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05/06/2013 Juan Manuel Santos huye de América para pedir asilo en la sede del Vaticano y así convertirse a los ojos del mundo en un creyente fervoroso de la fe en la democracia vigilada por la OTAN, olvidándose de su humilde origen andino

Nada más descabellado, fuera de sentido de la historia y de la tradición americana, se le podría haber ocurrido a los asesores del presidente colombiano, en su huida hacia no se sabe muy bien que altas cotas del planeta. La OTAN, nace (1948) como un frente anticomunista después de la Segunda Guerra Mundial, al que se vieron obligados a dar respuesta (1955)los países comunistas con el Pacto de Varsovia, después de numerosas amenazas. Los orígenes de la OTAN, en contra de la propaganda de la Guerra Fría, son netamente europeos, y corresponden a la iniciativa de Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y el Reino Unido, lo que se conoce como Tratado de Bruselas, 1948. Un año más tarde, la Alianza decide su ampliación, lo que se conoce como Tratado de Washington, 1949. La lógica de todo esto, se encuentra en la debilidad militar de las naciones europeas después de la Segunda Guerra Mundial, frente al desarrollo creciente de la URSS, es decir que frente al poder militar creciente de los socialistas había que buscar

(desde el Capitalismo) una alianza protectora que defendiera a los gobiernos europeos del socialismo soviético. Algunos gobiernos argumentaron y argumentan, que la OTAN es un freno a las veleidades fascistas y dictatoriales que pudieran surgir de sus propios ejércitos o de algunos sectores de la sociedad, pero en el mismo paquete, se incluía a los Partidos Comunistas como un peligro a enfrentar.

Una alianza incomoda para los vecinos, no es una alianza, es un insulto

Es así como los socios capitalistas occidentales se agrupan frente a las naciones socialistas amparadas por la URSS. Todo lo demás cuentos de camino. Ahora bien, la OTAN, ha servido y sirve de paraguas protector a muy diversos países, barnizados de "democracias" e incluso de "seudo democracias" como el caso de Turquía. Se ha convertido en un club de compraventa de armas, con descuentos para socios y un gendarme del capitalismo, que en ningún caso está dispuesto a consentir la implantación del comunismo y se presta a intervenir, siempre que puede en cualquier proceso revolucionario o de contestación a una supuesta "democracia de corte occidental". También es cierto que Rusia, otrora líder del Pacto de Varsovia, suspira con formar parte de la OTAN, al igual que otros muchos países de muy diversas regiones del paneta, pero en todo caso todos ellos tiene en común la misma vocación capitalista y su

posicionamiento con el hemisferio norte, claramente diferenciado de los países del Sur. En todo caso, la vocación atlantista de Juan Manuel Santos, resulta sorprendente, ya que Colombia, está inmersa en el proceso de creación del la Alianza del Pacífico, la cual está vinculada necesariamente a los países del pacífico oriental, (China, Vietnam, Indonesia, etc.) y condicionada por sus propios socios, (México, Chile, Costa Rica…) ninguno de ellos pertenece a la OTAN, ni han manifestado su interés por pertenecer al Club. Por consiguiente, el atlantismo colombiano, sólo se puede explicar en la línea de frenar cualquier posible triunfo de un proceso revolucionario de carácter socialista, bien por el triunfo de las organizaciones revolucionarias colombianas, bien por el contagio de la Revolución Bolivariana. En todo caso, la oligarquía colombiana tiene una profunda vocación de servilismo a los gringos, tal como lo ha demostrado a lo largo de los años con sus pactos para todo tipo de acciones represivas. Ha escogido un mal momento para hacer el anuncio, cuando las negociaciones de paz están comenzando a dar frutos y estas declaraciones vienen a echar por tierra, gran parte de lo avanzado.