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Espiaciones y expiraciones

19/02/2013 El verbo espiar se está conjugando en clave de competencias y soberanía nacional, al ritmo de merengue, acompañado de caipiriña y bailado por mal pagados corruptos y corruptores

La desvergüenza y el descredito al que están arrastrando a España, esta banda de sinvergüenzas, es de Capítulo de Oro del siglo XXI. Qué vergüenza debe dar cuando a alguien le preguntan ¿es usted española? El Rey de España pringado a hasta el cuello, gracias a su yerno, el presidente de la patronal un delincuente, el vicepresidente en capilla, el presidente del gobierno que dicen que cobraba un sobre sueldo, los ministros que más de lo mismo, el partido de

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la oposición que paga a escritoras que no existen, contratan a espías para no se sabe qué, sus exministros que abalan las propuestas de la derecha, y se callan con la que está cayendo, cada día un suicido a cuenta de los bancos…. No hay día sin suicidio y ahora muerte a lo bonzo, con lo cual los muertos por el terrorismo… a este paso van a ser una anécdota, frente a los muertos del capitalismo, total que el personal se enterará que de capitalismo también se muere, pero seguirá dándole al WhatsApp, y pagándole al capitalismo par que les siga matando y controlando sus vidas.

Expiar: Borra la culpa mediante sacrificio. Sufrir la pena impuesta por los tribunales

El tal Bárcenas se permite un gesto grandilocuente y digital, para hacerles saber a los españoles, que el mundo es de los listos para lo cual no hace falta ser inteligentes, simplemente infiltrarse en las filas de un partido asequible al Poder, ya lo señaló el insigne Roldán el Bueno. Al que no espiaron sus falsos currículos, ni sus cuentas en sabe dónde, ni el origen proletario de su devenir en sociolisto. Cuánto tráfico de influencias, cuánta corrupción, cuánto mirar para la otra esquina en la España de Baltasar Garzón, ese juez estrella, al que descabalgaron, por temor a ser procesados los de la Santa Inquisición, esos que tanto hablan de ser honrados y que acabarán en el mismo cajón.

Se pasa el tiempo, muchas de las “causas” prescribirán pronto y los acusados se irán de rositas. Lo de Garzón parecía una expiación, pero más parece que lo de España, es un error de conjugación. Se han dedicado a espiar tan solo para expiar. El que no lo tenga claro que tire de gramática, aunque yo le recomiendo que tire de historia.

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