UNIVERSIDAD REGIONAL AUTONOMA DE LOS ANDES UNIANDES
SNACKS, CAFETERIA Y COCKTAIL LUNCH ING. DIEGO FREIRE CARRERA DE CHEFS OLIVIER PERALVO 8VO CHEFS AMBATO ECUDOR
El Café
El café es la segunda bebida preferida en el mundo después del agua, hoy en día el café representa una necesidad para cierto tipo de personas, actualmente se consumen más de 100 millones de sacos de café, en las plantas procesadoras de Estados Unidos, más de 20 contenedores de barcos son descargados cada día y los sacos son apilados hasta 5 metros y medio de altura. El creador de star box se le ocurrió la idea cuando el paseaba por Italia, dice que noto la relación de las personas con el café ya que esta es una bebida romántica. El grano de café en realidad es la semilla del café. La primera evidencia del cultivo de café proviene de Etiopia a comienzos del siglo x D.C. un pastor de cabras llamado Cadivi descubrió el efecto del café cuando su cabras comieron de un arbusto y estas cerezas las excitaron, el primer consumo de café como alimento se le deba una tribu en Etiopia llamada oromo, esta tribu cocía los granos de café con manteca, el café aparece en Yemen cuando probablemente los aborígenes oromos los comían cuando atravesaban el mar rojo, en Yemen es donde las primeras matas de café fueron cultivadas como sembrío en el siglo XV, desde Yemen el café se extiende hacia todo el mundo árabe. Café turco El café turco es una mezcla de azúcar, agua y café el café turco se hierve tres veces, en el siglo XVII las cafeterías extendieron a Europa Occidental e Inglaterra, en estos sitios se bebía alcohol porque no podían beber agua del rio por miedo a contraer cólera o alguna otra enfermedad, el café ayudo a disminuir el consumo de alcohol. El cafeto es probablemente originario de la provincia de Kaffa, en Etiopía, pero la cuestión no está resuelta completamente. La leyenda dice que un pastor de Abisinia (actual Etiopía), llamado Kaldi, observó el efecto tonificante de unos pequeños frutos rojos de arbusto en las cabras que lo habían consumido en los montes, efecto comprobado por él mismo al renovarse sus energías. Parece que las tribus africanas, que sabían del café desde la Antigüedad, molían sus granos y elaboraban una pasta utilizada para alimentar a los animales y aumentar las fuerzas de los guerreros. Su cultivo se extendió en primer lugar en la vecina Arabia, llevado probablemente por prisioneros de guerra, donde se popularizó aprovechando la prohibición del alcohol por el Islam. Yemen fue un centro de cultivo importante, desde donde se propagó al resto del mundo árabe. Se le llamó qahwa, que significa vigorizante. Los datos arqueológicos disponibles hoy en día sugieren que el café no fue «domesticado» antes del siglo XV: el proceso de elaboración de la bebida, largo y complejo, explica quizás el descubrimiento tardío de las virtudes de las semillas del cafeto, poco atractivas inicialmente. Los recientes
descubrimientos (1996) de un equipo arqueológico británico, aún por confirmar, dejan entrever la posibilidad de que el consumo comenzara a partir del siglo XII, en Arabia. Expansión en el mundo musulmán. Los efectos del café eran tales que fue prohibido en la llamada de imanes ortodoxos y conservadores en La Meca en 1511 y en El Cairo en 1532, pero la popularidad del producto, en particular entre los intelectuales, impulsó a las autoridades a cancelar el decreto. En 1583, Léonard Rauwolf, un médico alemán recién llegado de un viaje de diez años por Oriente Medio, fue el primer occidental en describir el brebaje: Una bebida tan negra como la tinta, útil contra numerosos males, en particular los males de estómago. Sus consumidores lo toman por la mañana, con toda franqueza, en una copa de porcelana que pasa de uno a otro y de la que cada uno toma un vaso lleno. Está formada por agua y el fruto de un arbusto llamado bunnu. Estos comentarios llamaron la atención de mercaderes, a los que la experiencia del comercio de las especias les había hecho sensibles a este tipo de información. En el siglo XV, los musulmanes introdujeron el café en Persia, Egipto, África Septentrional y Turquía, donde la primera cafetería, Kiva Han, abrió en 1475 en Constantinopla. Léonard Rauwolf. Se considera que fue el botánico alemán Léonard Rauwolf quien, por primera vez, describió el café en un libro publicado en 1583. El café resultó especialmente reprobado por los sectores protestantes, aunque no produciría reacciones tan ásperas como el tabaco. Ya en 1611 algunos terratenientes alemanes pusieron en marcha el sistema de prohibir su difusión. Estas medidas se mantienen durante al menos un siglo en el norte y este de Alemania, hasta que Federico II de Prusia despenaliza su uso, sometiéndolo al pago de un fuerte impuesto. El malestar frente al café prosiguió en el norte de Europa hasta bien entrado el siglo XIX. Cuando en el siglo XVII llegó por primera vez el café a Europa, algunos sacerdotes católicos lo llamaron una amarga invención de Satanás, pues lo veían como un posible sustituto del vino, el cual, en su opinión, había sido santificado por Cristo. Sin embargo, según el libro Coffee, se dice que el papa Clemente VIII probó la bebida y al instante quedó cautivado. Para resolver el dilema religioso, bautizó simbólicamente el brebaje, haciéndolo así aceptable para los católicos. En el sur y oeste de Europa se observó una mayor tolerancia. En la década de 1650 comenzó a ser muy importado y consumido en Inglaterra, y se comenzaron a abrir cafeterías en Oxford y en Londres. La primera cafetería en Londres se abrió en 1652. Las cafeterías se convirtieron en lugares donde nacieron las ideas liberales, debido a la visita frecuente a esos lugares (donde, por cierto, se distribuían panfletos) por parte de filósofos y letrados. En 1676, esta agitación incitó al fiscal del rey Carlos II de Inglaterra a
pedir el cierre de las cafeterías, citando crímenes de ofensa contra el propio rey y contra el reino.
Las reacciones en contra de tal decisión fueron tales que el edicto de cierre debió revocarse. Los flujos de ideas alimentadas por el café modificaron profundamente al Reino Unido. Había más de dos mil cafeterías, según un registro del año 1700. La famosa compañía de seguros Lloyd's fue en su origen una cafetería, fundada en 1688. El cultivo del café se da en una región de la Tierra denominada Cinturón Verde del Café. La siembra de cafetos se da por partes. Primeramente se siembran semillas o bayas en invernaderos controlados. Cuando ha pasado un tiempo y se obtiene el almácigo, se traslada al destino final del arbusto. El tiempo promedio para que un cafeto produzca café de calidad y de manera sostenida es de 3 años. Después de esto, puede producir café hasta por 50 años.
Él te Es una delicada hoja famosa por su capacidad de relajar y estimular, bebemos 1,5 billones de tazas de té, posee propiedades únicas que ayuda a los seres humanos, él te es muy rentable en indonesia, china, argentina y para encontrarla en E.E.U.U debemos ir a california, el te crece con altas temperaturas, él se te da muy bien en esta región, los arbustos pueden vivir ciento de años, en 1799 Un francés introduce la planta en Estados Unidos, en Estados Unidos es la 6ta bebida preferida por los ciudadanos, En Kenia ocupa más de 10.800 hectáreas, y en China aún se realiza la cosechas a mano, hay 3 tipos de té verde. Negro y oolong, todos estos proceden d la misma planta. Primer paso es el secado reposan durante 18 horas, y hay que controlar la humedad .Las hojas de té (las dos superiores y la yema) se recogen del extremo de la rama. A continuación se llevan a la planta de procesamiento, donde siguen este proceso. Las hojas recogidas se colocan en una línea de secado, donde se han de mustiar. Este primer paso puede llevar de 10 a 20 horas y su propósito es extraer la humedad interior de la hoja hasta (depende de la variedad) de un 60 a un 70% de la humedad original (es decir, de la que tenía en el momento de la recolección). Esta reducción de humedad hace que la hoja se pueda plegar y la hace más manejable para la siguiente fase. Ésta consiste generalmente en el cortado o triturado. Estas máquinas cortan o trituran la hoja para exponer las enzimas del interior de las células para que entren en contacto con el oxígeno. A este proceso se le denomina “oxidación”. Las hojas comienzan a ponerse de un color cobre brillante, para lo que normalmente se necesita de dos a tres horas. Después de esta fase el té entra en la operación de secado. Se le retira la humedad interior hasta que se reduce a un 2 a 7% de su peso, durante entre 30 minutos y varias horas. La
operación de secado es excepcionalmente importante porque este proceso es el que “sella” dentro todo el sabor y puede representar una de las mayores diferencias entre un té mediocre y un té soberbio, incluso aunque provengan de la misma región. Después de la operación de secado, el té puede ser expuesto a electricidad estática u otro sistema para retirar tallos o fibras indeseadas que no añaden sabor al té y sin embargo sí constituyen un peso adicional que el consumidor acaba pagando. En una época se pensó que el té verde y el té negro procedían de plantas distintas. Sin embargo, los seis tipos principales (blanco, verde, oolong, negro, aromatizado y prensado) y las múltiples variedades existentes dentro de cada categoría, que suman más de tres mil tés de todo el mundo, son el resultado de los diferentes métodos de elaboración de la misma planta. Sin importar el tipo que tomes, el té en general es un gran diurético y uno de los mejores antioxidantes por lo que colabora en la prevención del envejecimiento, favorece la reducción de colesterol, mejora tus defensas, ayuda a combatir la anemia por su contenido de hierro y aporta cero calorías por lo que al consumirlo caliente te ayuda a combatir la ansiedad de comer. Quizá sea uno de los más populares y comerciales, este tipo disminuye la absorción de triglicéridos y colesterol ayudando a reducir la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, además su contenido de taninos favorece en problemas estomacales como la diarrea y los cólicos. Proviene de la misma planta del té negro, por ello sus beneficios son similares, sin embargo el verde es conocido por poseer mayores antioxidantes por estar menos procesado que el otro, es capaz de reducir de forma efectiva la formación de coágulos anormales favoreciendo nuestro corazón, además disminuye los niveles de azúcar en la sangre y tiene propiedades antibióticas para ciertas bacterias estomacales, su contenido de fluoruro colabora en el fortalecimiento de los huesos. Al igual que el negro favorece la disminución del colesterol, esto junto a su eficacia para trabajar los azúcares que consumimos lo ha convertido en el favorito de quienes hacen dietas. Su color proviene del doble proceso de fermentación que sufre, su contenido de teína lo convierte en un gran estimulante por ello debe ser consumido con moderación en el caso de personas nerviosas, además de aportar los mismos beneficios que los otros tipos de té, el rojo por ser rico en quercertina está asociado al humor, por lo que en Oriente es recomendado para la depresión, la melancolía y el mal humor. Adicionalmente facilita la digestión, ayuda a desintoxicar el organismo y es bueno para obtener un mejor bronceado.