Los niños y jóvenes by Maristas América Central

Juntos SOÑEMOS

no 7 noviembre 2013

Los niños y jóvenes

Saludos a todos amigos y amigas:

¡Viva la pasión! ¿Qué seríamos sin pasión? Sin corazones apasionados nuestro mundo sería diferente, muchos proyectos no se ha-brían llevado a cabo, pequeñas y grandes hazañas no estarían en los libros de historia o ante nuestros ojos… Nuestra revista quiere “removerte” contándote cómo la pasión –entendida como la fuerza que lleva al compromiso motivado por un sentimiento mayor-, ha sido y es fundamental para hacer de la vida un proyecto que valga la pena. El foco que concentre esta pasión puede ser muy diferente, depende de cada persona. ¿Cuál es el tuyo? En Jesús fue el Reino, que el proyecto de Dios se llevase a cabo: justicia, fraternidad, acogida… desde los más débiles. Y nuestro gran amigo, Marcelino Champagnat encontró que los niños y los jóvenes necesitaban “trabajadores del Reino” con urgencia. Te invitamos a leer al respecto y a valorar la audacia que esta opción representa. Así lo han comprendido muchos hermanos a través de nuestra historia de casi 200 años. Te contaremos la de uno de ellos. El Hno. Alberto Olano dio su vida, con pasión, por este sueño. No te pierdas su testimonio, junto a otros que también incluimos. Hoy sigue habiendo jóvenes buscando con pasión la forma de responder al sueño de Dios. Algunos de ellos aparecen en la nota final sobre el Campamento Misión Vocacional recién pasado. Seguimos en contacto.

SoñemosJuntos

Opción por los niños y los jóvenes. La fuerza de Champagnat y de sus hermanos, hasta el presente, radica en mantenerse fieles a su vocación. El servicio a los niños y especialmente a los más pobres está en el corazón de todos ellos. En esta época, la época de Marcelino, la escolarización era muy irregular y los niños se encontraban más fácilmente trabajando en el campo que en las escuelas. Pero eso también ocurría en las ciudades entre las clases más populares. El niño pobre no tenía tiempo para ser niño. Marcelino y sus hermanos son apóstoles de la infancia en las zonas rurales... El amor de Dios y de sus predilectos, los niños, está en lo más hondo de su corazón y de sus motivaciones. Les decía a sus hermanos: “A algunos, los niños les resultan molestos, groseros, ingratos, llenos de defectos, revoltosos, y no los pueden aguantar. Son hermanos sin vocación. Si los muchachos fueran perfectos, no necesitarían nuestra dedicación; precisamente porque tienen defectos, debemos ocuparnos de su educación”. 2

Marcelino amaba entrañablemente a los niños, a todos los niños, pero tenía una particular predilección por los más pequeños, a los que llamaba “angelitos”. Para él, la clase de los pequeños era la más importante. Ponía la mayor atención en cuidar todos los detalles y pormenores para educar a esos tiernos niños. Escribía Marcelino a un hermano director: “Cuide con mucho esmero a los niños pobres y a los que son más torpes e indigentes. Manifieste mucha bondad a esta clase de niños, hágales muchas preguntas y no tema mostrarles en toda ocasión que los estima y los quiere. Los niños pobres en una clase son lo mismo que los enfermos en una familia: fuente de bendiciones y prosperidad cuando se los mira con los ojos de la fe y se los honra como a miembros sufrientes de Cristo.” Marcelino dedicó toda su vida a los niños: Porque comprendió que en ellos está la inocencia, la bondad, que más se parece a Dios. Porque los niños nos hablan de lo que fuimos. Tienen los ojos llenos de luz, y el alma llena de sorpresas. Jesús amaba a los niños. Marcelino también los amaba. 3

Cuando habla a sus hermanos les dice -nos dice- acerca de la educación de los niños y jóvenes: “La educación de la juventud no es un oficio; es un ministerio religioso, un verdadero apostolado. Educar a un niño no es sólo enseñarle a leer y escribir. Educar a un niño es darle a conocer su sentido sublime y proporcionarle los medios de lograrlo. Y eso no podemos conseguirlo sin vivir con los niños, sin que ellos estén mucho tiempo con nosotros...” “Para educar bien a los niños, hay que amarlos y amarlos a todos por igual. No hay que olvidar nunca que los niños son seres delicados y tienen necesidad de ser tratados con bondad, amor, perdón, y educados con mucha paciencia...” “El espíritu de una escuela marista es el espíritu de familia. Y en una familia reinan los sentimientos de amor, respeto, confianza recíproca, y no el temor de los castigos.”

“Para educar bien a los niños, hay que amarlos y amarlos a todos por igual.” (S. Marcelino Champagnat) 4

Hno. Alberto Olano 5

Pasión por los niños y jóvenes. Alberto nació en San Salvador en 1978. Su vida de estudiante transcurrió en el Liceo Salvadoreño (San Salvador). Participó en el Movimiento Remar siendo estudiante, y en el contacto con los Hermanos comenzó a percibir la llamada a la vida religiosa Marista. Al graduarse estudió dos años en la Universidad mientras continuaba con su discernimiento vocacional. En el año 1999 llegó a vivir a Guatemala para ingresar al Postulantado Marista. A finales del año 2000 ingresó en el Noviciado Marista en la ciudad de San Salvador. Hizo su primera profesión como Hermano Marista el 27 de octubre de 2002. Los últimos 5 años de su vida los vivió en Guatemala, alternando entre el Escolasticado Marista, en la Zona 6, y el Liceo Guatemala. Su trabajo como apóstol fue muy significativo en la Pastoral Juvenil, las carabelas acompañadas en la Escuela Marista y el Liceo son testigo de su incansable pasión por los niños y los jóvenes. Estos jóvenes que compartieron con él son los mejores testigos de su vida entregada como Hermano. El Hno. Omar Peña escribía en un testimonio estas frases que nos revelan en carácter del Hno. Alberto:

“El rostro alegre que muchos jóvenes recuerdan de Alberto es el testimonio vivo y cercano del Dios que había transformado su vida en fuente de encuentro sencillo y cálido. Sabía estar al lado de cada joven. Sin duda alguna cada muchacho que se encontraba con Alberto tenía la sensación de estar con alguien que lo conocía y lo apreciaba por quien él o ella eran. Alberto fue un educador y un pequeño hermano de María, la madre de los que viven con sencillo corazón.” Betty de Sazo, mano derecha de Alberto en la Pastoral del Liceo Guatemala, nos lo describe con las siguientes palabras:

“Si quisiera resumir su ser persona y ser marista, podría expresarlo, parafraseando sus expresiones: <Potencia, vitalidad, humildad, alegría, sencillez, disponibilidad.> Estas palabras se convirtieron poco a poco en un ejemplo a seguir. Su testimonio como hermano marista se comprobaba con lo que realizaba; se notaba su presencia en las cosas que organizaba, en el trato con los adultos y en sus juegos con los jóvenes y niños. Su actitud, su forma de ser decía más que muchos discursos. Su mejor testimonio nunca fue la palabra sino su vida.”

Bilkar Morataya, profesor del Liceo Guatemala y miembro de Comunidad Remar, nos comparte su experiencia de haber compartido con Alberto.

“En el 2007 mi compartir con Alberto llegó a otro nivel, siendo yo profesor del Liceo Guatemala y él coordinador de Pastoral. Al compartir con Alberto las convivencias de grado, me pude dar cuenta cómo los alumnos se identificaron con él, y cómo siempre se acercaron a él con la seguridad de ser recibidos con una sonrisa. No recuerdo haberle visto triste alguna vez, y eso siempre nos inspiró a mí para tener mucha alegría y esperanza, y aún en cosas difíciles, de él aprendimos a sobrepasar los malos momentos con una sonrisa. Ahora le recordamos como un Hermano de todos. Con 29 años nos enseñó a jamás dejar la felicidad por un lado, sino a tenerla como el motor que mueve todo.” Gracias, Alberto por tu cariño, tu cercanía, por tu amistad, por tu pasión por la vida, los niños y los jóvenes. Ya estás con la Madre del Sencillo Corazón, alentando nuestra entrega y pasión por dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar.

Imagina Hoy he visto a personas reír, a niños jugar, a jóvenes soñar, a adultos trabajar, a personas convivir en paz. Y, caminando por este mosaico que es la vida, sólo me detuve a pensar: ¿Puede mi mundo ser diferente? Simplemente abrí los ojos y presté atención a lo que me rodeaba. Admito que no lo hago mucho últimamente. • • • • • •

Hoy vi a niños jugar y sonreír persiguiendo un balón. Saludé a dos ancianos serenos, de mirada profunda. Vi cantar a un joven, mientras escuchaba la música de su Ipod. Una linda señorita llevaba flores en sus manos, ¿un regalo de alguien que la quiere? Un empresario caminaba hacia su trabajo, su mente estaba ocupada en un nuevo proyecto. Y una señora empujaba el carrito de su bebe y llevaba en la mano una bolsa con fruta.

El mundo sigue, la vida no detiene su andar. ¿Puedo sonreír? ¿Puedo amar? ¿Puedo creer? Salgo de este cuadro poético y la realidad me golpea. ¿Puedo imaginar algo diferente, donde las personas podamos convivir como hermanos? ¿Puedo creer en un mundo de paz y justicia? Tu vida compartida y entregada, Alberto de Belén, intentan gritarme que SÍ. Tu muerte, que nos dejó tan vulnerables, hoy nos fortalece en la esperanza. Tu ausencia, que rompió la relación física, hoy nos abre a la vida resucitada. Sí puedo vivir. Sí puedo amar. ¡Quiero creer!

Hno. Juan Carlos Bolaños 9 de junio de 2010 8

t u o

REFLEXIONA Y COMPARTE

Niños y jóvenes PERSONAS SIGNIFICATIVAS EN MI VIDA

En estos años que llevas viviendo, es posible que te hayas encontrado con personas que te han ayudado, además de los tuyos (papás, familia), en tu caminar. Puede haber sido en momentos difíciles, o en momentos sencillos de la vida diaria, aquellos que te han ayudado a ser un poco más persona. Escribe el nombre de alguno/a de ellos/as, el momento en el que para ti fueron significativos, te ayudaron... y en qué te ayudaron.

Para

refl exion a

PERSONAS (nombre)

ME AYUDARON, FUERON SIGNIFICATIVAS PARA MÍ... EN ESTE MOMENTO

tir r a p m y co ME AYUDARON, ME QUEDA, RECUERDO DE ELLAS...

Para orar y compartir...

Te invitamos a orar con esta canción de Kairoi que nos descubre la pasión por los niños y los jóvenes en los que descubrimos la llamada de Jesús.

DAR LA V IDA No puedo malgastar mi vida sin dar una respuesta de verdad. Me llamas tú, Señor , yo no quiero escuchar. Me dices: “Deja todo y sígueme”. Tú sabes como soy, amigo, no sé por qué has pasado junto a mí, pero tu amor es grande y yo confío, mi vida y lo que tengo es para ti. ESCUCHO TU PALABRA QUE ME INVITA A DAR MI VIDA ENTERA A LOS DEMÁS. TU VOZ ESTÁ ESCONDIDA ENTRE LOS NIÑOS; EN ELLOS TE DESCUBRO, TÚ TE DAS. TÚ TE DAS. EN ELLOS TE DESCUBRO TÚ TE DAS. NO ES FÁCIL RENUNCIAR A TANTAS COSAS; CARGAR LA CRUZ CONTIGO Y CAMINAR, LLEVAR LA BUENA NUEVA, SER TESTIGO. TE DOY MI VIDA ENTERA, AQUÍ ESTÁ. AQUÍ ESTÁ. TE DOY MI VIDA ENTERA, AQUÍ ESTÁ. AQUÍ ESTÁ. TE DOY MI VIDA ENTERA, AQUÍ ESTÁ. Espero en ti, Jesús; te sigo como hizo Marcelino Champagnat. Él supo serte fiel en la dificultad,seguro de que no le dejarás. Tu voz está en la voz del niño que hoy también me llama a estar con él. Hermano quiero ser entre los pobres; mi vida quiero darla a los demás.

Para ver y compartir... DONDE HAYA UN NIÑO Estupenda canción del grupo Kairoi que nos evoca la llamada de la misión de dar a conocer a Jesucristo. La vocación de sentirse presentes en medio de los niños y los jóvenes.

http://www.youtube.com/watch?v=N5dInlrt47c PEDAGOGÍA MARISTA En este visual puedes apreciar los pilares que hacen de la Pedagogía Marista ese magnífico escenario para estar en contacto con los niños y los jóvenes y transmitirles el amor de Jesús a través del propio testimonio.

http://www.youtube.com/watch?v=T2rp8hwZAi0 12

NOTICIAS de familia CAMPAMENTO VOCACIONAL MARISTA

Los Cóbanos (El Salvador)

Del 19 al 24 de octubre de 2013 celebramos en nuestra Casa de Los Cóbanos en El Salvador la reunión anual de jóvenes en discernimiento vocacional de la Provincia. En esta ocasión pudieron asistir dos amigos de Guatemala, tres de Nicaragua, cuatro de El Salvador y nuestro postulante de Costa Rica. Otros debieron excusarse por compromisos en sus carreras universitarias. Seis hermanos maristas participaron permanentemente. La “fórmula” del Campamento ha ido cambiando durante los años pero lo esencial permanece: confraternización, comunicación de experiencias, profundización y discernimiento. Venidos no sólo de países diferentes sino con historias y situaciones muy variadas, descubrimos que nos une la búsqueda por dar respuesta a un auténtico 13

proyecto de vida desde Dios, y que el carisma marista nos une como don que agradecemos y deseamos discernir. Este año habría que destacar las dos mañanas que compartimos con niños y niñas de una escuelita cercana con muchas necesidades: para ellos nos hicimos animadores, payasos, educadores; con ellos fuimos hermanos, amigos, esperanza. Y el taller recibido sobre Jesús, su contexto, vida, opciones y mensaje, ayudados por el Hno. Gregorio Linacero. La casa permite conseguir también otro de los objetivos arriba mencionados porque, como familia, compartimos tareas (cocinar, ordenar…) y esparcimiento (deporte, piscina, playa…). Con buena voluntad y espíritu marista no se necesita mucho más para que los nuevos y los veteranos se integren en la dinámica. Todo esto, junto a momentos de oración, de desierto, de entrevistas de discernimiento, contribuyó a relanzar los procesos personales de este Jesús que nos llama, apasiona y queremos seguir. 14

“para educar hay que amar” San Marcelino Champagnat