Verdad y Realidad
I.E.S. “Ben – Al – Jatib”. Departamento de Filosofía Prof. Fco Espadas Sotés
Si lo veo, ¿lo creo? Dilemas cartesianos
René Descartes (1596-1650) fue un filósofo atormentado por una idea: ¿cómo puedo distinguir la realidad de lo que no es real? En su obra Discurso del método, el pensador francés intentó resolver el problema poniendo en duda todo cuanto sabía.
La
duda
se
convirtió
para
Descartes en un medio para llegar a la verdad. Con ella, el filósofo realizó una crítica radical a todas nuestras seguridades sobre la realidad. Su objetivo era encontrar una verdad incuestionable, una verdad que no dejase el menor resquicio para la duda.
¿De qué se puede dudar? “¿Qué es real? ¿De qué modo definirías real? Si te refieres a lo que puedes sentir, a lo que puedes oler, a lo que puedes saborear y ver, lo real podría ser señales eléctricas interpretadas por tu cerebro”. Matrix
Según Descartes es razonable desconfiar de la experiencia, ya que los sentidos nos engañan con demasiada frecuencia y a menudo no nos muestran las cosas tal y como son. Se podría objetar que es altamente improbable que todo lo que veo, oigo, saboreo, toco o huelo sea una distorsión de la realidad…pero como “probabilidad” no es sinónimo de “certeza”, Descartes cree que es preferible dudar de la apariencia de las cosas: quizás la realidad no sea como la percibo
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Verdad y Realidad
¿Alguna vez has tenido un sueño, Neo, que pareciese muy real? ¿Qué ocurriría si no pudieras despertar de ese sueño?, ¿cómo distinguirías el mundo de los sueños de la realidad? Matrix
Supongamos que, en efecto, los sentidos nos presentan la realidad distorsionada, que las cosas no son como las percibimos. A pesar de ello, ¿sería razonable dudar de la existencia de las cosas que percibimos? Quizás no son como los sentidos nos las muestran, pero ¿acaso puedo dudar de que las cosas existen, de que hay un mundo más allá de mi mente? Descartes añade una razón más radical para dudar : podría suceder que estuviésemos viviendo un sueño permanente. Realmente no hay razones poderosas para distinguir la vigilia del sueño, y muy bien podría ocurrir que el mundo percibido durante la vigilia tuviese la misma consistencia y realidad que las imágenes que aparecen en nuestros sueños. Por supuesto, es altamente improbable que vivamos sumidos en un sueño continuo…pero probabilidad no es sinónimo de certeza. Descartes afirma que se puede dudar la propia existencia de la realidad extramental.
Quieres volver a eXistenZ porque en la realidad no pasa nada EXistenZ La ignorancia es la felicidad Matrix
¿Quién me engaña? ¿Qué me hace ser tan falible? ¿Esta situación es deseable? Descartes afirma que es posible suponer la existencia de un genio
maligno
sumamente
poderoso, astuto y burlador, que emplea
todo
su
poder
en
engañarme. ¿Qué hacer entonces? Dice Descartes que, en vez de resignarse, hay que esforzarse no dar crédito a nada y preparar el intelecto para no dejarse convencer con facilidad.
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Verdad y Realidad Dudo, luego existo
Llevado por la duda Descartes se encuentra, no obstante, con una realidad de la que es imposible dudar: es posible, en efecto, – dice Descartes – que viva permanentemente engañado, que mis conocimientos sean falsos, que siempre piense erróneamente; pero también es indudable que, para pensar erróneamente, tengo que existir, ser algo. Dicho de otro modo, puedo dudar de todo menos de que yo dudo (pienso). Mi existencia, pues, como cosa que piensa es absolutamente cierta y está exenta de todo error posible y de toda duda posible.
¿Dónde está mi cuerpo? ¿Soy algo más que una cosa que piensa? Descartes probará la existencia del cuerpo, cuya realidad es diametralmente opuesta a la de la mente: la mente piensa (siente, razona, recuerda, se alegra, se entristece, duda, teme...)
pero es
inextensa (no ocupa lugar alguno, no está sometida a las leyes físicas); el cuerpo es extenso, pero no piensa. ¿Qué relación existe, pues, entre ambos? En principio ninguna, aunque cuesta trabajo admitirlo ya que sentimos que el cuerpo no puede ser sin la mente y la mente no puede ser sin el cuerpo. Descartes fue incapaz de resolver el enigma: entender cómo dos realidades tan opuestas pueden interactuar hasta el punto de confundirse y mezclarse como si fueran una sola cosa.
Afirmando que mente y cuerpo son dos realidades independientes entre sí, Descartes quería demostrar que la libertad humana es real. El cuerpo, como toda cosa extensa, está sometido a las férreas leyes de la Naturaleza, con lo que su comportamiento es absolutamente predecible. Si la mente no fuese una cosa completamente independiente del cuerpo (si fuese, por ejemplo, cerebro), no habría lugar para la libertad y nuestro comportamiento sería siempre explicable en términos físicos y químicos, cosa que de ninguna manera quería aceptar Descartes. La libertad es un bien que Descartes proclamó. Por tanto, la mente tendría que ser una realidad que de ninguna manera se pudiera someter a las leyes que dominan el cuerpo.
Verdad y Realidad La
I.E.S. “Ben – Al – Jatib”. Departamento de Filosofía Prof. Fco Espadas Sotés
insistencia
cartesiana de separar la mente
del
cuerpo
repercusiones
tuvo
positivas
para la ciencia médica: si el cuerpo es una máquina compuesta por piezas, la máquina
se
puede
desmontar, diseccionar y conocer hasta sus últimos rincones. Por otro lado, y muy a pesar del propio Descartes, su filosofía abrió las puertas a los modernos materialismos, filosofías que consideran que todo lo que existe es pura materia – incluido el pensamiento, los sentimientos, las emociones, la voluntad...reducidos desde entonces a impulsos biológicos, niveles de sustancias químicas en el organismo, conexiones neuronales, etc – y que, por tanto, nada escapa a la determinación de las leyes que la someten.