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Entrevista a: López Orozco

2. Mi contacto inicial con usted se produce con motivo de una entrevista que le hice en el programa de radio Troula dedicado a la comunidad gallega en Fuerteventura. En aquella ocasión el detonante fuera la celebración en Nou Barris (Barcelona) de un encuentro organizado por la Federación de Entidades Culturales de Cataluña al que usted fue invitado como Alcalde de Lugo y en el que se honraba a San Froilán. Háblenos, por favor, de esos acontecimientos, como los recuerda.

Los recuerdos de mis 16 años de Alcalde son muchos y muy variados. Algunos se van escondiendo en la memoria, pero otros permanecen vivos. Y entre estos están los actos celebrados con los gallegos en la emigración. Siempre le tuve mucho respeto, porque hay que pensar con que dolor tienen que abandonar a su tierra, a su familia, a sus amigos, para poder labrarse un porvenir. Siempre que me invitaron a algún acto, si podía, siempre asistía, y nunca les pedí nada a cambio. Ya se me entiende, nada relacionado con elecciones. Los gallegos en Cataluña, y sobre todo, los gallegos del Neu Barris, son una comunidad numerosa y respetada. Y tuvieron la feliz idea de celebrar como fiesta de unión de todos la del San Froilán, patrono de Lugo. Siempre que pude, asistí, y fui testigo del aprecio y del cariño que se siente por los gallegos. Se lo merecen porque fueron y son un ejemplo de trabajo, lealtad y progreso.

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Eran jornadas de exaltación de la tierra y en este caso, de Lugo. Me hacían reflexionar sobre la suerte que tenemos los que no tuvimos que emigrar y la gran preocupación que debe ser para los políticos favorecer políticas de empleo, para que nadie, sino quiere, se tenga que marchar de su tierra.

3. En la anterior pregunta conectamos con el mundo migratorio. En Fuerteventura había una numerosa comunidad gallega en el tiempo de la primera década del siglo. Entre ellos también lucenses de provincia y capital. Esto nos dio oportunidad de trabar nuevas conversaciones en los programas Trisquel y Ultreia. Pero no sólo de migraciones sino también de los valores patrimoniales materiales e inmateriales de Lugo. De todos es conocido el sustrato romano de Lugo y su muralla bien lo testifica. ¿Nos puede comentar sobre este rico patrimonio lucense?

La historia, sobre todo la época de la romanización, fue generosa con Lugo. Y los restos romanos (Termas, Muralla, Mosaicos, Templo de Mitra, acueducto, casa de los mosaicos, y otros muchos restos) son fundamentales no sólo para entender lo que fue Lugo, sino también para aprovecharlos para el desarrollo turístico de la ciudad. En este sentido la Declaración de la Muralla como Patrimonio de la Humanidad (año 2000) supuso no sólo un hito cultural, sino el despegue turístico de la ciudad. Nos puso “las pilas” a todos los lucenses y a sus Instituciones. Nos dimos cuenta de que la ciudad como tal, sobre todo su

centro histórico, tenían un gran potencial. Por eso el interés particular y de las Instituciones para rehabilitarlo. Al mismo tiempo la hostelería se preocupó de mejorar y poner en valor todos los productos que nos proporciona la naturaleza: el mar y el campo. Por eso no es de extrañar. “...Y para comer Lugo”. La gastronomía de la ciudad también invita a visitarla. Pero ha habido otro hito que Lugo ha sabido aprovechar: El Camino de Santiago. Somos paso obligado del llamado Camino Primitivo, que peregrina de Oviedo a Santiago. También es Patrimonio de la Humanidad junto con la Catedral. Esta es una joya en la que se rastrean tres estilos arquitectónicos: románico, gótico y barroco. Tiene además el privilegio de la Exposición permanente del Santísimo durante 24 horas al día, los 365 días del año. Pero la cultura de Lugo no sería si no fuese por las asociaciones culturales que existen en la ciudad. Ellas son las que alimentan las necesidades de los vecinos con numerosas actividades durante todo el año: música, teatro, cine, fotografía, literatura, artes plásticas, etc., etc.. En este sentido el Campus Universitario perteneciente a la Universidad de Santiago ha favorecido mucho ese desarrollo cultural y científico.

4. Por encima de cualquier consideración usted es un referente del municipalismo en Galicia. ¿Cómo describiría

el paisaje municipalista en su tiempo con sus antecedente y cómo lo ve hoy?.

Siempre fui un municipalista convencido y por eso me presenté a las primarias y por eso hicimos una campaña “puerta a puerta”. No hay Política más apegada a la realidad social que la Política Municipal. Vives con tus vecinos, conoces los barrios, conoces los problemas tanto de los vecinos como de sus barrios. Y has de “quemar las pestañas” para buscar financiación para mejorar y dar solución a esas necesidades. El despacho del Alcalde ha de estar en la calle. Es una exageración, pero con ello quiero decir que no se puede perder la dimensión humana de la ciudad. En la crisis del 2008 fuimos la cuarta ciudad de España y la primera de Galicia en inversión social. Estuvimos atentos a los problemas sociales más que atender, por ejemplo, a las infraestructuras. La Política es escoger prioridades y nosotros lo tuvimos claro. Hay una necesidad básica de los Ayuntamientos: la financiación. Se debate la financiación de las Comunidades Autónomas, pero se huye de debatir la financiación de los Ayuntamientos. Y sin financiación es muy difícil hacer “milagros”. Pero aún así no rehuimos de los problemas y por eso se cargan las Administraciones Locales de competencias “impropias” porque alguien tiene que atenderlas. Pero casi siempre el que las tiene, tiene la financiación y no la traspasa a los Concellos que se endeudan o tienen déficit.

España ha cambiado mucho en estos últimos 40 años. Se debe ese cambio a la sociedad civil pero también a las Instituciones. Dentro de ellas están los Ayuntamientos que han cambiado y mejorado la vida de sus vecinos tanto en zonas rurales como en zonas urbanas.

5. Cómo valora usted el papel del medio radiofónico en la comunicación con las comunidades gallegas en el exterior y en la política municipal en la relación alcaldía vecinos?

Una de las acciones culturales que siempre me llamó la atención es que los gallegos en la diáspora siempre buscaron medios de comunicación para ponerse en contacto y formar comunidad a través de las ondas. La Radio fue fundamental para animar a esos gallegos que estaban fuera y de algún modo suponía un freno a la “morriña”. Tenemos un ejemplo claro en las Islas Canarias en las que una persona fue capaz de mantener en las Islas las noticias de Galicia, la actualidad cultural y política de la tierra madre. Y me llamó la atención que siempre se hizo desde la pluralidad de ideas y de hechos que se dan en una sociedad democrática. Servía también de acicate y de llamada de atención para que los que teníamos responsabilidades políticas no nos olvidáramos de los que se marcharon de su tierra para labrarse un futuro. Yo agradezco todas las oportunidades que se me dieron para dirigirme no sólo a los lucenses sino a todos los gallegos. Esta acción tan importante debería de estudiarse más desde un doble punto de vista: cómo los programas de radio

sirvieron de aglutinante de una comunidad en diáspora y cómo sirvió para que se sintieran hijos de una cultura y de un espacio geográfico. Creo en el valor de los medios de comunicación tanto públicos como privados. Como político los considero imprescindibles para escuchar a los vecinos y para explicar la tarea que uno desarrolla. En ese sentido, casi los 16 años que estuve de Alcalde mantuve programas en riguroso directo, tanto en radio como en TV local, en los que los vecinos me hacían propuestas o me denunciaban lo que estaba mal etc., etc.. Era un compromiso porque si no actuabas sabes que te lo tendrían en cuenta. Y además era una forma de tener el “despacho” en la calle, no olvidarte de aquellos a los que tienes que servir.

Entrevista a: María Jesús Marín Camba

1. A modo de presentación al lector. Usted llega a la isla de Fuerteventura en el transcurso del año 2005 y pertenece profesionalmente al mundo jurídico. ¿Cómo se produce esa llegada y cuáles son sus primeras impresiones sobre la sociedad majorera?

En efecto, llego a la isla de Fuerteventura, en agosto del año 2005, para incorporarme en una plaza de fiscal sustituta, en la Fiscalía de Área de la provincia de Las Palmas. Hasta ese momento había dedicado, tras la terminación de mi carrera de Derecho, seis años a la preparación de las oposiciones para ingreso en la carrera judicial-fiscal y, después, estuve un año de ejercicio de la abogacía en un despacho de Madrid, ciudad en la que me crie y cursé mis estudios. En cuanto a la primera impresión que me produjo la sociedad majorera, en esos primeros momentos de incorporación al puesto, pues la verdad es que no era muy consciente de las grandes diferencias con la sociedad de la provenía, dado que dedicaba mucho tiempo al trabajo y me relacionaba sobre todo con mi entorno profesional, es justo después cuando comienzo a integrarme más y a experimentar las diferencias. Sí que es cierto que el Juzgado, desde ese momento en el que llego hasta la actualidad, ha avanzado considerablemente en medios e incluso en personal, cada vez más estable y por tanto, cualificado.

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