EL PODER DE LA GENTE EL PODER DE LA GENTE EL PODER DE LA GENTE Breve historia de los momentos mĂĄs dramĂĄticos de la protesta social colombiana en el siglo XX Colombia es un paĂs de inconformismo y sublevaciĂłn. DespuĂŠs de todo, nacimos de una revoluciĂłn, y todas la guerras civiles que han desangrado sus generaciones, los muertos que han dejado los disturbios, la colera del 9 de abril, las innumerables guerrillas que han nacido y muerto en su tierra y las hordas de campesinos aglomerados en paros no solo dan testimonio de esto, sino que dejan ver un paĂs donde siempre hay motivos de sobra para salir a las calles y gritar hasta expiar la indignaciĂłn y hasta que los que tienen que escuchar se asusten. Marchando se ha cambiado tantas veces el curso polĂtico, econĂłmico, social y cultural de nuestra historia. Por eso, aquĂ estĂĄn los momentos mĂĄs decisivos de la protesta social en el anterior siglo que todos deberĂamos conocer, resumidos como nunca antes.
MARZO, 1909 El ocaso de un presidente La presidencia de , iniciada en 1904, empezĂł a caer en una extensa impopularidad a finales de la primera dĂŠcada del siglo XX. Era visto por muchos como un gobierno de corte dictatorial y autoritario. El momento incendiario llegĂł con las movilizaciones masivas que acontecieron a principios de marzo de 1909.
MARZO Comenzaron en BogotĂĄ las manifestaciones contra el gobierno, dirigidas por estudiantes de la Universidad Nacional. MARZO Fue el dĂa mĂĄs decisivo de todos. La casa arzobispal y otros edificios gubernamentales fueron apedreados. La capital se declarĂł en estado de sitio. Ante la presiĂłn, Reyes decidiĂł abandonar la presidencia antes del 7 de agosto de 1910.
AGOSTO El presidente interino designado por Reyes cediĂł el poder a Ramon Gonzales Valencia.
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LA MASACRE DE LAS BANANERAS
El crimen de una “repĂşblica bananeraâ€?
La era la empresa estadounidense que durante la dĂŠcada de 1920 acaparaba la mayor producciĂłn y exportaciĂłn de bananos en el Caribe, incluyendo Colombia. Ante las condiciones laborales esclavizantes que les imponĂa a los empleados del paĂs, un grupo de trabajadores de la ĂŠ , decidiĂł entrar en huelga.
NOVIEMBRE Los trabajadores iniciaron su huelga, al establecer una serie de peticiones para mejorar sus tĂŠrminos de trabajo en la compaĂąĂa, la cual se negĂł a aceptarlas.
El presidente conservador Ă ĂŠ enviĂł a un grupo del ejercito dirigido por el general ĂŠ para reprimir a los huelguistas.
DICIEMBRE Las fuerzas armadas cercaron la plaza principal de CiĂŠnaga, donde se encontraban los trabajadores protestantes y sus familias. Tras una orden de dispersiĂłn, el ejercito abriĂł fuego contra la multitud.
SegĂşn investigaciones inmediatas despuĂŠs de los sucesos y estudios histĂłricos actuales.
JUNIO, 1929 El dĂa del estudiante Durante toda la Ă (1886–1920), el rĂŠgimen propiciĂł una favorabilidad a cĂrculos de partidarios, con los cuales habĂa un sistema de clientelismo. Esto, que llevaba a la corrupciĂłn y al desfalco pĂşblico, y las represiones a opositores por parte del gobierno, hizo que muchos ciudadanos, especialmente bogotanos, a salieran a las calles en junio de 1929.
Las multitudes clamaban por la " ", como llamaban a ese clientelismo conservador, y tenĂan aĂşn presente la indignaciĂłn por la masacre de las bananeras y su impunidad.
JUNIO MuriĂł ĂŠ , estudiante de Derecho de la Universidad Nacional, por un disparo de la policĂa.
Este asesinato causĂł indignaciĂłn entre los capitalinos. El , en los siguientes aĂąos, comenzĂł a ser conmemorado por los universitarios como el DĂa del Estudiante.
La muerte de Bravo PĂŠrez acelerĂł la presiĂłn contra el presidente Ă ĂŠ . Menos de un aĂąo despuĂŠs, la hegemonĂa conservadora se acabarĂa.
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LA MARCHA DEL SILENCIO
Una “oraciĂłn por la pazâ€? A mediados de la dĂŠcada de 1940, el orden nacional estaba deteriorado e iba en picada: los intentos de reconciliaciĂłn bipartidista de ĂŠ , presidente conservador elegido en 1946, eran un fracaso. La politizaciĂłn de los Ăłrganos estatales aumentaba los actos violentos entre los miembros de ambos partidos, especialmente en ĂĄreas rurales. Ante este clima de horror, una voz se atreviĂł a condenar la persecuciĂłn del gobierno conservador: ĂŠ ĂĄ .
FEBRERO GaitĂĄn convocĂł para esta fecha una marcha del silencio en la capital, con el fin de denunciar la opresiĂłn sobre su partido.
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Una “oraciĂłn por la pazâ€?
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Frente a todos, GaitĂĄn pronunciĂł su discurso, Ăł , dirigido especialmente a el presidente Ospina PĂŠrez y ampliamente recordado hasta hoy.
Esta manifestaciĂłn fue la mĂĄs poderosa que el paĂs habĂa visto hasta ese momento. GaitĂĄn mostrĂł que definitivamente iba a ser el ganador de las elecciones presidenciales de 1948, hasta que fue asesinado el de ese aĂąo.
EL DĂ?A DEL ESTUDIANTE CAĂ?DO
La tragedia de oponerse a una dictadura La llegada del general al poder con su golpe de Estado fue un alivio para las ĂŠlites nacionales y la mayorĂa de sectores del paĂs, quienes veĂan a Laureano GĂłmez como la figura menos indicada para la presidencia. Sin embargo, apenas pasado casi un aĂąo tras su posicionamiento, estallĂł uno de los tantos episodios que generaron una grave crisis en su gobierno.
JUNIO En la conmemoraciĂłn del dĂa del estudiante, cayĂł muerto uno de ellos a manos de una patrulla militar: ĂŠ . JUNIO Estudiantes universitarios de todas las ciudades salieron a marchar con el dolor y la rabia que les habĂa producido el crimen.
En BogotĂĄ, una multitud de diez mil manifestantes fue detenida en la SĂŠptima con Calle 13 por el Ăł . A las 11:15 am, el batallĂłn descargĂł una salva contra los estudiantes inermes. ; uno fue perseguido hasta ser ultimado. El ministro de Gobierno de Rojas emitiĂł esa tarde una trasmisiĂłn a todo el paĂs afirmando que entre los estudiantes marchantes habĂa infiltrados subversivos.
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La investigaciĂłn oficial de los hechos declarĂł que no hubo participaciĂłn de infiltrados, como tampoco de ningĂşn otro grupo enemigo del gobierno o de las Fuerzas Armadas. Nadie jamĂĄs fue acusado ni formalmente condenado por los hechos.
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EL PARO CĂ?VICO DE 1977 El paro mĂĄs grande en la historia del paĂs
Tras obtener la mayor votaciĂłn registrada por un candidato presidencial en 1974, Ăł y su gobierno caĂan en declive tres aĂąos despuĂŠs. Con presiĂłn por una economĂa en picada y conteniendo la aplastante fuerza de grupos subversivos como las y el , LĂłpez se vio obligado a declarar un a mediados de 1976. Este serĂa el Ăşltimo paso que desatarĂa una acumulada explosiĂłn de descontento social.
En 1977 la Ăł Ăł %. Como se decĂa popularmente, se pasĂł del “mandado claroâ€? (consigna que LĂłpez utilizĂł en su campaĂąa), al “ â€?
El inconformismo popular crecĂa, y los principales denunciantes eran las  como la Ăł Â? Â?  Â?  ( Â? Â? ).
Tras una presentaciĂłn de exigencias al Ejecutivo por parte de estas centrales, la tensiĂłn social se expandiĂł y se propuso el establecimiento de un paro nacional el Â? Â .
Ă El Gobierno, ante la magnitud de la situaciĂłn, comenzĂł a seĂąalar las intenciones de paro como actividades ilĂcitas y subversivas, y estableciĂł medidas legales para reprimir intentos de protesta. Esto no hizo sino enardecer aĂşn mĂĄs los ĂĄnimos encendidos de la mayorĂa de la poblaciĂłn. Ăł e  Â?  Â?
SEPTIEMBRE A las 0:00 horas, iniciĂł el paro cĂvico nacional. Ya desde la noche del dĂa anterior habĂan comenzado las manifestaciones, con voladores pirotĂŠcnicos resonando por toda BogotĂĄ.
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Al final de la jornada, en Bogotå se registraron , mås de   y un gran número de detenidos.
Tras el paro, Ă Ăł y en tres aĂąos, el s Ăł %. DespuĂŠs de estar a un 12% en 1976, el Ăł  € % en 1985. Estos resultados fueron interpretados como una victoria por las centrales obreras, y demostraron el poder de los movimientos sociales. Ă
Fuentes: http://www.revistacredencial.com/credencial/historia/temas/la-masacre-de-las-bananeras • http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-88862012000300003 • https://www.elespectador.com/noticias/nacional/60-anos-de-una-tragedia-estudiantil-articulo-497368 • https://www.elespectador.com/noticias/bogota/la-estela-de-sangre-estudiantil-de-junio-de-1954-y-la-valentia-de-el-espectador-articulo-697548 Diseùado por: Nelson Bernal Imågenes tomas de: El Espectador