ANTIGUA GUATEMALA A TRÁVES DE LA FOTOGRAFÍA
Arquitectura de la ANTIGUA GUATEMALA
MOBILIARIO Y PLATERIA
diseño y maquetación Alexander Cush — Allan Goméz — Hugo Aldecoa
fotografía y edición
Pablo Villalobos
investigación y análisis Stenka Agustín — Pedro Herrera
ANTIGUA GUATEMALA A TRÁVES DE LA FOTOGRAFÍA
MOBILIARIO Y PLATERIA
INTRODUCCION Con la llegada de la época colonial a la Antigua Guatemala se establece un casco histórico que muestra preciosas calles empedradas y edificios de arquitectura única y moderna para aquel momento de la historia de la conocida Santiago de los Caballeros de Guatemala, capital de la Capitanía General de Guatemala entre 1543 y 1776. Declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1979 por la UNESCO, Antigua Guatemala goza de una bella vista rodeada por tres hermosos volcanes, calles de piedra, fachadas coloridas de sus casas e iglesias y su clima, que además alberga piezas únicas de la historia en sus museos, así como también edificios que forman parte de la cultura y que hacen de esta ciudad un sitio único en el mundo. La Plaza Mayor, el Palacio de los Capitanes, el Portal del Comercio, la Catedral, el Monasterio La Merced, la Universidad de San Carlos de Guatemala, el Convento Santa Clara y el Templo y Arco de Santa Catalina son algunos de los lugares históricos más importantes de esta ciudad, ofreciendo así una visita única y que además posee piezas únicas de historia, recopilando en este documento obras de mobiliario y plateria que contienen un alto nivel de detalle.
Todo el confort existente de la América de la Conquista se reducía al elemental suministrado por la naturaleza: la sombra de los árboles, su madera en las regiones frías, la frescura de un río en la faja ecuatorial, la obsequiosidad de los indígenas, que sacrificaban su propia comodidad para ofrenderla a la gente del Este. Tanto los carpinteros, como el resto de los artistas y artesanos de la Colonia, provenían al principio de España y Portugal. Paulatinamente se fueron formando por artesanos auténticamente “coloniales” y américanos. Con su trabajo acumularon muebles y objetos, y ya en el siglo XVIII toda la América colonial estaba tallada, forrada y tapizada.
En el siglo XVII se usa ya una gran diversidad de maderas para moblaje: castaño y nogal, Jacaranda, palo santo, ébano. Algunos llevan adornos de palo de rosa, marfil, caoba o nácar. Las sillas siguen el modelo español: cuero en el asiente y el respaldo, tapizadas a veces con tela y adornadas con tachas de bronce. En la segunda mitad del siglo se las puede adquirir con las patas delanteras trabajadas. En el caso de las bancas es un trabajo totalmente diferente, exclusivamente hechas de madera y talladas con florituras que daban un carácter de belleza único a cada una de las obras realizadas por los artesanos que trabajaban en ellas.
“La arquitectura es la voluntad de la época traducida al espacio”. — Mies van der Rohe
En cuanto a la mesa para comer o la de adorno, podían ser rectangulares, redondas, algunas con alas plegadizas y patas giratorias. Muy apreciado era el contador, que iba apoyado sobre un bufete alto y parecido a una mesa.
mobiliario de interiores
También gozaron de gran aprobación la cómoda y la cómoda-escribanía, con cajones superpuestos, ambas de origen italiano, que desplazaron el viejo arcón, arca o baúl, pesados e incómodos. Estas son acompañadas por sillitas, mesas y papeleras, distribuidas según el gusto de los dueños de las casas.
Continuando así con la forma de las sillas, son comunes las de forma “cebolla”, enrulado” y “de pincel”. En las casas de familia eran numerosas las sillas, sillones, mesas y camas de jacarandá, con la característica “pata de burro” o “pata de cabra”. Así pues, también era usual encontrar una gran cantidad de mobiliario en lugares de uso público, así como fue el caso de iglesias, escuelas y oficinas.
Uno de los muebles preferidos fue la silla encadenada, donde se podían sentar varias personas, ya que se unían tres o más sillas en un solo mueble. La silla esquinada, de origen inglésl, también fue otro de los mobilarios preferidos durante la época colonial. En la región rioplatense, fueron comunes las sillas ratonas, colocadas en el lugar de honor, el estrado, parte elevada de un salón. Se las usaba para sentarse a beber, descansar, coser o simplemente como adorno. Durante la época colonial fue común que muchas obras de mobiliario fueran de uso, exclusivamente, decorativo. Así pues, reflejaba fielmente el refinado modo de vida transplantado en América en aquel entonces.
Cabe destacar entonces que el uso del mobilario en salones grandes, habitaciones o bien exteriores, requería del uso de iluminación, así pues, la arquitectura colonial se presentaba con faroles o candelabros de la época, haciendo uso de candelas y mechas que iluminaban todo el lugar, de tal modo que al igual que el mobilario, también presentaban un alto nivel de detalles y adornos que hacían juego. De este modo, la época colonial se caracterizaba por un trabajo refinado y de carácter único, pues cada pieza contaba con detalles únicos que hacía cada pieza diferente dependiendo de su entorno.
mobiliario e iluminación
la plateria en santiago de guatemala La plateria, originaria del viejo mundo, llegó a América en el Siglo XVI junto con los primeros conquistadores, quienes trajeron las primeras piezas de plata con ellos para su uso en el culto religioso. En Santiago de Guatemala, hoy La Antigua Guatemala, la plata se utilizó para elaborar muchos objetos de uso liturgico, tales como lamparas votivas, canderabros, retablos, incensarios, etc. También fue utilizada por los miembros de las Cofradias, grupos religiosos conformados por hombres y mujeres que se encargaban de la custodia de imágenes específicas, a las cuales llevaban en procesión, acompañadas por cruces, banderas, y escudos de cofradía. Para la primera mitad del siglo XVII el desarrollo artístico de la platería era grande, siendo la mayoría de objetos facricados por orfebres coloniales o plateros destinada al culto sagrado. En las postrimerías del período colonial la elaboración de objetos de plata disminuyó y en cambio, se fabricó una mayor cantidad de utensilios de uso secular como dulceras, azucareras, espadines, mancerinas, etc.
objetos litúrgicos
Existe una vasta colección de objetos relacionados con la liturgia católica. En el museo de platería del Museo de Santo Domingo destaca la custodia, un vaso sagrado diseñado para exponer a la congregación la Hostia consagrada. El atril, que suele ser el soporte sobre el que descansa la Santa Biblia. Así mismo, también destaca el altar dedicado a la Santísima Virgen María, que desde los comienzos del Cristianismo ha recibido veneración de manera especial. Por eso que después del altar principal o principal, el más destacado es el altar de Nuestra Señora, la Virgen María, siendo pues todo parte de una gran cantidad de objetos litúrgicos que presentan un alto nivel religioso marcado durante la época colonial y de la conquista.
Las gradillas, incensarios y navetas también fueron parte de los elementos de la plateria utilizada durante la época colonial. Estos se relacionaban con las ceremonias de la liturgia católica, siendo la principal La Santa Misa. Las gradillas también llegaron a ser elaboradas con madera y laminas de plata repujada, labrada y cincelada que hacía del elemento propio de la platería. Las navetas por su parte, son recipientes para el incienso que se utilizaban en las ceremonias y los incensarios para incensar o sahumar en las mismas.
Los candeleros fueron otro utensilio de platería destinado a soportar encajada una sola candera o vela para producir la iluminación necesaria. Se componía de un pie o base simple, un tallo atornillado a él, moldurado o decorado, y un tubo o canón en la parte superior donde irá encajada la candela. Durante la época colonial casi todos los templos tenían sus candeleros de plata, aunque estos también se confeccionaron de madera, barro hojalata o bronce. Se llegaron a observar candeleros de altar, de pared y palmatorias, entre otros.
La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte�. — Leonardo Da Vinci
Las coronas también fueron otro de los muchos elementos de platería de la colonia que trajeron los españoles. Consistía de un adorno circular que se coloca en la cabeza de algunas imágenes, simbólicamente, o como signo de realeza si son Santos; pueden ser abiertas o cerradas. Las coronas abiertas, llamadas comúnmente coronas ducales, están constituidas por una banda circular, cuyo borde superior generalmente aparece rematado por adornos puntiagudos o florones de distitnas formas. La corona cerrada consta de lo mismo que la anterior, con la diferencia de que en ella se apoyan dos arcos o diademas, uno que va desde la parte frontal de la banda a la posterior y otro desde un costado al otro, cruzándose en el ápice, rematado por distintos símbolos según la imagen a la que pertenece.
coronas coronas coronas
Arcรกngel San Miguel
San Miguel es uno de los principales ángeles. Su nombre era un grito de guerra de los ángeles buenos en la batalla del cielo contra el enemigo. La tradición cristiana le da a San Miguel cuatro oficios: luchar contra Satanás, rescatar a las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente a la hora de la muerte y ser campeón del pueblo, para traer a las almas de los hombres a juicio. Uno de los atributos de este arcángel son el Sol y la Luna sobre su pecho o su coraza. Simbolizan que la naturaleza humana palidece ante el poder de Dios. Así pues, otro de los atributos de los ángeles fueron los resplandores, también llamados halos, colocados en su cabeza; báculos que portan asociándose a un santo que fue rey.
influencias de la colonia
América era un territorio plural, de gran diversidad geográfica, donde existía una población local con múltiples culturas y religiones. El objetivo, más allá de asentarse en el territorio, será el de reducir la pluralidad peninsular y dar unidad al territorio americano. Comienza así la labor evangelizadora de conversión al cristianismo y de instalar el castellano como única lengua. La influencia española dominará y se impondrá a la autóctona. Desde España llegarán al Nuevo Mundo numerosos artistas que formarán talleres y enseñarán a los nativos los modelos y estilos de la península, como son el gótico, renacimiento, manierismo, barroco y neoclasicismo. Hay que señalar la importancia de la pintura en el proceso de evangelización, ya que sus temas religiosos y didácticos tratan diferentes episodios de la vida de Jesús, de la Virgen y de los santos más populares. A lo largo del siglo XVI también se construirán numerosas catedrales, ya que en las principales ciudades de la Nueva España se establecen diócesis episcopales. Se pueden apreciar ya rasgos renacentistas y manieristas. El Barroco llegó de la mano de la Contrarreforma, debido al gran peso que tuvo en España. Se sirvió del estilo para combatir la difusión del protestantismo y defender el catolicismo.
fundamentaCION El arte colonial tuvo un alto nivel estético y refinado, desde el arte hasta la filosofía. La literatura, la religión, la arquitectura, todas compartieron una idea única que se veía plasmada en los detalles. Así pues, este catalogo se compone de una retícula detallada e homogénea, haciendo uso de colores que se pudieron observar durante la visita guiada a La Antigua Guatemala, tomando como ejemplo los colores del Templo y Arco de Santa Catalina, siendo estos el amarillo y el blanco. Además, la época colonial se vería marcada por un alto nivel estético de sus piezas, en este caso de mobiliario y platería que observamos aquí. de este modo la maquetación y diagramación de este documento se puede considerar placentera, considerando la sensación que se desea transmitir al lector.
El formato, la tipografía, y las imágenes pasaron por un proceso de selección que hace del documento tener una estructura parcial que en ningún momento pierde de vista su objetivo principal de hacer que el lector comprenda y a la vez, analice cada obra presentada, haciendo uso de información que le ayude a relacionar lo que ve con lo que lee. A la vez, el documento también goza de una intervención minimalista, con colores planos y espacios en blanco que hagan de la lectura más sencilla y que no se vea saturada, tal que la vista de las obras coloniales tienen una intervención armoniosa al ojo. De este modo, la época colonial se encuentra ligada a un desarrollo cultural único y estético en todas las corrientes artísticas que conoce el ser humano desde el descubrimiento de América.