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La salud, noticia subestimada
Foto: Cortesía Pablo Correa Ilustración: Ephrain D. Herrera
La salud, Pablo Correa noticia subestimada
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María J. Espitia
PPablo Correa es un periodista con 16 años de experiencia, nacido en Popayán, es especializado en salud, medio ambiente y ciencia. Ha sido editor de la sección Vivir del periódico El Espectador desde el 2004.
Estudió medicina durante cuatro años en la Universidad Industrial de Santander, pero tras la muerte de su padre decidió abandonar la carrera para estudiar periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana y más adelante literatura en la misma universidad. Al salir del colegio, el paso a seguir fue la medicina, pensó que iba a llenar todas sus expectativas, sin embargo, se fue dando cuenta que no quería pasar toda su vida en un consultorio. Siempre tuvo una gran afinidad por las humanidades, así que lentamente empezó el proceso de descubrimiento.
A sus 41 años dice que no es una decisión de la que se arrepiente. Este oficio le ha dado muchas posibilidades a las que no tendría acceso siendo un ciudadano corriente, cómo haber podido escuchar de primera mano a protagonistas de la ciencia, de la historia, de la política y los viajes que le permitieron hacer para conocer otras cosas.
En 2012 fue elegido como becario del Knight Science Journalism Center del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Gracias a su dedicación y compromiso ha ganado varios premios de periodismo, entre ellos dos veces el Simón Bolívar. Actualmente es profesor de periodismo científico en la Universidad Javeriana y la Jorge Tadeo Lozano.
Tras una larga investigación publicó el libro Rodolfo Llinás: La pregunta difícil, la biografía del científico y neurocirujano colombiano más importante de la actualidad. El interés hacía Llinás empezó en 1999, cuando todavía estaba estudiando medicina. Pablo llamó al científico para invitarlo a un simposio en Bucaramanga y él le colgó el teléfono. Diecisiete años después, Pablo se encontraba en Manhattan para hablar con este hombre, que según él, es merecedor de que alguien le escribiera una biografía.
A Puerta Cerrada.
¿Cómo está trabajando El Espectador en este momento? ¿Qué obstáculos ha encontrado?
Pablo Correa. El primer cambio es evidente, todo se está haciendo virtual. Estamos en la casa desde hace 2 meses. Aunque ya veníamos trabajando virtual, muchas secciones todavía no habían entrado en esa onda y se vieron obligados a hacerlo rápidamente. Sin embargo, fue bueno porque se demostró que todo el periodismo se puede hacer a distancia. Obviamente, es difícil no poder verse con sus compañeros.
Por otro lado, ha habido una cola de distintos momentos al igual que en la pandemia. En marzo fue el primer momento de impacto, mientras uno consigue las fuentes o la información que necesita, y claramente ha venido bajando la intensidad.
APC.¿Cómo hace reportería desde su casa?
PC. A todos nos ha tocado desde la casa, los únicos que han tenido que salir en el periódico son los fotógrafos. Todo lo hacemos por medio del teléfono, videollamadas, chat.
APC. ¿De alguna manera esta pandemia ha perjudicado o dificultado su trabajo?
PC. Dificultado si, mucho trabajo, la velocidad, la exigencia del publico… muy intenso enfrentarse a una cosa de estas. Es monumental la cantidad de información, los cambios a último momento, las preguntas que surgen, pero lo más difícil es buscar las respuestas, coordinar la gente para evitar errores.
Sin embargo, me gusta mucho el trabajo desde la casa, de hecho, antes teníamos unas semanas que trabajábamos desde la casa. Uno pierde menos tiempo,
aprende a llevar una rutina y se facilita más concentrarse, a veces cuando uno estaba en el periódico el ruido alrededor y la cantidad de gente no ayudaba mucho.
APC. ¿Considera que algunos medios están contribuyendo a la desinformación?
PC. Sí, muchos. Lo que pasa es que desafortunadamente para los medios de comunicación en este momento es muy difícil hacer un trabajo de calidad, por muchas circunstancias. Por los grupos de trabajo que son muy pequeños, la velocidad de la información es muy alta, y la variedad de la información. No puedes tener gente especializada en todo. Por otro lado, no hay una consciencia de periodismo especializado, porque tener periodistas especializados en todos temas implica unas condiciones laborales y económicas altas y eso es difícil por la crisis económica de los medios.
Entonces, al final tienes medios de comunicación frágiles en muchos sentidos que terminan promoviendo y distorsionando la información. A veces con las intenciones incorrectas o a veces simplemente porque no lo pueden hacer. Los medios definitivamente tienen que estar constantemente revisando su papel como divulgadores de información en las redes.
APC. ¿Qué es lo que cree que debe hacer el periodismo colombiano en este momento?
PC. Informar lo mejor que puedan, con honestidad, con responsabilidad, buscando a las fuentes correctas, no apresurándose, evitando caer en noticias falsas, cubriendo la variedad de escenas que esta situación toca, escenas humanas, médicas, económicas. Esto es un tema muy complejo y ojalá todos hagan su mejor trabajo posible.
APC. ¿Usted considera que el periodismo va tener un cambio a partir de esto?
PC. Va a suceder algo interesante con respecto a la valoración del periodismo de salud y de ciencia, en muchas salas de redacción no lo habían hecho antes y es posible que veamos en un futuro un fortalecimiento de esas áreas.
APC. En los periódicos los reporteros más importantes tradicionalmente han sido los políticos, los económicos y hasta los judiciales. ¿Esta situación le ha dado más relevancia a los que cubren ciencia y salud?
PC. Totalmente, si hay una cosa positiva en la pandemia es que todos los medios descubrieron que ese periodismo es muy valioso. En el periódico afortunadamente siempre se ha tenido ese apego, pero en estos dos meses los temas del día, las portadas, la mayor parte de la información viene de nuestro lado.
APC. ¿Cómo ha sido la convivencia dentro de su casa?
PC. Bien, a mí me ha ido muy bien, yo vivo con mi esposa y hemos trabajado mucho. Ha sido redescubrirnos en muchas cosas, poder compartir más, empezar a encontrarse con las tareas domésticas, un montón de dinámicas que en mi opinión lo hacen a uno tener consciencia de cosas que va olvidando y perdiendo.
APC. ¿Cuál es su mayor preocupación respecto a esta pandemia?
PC. Que la ciencia no encuentre una salida farmacológica en unos pocos meses para evitar los cambios mas graves y obviamente que se enferme o muera alguien cercano.
APC. ¿Cree que las cifras que está entregando el Gobierno de la República de colombia son ciertas?
PC. Sí, lo que pasa es que son momentos que causan mucha suspicacia, desconfianza y la gente muchas veces no entiende cmo se construyen esas cifras. Los muertos y los infectados reportados oficialmente tienen que haberle hecho pruebas diagnósticas, pero no a todos los infectados y enfermos del país se le puede hacer la prueba. Por lo tanto, siempre va a haber una brecha entre las cifras oficiales que da el gobierno y las cifras reales, pero eso no pasa solo en Colombia, pasa en todas partes.
APC. ¿Qué recomendación les daría a los ciudadanos?
PC. La obligación de todos los ciudadanos en este momento, por un lado, es informarse lo mejor que puedan. Hay mucha información que llega por WhatsApp y eso también crea riesgos, también toca entender que la única forma de superar este problema es la solidaridad y el trabajo en comunidad.
En esto no se avanza ni se logran objetivos, si no nos comprometemos todos. La acción individual es muy importante, pero es la suma de todas esas acciones individuales y de lo que cada uno haga en su casa lo que al final determina como enfrentamos la pandemia y en la medida en que la gente cumpla, sea obediente con las indicaciones que da el gobierno, sea disciplinado con eso, sea solidario con los que están vulnerables, saldremos como sociedad más fácil para adelante.
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Foto: Cortesía Carolina Bustamante
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Carolina Bustamante- Periodista Radio Nacional Pandemia en 3, 2...
LLady Carolina Bustamante Gutiérrez trabaja en la señal de la mañana y el noticiero del mediodía en la Radio Nacional. Carolina dice que en su trabajo no sacan información que no sea verificada porque sabe el papel que cumplen los medios de comunicación Javier F. Puerto en una situación como esta pandemia y asustar a las personas por tener rating no está bien. Lo importante es saber informar para ayudar a las personas porque para eso están los medios.
Carolina dice “en esta pandemia un periodista investigativo siempre tiene que ir al lugar de los hechos. Trabajar desde la casa no se siente igual y obtener los datos no es como ir a el sitio e informarte bien”. Y ella tiene mucha razón en esto porque a veces las fuentes que consigues desde lejos tienen un interés en particular de decir algo.
Afirma “hay cosas que tú ves pero ellos no te cuentan pero la noticia no está en la fuente sino lo que tú descubriste”. Además dice: “el contacto personal es clave, te enamoras de la vida que tú llevas, te apasiona escuchar el 4, 3, 2, 1…Al aire”.
Ella nació el 5 de febrero del 85 en Bogotá. En su niñez pasó por 8 colegios debido a los constantes viajes de sus padres. Algo que la cambió cuando era pequeña fue haber vivido un tiempo en la costa, hasta que llegó a grado séptimo. Estudió en el colegio Cardenal Sancha. Cuando era adolecente era una chica terrible, dice ella, destructiva e indisciplinada; sin embargo académicamente era muy buena. Creció con su madre quien tambien hizo el rol de padre de familia.
Ella era muy estricta con Carolina y le enseñó a ser muy responsable y organizada, lo que le ayudaría para su futuro. Al principio ella quería estudiar derecho pero en octavo tuvo un gran interés por escribir; entonces pensó que lo mejor para ella sería el periodismo.
También desde esos años tenía muy claro que quería estudiar Comunicación Social en la Universidad de la Sabana. Practicaba voleibol y amaba jugarlo. Ella jugó profesionalmente pero en un partido se rompió los ligamentos de las piernas. A pesar de todos los intentos que hizo por volver a practicar no pudo y eso le causó una gran depresión.
Su madre, Luz Dary Gutiérrez, dice que cuando ella era pequeña era una niña muy extrovertida y curiosa. También, que a Carolina desde los 8 o 9 años le gustaba mucho escribir y el periodismo. Cuando Luz Dary era joven fue instructora del SENA para los campos de salud ocupacional, emprendimiento y mercadeo.
Carolina se graduó y entró a la Universidad en el 2003. Eso fue un cambio duro para ella porque estaba acostumbrada a un mundo distinto. Tenía sobrepeso y ver que la mayoría de sus compañeras competían en concursos de belleza para luego convertirse en reinas fue algo que la cambiaría y la ayudaría a tener un carácter más fuerte.
Vio de primera mano el mundo de las drogas porque perdió a muchos amigos por ello, además que tuvo muchas compañeras que eran trabajadoras sexuales. Mientras estudiaba en la Sabana nunca contempló la posibilidad de hacer TV o radio pero cuando se fue de viaje a Inglaterra, a mitad de su carrera, la empezaron a contactar para esos trabajos. Cuando se fue a Londres con una amiga en el 2006 llegó en invierno y no tuvo dónde quedarse el primer día. Le tocó ir al sur de la ciudad donde casi la violan. Con el pasar del tiempo, la amiga con la que había viajado se volvió loca y la tuvieron que internar en un hospital psiquiátrico.
Carolina trabajó en escuelas públicas como supervisora de “cleaner” o en tiendas y bares. A mitad de su viaje, su madre enfermó por una cirugía de caderas que término mal por una infección, así que tuvieron que volverla a operar y quedó en cama casi tres meses. Ella dice que fue muy duro no poder haber estado ahí para su madre pero que esto le enseñó mucho.
Cuando llegó de Londres terminó la Universidad. Le salió una oportunidad en el SENA para enseñar clases virtuales y también hacer un proyecto de clases presenciales para indígenas. Se fue para Vaupés y allí trabajó con comunidades. Cuando terminó esto volvió a Bogotá y la llamaron de Tele Sur como corresponsal de Colombia. Después de que trabajó allí se fue a Canal Capital. En ese momento estaba estudiando Derecho Internacional Humanitario en la Cruz Roja donde conoció a Diana Díaz, la directora de RTVC. Gracias a eso pudo convertirse en periodista de base de la Radio Nacional en el 2016. Luego pasaría a ser parte del cuerpo investigativo, editora y presentadora.
Ella es una mujer muy dinámica a quien le gusta hacer varias actividades al tiempo. Por ejemplo: ha estudiado varios cursos mientras trabaja. Estudió Derecho humanitario con la Armada en Tolemaida. Estudió Comunicación Política. Estudió en la I W M donde les enseñan a las periodistas que trabajan en ambientes hostiles cómo defenderse de cualquier cosa que les pueda generar peligro. También ganó dos premios: Un Muisca de oro entregado por la Alcaldía mayor de Bogotá por su investigación de temas locales y un CPB por su investigación titulada “Qué habrá pasado con los territorio después del tratado de paz”.