Off Road

MotorLand Aragón ha sido el epicentro del motocross español con la reanudación del campeonato en las categorías de Élite-MX1, Élite MX2 y MX125; a las que se ha sumado el trofeo Kawasaki Team Green Cup. Más de 130 pilotos nacionales se han dado cita en el circuito alcañizano, en el que se ha disputado 8 carreras durante el fin de semana.

Primera jornada

El sábado la actividad en el circuito de motocross comenzaba a primera hora con las verificaciones administrativas y técnicas de todas las categorías que iban a competir durante el fin de semana. A continuación, se realizaron los enteramientos cronometrados y las mangas de clasificación. La primera jornada culminó con las tres primeras carreras, en las que los más rápidos fueron Guillem Farrés en MX125; Roberto García en Team Green Cup MX1 y Gabriela Seisdedos en Team Green Cup MX2. Este primer día se cerró con la entrega de trofeos a los tres primeros de las Clasificaciones Conjuntas Kawasaki Team Green Cup MX1 y MX2.

1 ︲ lifebelucky 2 ︲ lifebelucky

Segunda jornada

Esta segunda jornada ha arrancado con los warmup de las tres categorías que competían en el circuito de MotorLand. En torno a las 10 de la mañana se ha dado el pistoletazo de salida a las cinco carreras previstas para la jornada. La primera carrera en disputarse ha sido la de ÉliteMX2, en la que Pierre Goupillon, Eddie Jay Wade y Rubén Fernández han sido los tres primeros clasificados; en la segunda manga ha habido un intercambio de posiciones, Wade se ha alzado con la victoria, seguido de Pierre Goupillon y Tom Guyon ha sido tercero.

La lucha se ha repetido en las carreras de ÉliteMX1, en la que Nil Arcarons ha sido el primer clasificado en la primera manga, seguido de José Antonio Butrón y Jorge Zaragoza. Los tres pilotos han vuelto a ocupar el podio en la segunda manga, pero han variado las posiciones; Butrón ha sido primero, Arcarons segundo y Zaragoza tercero. Por último, en la segunda carrera de MX125 el piloto Guillem Farrés ha mantenido el liderato de la categoría. Por su parte Gerard Congost ha conseguido subir a la segunda posición y Quentin Prugnieres ha sido el tercer clasificado.

Medidas extraordinarias

Este año el ambiente en el circuito de motocross ha sido muy diferente al de otros años, ya que el público no ha podido vivir en directo esta prueba del Campeonato de España de Motocross. Ta m b i é n s e h a n t o m a d o o t r a s m e d i d a s extraordinarias como la toma de temperatura de todas las personas que han accedido al circuito, así como la obligatoriedad de llevar puesta la mascarilla y mantener la distancia de seguridad.

Próximas citas del calendario de motocross

La siguiente cita sería en Montearagón (Toledo) y os daremos información en la próxima publicación. Después se realizará un parón durante los meses de verano y se reanudará la competición en el mes de septiembre.

Fotografías y textos

Daniel Vela Fontanals

1

1 ︲ lifebelucky 2 ︲ lifebelucky

BOX34 POR MELA CHÉRCOLES

Jerez duele aún más El maldito coronavirus que tiene al mundo en estado de alerta máxima ha obligado a la hora de escribir estas líneas ya a los aplazamientos de los GGPP de Tailandia, Las Américas, Argentina y España.

Todos ellos causan estragos aunque hay uno que, a nivel sentimental, nos duele generalmente más que cualquier otro. Me refiero a la cita de Jerez, la catedral del motociclismo moderno, punto de peregrinación obligado al menos una vez en la vida para todo aficionado a las carreras de motos que se precie como tal.

La noticia del aplazamiento de la primera cita europea me puso nostálgico y repasé de memoria momentos históricos allí vividos. Hay muchos, como el toque de Rossi a Sete en la última curva para ganar la carrera o el mismo de Márquez a Lorenzo peleando por la tercera plaza, pero barriendo para casa lo que más emociona es la carrera del 95 y la tiranía en positivo de Crivillé a partir del año siguiente. En el 95, Puig se convirtió en el primer español capaz de ganar en Jerez una carrera de la clase reina. Entonces era la de 500cc, y tuvo el premio extra de ver a Crivi también en el podio, como tercero, con lo que por vez primera había dos españoles a la vez en el podio de la clase reina. En cuanto a Crivillé, en el 96 le robaron la victoria por una invasión de pista del público, que aprovechó Doohan para acercarse a él y superarle. Álex se cortocircuitó con aquello y luego se fue al suelo, por orejas, en la curva de entrada a meta en un intento desesperado por superar a Mick. Por fortuna para él y para los muchos que le seguíamos, se desquitó ganando los tres años siguientes y convirtiéndose en Rey de Jerez en aquellos días.

“Allí gané tres carreras seguidas que debieron ser cuatro, porque una me la robaron”, recuerda el bicampeón al preguntarle por el hoy rebautizado como circuito Ángel Nieto-Jerez. Y añade: “Cuanto más tiempo pasa, más importancia le das a lo que hiciste en su momento. Sinceramente, las carreras de Jerez son las que mejor conservo en la mente. Era emocionante ir allí y ver a la gente con sus pancartas animando. Esas carreras y aquellos trofeos me llenan muchísimo. No es por echarme flores, pero yo creo que sí era el Rey de Jerez en su momento. Era una carrera en la que resultaba muy bonito partir como favorito y eso pasaba cuando llegaba Jerez. Era una pasada para mí correr allí, salir como favorito y luego poder reafirmarlo ganando la carrera”.

En cuanto a Puig, su recuerdo también es extraordinario de aquella victoria en 1995, la única que firmó en GP: “Jerez 95 fue mi carrera y mi día. Tuvo que llegar en el GP de España, que eso está por encima de todo. El GP de España, que quede claro. Me da mucha pena ahora que haya que posponer Jerez, pero al mismo tiempo aplaudo la decisión y la gestión de Dorna, porque creo que están llevando toda esta crisis como nadie. Están haciendo una gestión muy correcta, sobre todo si la comparamos con otros estamentos oficiales que gestionan campeonatos. Hay que recalcar el trabajo de Dorna y de Carmelo Ezpeleta. Es muy bueno para el colectivo de MotoGP. Yo me siento muy respaldado al tener una gestión así, porque han demostrado que se preocupan de sus deportistas y eso es súper respetable. Me da mucha pena que Jerez no se haga como siempre, en mayo, siendo una fiesta del motor y de la región, pero aplaudo esta decisión”.

La gran pregunta que me surge siempre que pienso en aquella prueba del 95 es si Alberto hubiera ganado sin la caída de Doohan cuando éste lideraba. Su respuesta: “Yo no lo sé. Es una cosa que siempre me he preguntado, la verdad. Recuerdo que le estaba recortando un poco. Él tenía ya bastante distancia. Yo salí muy bien, pero perdí posiciones en las dos o tres primeras vueltas y luego me costó recuperar y Mick ya se había ido. Al último que pasé fue a Cadalora, que yo sabía que llevaba peores neumáticos que los míos. Eso lo llevaba yo en el bolsillo, porque sabía que él sufriría al final de carrera por sus gomas diferentes. Le pasé y marqué un ritmo fuerte para tensarlo a él, y al tiempo vi que poco a poco me acercaba a Mick. Estaba lejos, pero quedaban muchas vueltas. Mi intención era seguir apretando hasta el final, porque no tenía nada que perder, aunque sabía que él era un animal de carreras y que no iba a aflojar. No sé si hubiera llegado, pero tampoco le di muchas vueltas”.

Más al respecto: “Cuando llegué a la curva en la que se había caído, la moto todavía estaba rodando por allí. Tuvo una caída muy fuerte, pero luego lo vi en el paddock y me dijo que no se había hecho daño. Curiosamente fue ahí donde luego se acabó su carrera en no sé qué año (en los entrenamientos del GP de 1999). Eso es lo más llamativo para mí. Es un punto muy difícil de Jerez entre la curva 3 y 4, porque se tiene que hilar muy fino, hay que ir con mucho cuidado, porque está contra peraltado y es difícil. Ahí se cayó en el 95 y luego en el 99. Es una curva en la que hay que sacrificar un poco. En esos años no había ni electrónica ni control de tracción ni leches. El control lo tenías entonces en la mano. Ahora los ves salir de ahí y los pilotos van a fondo, porque la moto desconecta y no se cae nadie ahí. Entonces el control lo teníamos en la mano, en la cabeza y en el corazón”. ¡Qué tiempos aquellos!

MELA CHÉRCOLES