Imh506 by Obras Misionales Pontificias

Pbro. Dante De Sanzzi

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

n nuevo octubre misionero nos convoca. Queremos seguir en sintonía con el Año Jubilar de la Misericordia , propuesto por el Papa Francisco, y que nos invita a vivir las obras de misericordia corporales y espirituales. Vivir la misericordia como la del Padre es clave para la misión. Es ver con los ojos de Dios nuestro alrededor. El Padre es infinitamente misericordioso, paciente y leal, y tarda en enojarse ( Sal 108). Esta forma de vida se nos sugiere en la evangelización, es entender la realidad del hermano, es estar en paz con todos, es compadecerme del que se equivoca; es el Domingo Mundial de las Misiones la posibilidad de crecer como misioneros, teniendo los ojos elevados a Dios y el corazón abierto a los hermanos. Ser misioneros con Jesús. Él es el gran profeta anunciador de Buenas Noticias y portador de la paz. Se trata de acercarnos al Señor y acompañarlo en la misión cotidiana. Estar con Él, sentir con Él, sufrir y gozar con Él. Así nos aseguramos, también, su compañía en nuestras debilidades y problemas. Aunque seamos infieles, Él perma-

nece fiel, ya que no puede desmentirse a sí mismo ( 2 Tim 2,13). Este mes de las misiones tengamos como signo la caridad. Todos vivimos alguna situación incómoda y nos sentimos fuera de foco. Ante tanta desigualdad y falta de firmeza, no perdamos el ser objetivos. Y la convicción que Dios no abandona. Ayudemos al que necesita. Corporal, material o espiritualmente podemos llevar a cabo la misión. Que Santa Teresita del Niño Jesús, nuestra patrona que celebramos al comenzar el mes y María, la Reina de las Misiones, nos impulsen a sentir la misericordia como el Padre y hacer nuestra misión con Jesús.

Revista

«Iglesia Misionera Hoy»

sep-nov2016

1/ Editorial P. Dante De Sanzzi 2/ Staﬀ

Nº 506

4/ Iglesia misionera, testigo de misericordia Mensaje del Papa Francisco 8/ Jornada Mundial de las Misiones - 90 años P. Dante De Sanzzi

Contenido

10/ Guión para la Misa del DOMUND 2016 Equipo de Animación Misionera de la Dioc. de Jujuy 14/ Corazones inquietos, corazones misioneros Jazzmina Aguilar Herbas 17/ Comentario a la Intención misionera de Ocubre P. Dante De Sanzzi 18/ Ayuda económica de la Iglesia Argentina a la Misión Universal Norma Jiménez 20/ Aportes alcancías de la IAM

Norma Jiménez

23/ Para rezar, pensar, soñar, programar creativamente, vivir... Lic. Victorina Ramos

staff Director Pbro. Dante De Sanzzii Administración: Cdra. Norma Jiménez Equipo de Redacción Favio Rosso Pbro. Pedro Brassesco Pbro. Abel Iglesias Cortina, sdb Hna.Sandra Mazzanti Lic. Victorina Ramos Pbro. Horacio Varela Roca Dr. Fabián Romano

25/ Vida Consagrada donde la vida clama Lic. Hna. Sonia Zbrun 28/ Angola, la misión como desafío Anacleto Da Silva 30/ Misioneros del Reino María de la Paz Carbonari, ddm 33/ Cadena del Rosario Misionero 37/ Misión, un estilo de vida

Sofía González

39/ En tus manos encomiendo mi espíritu P. Horacio Varela Roca 42/ Toda Misión se termina 45/ Los Gigantes

P. Horacio Varela Roca

Subsidio Octubre Misionero Testimonio Misionero Octubre Misionero Actualidad

Lic. Analía Castillo Sosa

47/ Despertar la conciencia misionera hoy 49/ Cruz de Matará 52/ Pastoral Misionera

Redacción

Equipo de Animación de GM Cristian Giambrone

54/ La misión de acompañar a los latinos P. Fernando Carmona

56/ Mujer laica y visionaRedacción ria 58/ Una voz para la familia Favio Rosso 60/ Un ‘siempre amigos’ más allá de las fronteras Ezequiel Rogante 63/ El amor puede más que cualquier liDr. Fabián Romano mitación 65/ Carta a los misioneros ‘ad gentes’ Equipo de Animación de GM 68/ Calendario del Octubre Misionero Animación de GM

Equipo de

Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2016

Queridos hermanos y hermanas: El Jubileo extraordinario de la Misericordia, que la Iglesia está celebrando, ilumina también de modo especial la Jornada Mundial de las Misiones 2016: nos invita a ver la misión ad gentes como una grande e inmensa obra de misericordia tanto espiritual como material. En efecto, en esta Jornada Mundial de las Misiones, todos estamos invitados a «salir», como discípulos misioneros, ofreciendo cada uno sus propios talentos, su creatividad, su sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana. En virtud del mandato misionero, la Iglesia se interesa por los que no conocen el Evangelio, porque quiere que todos se salven y experimenten el amor del Señor. Ella «tiene la misión de anunciar la

misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio» (Bula Misericordiae vultus, 12), y de proclamarla por todo el mundo, hasta que llegue a toda mujer, hombre, anciano, joven y niño. La misericordia hace que el corazón del Padre sienta una profunda alegría cada vez que encuentra a una criatura humana; desde el principio, él se dirige también con amor a las más frágiles, porque su grandeza y su poder se ponen de manifiesto precisamente en su capacidad de identificarse con los pequeños, los descartados, los oprimidos (cf. Dt 4,31; Sal 86,15; 103,8; 111,4). Él es el Dios bondadoso, atento, fiel; se acerca a quien pasa necesidad para estar cerca de todos, especialmente de los pobres; se implica con ternura en la realidad humana del mismo modo

que lo haría un padre y una madre con sus hijos (cf. Jr 31,20). El término usado por la Biblia para referirse a la misericordia remite al seno materno: es decir, al amor de una madre a sus hijos, esos hijos que siempre amará, en cualquier circunstancia y pase lo que pase, porque son el fruto de su vientre. Este es también un aspecto esencial del amor que Dios tiene a todos sus hijos, especialmente a los miembros del pueblo que ha engendrado y que quiere criar y educar: en sus entrañas, se conmueve y se estremece de compasión ante su fragilidad e infidelidad (cf. Os 11,8). Y, sin embargo, él es misericordioso con todos, ama a todos los pueblos y es cariñoso con todas las criaturas (cf. Sal 144.8-9). La manifestación más alta y consumada de la misericordia se encuen-

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

tra en el Verbo encarnado. Él revela el rostro del Padre rico en misericordia, «no sólo habla de ella y la explica usando semejanzas y parábolas, sino que además, y ante todo, él mismo la encarna y personifica» (Juan Pablo II, Enc. Dives in misericordia, 2). Con la acción del Espíritu Santo, aceptando y siguiendo a Jesús por medio del Evangelio y de los sacramentos, podemos llegar a ser misericordiosos como nuestro Padre celestial, aprendiendo a amar como él nos ama y haciendo que nuestra vida sea una ofrenda gratuita, un signo de su bondad (cf. BulaMisericordiae vultus, 3). La Iglesia es, en medio de la humanidad, la primera comunidad que vive de la miseri-

cordia de Cristo: siempre se siente mirada y elegida por él con amor misericordioso, y se inspira en este amor para el estilo de su mandato, vive de él y lo da a conocer a la gente en un diálogo respetuoso con todas las culturas y convicciones religiosas. Muchos hombres y mujeres de toda edad y condición son testigos de este amor de misericordia, como al comienzo de la experiencia eclesial. La considerable y creciente presencia de la mujer en el mundo misionero, junto a la masculina, es un signo elocuente del amor materno de Dios. Las mujeres, laicas o religiosas, y en la actualidad también muchas familias,

viven su vocación misionera de diversas maneras: desde el anuncio directo del Evangelio al servicio de caridad. Junto a la labor evangelizadora y sacramental de los misioneros, las mujeres y las familias comprenden mejor a menudo los problemas de la gente y saben afrontarlos de una manera adecuada y a veces inédita: en el cuidado de la vida, poniendo más interés en las personas que en las estructuras y empleando todos los recursos humanos y espirituales para favorecer la armonía, las relaciones, la paz, la solidaridad, el diálogo, la colaboración y la fraternidad, ya sea en el ámbito de las relaciones personales o en el más grande de la vida social y cul-

tural; y de modo especial en la atención a los pobres. En muchos lugares, la evangelización comienza con la actividad educativa, a la que el trabajo misionero le dedica esfuerzo y tiempo, como el viñador misericordioso del Evangelio (cf. Lc 13.7-9; Jn 15,1), con la paciencia de esperar el fruto después de años de lenta formación; se forman así personas capaces de evangelizar y de llevar el Evangelio a los lugares más insospechados. La Iglesia puede ser definida «madre», también por los que llegarán un día a la fe en

Cristo. Espero, pues, que el pueblo santo de Dios realice el servicio materno de la misericordia, que tanto ayuda a que los pueblos que todavía no conocen al Señor lo encuentren y lo amen. En efecto, la fe es un don de Dios y no fruto del proselitismo; crece gracias a la fe y a la caridad de los evangelizadores que son testigos de Cristo. A los discípulos de Jesús, cuando van por los caminos del mundo, se les pide ese amor que no mide, sino que tiende más bien a tratar a todos con la misma medida del Señor; anunciamos el don más hermoso y más grande que él nos ha

dado: su vida y su amor. Todos los pueblos y culturas tienen el derecho a recibir el mensaje de salvación, que es don de Dios para todos. Esto es más necesario todavía si tenemos en cuenta la cantidad de injusticias, guerras, crisis humanitarias que esperan una solución. Los misioneros saben por experiencia que el Evangelio del perdón y de la misericordia puede traer alegría y reconciliación, justicia y paz. El mandato del Evangelio: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y

del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado» (Mt 28,19-20) no está agotado, es más, nos compromete a todos, en los escenarios y desafíos actuales, a sentirnos llamados a una nueva «salida» misionera, como he señalado también en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium: «Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (20). En este Año jubilar se cumple precisamente el 90 aniversario de la

Jornada Mundial de las Misiones, promovida por la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe y aprobada por el Papa Pío XI en 1926. Por lo tanto, considero oportuno volver a recordar la sabias indicaciones de mis predecesores, los cuales establecieron que fueran destinadas a esta Obra todas las ofertas que las diócesis, parroquias, comunidades religiosas, asociaciones y movimientos eclesiales de todo el mundo pudieran recibir para auxiliar a las comunidades cristianas necesitadas y para fortalecer el anuncio del Evangelio hasta los confines de la tierra. No dejemos de realizar también hoy este gesto de comunión eclesial misionera. No permitamos que

nuestras preocupaciones particulares encojan nuestro corazón, sino que lo ensanchemos para que abarque a toda la humanidad. Que Santa María, icono sublime de la humanidad redimida, modelo misionero para la Iglesia, enseñe a todos, hombres, mujeres y familias, a generar y custodiar la presencia viva y misteriosa del Señor Resucitado, que renueva y colma de gozosa misericordia las relaciones entre las personas, las culturas y los pueblos. Vaticano, 15 de mayo de 2016, Solemnidad de Pentecostés Francisco

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Pbro. Dante De Sanzzi

les. La Basílica de San Pedro quedó asombrada en su totalidad: el Papa recaudaba, hacía colecta para las misiones.

El día de Pentecostés del año 1922, en medio de la homilía, en el aniversario del nacimiento de la Iglesia “en salida”, tomó su solideo y lo pasó entre los concelebrantes, obispos y sacerdotes, también fie-

Cuatro años después, en 1926, el 14 de abril, el Santo Padre instituyó la Jornada Mundial de las Misiones. El tercer Domingo de octubre, queda como día de celebración de dicha colecta, aunque cada país acomada la celebración, según las necesidades pastorales.

l que impulsó con fuerza el Domingo Mundial de las Misiones, fue el Papa Pío XI. Un hombre que empujó a sentir la necesidad de colaboración por las misiones.

En esta jornada, la Iglesia reza muy especialmente por las misiones y se realiza la Colecta, esperando la generosidad del pueblo fiel. Todo lo recaudado se suma a un fondo solidario y de ayuda universal para solventar la evangelización en zonas muy necesitadas y pobres. Ayudamos al crecimiento social y educativo de estos pueblos. Desde hace 90 años, lo recaudado en todas las comunidades parro-

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

quiales, se distribuyen en diócesis y territorios con verdadera necesidad, de manera equitativa, por medio de las Obras Misionales Pontificias, sus directores nacionales y los colaboradores que trabajan en comunión con los obispados. El esfuerzo económico es grande, la solidaridad va creciendo, pero la necesidad también es cada vez mayor. Cualquier apoyo, aunque sea pequeño, es válido.

No solo por cumplir un aniversario de “cifra redonda” (90 años), nos anima a ayudar; la misión es constante, es actual, no duerme. Todo los años y todo el año seguimos recolectando ayuda material y espiritual para las misiones. “¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!” clamaba el gran apóstol misionero San Pablo. Ay de nosotros, si no nos mueve a compasión la necesidad de tantos hermanos que no recibieron la Palabra de Vida,

los sacramentos, el alivio y la misericordia de Dios. Ayudemos a las misiones, aportemos nuestro granito de arena. Que en este nuevo Domingo Mundial nos encuentre disponibles a abrir el corazón a aquellos que llevan la Buena Noticia y a los que la reciben. Seremos misericordiosos como el Padre, misioneros con Jesús.

Equipo de Animación Misionera (*)

Guión para la Santa Misa

Domingo 09 de octubre 2016

«Misericordiosos como el Padre, misioneros con Jesús» Celebración de la Eucaristía Se sugiere rezar las oraciones de la misa por la Evangelización de los pueblos Los signos (en relación al pan, y al Congreso Eucarístico) son optativos. Disponer de una mesa cerca del altar para colocar los signos que se presentan durante la celebración

Ambientación: Hoy estamos recordando y celebrando la vocación misionera de la Iglesia con el Domingo Mundial de las Misiones. Le pediremos al Señor que nos ayude a vivirla plenamente En todo tiempo estamos invitados a renovar el urgente llamado a anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Una nueva etapa en la Evangelización de siempre. Un nuevo compromiso para todos los cristianos de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe. La Iglesia siente la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre. A todos, cre-

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

yente y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros.

Liturgia de la Palabra:

La Iglesia tiene la Misión de anunciar la misericordia de Dios. La tarea misionera nace en el encuentro personal con Cristo. Es Él quien nos envía a evangelizar y nos invita a llevar el mensaje de salvación a los hombres y mujeres

Pueden tomarse las lecturas del domingo correspondiente al domingo 28 durante el año: 2 Re 5,10.14-17, Salmo 97,1-4, 2 Tim 2,8-13, Lc 17,11-19 o la de la misa por la Evangelización de los pueblos: Is 56,6-7, Salmo 66, 1 Tim 2, 1-8, Mateo 28, 16-20

Canto de entrada

Monición única:

Después del saludo inicial del celebrante se presentan las espigas Las espigas son el signo de las semillas que aceptaron ser sembradas, caer en tierra y morir, para así crecer y dar fruto. Queremos vivir la misión como siembra y cosecha. Dar frutos para la vida y misión de la Iglesia

Acto penitencial: La Eucaristía estimula la conversión y purifica el corazón penitente, consciente de las propias miserias y deseosos del perdón de Dios.

Dios nos acompaña, camina con nosotros. Escuchemos su Palabra con mente y corazón abiertos, para alimentar nuestra fe, iluminar nuestra conciencia y seguir sus enseñanzas. Junto a la Palabra se presenta la levadura, la sal y el agua Así como la harina necesita de la levadura, la sal y el agua para ser transformada en pan, nuestra vida necesitan del alimento de la Palabra para entrar así en dialogo de amistad con Dios y conocer plenamente su verdad. CREDO

Se presenta la harina La Harina es fruto del grano de trigo que después de ser cosechado ha aceptado ser molido. La Misericordia de Dios también viene a purificar nuestra vida, aceptando la molienda de todo aquello que tiene que ser transformado. El celebrante invita a pedir perdón: Pedimos perdón porque no siempre buscamos la voluntad de Dios en la vida personal y comunitaria, Señor ten Piedad Pedimos perdón por no estar abiertos a las inspiraciones del Espíritu poniendo al servicio los dones recibidos, Cristo ten piedad Pedimos perdón porque en nuestra misión no siempre estamos cerca del hermano que sufre, Señor ten piedad GLORIA «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Oración de los fieles: A cada intención respondemos: Escucha señor la oración de tu pueblo Para que renueves en toda la Iglesia el ardor misionero y acrecientes en el Papa, los Obispos y sacerdotes la caridad pastoral para que sean signos vivientes de tu misericordia. Por todas las comunidades religiosas e institutos seculares, para que fortalezcas en el corazón de cada uno de ellos la alegría de pertenecerte para siempre y sostengas su entrega cada día.

Para que Dios sostenga la tarea de estar cerca de los que sufren, los que viven las periferias materiales y existenciales y nos ayude a crecer en la búsqueda de la justicia y la solidaridad

Te pedimos Padre por nuestra Patria, los gobernantes y responsables de nuestro pueblo, , para que dejen guiar sus decisiones con la verdad de tu Palabra, para que de esta manera trabajen por la paz y el progreso social de todos

Para que fortalezcas la fe y la vocación de los catequistas, jóvenes, animadores de comunidad, y de cada una de las obras misionales para que vivan con alegría y generosidad la vocación misionera

Pidamos al Señor que retribuya con su generosidad a todos los que con su ayuda en tiempo, dinero y talentos, colaboran diariamente en la obra misionera de la Iglesia

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Liturgia de la Eucaristía: Ofertorio: En cada ofrenda eucarística entregamos para recibir. El pan y el vino serán Cuerpo y Sangre, serán vida para nuestra vida. Jesús Eucaristía es ofrenda agradable al Padre. Se presenta el pan y el vino y la masa para amasar La masa necesita manos que amasen el pan con manos llenas de trabajo, manos llenas de esperanza y alegría, de angustias y tristezas. Manos que quieren expresar la cercanía de la misericordia de Dios a cada hermano y hermana que encontramos en el camino

Saludo de la paz: El pan es símbolo de todo aquello que despierta hambre en nosotros. Antes de sentarnos a la mesa del Banquete, expresamos entre hermanos la paz que nos trae Jesús. Se presentan dos panes sin cocinar El pan amasado es el resultado de la unión de la harina con la levadura, la sal y el agua y unas manos que amasan. Todo expresa el sentido fraterno de la unidad que debe reinar entre los hombres. Oración del celebrante: Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles….

Comunión: Jesús nunca nos deja solos. Ésa es la expresión fundamental de su misericordia. Que la presencia del Señor en sus vidas nos haga cada vez más alegres misioneros del amor de Cristo. Reconocemos a Jesús en la Eucaristía, para adorarlo, celebrarlo y renovar nuestro compromiso de anunciarlo y testimoniarlo, en el hoy de nuestra Patria, de manera personal y comunitaria.

Antes de la Bendición: La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia-el atributo más estupendo del Creador y del Redentor- y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador. Tenemos que dejar en los demás el deseo por Jesús. Se presentan paneles cocinados para repartir como signo al finalizar la Eucaristía La Eucaristía es el pan de la misión, que nos acompaña en el camino y nos invita a todos a ser pan y don para los demás, aprender a dar desde la pobreza. Al final de la misa se sugiere hacer las oraciones a Maria Reina de las misiones y a los patronos Santa Teresita del Niño Jesús y San Francisco Javier (*) Diócesis de Jujuy

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Yazzmina Aguilar Herbas(*)

Corazones inquietos, corazones misioneros

Llegué a España el 18 de octubre de 2015, con el deseo que movió desde niña mi vocación, el hacer más amigos para Jesús, compartir el amor de Dios. Esta es mi primera misión fuera del país y en otro continente, las preguntas eran muchas, pero el corazón estaba dispuesto. Los primeros meses, fueron difíciles, al principio me sentí bastante perdida, yo venía de estar en plena actividad, me costó llegar y tener que hacer un alto en el camino. Tenía muchas ganas de moverme, de irme metiendo y colaborar, pero aprendí que lo primero era escuchar, mirar desde el corazón, estando atenta y abierta a “todo”. Necesitaba parar y darme un tiempo para conocer a mis hermanas de comunidad, a la gente y para que ellos me conocieran. También

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

diferentes grupos. Luego también, está la Pastoral Vocacional del cole, en estos momentos estoy acompañando a los monitores y conociendo cada vez más los grupos de adolescentes y niños, a los cuales les ofrecemos un espacio donde vivir una experiencia comunitaria de fe y que desde ese encuentro con Jesús puedan descubrir la misión a la que Él los llama.

necesitaba tiempo para situarme espacial y cronológicamente, ya que acá el curso escolar inicia en septiembre y finaliza en junio del siguiente año. Lo cual me era muy extraño y aún lo es un poco. Mi comunidad, la comunidad educativa y las comunidades parroquiales, me recibieron muy bien, todos deseaban que me sintiera como en casa. La gente mayor en general, al presentarme me decían: “muchos misioneros fueron de acá para allá y ahora vienen ustedes, Dios quiera que nos puedan contagiar su alegría y esperanza, la necesitamos”. Me siento muy chiquita ante tales expectativas, lo cierto es que yo no tengo las respuestas o las soluciones que ellos quizás esperan. Pero desde mi pobreza y fragilidad, quiero compartir mi fe y la experiencia de Jesús en mi vida.

Yo venía acostumbrada a un ritmo de pastoral que acá por las ocupaciones familiares, las distancias y sobre abundancia de ofertas en cuanto a actividades, difiere bastante de lo que conocemos en América. En este poquito tiempo aprendí que hoy por hoy, el colegio católico, es el ámbito privilegiado de misión. Muchos son los que reciben acá, el primer anuncio, a los que vienen de afuera hay que ayudarlos a que no pierdan la vivencia de la fe, sino que la puedan potenciar y compartir. Y como la mayoría de las familias, los fines de semana se trasladan a las aldeas, es muy difícil que hagan vida de comunidad en alguna parroquia. Acá los grupos de catequesis sacramental y de perseverancia y grupos juveniles son muy reducidos a lo que venía acostumbrada. En la mayoría de las parroquias la catequesis se da entre semana y para que tanto niños y adolescentes tengan una experiencia de grupo, por lo general una

Actualmente, estoy a la espera de que el ministerio reconozca mi título de docente y comenzar a trabajar oficialmente. Pero como nuestro colegio es grande y constantemente recibimos algún alumno nuevo, sobre todo de América, los cuales requieren un acompañamiento y apoyo más intenso, no sólo para poder estar a la par del resto de sus compañeros, sino también para poder integrase y adaptarse lo mejor posible a este nuevo medio, colaboro como voluntaria y doy clases de apoyo en «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

vez al mes se unen 3 o 4 comunidades, para tener juntos la catequesis. Los fines de semana casi no hay actividades pastorales destinadas a niños o jóvenes, sobre todo en las grandes ciudades.

Gracias a Dios, sigue habiendo corazones inquietos y en búsqueda de algo más, y catequistas, consagrados y sacerdotes que se dan cuenta de esa sed e intentan ofrecer diferentes espacios que les permita crecer en la fe y profundizar su experiencia con Jesús. Les compartí mi experiencia con la IAM y se asombraron de que los niños lleven tal ritmo. Decían asombrados, “eso es muy intenso para los nuestros, acá la Infancia Misionera, funciona con niños asociados, que colaboran con su oración y cooperación monetaria, por medio de la hucha (alcancía en Argentina) y la revista misionera, pero sin formar grupos ni comunidades”. Lo más fuerte de la pastoral diocesana y a lo que apuntan, es a la catequesis sacramental y que en ella

puedan tener una experiencia de fe, que los motive de tal manera que continúen sus comunidades. De allí que las propuestas tanto para niños como para jóvenes, están centradas en experiencias de “comunidad”, de “oración” y “servicio”. Por ejemplo, una de las propuestas para adolescentes y jóvenes es, La Tienda del Encuentro, que consiste en un encuentro al mes, donde comparten un tiempo de oración y adoración, y un espacio de fraternidad entre ellos. Allí se reúnen un promedio de 30 adolescentes y jóvenes de casi 40 parroquias, que son un porcentaje muy pequeño, pero sin duda, como me decía un coordinador, el desafío es grande y estos espacios hay que cuidarlos y prepararlos muy bien, ya que representan un oasis en medio del desierto. Estoy además, preparándome para los Votos Perpetuos, si Dios quiere los haré el 30 de agosto. Y al comenzar el nuevo curso, espero estar colaborando en alguna parroquia, por ahora vivo cada día con nueva ilusión, tratando de compartir la fe y el amor de Dios con alegría. Gracias por acompañarme con sus oraciones. ¡De los niños y adolescentes del mundo! ¡Siempre amigos!

(*) Hijas de la Natividad de María La Coruña, España. Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Pbro. Dante De Sanzzi Comentario a la intención misionera de octubre

Que las comunidades cristianas renueven la alegría y la responsabilidad de anunciar el Evangelio

l fin de semana de los días 8 y 9 de octubre, llevaremos adelante en nuestra Iglesia Argentina el denominado Domund, que significa Domingo Mundial y que es por las misiones. La colecta anual y la oración universal por la tarea evangelizadora y por los misioneros esparcidos en los cinco continentes. Todos los meses del año, el Santo Padre invita a hacer una oración como intención por las misiones. Y en el mes de octubre pide «que

la Jornada Mundial de las Misiones sea un motivo para que las comunidades cristianas renueven la alegría y la responsabilidad de anunciar el Evangelio». Recuperar la alegría. Sabemos que en el camino de la fe viviremos situaciones angustiantes o quizás no tan esperadas. Es angosta la puerta por la cual se ingresa a la Vida y espacioso el camino que lleva a la perdición. Lo cómodo, a veces ciertos placeres, lo fácil, nos lleva a estar en situaciones que luego son

incómodas. A pesar de ello, estar en presencia del Señor llena de alegría al cristiano, porque solo Él puede saciar nuestras necesidades espirituales, y nos asistirá en las cruces de todos los días. La misión es responsabilidad de todos. Pero sin dudas que el mayor desafío es de aquellos que dedican su vida a la misión. El camino es en algunos momentos arduo y difícil, pero se asume una responsabilidad desde el bautismo y en el momento que escuchamos la llamada a ir más allá de nuestras fronteras geográficas. Se misiona yendo:«id por todo el mundo y predicad el evangelio» es el pedido de Jesús a la Iglesia naciente (Mt 28); pero también la misión se realiza quedándose, es decir, en nuestros ambientes cotidianos. De estas meditaciones surge que a todos nos compete dar la Buena Noticia. Y tenemos que ayudarnos y ayudar al Padre en este camino. La Jornada Mundial con su colecta imperada es motivo para ponernos en

marcha. Nadie puede decir que no es su obligación. Claro que lo es. Y lo haremos bien, con alegría y responsabilidad, cuando descubramos el don de Dios y la promesa cumplida en aquellos que lo escuchan, lo siguen, y le agradan. Este año nos proponemos ser «Misericordiosos con el Padre y misioneros con Jesús». La misericordia y la misión van juntas. Si hago un buen acto y «me quedo tranquilo» por cumplir, no estará completo el objetivo. A la vez que misionar, por el simple hecho de «hacer» algo sin misericordia, no agrada a Dios. Invitamos a todos a sumarnos a la Iglesia Misionera. Tu colaboración, por mínima que sea, ayudará a saciar parte del hambre de la comunidad de hermanos que lo agradecerán con su oración. Es el hambre y sed de Dios la que hay que asistir en este tiempo difícil que nos toca vivir. Feliz mes de las misiones, con alegría y responsabilidad.

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Cdra Norma Jiménez

Ayuda económica de la Iglesia Argentina a la Misión Universal comparativo Colectas 2013, 2014 y 2015 (cifras en pesos) S eñ or es Ob i sp os: Nos convoca la Iglesia misionera a colaborar con las misiones en todo el mundo y con los misioneros, evangelizadores y portadores de la Buena Noticia. En este año 2016 el lema que nos convoca es “Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús”. Necesitamos de la ayuda de todos. Descubrimos año a año la solidaridad de la Iglesia Argentina, el compromiso de muchas diócesis y sus pastores, el compromiso de los laicos, incrementándose la cantidad de personas que acercan su ayuda para esta colecta. Las Obras Misionales Pontificias agradecen por lo que cada Diócesis pudo aportar ya que la suma de todo ayuda mucho para sostener esta gran tarea evangelizadora. Compartimos un informe de la ayuda económica recibida.

2014

2015

Var. 14-15

San Isidro Buenos Aires Lomas de Zamora San Miguel Quilmes San Martin San Justo Laferrere Avellaneda-Lanus Morón Merlo Moreno

223.794,28 127.272,00 84.451,50 35.962,46 30.765,82 43.057,20 32.000,00 5.827,40 12.748,00 10.438,00 6.849,21 613.165,87

278.838,77 152.552,00 70.000,00 53.123,00 41.681,52 37.656,85 60.311,00 5.325,00 12.938,00 4.765,00 9.454,91 726.646,05

339.691,82 214.006,00 133.253,28 65.716,76 49.435,97 45.699,25 40.171,00 18.686,67 13.275,00 4.799,70

60.853,05 61.454,00 63.253,28 12.593,76 7.754,45 8.042,40 -20.140,00 13.361,67 337,00 34,70 -9.454,91 198.089,40

Región Centro

Córdoba Río Cuarto Villa María Cruz del Eje Dean Funes San Francisco

76.000,00 105.919,05 106.033,44 15.950,00 8.752,72 36.072,17 348.727,38

198.498,40 116.552,80 60.395,66 27.185,00 4.698,72 40.871,11 448.201,69

115.413,18 118.848,00 70.554,00 32.100,00 6.708,00 343.623,18

-83.085,22 2.295,20 10.158,34 4.915,00 2.009,28 -40.871,11 -104.578,51

Mendoza San Rafael San Luis San Juan

210.710,55 54.076,99 14.550,80 7.824,51 287.162,85

156.015,49 73.035,72 25.152,17 254.203,38

229.508,63 82.107,41 22.702,50 334.318,54

73.493,14 9.071,69 -2.449,67 0,00 80.115,16

Santa Fe Rosario Paraná Rafaela Concordia Gualeguaychú Venado Tuerto San Nicolás

157.907,97 138.228,60 85.796,85 50.637,02 28.541,70 35.500,00 12.000,00 508.612,14

209.859,75 135.624,36 124.790,60 53.956,14 39.368,15 21.055,00 15.950,00 5.922,90 606.526,90

269.291,90 168.915,53 154.436,21 70.345,20 67.100,00 26.320,00 18.677,00

59.432,15 33.291,17 29.645,61 16.389,06 27.731,85 5.265,00 2.727,00 -5.922,90 168.558,94

Región Buenos Aires

2013

Región Litoral

Circunspcripción

Región Cuyo

Pbro. Dante De Sanzzi - Director Nacional de las OMP

924.735,45

775.085,84

Otros

Región Platense

Región NOA

Región NEA

Región Patagonia-Comahue

Circunspcripción

2013

2014

2015

Var. 14-15

Comodoro Rivadavia Neuquén Alto Valle de Rio Negro Viedma San Carlos de Bariloche Esquel Río Galleqos

48.257,75 35.107,35 17.248,35 11.718,90 6.600,00 9.800,00 54.537,62 183.269,97

67.235,85 53.007,29 25.027,20 11.275,80 6.530,00 30.994,02 194.070,16

115.335,00 59.955,80 29.534,22 20.691,00 7.640,00 6.448,00 1.000,00 240.604,02

48.099,15 6.948,51 4.507,02 9.415,20 1.110,00 6.448,00 -29.994,02 46.533,86

Formosa Posadas San Roque Puerto Iguazú Oberá Reconquista Goya Santo Tomé Resistencia Corrientes

82.437,30 35.338,15 40.170,00 26.787,00 27.010,70 21.252,10 14.273,25 16.114,56 37.843,28 35.045,69 336.272,03

120.302,15 52.585,60 50.570,45 35.961,85 20.469,35 25.856,80 12.854,00 16.605,36 99.176,66 58.555,22 492.937,44

127.491,80 85.660,15 67.546,50 50.100,00 49.258,00 26.846,00 25.780,00 23.484,65

7.189,65 33.074,55 16.976,05 14.138,15 28.788,65 989,20 12.926,00 6.879,29 -99.176,66 -58.555,22 -36.770,34

Tucumán Jujuy Salta Oran Santiago Del Estero Cafayate Concepción Catamarca La Rioja Humahuaca Añatuya

49.062,17 30.214,00 19.477,80 15.620,75 5.800,00 10.164,60 8.786,20 7.897,00 300,00 147.322,52

67.661,94 39.137,00 24.598,30 15.556,25 7.000,00 11.061,30 7.800,00 17.373,00 2.494,00 192.681,79

Zárate-Campana Mar del Plata Bahia Blanca Nueve de Julio Azul Santa Rosa Mercedes-Luján La Plata Chascomús

84.065,90 45.172,35 55.052,07 38.295,00 40.000,00 41.329,32 13.790,60 21.642,20 339.347,44

75.943,00 96.659,96 60.507,80 47.905,00 40.787,00 58.927,60 16.369,94 10.598,40 26.789,19 434.487,89

442.518,95

55.445,75 -2.999,91 29.968,52 -3.585,00 554,00 -22.544,77 -11.419,94 -10.598,40 -26.789,19 8.031,06

2.000,00 -

4.380,00 -

6.280,00 -

1.900,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

2.000,00

4.380,00

6.280,00

1.900,00

3.682,00 17.874,00

6.337,00 49.958,03

5.500,00 35.816,03

-837,00 -14.142,03

Maronita Opus Dei Armenia Ucraniana Castrense Oriental

COLEGIOS Sede OMP

Totales

456.167,10

13.958,63 25.480,45 25.204,30 13.841,35 6.170,00 1.898,70 1.700,00 -17.373,00 -2.494,00 0,00 0,00 68.386,43

81.620,57 64.617,45 49.802,60 29.397,60 13.170,00 12.960,00 9.500,00 261.068,22 131.388,75 93.660,05 90.476,32 44.320,00 41.341,00 36.382,83 4.950,00

2.787.436,20 | 3.410.430,33 | 3.825.717,30

415.286,97

Cdra Norma Jiménez

Aportes alcancías de la Infancia y Adolescencia Misionera Argentina

Aportes en pesos enviados hasta el 31 de diciembre de cada año

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

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Lic. Victorina Ramos

Para rezar, pensar, soñar, programar creativamente, vivir...

El sentir de nuestro querido Papa Francisco queda expresado en el Nº 5 de MV: ¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! El lema del Año también refleja esta intención: Misericordiosos como el Padre (MV 14c)… y este es nuestro desafío, hoy! RECORDAR!

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

OBRAS DE MISERICORIA CORPORALES Nuestro juicio final se basará en gran medida en el amor de Dios, pero manifestado en nuestro amor por el prójimo.

«Tenemos que encontrar a Jesús presente en el penoso disfraz de los pobres”, y San Vicente de Paul, conocido por su gran amor por los pobres, en realidad llamaba a los pobres “sus amos” (Madre Teresa de Calcuta). Vivir En Nuestras `parroquias - Comunidades la Pastoral de la acogiday una movida solidaria invitando a tod@s a participar en ella:

las Obras de Misericordia Corporales hechas con la más noble de las intenciones agradan al Corazón de Jesús inmensamente. sin embargo, es igualmente importante practicar las Obras de Misericordia Espirituales.

24 OBRAS DE MISERICORIA ESPIRITUALES Jesús puntualizó «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma en el proceso? ¿Qué puede hacer un hombre para cambiar su alma?» Francisco se lamenta en «Evangelii Gaudium» que uno de los más comunes y graves descuidos es la falta de predicar la Palabra de Dios a los pobres. Entonces deberíamos pensar en primer lugar, llenar sus estómagos hambrientos. Pero luego, llenar sus almas con el pan de la Palabra de Dios y el Pan de Vida que es la sagrada Comunión. Dios premia al que se avise al pecador y por traerlo de vuelta al camino correcto, y nos promete la salvación y la expiación de muchos de nuestros pecados personales con sólo traer de vuelta a un pecador extraviado. lee las palabras del Apóstol santiago: «Hermanos míos, si uno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver, sepan que el que hace volver a un pecador de su mal camino salvará su vida de la muerte y obtendrá el perdón de numerosos pecados» (santiago 5: 19-20).

O b R A A N O s A l A Pregúntate a ti mismo en humilde plegaria cuál de estas obras de misericordia espirituales crees que el Espíritu santo te está inspirando a emprender en este momento. Nunca olvides las palabras inspiradoras y desafiantes de Jesús: «Cualquier cosa que hagas al menor de mis hermanos me la haces a mí» (Mt. 25: 40) Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Lic.Hna Sonia María Zbrun (*)

La vida religiosa es profundamente misionera cuando su vida entregada al Proyecto del Reino, en todo tiempo y lugar, está incondicionalmente al servicio generoso de los demás. Hoy en el continente latinoamericano y también en Argentina toma como Horizonte Inspirador el Icono Bíblico de la Visitación.

aría sale al encuentro de la necesidad de su prima. Esta salida es la que va inspirando en nuestros corazones el deseo de volver la mirada hacia María, en este hermoso misterio de la Visitación. Saliendo deprisa al encuentro de la vida, como Ella.

todas las claridades y certezas en la mano, y además con alegría. ¡Cuántas salidas así han sido tan fecundas en nuestras congregaciones!; y también, cuántas veces por esperar claridades y certezas, nunca salimos de lo mismo, de lo nuestro, de lo seguro que empobrece y desencanta.

María, en la Anunciación, le preguntó al ángel: «¿Cómo sucederá esto?» comprendió que estaba frente a un misterio ante el cual se reverenció, como se inclina el corazón cuando adora, con un «¡hágase!» amoroso y fecundo. Inmediatamente, se levanta con prontitud, sin demora, deprisa, y en el camino, en lo cotidiano del andar, fue encontrando el sentido de la respuesta que el ángel le dio sobre el “cómo”; la encuentra en el salir de ella misma para servir amorosamente, para llevar la vida, para hacer encuentros que sean visitación. Nos está mostrando una metodología evangélica-mariana, que implica salir sin tener «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

26 Podemos afirmar que en la medida en que nos ponemos en actitud de salida, con prontitud mariana, se actualiza el misterio de la Encarnación y la Vida Consagrada va siendo, cada vez más, memoria viviente del modo de existir y de actuar de Jesús como Verbo encarnado ante el Padre y ante los hermanos. Se va manifestando más misionera de Misericordia. Anuncio del Amor grande del Padre manifestado en Jesús a quien seguimos a fondo y con la riqueza de un carisma y una espiritualidad recibidos en nuestros fundadores, actualizados y recreados en la realidad concreta de nuestras entregas y solidaridades.

como María, en quien se cumplirían las cosas que le fueron dichas por parte del Señor. Isabel no sólo simboliza lo antiguo, sino que en su persona se encuentran condensadas todas las esperanzas de Israel, toda su sabiduría, toda la

memoria de un Pueblo que hasta ese momento supo caminar, entre luces y sombras, volviendo continuamente los ojos hacia la Promesa Mesiánica. ¡Qué fuerza encontraría María al abrazarla, qué inmenso gozo saberse contenida por una mujer que ya ha hecho un camino de espera paciente y de fe y que sabe también de misterio y vida esperanzada en el Señor!. Nadie mejor que Isabel podía abrazar a María. Nadie mejor que María podía abrazar a Isabel. Se prestan un servicio mutuo: el de fortalecerse en su ser de mujeres creyentes, y el de poder alegrarse juntas por sentir vibrar dentro de cada una la vida que milagrosamente se estaba gestando en sus entrañas, en las entrañas de la misma humanidad y de la creación entera. Y este encuentro visitación finaliza con un canto, el del Magnificat. Es el canto profético que brota de una experiencia mística. Es la Nueva

El fruto de esta salida es el encuentro con Isabel. Mujer llena de confianza y esperanza, creyente, Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Alianza la que se inicia con este canto que expresa la experiencia de Dios en María: “engrandece mi alma al Señor”. El Papa Francisco nos dice que la Vida Consagrada sigue al Señor de manera especial, de modo profético. El Magnificat nos da pistas para el estilo de profecía que hoy nos toca vivir. Sentimos que estamos en tiempos difíciles, urgidos de una visitación profética, de actitudes contraculturales, de palabras llenas de audacia, de gestos de misericordia que despierten al mundo. Hagamos como lo que hicieron en su tiempo tantas y tantos religiosos audaces, que incluso con su vida, dieron este testimonio profético-martirial. ¿No será hoy, el servicio, una de las más grandes profecías? ¿No será la alegría una profecía necesaria? ¿No será el hacer cantar la esperanza, con María, a los más pobres y pequeños, la belleza profética que salvará al mundo? ¿No será que desde la irrelevancia y la peque-

27 ñez nuestra voz profética como Vida Consagrada tenga más fuerza cuando se pone del lado de los pobres, cuando grita por la dignidad humana, cuando acompaña a los que sufren hambre e injusticias, cuando desde los areópagos de la cultura va sembrando un pensamiento alternativo, cuando desde lo cotidiano genera procesos de paz y reconciliación? Una profecía-visitación que acompaña, que escucha, que va a las causas, que da esperanza, que se dona desde su fragilidad, caminando en carisma y misión compartidos. Con estas dos grandes mujeres, salgamos misioneramente deprisa al encuentro de la vida, especialmente allí donde está clamando.

(*) Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia Cfr. Reflexiones de la CLAR (Conferencia Latinoamericana de religiosas/os) «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Anacleto Da Silva (*)

Angola, la Misión como desafío Angola es un país del continente africano con 25 millones de habitantes. En 1975 se independizó de Portugal. Sin embargo, una vez emancipado, el nuevo país se vio inmerso en una intensa y duradera guerra civil que se prolongó hasta el 2002. El nivel de vida de la mayor parte de los an28 goleños es muy bajo y con grandes desigualdades económicas. Recibe cada año miles de misioneros, muchos de ellos argentinos, que van a compartir con las comunidades y colaborar con la pastoral misionera. Desde Obras Misionales Pontificias nos cuentan porqué la tarea misionera sigue siendo para ellos un gran desafío.

ueridos amigos misioneros, soy Anacleto Da Silva, laico y asesor parroquial de la Infancia y Adolescencia Misionera en la Parroquia de la Santa Cruz, en la Arquidiócesis de Luanda, Angola. Angola es un país bello y forma parte del continente africano. Tiene 28 provincias y Luanda, su capital, alberga gran parte de su población. La mayoría son cristianos a pesar de ser un estado laico. En todo el territorio hay 15 diócesis y 5 Arquidiócesis. Las Obras Misionales Pontificias están presente desde el año 1976, y los grupos misioneros surgieron a comienzos de los 80. Aún en la actualidad, algunos de estos grupos cuentan con poco número de miembros. Tenemos la Infancia y Adolescencia Misionera, Grupos Juveniles de Misión y están surgiendo Familias Misioneras y la Pontificia Unión Misional.

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

La realidad misionera nos presenta un gran desafío. Los grupos articulados con las Obras Misionales Pontificias subsisten gracias al trabajo y a la disponibilidad de niños, adolescentes y jóvenes comprometidos con el anuncio del Evangelio y que asumen su condición de bautizados. Los apoyos para la animación misionera aún son escasos, pero con esfuerzo, dedicación y entusiasmo hemos podido realizar diversas actividades. Trabajo en las Obras Misionales Pontificias desde el 2001, ya que deseaba tener una vida cristiana activa, además era exigencia de la catequesis parroquial que los jóvenes que se preparaban para recibir el sacramento de la confirmación debían participar de algún grupo. Así me integré a un grupo juvenil misionero. La tarea consistía en formar y animar a niños y jóvenes y realizar a actividades caritativas como visitar hospitales y cárceles, recoger donativos, realizar campamentos y jornadas bíblicas sin dejar de lado la participación en la Eucaristía y el rezo del Santo Rosario. En cuanto a la formación, en la Arquidiócesis de Luanda, se realizan encuentros con los asesores de grupos, así el futuro formador va

adquiriendo conocimientos de una realidad misionera, doctrinal y social.

Fuera de la capital, en zonas más alejadas, la experiencia misionera es todavía muy débil. Las distancias entre municipios es grande. Otras diócesis intentan trabajar en unión con todas las OMP, pero se necesita reforzar los encuentros con misioneros de otros países ya que esto podría fortalecer nuestra pastoral. Lamentamos que en algunos lugares no tenemos asistencia de misioneros y los desafíos que asumimos sobrepasan nuestras capacidades humanas.

grupos cuentan con más de 50 niños, fruto de una gran tarea de los animadores que, a pesar de, la poca experiencia y formación, se muestran con disponibilidad al trabajo. En agosto de este año, entre los días 25 al 28, se llevará a cabo la 1º Jornada Nacional de las Obras Misionales Pontificias, en la diócesis de Benguela. Será un buen momento para analizar el camino recorrido, trazar metas, orientaciones, y dar un rumbo concreto a las OMP. Contamos con la oración de toda la Argentina, que siempre colaboró con nuestro país enviando misioneros. Que sea posible este encuentro con el fin de enderezar el camino de las Obras Misionales Pontificias en la Iglesia de Angola.

(*) Luanda, Angola saompluanda@hotmail.com

Valoramos la actividad de la Infancia y Adolescencia Misionera en casi todo el país. La mayoría de los «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

María de la Paz Carbonari, ddm (*)

Mateo 10, 1-23

nes, como nos lo recuerda Isaías (Is 49,6). Sólo después de la resurrección la misión evangelizadora tendrá un alcance universal. Para que esta misión sea anticipo del Reino de los cielos, debe anunciarse con gestos y con palabras que el Reino de los cielos está cerca: “curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos” (v.8). Estos son los signos que indican que el tiempo del reinado de Dios ha comenzado. “No lleven encima oro ni plata, ni monedas” (vv. 9-10). Los enviados están llamados a renunciar a la seguridad de la posesión y a confiar totalmente en Dios.

Jesús inaugura el Reino de los Cielos (Mt 4,17- 8,17) y la muchedumbre ve el poder de este Reino anunciado en palabras. Jesús se presenta como misionero del Reino asociando a los discípulos a este anuncio. Mateo nos regala en el capítulo 10, la carta magna del discípulo misionero. Este asociar a los discípulos a la misión de hacer presente el Reino, está motivado por la ternura de Jesús hacia las ovejas sin pastor: “Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor” (9, 36). Se necesitan obreros para la mies. Por eso él llama a los Doce apóstoles a que prolonguen su propia misión: hacer presente el Reino desde la gratuidad. Y los envía a las ovejas perdidas del pueblo de Israel, porque es a Israel que corresponde ser luz de las nacio-

Pero hay una certeza que los anima: en el anuncio del Reino podrán experimentar la presencia del Espíritu enviado por el Padre, Espíritu de vida que hablará por su intermedio (v.20). Las dificultades que se enuncian, reflejan el contexto histórico y social de la comunidad de Mateo. Las divisiones, las persecuciones, son condición de los discípulos contemporáneos al evangelista. En esta tarea de hacer presente el Reino, de anunciarlo, en estas primicias del Reino, nos va a dar como primer resultado la paz que muchos de los contemporáneos esperan. La Palabra aceptada por unos, pero rechazada por otros, va a traer división aún en el interior de la familia, entendida como pueblo. Aceptar el Reino supone obediencia a la voluntad de Dios, buscar ese Reino y su justicia.

Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo Proclamación del Texto: Mateo 10, 1-23

Leemos

5 En las instrucciones de cómo ir, de cómo emprender la misión, Jesús pide que no se carguen de cosas. ¿De qué cosas me tengo que desprender? ¿Qué cosas o situaciones impiden reflejar los valores del Reino?

Lectura: ¿Qué dice el texto? 1 ¿Dónde se desarrolla la escena? 2 ¿Quiénes están presentes? 3 Subrayar los verbos utilizados en las instrucciones de Jesús. ¿En qué tiempo (presente, pasado, futuro) y persona (singular, plural) están? 4 ¿Qué significa sacudirse el polvo de los pies? 5 ¿A qué actitud los invita Jesús cuando estén en dificultades, cuando salgan a anunciar el Reino? Meditación: ¿Qué me dice el texto?

SEgundO MOMEnTO: Compartimos lo meditado entre todos.

PrIMEr MOMEnTO: Meditamos en silencio las siguientes preguntas: Oración: ¿Qué le decimos a dios a partir del texto? 1 Jesús convocó a los Doce y me convoca, me llama por mi nombre. ¿Me siento llamado y en- El envío de Jesús nos llena de alegría, pero también deja a la luz nuestras incoherencias y en ocasiones nuestras viado a anunciar el Reino? mediocridades en este camino. Presentemos todo esto 2 A estos Doce Jesús los envió, me envía, y ese al Señor, que nos ha invitado a compartir la experiencia envío tiene muchas veces momentos claves, ex- de ser “uno de los suyos”. periencias concretas. ¿Cuál ha sido la experiencia Nos ponemos en presencia del Señor y le agrade encuentro con Jesús que ha despertado en mí decemos su Palabra. Hoy es una Palabra que el deseo de anunciarlo? llama a nuestra puerta e interroga nuestra vida de 3 Jesús envía a sus discípulos a las ovejas perdidas discípulos. de Israel. ¿A quiénes me siento llamado/a anunLe pedimos perdón. Tal vez hemos abandonado ciar este Reino de los Cielos? el camino del seguimiento con algunas excusas. Aunque hayan sido muy importantes, nos han Jesús les recuerda a los Doce, al enviarlos, que 4 desviado de nuestro camino. Hacemos memoria han recibido gratuitamente y que están llamados de esos momentos y ponemos nombre a esas exa dar gratuitamente. ¿Cómo vivo la experiencia cusas: familia, trabajo, prestigio. de gratuidad en mi vida y en mi misión? «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Durante un momento de silencio leemos de nuevo el pasaje bíblico. Con la luz que nos ha aportado la Palabra, la meditación compartida y la oración, coloco una palabra o frase al margen del texto. Con ella formulo el compromiso que quiero asumir. Compartimos en el grupo nuestros compromisos. Le presentamos nuestro grupo, nuestra comunidad, grupo de discípulos misioneros que siguen a Jesús por el camino. Le pedimos que él siga acompañándonos en esa tarea de anunciar el Reino de Dios.

Ponemos ante él nuestro mundo, el lugar que nos ha sido entregado para trabajar a favor del Reino. Si hemos recibido rechazo de él por anunciar a Jesús, tomamos conciencia de esos momentos y bendecimos esas personas o situaciones, ya que Jesús nunca devuelve mal por mal. Me quedo mirando a Jesús. Hoy vuelve a presentarse en el camino de mi vida y me llama de nuevo y me envía. Dejo que me inunde su confianza en el Padre, sus proyectos acerca del Reino, su amor y misericordia. Solo con un corazón empapado de este modo puedo responderle.

Oración final: Terminamos rezando juntos esta oración, en la que expresamos nuestra disponibilidad ante la llamada de Jesús. Señor, nosotros queremos acompañarte en el camino. Queremos vivir nuestra vida como un itinerario, en continua desinstalación, ser una Iglesia en salida. Deseamos poner nuestra atención y nuestras energías en tu Reino, Sin que nada nos distraiga de ello, teniendo nuestra mirada puesta en vos. Las exigencias del camino no serán nada

Tras unos momentos de silencio, expresamos en voz alta nuestra oración de petición, agradecimiento o perdón según lo que es Espíritu nos haya sugerido.

Compromiso: ¿Qué hace surgir en mí este texto?

Comparadas con la alegría del evangelio, con el gozo de seguirte. (*) Departamento de Pastoral Bíblica de la CEA pastoralbiblicacea@gmail.com

Jesús envía a los Doce, hace comunidad. Tomamos conciencia de que la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, es una comunidad de enviados, de discípulos misioneros. Por eso, al finalizar esta oración queremos expresar nuestro compromiso o lo que es lo mismo, nuestra promesa con los otros. Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

omo lo hacemos anualmente, en este mes de las misiones, volvemos a pedir la intercesión de la Virgen María por nuestra misión y la del mundo

Dios. Imitemos la jornada de Pentecostés, donde la Madre de Dios impulsa a los discípulos, primeros misioneros de su Hijo, a sostenerse con la oración.

Queremos seguir comprometidos como Iglesia misionera a acompañar la Colecta por las misiones de manera material, sin dejar de lado la ayuda espiritual.

Agradezco por cada día del mes de octubre el compromiso asumido por los que descubrieron su misión diaria: grupos misioneros, animadores de comunidades, enfermos y ancianos, consagrados y laicos.

entero.

Nuevamente pedimos desde las Obras Misionales Pontificias esta ayuda con la oración. Que todas nuestras diócesis, a lo largo y a lo ancho del país podamos unirnos pidiendo la alegría y capacidad de salir de nosotros mismos para llegar a los demás, principalmente alejados y enfermos. Sabemos de la generosidad de nuestra gente y de la piedad popular. Que no se apague el Espíritu Santo de

Que María, Reina de las Misiones, nuestra Madre y de la de todos los misioneros, nos proteja con su manto y nos anime a seguir con la confortadora alegría de evangelizar.

Pbro. Dante De Sanzzi Director de OMP Argentina

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

¿Qué hacer para participar? 1. Unirte a tu diócesis en el día que ya tiene designado para participar de la cadena del rosario misionero, o cuando cada uno/a pueda hacerlo.

2. Notificar al director/a de OMP o delegado/a de tu diócesis, o bien, informar al siguiente e-mail: director@ompargentina.org.ar, o al teléfono: (011) 4863-1357. Brindando los siguientes datos: nombre completo, parroquia/movimiento/ grupo/ colegio, diócesis a la que pertenece, día y hora que se compromete a rezar el rosario misionero (teniendo en cuenta que se rezará las 24 horas del día, y la duración de cada rosario es de 30 minutos) para que se pueda completar la jornada y lo podamos colocar en el sitio web oficial de las OMP: www.om pa r ge nti na .or g.a r 3. En el sitio oficial www.ompargentina.org.ar también podrás anotarte de manera online completando el formulario de la Cadena del Rosario 4. Enviar, si así lo desea, un e-mail compartiendo testimonios de la experiencia vivida a partir de esta propuesta de la cadena del rosario misionero. 5. Multiplicar y difundir esta propuesta a través de las distintas redes sociales en todas las diócesis del País y más allá de las fronteras, para que sean muchos los que se unan y así, promover nuestra cooperación misionera con tantos hermanos que anuncian a Jesús en el mundo entero.

Arqui/ Diócesis/ Prelatura Día asignado

Buenos Aires Bahía Blanca Córdoba Corrientes La Plata Mendoza Mercedes-Luján Paraná Resistencia Rosario Salta San Juan de Cuyo Santa Fe de la Vera Cruz Tucumán Alto Valle del Río Negro Añatuya Avellaneda-Lanús Azul Catamarca Comodoro Rivadavia Concepción Concordia Cruz del Eje Chascomús Formosa Goya Gregorio de Laferrere Gualeguaychú Jujuy La Rioja Lomas de Zamora Mar del Plata Merlo-Moreno Morón

Arqui/ Diócesis/ Prelatura Día asignado

1 1 2 2 3 3 4 4 5 5 6 6 7 7 8 8 9 9 10 10 11 11 11 11 12 12 13 13 14 14 15 15 16 16

Neuquén Nueve de Julio Oberá Oran Posadas Puerto Iguazú Quilmes Rafaela Reconquista Río Cuarto Río Galleqos S. C. de Bariloche San Francisco San Isidro San Justo San Luís San Martín San Miguel San Nicolás San Rafael San Roque Santa Rosa Santiago del Estero Santo Tomé Venado Tuerto Viedma Villa María Zárate-Campana Cafayate Deán Funes Esquel Humahuaca

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Sofía González

Misión, un estilo de vida Jesucristo, Señor de la Historia, te agradecemos por el don de la fe recibida. Que la frescura de tu Espíritu nos anime a compartir lo que recibimos gratuitamente y a anunciar la alegría de tu reino. Tengo la alegría de escribirles sobre el regalo inmenso que Dios hace a mi vida en este tiempo. Desde los primeros veranos en que salíamos con el grupo misionero de la parroquia, he sentido la invitación de Jesús, a ir a anunciarlo un poco más allá (de mí, de las fronteras, de esos quince calurosos días). Con algunas excusas lo pospuse unos años, sin embargo, con infinita ternura y delicadeza para conmigo, el Señor siguió primereándome y preparando mi corazón, hasta el día de hoy en que no deseo más que cantar

cada día junto a María, la misericordia de nuestro buen Dios. Soñaba con África. Sin embargo, de la mano de Mama Antula, poco a poco, me fue llevando donde Él quiso: Santos Lugares, en nuestra querida diócesis de Añatuya, provincia de Santiago del Estero.

Que los grupos Misioneros manifestemos la misericordia del Padre a los que están excluidos y alejados y asumamos que la vida se acrecienta dándola, reflejando en nuestros gestos cotidianos la presencia de Jesús.

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

A pesar de estar aquí hace pocos meses, ¡ya hay tanto que podría compartirles! Creo que lo mejor será contarles sobre algunas riquezas que encuentro al vivir la misión en estos lugares santos. Una de ellas es que no estoy sola. Junto a las familias santiagueñas, vamos formando una comunidad misionera, con personas de diversos lugares y formas de vida: misioneros de Argentina y de América Central; religiosas, laicas, sacerdote. Algunos viviendo aquí hace años, otras hace unos meses, y también a la espera de más misioneros que están por llegar. Soñando quedarnos por seis meses, un año o toda la vida.

Creo que nuestro Padre Dios se encarga de hacernos experimentar el ser hermanos. No sólo entre quienes convivimos, sino también con cada familia que nos abre sus puertas y nos hace sentir en casa. Otra riqueza que voy descubriendo, es la fe de nuestro pueblo en el noroeste argentino. La Religiosidad Popular en estas tierras, ¡tiene tanto para enseñarnos! En el día a día, en los gestos cotidianos, aprendo un modo nuevo de vivir y expresar la fe. El tomar gracia de los Santos, las procesiones con nuestra Madre (en especial la Virgen de Huachana, tan amada en estas tierras), el encender luces y poner flores de nueva vida en la cruz de los difuntos; son algunas de las muchas formas que tienen para mostrar que Jesús está presente, cercano y resucitado.

Que siguiendo tus pasos seamos Iglesia en salida, yendo a las periferias de este mundo con nuevo impulso misionero. La parroquia El Santo Cristo, junto con sus cuarenta y nueve comunidades, tiene mucho trabajo para ofrecer. Jornada Mundial por las Misiones

Algunas actividades son más rutinarias (como los programas de la FM parroquial, el trabajo en el colegio secundario, el grupo de jóvenes o de biblia) y otras son más itinerantes (como el instalarse durante algunos días en cada paraje, especialmente en los más alejados –muy parecido a las misiones de verano- o las fiestas patronales en cada lugar). Una vez más, resuenan las palabras del Papa Francisco y voy re-descubriendo cuáles son las periferias que el Señor me invita a atravesar en este tiempo. También aquí, podemos misionar en la vida cotidiana con los profesores y alumnos del colegio al que puedo llegar a pie, así como moviéndonos cientos de kilómetros para llegar a aquellos lugares y familias que parecen haber sido olvidados entre promesas electorales, caminos de tierra que se vuelven imposibles de transitar, y escuelas, en varios casos, con aulas vacías. No llegamos a todo lo que quisiéramos, pero confío en que la obra es del Señor, que Él hace grandes cosas con nuestra pobreza, y que seguirá enviando trabajadores a la cosecha.

Que María, reina de las Misiones, nos ayude a descubrir la vocación misionera y nos anime a la revolución de la ternura. Aquí nos tienes, Jesús, para seguir en comunión y alegría, anunciando tu Buena nueva y teniendo la misión como estilo de vida. Siguiendo la invitación de Jesús, comencé mi caminito en los Grupos Misioneros. Allí, descubrí que el Señor me seguía llamando. Y sé que muchos más deben estar experimentándolo también. ¡Cuánto más tendrá Dios para sorprendernos! Aquí nos tienes, Jesús. Sofía González

Pbro. Horacio Varela Roca

Hay una espiritualidad misionera? Apenas miremos la actividad misionera en la Iglesia nos daremos cuenta que hay miles de espiritualidades en la comunidad cristiana, y muchas de ellas se han formado al calor de la misiones en las distintas partes del mundo y en los variados momentos de la historia.

La acción misionera lleva la novedad del Evangelio a toda la humanidad, “hasta los confines del mundo” como pide Jesús. Esto le ha mostrado a la Iglesia las inmensas diferencias entre los grupos humanos. No hablan los mismos idiomas, la manera de escribir pasa de las letras propias en un lado a los ideogramas en otras comunidades. Cambian la manera de comer, la forma de cubrirse el cuerpo, la organización familiar, el modo de curarse de las enfermedades. Incluso es distinto el humor, pues es fácil comprobar que no se ríen de lo mismo los que viven en los llanos que los que habitan en la montaña. La espiritualidad es una manera determinada de enfrentarse a la condición humana, es decir, cómo el ser humano se hace cargo de la vida cotidiana para vivir nuestra su dignidad básica: ser libre, vivir en familia y formar parte de la ciudadanía. La espiritualidad es la manera como el hombre asume su fin último. Pues todos sabemos que hay finalidad en la vida, y Jesús nos salva con su gracia y nos enseña a vivir en dignidad para ese fin último.

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

de amor y de conocimiento. Veremos algunas características de cada grupo, pero teniendo en cuenta siempre que cada categoría no es excluyente de la otra sino que se pueden dar mezcladas en cada grupo humano y en cada religión. Intentamos ver la obra del Espíritu en la humanidad, sin perdernos y sin herir la maravillosa multiplicidad de espiritualidades.

Características de las espiritualidades

Tipificación de las espiritualidades

No hay una sola espiritualidad en la Iglesia. En ninguna religión del mundo encontramos que tengan una espiritualidad única. La espiritualidad es una actitud mental para atender la dignidad y el fin último de la condición humana. Esta actitud es tan variada dentro de las religiones como dentro de las comunidades y también en las familias. En un mismo núcleo familiar, aunque tengan muchas actividades en común, aún las religiosas, sin embargo las mentalidades son distintas. Puede haber un padre taciturno, con una madre muy activa, y los hijos salirles uno conversador, otro muy estudioso, uno más laborioso que comunicativo. Son la misma familia, pero sus espiritualidades pueden ser muy distintas. Lo mismo sucede hacia el interior de las religiones y de toda la humanidad. Por eso, si somos misioneros no podemos ir con una espiritualidad, sino que tenemos que atender a las variadas mentalidades que encontraremos dentro del mismo territorio.

Hay personas, y grupos humanos, que desarrollan su condición humana adoptando como modelo una o varias imágenes. Puede ser de Cristo, de la Virgen y los Santos. Estas imágenes obran por afuera de las personas atrayéndolas, por dentro de las personas inspirándolas y por arriba de las personas mediante la intercesión y la orientación. Llamamos a esta tipología de acción, porque estas espiritualidades se verifican en los rituales, procesiones, y especialmente en las obras de caridad. Otra tipología se refiere al Absoluto, a Dios, como el misterio oculto en el alma humana. Este misterio se puede descubrir y hacerse efectivo por el amor, y se puede llegar a una relación personal, mediante el diálogo. Este diálogo con Dios, en el contexto religioso, lo llamamos oración. En este caso Dios no es un atrayente y orientador del alma humana, sino también el constitutivo de esa alma. No se puede vivir ni ser sin ese amor, sin el descubrimiento de la Persona divina. Este tipo de espiritualidad sostiene algunas de las obras de misericordia espirituales, por ejemplo, perdonar al que nos ofende o consolar al triste.

La realidad de tantas espiritualidades provoca desconcierto entre los misioneros. Por eso, para hacer bien la tarea, no se puede realizar ninguna acción misionera sin una preparación previa, que posibilite anunciar, con autenticidad y respeto, la Vida eterna y la libertad de los hijos de Dios, que el mismo Padre Eterno concede a todos. Es imposible conocer todas las espiritualidades, pero las podemos tipificar en tres grandes grupos: de acción, Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

La tercera tipología espiritual es la que reafirma el pensamiento y la intuición. En la fe cristiana, este camino se fundamenta en el en el Bautismo, en el cual somos sumergidos en Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es cuando se comprende, dentro de las limitaciones de la mente humana, que en Dios “vivimos, nos movemos y existimos”, como les enseñaba el Apóstol Pablo a los griegos. Las espiritualidades de este grupo quedan bien expresadas en las obras de misericordia que dicen “enseñar al que no sabe” o “dar buen consejo al que lo necesita”.

Espiritualidades misioneras

Nos damos cuenta que podemos hablar de muchas espiritualidades misioneras, y que pueden ser variadas en los grupos de quienes van a evangelizar y como en la gente que recibe el anuncio. Esta situación pide que los misioneros se formen cuidadosamente en el conocimiento del ser humano, y practiquen esos conocimientos ya entre los que serán parte de la acción misionera. Para este fin, un diálogo fraterno y maduro es indispensable.

Otro aspecto se refiere a la diferencia entre espiritualidad y religión. La religión abarca muchísimas formas de espiritualidad. Podemos decir más, dado la espiritualidad es una forma de vivir que impregna todo lo que el hombre hace, cualquiera sea su condición y sus circunstancias, la tarea religiosa misionera es alentar esa actitud humana. Este es uno de los sentidos de la misión de Jesús: “He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10,10). La finalidad de la religión es cobijar y animar la espiritualidad del hombre. Un último aspecto, no menos importante. Demos gracias a Dios, que en su infinita bondad y amor, nos ha dado tal variedad de espiritualidades. De esta manera ha facilitado el camino para que todos podamos, desde nuestro carácter y condición, llegar a ese fin último de la vida, toda bienaventuranza y plenitud.

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Pbro. Horacio Varela Roca

Todas las cosas se acaban, todo en el mundo es contingente. Esta palabra hace referencia a la tangente: es aquella línea recta que toca a la circunferencia en un solo punto. La ex42 presión popular dice “toco y me voy”. Frente a las dimensiones del Universo, en el cual vivimos y en donde Dios nos lleva a la plenitud de la salvación, nuestras vidas, aún las más largas, parecen apenas un grano de arena en la playa de los seres vivos. Si pensamos nuestras acciones, tenemos que darnos cuenta que en algún momento se terminarán. Con este criterio, miremos las misiones que emprendemos al servicio de Evangelio. ¿Alguna vez hemos pensado que la misión que hemos iniciado va a terminar inexorablemente? Y si nuestra respuesta es que sí lo hemos hecho, ¿le hemos puesto a nuestra misión algún punto de finalización? Así como los remedios que ayudan a los enfermos tienen “fecha de vencimiento”, así también ocurre con todo lo que emprendemos, alguna vez terminará.

ñanzas de sus cartas, con unas breves fórmulas, muy semejantes: Misterio de Cristo, Misterio del Evangelio, Misterio de Dios, Misterio de su voluntad, Misterio de la fe, Misterio de la piedad, o simplemente el misterio. Por ejemplo, en la Carta a los Romanos (16,25-26). «¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad y que ahora se ha manifestado! Este es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la obediencia de la fe».

El plan de salvación

El plan de Dios tiene una finalidad, un punto culminante en el cual termina. El Apóstol, en la carta a los Efesios, pone como fin el tema medular de la recapitulación (Cfr. Ef 1,10): en Cristo se "recapitulan" todos los seres, tanto terrestres como celestiales; en El recobran su principio y cabeza.

Dios tiene un plan de salvación para todo lo creado. Así lo expresa el Apóstol San Pablo en muchas ense-

Suena muy extraño a los oídos de los creyentes una planificación misionera. Parece algo que pertenece a

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pueblos o grupos en que todavía no ha arraigado. De suerte que de la semilla de la palabra de Dios crezcan las Iglesias autóctonas particulares en todo el mundo suficientemente organizadas y dotadas de energías propias y de madurez, las cuales, provistas convenientemente de su propia Jerarquía unida al pueblo fiel y de medios connaturales al plano desarrollo de la vida cristiana, aportes su cooperación al bien de toda la Iglesia.” otros ámbitos seculares, pero que no se debiera mezclar con una actividad de fe. Pero estamos llamados a obrar como el Padre, como dice el lema del Año Jubilar que estamos celebrando: “Misericordiosos como el Padre”. Si Dios, en su Sabiduría, elaboró un plan de salvación, que tiene un fin determinado, de la misma manera debemos obrar en la misión: con una planificación adecuada, y tenemos que saber que en algún momento tiene que terminar. Y es mejor dar por finalizada la tarea misionera cuando corresponde, y no que entre en decadencia y se acabe en forma lamentable.

Orientación de la Iglesia El Concilio Vaticano II es la gran luz de la Iglesia en nuestro tiempo. Entre sus documentos, el destinado a la misión, se llama Ad Gentes, como todos sabemos. Todo el documento es una mirada sobre la implementación del plan de salvación que Dios tiene para toda la humanidad. La misión tiene un fin. Dice Ad Gentes en el número 16: “El fin propio de esta actividad misional es la evangelización e implantación de la Iglesia en los

Cuando evangelizamos, ¿pensamos en el fin de la misión, cuándo tiene que terminar? En lo recién citamos hay, por lo menos, tres criterios: organización, energías propias, y madurez. Cuando vemos que la nueva comunidad, la que se formó en el lugar de la evangelización y con los autóctonos, alcanza estos criterios, es el momento de dar por finalizada la misión. El documento Ad Gentes, en el número 19, se expresa de una manera clara y sencilla: “La obra de implantación de la Iglesia en un determinado grupo de hombres consigue su objetivo determinado cuando la congregación de los fieles, arrai-

Como ejemplo, nos quedan algunas ciudades de Argentina, que empezaron siendo misiones. Los mismos misioneros, una vez que vieron que la comunidad estaba madura, entregaban todo a las autoridades y a los miembros de comunidad misma, para irse a otro lado, o retirarse a los conventos madres. Eran pequeños poblados, y terminaron siendo dignas ciudades, con la gracia de Dios.

Advertencia sobre la planificación gada ya en la vida social y conformada de alguna manera a la cultura del ambiente, disfruta de cierta estabilidad y firmeza; es decir, está provista de cierto número, aunque insuficiente, de sacerdotes nativos, de religiosos y seglares, se ve dotada de los ministerios e instituciones necesarias para vivir, y dilatar la vida del Pueblo de Dios bajo la guía del Obispo propio”.

44 Pensar la planificación misional Cada vez que hacemos una tarea misional es valioso que tengamos criterios claros que respondan a las cuatro preguntas de toda planificación: ¿Qué es lo que vamos a hacer? ¿Dónde lo vamos a hacer? ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Cuándo lo vamos a hacer? Para encontrar las respuestas hace falta, informarse, pensar en conjunto, meditar y rezar mucho, pues toda misión particular está siempre en manos del Autor del plan de salvación, nuestro Dios. Tengamos siempre en cuenta que en algún momento la misión terminará. Este final se puede planificar también, no tanto con una fecha determinada, sino con objetivos cumplidos. Es darse cuenta que quienes recibieron el Evangelio ya están maduros en la fe, fuertemente unidos a sociedad en la cual viven, firmes en su cultura, y con consagrados nativos. Y así dejar que ellos den a otros lo que recibieron, entrando en la misión universal de la Iglesia mientras esperamos la Venida de Nuestro Salvador Jesucristo.

Cuando planificamos, y todo sale según lo decidido, aparece el gran peligro: la vanidad. Creer que han sido nuestras fuerzas y nuestra capacidad de razonar las que hicieron que las cosas terminaran bien. La vanidad, esa sensación que nos acecha en la acción evangelizadora, puede dañar seriamente a nuestro corazón creyente. Pero no dejemos de planificar por miedo al peligro de la vanidad. Por el contario, pongamos nuestro mayor empeño. Como dice el refrán: “A Dios rogando y con el mazo dando”. El mazo es un martillo de madera que se usa para golpear cosas sin romperlas También está aquella parábola de Jesús sobre el servidor que atiende bien a su señor. Jesús nos dice que cuando hayamos hecho todo lo que nos mandó, digamos: “Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber” (Lucas 17,10).

Lic. Analía Castillo Sosa

Dice la Palabra que “«allí donde está tu tesoro, está también tu corazón» (Cfr Mt 6, 21) y ser docente en mi vida es poner cada día la mirada y el corazón en lo que hago, en el tesoro que me ha sido confiado. Soy maestra jardinera, maestra de Educación Primaria y Licenciada en Ciencias de la Educación, pero desde que comencé a dar mis pasos en esta profesión solo intento hacer realidad el milagro de la educación con los niños y con sus familias. Soy una convencida de que amo lo que hago, soy feliz haciéndolo, trabajo de maestra, pero es mi vocación más profunda. Vocación que se plasma como estilo de vida, vocación que sigue desplegándose en los llamados que Dios me va haciendo. Este año a días de empezar el ciclo lectivo, me propusieron ser maestra en la Escuela Rural Nuestra Señora del Valle en el paraje Los Gigantes, perteneciente a la Fundación Manos Abiertas de Córdoba. En ese momento solo me invadió una gran incertidumbre. Irme a trabajar a Los Gigantes implicaba para mí una opción radical y una renuncia a una forma de vivir en la ciudad, renunciar a mi trabajo, a mis actividades y dejar mi casa y mis cosas. Era un desafío, desafío que vengo soñando desde hace unos años, cuando conocí la escuela como voluntaria de la Fundación (2011). Como misionera alguna vez me ima-

giné trabajando en un lugar donde mi profesión sea más que un trabajo, donde pueda estar de misión permanente. Y sé que el buen Dios se ocupó de prepararme el camino y sobre todo el corazón para que hoy yo sea la seño de Jardín y de 1º ciclo (1º a 3º grado) en la Escuelita de Los Gigantes como todos la conocen y la llaman cariñosamente.

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Trabajando en Los Gigantes redescubro a Dios cada día, cada mañana en el frío y el viento, en el sol que ahí arriba brilla más y en ese muro imponente de piedra maciza que nos acompaña. Con mis alumnos redescubro para qué he sido llamada, me redescubro como misionera, los disfruto, aprendo, me motivo, me canso y mucho, porque al finalizar el día me doy cuenta que no hice otra cosa que estar con los niños y eso cansa… pero llena, porque Dios se hace más Dios en esa mirada agradecida de mis alumnos, en esa caricia, en ese saludo de buenas noches, en la bendición, y hasta en el reto que a veces llega para corregir, para seguir aprendiendo.

En febrero de este año, renuncié a mi trabajo en el colegio Adoratrices de la ciudad y me puse en marcha hacia la escuelita en medio de las sierras Grandes, al pie del Cerro Los Gigantes en el Departamento Punilla, a 90 km de Córdoba Capital y a unos casi 2000 metros de altura. Allí vivo y convivo con los 30 alumnos que asisten a la escuela de Nivel Inicial, Primario y Secundario, con dos preceptores de albergue, la Srta. Directora y un encargado de mantenimiento de manera permanente. En la escuela- albergue vivimos de lunes a viernes, como si fuéramos una gran familia, fieles a la misión de la escuela encomendada a Manos Abiertas de “Acompañar y sostener la misión educativa, concientizando en la región la necesidad de formación y educación.”

A diario me pregunto cuánto tiempo iré a quedarme en la escuela, y Jesús me acerca siempre la misma respuesta: hasta cuando Él quiera y hasta cuando sea útil mi presencia en ese lugar. No sé de grandes teorías de educación rural, ni de cómo ser madre y criar muchos hijos, valoro tanto la educación recibida de mi familia, que me siento en la tarea de poder replicarla con los niños de la escuela. Solo sé que Dios es todo lo bueno y él es quien me dirá por dónde, para seguir amando y sirviendo reconociendo que no tengo una misión, sino que soy misión en medio de su pueblo, sabiéndome instrumento y dejando que Él sea en medio nuestro.

La escuela es casa de todos, las familias nos confían sus tesoros más importantes, sus hijos a quienes además de enseñar los contenidos prescriptos los ayudamos a formarse como personas de bien, de manera integral, humanizando y dignificando a todos como comunidad. La tarea de animación misionera en la escuela es implícita muchas veces, es compartir vida, alegría, crecer, encontrarnos con las familias y con los niños desde su sencillez, desde sus silencios serranos, desde el agradecimiento por la inmensidad que nos rodea y de la grandeza de la presencia del Creador entre nosotros. Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Redacción

“Despertar la conciencia misionera hoy”

47 “El Espíritu Santo y sus signos de los tiempos nos llaman a superar las diferencias y las separaciones eclesiales, que son artificiales, entre las tierras de misión y los países cristianos, entre las iglesias que envían misioneros y las iglesias en tierras de misión que los reciben. La evangelización, tanto en sus fases iniciales de nuevo anuncio, como en sus etapas más avanzadas de pastoral y evangelización ordinaria, es transversal a todas las iglesias del Norte y del Sur, del Este y del Oeste”. Así lo ha afirmado el cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en su discurso ante la Asamblea General Anual de las Obras Misionales Pontificias (OMP), realizada en junio en Roma. Recordando el tema de la Asamblea - “Despertar la conciencia de la misión hoy, Las OMP al servicio de las Iglesias jóvenes”- el Card. Filoni, ha dicho que “las Iglesias jóvenes, a las que las OMP pretenden ofrecer un servicio adecuadamente misionero siempre, representan una fuente imprescindible para despertar la conciencia de la misión en todos los cristianos”.

La Asamblea General de este año se desarrolló en el contexto del centenario de la fundación de una de las cuatro Obras Misionales, la Pontificia Unión Misional (PUM), establecida por inspiración del Beato Padre Paolo Manna, PIME. “La intuición carismática misionera de la PUM, sigue siendo válida actualmente y es fuente viva para un replanteamiento y una reforma radical, como era y todavía lo es, de su finalidad intrínseca: todos los fieles, todo el Pueblo de Dios, en virtud del bautismo, son responsables de la misión universal, y de la misión ad gentes de la Iglesia”. El centenario de la PUM, además de una dimensión orante con la peregrinación a la tumba del Padre Manna, también debe marcar el inicio de un proceso de replanteamiento de la obra: “no hay que temer la necesidad urgente de reformar juntos la Pontificia Unión Misional y con ella dar impulso a las otras Obras Pontificias”, ha subrayado el cardenal, señalando que su “debilitamiento de naturaleza y de papel forman parte de un preocupante enfriamiento eclesial en lo referente a la misión, la formación misionera y la evangelización como tal”.

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Luego ha explicado: “A las iglesias de antigua tradición les cuesta tener más pasión e interés por el anuncio del Evangelio en las tierras e iglesias más allá de sus propias fronteras. Las iglesias más jóvenes parecen, a veces, demasiado preocupadas por organizarse administrativamente replegándose sobre sí mismas excesivamente. Los fieles y los pastores cada vez tenemos más difícil, bajo el peso de los retos culturales, económicos y religiosos actuales, el sentirnos preparados y fuertes para salir a las periferias existenciales y territoriales que van mucho más allá de las clasificaciones habituales sociológicas y económicas”.

En esta renovación de la conciencia de la misión, ahora se podría asignar a la PUM una “tarea de educación continua y misionera al servicio de las Iglesias jóvenes en sus más diversas instancias. Los organismos, asignados a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con fines de formación misionera, podrían servir, de una manera nueva, a la animación misionera de las iglesias de antigua tradición cristiana, gracias a la labor de formación permanente misionera que la PUM, junto con las otras tres Obras Pontificias, de las que es el alma, podría ofrecer a las Iglesias jóvenes”. “Que los trabajos realizados en la Asamblea General, sirvan para renovar el compromiso y podamos despertar la conciencia de la misión hoy, gracias a nuestro servicio como OMP en favor las Iglesias Jóvenes”, concluyó. En tanto el Santo Padre Francisco reafirmó que “es la misión la que hace a la Iglesia y la mantiene fiel a la voluntad salvífica de Dios. Por esta razón – les dijo – un generoso trabajo de formación permanente en la misión, dirigido a todos los fieles laicos, pastores, Iglesias antiguas y jóvenes, representa el corazón de su empeño, desarrollado con la intención de servir y alimentar la identidad misionera de toda la Iglesia”.

la Pontificia Unión Misional – aún hoy siga haciendo arder, apasionar, renovar, repensar y reformar el servicio que esta Obra está llamada a ofrecer a la Iglesia entera”, concluyó. El director de OMP Argentina, Pbro. Dante De Sanzzi, manifestó que “Las Obras Misionales pueden acompañar y formar; de hecho lo hacen, y también alimentar espiritualmente al pueblo de Dios, aunque hay ciertos temores en sectores de la Iglesia ya que falta claridad en estas tareas”. Agregó que a lo largo del encuentro “se fue definiendo lo fundamental del diálogo religioso. La misión es una realidad compleja y requiere del diálogo fraterno. Hoy es primordial acercar a los alejados con el testimonio personal”. “La dimensión misionera de la Iglesia no está valorizada. Es desafío de las OMP, en compañía de las Conferencia Episcopales, informar e interiorizar más al bautizado sobre la función de la Iglesia Misionera”, concluyó. Mons. Protase Rugambwa, Secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Misionales Pontificias, reiteró que: “Las OMP tienen razón de existir sólo si conservan celosamente su especificidad propia: animación, formación, cooperación con las Iglesias locales para la Missio ad Gentes. No somos una de las muchas agencias de caridad que recogen fondos para los países emergentes. Lo que caracteriza nuestro servicio es la primera evangelización, su carácter universal”.

“Que en este Año Santo de la Misericordia, el ardor misionero que consumía al beato Paolo Manna – y del que surgió Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Cristian Giambrone (*)

“El centro educativo debe valorar el entorno social en el que está inserto. Desde la espiritualidad de la comunión encuentra en el mismo realidades que reclaman su acción, iniciativas que invitan a la participación y una riqueza humana indispensable para su crecimiento” (Ideario Educativo Corazonista N°37)

Hace unos días me preguntaron si quería compartir algo de mi experiencia con respecto a la animación misionera en instituciones educativas. He decidido comenzar con el punto 37 del ideario educativo de uno de los colegios en los que trabajo y en el que paso más tiempo desarrollando tareas pastorales. Mi experiencia (corta por cierto) me dice que es muy provechoso tener presente el ideario educativo de la institución en la que uno se encuentra, mucho más si el colegio es confesional. ¿Por qué digo esto? Porque en lo que respecta a la animación misionera puede ayudar mucho a la hora de buscar ideas y motivaciones para la iniciativa de alguna propuesta que busque colaborar en algo a la transformación social para un entorno mucho más justo. En el caso particular del colegio del que hablo no existe, por ejemplo, un grupo misionero que se prepare durante el año para realizar misiones asistenciales fuera de nuestra ciudad o provincia, y por esto mismo no son accidentales las palabras con las que comienzo esta

nota. Cada colegio debe relevar, es decir, reconocer las necesidades del entorno social en el que se encuentra y ponerse en acción respecto de ellas. Lo que quiero decir con esto es que es necesario que todo líder o responsable de la animación pastoral de todo centro educativo aprenda a formase y a formar en quienes lidera criterios fundamentales de discernimiento sobre lo que se quiere hacer y de cómo llevarlo a cabo. Uno de estos criterios, a mi entender, debe ser el estar atento a las realidades en el barrio en el que se encuentra el colegio. Siempre la prioridad la tendrá la necesidad más próxima, salvo casos excepcionales como puede ser algún desastre natural en algún lugar determinado. La pobreza por ejemplo, cuando es de muchos, siempre es estructural y no es por un defecto propio del que la padece. Cuando sabemos y comprendemos eso es mucho más fácil ponernos en acción, porque entendemos que el carenciado no es el principal culpable de la situación en la que se encuentra.

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El objetivo de esta nota no es hablar en términos teóricos así que les contaré un poco cómo es que trabajamos en el Colegio Benito Nazar del barrio de Almagro en la Ciudad de Buenos Aires. Lo más sencillo que realizamos es colaborar materialmente con dos parroquias cercanas y con el comedor y merendero de una de ellas. El modo de hacerlo es involucrar a alumnos, familias y personal de la institución por medio de circulares vía mail al comienzo de cada mes con la lista de elementos que se necesitan para que durante el mismo las vayan acercando al colegio. Luego se lleva a destino todo lo recolectado con la ayuda de alumnos, padres y docentes. En el colegio contamos con la existencia de un grupo de Animadores Pastorales integrado por alumnos de 4to y 5to año, los cuales colaboran, entre otras cosas, con la catequesis de Confirmación (para alumnos de 1er año), con la recreación pastoral semanal de alumnos de 6to y 7mo grado del nivel primario, y acciones solidarias puntuales en las parroquias cercanas en momentos como Pascua, Navidad, el Día del Niño, el Día del Sagrado Corazón de Jesús, etc. Todo esto requiere un trabajo intenso de fondo para promover e invitar a los alumnos durante todo el año y a ritmo continuado a participar de esta vida misionera y solidaria. También hace falta la formación de los jóvenes, y es por eso, que en el nivel secundario se

invita a participar de talleres de formación espiritual y misionera a los alumnos de 2do y 3er año motivándolos a convertirse en Animadores Pastorales en los últimos años. Es preciso que también haya vínculo, interacción y diálogo entre los diferentes niveles de la institución educativa. Por ejemplo, en algunos momentos se promueve la elaboración de alimentos por parte de los alumnos de 7mo grado de primaria y 1er año de secundaria para ser llevados y ofrecidos en noches de la caridad, especialmente para la Solemnidad del Sagrado Corazón en el mes de Junio. Además, alumnos Animadores suelen realizar presentaciones de títeres que narren historias con valores para los más pequeños del nivel inicial. El entramado de la vida misionera de nuestro colegio es mucho más complejo de lo que aquí se puede describir. Por eso espero que alcance, a modo de humilde testimonio, con lo que he detallado hasta el momento.

descuidar la dimensión espiritual (la oración) en nuestros alumnos, ofreciéndoles momentos propicios acorde a la edad en la que se encuentran. Para concluir, y en relación a lo que decía, quisiera terminar con una reflexión que aporta el Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium: “Evangelizadores con Espíritu quiere decir evangelizadores que oran y trabajan. Desde el punto de vista de la evangelización, no sirven ni las propuestas místicas sin un fuerte compromiso social y misionero, ni los discursos y praxis sociales o pastorales sin una espiritualidad que transforme el corazón.” (EG 262)

(*) Coordinador de Pastoral Colegio Benito Nazar

Teniendo en cuenta todo lo anterior, pienso que no debemos olvidar que la vida misionera en un colegio católico no es un puro activismo humanitario, es decir, no debemos

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Pbro. Fernando Carmona (*)

La misión de acompañar a los latinos Soy el padre Fernando Carmona, de la diócesis de Rio Cuarto, Córdoba, y desde Diciembre de 2013 me encuentro trabajando en la diócesis de Camden, New Jersey, Estados Unidos.

La pastoral de nuestra parroquia es integradora y la vivimos con espíritu misionero, tanto los laicos como los sacerdotes, debido a la realidad de la mayoría de las parroquias que tienen apostolado hispano o en otra lengua, en este país. Cuando fui invitado por el obispo de esta diócesis fue con esta motivación, incorporarme al trabajo pastoral con el fin de acompañar a los latinos. El futuro de la iglesia católica aquí depende necesariamente de los hispanos, ya que según las estadísticas realizadas, en el 2025 el cincuenta por ciento de los católicos en Estados Unidos serán de origen hispanoparlante. Desde que llegue he estado trabajando en parroquias distintas. Ahora estoy desde hace un año en la parroquia Santa Mónica, de la ciudad de Atlantic City. Aquí el desafío es muy grande porque esta parroquia es producto de un “merger”, es decir, de una unión de cuatro parroquias en una sola. Hace un año atrás se cerraron dos iglesias y parroquias y se constituyó una sola parroquia para toda la ciudad, con el nombre de Santa Mónica, con solo dos iglesias. Aquí celebramos misas en tres lenguas diferentes, en inglés, vietnamita y español. La comunidad parroquial es inmensa, y una de las más

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migrantes. La más grande de todas es la festividad de la Virgen de Guadalupe. Esta fiesta es preparada con un gran espíritu misionero, debido a que un mes antes de la fiesta, distintos grupos de feligreses visitan con la imagen de la Virgen los hogares y allí rezan el rosario y comparten la Palabra de Dios. Muchas familias de la parroquia recibieron el año pasado esta visita. Cada celebración tratamos de vivirla con el mismo espíritu con el que la celebran en sus países de orígenes, porque eso es parte de nuestra identidad y no queremos que se pierda.

grandes es la hispana. Somos tres sacerdotes los que trabajamos aquí y compartimos la mayoría de las actividades, encargándome, por mi parte, especialmente de los hispanos. Siempre tuve en mi corazón sacerdotal ofrecer mi ministerio más allá de las fronteras de mi diócesis de Argentina, y finalmente ese momento ha llegado. Tengo 18 años como sacerdote y doy gracias a Dios por este regalo tan inmenso que estoy recibiendo de poder compartir con otros sacerdotes y laicos de tantas nacionalidades distintas una misma fe. El desafío ha sido y es inmenso, porque la adaptación no es fácil y el aprender las distintas expresiones de fe y poder acompañar con un espíritu evangelizador significa entrega y esfuerzo. Pero el Señor nos da la gracia y con El todo es posible. Muchas veces he sentido que aquí me toco como empezar a ser sacerdote nuevamente. El primer tiempo fue muy difícil, porque todo era distinto, ahora también lo es, pero ya estoy más adaptado. Distinta lengua, distintas costumbres, el clima, comidas, aun entre los mismos hispanos. Quizás aquí uno puede apreciar más la universalidad de nuestra iglesia católica.

Las familias hispanas inmigrantes se refugian mucho en la vida de la iglesia, muchas personas están solas, porque dejaron a sus familias en sus países, otras no, pero la inserción en esta sociedad no es fácil para ellos. La principal tarea es la del acompañamiento en el dolor (del desarraigo de su tierra, perdidas de seres queridos, etc.), la soledad (muchos de ellos no ven desde hace muchos años a sus familiares porque son ilegales y no pueden viajar por no tener sus documentos en regla) y las distintas secuelas que deja una sociedad moderna como la que nos rodea aquí, especialmente en la juventud y en los que están más desprotegidos. Doy gracias a Dios por todo lo que en su infinita misericordia me ha concedido y por tantos rostros de hermanos y hermanas en Cristo que me muestran cada día las huellas del Divino Maestro.

Al igual de lo que sucede en toda parroquia, aquí los sacerdotes nos buscan para celebrar los sacramentos, la guía espiritual personal y familiar, acompañar a los enfermos, visitar los hogares y bendecirlos, etc. También dentro de la comunidad hispana tenemos grandes celebraciones de las devociones más importantes de los in«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Redacción

Mujer, laica y visionaria

M ARíA A NTONIA DE PAz y F IGUEROA , conocida como «Mama Antula» , nació en 1730 en una familia de conquistadores y gobernadores en Santiago del Estero, Argentina. Su niñez la pasó en el campo, en la hacienda paterna en contacto con los pueblos originarios. A los 15 años decidió consagrar su vida a Dios y tomó el nombre de María Antonia de San José. Por aquella época como no existían religiosas activas decidió vestir una túnica negra y junto a otras mujeres vivir su entrega de manera activa. Se las llamaban «beatas» (actualmente laicas consagradas). Guiadas por un sacerdote jesuita (Padre Gaspar Juárez), se dedicaban a ayudar a los sacerdotes, instruir a los niños, coser, bordar, cuidar enfermos y repartir limosnas. En 1767 cuando los Jesuitas fueron expulsados de América María Antonia contaba con 37 años y decidió reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Esto no fue bien visto por la sociedad, puesto que el medio era hostil, pero ella siguió con la idea de organizar esta práctica piadosa.

María Antonia comenzó invitando uno a uno a los retiros donde los participantes vivían en un lugar cerrado durante varios días escuchando charlas a fin de reflexionar sobre su vida y aplicar lo que les era útil para su alma. Desde 1768 a 1770 lo hizo caminando descalza por las tierras de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc. Luego decidió salir caminando a otras provincias como Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. El Obispo de Tucumán le dio la licencia y así comenzó a aceptarse nuevamente esta práctica religiosa. Los frutos de los Ejercicios se conocieron por el bien que le hizo al pueblo y sus cambios en la vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se hacían todo el año. Convivían las Damas con sus siervas y en tandas separadas los hombres con sus ayudantes de campo. Luego de obtener buenos frutos de estos retiros decidió ir a Buenos Aires. En aquel momento tal decisión era considerada una verdadera locura ya que debía caminar 1.400 kilómetros. Sumado a los múltiples peligros como la presencia de animales salvajes: jaguares, chanchos del monte y ladrones que atacaban a los viajeros. Una de sus frases que guió sus pasos fue:

«La paciencia es buena pero más la perseverancia”, y lo aplicó en su máxima expresión» Cuando llegó a Buenos Aires, en septiembre 1779, fue a visitar al Virrey y al Obispo durante un año para que le otorguen la licencia. El Virrey Vértiz tenía una antipatía visceral por todo lo que era jesuítico y le negó la Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

concurrían a la Casa.

autorización. En 1780 comenzaron los retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando el Obispo cambió su parecer y apoyó la obra, por los frutos que vieron en sus fieles. Antonia fue tocando puerta por puerta, y hasta el Virrey aceptó su obra. Ella dijo:

«La obra era de Dios y para Dios» Su obra es conocida en Francia, en el monasterio de Saint-Denis de Paris donde la priora del Carmelo era tía del Rey Luis XVI. Sus cartas fueron traducidas en varios idiomas: latín, francés, inglés, alemán y ruso. Estas cartas se enviaron a distintos países entre ellos Rusia. La fuerza testimonial que emana de sus cartas son modelos para los conventos por la fuerza que transmite. Se escribió un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de la mujer fuerte” que se editó en 1791. Los retiros llegaron a ser tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa en asistir a todas las necesidades de los practicantes. La comida que sobraba se repartía a los presos y a los mendigos que

Ella escribió: “Veo que la Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el público el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de 15.000 personas.” Y agregó: “quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido". Es así como llegó a Uruguay, Colonia y Montevideo, donde permaneció tres años. Retornó a Buenos Aires y comenzó la edificación de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia 1190. María Antonia realizó muchos hechos pródigos entre ellos cuando faltaba alimentos para sus practicantes la comida se reproducía de la olla o el pan se transformaba en fruta, o cuando faltaba grasa para preparar la comida, pasaba un donante por la puerta dejando justo lo que se necesitaba ese día. Introdujo en la Argentina la devoción a “San Cayetano”, muy arraigada en nuestro pueblo. Miles de personas cada año visitan el Santuario de Liniers pidiendo pan, trabajo y salud. Subsisten vínculos históricos y pastorales que unen el Santuario de Liniers con la Congregación de las Hijas del Divino Salvador.

Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Buenos Aires. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de Santo Domingo. El pasado 4 de marzo el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el milagro obrado por intercesión de la Sierva de Dios. En 1.904 la religiosa María Rosa Vanina, de las Hijas del Divino Salvador, se recuperó de manera inexplicable de una colecistitis aguda con shock séptico, luego que los médicos pronosticaron una muerte segura. El Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Cardenal Mario Aurelio Poli, anunció que la laica María Antonia de Paz y Figueroa (Mama Antula), será beatificada el 27 de agosto en Santiago del Estero. El Cardenal Poli destacó que "Dios ha puesto su mirada en la humildad, la simplicidad y la entereza de Mama Antula. Si hay que definirla podemos decir que es una mujer peregrina de la fe, peregrina y misericordiosa".

El 7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años y se estima que entre 70.000 y 80.000 personas habían vivenciado los retiros Ignacianos.

«Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Favio Rosso

«Una voz para la familia» 58

Radio católica cubana ahora en internet Yerkis Moya, miembro del equipo de coordinación nos cuenta “Si nos vamos hasta el centro norte de la Diócesis de Santa Clara, muy cerca de Yaguajay, en un pequeño pueblo llamado Meneses; allí está la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, y en los altos de la misma, en un pequeño local, se encuentra el estudio de grabación de “Una Voz para la Familia”. Cuando digo “estudio de grabación” no imaginen un lugar especialmente preparado y equipado como esos que vemos en videos y fotos de revistas, ¡No!, es algo muy

sencillo, prácticamente rústico, pero que logra transmitir de forma muy particular un mensaje evangelizar a muchísimas familias”. Fue en el año 2002 cuando por iniciativa de su fundador, un joven de nombre Alien Arcia Sánchez, decide grabar con otros jóvenes de catequesis y en un “cassette de audio” un programa con temas de formación para la familia, que puso a circular por los hogares de los laicos de la comunidad. Lo que pudo ser una iniciativa efímera se fue quedando y transformándose, con el transitar de los años, en un servicio único en la iglesia cubana, pobre y sencillo en recursos, pero indispensable para la evangelización. Hoy, después de 14 años de existencia, “Una Voz para la Familia” es una programación radiofónica que una vez grabada en un Disco Compacto y con una frecuencia semanal circula de “mano en mano” por numerosos hogares que conforman las comunidades de las Parroquias San José de Yaguajay y Nuestra Señora del Carmen en Meneses. Sus contenidos incluyen programas

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ni se pueden imaginar cómo nos las hemos tenido que “arreglar” para conseguirlos!, afirma Yerkis. “Así, entre días, meses y ¡años! conquistamos un público que espera todas las semanas una nueva entrega de nuestra programación. Nuestro mayor propósito ahora es no quedarnos con este fruto que, no ha sido fácil, nos ha costado muchos años de cultivo, paciencia y trabajo constante. Sino que queremos compartirlo con muchas personas de todo el mundo” nos dice con entusiasmo. Yenkys González, del área de comunicación de dicha diócesis de Santa Clara, se refiere a la nueva etapa digital del programa de radio contándonos que “como gran apasionado de las novedosas y emprendedoras iniciatide formación religiosa, revistas de música cristiana, noticieros, series que narran la vida de los santos, espacios de debate y reflexión, etc. Las voces de sus emisiones actualmente están conformadas por cinco laicos de la comunidad y dos sacerdotes misioneros argentinos que trabajan directamente en la realización de algunos espacios, aunque también se incluyen diferentes programas “enlatados” provenientes de otras emisoras católicas ¡qué

vas a favor de anunciar el mensaje del evangelio en nuestra tierra cubana, sabiendo de las limitantes que existen para ello, me comprometí con el equipo a intentar promover su trabajo más allá de su comunidad, es por eso que aprovechando el nuevo escenario en Cuba de un creciente, pero aún insuficiente, acceso a internet a través de zonas wifi y en centros educativos en Cuba, así como las bondades de servicios que existen en la red de redes me entregué a la tarea de crear un espacio en el sitio www.soundcloud.com para compartir y difundir los programas producidos” El enlace para acceder a los contenidos es: soundcloud.com/diocesis-santa-clara «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Ezequiel Rogante (*)

60 “Conozco tus obras, y he abierto una puerta ante ti que nadie puede cerrar. (… )Voy a poner en tus manos a algunos (…), para que sepan que te he hecho objeto de mi amor (…). Estoy a punto de llegar” (Apoc. 3, 8-11).

sta cita fue la que guió y animó mi envío misionero Ad Gentes a las tierras de Costa Rica, en este comienzo de 2016. Desde el mes de Enero hasta el 31 de Marzo, estuve brindando mi servicio en la Parroquia San Isidro Labrador, en el Cantón (departamento) de Nandayure, Provincia de Guanacaste, como parte del proceso de Formación para la Misión Ad Gentes del que soy parte desde hace ya tres años. Diez años atrás, comencé a ser animador en la Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera a nivel parroquial, diocesano y, alguna que otra vez, participé a nivel nacional, con el propósito de que los niños y adolescentes sean amigos de Jesús y hagan

más amigos para Él. Aún así, jamás imaginé que podría llegar a experimentar en el corazón y en la propia piel que el saludo de la IAM “De los niños y adolescentes del mundo… ¡Siempre Amigos!” es tan real, tan verdadero y tan fuerte que sería capaz de romper cualquier barrera y frontera, para arraigarse en tierras lejanas. Dios me encomendó la misión de formar en ese pequeño lugar de Costa Rica esta Obra, además de trabajar con los jóvenes y participar activamente en la vida parroquial. San Isidro Labrador es una parroquia inmensa (abarca veinticuatro pueblos, más la sede parroquial, llamada Carmona). Cada comunidad está ubicada en los cerros, en las cimas. Para lle-

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cansancio, el calor sofocante), pero el desafío valió la pena (como cada “Sí” confiado que le damos a Dios en nuestro caminar). Pude compartir la Alegría de ser cristiano con la comunidad, tan cercana, tan afectuosa, tan llena de fe.

gar hasta esas poblaciones, es necesario ascender en un trayecto irregular de una o dos horas. Allí estuve tres hermosos meses, compartiendo y saliendo al encuentro de gente maravillosa, que me hizo sentir “chineado” (mimado, amado, cuidado), como dicen los costarricenses, con la ternura y delicadeza de Dios. ¿Cómo puedo resumir esta experiencia en unas pocas líneas, si cada día fue tan intenso, tan lleno de Jesús, tan enriquecedor? Creo que puedo sintetizarlo así: Fui feliz. Descubrí que la Misión como estilo de vida conduce indudablemente a la Felicidad (así, con mayúsculas). Admito que fue difícil (el desarraigo, el acostumbrarme, el aprender a sentirme en casa en un lugar completamente extraño, el

Es imposible no ver a Jesús en los rostros de los niños de la IAM que se animaron a gritar “Siempre Amigos” con un entusiasmo deslumbrante, como si vivieran el carisma de la Obra desde siempre, en sus animadores, que se comprometieron con esta nueva propuesta y en los jóvenes con los que compartí. Vi a Jesús en la alegría del padre Francisco (párroco) y del padre Santiago (vicario). Lo descubrí en el rostro de los ancianos del Hogar al que asistí cada semana, en las familias que visité y en las que me hospedaron por las noches en los cerros; en cada sacramento y en cada momento que me tocó vivir en comunidad… Tengo un montón testimonios, muchos de ellos me han hecho emocionar hasta las lágrimas (aprendí que la misión es, también, llorar con la gente, llorar las historias de la gente). A algunos los he escrito para que no se me olviden, pero a la mayoría los tengo grabados en el corazón, donde sé que no van a desaparecer.

Centro (Córdoba). A mi familia y a mis amigos, por aceptar mi “sí”, por animarme a dar el paso y a saltar más allá de las fronteras; a mi comunidad parroquial y diocesana y a cada una de las personas de Argentina, a quienes he conocido gracias a la IAM principalmente, que sin lugar a dudas me han sostenido durante estos meses con la oración y el cariño. Sigamos rezando por esta misión y por la Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera que comienza a germinar. ¡Gracias! Y, como dicen en Costa Rica… En realidad, como DECIMOS en Costa Rica: ¡PURA VIDA!

Un abrazo misionero: sin barreras ni fronteras. (*) Animador de la IAM - Diócesis de Río Cuarto

Doy gracias a Dios por confiar en que podía ser instrumento en sus manos para estas tierras centroamericanas, a pesar de mis miedos, mis límites, mis debilidades. Gracias al equipo de formadores y amigos del proceso de Formación para la misión Ad Gentes, Región «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

Dr. Fabián Romano

«El amor puede más que cualquier limitación» Cómo no ser misericordiosos también nosotros para nuestros hermanos enfermos y ancianos. Los cristianos hemos tenido la gracia que durante este año el Papa Francisco nos ha regalado un año Jubilar, el de la Misericordia. Este acontecimiento no pasará desapercibido para aquellos que día a día vamos reflexionando sobre el amor infinito que Dios tiene por sus hijos. Como decimos y con mucha razón nos han enseñado, un amor incomprensible desde la dimensión humana, el cual podemos percibir por medio de la gracia acerca de su inmensidad y bondad, la que entonces se manifiesta en nuestras vidas en cada acto cotidiano si somos dóciles a él. Tal como dice Francisco, Dios es amor, El nos amó primero, nos ama siempre. Y ese amor manifestado de tan-

tas maneras a los hombres hace que este año, con sus acciones, palabras y actitudes de aquellos que se hacen eco de este año jubilar, llega a toda la humanidad, más allá de cualquier religión, creencia o cultura; o sea que rompe cualquier frontera o límite. Y esto es muy bueno para todos los hombres que convivimos en nuestra casa común. Tenemos entonces la oportunidad de meditar acerca de este amor tan profundo y divino que es exclusivo para cada uno de nosotros en lo particular y para cada necesidad personal. ¿Quién podría decir que no tiene necesidad de ser amado? Justamente este no es un amor cualquiera, es El Amor con mayúsculas, el que tiene por nosotros nuestro Padre, aquel que nos creó, el que nos “primerea” amándonos. El que se entiende muy bien

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conocer, desarrollar y formarse en torno a esta actividad, la cual está revestida de ciertas particularidades que le imprimen un carácter específico. Es así como de este modo se arman los Equipos Diocesanos y comienza el trabajo, muchas veces en conjunto con otras pastorales y grupos parroquiales, los que van promoviendo a la UEAM, con el objetivo de compartir la actividad con ancianos y enfermos. en el Evangelio cuando nos habla claramente al decirnos qué padre le va a dar una piedra a su hijo cuando tiene necesidad de pan... Sobre esta base fundamental y tan básica es de donde partimos y comenzamos a transitar por este camino de misericordia, en el cual cuando más ahondamos en ella, mucho más la conocemos y la experimentamos.

A tal punto de llegar a sentir lo que el mismo Papa nos recuerda: “¡No existe algún pecado que Dios no pueda perdonar! ¡Ninguno! Sólo lo que es sustraído a la divina misericordia no puede ser perdonado, como quien se sustrae al sol no puede ser iluminado ni reconfortado.” Ahora bien, si somos capaces de entender estas reflexiones y por sobre todo de vivirlas, es entonces cuando aparece en cada persona el sentimiento natural de compartir esa experiencia, ya que si no caeríamos en un amor egoísta, justamente muy contrario al que estamos tratando. Una oportunidad que nos ofrece la Iglesia en el servicio de atención a aquellos que sufren limitaciones por su edad o por alguna enfermedad, es justamente el camino por donde transita la Unión de Enfermos y Ancianos Misioneros. En la UEAM no sólo atendemos las necesidades de aquellos hermanos en situaciones especiales, sino que estas mismas personas comienzan a ser miembros activos de la tarea misionera, demostrando de este modo que el amor puede mucho más que cualquier pecado o limitación.

Resulta muy emocionante ver trabajar a estos Equipos y a los Agentes Animadores visitando da los enfermos, meditando con ellos la Palabra, rezando y encomendándoles tareas específicas para que cada enfermo y anciano lleve adelante su tarea y actividad como un misionero más. Aunque muchas veces no es fácil dar inicio a los primeros Equipos, ya que hay que poner esfuerzo y sobre todo requiere de mucha dedicación; pero aún así no se desalienta la tarea de llevar adelante este servicio, el cual sostenemos con mucho entusiasmo y entereza el grupo que conformamos el Equipo Nacional de la UEAM. Alentamos entonces a todos aquellos los que tienen la inquietud de poner en marcha esta actividad, a contactarse con nosotros y a conocer un poco más de la tarea misionera, siendo consecuente en este año Jubilar, para amar y servir a nuestros hermanos, como nuestro Papá Dios hace con cada uno de nosotros. Que María nuestra madre, nos proteja y nos lleve siempre a descubrir el Amor infinito de nuestro Padre.

No nos sorprende entonces, a la luz de estas reflexiones, observar en estos tiempos que aparezcan cada vez más inquietudes, desde las parroquias y las diócesis, por Jornada Mundial por las Misiones - 8 y 9 de octubre de 2016

Equipo de Animación Misionera

Esperamos se encuentren bien. Desde el Equipo Nacional de Animación de Grupos Misioneros y Jóvenes queremos acompañar a través de estas sencillas palabras su tarea misionera, verdadera entrega a Dios y ejemplo y motivación para nosotros y para muchos de los integrantes de los grupos misioneros. Cumplimos nuestro servicio animando, formando y acompañando a los Grupos Misioneros y a los Delegados Diocesanos de GM favoreciendo y creando espacios comunes de encuentro, reflexión y orientación. No es una tarea sencilla ya que vivimos tiempos de conformismo, de indiferencia, de pasividad y de pesimismo donde cuesta mucho lograr el compromiso pero también hay muchos jóvenes y adultos con ganas de asumir desafíos, convencidos que la misión es la forma de trasmitir el amor de Dios a los más alejados y vulnerables. Esto nos motiva, como a ustedes, a seguir trabajando día a día y es nuestro deseo que desde los grupos misioneros surjan nuevas vocaciones misioneras ad gentes que se atrevan a dar otro paso para poder ir más allá de las fronteras. Muchos de ustedes son modelo y ejemplo «Misericordiosos como el Padre, Misioneros con Jesús»

para nosotros por su trabajo silencioso y humilde, de entrega completa a Dios y esperamos poder ir creciendo en esta opción para acompañarlos de manera efectiva en sus trabajos. Tanto aquí como allá y en cada rinconcito donde haya un misionero debemos asumir nuestro servicio entendiendo que el protagonista de la misión es Jesús, compartimos esa vivencia pese a las distancias y la diversidad

de costumbres y culturas, nosotros somos tan sólo instrumentos. Pinceles que el gran Artista hará uso para su obra maestra. Para hacer carne su palabra "Yo estaré todos los días con ustedes hasta el final" Mt. 28, 20, debemos, a ejemplo de Él, ser cercanos a nuestro prójimo diariamente en todos los ámbitos siendo sus manos, sus oídos, sus pies, su corazón que asiste, acompaña, escucha, que se acerca a aquel hermano que necesita de nosotros y pueda ver en nuestros gestos la presencia viva de un Dios amigo, hermano que esta junto a ellos. Nuestra misión, al igual que la de ustedes, es de todos los días, en los distintos ámbitos en donde nos movemos, sin importar nuestra edad, experiencia o condición en la vida. Y el gran desafío que tenemos en nuestras manos es que toda la Iglesia asuma su rol misionero, porque todos los bautizados somos misioneros. A través de esta carta queremos hacerles saber que hay

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muchas misioneros, grupos y familias rezando por ustedes para que Dios renueve sus corazones en cada encuentro con el más necesitado y fortalezca sus fuerzas físicas y espirituales, encontrando apoyo en la oración, en cada una de las personas con las que se encuentran día a día y en la vida comunitaria. Si fuera posible nos gustaría recibir noticias de ustedes para poder compartir con los grupos misioneros y delegados para dar a conocer a tantos esta opción que Dios tiene como vocación posible para sacerdotes, religiosos, laicos y familias Pedimos de sus oraciones para seguir realizando este servicio de manera humilde, con alegría y convencidos de que podemos construir una Iglesia cada día más misionera.

Que María, Reina de las Misiones los cuide, proteja y que Dios los bendiga Siempre cerca de Uds. a través de la oración y si podemos ser útil de alguna manera no duden en hacernos saber cómo los podemos ayudar. Unidos en la Oración y la Misión Abel Iglesias (Secretario de la Propagación de la Fe) Lucia Alderete (Rosario), Mavi Alvarez (Buenos Aires), Analía Castillo Sosa (Córdoba), Claudio Navarro (San Luis), Pbro. Fabian Ribero (Rafaela), Facundo Salvatierra (La Plata), Pbro. gmisioneros@ompargentina.org.ar

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