle, siendo reemplazados por Rafael Eyzaguirre quien fue designado como secretario durante todo el período, Juan de Dios Carmona, Raúl Bertelsen y Luz Bulnes. Durante el periodo que corresponde al 24 de septiembre de 1973 y el 5 de octubre de 1978 se desarrollaron 417 sesiones, el resultado fue un anteproyecto constitucional que se compuso de 123 disposiciones permanentes y 11 transitorias, posterior a la entrega del anteproyecto la comisión se disolvió. A lo anterior se suma una segunda instancia, el Consejo de Estado, que es órgano consultivo del Presidente de la República en asuntos de gobierno y administración civil. Quienes integran su participación, ex Presidentes y personas designadas por el Presidente de la Republica, tanto civiles como militares, algunos de ellos son: los presidentes Jorge Alessandri Rodríguez y Gabriel González Videla. Además de personas civiles y militares tales como: Juan de Dios Carmona Carlos Cáceres, Juan Antonio Coloma, Juvenal Hernández, Vicente Huerta, Renato García, Diego Barros, Pedro Ibáñez, Oscar Izurieta, Hernán Figueroa, Mercedes Ezquerra, Héctor Humeres, Julio Philippi, William Thayer, Guillermo Medina, Enrique Bahamonde y Enrique
Urrutia Manzano. Esta comisión tuvo como composición de sesiones con un número de 57 encuentros, desarrollando un proyecto en paralelo al anterior, siendo entregado el 8 de julio de 1980. A las dos anteriores instancias de construcción de anteproyectos para la constitución, se realiza una tercera instancia generada por la misma Junta Militar de Gobierno, quienes se basaron en los dos proyectos entregados por la “Comisión Ortuzar” y el Consejo de Estado. El grupo designado para la elaboración estuvo integrado por: el Ministro del Interior Sergio Fernández, la Ministra de Justicia Mónica Madariaga, más los auditores de las Fuerzas Armadas, quienes trabajaron desde el 8 de julio al 8 de agosto de 1980.
La Constitución vigente convierte los derechos sociales en servicios que son entregados por instituciones privadas, satisfaciendo las prestaciones vinculadas con los derechos sociales. Todos los que participaron en el proceso de construcción de las bases y la misma constitución fueron militares, aliados al gobierno y los militantes y partidistas del Movimiento Gremial o “gremialistas”, el Frente Juvenil de Unidad Nacional y el movimiento Nueva Democracia. Todos ellos son los cimientos del actual partido político de derecha conservadora llamado UDI. En pocas palabras, la Constitución de Chile se puede llamar: “Constitución UDI”.
En el plebiscito del 11 de septiembre 1980, gano la aprobación de la constitución diseñada por Jaime Guzmán bajo el alero del dictador Augusto Pinochet por un 65,71% de los votantes, que se pronunció a favor de la nueva Constitución, que vino a reemplazar la de 1925. El ex ministro del tribunal constitucional Enrique Navarro manifestó que diversos sectores mostraron la falta de registros públicos, además de considerar que “muchos de los votos blancos fueron destinados a las preferencias del gobierno militar. (Ascanio caballo, Manuel Salazar y óscar Sepulveda, 2008). La total ausencia de registros electorales que permitieran el seguimiento o control de las votaciones y la represión de agentes del estado, como la misma restricción de las libertades públicas en este periodo, son elementos contextuales y de registro que cobran valor como indicadores que declaran la ilegitimidad de los resultados. La Carta Fundamental entró en vigencia el 11 de marzo de 1981. El corazón de la constitución: Un estado que está imposibilitado para participar de su propia economía. “El Estado y sus organismos podrán desarrollar actividades empresariales o participar en ellas sólo si una ley de quórum calificado los autoriza” (nos dice el art. 19 n° 21). Eso es 2/3, es decir, tener el 70% de aprobación para que el estado participe con empresas estatales en el mercado. Si solo ponemos como ejemplo lo difícil que fue obtener el 10% de las afp con este cuórum, considere usted esta situación para un estado donde su propia constitución es una limitante para que pueda participar de su propia economía con empresas estatales donde las ganancias de estas empresas beneficien a todos
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los chilenos y no solo a los dueños de la empresas como sucede en el presente. La constitución solo permitió que capitalistas y empresarios tuvieran ganancias con la nula participación del estado y sus empresas en el mercado. A lo anterior solo se puede enfatizar que el sistema neoliberal impuesto seguirá liderando la economía chilena y el estado seguirá siendo un “Estado subsidiario” con esta constitución; cabe señalar que después de la promulgación de la constitución de 1980, la mayoría de las empresas del estado fueron “entregadas” a privados para su administración. Un estado subsidiario que no es dueño de sus aguas y no garantiza el derecho a la educación y la salud. “El Estado protege el libre e igualitario acceso a las acciones de promoción, protección y recuperación de la salud y de rehabilitación del individuo. Le corresponderá, asimismo, la coordinación y control de las acciones relacionadas con la salud. Es deber preferente del Estado garantizar la ejecución de las acciones de salud, sea que se presten a través de instituciones públicas o privadas” (Articulo 19 n° 9). En chile el estado no te garantiza salud pública de calidad, solo es un “coordinador” que garantiza el derecho a elegir, ¿Quiénes pueden elegir salud de calidad? Solo el que tiene dinero para pagar dicha salud, los demás, la que puede ofrecer el estado. “El Estado promoverá la educación parvularia” (Articulo 19 n° 10). En chile La educación parvularia sigue siendo opcional, desconsiderando la importancia de esta para los demás estamentos y la misma sociedad. La educación parvularia es pedagógica, no asistencial.
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“La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales” (Articulo 19 n° 11). En chile no hay derecho a la educación, se privilegia la libertad de enseñanza, pero ¿Quién tiene la libertad de elegir un centro educativo? Solo los que tienen dinero. Este artículo sobre la educación en chile beneficia a los más ricos, endeuda a la población e incrementa la brecha cultural. El estado sigue subsidiando el negocio de los colegios subvencionados dejando de lado la inversión en la educación pública gratuita y de calidad. Se sigue fomentando la educación privada como un servicio.
En chile no hay derecho a la educación, se privilegia la libertad de enseñanza, pero ¿Quién tiene la libertad de elegir un centro educativo? Solo los que tienen dinero, este artículo sobre la educación en chile beneficia a los más ricos, endeuda a la población e incrementa la brecha cultural. “Los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos” (Art. 24). En Chile las aguas no son públicas, quien puede obtener agua para la agricultura y su ganado? Solo los que tienen el dinero para hacerlo, a esta altura, el tópico central de la constitución, este articulo ha llevado al agricultor, campesino, a los pueblos aledaños a la minería a la precariza-
ción total, sin baños, sin agua para beber ellos y sus animales, menos considerar en plantar algo y vivir de la agricultura, en chile eso solo lo puede hacer el empresario que compro las aguas que provienen de la cordillera libre, pero que al bajar, se privatizan y solo algunos tienen acceso a un insumo tan necesario para la vida como es el agua . ¿Quiénes se benefician de esta situación? las grandes compañías agrícolas y mineras. Chile es el único país del mundo que privatizo sus propias aguas. Yo apruebo el cambio constitucional. Hoy más que nunca debemos cambiar la actual Constitución, estamos agotados e indefensos ante un sistema neoliberal, que nos exprime, porque ha determinado la distribución de poderes en un sistema social que solo ha brindado regalías a un sector privilegiado de personas, que son primariamente los que manejan en el mercado, compuesto principalmente por una oligarquía y una elites política de derechas e izquierdas, que nos tienen endeudados y sobreexplotados, gracias a una Constitución que permite el estatus quo de la desigualad. La Concertación el 17 de septiembre de 2005 hizo vanos intentos con Ricardo Lagos de modificar la Constitución, un proceso realizado en cuatro paredes en el que por decreto supremo se fijó un texto refundido o mejor dicho refrito, que el propio Lagos, tiempo después se refirió a ella como: “La Constitución, ilegítima en su origen, es la de Pinochet. Mi firma está en las reformas que la derecha permitió realizar y nunca dije que fueron ‘por el pueblo y para el pueblo’.(3)
Patrañas!! Concertacionistas. Que hoy gracias a las movilizaciones sociales podemos y debemos cambiar, no queremos más una Constitución neoliberal que nos da la opción de elegir entre un sistema privado u otro. Queremos una Constitución que nos considere como ciudadanos y no como clientes de un servicio. Queremos una Constitución que nos brinde derechos y nos proteja, que sea inclusiva con los pueblos originarios, con las mujeres, con los niños, con los discapacitados con todos y con todas las especies que viven en este terruño. En la actual constitución no hay mención a los derechos de las niñas y niños y adolescentes, tampoco menciona a los pueblos originarios, no se pronuncia hacia la vivienda digna. Las urgencias de los proyectos de ley los elige el presidente, por lo que no necesariamente representa lo que necesita el pueblo, si lo que quiere el presidente, de este modo,
leyes asociadas a salud y educación puedes estar años sin ser revisadas, lo que explica la precariedad de esos estamentos en el sistema público chileno debido al régimen presidencialista que impera. Se debe cambiar la constitución, través de una Convención Constitucional, la que permite incorporar a todas y todos, a grupos que han sido excluidos históricamente en el país y por la constitución que nos rige. La opción a la hora de votar debe ser constituyente para que la gente participe y se represente en la elaboración. Es la primera vez en la historia que una constitución tendrá como participantes miembros de la población y no solo expertos constitucionalistas y aliados a un gobierno. Serán 155 personas que serán elegidas por la gente, y tendrá por primera vez la participación igualitaria de mujeres en un 50%.
El proceso Constitucional está en marcha y debemos participar, ya que es el acto social más importante de nuestra historia, es la oportunidad de cambio; de dar vuelta la tortilla. Nuestra real oportunidad de sacar a los Chicagos boys y con ello la sombra del dictador Augusto Pinochet. Es la oportunidad de demostrar que la Izquierda Concertacionista con Lagos a la cabeza y la Gran Mayoría, no fueron capaces del desafío histórico de dejar atrás el modelo económico y con ello también las atrocidades de un país desigual. El 25 de octubre el deber ciudadano es votar APRUEBO y CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL. “Todo tiene que ser consciente para ser bello” -Nietzsche. “Todo tiene que ser consciente para ser bueno” -Eurípides.
bibliografía Biblioteca Nacional del Congreso de Chile. “Constituciones políticas y Actas constitucionales. Constitución Política de la República de Chile. Texto promulgado por Decreto Supremo N° 1.150, de 21 de octubre de 1980”. https://www.bcn.cl/historiapolitica/constituciones/detalle_constitucion?handle=10221.1/60446 Biblioteca Nacional del Congreso de Chile. “Partidos, movimientos y coaliciones. Partido Unión Demócrata Independiente”. https://www.bcn.cl/historiapolitica/partidos_politicos/wiki/Partido_Uni%C3%B3n_Dem%C3%B3crata_Independiente Catalina Albert. (12.11.2019). “Para sumarse al debate: lo que debemos saber de la Constitución y por qué hay que cambiarla”. Ciper Académico. Ciperchile.cl. https://ciperchile.cl/2019/11/12/para-sumarse-al-debate-lo-que-debemos-saber-de-la-constitucion-y-por-que-hay-quecambiarla/ Cooperativa.cl. (12 de Enero de 2020). “Ricardo Lagos: La constitución, ilegítima en su origen, es la de Pinochet”. https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/politica/constitucion/ricardo-lagos-la-constitucion-ilegitima-en-su-origen-es-la-de-pinochet/2020-01-12/220354.html Constitución política de la republica de Chile. 2005. Edición 2020. Ediciones lexnova. Florencia Larraín Villanueva. (Agosto, 2012). “El sistema privado de pensiones en chile y sus resguardos constitucionales”. Revista chilena de derecho volumen 39, numero 2. https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-34372012000200015
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no sólo de pan
grises y españoles
Carla Miranda Vasconcello
Curadora -Historiadora del arte Magíster en Museografía Universidad de Chile
Esta sección es un pequeño homenaje a la periodista y escritora Virginia Vidal (1932-2016), quien escribió la primera sección cultural cotidiana de la prensa chilena en el diario El Siglo; y surge de la necesidad de vincular la obra de arte y sus distintos formatos con la experiencia o percepción de la realidad de ayer y de hoy.
e
ste dibujo es parte de la serie Los Grises (1970-1975), que fue realizada por el artista Javier de Villota durante el periodo en que ejercía como profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura. En ella retrata su experiencia visual, ágil y rápida de la represión ejercida a los estudiantes. Registro a mano alzada del momento vivido, cuyo relato de brutal violencia, sigue siendo infinitamente más precisa y sentida; ayer en Madrid y hoy con la represión policial en Santiago de Chile. *Para mayor referencia de su obra ver https://es.wikipedia.org/wiki/ Javier_de_Villota
Javier de Villota (Madrid 1944) Grises y españoles, 1975. Pastel sobre papel 32 x 22 cm
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El Chiko Edy
Septiembre 2020
reflexiones sobre la educación preescolar en chile a propósito de la era post covid19 Felipe Enero Segovia
MPA Renmin University of China Analista Internacional USACH
d
e acuerdo a múltiples expertos, la pandemia ocasionada por el virus covid19 puede ser tan solo la primera de múltiples nuevas catástrofes globales, debido a factores como la intensificación de la producción y consumo de carne, el aumento del comercio internacional y los flujos humanos intercontinentales, la deforestación, la aceleración de la extinción de especies animales y el cambio climático. A su vez la pandemia seguirá acechando mientras no se invente una vacuna efectiva y se inmunice a buena parte de la población, escenario que hipotéticamente se podría dar recién a mediados de 2021 o 2022. Por otra parte, la pandemia ha ocasionado una debacle económica sin precedentes y la profundización de las brechas de género, debido a la destrucción de empleos, la reducción de ingresos y la intensificación de la desigualdad en cuanto a tareas de cuidados. También, el virus ha acelerado la adopción de tecnologías de 4ta revolución industrial por parte de empresas e instituciones, con el riesgo de ampliar la desigualdad social y las brechas entre países, conforme no exista una gobernanza y cooperación adecuada a nivel nacional e internacional.
(...) surge la necesidad de ajustar y fortalecer la educación preescolar en función de reducir el riesgo de contagios, generar nuevas competencias para nuestros niños y niñas, así como para facilitar la reconstrucción económica y la reducción de las brechas de género En el marco de este complejo escenario, surge la necesidad de ajustar y fortalecer la educación preescolar en función de reducir el riesgo de contagios, generar nuevas competencias para nuestros niños y niñas, así como para facilitar la reconstrucción económica y la reducción de las brechas de género. Tomando en consideración la experiencia comparada, al corto plazo sería plausible aumentar la cobertura educativa, con orientación hacia la universalización, así como el distanciamiento físico, mediante la construcción de nuevos recintos, mejorando también su ventilación, sanitización e incluso considerando espacios abiertos. También, sería necesario reducir el número de alumnos por aula, alcanzando el aforo máximo de 10 personas que
están adoptando las naciones desarrolladas. Sumado a ello, será necesario establecer controles de temperatura, test PCR periódicos y dotar a los infantes y al personal de los insumos necesarios para evitar contagios (como mascarillas y trajes). Por otra parte, en cuanto a las nuevas capacidades necesarias para afrontar el nuevo panorama de aceleración de la 4ta revolución industrial (caracterizada por la intensificación de los flujos económicos y humanos globales, la robótica, la inteligencia artificial, la automatización, la biotecnología, electromovilidad, las energías limpias, el internet de las cosas, la impresión en 3d, entre otras), será necesario reforzar las didácticas para la promoción del pensamiento crítico e innovador, el pensamiento lógico matemático, la educación multilingüe, el multiculturalismo y la equidad de género (reforzando contenidos ligados al modelo de mujeres en STEM). Para este objetivo, también será necesario actualizar e internacionalizar el currículum de las carreras universitarias y técnico profesionales, así como mejorar las condiciones laborales y los salarios de las
y los profesionales, los cuales hoy rondan las 45 horas semanales y los 10.000 dólares anuales, bastante alejados de las 40 horas semanales y los cerca de 20.000 dólares anuales del promedio OCDE.
(...) será necesario reforzar las didácticas para la promoción del pensamiento crítico e innovador, el pensamiento lógico matemático, la educación multilingüe, el multiculturalismo y la equidad de género Lamentablemente, de acuerdo a otros datos aportados por la OCDE, el gasto público en educación preescolar en Chile asciende al 0,6% del PIB, por debajo de la media OCDE de 0,7% (sin considerar el “como” se invierten los recursos), con un monto cercano a los 2.000 millones de USD (versus la media OCDE cercana a los 4.000 millones de USD), ubicándose Chile en la ante penúltima posición dentro de este grupo de países.
Por otra parte, de acuerdo a datos oficiales del MINEDUC, la cobertura de la educación parvularia (niños menores de 3 años) alcanza el 22%, bastante alejado de la media OCDE de 36%. En esa línea, si Chile quiere tomar en serio los desafíos actuales, deberá reestructurar su gasto fiscal, por ejemplo, reduciendo el 1,9% del PIB destinado al gasto militar, hacer uso de parte de sus cerca de 35.000 millones de USD en reservas internacionales, aprovechar las nuevas fuentes de financiamiento internacional (como es el caso de los préstamos blandos que otorgará China y la Unión Europea) y establecer nuevos impuestos progresivos a las grandes fortunas. Un primer paso para avanzar en este propósito, podría ser consagrar constitucionalmente la educación preescolar con orientación hacia la universalidad, como un derecho cuya competencia le compete predominantemente al Estado. La visibilización de la problemática, así como el diálogo y la articulación entre el mundo político, social y empresarial en el marco del proceso constituyente, podría ser clave
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