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El enemigo necesario

27/01/2013 Tal vez debería decir, el peligro necesario, pero al fin y al cabo va a dar igual, porque ambos son la escusa que sirve al neoimperialismo para sus intervenciones militares en países extranjeros

La desaparición del comunismo del escenario internacional como el peligro y causa de todos los males de la humanidad, dejó vacío el saco de los argumentos para justificar las intervenciones militares del imperialismo, así que fue necesario inventar un nuevo peligro y causa de todos los males, para argumentar sus razias de robo a mano armada de las materias primas que no le pertenecen. En este contexto, es en el que se produce la intervención militar francesa en Mali, una intervención que podía haberse evitado si el gobierno francés hubiera implementado una política exterior adecuada y solidaria con el gobierno local y su población.

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Pero no es ni ha sido así, las minas de uranio son fundamentales para la industria francesa y para su red de centrales nucleares, tanto nacionales como las que vende a terceros países. De esta forma el asalto francés no sólo es un delito de robo, es un delito continuado contra el medioambiente y el difícil equilibrio de la seguridad en la zona. Los franceses, sea cual sea el partido en el gobierno, no han rebajado su papel imperialista en ningún momento, manteniendo su "grandeur" a la altura de la borda, con tal de que no se hunda el barco, por debajo del mar de los titulares de las primeras planas de la prensa mundial. En la guerra fría, el bloque soviético, servía en buena medida de dique de contención a los deseos de razia del imperialismo, atrás quedaron las guerras anticomunistas, como Vietnam, las invasiones como las de Granada o Panamá, ahora los campos de concentración se llaman Guantánamo, pero nadie habla de ellos, los demócratas europeos no hacen nada por levantar el bloqueo a Cuba, mientras se les llena la boca de condenas por la falta de libertades democráticas aquí o allá, se hunden en el fango de la corrupción y respaldan con dinero de sus pueblos guerras injustas en todo el planeta. La Europa de los mercaderes, la Europa colonialista, se siente a sus anchas una vez desaparecido el peligro comunista, ese

peligro frente al que no sólo había que poner aviones y misiles, a ese peligro había que hacer concesiones, concesiones a la clase obrera que lo sustentaba por ser su partido, el partido de los trabajadores, de los proletarios que se reivindicaban comunistas, a los intelectuales que simpatizaban con los comunistas… Una vez desaparecidos los comunistas, es hora de desprenderse de las concesiones otorgadas a los obreros y desmontar el Estado del Bienestar, que no es otra cosa que el resultado inmediato de la revolución bolchevique y de las reivindicaciones de los trabajadores, de las huelgas, de las barricadas, de los encarcelados, de los luchadores, de los hombres y mujeres que se atrevieron a poner su puño en alto frente a una burguesía enriquecida durante siglos a base de expoliar a los países del tercer mundo. No hay dinero para ser solidarios con los griegos, no hay dinero para los parados, no hay dinero para la sanidad pública, no hay dinero para la enseñanza, no hay dinero para la investigación… pero siempre queda algo para la guerra y si es contra un pueblo extranjero mejor. La putrefacción afecta a todos los ámbitos de la vida pública europea, bienvenida la tasa Tobin, para muchos, Robin Hood era comunista, claro que él no lo sabía.

Ante el Foro de Davos, sólo hemos visto a un colectivo de valientes mujeres, tal vez los tiempos estén cambiando y los hombres se están volviendo cobardes, a los comunistas no se les esperaba, siguen sin recuperarse de la caída del muro de Berlín, los socialdemócratas están muy ocupados, contando la pasta gansa que obtienen de la corrupción

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