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Los teta BRICS

29/03/2013 No sabemos muy bien por qué, pero los BRICS no responden a las expectativas que despiertan en una economía globalizada y marcada por el descontrol absoluto de los mercados

Poner de acuerdo a China y Rusia, con intereses tan dispares en todos los terrenos, parece una quimera, pero más difícil lo tienen Sudáfrica y Brasil, con intereses regionales distantes y distintos de los rusos. Vladimir Putin llegó a ofrecer 18 mil millones de dólares para el fondo común de los BRICS, frente a los cuarentamil de China, pero ni aún así llegan al acuerdo de que dicho fondo se transforme en un Banco Mundial (bis o BRICS), mientras la prensa rusa se desmelena en profusión de informaciones acerca de la cumbre de Durban. Chinos y brasileños se ponen de acuerdo a la hora de cambiar sus monedas, a fin de salvar el barco que a veces zozobra por las mareas del Yuan y la flotabilidad del Real, ambos a merced de los vientos que soplan desde el Dólar y los fríos vientos que congelan al Euro. La prensa Rusa habla de la necesidad de una estrategia de Bloque, pero sus socios no parecen estar dispuestos a bailar a los acordes de la Balalaika y prefieren seguir con la música clásica.

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La prensa oficial China habla de futuro, o sea fiar a largo plazo, mientras que la prensa brasileña apenas habla del tema y no porque estén más ocupados con otros asuntos, simplemente porque este no parece ser su asunto, más preocupados por la cosa doméstica. Los chinos destacan en sus medios las entrevistas de Xi Jinping, con Dilma Rousseff y la colaboración con el gobierno de Sudáfrica, haciendo caso omiso al resto de las propuestas a las que aluden los medios rusos, dejando claro que ellos están a su asunto. Para dejar más clara la posición China, se hace alusión a que Brasil es el principal socio comercial de China en América Latina y China el principal socio comercial de Brasil, por si quedan dudas la prensa China destaca que el comercio bilateral Chino con Brasil alcanzó los 200 mil millones de dólares. A china no le preocupa en lo más mínimo la desesperación de Putin por encontrar el acomodo de una Rusia mal querida, después de su divorcio con la Unión Soviética, con fama de infiel y coqueta, presumida, corrupta y derrochadora en lujos impropios de gentes serias. Por su parte, la India ya tiene bastante con mantener su mercado interior y un crecimiento sostenido que garantizan su estabilidad a medio plazo, en medio de la Gran Crisis.

Los BRICS se han convertido en las tetas a de las que espera amantar Putin a una Rusia cada vez más perdida en el concierto internacional, al que sigue aplicando la política de la extinta Unión Soviética, como si la Guerra Fría no hubiera sido finiquitada, gracias a los fracasos de una dirigencia corrupta que sigue detentando el poder. La iniciativa en sí misma no sólo no es mala, es necesaria y acertada, dentro de un mundo dominado por los USA y sus socios europeos bajo el paraguas de la OTAN, pero los tiempos no parecen ser propicios, ni los actores dispuestos a tomar el camino de un nuevo escenario internacional. No sabemos que es peor, el renegado comunista o el comunista devenido en capitalista. Los BRICS, tendrán que esperar a que crezca el arbolito del mundo multipolar, a costa de olvidarse de los no alineados como Cuba, que sigue padeciendo un bloqueo, del que no se acuerda nadie y menos los que presumen de solidaridad.

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