Escrache o escarnio

28/03/2013 Con independencia del origen de la palabra, que cuenta con varias versiones, el escrache se ha convertido en una incómoda (para el que la recibe) manifestación del descontento popular

Hacerle el feo a una o un político, no debería tener mayores consecuencias que las que se derivan del bochorno de ser escarmentado en público, tal como se hacía en tiempos con los delincuentes puestos en la picota, vivos o muertos para escarnio y ejemplo. Esta práctica muy extendida en Europa durante siglos, cuenta con mudos testigos en infinidad de pueblos del la geografía española y fue llevada por los españoles y los ingleses hasta la joven América. En cuanto al escarnio, definido por la RAE como burla muy ofensiva y humillante que se hace con la intención de herir y ofender, no cabe la menor duda sobre el término, razón por la cual el que suscribe se inclinaría más por el uso de la segunda palabra. Tiene pues raíces profundas esta modalidad de manifestación pública, cuya iniciativa partió en su momento de la clase dominante y formó parte del acerbo cultural de muchas

naciones del planeta, pues incluso en el lejano oriente su uso era muy habitual. Claro que como siempre los políticos españoles demuestran un escaso o nulo conocimiento de la historia, que está directamente relacionado con su nivel cultural y su capacidad a la hora de comprender la idiosincrasia de sus pueblos. No tratan de la misma forma, los mismos políticos, a manifestaciones de escarnio procedentes de distintas organizaciones, a saber: Los afectados por las preferentes en Galicia, llevan meses haciendo escarnio de los directivos de las Cajas de Ahorro y ahora de los ediles de las corporaciones locales, sin que por ello el PP de Galicia haya acusado a los manifestantes de vinculación con ETA.

No dijeron lo mismo cuando se acosaba a los bancos y Cajas

Y más les vale, pues en Galicia eso desataría las iras de más de uno dispuesto a quemar vivo al ocurrente o ingenioso teórico de la derecha local. Sin embargo en Madrid la ingeniosa Delegada del Gobierno, que ya se destacó en varias ocasiones por sus particulares versiones sobre las intenciones de los manifestantes, ha llegado a decir que la PAH apoya a grupos proetarras, en un intento de justificación de no se sabe que posibles medidas represivas y en una demostración clara y palpable, de que esta señora es una manipuladora y una agitadora de la derecha cavernícola.

No contentos, con eso un tal Hernando, salta a los medios para decir que del linchamiento verbal al linchamiento físico hay un paso. A este ocurrente, que llamó pijo ácrata a un juez, le recomendaría que se diera un paseo por las calles de Vigo o de Ponteareas donde los votantes del PP son las víctimas de las cajas de ahorro. El escarnio público es la medicina a la que recurren los pobres, después de haberla probado siglos atrás a manos de los señores feudales, por el simple hecho de robar un mendrugo de pan. Nada en comparación con ya larga lista de muertes que está provocando el Capitalismo Salvaje que defienden quienes son acosados por las concentraciones de simples ciudadanos de a pie, hartos de injusticias y abusos de una clase dominante cada día más enriquecida y despótica. Los excesos, no restan legitimidad al derecho de manifestación, en todo caso es una cuestión de formas, tal vez la simple concentración silenciosa tuviera el mismo efecto, pero carece del morbo que producen los gritos y la intimidación. Algo parecido a las cargas policiales contra ciudadanos desarmados mientras intentan manifestar su descontento.

Comenzaron con lo de perroflautas y terminarán con lo de mataperros, pero ya se sabe que hay perros que son files defensores de sus amos.