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AOVEs de Córdoba: Calidad, Sostenibilidad y Diferenciación

ASOCIACIÓN EMPRESARIAL DE ALMAZARAS INDUSTRIALES DE CÓRDOBA, ACORA

AOVEs de Córdoba: Calidad, Sostenibilidad y Diferenciación

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Por Macarena Sánchez del Águila, gerente de ACORA.

Campiña, vega y montaña, desde Sierra Morena a la Tiñosa. Cultivos diversos, con ciclo anual como los cereales, oleaginosas y proteaginosas o de cultivo permanente como la vid, los cítricos y, como no, el olivar, dotan a esta provincia de unas características agroclimáticas muy singulares que dejan huella en sus producciones.

Los olivares de Córdoba tienen una gran diversidad varietal.

Además de la innegable influencia que ejercen estas circunstancias en los olivares cordobeses, no es menos reseñable la gran diversidad varietal que hace tan especiales a los aceites de oliva de Córdoba. Picual, Hojiblanca, Picudo, Nevadillo Negro, Ocal, Pajarero, Carrasqueña, Nevadillo Azul, Lechín... ofrecen un amplio abanico de posibilidades para obtener aceites de oliva vírgenes extra adaptados a los gustos y preferencias del consumidor.

Esta caracterización de los aceites supone una buena herramienta y un buen argumento para su comercialización: si es bueno para la salud y encima está rico, rico, ¿qué más se puede pedir? Algo más se debe pedir y de ello, mucho podemos aprender del sector industrial fabricante de aceite de oliva cordobés.

Para quien no lo sepa, las almazaras industriales de Córdoba producen casi el 50% del aceite de oliva de la provincia. Éste es un aspecto muy singular en la producción andaluza de aceite de oliva pues el sector industrial en Jaén, primera provincia productora de aceite de oliva, produce en torno al 30%, situación que se repite en Granada, siendo sensiblemente superior en Sevilla, donde el sector industrial fabricante de aceite

Las almazaras industriales de Córdoba producen casi el 50% del aceite de oliva de la provincia.

de oliva produce casi el 40% del aceite producido en la provincia.

El principal objetivo que persiguen el sector industrial fabricante de aceite de oliva es el incremento del valor añadido de los aceites de oliva vírgenes producidos en sus instalaciones. Se trata de dignificar un producto excelente a través del esmero y el buen hacer del almazarero, y no es tarea fácil.

Cada vez más, se manifiesta la necesidad de poner en valor todos los atributos positivos del aceite de oliva virgen, con la intención de poner a disposición del consumidor argumentos necesarios para que influyan otros factores en su decisión de compra, con independencia de la variable precio. Es necesario desarrollar una estrategia de comercialización capaz de diferenciar los aceites de oliva vírgenes del resto de aceites vegetales para que el consumidor no dude en su elección, a pesar del precio del producto.

Claros ejemplos de esta estrategia nos encontramos en almazaras industriales en general y en el sector industrial cordobés en particular que, basándose en la calidad de los AOVEs producidos, aprovechan maravillosamente esa singularidad que caracteriza a los AOVEs cordobeses, acercándose cada vez más a las necesidades del consumidor y procurando que ese incremento del valor añadido genere riqueza y empleo en sus zonas rurales de influencia. No en vano, el sector industrial genera en la provincia de Córdoba, algo más de 1900 empleos directos.

Por otro lado, ante la preocupación manifiesta de los poderes públicos por el medio ambiente y las políticas estratégicas puesta en marcha por parte de la Comisión (estrategia de la granja a la mesa), así como por parte del Gobierno (España Circular 2030), las almazaras industriales llevan años desarrollando proyectos que les permita incrementar el valor añadido de los subproductos y residuos obtenidos en el proceso de producción, con el objetivo de convertirlos en materias primas secundarias que suponga una revalorización de las mismas, así como una prolongación de su vida útil.

Calidad, diferenciación y sostenibilidad son los principios fundamentales que mueven la actividad comercial de una almazara industrial, pero no estamos solos.

Existen operadores del sector con una gran cuota de mercado cuya estrategia de comercialización genera tendencia en el precio, lo que dificulta absolutamente un posicionamiento basado en la excelencia del producto, por lo que las almazaras industriales que, en la mayoría de los casos tienen dimensión de PYME, se ven inmersas en proceso de innovación para diferenciar su producción del resto de los aceites de oliva producidos.

Innovación a través de la diversificación de productos, innovación en el packaging, acercamiento a los gustos del consumidor, estrategia omnicanal. Es decir, cualquier planificación que suponga una mayor aproximación a los gustos del consumidor, que incremente el valor añadido de los AOVEs producidos, en contraposición a una estrategia de comercialización basada en el volumen de producción.

En un contexto de una caída drástica de la producción de aceite de oliva en Córdoba que, según el Aforo de la Junta de Andalucía, se estima en algo más de 150.000 Tm. nos enfrentamos a elevados costes de producción y a unos precios de los aceites de oliva que deben acomodarse a la oferta y demanda del mercado. Es precisamente en estas circunstancias, cuando más se debe poner en valor las propiedades saludables del aceite de oliva, su obtención por procedimientos naturales y sostenibles, el gran valor culinario que aporta a la gastronomía, a la dieta Mediterránea, sus aportaciones a la cultura, variables que puedan competir con una subida de precios.

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