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Implicaciones del Nuevo RD de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas

INVESTIGACIÓN APLICADA

Pretende sentar las bases para poder alcanzar los acuerdos firmados por la UE para reducir en un 50% las pérdidas de nutrientes

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Implicaciones del Nuevo RD de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha anunciado la presentación a consulta acera del futuro Real Decreto que regule la Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas, para poder publicarlo de forma definitiva antes de terminar 2022. Un tema de gran calado por la alta repercusión que va a tener sobre todos los cultivos en España.

Por José Luis Gabriel,

Científico Titular del INIA-CSIC.

Este Real Decreto sobre Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas regulará la cantidad de nutrientes que se puede aplicar a un cultivo, así como el momento y la forma de aplicarlos. Según el propio Ministerio, este Real Decreto pretende sentar las bases para poder alcanzar los acuerdos firmados por la UE para reducir en un 50% las pérdidas de nutrientes en forma de gases o por lavado, pero tratando de no perjudicar a los rendimientos, por lo que se deberían mejorar las rentabilidades de las explotaciones, al reducirse los costes asociados a fertilizantes. De esta forma, se enmarca dentro de la serie de medidas de la UE (y de España como miembro de esta misma) del Pacto Verde.

Los beneficios que busca el Pacto Verde que más afectan al sector agrario son los alimentos saludables y disponibles, así como aire/agua limpios, suelos sanos y su biodiversidad, pero también la menor dependencia de los productos importados. Y todo ello se plasma en la estrategia circular de la Granja a la Mesa que pretende una producción de alimentos más sostenible, que estos alimentos se distribuyan y procesen de forma sostenible, que a su vez se poten-

Las buenas prácticas se centrarán en los periodos en los que no se puede aplicar nitrógeno por haber alto riesgo de lavado de nitratos

cie un consumo más sostenible, generando menor desperdicio alimentario y que esos menores desperdicios sirvan de nuevo para producir alimentos de una forma aún más sostenible. Y lo más importante, todo esto tendrá implicaciones claras en la implantación de la Nueva PAC.

Objetivos y enfoques

Por tanto, los objetivos principales del Real Decreto son: § 1) hacer una gestión más sostenible de la nutrición de los cultivos, § 2) incrementar la producción agrícola (pero de nuevo de una forma más sostenible), § 3) incrementar el contenido de materia orgánica de los suelos (que a su vez mejora la capacidad de retención de agua y nutrientes y, por tanto, su fertilidad), § 4) reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y amoniaco, § 5) evitar la contaminación de aguas por nitra-

tos y fosfatos de origen agrícola, § 6) mejorar las propiedades biológicas de los suelos y su biodiversidad y § 7) evitar la acumulación de metales pesados y otros contaminantes en el suelo.

En cualquier caso, también pretende regular que todo lo que se aplique en el campo tenga un beneficio agronómico (bien de aporte de nutrientes o bien de mejora de las propiedades físico-químico-biológicas del suelo), para evitar que se convierta sin más en un sumidero de otros subproductos.

Pero como los objetivos son ambiciosos, el proceso de elaboración de este Real Decreto está siendo largo y complejo, tratando de llegar a compromisos que por un lado sean eficientes medioambientalmente, pero también realizables a nivel técnico y económico y negociando con todas las partes afectadas.

En cualquier caso, como el Real Decreto se enmarca en un paquete amplio de medidas del Gobierno (incluyendo a varios ministerios), ya hemos ido

INVESTIGACIÓN APLICADA

Guía de buenas prácticas agrícolas

Una parte del Real Decreto es que planteará una guía de buenas prácticas agrícolas generales mínimas. Estas buenas prácticas se centrarán en los periodos en los que no se puede aplicar nitrógeno por haber alto riesgo de lavado de nitratos, en las medidas de mitigación para las emisiones de gases de efecto invernadero y de amoniaco así como en posibles limitaciones al uso de urea, en la priorización de compuestos que permitan a la vez incrementar el contenido de materia orgánica del suelo, en las limitaciones a productos (orgánicos o sintéticos) con concentraciones elevadas de potenciales contaminantes (metales pesados y otros compuestos perjudiciales), así como (por primera vez) en el buen estado y la calibración de los equipos de aplicación de productos orgánicos y abonadoras. Estas normas generales de obligado cumplimiento podrán ser más específicas para cada Comunidad Autónoma, si esta lo considera oportuno, y tendrán una especial relevancia para las zonas declaradas como vulnerables al lavado de nitratos. Aunque este Real Decreto aún no es definitivo y faltan muchos flecos por cerrar (como pueden ser el tamaño mínimo de la explotación, las cantidades máximas de algunos productos o las medidas de mitigación consideradas como más eficientes), ya se presentó de forma provisional hace unos meses en una Jornada Online organizada por la RUENA (Red de Uso Eficiente del Nitrógeno en la Agricultura), el INIA-CSIC y el CEIGRAM-UPM. En esta Jornada se debatieron las novedades e implicaciones de este Real Decreto para los agricultores y puso en común la perspectiva que tienen sobre su futuro impacto el MAPA, las empresas de fertilizantes y los propios agricultores. Además, también se presentaron distintas herramientas de gestión técnica para los agricultores como FaST (Comisión Europea), FertiliCalc o Sativum. Los vídeos de estas sesiones pueden encontrarse de forma gratuita en la web de la RUENA.

El enfoque del Real Decreto es global y plantea la necesidad de preparar planes de abonado multianuales

viendo algunas de estas líneas de acción en otras normativas como en el Real Decreto 980/2017, donde se regula la forma de aplicación de purines para reducir las emisiones de amoniaco, o en el reciente Real Decreto 47/2022, donde se protegen las aguas contra la contaminación difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias.

Como hemos visto, el enfoque del Real Decreto es global y plantea la necesidad de preparar planes de abonado multianuales, integrando en el balance tanto las necesidades reales de cada cultivo, como los abonos aportados (sintéticos u orgánicos) y su composición, los momentos de aplicación de estos nutrientes, los contenidos actuales de nutrientes del suelo, los aportes de nutrientes de los residuos de cosechas anteriores o los nutrientes que puedan entrar por otras vías como el agua de riego u otras enmiendas.

Todos estos aportes de nutrientes (así como la forma de aplicación y los momentos) deberán registrarse en el cuaderno de campo. De esta forma, se debería facilitar también la justificación necesaria para otras normativas como la PAC o a de zonas vulnerables. La normativa también plantea la posibilidad de un asesoramiento bien por parte de técnicos especializados o bien mediante el uso de algoritmos y/o software que permitan ajustar estos planes de abonado. Finalmente, también se sugieren medidas de seguimiento para comprobar que el plan de abonado es el apropiado y rentable, aunque de momento no parece que vayan a ser obligatorias.

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