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Reflexiones sobre la extrema derecha

25/03/2013 Europa vive un renacer de la extrema derecha al socaire de la crisis económica y de las consecuencias de las medidas adoptadas para mantener el Euro

Dar la razón al enemigo, en este caso a la extrema derecha, no entra en los presupuestos de ningún partido, incluso llegar a reconocer que en algo tienen razón, llega a producir una cierta estridencia acompañada de olores nauseabundos que traen a la memoria a un hombre bajito de ridículo bigotín, que bañó de sangre medio planeta. Pero hay que reconocer que la derecha y la socialdemocracia europea, se lo están poniendo fácil, con el cúmulo de torpezas y errores con los que pretenden sacar de la crisis a sus amos capitalistas, y gracias a que los sufridos y disciplinados proletarios, aún no se han recuperado del trauma de la caída del muro de Berlín, al que acuden periódicamente a lamentarse de sus desgracias. El fascismo nació de las barbaridades del capitalismo y se alimentó de sus horas bajas, cuando parecía estar a punto de perder el Poder amenazado por el proletariado.

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Pero este no es el caso, en este momento la extrema derecha reaparece como una alternativa en defensa de los maltratados por la crisis y frente a los que según sus argumentos son la causa de esa crisis. Sus argumentos son simples, fáciles de asumir, tocan las teclas de los sentimientos básicos y se asemejan a la telebasura. No al euro, No a los emigrantes, No a los impuestos, No a la igualdad, No a Europa… El caso de Grecia es especialmente llamativo, Amanecer Dorado, se presenta como una organización que presta auxilio a los parados y a la vez defiende la expulsión de los trabajadores emigrantes. Sabe que su mejor clientela, la más combativa, debe surgir de las filas de los trabajadores, los más golpeados por la crisis y los únicos que están dispuestos a movilizarse si alguien les brinda apoyo y medios para hacerlo.

El neofascismo, no puede ocultar algunos de sus símbolos

Hay que recordar que Amanecer Dorado alcanzó el 15% de los votos de las últimas elecciones griegas, cifra impensable para los comunistas en ningún país de Europa. En Italia Lega Norde y Casa Pound crecen en votos, acompañados de fenómenos como el de Beppe Grillo y su consabido antipartidismo.

En Inglaterra crecen los seguidores del Partido Nacionalista Británico y la Liga de Defensa Inglesa. En Francia Le Pen sigue siendo un contrapeso importante para los socialdemócratas de izquierdas y de derechas. Austria, Bélgica y Holanda ven crecer día a día las filas de los partidos filofascistas y Rusia no se queda atrás con el crecimiento constante de su Partido Nacionalista. Hungría, el movimiento Jobbik, habla de crear listas de judíos, como en la Alemania nazi, mientras en su conjunto toda esta pléyade de organizaciones fascistas baten el cobre del racismo, la xenofóbia, la homofóbia y la cruzada contra el derrumbamiento de la cultura occidental. Parece que ya está olvidada la masacre de aquel fascista que una mañana de Julio de 2010 en Oslo, decidió erigirse en Mesías, pero no es cierto cada vez aparecen más organizaciones fascistas, cada vez hay más webs de extrema derecha y cada vez hay menos antifascistas.

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