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El calado del neoliberalismo en la sociedad

03/06/2013 El neoliberalismo, ha calado profundamente en la sociedad contemporánea, la reafirmación del Ego, y las salidas o respuestas personales a cualquier tipo de situaciones, predominan en la sociedad, cada individuo "es un mundo" y por consiguiente una respuesta a cualquier tipo de diatriba o problema

El neoliberalismo pone al individuo y su libertad, en el centro del universo, nada es más importante que el derecho individual. Si a ello añadimos que el derecho a ser rico, es incuestionable, todo lo que se oponga a este derecho es una obstrucción a la libertad de los seres humanos. El Estado es un aparato represor de los derechos individuales y se convierte en un enemigo del hombre, tal como proclaman los defensores del derecho a la autodefensa y la posesión de armas en USA. Los individuos no necesitan del Estado para que les defienda, los individuos se compran su pistola o su escopeta y se defienden de los criminales que fomenta el Estado, protegiendo a esa chusma, que no es capaz de triunfar en una sociedad competitiva, esos tullidos a los que la Divina Providencia ha

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negado la condición de triunfadores, guapos, blancos y católicos, es decir los más desfavorecidos, los indefensos, los marginales, los negros, los homosexuales, etc., etc. Esta cultura que se ha desarrollado en paralelo al "sueño americano", forma parte inseparable del paquete neoliberal y del "sueño europeo" que se ha creado en torno al Euro y la Unión Europea, de ahí que sean pocos los que se oponen frontalmente al Euro. Es la cultura de la "escuela de Viena", del neoliberalismo a ultranza, en la que los Estados son el obstáculo para el desarrollo de la economía y los gobiernos una suerte de parásitos depredadores de gran parte de los beneficios obtenidos por las plusvalías.

Hay dos modelos de Capitalismo: El que te deja comer sus migas y el que te cobra por comer sus migas

El que no es capaz de "emprender" por iniciativa propia su negocio, es un inútil, un fracasado, o una víctima de las leyes que establecen los Estados, para limitar las capacidades individuales y el libre mercado. En esa línea, el individualismo ha calado profundamente en las débiles mentes de los jóvenes, que ansiosos por comerse el mundo y descollar por encima de los demás, irrumpen en las redes o en las salas de conferencias, con discursos agresivos

contra la intervención de los mercados y la corrupción de los gobernantes. Muchas personas se retraen a la hora de exponer sus opiniones, otras lo hacen desde la óptica neoliberal, todos los políticos son corruptos y sobra Estado, hay que reducirlo al mínimo, la gente vive demasiado bien y no está acostumbrada a conquistar con sacrificios sus metas, por consiguiente, reduzcamos los gastos y las prestaciones que concede el Estado. Los recortes y la reducción de las inversiones del Estado forman parte de esa lógica neoliberal y perversa de cuanto menos Estado, más libertad para el individuo. Frente a la visión de la izquierda, que funda el Estado del Bienestar, como el redistribuidor de la riqueza que corrige los desequilibrios en una sociedad plural, en la que existen ricos y pobres, guapos y feos, altos y bajos, cojos y ciegos… judíos, negros y gitanos. Todo lo que suene a izquierdas, es intervención estatalísta que rima con estalinismo y recuerda a comunismo, comunismo suena a caída estrepitosa de un famoso muro en Berlín y por si eso fuera poco, TROIKA recuerda a PERESTROIKA.

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