Del "Por qué no te callas", al por qué no abdicas?

21/10/2013 Las Cumbres Iberoamericanas han ido perdiendo capacidad de convocatoria año tras año, desde la famosa intervención del Rey de España y a medida que la crisis económica ha ido arrastrando a España y Portugal a una situación de drama, mientras las economías americanas crecen de forma sostenida

El fracaso estrepitoso de la última cumbre celebrada en Panamá, viene a poner en evidencia el declive del España en el concierto internacional y su falta de capacidad de convocatoria en las naciones de habla hispana, un universo nada despreciable para el capitalismo español y la demostración de que la llamada "Marca España", cada día se vende menos.

Como si los hijos hubieran crecido, la Madre Patria se encuentra cada día más sola, y despreciada por sus antiguas colonias cual madrasta venida a menos. Pero lo cierto es que se lo ha ganado a pulso y a lo largo de la historia con sus innumerables incongruencias, salpicadas de abandonos y políticas improcedentes, amén de no haber pedido perdón por el genocidio de la conquista. En este mismo camino hay que recordar que la actitud depredadora del empresariado español ha sido y sigue siendo la causa de gran parte del malestar creado en el continente americano, en el que el Reino de España ha sustituido al Tío Sam a la hora de tratar a los gobiernos americanos como si fueran parte de su finca trasera o un mercado de analfabetos. A 24 horas de la clausura de la Cumbre de Panamá, las portadas de los diarios digitales de América, ignoran o minimizan el encuentro, que ha contado con ausencias clamorosas, como el grupo ALBA, Brasil, Chile y Perú. Eso sí, destacan la detención en Miami, del hijo del presidente paraguayo Horacio Cartes. La monarquía española personificada en el Rey, no es ajena a este descalabro, Juan Carlos se ha ganado a pulso una mala imagen que no sólo ha dañado a la corona, sino que ha desprestigiado al Estado español en su conjunto.

Hispanoamérica ya es mayor de edad

La imagen que se transmite del Rey español, en los medios de comunicación de América es la de un monarca corrupto y corruptor de su familia, la de una marido infiel y la de un cazador furtivo de especies protegidas, un vividor a cuenta de las arcas del Estado. Peor imposible, más si se tiene en cuenta que ese esquema se traslada al Estado español, un país corrupto, un aliado de poco fiar, con un empresariado depredador de los recursos naturales de América. El asunto es preocupante, más si se tiene en cuenta que los gastos de las Cumbres que organiza el Reino de España se pagan con cargo a los presupuestos generales del Estado Español y que su gobierno está empeñado en recortar los gastos sociales, para escarnio de los más desfavorecidos, mientras se alimenta el papel cuché y se sostiene a una monarquía tambaleante con muletas. A este paso, los trabajadores del Estado español, van a tener que reclamar la solidaridad de los americanos para que les ayuden a liberarse de una monarquía de la que en su día se liberaron ellos mismos, al grito de por qué no dimites Juan Carlos? El único acuerdo de la Cumbre de Panamá ha consistido en celebrar estos "saraos" cada dos años, para reducir gastos, política de Rajoy… recudir los gastos en canapés.