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La guerra de Siria y el fin de Baaismo

05/09/2013 El Partido Baath Arabe Socialista, nació como una fórmula que mezcla el nacionalismo, el socialismo y el laicismo, una alternativa tan peligrosa como el comunismo, para algunos ideólogos occidentales, enfermos de ese gran mal llamado anticomunismo

La cruzada emprendida desde el Pentágono y coreada y financiada como siempre, por el sionismo internacional, no es otra cosa que la continuación del trabajo de limpieza, emprendido en su día con la caída del muro de Berlín, contra el laicismo, y el ateísmo comunista, que prefiere apoyar el oscurantismo del islamismo radical, que arrastra a los pueblos al medievalismo y la barbarie. El valor geopolítico de Siria es fundamental para mantener el equilibrio político y militar en la zona. Nada gustaría más al Estado de Israel, que la desaparición de la escena política de Bashar al-Asad, apoyo fundamental para la Resistencia Palestina y aliado incondicional de Rusia. La presencia de Bashar, resulta incómoda para el sionismo y para los Estados Unidos, en la medida que obstaculiza el pretendido papel de gendarme que juega el Estado turco.

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La desaparición de Bashar al-Asad, dejaría vía libre a Turquía una posible penetración de la OTAN hasta el norte de Israel, cerrando el círculo de fuego protector del Estado Sionista y amenazando más de cerca al Estado islamista de Iran, en un asalto previo a la siguiente etapa, que no sería otra que el ataque directo a las instalaciones nucleares iraníes, una vez libres de la presencia de la flota rusa estacionada en el puerto sirio de Tartús. Estamos pues ante la situación militar más grave y peligrosa que se haya visto desde el final de la Segunda Guerra mundial, y el que no quiera verlo así se está engañando. Los Estados Unidos, carecen de toda autoridad moral para criticar el uso de armas químicas, las cuales uso a discreción durante años contra el sufrido pueblo vietnamita, sin que mediara condena internacional alguna.

El Mediterráneo, patio trasero de los yankees

Otro aspecto digno de mención es la sorprendente prudencia del Reino Unido, que se ha posicionado claramente contra la incursión militar norteamericana, algo insólito, después de largos años de acompañamiento o silencio cómplice, ante las acciones de guerra del Tío Sam. La Unión Europea, una vez más deja al desnudo su incoherencia, alno adoptar una clara y contundente condena de los excesos de su aliado en la OTAN, haciendo papel mojado de

los tratados internacionales y despreciando hasta el ridículo a la Organización de Naciones Unidas, supuesta máxima autoridad mundial. Ban Ki Moon, se ve impotente e incluso ridículo, en medio del desconcierto provocado por la salida de tono de Barack Obama, que una vez más viene a demostrar, que los presidentes de los Estados Unidos, son meros títeres en manos de los halcones del Pentágono y la influencia del sionismo internacional, ambos embarcados en la lucha por la desaparición de cualquier vestigio de laicismo o ateísmo pro socialista, dicho así, para que resulte comprensible al lector. Para cerrar el perímetro mediterráneo, sólo falta someter a Siria, después de haber cortado el paso a los Hermanos Musulmanes en Egipto, con el silencio cómplice de la mayoría de los países del entorno yankee. En todo caso, la intervención Norte Americana, sólo va a producir un mayor baño de sangre inocente como escala previa a una posterior intervención de mayor envergadura contra Irán de consecuencias apocalípticas.

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