2 minute read

Parot, duele

21/10/2013 La sentencia del Tribunal de Estrasburgo, pone en su sitio a un Poder Judicial envenenado por la derecha y a un Estado Español empeñado en borrar a los aberzales del mapa, en una guerra sin fin a pesar de la rendición de ETA y la represión sistemática de los vascopatriotas sean de ETA o sean de donde sean.

La comparecencia de los ministros españoles de interior y de Justicia, recordaba a las comparecencias de los ministros de Franco. A regañadientes y con malas caras, desencajados y violentados (moralmente), ambos ministros han desgranado el rosario de lamentaciones y de justificaciones inconexas que obligaba su presencia ante la prensa. Una vez más, el Tribunal Supremo y el tribunal Constitucional del Estado español, reciben la correspondiente rectificación del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Advertisement

Desde el grupo dirigente del Estado Español, se viene promoviendo una lectura perversa de la realidad, que parte de la confrontación entre víctimas y terroristas, haciendo de los primeros unas eternas víctimas ofendidas con la existencia de sus ejecutores y prolongada en sus parientes. Para ello pasan a pies puntillas por la similitud con las víctimas del terrorismo del Estado franquista y de la Guerra Civil española, víctimas y familiares a los que no se les ofrece tal condición ni derecho a su reconocimiento. Este doble rasero necio e inmoral, es el que pone en práctica un Estado supuestamente de Derecho y como tal reconocido por la Unión Europea. La tirada por tierra, doctrina Parot, viene a poner en su sitio, una medida que tiene todas las características de excepcional y que vulnera el Derecho de forma clara e indiscutible, a pesar de los cacareos de algunos jueces, abogados y contertulios paniaguados del sistema y fanáticos irracionales.

Los Derechos Humanos, son para todos

La derecha está de luto y tiene sobradas razones para el lamento, su sed de venganza no va a ser satisfecha a su gusto, por encima de esos deseos de venganza está el Derecho que dicen defender y en nombre del cual reclaman justicia a su medida, sin consideración alguna.

Alberto Ruiz Gallardón, se ha ofrecido a hacer un esfuerzo mayor para modificar todo lo que sea posible el código penal y llevar a cabo la venganza efectiva a pesar de la sentencia de Estrasburgo. Los tribunales españoles no tienen más remedio que acatar la sentencia y aplicarla, so pena del ridículo y las amonestaciones correspondientes. Lo que debería ser una escusa para una clara y sincera reconciliación del problema vasco, parece que se va a convertir en un argumento para desatar más represión y persecuciones sobre los aberzales. En cierta medida recuerda al enfrentamiento que sostienen los mapuches en Argentina o el soterrado y eterno problema de las tribus guaraníes en Paraguay, por no mencionar a los pueblos indígenas de México y Centroamérica. La diferencia sin embargo es clara, estamos hablando de Europa, del primer mundo, ese que presume de ser el más civilizado y en el que se defienden por encima de todo los Derechos Humanos.

This article is from: