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Entrevista a: Ibiza Melián

Mac, instituciones bancarias de segundo piso que aseguraban la fluidez de la liquidez. Inclusive se legisló para potenciar el acceso a la vivienda a agentes económicos con escasos recursos, lo que provocó un alza de los precios por la enorme demanda creada artificialmente. La historia final ya la conocemos todos, los títulos de las hipotecas subprime se vendieron al resto de instituciones financieras. La Reserva Federal subió la tasa de interés. Aumentaron las cuotas de las hipotecas de interés variable, que eran la mayoría, y muchos no pudieron hacer ya frente a los pagos. La oferta inmobiliaria creció por encima de la demanda al buscar todos al mismo tiempo desprenderse de las propiedades que ya no podían pagar, con la consecuente caída de los precios. Y el aparato financiero se desplomó. Conclusivamente, en un mundo globalizado y una economía tan poderosa como la estadounidense terminó por afectar al resto. El colapso financiero obligó a que el G-20 instara a los países a incrementar el capital de sus bancos. En España se llevó por delante a numerosas entidades y con ello a familias y empresas que ya no tenían acceso al crédito. Aparecieron las participaciones preferentes. Aunque era un producto complejo destinado a profesionales acabó por venderse a clientes minoristas, los depositantes de toda la vida. Si el crac de 29 había separado la banca de inversión de la comercial, ahora volvía a juntarse. El dinero obtenido con la venta de las preferentes sirvió supuestamente para sanear los balances de las entidades financieras. Pasaba a formar parte de sus recursos propios y así se cumplía con la directriz

del G20 de incrementar el capital. Una forma de presuntamente conseguir recursos, para unas cajas sobre todo que no podían emitir acciones al no ser sociedades anónimas. Y es que ya lo decía Frédéric Bastiat en su famosa obra Lo que se ve y lo que no se ve: los efectos de la intervención estatal nunca son inmediatos y a veces los resultados se alejan bastante de lo inicialmente esperado. Por eso se recomienda al gobernante una acción cautelosa. Idea que refleja también el sabio refranero español, pues casi siempre «el infierno está empedrado de buenas intenciones». En suma, en una economía como la majorera, tan dependiente del exterior, cada una de las crisis se ha notado profundamente. Solemos pasar del todo a la nada rápidamente, dado que se nos escapa el control de determinadas circunstancias. Más en una isla como Fuerteventura en la que otras alternativas económicas al turismo se muestran de difícil rentabilidad, principalmente por las distancias geográficas. Ni siquiera cuando exportábamos el tomate a Europa la población majorera vivía holgadamente. Las penurias fueron la compañía habitual de sus gentes hasta que llegó el maná turístico. Potenciado por la consideración por parte de la Unión Europea como región objetivo número 1. Hecho que posibilitó el reforzamiento de nuestras infraestructuras, entre las que destacan nuestros competitivos aeropuertos. Una Europa que es también el más importante mercado emisor de la industria. Y

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pertenecer a este grupo de países que comparten unas raíces comunes nos permite ofrecer un plus más de seguridad a los visitantes europeos.

2. Cuando yo la conozco vd. es una persona ligada profesionalmente al turismo e incluso desempeña un área de gestión turística en una concejalía del municipio de Antigua. Habitualmente se consideraba el binomio asociado turismo, construcción como el bimotor de la economía isleña. ¿Puede desarrollar un poco su visión y experiencia del sector?

Cuando terminé la antigua selectividad en lo primero que me titulé fue como Técnica Superior de Agencias de Viajes. De tal manera que mi primer trabajo fue en una compañía aérea. Luego pasé a desempeñar puestos de dirección en Agencias de Viajes, tanto emisoras como receptoras. Además, he llevado la comercialización de complejos turísticos en Fuerteventura y Lanzarote. Si bien soy doctora en Ciencias Sociales y Jurídicas, así como graduada en Derecho, con un Máster Universitario en Derecho de las Administraciones Públicas, entre otros, guardo un cariño muy especial por el turismo. Una de las pocas industrias que pase lo que pase pervivirá, puede ser que cambie, pero continuará. Porque el ser humano desde la más remota antigüedad ha sentido la necesidad de viajar. Y es que no es lo material lo que nos mantiene vivos, sino las

emociones. Las hermosas historias de nuestros recuerdos personales, de los entrañables momentos pasados junto a nuestros seres queridos. De manera que la misión de un profesional del sector turístico es intentar que los demás sean felices, ¿qué otra profesión puede decir eso? Los astilleros del norte de España el tiempo poco a poco los diluyó, el carbón agonizó. El sector automovilístico languidece lentamente. La industria del calzado de Levante, otrora todopoderosa, perdió terreno frente a fuertes competidores externos. Empero, el turismo no solo permanece, sino que crece. Hemos batido récord de cifras, el segundo destino a nivel mundial después de Francia. Mi incursión en el ámbito político fue precisamente debida a mi amor por el turismo. Porque, a pesar de ser el motor económico de nuestra economía, se mantiene en un segundo plano. Las decisiones públicas que se adoptan respecto a este sector prácticamente se toman sin tener en cuenta la opinión de sus profesionales. Y en un ámbito que muta con tanta agilidad, tiene consecuencias. Profesionales que se juegan su sustento con los desaciertos y por ende toda la población. Porque la economía dirigida exclusivamente desde un despacho público se llama economía centralizada y la historia se ha encargado de demostrar que estos intentos nunca han funcionado. Una evidencia más del padecimiento de «la fatal arrogancia» como la llamaba Hayek. Por eso creo en los consorcios turísticos mixtos, en los que las decisiones se adopten conjuntamente entre los sectores

sociales implicados, con el apoyo de la Administración Pública. Iniciativa que propuse como responsable política. Porque no hay que olvidarse de que para que una zona turística funcione se han de coordinar todos. De nada sirve tener un hotel de oro si cuando el turista sale de él las calles están llenas de socavones, la luz es inexistente o la seguridad brilla por su ausencia. Más cuando el objetivo ha de ser aumentar el gasto del turista y no el número. Por consiguiente, para que el cliente esté dispuesto a pagar un precio mayor el producto ha de ser diferenciado y eso exige la implicación colectiva. A veces se comenta que en el sector trabaja cualquiera, hay hasta quien apostilla que es un ámbito de baja formación. Y estas palabras para los canarios suenan casi a insulto, cuando la oferta formativa española en hostelería, alojamiento… es de una alta calidad. Cuando los guías locales salidos de las facultades de Historia o Bellas Artes nos dibujan con palabras la belleza de nuestros paisajes. Cuando los cocineros españoles se han convertido en uno de los valores más apreciados de la marca España. Cuando los directores españoles son contratados para liderar descomunales resorts en destinos emergentes o captados por los principales turoperadores internacionales. Una España bendecida no solo con el clima, sino con una cultura, historia y patrimonio artístico riquísimo. Únicamente hay que pensar en las colosales joyas arquitectónicas que recorren toda nuestra geografía patria; en los cuadros del Greco, Goya, Sorolla o Zuloaga, entre otros muchos; las casas museo de los maestros de las letras

Rosalía de Castro o Benito Pérez Galdós, por citar alguno. Los festejos propios de nuestro país: los Sanfermines, la Semana Santa, la Feria de Abril, las Fallas de Valencia o el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife que se celebra ininterrumpidamente desde 1600. Es música, conciertos, danza, teatro, ópera o Zarzuela. Cenar mientras escuchas la música de Manuel de Falla, un bolero de Moncho o el sonido desgarrador de las cuerdas de una guitarra. Camino de peregrinos que buscan con sus pasos encontrarse a sí mismos. Espacio de mitos y leyendas que hacen correr la imaginación de quienes osan acercarse a ellas. Es también deporte, lugar escogido por clubs de fútbol y deportistas profesionales para llevar a cabo periodos de entrenamiento. Porque el turismo deleita todos los sentidos: el oído; la vista; el gusto; el tacto; incluso el olfato, al pasar por un campo de azahar o la vendimia de la que saldrán nuestros cotizados caldos. Así que pensar que un profesional turístico es cualquiera, es tanto como creer que cualquier es traumatólogo por ser habilidoso con los masajes o abogado por haber leído unas cuantas leyes. Y claro está, entonces cualquier vale también para poner al frente de la cartera de turismo si ha viajado alguna vez o ha nacido en un enclave turístico. Sin embargo, nadie cree que por el mero hecho de haber nacido en Navarra te convierta en un excelente responsable de Sanidad si no dispones de la experiencia y estudios adecuados. Profesionales turísticos que no solo desempeñan sus funciones en España, sino que de igual modo trabajan

repartidos por el extranjero. Empresas turísticas que son de las más competitivas y rentables a nivel internacional, presentes en diferentes continentes. Y en determinadas ocasiones se obvia que Canarias es de los pocos destinos turísticos del mundo que abre a lo largo de todo el año. Pese a que lo de ser un sector estacional tampoco es un argumento, porque hay frutas que solo se obtienen en una época determinada del año y nadie por eso piensa en abandonar su cultivo. Además, cuando se habla de innovación parece que no fuera con el turismo. Como comenté, mi primer trabajo fue en una compañía aérea y hoy cuando paso por la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid, me acuerdo precisamente de ese término: innovación. Ya no necesitamos un billete físico para volar, incluso en el móvil podemos guardar la tarjeta de embarque. Si en mi época yo tuve que asistir a cursos intensivos para aprender complicados sistemas de reservas, hoy el usuario al adquirir su billete trabaja sobre ellos sin saberlo y de una forma fácil e intuitiva. La interactividad de cualquier museo amplía la experiencia del visitante, tecnología que la convierte en una profunda fuente de conocimiento. Porque ya lo decía Confucio: «Lo que oigo, lo olvido; lo que veo, lo recuerdo; lo que hago, lo aprendo». Ya no requerimos de una llave para entrar a la habitación de nuestro alojamiento. ¿Y no es innovación la fusión de productos culinarios propios de la dieta mediterránea con las más vanguardistas técnicas? Sabores que suponen un festín de sensaciones que estimulan el placer en nuestro cerebro.

Menospreciar esta industria es condenarnos a los majoreros a morir de hambre. Cuando los de mi generación, a comienzos de la Transición, recordamos a aquellos que tuvieron que nacer fuera de esta tierra porque sus padres no pudieron ganarse la vida en ella y se vieron obligados a emigrar. Recordar una infancia de carencia, con unas tiendas que disponían únicamente de lo imprescindible. Recordar que poder estudiar requería de un enorme esfuerzo familiar, que pocos podían permitirse. Y como bien indica uno de los factores añadidos al turismo fue el de segunda residencia, bajo el que prosperó un rentable negocio de la construcción. Europeos que nos escogían para disfrutar de su jubilación. Lo que posibilitó un enriquecimiento cultural de la población. Porque ya lo decía Unamuno, la cura para algunos males que fomentan la lucha cainita entre españoles consiste simplemente en viajar.

3. En los años a los que nos referimos, enmarcados en esa primera década citada, se intensifica el proceso denominado por algunos multiculturalidad tanto por razones laborales cuanto por la presencia de personas que optan por una segunda residencia en las islas. ¿Cómo recuerda los aspectos de aculturación e intersección entre estas comunidades y con la sociedad receptora isleña?

Canarias por su posición geográfica estratégica siempre ha sido un territorio de recepción de diferentes culturas. Esto ha posibilitado desarrollar en la población una apertura de

miras, de respeto y tolerancia hacia el resto. Zona en la que convergen personas de diferentes religiones, que en determinadas zonas turísticas hasta comparten centros ecuménicos. Territorio en el que impera un convencido respeto a la diversidad, sea de la índole que sea.

4. Finalmente. Entre las diversas comunidades, la gallega, de estirpe laboral, alcanzó una destacada presencia. Usted fue persona sensible a nuestras expresiones y necesidades. Concretamente participó en actividades de la Asociación Alexandre Bóveda Fuerteventura, señaladamente un día de Galicia y Santiago Apóstol en la Gavia de los Hormiga, en Puerto del Rosario. O también recuerdo su asistencia a los programas de Radio que realizaba dirigidos a los gallegos, concretamente Ultreia. ¿Cómo valora más específicamente la presencia gallega en la Isla y qué rasgos sociológicos y antropológicos, como escritora, destacaría de nosotros?

En mis libros hablo de la diferencia de percepción entre los habitantes del sur de Europa y los del norte; así como la de los latinoamericanos, herederos culturales de España y Portugal. Idiosincrasia con base en los postulados religiosos y filosóficos que pergeñaron esta sociedad. Concepción que nos lleva a adoptar diferentes medidas a la hora de afrontar los complejos problemas vigentes que aquejan a la comunidad.

Asimismo, en mi obra hago hincapié en ese lado simbólico de la realidad, esa parte oculta que necesitamos desentrañar para acercarnos a nuestra esencia última. Simbolismo en el que se instruyó a las élites políticas del norte europeo dentro de las logias, genuinas academias de formación que potenciaron el progreso de esa región. Simbolismo que quedó latente en una España oculta accesible únicamente a través de la intuición. La España mística de santa Teresa de Jesús o de san Juan de la Cruz. La España de los alumbrados, férreamente castigados por la Inquisición. La España de un Quijote que soñaba con conquistar la máxima libertad. Libertad que se convirtió en anatema en un país «donde no hubo más que látigo, hierro, sangre, rezos, braseros y humo» como Echegaray sentenció, el primer Premio Nobel español. Y en esa España vetada para la razón ocupa un lugar preeminente Galicia. Lugar de nacimiento de uno de los principales personajes del esoterismo francés, Papus. Creador de la Orden Martinista, corriente basada en los planteamientos del Filósofo Desconocido. Discípulo de Joseph Alexandre Saint-Yves D'Alveydre, autor de El Arqueómetro. Texto en línea con la prisca theologia proclamada por Marsilio Ficino en la Escuela platónica de Florencia. Prisca theologia compuesta por las enseñanzas de Zoroastro, de Hermes Trismegisto, de Pitágoras, Platón u Orfeo. Ideas que gracias al advenimiento del cristianismo se alcanzaron a comprender. Un Hermes Trismegisto que según los

alejandrinos estaba a la cabeza de la alquimia. Y serían los árabes los encargados de traer este saber desde Alejandría hasta España, documentos traducidos en Toledo y divulgados al resto de Europa por medio de la ruta de peregrinación del camino de Santiago. Una Europa pergeñada alrededor de unas creencias comunes y potenciada por los peregrinos que hacían uso de las antiguas calzadas romanas. Donde Santiago se convirtió en la «Jerusalén de Occidente», localizada en el fin del mundo (Finis Terrae). Mas hay que resaltar que aparte de estos elementos comunes a los canarios y gallegos nos une la necesidad de emigrar que tuvimos, al no disponer de otra opción en nuestra tierra para prosperar. Los gallegos en un inicio, por ejemplo, a Argentina y los canarios en gran número a Venezuela. Después Canarias fue bendecida con el turismo y tuvimos la opción de permanecer aquí, por eso recibimos con los brazos abiertos a los gallegos. Pues compartíamos los mismos anhelos, empujados a aprender que «uno no es de donde nace, sino de donde paces», como una vez más nos recuerda el sabio refranero popular. De ahí que los gallegos fueran muy bien acogidos en Fuerteventura. Y por supuesto hay que destacar la labor de la Asociación Alexandre Bóveda Fuerteventura volcada en reforzar los lazos de unión de ambas comunidades, de resaltar aquello que nos une. Es por ello que para mí fue un honor poder participar en algunas actividades que el colectivo organizó, como la de 2007 en conmemoración del día de Galicia y Santiago Apóstol. Un enorme enriquecimiento cultural para nuestra amada isla majorera,

la más longeva de Canarias. Territorio transformado a lo largo de los años en hermosas llanuras modeladas por el amor de sus visitantes.

Entrevista a: Aurelio Miras Portugal

1. A modo de presentación al lector, ¿ Cómo haría el resumen de su biografía política?.

He ejercido y ejerzo mi profesión de abogado, simultaneada anteriormente con la política, en esta última me describiría, no definiría, como galeguista dentro del amplio abanico que fue la Unión de Centro Democrático (UCD). Como tal, fui uno de los fundadores de Coalición Galega, tras la desaparición de UCD. En el ejercicio político he desempeñado funciones en las distintas administraciones: local, provincial, autonómica y central, destacando mi presencia en el Parlamento Galego durante varias legislaturas y mi nombramiento como conselleiro al frente de Emigración. He sido también con anterioridad a este nombramiento responsable del área de turismo en Galicia, teniendo como Presidente a Manuel Fraga.

2. Entremos en materia de turismo. ¿ Cuáles fueron los grandes retos que tuvo que afrontar y los grandes hitos que jalonaron su trayectoria como responsable de turismo en la Comunidad Autónoma?.

Cada tierra aprovecha sus recursos, por lo que la política en Galicia en esta materia venía dada por sus fortalezas (naturaleza, termalismo, gastronomía, monumentos, arqueología, deporte). A esto hay que añadir el factor

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