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El Amor del Sol y la Luna
El Sol y la Luna.
Guatemala es un país de misterios y sortilegios. En cada pob lado, en cada aldea y en cada caserío, las leyendas de los orígenes de los animales, de los astros y los árboles están presentes todos los días en los labios de los ancianos contadores de historias que las narran a los jóvenes y niños alrededor del fogón o en los ratos perdidos. Todas las figuras de leyendas forman el panteón de deidades de la tradición oral maya contemporánea que tienen una conexión directa con la profunda religiosidad de los mayas antiguos. Así, el Corazón del Cielo y el Corazón de la Tierra crearon con sus plumas y sus estrellas personajes mágicos, entre ellos en el cielo y los hombres en la tierra. Por
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ello el personaje Tzultak´a, Señor de Valles y Cerros, protege la naturaleza guatemalteca en los cuatro puntos cardinales. Los pájaros fueron modelados por el soplo divino de los Aj´kines milenarios. Las ceibas, el palo de hormigo y la flor de lirola y fueron sembrados como caminos entre el Corazón del Cielo y el hombre. El Sol, que con su fulgor deshila la niebla de las montañas, nació en la tierra con el calor del Corazón del Cielo. Y la Luna, con su luz que envuelve los sueños, fue creada con los arrullos de la gran abuela Ixmucané. Y por el amor nacido entre ellos fueron consagrados como los guardianes del cielo de Guatemala.
El Amor del Sol y la Luna.
Cuentan que Tzultak´aera el poderoso señor del Cerro
o Dueño del Mundo. El poderoso Señor tenía su palacio en el interior de una cueva, cercana a Cobán, dicen unos, o de San Juan Chamelco, cuentan otros, En su palacio tenía muchas riquezas y atesoraba un espejo de jade, llamado Lem, tan pulido y brillante que reflejaba todo a su alrededor y tenía el poder de mostrar a Tzultak´a cosas que sucedían muy lejos. También poseía tzultak´a otras piezas de gran valor, como flechas con puntas de obsidiana, arcos, lanzas, escudos y muchas prendas de todos los rincones de sus dominios, entre las que destacaba una mágica cerbatana que era capaz de lanzar hasta los confines del mundo, llamada Pubche´. La ruqueza de Tzultak´a era tanta que la compartía con todos. Así, de su palacio se esparcía la abundancia hacia la superficie, por eso brotaba el maíz para alimento de los humanos, y las plantas para sustento de peces, animales y aves. Pero Tzultak´a guardaba un tesoro aún más grande y valioso, era la alegría de su corazón: su bella hija llamada Cana Po. El rostro de Cana Po brillaba con luz propia, era blanco, suave, delicado y de curvas líneas que marcaban un óvalo perfecto. La joven se dedicaba a mantener bello el palacio de su padre, pero se entretenía mucho tejiendo y bordando, por lo que obsequiaba a su padre espléndidos textiles de muchos
| 31 colores y diseños. Su talento era tal que su padre guardaba los tejidos en cofres especiales, en un salón aparte del palacio. Cana Po salía a tejer fuera del palacio para inspirarse en las aves y en las plantas. Un día, observó a un joven muy apuesto que, al parecer, era un cazador porque llevaba cargado un venado. En ese tiempo, las personas comían carne de animales cazados en los bosques, por lo que solamente los atrapaban para alimentarse. Cuidaban que las presas fueran adultas y, de preferencia, machos para cuidar las hembras que protegían a las crías. El nombre del cazador era Xbalamk´e. A la joven le pareció que Xbaalamk´e era un muchacho muy guapo y que su rostro también poseía luz propia. Las miradas de ambos se cruzaron y, casi sin saber cómo, estaban enamorados uno del otro. Xbalamk´e era buen cazador, pero deseaba impresionar a Cana Po, para que cuando pidiera su mano, el gran Tzultak´a no tuviera más remedio que aceptarlo como yerno, Para lograrlo, empezó a pasar todos los días frente a la cueva que daba ingreso al palacio de Cana Po, llevando un venado sobre sus hombros. La joven, que deseaba disponer favorablemente al gran Tzultak´a hacia el muchacho, le comentó que desde hacía varios días veía cómo pasaba frente a la cueva un apuesto arquero y cerbatanero que, sin falta, llevaba un animal sobre sus hombros. Tzultak´a escuchó con atención, epro también con
preocupación. Su hija ya no era una niña y, sin equivocarse, adivinó que estaba enamorada. El poderoso Señor pensó en desacreditar al joven frente a los ojos de la doncella sin hacerle daño, pero para mantenerlo lejos de su amada hija. Así que le dio un consejo a Cana Po. -Hay que tener mucho cuidado con ese hombre, puede ser engañoso. Debemos analizarlo en alguna forma, hasta que estemos seguros si su actitud es sincera. Tzultak´a le indicó a su hija que buscara agua de nixtamal en la que se cuece el maíz, y que la dejara tirada frente a la cueva, en el camino por donde acostumbraba pasar Xbalamk´e. La joven siguió las instrucciones del sabio padre y, al día siguiente, Xbalamk´e pasó muy entretenido viendo a Cana Po, por lo que no se dio cuenta de que el terreno que iba pisando estaba resbaloso por el agua de nixtamal. Se resbaló y cayó. Al caer, descubrió su secreto: llevaba un cuero de venado relleno con ceniza y era el mismo que le había estado sirviendo para engañar a la joven. Lo que había ocurrido era que, por estar pensando en ella, Xbalamk´e ya no cazaba nada. Cuando su artificio quedó en evidencia, Cana Po pensó que era simplemente un engañador y se rio de él. Xbalamk´e se retiró completamente avergonzado. Mientras Cana Po le contaba a su padre lo sucedido, el sabio Tzultak´a le confirmaba que siempre debía tener cuidado con los hombres. En el momento en que Xbalamk´e quedó en evidencia.
También dejó caer una semilla de tabaco frente a La cueva que daba ingreso al palacio de Cana Po. La semilla germinó avecillas para saborear el néctar de sus flores. Xbalamk´e tenía tanta vergüenza que dejó de pasar frente a la cueva que daba acceso al palacio de la muchacha. Sin embargo, estaba tan enamorado que se escondía entre los árboles para verla desde lejos. Un día notó que la mata de tabaco era visitada por numerosas aves y que Cana Po las observaba para hacer diseños en sus tejidos. Esto le sugirió otra forma en la que podría declararle su amor a la doncella. Un joven cazador le habló a un gorrión y le pidió le prestara su plumaje para poder utilizarlo y así poder acercarse hasta la planta de tabaco. El gorrión no quiso acceder, pero después de tantos ruegos de Xbalamk´e, quedó convencido. A cambio, Xbalamk´e le permitió envolverse en unas hojas de ceiba. Xbalamk´e, además de cazador era un hombre con poderes sobrenaturales. Se puso el plumaje y, de inmediato, se convirtió en un gorrión y fue a posarse sobre la planta de tabaco, donde Cana Po pudo verlo y lo estuvo observando durante todo el día, mientras reproducía las hojas de la planta en su tejido. Luego, le dijo a su padre que le gustaba mucho la avecilla que estaba sobre la planta y que la quería. Tzultak´a dijo a su hija que lo iría a cazar con su cerbatana (Pubche´), con la cual hizo un disparo con suavidad, que solamente desmayó al gorrión. El pequeño pájaro cayó
al suelo, Tzultak´a lo recogió y lo llevó a su hija, quien lo introdujo en la jícara donde guardaba los hijos que le servían para tejer. Cuando el gorrión volvió en sí dentro de la jícara, empezó a piar. Ella lo tomó entre sus manos y cuando terminó de tejer, se los puso sobre su huipil. Al anochecer, Cana Po se llevó al gorrión a su alcoba. A la media noche, Xbalamk´e retomó su forma natural y se manifestó a Cana Po. La joven se asustó, pero estaba muy contenta de ver nuevamente a su amado. Él le dijo que deseaba casarse con ella, pero quería llevársela en ese momento. La joven estaba dispuesta, porque después de haber dejado de verlo, sabía que lo extrañaría de una forma extraordinaria, a causa de su amor por él. Xbalamk´e le pidió que fuera a traerla y que además consiguiera chile y lo moliera. Después echó suficiente chile molido dentro de la cerbatana y la fueron a dejar al mismo lugar donde Tzultak´a la guardaba. Luego, Xbalamk´e y Cana Po huyeron en la oscuridad de la media noche. Al siguiente día Tzultak´a llamó a su hija, pero ella no respondió porque ya se encontraba muy lejos huyendo con su amado. Dispuso cerciorarse del motivo por el cual no aparecía su hija y se dio cuenta que no estaba en el palacio. Se imaginó inmediatametne que Xbalamk´e se la había llevado y se enfureció tanto que inmediatamente fue a buscar al Lem, pero se encontró con que estaba completamente ahumado por el pom y el copal, por lo que no podía ver nada con claridad.
| 33 Pero Xbalamk´e cometió un error. Cuando sontenía el espejo, mientras lo ahumaba, sus dedos habían quedado marcados en él y no permitieron que esa parte se cubriera de humno y así fue como Tzultak´a pudo observar por donde huían los jóvenes. Muy enojado por la burla, Tzultak´a dijo: -Con mi poderosa arma yo les voy a dar alcance. Y agarrando a Pubche´ aspiró bastante aire para sobplar ocn más fuerza. En ese momento, se tragó todo el polvo del chile y cayó al suelo desmayado. Se estaba ahogando y tosía desesperadamente. Cuando Tzultak´a se repuso y se dio cuenta que no podía alcanzar a los jóvenes con sus propias fuerzas, llamó a su amigo el Cagua Kak, que es el rao, y le explicó la razón de su llamado, pidiéndole que persiguiera a aquellos que se habían burlado de él. Cuando el Tzultak´a pidió al Cagua Kak que persiguiera a Xbalamk´e y a Cana Po, ya se encontraban cerca del gran lago de Izabal, huyendo de la persecución. Cagua Kak pudo controlarlos, pero ellos se escondieron en los caparazones de unas tortugas. En ese momento cayó con fuerza el hacha del rayo y partió en mil pedazos el caparazón de la tortuga donde se ocultaba Cana Po. Por los fuertes vientos y la lluvia los pedazos fueron cayendo dentro del agua. Al día siguiente, cuando Xabalamk´e se repuso y salió de la concha donde se ocultaba, se dio cuenta que su amada Cana Po estaba hecha pedazos. Entonces llamó a las libélulas y a las aves para que, con guacales,
reunieran aquellas partículas y las fueran depositando hasta llenar trece tinajas. En esas tinajas colocaron las partículas de Cana Po y las cubrieron. Xbalamk´e pidió a una anciana que vivía cerca del lago que le guardar las trece tinajas y que no fuera a abrirlas, porque el volvería dentro de trece días. Durante todo este tiempo, la anciana estuvo muy inquita, no podía dormir ni tenía tranquilidad a consecuencia de que se oía una serie de ruidos, chillidos y golpes muy raros que procedían d elas tinajas, pero no se acercó a curiosear para ver lo que había adentro. Cuando regresó Xbalamk´e, al décimo tercer día, la anciana se puso muy contenta y le dijo que se llevar inmediatamente aquellas vasijas porque le causaban mucho espanto. Xbalamk´e había reunido todo su poder y empezó a destapar una por una las tinajas. Cuando levantó la tapa de la primera tinaja, vio sólo serpientes de toda clase; en la segunda había lagartijas y otros reptiles, la tercera tenía solo animales ponzoñosos; en la cuarta, quinta y en todas las demás había avispas, tábanos, alacranes, arañas, murciélagos y otros animales diferentes. Cuando llegó a la penúltima tinaja, Xbalamk´e estaba desconsolado y pensó que nunca iba a volver a ver a Cana Po. Por ello, pidió a un hombre que se llevara todas las tinajas y echara sus contenidos dentro del agua del lago. Pero este hombre tenía curiosidad por ver lo que 34 |
guardaban las tinajas y en el camino abrió una de ellas de donde salió una serpiente grande, venenosa, llamada nauyaca que lo asustó. Él salió corriendo y el contenido de las tinajas se fue regando sobre la superficie de la tierra, hasta que se salieron todos los animales que iban a ser lanzados al gran lago. Cana Po también había heredado parte del gran poder su soberano padre Tzultak´a. Así que, una vez abiertas todas las tinajas, retornó a la vida. Xbalamk´e, después de los trece días de preparación, ya estaba en pleno uso de sus extraordinarios poderes, así que llamó a un cabro y un venado para que le ayudaran a darle su forma original a Cana Po. Xbalamk´e quedó complacido, la tomó de la mano y ambos ascendieron al cielo como esposos. Ahora, allá en el cielo vive Xbalamk´e que es el Sol, que alumbra de día, y Cana Po es la Luna que brilla de noche.