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La tribu nacionalista

16/10/2013 Europa sigue su eterna lucha tribal y la radicalización de los nacionalismos a lo largo de todo su territorio, sembrando el caos y la incertidumbre en muchos ciudadanos incapaces de entender que está pasando

Las recientes manifestaciones y acciones políticas de los nacionalistas en distintos países europeos, trae a la memoria los años previos a las grandes guerras en los cuales el nacionalismo se agitó como una de las causas para emprenderlas. Cualquier opinión sobre la llamada "Cuestión Nacional", va a resultar polémica, cuando no rechazada por buena parte de los nacionalistas, encerrados en su útero nacional como fetos que se resisten al parto de la historia. La historia conoce las primeras organizaciones gregarias de la humanidad bajo la denominación de tribus. Las tribus son el origen de las naciones y de las religiones, reproducidas a través del tiempo, gracias al idioma común y la transmisión generación tras generación, de las señas de identidad que les distinguían de otras tribus.

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Estamos pues, ante una noción primitiva, un instinto básico de las señas de identidad como seres distintos, diferenciados de otros grupos sociales y que dan coercitividad a los individuos. Esta es la esencia del nacionalismo, la conciencia colectiva de ser distintos a otros grupos sociales a pesar de su vecindad e incluso, a pesar de compartir o soportar, durante algún tiempo la dominación de otras (tribus) naciones. El imperialismo ha causado verdaderos estragos en las (tribus) naciones a las que ha sometido, véase si no, la historia del Imperio romano, o las incontables luchas de las (tribus) naciones europeas.

El mestizaje no gusta al nacionalismo

El Estado Nación es una obra netamente burguesa, que nace de su mano, para delimitar sus territorios al convertirse en la clase dominante, imponiendo los criterios de lengua y religión, como signos definitorios de la misma. El colonialismo y el imperialismo, han impuesto a costa de mucha sangre la religión y el idioma como marcas de fuego a los pueblos conquistados y colonizados. Los ejemplos de España, Inglaterra y Portugal, empequeñecen a la dominación del Imperio romano. La aparición del capitalismo y su consecuencia: la Clase Obrera, viene a trastocar el escenario internacional y como

consecuencia el papel de sus protagonistas y la vigencia del nacionalismo. Un buen ejemplo de esto es el caso de las naciones americanas, donde las señas de identidad nacional se reducen a una bandera y la nostalgia de los hijos de sus colonizadores. El Capitalismo no conoce fronteras, religiones, idiomas ni razas. Su consecuencia la Clase Obrera, es sometida a la explotación al margen de su origen tribal, es decir de su nacionalidad, su condición de clase explotada, no se va a ver alterada por la "cuestión nacional". Por consiguiente, la Clase Obrera, los trabajadores, en su lucha contra el Capitalismo, no pueden distinguir entre nacionalismos buenos y nacionalismos malos. El nacionalismo es un argumento primitivo que permite a la burguesía ser más "dueña" de sus explotados, imponiendo mejor las condiciones de su explotación bajo el engaño de ser distintos, eliminando a los emigrantes y su peligroso mestizaje, que diluye las señas de identidad nacional. Los trabajadores no conocen fronteras y su emancipación sólo vendrá de la mano de la solidaridad, el internacionalismo y el mestizaje. El nacionalismo es la negación de la evolución, la cultura oral y las lenguas maternas perviven, véase sino el fenómeno

migratorio en los EE.UU., especialmente el hispano, que acabará produciendo un profundo mestizaje de los hijos del Tío Sam.

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