Introducción

La ubicación geográfica de Guatemala, sus características geológicas y la situación socioeconómica de la mayoría de su población, le hacen un país y una población altamente vulnerable a crisis socioeconómicas, políticas y ambientales. Así mismo, los altos índices de corrupción y la escasa voluntad política han debilitado la capacidad de planificación estratégica estatal para la resiliencia. Estos datos remarcan la necesidad de reforzar los sistemas de producción y distribución de alimentos para abordar la crisis alimenticia, sanitaria, económica y social profundizada por la pandemia que afecta de manera significativa a personas en condición de pobreza estructural. Una de las formas de lograrlo es formar liderazgos y solidaridad en organizaciones o instituciones para generar acciones que reduzcan y mitiguen el impacto de la pandemia.

La llegada de la contingencia sanitaria ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19), una crisis de salud global y socioeconómica, ha evidenciado impactos sin precedentes (FAO, 2020). El primer caso confirmado de esta enfermedad se identificó en Guatemala el 13 de marzo de 2020 (OPS, 2020) y desde ese momento algunas consecuencias en el país fueron que el número de personas sin alimentos se duplicó, además de que provocó que 1,2 millones de personas necesitaran ayuda alimentaria de urgencia, en un país de 17 millones de habitantes (PNUD, 2020).

Por ello surge la Red de Solidaridad Inmediata, RESI, como una organización de sociedad civil que busca responder a la crisis alimentaria y sanitaria provocada por la pandemia. RESI ha

4

trabajado desde marzo del 2020 en su organización, coordinación interinstitucional y entrega de apoyo a hogares de escasos recursos. Este trabajo se logró a partir de equipos profesionales y especializados aplicando trabajo en red, gestión por procesos y una comunicación efectiva.

El presente documento contiene la medición del indicador de resultado1 para evaluar la intervención de la Red de Solidaridad Inmediata. Su objetivo es identificar cuál fue el alcance de la asistencia humanitaria brindada por la red en la seguridad alimentaria de los hogares beneficiados. De acuerdo al estudio de línea base y final: el 46.45% de los hogares (equivalente a 232) mejoró su situación alimentaria durante la intervención planificada por la Red de Solidaridad Inmediata. Cabe mencionar que también se identificó que algunos hogares sufrían de inseguridad alimentaria incluso previo a la pandemia.

Se implementó la metodología FIES -Escala de Experiencia de Inseguridad alimentaria- y se realizó el levantamiento de línea base durante los meses de abril y mayo 2020, previo a la intervención de RESI y el levantamiento de línea final se ejecutó posterior a siete meses de apoyo alimentario y nutricional brindado por RESI (diciembre).

*1 Indicador de resultado: ‘Número de hogares que han mejorado su posición en la Escala de Inseguridad Alimentaria FIES’.