Los nuevos movimientos de masas

16/06/2013 La primavera árabe, el 15M, yo soy 132, el movimiento Occupy o el movimiento Femen, o el más reciente MPL (Movimento Pase Livre) en Brasil, son algunos de los movimientos de masas que sorprenden por su desvinculación directa de un partido político y su arraigo casi inmediato en la sociedad

Cada uno de ellos y según en qué país se desarrollen, posee características distintas, pero mantiene en común el uso de dispositivos electrónicos portátiles, como medio fundamental de comunicación, coordinación y difusión de sus actividades. Probablemente haya que releer o repensar, a autores como Marshall McLuhan o Herbert Marcuse. Al primero por haber sido un avanzado en pronosticar las consecuencias de la TV y en general del impacto de las nuevas tecnologías de comunicación de masas, al segundo por describir la nefasta influencia que ejercen los medios de comunicación de masas, hasta conformar un modelo unidimensional del ser humano, alienado y sometido a la voluntad de los mercados dirigidos por los mercaderes. Curiosamente todos estos nuevos movimientos sociales son un estallido, un cortocircuito, dentro de un sistema pensado para

la dominación y el control de las masas, adormecidas por los mensajes subliminales de la clase dominante. Estos estallidos no se producen como consecuencia de un plan urdido por una organización o partido, todo lo contrario, son la respuesta lógica y desesperada, ante la falta de respuesta de una vanguardia organizada y combativa que desapareció con la caída del muro de Berlín y ahora entregada a la orgía de la confusión y el desenfreno de alcanzar el Poder, abriéndose paso a codazos en medio de la corrupción y la confusión general.

Las redes ya sustituyen a los partidos

Mientras tanto los más jóvenes intuyen su desgraciado destino, en manos de semejantes bandos políticos, salpicados por la vecindad o bañados en sus propias pocilgas y deciden ponerse manos a la acción sin grandes pretensiones y empuñando un dispositivo portátil (Smartphone) como arma defensiva, aparato ideológico y estructura orgánica. Los nuevos movimientos de masas, son la respuesta espontánea de la sociedad, ante la falta de una organización de vanguardia, capaz de articular sus reivindicaciones. El papel de determinados librepensadores seguidos en las redes, la difusión masiva a través de las redes de las movilizaciones en otros países, la inmediatez de los mensajes y una cuidada selección de las fuentes, apartando las

contaminadas y compartiendo en red todo lo que interesa, crea una intercambio de datos y opiniones a veces mucho más ágil que la que pudiera existir en un Partido político. Las dificultades para la cuantificación de las redes lleva a sorpresas que parecen repetirse, hay más gente interesada en los que se dice y se reivindica en las redes de lo que se piensan sus miembros más activos. Los nuevos movimientos de masas no sólo no desaparecen, crecen y crean vínculos permanentes a través de la red, algo que resulta más flexible y menos coercitivo que una organización estructurada ante la que se pierde independencia. La formación y consolidación de este tipo de movimientos está creando una nueva forma de hacer y organizarse políticamente.