Cuanto peor… mejor

01/02/2013 Bárcenas, está escribiendo una de las páginas más negras de la política española, al emular al pájaro espino, que muere matando

Pero la actitud de Bárcenas, no admite comparación con situaciones anteriores o similares, hay quienes lo llegan a comparar con el socio de Urdangarín, pero me temo que no se da el caso, ya que en el caso del yerno del Rey, no se trata de un partido sino de una par de golfos. El señor Bárcenas era militante de un partido y militante cualificado, nada más y nada menos que el hombre de confianza, en el que se depositaban no sólo los secretos, era depositario del capital del partido, dicho en el sentido figurado y explícito. El capital no sólo económico, el capital de credibilidad en cuanto a la honestidad sobre la financiación de la organización y de sus dirigentes. Como se le habrá quedado la cara a más de uno o una.

Al político se le supone una dedicación y sacrificio personal, por el que no recibe mayor compensación económica ya que se dedica a la defensa de sus ideas y eso a veces no hay dinero que lo pague. Pero cuando descubrimos que aparte de cobrar su sueldo como parlamentarios, ministros o secretarios generales, reciben un sobre en dinero negro, la cosa cambia.

No hay modestia, falta humildad, la soberbia se paga caro

Carecen de vocación, se mueven por la pasta gansa, les mueve el interés por el dinero y eso nada tiene que ver con las ideas y si mucho con el bolsillo, lo que lleva a la inmediata conclusión de que están a la disposición del que más y mejor pague y el que mejor paga es el Gran Capital. No hay altruismo de ideas, no hay principio que valga, no hay ética que se sostenga ni papel que lo aguante. Se podría admitir el choriceo con la escusa de la financiación de una estructura compleja como la de un partido... pero estamos ante una camarilla que se reparte el botín de la financiación, de la corrupción. Se podría admitir que hay gente que tiene problemas económicos personales o familiares, pero se trata de profesionales de la política encumbrados desde su tierna infancia, que lo han mamado de la teta de sus padres y madres.

Y eso es lo grave, y espeluznante, no se trata de un Roldan de la vida, que llega de novato a la política, casi analfabeto y sin un duro y engaña a diestro y siniestro, se trata de gente de buena cuna, con pedigrí, de pura raza, avalados casi todos por el veterano fundador Manuel Fraga, respaldados por Esperanza Aguirre, aupados por El Mundo y Libertad digital. No son los cachorros del señor de las Azores, son una banda de ineptos ávidos de riqueza que se han pringado de mierda cobrando dinero en negro como pimpines, mordiendo el anzuelo de Bárcenas y sembrando a media España con su mierda. No dudo de la honradez de la gran mayoría de la derecha, entre otras cosas porque creo que hay gente que tiene principios tanto en la derecha como en la izquierda. De momento la papeles de Bárcenas, que son suyos, son una demostración de la poca catadura moral de muchas de las gentes que pueblan los partidos, tanto de derechas como de izquierdas en el solar de las Españas. Una pasada por la quilla no viene mal de vez en cuando para escarmiento de la marinería y de los oficiales al mando del barco.