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Aibalaostia

Aibalaostia por Mela Chércoles

● Albert Arenas

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AYVALAOSTIA La alegría de Rins por Arenas

Si hay un piloto de MotoGP al que le alegró especialmente la victoria de Arenas en Moto3, por 53 milésimas sobre McPhee, ése fue Rins. Son muy amigos y entrenan juntos habitualmente en Andorra. Incluso llegaron a vivir juntos durante una temporada, hasta que Albert tuvo su casa. “Me hizo ilusión la victoria de Arenas, porque me consta que el tío se lo ha currado mucho en pretemporada, entrenando a saco. Disfruté mucho con su carrera porque, además, no fue una victoria sin más la que consiguió sino una señora victoria. Estuvo liderando buena parte de la carrera y el tío decidió volver a tirar a poco del final. Hablé con él después de la carrera y, además de felicitarle, le pregunté si sabía

que se había escapado un poco con McPhee o si pensaba que llevaba a todos detrás, y me dijo que creía que iban todos juntos”. Rins fue testigo de la mala suerte de Arenas del año pasado: “Albert sufrió bastante a principio de año cuando se rompió el bazo en el accidente de bici. Fue por una tontería. Íbamos juntos y en una rotonda dio las gracias a un coche porque nos había dejado pasar y pilló en ese momento un bache. Se cayó y se hizo daño. Empezar así trastoca toda la temporada. No sé por qué no ha explotado antes, pero lo que sí puedo asegurar es que esta pretemporada se la ha tomado como ninguna otra. Ha trabajado más que nunca”.

Nagashima se estrenó donde Tomizawa

Nagashima es un piloto que me caía bien, de los que se ve que iba a más en los últimos tiempos, pero del que me disgustó que dejara colgado a Edu Perales a finales de la temporada pasada, para irse del equipo SAG al Red Bull KTM. Por eso, su victoria, precedida de un carrerón, no me generó en un principio la alegría que me causa la primera de cualquier piloto que estrena su casillero de victorias mundialistas. Que conste que no le quité ni un pelo del mérito que merecía su enorme victoria a la hora de escribir la crónica de rigor, pero mi corazón no lo había conquistado nada más cruzar la meta. Sin embargo, instantes después, el japonés me tocó la patata cuando vi que en plena y lógica euforia se acordaba de Tomizawa y le dedicaba a él la victoria. El único triunfo en GP de Shoya fue precisamente hace diez años en el circuito de Losail, en la primera carrera de la historia de Moto2. Y a TO-MI-ZA-WA, como le llamaba cada vez que nos veíamos, sí que le llevo grabado a fuego en mi corazón, así que se agradece mucho el detallazo de Nagashima en el día, hasta este 8 de marzo, más importante de su vida.

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