“The therme vals have a skeleton created by men, but a skin given by the mountain”. 1 Hablar de las Termas de Vals de Peter Zumthor implica necesariamente referirse a su estructura, pues el soporte es el proyecto mismo. Aquello que es visible es aquello que es estructural. En este sentido, el proyecto del arquitecto suizo es uno de los más puristas y radicales en la arquitectura reciente. Basta con mirar una planta para darnos cuenta de que en las Termas todos los muros son pesados, gruesos. Prevalece siempre una sensación de estereotomía en la montaña, de estar sumergido en una cantera, donde los grandes bloques de concreto dan la sensación de que ésta ha sido horadada en su interior para generar los diferentes espacios. Para poder hablar de la relación entre la piel del edificio y su sistema óseo, es importante explicar en qué consiste su estructura. De los 58 metros de la estructura, 34 están enterrados en el corazón de la montaña, lo que implica que las termas son un ejercicio de contención muy importante. En el costado más largo, enormes muros de contención en concreto reforzado evitan el deslizamiento de la tierra, y a su vez dan forma al corredor longitudinal que marca la entrada a las Termas. El acceso desde el hotel funciona como un pequeño túnel entre los dos espacios. A lo largo de la planta se encuentran 15 bloques rectangulares de concreto, que varían entre tres y cinco metros de ancho por seis a ocho metros de largo. Éstos no sólo sostienen la cubierta, sino que conforman los espacios privados interiores, delimitando la piscina central, y alojando a su vez pequeñas piscinas en su interior. “They (Los bloques) are composed according to a strict grid of perpendicular lines and stand like monoliths arranged in a system of pinwheels. In the areas in between, there is movement –in the corridors, on the steps, in the pools, the blocks are positiones, therefore, in such a way that four of them demarcate the indoor pool in a pinwheel arrangement, in between, steps descend into the water or climb out, thus one block stands confidently on dry land on one side, demarcating relaxation spaces and defining circultion zones, an on the other it sinks into, or rises, rahter, out of the depths”. 2
1 Hauser, Sigrid; Zumthor, Peter. Peter Zumthor Therme Vals. Zurich: Verlag Scheidegger & Spiess, 2011. 2 Ibid.
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Los grandes bloques son el método necesario para dar soporte a las enormes lajas de concreto que conforman la cubierta, con voladizos que superan los seis metros. Cada una de estas cajas tiene un costado más grueso, un muro de mayor espesor que alberga cables pretensados que anclan la placa de cubierta al suelo, manteniendo el sistema en balance. Aquí aparece una de las primeras y más importantes relaciones en el proyecto de Zumthor: los voladizos no se tocan. La decisión de haber utilizado el mecanismo de cables pretensados deviene de no haber escogido una loza maciza como cubierta del proyecto, proceso que hubiera simplificado la construcción en gran medida. La estructura en voladizo se utiliza para dar levedad a un proyecto que de otra forma sería pesado y oscuro. Con estas placas flotantes, la luz pasa por unas finas dilataciones entre muro y muro de seis centímetros, que sugieren que el techo esta volando, y permiten que una delicada iluminación entre al recinto. Por otro lado, estas dilataciones aseguran que los voladizos tengan un rango de movimiento y flexibilidad.
Un pequeño y sutil truco aparece en el corazón del proyecto, donde la cubierta de la piscina central parece estar volando completamente: no se sostiene por ninguno de los bloques de concreto, y ninguna de las placas aledañas la toca. Aquí los bañistas miran hacia el techo sin entender cómo una pieza de este tamaño esta volando. En realidad la cubierta se sostiene por cables muy finos, que con el paso de la luz desaparecen y crean el espejismo. Universidad de Los Andes
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Estas pequeñas dilataciones son revestidas en un complejo detalle que permite aislar las termas de la lluvia pero permite el paso de la luz. En la cubierta, la quinta fachada del proyecto, las dilataciones se vuelven en líneas de geometría que revelan lo que sucede bajo los pies del caminante. Aquí, las cubiertas en voladizo se vuelven en un jardín que extiende las vistas del hotel, y a su vez esconden las termas. Estructura y cubierta funcionan, y son, uno solo, y el despojar la cubierta de su capa vegetal sólo revela que directamente debajo están las termas mismas. La intención de Zumthor es clara, sin embargo, al “re-dibujar” las dilataciones en cubierta nuevamente en el césped, pues se mantiene fiel a su visión de revelar siempre la estructura. Universidad de Los Andes
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Contenidos al interior de los bloques están los espacios íntimos bajo estas cubiertas. Cada uno de ellos es un mundo interior, separado del resto de las actividades, y caracterizado por el tamaño de las piscinas, la temperatura del agua, el color del revestimiento. Pero más allá de estos elementos, la estructura en sí, tal como la define Zumthor, es de núcleos de concreto, esqueletos que albergan diferentes órganos en su interior. Posteriormente, con diferentes revestimientos, la piel es la que da al espacio su imagen única: ya sea el baño de fuego con su pintura roja sobre el concreto mismo, o la luz fría en el baño de hielo, los elementos de revestimiento denotan el uso e identifican cada recinto como un espacio singular. “For the most part, the structural work, the super-structure, is already the finished bulding. We look and walk around in the primary structure; where the water flows and is contained. The anatomy of the finished baths, the inmediacy with which we experience their construction, matches the quarry pictures that we started out with”. 3 La maqueta estructural misma refleja ello: en ésta se ve la totalidad del proyecto, no queda nada escondido ni ausente. La estructura da la imagen y constituye la esencia del proyecto. 3
Hauser, Sigrid; Zumthor, Peter. Peter Zumthor Therme Vals. Zurich: Verlag Scheidegger & Spiess, 2011.
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El espacio es lo primero que se construye en las Termas: lo primero que se levantó en la construcción fueron estos núcleos, y así se construye estructura y recinto en simultáneo. El acabado exterior, la piel del edificio, se construyó en simultaneo con los núcleos para evitar que la piedra Gneiss –la utilizada en el revestimiento- se quebrara con las deformaciones y expansiones del concreto en el momento de la fundición. Tal es el detalle del trabajo de Zumthor que las lajas mismas de piedra eran la formaleteria: Un marco de 60 centímetros de altura da forma a los muros, y en el borde se disponen las piedras previo a la fundición. De esta forma, al vaciar el concreto al interior de estas formaletas las lajas se adhieren a éste. Se invierte el proceso de construcción y ello es otra latente evidencia de la relación entre piel y estructura en las Termas. Aquí la piedra de cantera es el molde que da forma a la estructura. Todo ello se especifica en los documentos de ejecución del proyecto. Más detallado aún es el trabajo mismo de la piedra Gneiss, extraída de la montaña misma donde se entierra el proyecto. Solo se utilizan en todo el proyecto tres tamaños de lajas, que sin importar su combinación (1-2-3, o 2-3-1) siempre logran una altura de 15 centímetros, por lo que puede ser utilizada a lo largo de todo el proyecto. Estas medidas facilitaron el proceso de construcción, y reflejan la unidad y homogeneidad estructural del proyecto.
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Para concluir, es preciso entender la identidad que trata de trasmitir Zumthor al espectador en el momento de visitar sus termas. En ellas, todo aquello que se ve es necesario, esqueleto y piel son uno solo. Toda la estructura funciona como articulador y generador de órganos que dan vida al proyecto. Desde la forma de la piscina central, hasta los pequeños recintos privados al interior de cada bloque, la estructura en las Termas de Vals constituye la esencia del proyecto arquitectónico. Sin un estudio tan detallado y rico de la misma, el trabajo logrado sería completamente diferente. Aquí la relación de piel y sistema óseo es genuinamente orgánica, en cuanto el uno no puede vivir sin el otro. En las Termas no es posible imaginarse los espacios recubiertos en un material distinto a la piedra escogida, pues la montaña misma fue la que vistió al proyecto, su piedra cubrió la compleja estructura. La integración con el lugar va así más allá de simplemente enterrar el proyecto, para volverse un ejemplo de genuina implantación, donde se toma elementos nativos y se utilizan para enriquecer la arquitectura. Cabe cerrar esta reflexión con la misma frase con la que se inició…
“The therme vals have a skeleton created by men, but a skin given by the mountain”. Universidad de Los Andes
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