Proyecto piloto, Modelo de ocupación tipo Ecobarrio - Juan Alfredo Rúa

INFORMACIÓN PONENTE ………………………………………………………………………………………………………………..

Autor: Juan Alfredo Rúa Rodríguez Subdirector de Operaciones Subsecretaría de Coordinación Operativa de la Secretaría Distrital del Hábitat

E-mail de contacto: jruar@habitatbogota.gov.co

FICHA DE PONENCIA ………………………………………………………………………………………………………………..

Tema: Proyecto Piloto Modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio Resumen (1000-1200 palabras): Los Ecobarrios son una realidad urbana que privilegia los principios de eficiencia, equidad, participación y corresponsabilidad 1 , estos garantizan los derechos a los ciudadanos a unas condiciones dignas de habitabilidad (medio ambiente sano, mínimo vital de agua, vivienda digna, empleo formal, seguridad, derecho a la ciudad). De acuerdo con las condiciones territoriales en que se encuentren definidos, éstos varían y permiten ser referentes para nuevos desarrollos urbanos. Existe una amplia variedad de modelos y estrategias de ocupación para los Ecobarrios en el ámbito local, nacional e internacional que da cuenta de las diversas posibilidades para la aplicación del concepto y de las interpretaciones técnicas, políticas, sociales y culturales que se presentan de acuerdo con sus características y en la ciudad.

Para realizar un análisis más eficaz sobre las ventajas e importancia de estos nuevos modelos de desarrollo y ocupación urbana, resulta importante conocer de manera detallada los objetivos de la “sostenibilidad”, los cuales contemplan en el nivel global una serie de transformaciones para enfrentar el cambio climático; y en instancias locales se expresan en el derecho a la ciudad, a la lucha contra la segregación social y la marginalidad, proponiendo además un modelo de ordenamiento alrededor del agua. Es así, como desde el Eje 2 “Un territorio que enfrenta el cambio climático y se ordena alrededor del agua” del Plan Distrital de Desarrollo “Bogota Humana” 2012-2016, adoptado mediante el Acuerdo 489 de 2012, se busca reconocer la necesidad de superar el modelo de ciudad depredadora del medio ambiente, aplicando un enfoque de Ecourbanismo y construcción sostenible. En atención a lo anterior, la definición de lineamientos y estrategias son esenciales

El término de eficiencia se entiende como la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un objetivo determinado con el mínimo de recursos posibles viable. Para el caso que nos atañe busca mejorar los rendimientos de consumo en el uso del agua, la energía y los residuos principalmente.

El término de equidad se entiende como la Cualidad que mueve a dar a cada uno lo que merece y brindar Justicia, imparcialidad en un trato o un reparto. De tal manera, se busca que las disposiciones que se generen en el marco de la regulación urbanística propendan por buscar beneficios que beneficien a la población en condiciones de igualdad.

El término de participación ciudadana hace referencia al conjunto de acciones o iniciativas que pretenden impulsar el desarrollo local y la democracia participativa a través de la integración de la comunidad al ejercicio de la política. Está basada en varios mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte de la administración pública o de un partido político. Asimismo, busca reconocer las necesidades de los habitantes de diversos ámbitos territoriales para desarrollar de manera articulada (Administración pública y comunidades) un proyecto colectivo.

El término de corresponsabilidad se entiende como el nivel compartido de responsabilidad sobre un hecho en particular que tienen diferentes personas o entidades al mismo tiempo. Para el caso de ecobarrios es una estrategia conjunta que busca generar responsabilidades a la administración y a las comunidades sobre un ámbito territorial específico.

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para implementar acciones concretas de intervención física con criterios de ecourbanismo y construcción sostenible en los barrios ubicados en las franjas de transición urbano-rural de los bordes de la ciudad.

En este sentido, la inclusión de criterios de ecourbanismo y construcción sostenible es esencial para la implementación del Proyecto Piloto de Ocupación Urbana Tipo Ecobarrio, leído como una estrategia en el marco de la formulación del Modelo de ocupación de las Franjas de transición urbano-rural en los bordes de la ciudad.

Este modelo busca generar alternativas de productividad, preservar las condiciones ambientales de los recursos naturales, garantizar condiciones dignas de habitabilidad y propiciar mecanismo de control urbanístico para contener la expansión urbana desregulada y el crecimiento vertical de las edificaciones. Estos aspectos no son posibles si no existe corresponsabilidad entre actores públicos, privados y comunidades que garanticen desde cada una de sus responsabilidades en el territorio, acciones de inversión social, acciones preventivas y acciones de autoregulación y control.

Asimismo, la implementación del Proyecto Pilotomodelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio, pretende responder a las metas y objetivos establecidos mediante el acta de compromiso para la construcción social de pactos de bordes, y considerando el cumplimiento de la sentencia proferida por la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, dentro del proceso de Acción Popular No. 25000231500020050662 01. Bajo este contexto, el Distrito Capital en cabeza de las entidades competentes, ha avanzado en la articulación de gestiones interinstitucionales mediante la expedición del Decreto 222 del 3 de junio de 2014, en cuyo artículo 17 resuelve: “Ordénase a la Secretaría Distrital de Gobierno, en coordinación con los Alcaldes Locales de Usaquén, Chapinero, Santafé, Usme y San Cristóbal y las Secretarías Distritales de Planeación, Hábitat y Ambiente con la participación de la comunidad, realizar las gestiones necesarias para diseñar, formular, divulgar, implementar y hacer seguimiento a Pactos de Borde, con el fin de prevenir fenómenos de urbanización ilegal en áreas no permitidas.”

En consecuencia, la obligación de llevar los servicios públicos domiciliarios a los barrios que deban ser normalizados, requerirá de un proceso de legalización y regularización bajo criterios claros de desarrollo sostenible que vayan más allá del desarrollo de prácticas ambientales como senderos ecológicos, reciclaje y educación ambiental, etc., que han sido acciones implementadas tradicionalmente y que no han logrado mitigar de manera sustancial el impacto negativo de los asentamientos vecinos frente a áreas de gran valor ambiental para la ciudad. En tal sentido, la necesidad de aplicar de manera integral y articulada el enfoque del desarrollo sostenible para la normalización de los asentamientos humanos existentes en áreas que sean incorporadas al perímetro urbano mediante el mejoramiento de barrios, requiere de una mirada transicional y prospectiva que mitigue la contaminación y degradación sobre los elementos ambientales, y a su vez, promueva prácticas de desarrollo productivo que mejoren las condiciones socioeconómicas y culturales de dichos asentamientos, con un enfoque de control urbanístico frente a la expansión urbana desregulada.

Objetivo Principal: Implementar un proyecto piloto de ocupación urbana tipo ecobarrio en el Barrio Villa Rosita de la Localidad de Usme, UPZ 52 La Flora, como una estrategia de intervención físico-espacial, en el marco del modelo de ocupación en las franjas de transición urbano-rural, que reconoce la gestión propia de las comunidades, asi como su autoregulación y autocontrol para contener la expansión urbana desregulada.

Objetivos Específicos: Implementar alternativas innovadoras, en materia ambiental, productiva, social y físico-espacial en el Barrio Villa Rosita, como proyecto piloto de modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio.

Mejorar la habitabilidad y las condiciones del entorno mediante la definición de criterios de Ecourbanismo y construcción sostenible que permitan la implementación de modos de consumo energético alternativo, uso eficiente del agua y aprovechamiento de los residuos generados principalmente.

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Focalizar la inversión pública, mediante la efectiva coordinación interinstitucional, con acciones encaminadas a mejorar las condiciones de habitabilidad y sostenibilidad de la comunidad del Barrio Villa Rosita.

Disponer el escenario propicio para concertar el ordenamiento del territorio.

Alcance: En el marco de la formulación del modelo de ocupación de las franjas de transición urbano rural, particularmente del borde Oriental, el modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio, se entiende como una estrategia de intervención que es consecuente con la vocación ambiental y cultural del territorio, mediante la definición de criterios para la implementación de un proyecto piloto, a través de acciones urbanísticas y productivas que permitan concertar entre los actores involucrados, un modelo de ocupación con un enfoque de control urbanístico, mejoramiento de la habitabilidad y de corresponsabilidad entre las comunidades beneficiadas y el Estado, para contener la expansión urbana desregulada, protegre las áreas de valor ambiental y fortalecer procesos culturales y sociales pre-existentes.

Hipótesis: La definición de los criterios de implementación del Proyecto Piloto de Ocupación Urbana Tipo Ecobarrio en el Barrio Villa Rosita, permitirá disminuir la presión de la urbanización sobre la Reserva Forestal Protectora de los Cerros Orientales. La posterior implementación del Proyecto Piloto podrá ser el inicio de un proceso de intervención para el mejoramiento habitacional y de sostenibilidad en los demás barrios en condiciones similares a Villa Rosita.

Desarrollo de la hipótesis: Un modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio es interpretado como construcción de un instrumento articulador capaz de integrar respuestas acertadas sobre la gestión integral de territorios con valores ambientales y culturales que deben ser restaurados, fortalecidos y conservados. Dicha situación afirmade manera general, la necesidad de darle un tratamiento especial a los territorios emplazados en las franjas de transición urbano y rural, donde una de las principales estrategias está dirigida a la contención de la expansión urbana, con el objeto de proteger las áreas de gran valor ecológico, ambiental e incluso patrimonial de la ciudad, como son especialmente, los Cerros Orientales hacia el borde oriental, el Río Bogotá, desde la Cuenca Alta y hacia el borde occidental, la Reserva Forestal Regional Productora del Norte Tomas Van der Hammen hacia el Borde Norte y las áreas de valor ecológico en el Borde Sur. Sin embargo, el contexto social, político y económico de los asentamientos ubicados en las franjas de transición urbano-rural donde se requiere implementar el modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio supera rápidamente el alcance técnico de un proyecto arquitectónico de alta calidad ambiental y habitacional. Los procesos de poblamiento de los territorios de borde han generado inercias que dificultan revertir formas de ocupación inadecuadas, que incluso amenazan la vida de las comunidades gestoras.

Sin duda, las lógicas de poder en los territorios deben involucrar para un modelo de ocupación urbana Tipo Ecobarrio mecanismos de concertación entre comunidades, instituciones y grupos de interés, pero fundamentalmente, el reconocimiento de los habitantes que desde su memoria histórica, sus modos de habitar y sus expectativas continuarán configurando y consolidando los territorios. Por lo tanto, formular un modelo de ocupación urbana tipo ecobarrio, implica integrar técnicas y mecanismos de adaptación de asentamientos vulnerables ubicados en lugares de alto valor ambiental, pero sobre todo, exige que sean asumidos como una estrategia de ordenamiento que reorienta los procesos de ocupación desde los modos de habitar de las comunidades y demás actores que intervienen en los territorios. Más aún cuando existe un fallo del Consejo de Estado que sustrae de la reserva de protección forestal de los cerros orientales a los barrios ubicados en la franja de adecuación.

Factores como el riesgo por inundación, deslizamiento e incendio, vulnerabilidad técnica de las viviendas y sus entornos, niveles críticos de hacinamiento, inexistencia de espacios públicos y recreativas, mala calidad en la prestación de servicios públicos domiciliarios, dificultades en la movilidad y accesibilidad a equipamientos y servicios, dificultad en la generación de ingresos, entre otros, que se suman a la necesidad de las comunidades

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por incorporar prácticas ambientales sostenibles para continuar habitando los territorios, hacen de los Ecobarrios una oportunidad para garantizar principios de equidad que hagan efectivo el derecho a la ciudad.

Por lo anterior, el modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio se convierte en la principal estrategia de ordenamiento para la formulación y definición de los modelos de ocupación en los territorios de borde de Bogotá. Esto se debe a que la gestión y materialización de un modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio consolida indispensablemente escenarios de actuación a corto, mediano y largo plazo en el que coinciden los intereses de las comunidades, instituciones y grupos de interés por lograr la sostenibilidad ambiental y social de los territorios. La resistencia histórica de las comunidades por permanecer y defender sus lugares de habitación, es proporcional a la urgencia por mejorar la calidad de vida en condiciones económicas, sociales, culturales y políticas que permitan detener la expansión urbana y recuperar, mejorar y fortalecer el medio ambiente del cual depende el futuro de Bogotá y de todos sus habitantes.

Otro elemento que ha incidido en la ocupación desregulada de los bordes de la ciudad es la separación por uso de suelo urbano, rural y de protección ambiental, que ha resultado obsoleto al diagnosticar cuál es la tipología de respuesta que demandan asentamientos humanos en territorios de borde, que se caracterizan por presentar actividades heterogéneas que van desde la producción agropecuaria hasta la prestación de servicios para actividades urbanas, entre otras. En este sentido, los lineamientos de intervención en estos territorios de borde, deben responder a las condiciones físico espaciales, socio-culturales, productivas y económicas y ambientales de cada ámbito territorial. Finalmente, las reivindicaciones sociales de los habitantes históricos de los asentamientos ubicados en los territorios de bordes, han permitido generar escenarios de planeación participativa donde se reclama el fortalecimiento de procesos de construcción social de los territorios, por encima de la implantación de productos técnicos no concertados.

Es por ello, que las intervenciones en el marco del Proyecto Piloto de Ocupación Urbana Tipo Ecobarrio, han sido previamente concertadas con las necesidades de la comunidad del Barrio Villa Rosita, aspecto que brindará un margen de éxito en las acciones que se encaminen a mejorar las condiciones de habitabilidad y sostenibilidad de los asentamientos y por ende, permitirá validar el modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio para su implementación en otros territorios con condiciones similares.

Conclusiones:

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Con relación al acta de compromisos para la construcción social de pactos de bordes y considerando el cumplimiento de la sentencia proferida por la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, dentro del proceso de Acción Popular No. 25000231500020050662 01, el Distrito Capital en cabeza de las entidades competentes ha avanzado en la articulación de gestiones interinstitucionales mediante la expedición del Decreto 222 del 3 de junio de 2014, en cuyo artículo 17 resuelve: “Ordenase a la Secretaría Distrital de Gobierno, en coordinación con los Alcaldes Locales de Usaquén, Chapinero, Santafé, Usme y San Cristóbal y las Secretarías Distritales de Planeación, Hábitat y Ambiente con la participación de la comunidad, realizar las gestiones necesarias para diseñar, formular, divulgar, implementar y hacer seguimiento a Pactos de Borde, con el fin de prevenir fenómenos de urbanización ilegal en áreas no permitidas”. En desarrollo del plan de acción mencionado, la Secretaría Distrital de Hábitat viene adelantando una propuesta interinstitucional de modelo de ocupación sostenible para la franja de transición urbano-rural del Borde Oriental en las áreas no ocupadas de la Franja de Adecuación.

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El Proyecto Piloto para el Barrio Villa Rosita busca ser un modelo de ocupación urbana tipo ecobarrio que permita mediante estrategias de organización social e institucional dar alcance a

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los pactos de borde, cuyo objetivo es corregir y ajustar los modelos de ocupación desregulados existentes en el territorio. Esta forma de intervención del territorio se desarrolla a partir de la incorporación de prácticas habitacionales y productivas acordes con la vocación social, cultural y ambiental del territorio, sobre la base de establecer un sistema de corresponsabilidad entre instituciones, comunidades y grupos de interés, que garanticen acciones que propendan por el equilibrio del modelo y su estabilidad a futuro.

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En tal sentido, ha sido una tarea prioritaria para la gestión e implementación de modelos de ocupación tipo ecobarrio, cumplir con los lineamientos establecidos en la Formulación del modelo de ocupación en la franja de transición urbano rural del territorio del borde oriental, que parte de la base de un ordenamiento concertado de la ocupación en territorios de alta vulnerabilidad social y ambiental y se fundamenta en la generación de estrategias de control de la expansión urbana desregulada y de usos de alto impacto ambiental, así como de mecanismos para la resolución de conflictos asociados a la pérdida y deterioro de valores comunitarios, culturales y ambientales. Además de la generación de instrumentos para optimizar e implementar procesos de interdependencia urbano, rural y regional que garanticen la sostenibilidad y sustentabilidad social, económica y ambiental de los territorios. Solo de esta manera es posible asegurar la efectividad de intervenciones físicas asociadas al mejoramiento habitacional y urbanístico con parámetros de eficiencia ambiental, a la dotación de infraestructura vial y de servicios, a la apropiación y control de áreas de la estructura ecológica principal y a la implementación de proyectos de emprendimiento económico, entre otros.

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Bogotá es una ciudad que requiere incorporar cambios en las prácticas culturales urbanas, especialmente en aspectos cotidianos de comportamiento con el fin de construir comunidades sostenibles, no sólo frente a la conservación del medio ambiente, sino también en la disminución de la violencia, fortalecimiento del trabajo como el empleo formal, unión entre vecinos y trabajo comunitario. Es por esto que el modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio se entiende como una estrategia de intervención urbanística que debe estar en armonía con la visión de ordenamiento territorial de la ciudad, encaminada al desarrollo de proyectos de mejoramiento barrial mediante la implementación de alternativas innovadoras, en materia ambiental, para mejorar la habitabilidad (construcción sostenible) y las condiciones del entorno (urbanismo sostenible), mediante la construcción de obras blandas y permeables acordes con su condición de borde, la implementación de huertas urbanas y de modos de consumo energético alternativo, uso eficiente del agua y aprovechamiento de los residuos generados principalmente.

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Existe a nivel nacional e internacional un marco normativo medioambiental para la construcción de ciudades amables, con un esquema de desarrollo urbano planificado, eficiente en la distribución y el uso de su territorio, de manera tal que se promueva el crecimiento y desarrollo económico al mismo tiempo, que se garantice la sostenibilidad ambiental.

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Se deben promover ajustes en la legislación Colombiana, con el fin de introducir nuevos parámetros ambientales en todos los procesos constructivos, para reducir la incidencia negativa que la construcción genera en el hábitat.

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Para proponer criterios de intervención de modelos de ocupación urbana tipo Ecobarrio, se tiene como plataforma base el concepto de desarrollo sostenible, ya que, para lograr dicha sostenibilidad se deben articular sus tres dimensiones: la ambiental, la económica y la social, con el fin de tener un equilibrio, tanto en los impactos positivos hacia los recursos naturales, como en el empoderamiento y apropiación social de la ciudadanía beneficiada y el aseguramiento de la sostenibilidad económica.

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El Ecobarrio supone una ampliación de los derechos y deberes de la ciudadanía, incluyendo la responsabilidad ecológica y la necesaria participación de los ciudadanos en la concepción y gestión de los Ecobarrios, que lo son no tanto por sus innovaciones ambientales, sino por su voluntad social de transformación del sistema de producción y consumo existente. Los Ecobarrios no deben ser la excepción en la ciudad, deben ser el modelo para la necesaria rehabilitación urbana ecológica de un territorio.

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Para la adecuada regulación urbanística y control del modelo de ocupación urbana tipo Ecobarrio, se debe partir por reconocer las formas de ocupación y habitabilidad de dichos territorios. Es decir, que el modelo debe incorporar los elementos valiosos de dichas ocupaciones y corregir mediante el instrumento urbanístico que para ello se defina, las futuras formas de ocupación, definiendo una normativa que incluya criterios de ecourbanismo y construcción sostenible.

Líneas de acción: Diseñar e implementar acciones dirigidas a rescatar espacios para zonas verdes y espacios públicos permeables y accesibles para el disfrute de los habitantes, promover acciones de mejoramiento para las viviendas con criterios de ecourbanismo y construcción sostenible, que tenga en cuenta acciones de mitigación del riesgo con obras de bioingeniería, adecuación del entorno de los asentamientos para implementar proyectos de economía sostenible, centros para la gestión de recursos y residuos, entre otros.

En tal sentido, se consolidan cuatro líneas de acción de intervención para implementar el Proyecto Piloto de ocupación urbana Tipo Ecobarrio, como son: i) Proyecto estratégico de actuación para la defensa de los servicios ecosistémicos, ii) Proyecto de generación de espacio público y equipamientos (capacidad de soporte), iii) Proyecto de productividad sostenible y iv) Proyecto de desarrollo de vivienda digna sostenible.

1) Proyecto estratégico de actuación para la defensa de los servicios ecosistémicos.

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Reforestación y recuperación de las áreas de bosques nativos devastados o deteriorados.

Renaturalización de las cuencas hidrográficas Tratamiento Paisajístico Generación de incentivos por pago de servicios ambientales Gestión de programas en turismo ecológico 2)

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Proyecto de generación de espacio público y equipamientos (capacidad de soporte) Senderos peatonales

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Parques Plazoletas Educación Salud Emprendimiento Construcción de vías, senderos ecológicos y andenes permeables Recolección de aguas lluvias 3)

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Huertas urbanas (agricultura urbana) Manejo integral de residuos sólidos Viveros Silvicultura 4)

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Proyecto de productividad sostenible

Proyecto de desarrollo de vivienda digna sostenible Asignación de subsidios Vivienda nueva Mejoramiento

La implementación de las líneas de acción, requieren de la acción conjunta y coordinada de las instituciones y de las comunidades que hacen parte de los territorios de intervención.

Bibliografía: • Acuerdo Distrital N° 489 del 2012 “Por el cual se adopta el Plan de Desarrollo económico, social, ambiental y de obras públicas para Bogotá 2012-2016.

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