Memoria Pedagógica: Líbano, Tolima. Parte 1

Experiencia de la visita a la Institución Educativa Rural El Tesoro

El Líbano, Tolima, 15, 16 y 17 de junio de 2022

Memoria pedagógica

Edición

Jairo Ferney Angarita Ortiz - j.angaritao@uniandes.edu.co

Ketly Bautista - ks.bautista@uniandes.edu.co

Fotografías

Ketly Bautista - ks.bautista@uniandes.edu.co

Maria Fernanda Garcés Flórez - mf.garcesf@uniandes.edu.co

Pablo Andrés - pa.ortiz10@uniandes.edu.co

Curaduría y coordinación general

Ketly Bautista - ks.bautista@uniandes.edu.co

Curaduría y diseño editorial

Pablo Andrés - pa.ortiz10@uniandes.edu.co

Gracias a la compañía de

Irma Alicia Flores Hinojos Profesora Asociada

Nancy Palacios Mena Profesora Asociada - Directora de Licenciaturas

Esta memoria pedagógica es más que un docmento, es un ejercicio formativo.

En tanto estudiantes y maestros de la Universidad de los Andes (Uniandes), agradecemos a la Institución Educativa El Tesoro por abrirnos sus puertas en el marco de una salida de campo que tuvo como objetivo que los futuros licenciados conocieran de primera mano las dinámicas escolares de la educación rural. Por tanto, con el propósito de compartir con esta comunidad lo enriquecedor y significativo que vivimos junto a ellos, nos dimos a la tarea de compilar dicha experiencia desde nuestra mirada.

Esperamos que sea de agrado para nuestras lectoras y lectores.

Página anterior: Salón de clases sede La Marina.

Izquierda: Mirador en la sede principal de la IER El Tesoro.

Por Ketlly Bautista

En lo alto de las montañas, encontramos las tres sedes de la Institución Educativa El Tesoro que pudimos visitar. El verde, majestuoso e imponente, nos daba la bienvenida en sus distintas tonalidades a través de las ventanas de los tres jeeps que nos llevaban al encuentro con las dinámicas de la educación rural.

Las 8:00 a. m. en el reloj, durante las mañanas del 15, 16 y 17 de junio, marcaban el inicio de nuestro recorrido desde el casco urbano hacia el paisaje rural de El Líbano, Tolima. Luego de un tiempo por la carretera uniforme, el movimiento involuntario y repentino de nuestros cuellos nos informaba que nos adentrábamos en las veredas y en la historia de este territorio que los medios de comunicación construyen de forma incompleta y a la que esta memoria, aunque quisiera, tampoco podría hacer justicia.

Por el parabrisas, se observaba un único carril que colindaba a la derecha con el monte y por la izquierda permitía a los ojos curiosos contemplar el vacío, en el que las nubes y la niebla se suspendían, y el azul del cielo que comenzaba a encenderse por los rayos del sol. El panorama del entorno cafetero confirmó nuestra hipótesis, ya nos alejábamos de la cabecera municipal: el color rojo del café contrastaba con el verde de los árboles, que a su vez se fundían con el color naranja del cacao o el amarillo de los plátanos.

Página anterior: Vista en camino a la primera sede visitada. Izquierda: Llegada a la primera sede visitada

A mitad de camino, justo después de sobrepasar una pequeña quebrada que brotaba de la ladera, los automotores pararon, y con ayuda de Jhonatan Gómez, docente que nos guió en toda la experiencia, comenzamos a subir por los caminos que nos indicaba la montaña. El silencio, interrumpido por las pisadas y algunas risas de quienes nos deslizábamos por el barro muy cerca de caernos, hacía juego con el canto de ciertos pájaros (y quizá otros animales) de los que, hasta el momento, desconocemos su nombre.

Derecha: Primera conversación con Jhonatan Gómez.

Nos tomó alrededor de unos 30 minutos llegar hasta donde, detrás de las rejas que se avistaban, la estructura similar a la de una finca advertía la presencia de una de las sedes de la escuela rural: Pradera baja. Allí, de cara al grupo de montañas, era evidente la profusa distancia que separaba las viviendas de las familias de los niños que asisten a la Institución Educativa El Tesoro, vistas como manchas quizá por la lejanía o por nuestra miopía.

Después de entrar, Jhonatan, a modo de contexto, mencionó algunos temas clave para entender mejor los procesos educativos en el campo. En cuanto a El Líbano, se tocaron puntos y relaciones transversales a las diferentes aulas que visitamos durante esos días: conflicto armado y territorio; diálogos entre lo religioso y lo pedagógico en temas como la educación sexual; liderazgo de la comunidad y ausencia o desconexión estatal; inclinación política en las montañas a ideas de “izquierda tradicional”, debido a la memoria del conflicto armado y la protección de la tierra frente a proyectos de minería; docentes normalistas, escuela nueva y aulas multigrado; educación y formación pedagógica con base en el contexto (aprender con y del campo); y decisiones administrativas vinculadas con la asignación del equipo docente considerando la relación técnica de estudiantes inscritos y profesores nombrados.

Izquierda: Acceso principal a la sede Pradera Baja.

Página siguiente, izquierda: Conversación con madres y padre de estudiantes de la misma sede.

Página siguiente, derecha: Introducción al territorio, la sede y la salida de campo en general, gracias a Jhonatan.

A lo lejos, la voz de una profesora dramatizaba una escena para enseñarle los números a los niños, la clase estaba en su momento cúspide. Por tanto, esperamos en el patio que antes fue construcción del colegio y donde aún estaban sus vestigios. Las niñas y el niño salieron del aula con el refrigerio en sus manos, siete en total, y comenzaron a jugar. La profesora salió y nos recibió en la puerta para contarnos la historia de cómo ha estado trabajando la institución mediante la participación de las familias en el municipio. Lo primero que comentó fue que, a su llegada, la estructura del colegio estaba en ruinas y el territorio tuvo que recuperarse, tras haber sido utilizado durante la época de conflicto interno por las disidencias, así, lo que observábamos en el momento era una construcción de la comunidad. En este encuentro, también estaba presente la madre del único niño en el aula, quien hizo hincapié en el papel fundamental de la profesora como líder en la toma de decisiones y acciones en la comunidad. Por ejemplo, llevar a cabo planes de acción para defender el territorio de la posible explotación minera, legal o ilegal, y, en consecuencia, proteger los sectores y terrenos importantes para el desarrollo agroindustrial y de las familias que allí trabajan.

Se habló además del involucramiento de los padres en los procesos educativos de los niños, y de cómo este trabajo en el aula y en sus respectivos hogares permitía una educación conjunta. Este tema estaba entrelazado por su parte con las aulas multigrado que se caracterizan por la evaluación diferenciada, según el nivel del estudiante, a partir de los mismos contenidos en la clase. Así, los estudiantes están constantemente reforzando y repasando los temas cada año y pueden ayudarse entre sí para comprenderlos, lo que da lugar al aprendizaje por pares.

Las docentes y sus sedes

Por Ketlly Bautista y Pablo Andrés

Las docentes de cada aula comentaban que han diseñado distintas estrategias para solventar las necesidades de los estudiantes. Dentro de sus exposiciones, ellas nos mostraron parte de su trabajo y las necesidades que las llevaron a pensar en estas nuevas soluciones que se pueden observar en seguida.

Otro aspecto del que hablaban era su función como psicopedagogas, pues, debían asistir a los estudiantes que tenían algún problema en su contexto, ya sea a nivel familiar o del municipio, en términos de abuso sexual, conflicto armado o desplazamiento forzado. Es importante mencionar la insistencia en que muchos de estos temas se veían intervenidos por la religiosidad y la postura de ciertos grupos políticos, como el tema de la educación sexual y reproductiva.

15 de Julio - Sede Pradera Baja

4° 53’ 1.0705” N 75° 3’ 16.2536” W

En Pradera Baja, la profesora implementa los estudios teatrales para explicar los temas de clase y así busca involucrar a los estudiantes en la acción, fomentando además las habilidades comunicativas a nivel corporal.

Página anterior: Sede Pradera Baja.

Derecha: Presentación de la maestra de la sede.

16 de Julio - Sede principal

Colegio El Tesoro

Izquierda: Presentación del rector, profesores y exestudiantes de la IER El Tesoro en su sede principal. Derecha: Comedor trasero de la sede principal después de realizar las actividades planeadas con sus estudiantes.

17 de Julio - Sede La Marina

La docente de la sede Marengo involucra a los padres de familia y a su propio círculo familiar en las actividades de clase, como es el caso de la huerta escolar y la investigación con la comunidad. Y en las sedes Marengo y La Plata, las docentes diseñan material de clase a base de papel y fotocopias con las que los niños pueden interactuar y construir sus propios procesos educativos y conocimientos.

Izquierda: Profesora de la sede La Marina. Derecha: Presentación de profesora de la sede La Plata. Siguiente página: Material didáctico diseñado y producido por la profesora de la sede La Marina para enseñar lectoescritura.

El territorio

En las ciencias sociales, el territorio hace referencia a un sistema conformado por elementos físicos y humanos de un área o una región. En otras palabras, puede entenderse como un conjunto de lugares interconectados por redes y flujos. Esto, a su vez, se relaciona con algunas construcciones sociales que se dan gracias al aprovechamiento y uso que un grupo humano hace sobre el suelo y sus recursos. Por ende, hay una conexión directa entre la sociedad y el medio físico. Así pues, se pretende describir el territorio de El Líbano, teniendo en cuenta varias dimensiones: histórica, cartográfica, humana y biofísica.

Izquierda: Finca cafetera vista desde el camino a la vereda El Tesoro.

Derecha: Quebrada Cerro Bravo, nombre relacionado con la historia de conflicto armado del municipio.

El Líbano es un municipio colombiano situado en el centro-occidente del país, específicamente en el departamento del Tolima. Tiene una temperatura media de 20 °C que, como lo confirmó la experiencia, puede fluctuar en diferentes periodos del año. Por ejemplo, en la zona rural, en la cual se encontraban las tres sedes que fueron visitadas, hubo una temporada de precipitación que a lo largo de los cuatro días osciló entre los 13 °C y 15 °C. Adicionalmente, El Líbano limita al norte con los municipios de Villahermosa y Armero, al occidente con el municipio de Murillo, al oriente con los municipios de Lérida y Santa Isabel, y al sur con el municipio de Santa Isabel. Según el censo de 2018, su población es de 45.262 habitantes, de los cuales alrededor de 20.000 pertenecen al área rural. Por último, en términos físicos, El Líbano cuenta con una superficie de 299,44 km² y se encuentra a una altitud de 1.565 m s. n. m.

Página anterior: vista desde la sede La Marina. Izquierda: Trayecto en el medio de transporte tradicional entre la cabecera urbana y las sedes rurales visitadas.

Izquierda y página siguiente: Puestos en la plaza central de Líbano.

Derecha: Corredor de la plaza.

Dentro de las principales características a destacar del territorio se encuentran las actividades económicas, entre ellas la agricultura, la ganadería, el turismo y la producción literaria. En términos de agricultura, El Líbano es un municipio que cuenta con una amplia capacidad productiva, lo que le permite la siembra de diferentes productos, tanto para el consumo interno del municipio como para diferentes partes del departamento, el país e incluso la exportación con productos como el café. En los diferentes recorridos hacia las sedes del colegio, se logró identificar diferentes plantas y productos. Sin embargo, no para todos eran reconocibles y, ante las dudas, los conductores encargados del transporte pudieron resolverlas. Se hallaron plantas de café y chocolate, muy productivo en la zona por la geografía biofísica (clima, altitud y capacidad de la tierra), plátano, naranja y aguacate. En cuanto a la ganadería, a los alrededores no era tan evidente la presencia bovina o porcina, pero sí la de aves y alevinos (actividad propia de la piscicultura).

Izquierda: Letrero en el parque central de Líbano.

Derecha: Recorrido turístico e histórico por el parque central del municipio.

Además, por un lado, antes de realizar el viaje, sorprendió la importancia de la producción literaria en el municipio, dado que es considerado el pueblo que produce más escritores por kilómetro cuadrado en el mundo, lo que le ha valido el título de “tierra de escritores”. Por otro lado, económicamente, también se puede hablar del turismo como actividad principal, un dato constantemente repetido por los distintos pobladores con los que se sostuvieron conversaciones. En otros asuntos, algo que captó la atención de todos los estudiantes fue el lugar del conflicto armado y la forma que este ha impactado el territorio de El Líbano. Como se mencionó anteriormente, en las diferentes conversaciones llevadas a cabo con algunos profesores, padres de familia, habitantes y estudiantes, hubo un acercamiento y escudriño en temas sensibles y difíciles como este.

En cuanto al territorio específico de las tres sedes, fue evidente el difícil acceso, debido a las precarias condiciones físicas del terreno, condiciones que afectan directamente la movilidad de los niños y adolescentes que pertenecen a la Institución Educativa El Tesoro, lo cual se complica aún más con las condiciones climatológicas. Finalmente, en todos y cada uno de los recorridos, fue innegable que estas dificultades son producto de los diversos accidentes geográficos con los que cuenta el territorio: ríos, quebradas y una sola vía de acceso.

Derecha: Trayecto en el medio de transporte tradicional entre la cabecera urbana y las sedes rurales visitadas.

Página siguiente: Nuestro transporte esperando frente al hotel en la cabecera urbana.