Tiempos huecos by Jose Antonio Fernandez Calero

Tiempos huecos Diseño Gráfico Andrew Mcconachie Poema The Hollow Men (T.S Eliot)

El artista gráfico Andrew Mcconachie se fijó en el aspecto “overlapping and fragmentary” del poema de T.S. Elliot , The Hollow Men. Un pensamiento desasosegante que se convierte en imagen. Por encima del hombre, la confusión de un mundo que puede terminar no con una explosión sino con un gemido. Desde AM, su estudio de diseño y comunicación, Andrew Mcconachie ha puesto imagen a la identidad de marcas de prestigio y ha creado conceptos gráficos con visión de artista. This is the dead land, This is the cactus land, here the stone images, are raised… Between the desire And the spasm Between the potency And the existence Between the essence And the descent Falls the Shadow For Thine is the Kingdom For Thine is Life is For Thine is the This is the way the world ends This is the way the world ends This is the way the world ends Not with a bang but a whimper.

Manda huevos Foto archivo Revista Joyce

POR QUE ¿ ?

Estamos haciendo OSADíAcultura y estamos viviendo momentos que nos marcan ahora, pero ¿seguirán marcándonos en el futuro? Parece como si este proyecto quisiera ser una negación de cuanto nos rodea en este año 2011 que está empeñado en ponerlo todo patas arriba, quizás para dejarlo todo igual, no sabemos.

Es una inconsciencia no mencionarlo, no decir que cada mes que ha ido pasando desde que nos pusimos a trabajar en este sueño ha sido como una campana irritante y violenta de un antiguo despertador, esa que suena en el momento mas apacible del sueño, que nos despierta sin piedad y nos deja, durante unos segundos, totalmente indefensos, sin pensamiento ni sensación. La crisis económica es ya un tópico como el tiempo, pero las caras que asoman por detrás están llenas de rabia o de culpa, en cualquier caso son caras feas, caras que se indignan o se justifican, que acusan o que simplemente pronostican. Hemos sabido que un país entero puede ser mercancía de cambio como Grecia, Portugal, Irlanda o incluso éste en el que estamos, hemos conocido una Primavera Arabe sin apenas brotes verdes, un Nobel de la Paz emboscado en guerras dentro y fuera de su país. La indignación se puso de moda, algo tan propio de abuelos nostálgicos se convirtió en moderno y reivindicativo, pidiendo democracia real se desempolvaron sueños del pasado, pero todo valía para decir basta. Y no fue suficiente. El 22 de Marzo España cambió de camisa, no sabemos de qué color, imposible hablar ahora de colores. Vivimos formas y modalidades políticas que o no se conocían o no se recordaban desde la Edad Media , quizás también sea mejor olvidar esta etapa como hemos olvidado las interminables guerras dinásticas. Pero sobre todo sorprende la exaltación como forma de conducta, la respuesta airada, el gesto violento… nada que ver con la templanza que debería ir unida a la edad de la nube. También las grandes metrópolis, dictadoras de tendencias y de normas, se comportan como sus primas lejanas de los países árabes, africanos o latino-americanos… Londres se convirtió en un campo de batalla, nada de reivindicaciones, mero pillaje. Y también Manchester y Liverpool… ¿volveremos a escuchar La Guerra de los Mundos en alguna emisora de radio? No hemos llegado al final, pero estamos muy usados. Manda Huevos! 6

Making...Uff ! Video de Eugénio Ampudia Texto de Jorge Fernández León

Hay cosas que empiezan porque sí, proyectos de andar por casa, y así , andando por casa se puede llegar bastante lejos, todo depende del camino que uno está dispuesto a recorrer y, claro, lo mejor son los encuentros. Desde nuestro primer logo, desde el primer email pidiendo ayuda, hasta el logo que Andrew Mcconachie nos ha regalado… Llegaron fotos, llegaron correos, llegaron textos y muchas ideas, vinieron momentos tan llenos de ilusión que casi sentimos haber abandonado la mera posibilidad. El artista Eugenio Ampudía nos invitó a participar en su proyecto VÉNDETE TÚ y de paso nos hizo un vídeo y nos dejó contar una historia. Jorge Fernández León, a quién en varias ocasiones pedimos consejo y que no escatimó su apoyo, nos envió, a modo de comentario, una auténtica lección de cómo hacer una buena revista en 6 pasos. Pocas veces hemos leído algo al respecto que tuviera tanta consistentencia tanta lógica, en apenas unas páginas. No lo pudimos resistir, Jorge, aunque estamos bien lejos de tu planteamiento, tenemos que reproducirlo tal cual para apropiárnoslo un poco. Gracias

Para ser osados habremos de estar vivos. Me da que una revista digital bi-mensual (¿bimestral?) no resistirá los tiempos de espera si no se convierte desde el principio en una página a visitar diariamente, es decir, si no incorpora casi cada día novedades, a partir de algún alimentador de noticias y de un trabajo de webmaster que seleccione cosas para la gente interesada. Eso es trabajo, pero no hay revista, como sabes de sobra, sin trabajo diario.

Información, fluidez, pero cierta densidad. O sea, dirección. Doy por bueno que cada colaborador/a lo aporta todo: conocimiento del tema, estilo al abordarlo y también densidad reflexiva. Y eso me lleva a pensar en la importancia de la dirección. Ya sé que confiar en tus colaboradores es importante, pero exigirles unos mínimos de calidad, rigor, etc., es igualmente imprescindible. Así que aunque te pese hace falta una figura de director que garantice esas calidades que a veces los primeros textos no dan. Somos muy autoindulgentes en demasiadas ocasiones, a pesar de ir haciéndonos mayores.

¿Ventanas que se abren a paisajes o puertas que nos permiten acceder a ellos? Quizá la cosa, vista la propuesta, pudiera plantearse de este modo: ¿Quieres una revista para mirar desde fuera las cosas o una revista para poder penetrar en su osamenta? Son, como sabes dos aproximaciones bien distintas, pero que pueden combinarse, entre otras muchas opciones. Eso, en cualquier caso, lo mismo que otras maneras de ver posibles, tiene que tener un orden preestablecido que los lectores/ participantes han de percibir desde el primer momento, o , si no, han de tener la posibilidad de descubrir de una manera sencilla. Cuando me pongo a hojear una revista de papel o a ojearla en la red, yo al menos necesito poder entender si su propuesta de maneras de mirar la realidad me interesa, me satisface o al menos me genera curiosidad. Puede que esa no sea la forma de leer de todo el mundo pero si la de la gente curiosa a la que pueden interesar publicaciones como OSADÍA.

Cuerpo de editores, generación de redes. Puede que mantener desde el principio un equipo de editores visible amplíe de forma inmediata la visibilidad y atractivo del producto. Nada tengo que contarte de las formas de hacer visible un producto porque las conoces de sobra. Pero como muestra de respeto a las revistas de tendencia (y esta es, quiéraslo o no, una revista de tendencia y no un saco al que van cosas sin orden ni concierto) hay que decir que son sus primeros valedores, editores, promotores o como los quieras llamar, uno de los soportes de credibilidad para los lectores y futuros participantes en su desarrollo.

Iluminaciones e inminencia. Estoy leyendo un texto fascinante de uno de mis autores favoritos, un pensador mejicano llamado Néstor García Canclini, titulado “La sociedad sin relato. Antropología de la inminencia”, en el que defiende que la característica definitoria de las artes visuales y transversales contemporáneas en el mundo es la inminencia, la creación de una atmósfera propicia a que algo pase o vaya a pasar, a que algo nuevo que no habíamos descubierto pueda estar esperando en algún lugar para ofrecérsenos. Todo eso más allá de las metáforas presentes en cualquier creación digna de tal nombre (materia más rara de lo habitual entre tanta imitación y desvarío que llenan la oferta cultural dominante, más ocupada en entretener sobre seguro que en agitar conciencias o percepciones). Pues veo la revista en ese papel, discreto y modesto, de conectar con lo que de inminencia se pueda ir encontrando entre quienes crean cosas diferentes pero que de pronto generan un chispazo, como decía W.Benjamin, una iluminación que puede o no llevarte a alguna parte, pero que fundamentalmente lleva al placer de lo latente, ese “puede ser que…” que está detrás de los abanicos de ideas que estallan tras el trabajo de los creadores más interesantes. .

Pon comida afuera. Deja que los animales se acerquen, luego habla con ellos. Es el título (aproximado) de un Truism de la artista Jenny Holtzer. Uno de sus muchísimos juegos de palabras. Obviedades contradictorias pero que dan juego y qué pensar. Y aplicándolo a la revista se me ocurre que desde el primer número tanto su contenido como su estilo y singularidad serán los elementos que puedan atraer clientes, curiosos, paseantes que van mirando lo que pasa y de pronto se detienen en alguna cosa que les llama la atención. Así que ese número cero, el comienzo de todo, tendría que ser un menú adecuado a lo que quieres que sea el producto. Y quienes lo ven pueden elegir, volver, repetir, asociarse, etc. Eso es todo. Poco y tentativo pero…Si se me ocurren nuevas cosas te las hago llegar. Por lo demás deberíamos quedar para vernos el mes que viene, si estás por Asturias. Mi trabajo en la Fundación de Cultura de Gijón es de momento agradable y mis horarios son cómodos, así que no resultará difícil que busquemos día y hora. Un fuerte abrazo .

Trae cola

Fotografias de ACIERTA PRODUCT TEAM

ACIERTAProductTeam, concibe el producto como un libro abierto, cada detalle tiene algo que decir. Nos gusta este diseño porque vende lo que no se vé, el fin de la historia.

Artesanía contiene la palabra ARTES. Artesanía trae mucha cola, muchos oficios, muchas formas de expresión y muchas formas de compromiso con la materia. La fuerza del concepto y la exigencia del saber hacer son las que mandan cuando hablamos de artes y de aplicaciones. El puesto de mercadillo vale para lo que vale. Este mueble-galería de 15 metros de largo diseñado y producido por ACIERTA PRODUCT TEAM, tiene cola.

Una historia que se desarrolla de principio a fin , de la cabeza a la cola, y que se puede recorrer como el camino de un cuento. Diseñado para una exposición de artesanía, este mueble es el sueño de cualquier taller de artes aplicadas, una pasarela para que cada pieza tenga sus 15 minutos de gloria. La exposición es permanente y se puede visitar en la Calle del Hospital, 7 - Valencia: www.aciertaproductteam.com www.centroartesaniacv.com

Santa y sola Fotos y Texto Victor Berros

La primera mirada nos remite al Medioevo violento y bárbaro. Se debe permanecer unos minutos más para percibir una mayor complejidad.

Algo parece no encajar en aquel lejano “finis terrae”. Hay algo femenino en la iglesia, cálido, dulce y misterioso. Allí nos llega el soplo de Oriente. Se trata de la sensualidad de Asia, de la Cristiandad bizantina. Santa Comba de Bande no fue construida en un siglo de esplendor. Fue construida en uno de los momentos más tenebrosos de la historia europea.

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Pienso en el obispo que decidió levantar esta iglesia, pero también en el cantero que talló los sillares, en los trabajadores que picaron la piedra, en los alfareros que fabricaron los ladrillos y sobre todo en el hombre que ideó la disposición de los espacios, la bella proporción de la naves, la bóveda y el cimborrio, la entrada de la luz…es en los momentos de mayor dificultad cuando algo como una pequeña iglesia en un lugar apartado puede marcar la diferencia y nos reconcilia con aquellos de nuestros antepasados…

El cristianismo se impuso a sangre y fuego,

Fueron hombres que vivieron peligrosamente, pues leer a Horacio o a Cicerón en aquella época era una actividad de alto riesgo.

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¿Quieres saberlo todo? Aquí lo tienes. Sobre una ladera con vistas al valle del río Limia se levanta la iglesia de Santa Comba de Bande, al parecer construida en el 675, durante el reinado de Wamba. Ya el exterior, de un asombroso equilibrio, nos alerta de que no estamos ante una iglesia sin más. Al entrar nos encontramos con una construcción aparentemente sobria, sobriedad que sería muy propia de un siglo oscuro y triste, el s.VII. Sin embargo, la austeridad de los materiales no impide una manifestación estética de refinada sensualidad. La primera mirada nos remite al Medioevo violento y bárbaro. Se debe permanecer unos minutos más para percibir una mayor complejidad. Está allí la Edad Media, evidente en los gruesos muros, en la piedra tallada, en la luz escasa, pero la presencia de unas columnas romanas nos remite de inmediato al mundo clásico precedente. Los capiteles corintios nos trasladan al siglo glorioso de los Antoninos. Un mundo perdido que se hace presente de manera delicada en un templo cristiano. Para aquellos que no tenemos conocimientos de arquitectura nos puede ser difícil explicar la causa de una ligera inquietud que se apodera del visitante. Algo parece no encajar en aquel lejano “finis terrae”. Hay algo femenino en la iglesia, cálido, dulce y misterioso. Allí nos llega el soplo de Oriente. Se trata de la sensualidad de Asia, de la Cristiandad bizantina. Ello no debe sorprender, pues esta iglesia sigue el modelo de San Fructuoso de Montelios en Braga y ésta se construyó siguiendo el modelo del mausoleo de Gala Placidia en Rávena, cabeza de puente de la arquitectura bizantina en Occidente. La iglesia, de cruz griega, es fundamental para el conocimiento de la arquitectura visigoda. Nos encontramos ante la primera de las iglesias cruciformes de la arquitectura visigoda, ya que hasta entonces se usaban plantas basilicales. Aunque el exterior ha sido reformado se ha constatado por los expertos que el interior está prácticamente tal como fue construido en el s.VII. Quizás los elementos más destacados del edificio sean los arcos de herradura que descansan sobre las columnas romanas, así como el cimborrio cubierto por una bóveda de arista, hecha de ladrillo y que sigue el modelo del mausoleo de Gala Placidia antes mencionado. En el ábside se conservan unas pinturas de la Baja Edad Media. La fecha de la construcción de la iglesia de Santa Comba de Bande nos conduce a reflexionar sobre el papel contradictorio que el cristianismo ha jugado en el desarrollo de nuestra civilización. No hay duda que el s,VII es el siglo de la oscuridad. Una vez que el clero cristiano conquistó el Imperio Romano un ambiente de fanatismo se apoderó de Europa. En Roma donde en época clásica había veintinueve bibliotecas públicas no quedó ninguna. La relativa libertad intelectual de los siglos dorados del clasicismo fue suprimida. Cientos de obras científicas y literarias se perdieron para siempre. Y no nos engañemos. A pesar de todos los intentos de la Iglesia por ocultarlo, el cristianismo se impuso a sangre y fuego. No por la acción del Espíritu Santo. En el año 782 por orden de Carlomagno fueron decapitados

4.500 sajones por no querer convertirse en cristianos. El mismo Carlomagno no sabía leer ni escribir. Este era el sombrío panorama. ¡Y eso que los historiadores hablan del renacimiento carolingio! Queda claro pues, que Santa Comba de Bande no fue construida en un siglo de esplendor. Fue construida en uno de los momentos más tenebrosos de la historia europea. Y sin embargo… Sin embargo, en este mundo de barbarie, los pequeños rescoldos de humanidad, de vida espiritual auténtica y también de belleza se los debemos a la Iglesia. Es muy posible que sin ella la caída hubiera sido mayor. Siempre que buscamos en esa época el amor al estudio, al arte o a la palabra escrita encontramos un obispo o un monje. Un ser callado y discreto que conservaba algunos pergaminos ocultos a las miradas de sus colegas más fanáticos. Fueron hombres que vivieron peligrosamente, pues leer a Horacio o a Cicerón en aquella época era una actividad de alto riesgo. La contemplación de iglesias como Santa Comba de Bande nos conecta con hombres que en pleno cataclismo mantuvieron la llama de lo que nos hace humanos, de la cultura y del afán de permanencia que caracteriza a toda verdadera civilización. ¿Quiénes serían esos antepasados nuestros que levantaron este templo? ¿Cuáles eran sus esperanzas y sus miedos? ¿Qué espíritu los animaba? Sin duda fueron grandes hombres. Llenos de coraje y determinación. No eran débiles ni pusilánimes. Pienso en el obispo que decidió levantar esta iglesia, pero también en el cantero que talló los sillares, en los trabajadores que picaron la piedra, en los alfareros que fabricaron los ladrillos y sobre todo en el hombre que ideó la disposición de los espacios, la bella proporción de la naves, la bóveda y el cimborrio, la entrada de la luz, todo lo que permite la creación en ese edificio de una espiritualidad densa y concentrada. Estos son mis verdaderos héroes medievales. Santa Comba de Bande nos traslada a los siglos oscuros y violentos en los que la civilización apenas consiguió sobrevivir, pero nos recuerda que es en los momentos de mayor dificultad cuando algo como una pequeña iglesia en un lugar apartado puede marcar la diferencia y nos reconcilia con aquellos de nuestros antepasados que a pesar de sus carencias nos legaron esta maravilla.

Sabor, sabor Fotos Eduardo Peris

Sabores, así sin buscar más conceptos. La desnudez de una sensación... que se vive con los ojos cerrados. El fotógrafo Eduardo Peris nos ha regalado una serie que parece querer avivar todas las llamas posibles del deseo. Las imágenes de Eduardo se pueden utilizar para estimular los sentidos después de una larga jornada de atonía. El ESTUDIO PERIS pone imagen a muchas campañas publicitarias y materializa los sueños que venden conocidas marcas de moda, accesorios, decoración… Ahora nos ha dejado con la miel en los labios.

Degustar es un acto de puro placer, describir el placer es el hecho del artista, y contemplar el festín de otro, la verdadera obra de arte.

Un sorbete es algo etĂŠreo, casi inmaterial, ligeramente espumoso al entrar en contacto con el calor de la boca, y despuĂŠs de licuarse, se evapora en la garganta y deja en la lengua la deliciosa reminiscencia de la fruta y del agua.

Degustar es un acto de puro placer, describir el placer es el hecho del artista, y contemplar el festĂn de otro, la verdadera obra de arte. Un tomate crudo que se devora asĂ, sin mas, es el cuerno de la abundancia de las sensaciones mas simples, una cascada que estalla en la boca y concita todos los placeres.

Nadie puede quitarme la idea de que saborear alguna verdura cruda con un poco de mahonesa tiene algo fundamentalmente sexual… la dureza del fruto que se insinúa en la untuosa suavidad de una crema…

La carne es viril, poderosa, el pescado es extraño y cruel. Viene de otro mundo… se entrega con esa desnudez efímera de un reino desconocido.

â&#x20AC;Śla sutileza del dulce sĂłlo puede apreciarse cuando, ya saciados, llega esa orgĂa azucarada no para calmar una necesidad primaria, sino para envolver el paladar con todo lo bueno del mundo.

…ese sabor, lo sé perfectamente, es la verdad, la primera y la última verdad de mi vida, el que tiene la llave de un corazón que enmudeció hace tanto