Bogotรก, Colombia
Junio de 2020
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El futuro de la moda en Colombia
Abro hilo I feel like I'm on the Cloud Ten SEMEJANTE EQUIPO
UNA PRENDA MÁS mai PETIT LINGERIE INCO-MODA
ROCKGOTÁ
Encontrarse en la ambigüedad
MOCHILAS ARHUACAS
COSPLAY, REALITY OF UNREAL
DE LOS CAMPOS BOYACENSES A LA CIUDAD
el futuro de la moda en Colombia
Directora: Yuly Gallego Editora Gráfica: Laura Jiménez Editora Multimedia y de redes sociales: Valentina Avila Editora de Contenido y de redes sociales: Valentina Verdecia Asesor Gráfico: Paola Alba Asesor editorial: David Mayorga Asesor de contenidos: Paula Molina La opiniones expresadas por los autores no corresponden necesariamente a las de la universidad. Prohíbida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular.
CARTA
EDITORIAL Yuly Gallego Directora
Bienvenido. Para nosotras es un honor que usted tenga en su pantalla la primera edición de la revista de moda Insight, un proyecto creado en un momento de incertidumbre a nivel global, en el que el confinamiento ha hecho que inevitablemente pasemos un mayor tiempo preguntándonos y replanteándonos varios aspectos de nuestra vida; eso es la introspección, el nombre en español de esta revista. Insight es un proceso de reflexión donde el individuo se hace consiente del porqué de sus pensamientos, emociones y conductas. Así es como adoptamos el término que fundamentó uno de los pilares de este magazín: analizar y descubrir el mundo de la moda en Colombia; queremos que usted como lector lo descubra también. Nuestro objetivo es que, a medida que lea esta edición, desmitifique la moda y se dé cuenta que es erróneo banalizarla como una mera cuestión de vanidad, ignorando que detrás de ella está la búsqueda de identidad y supervivencia en la sociedad. En esta oportunidad encontrará artículos sobre emprendimiento en la industria textil colombiana, diseños con aroma a café, la contracultura en la ropa, los patrones de los arhuacos, artesanos que reviven la historia, la nueva tendencia: el tapabocas, la voz de las grandes firmas, el confinamiento y el para qué me arreglo en esta época, los modelos de una realidad ambigua y de la no realidad, y, finalmente, un artículo que pondera el mañana y las nuevas historias que la moda escribirá con su efímera y cambiante aparición en el colectivo social. En nombre de todas las personas que han trabajado y colaborado en la creación de este nuevo proyecto, esperamos que este primer viaje, entre palabras, ropa, historia y cultura, sea de su total agrado.
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ABRO HILO
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Foto tomada de: colombiamoda.com
C O L O M B I A M O DA
Uno de los grandes eventos de nuestro país se está reinventado. Las plataformas digitales serán el nuevo espacio en el que diseñadores, consumidores y amantes de la moda se reunirán este año. Por: Redacción Insight
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lega de nuevo la feria que busca generar nuevas oportunidades para aquellos apasionados por la moda, tendencias y negocios en un solo lugar. La situación actual ha hecho que varios eventos sean cerrados por el peligro que habita en las calles; por eso, Inexmoda (Instituto de Exportación y Moda) confirmó la realización de la tradicional feria Colombiamoda en formato digital, dinamizando de esta manera la industria de todo este campo. A partir del 27 de julio y hasta el 2 de agosto, los consumidores tendrán la oportunidad de conectarse con marcas y diseñadores, quienes, a través de las plataformas digitales del evento, presentarán las diferentes colecciones para fomentar el desarrollo del mundo de la moda y todo lo que tiene que ver con su industria. La razón de este nuevo proyecto es que, tal como lo afirmó Carlos Eduardo Botero, presidente ejecutivo de Inexmoda, para El Tiempo, “con un formato completamente distinto y en unas di-
mensiones muy diferentes a las que conocemos del Colombiamoda físico, buscamos mantener vivo el presente del Sistema Moda y, desde los negocios, la moda y el conocimiento, activar la economía y mostrar la perseverancia que tenemos como industria”. Hubo un seminario web en el que se aclaró que la semana digital de la moda no mostrará tan solo pasarelas, también puestas en escena artísticas. Además, contará con el formato “ver ahora, comprar ahora”, en el que, a medida que se muestran los productos, se pueden comprar en línea. Según El Tiempo, como novedad, Colombiamoda 2020 tendrá un componente de entretenimiento en línea, donde la audiencia se conectará a diversas actividades vinculadas al estilo de vida. Aunque aún no se conoce la programación definitiva, los organizadores anunciaron una agenda que incluye encuentros de negocio, Pabellón del Conocimiento, master classes, venta al consumidor final, puestas en escena y entretenimiento.
7 Virtual shooting Fotos tomadas de instagram: @jilla.tequila
Las between brillan en el mundo de la moda
Los estereotipos de la mujer perfecta, con medidas de 90-6090, han quedado atrás. Un ejemplo de ello son las modelos in between: su filosofía es la aceptación y reinvindicación de la diversidad de cuerpos que ha tomado protagonismo en esta industria. Jill Kortleve, modelo neerlandesa de talla media, es una de las que está triunfando en las grandes pasarelas. Ha sido la portada de la revista Vogue, protagonista de la colección de H&M y ha modelado en los últimos desfiles de Chanel, Valentino y Alexander McQueen. El éxito de estas modelos se ha logrado debido a la fuerza que hoy en día tienen las redes sociales, en las que se genera presión a la industria para abrir espacio y dar cabida a los diferentes cuerpos, así como lo afirma la fotógrafa Efe Kristen Wicce: “La moda nos viste a todos; ganarán su hueco en la industria y darán mucho que hablar. No existe un único cuerpo para trabajar, lo que se necesita es mucha actitud”.
Jacquemus y su nueva línea loungewear Era de esperarse que Jacquemus, con su estilo despreocupado y libre, fuera uno de los diseñadores de alta costura en sacar una línea de ropa cómoda para estar en casa. Desde el 7 de mayo de este año, el diseñador ha demostrado que su marca no solo está hecha para las pasarelas. En su colaboración con SSENSE, una plataforma de comercio electrónico que había sido planeada hace meses, hizo su debut con el timing perfecto para esta pandemia. “Hace algunos meses decidimos colaborar con SSENSE en una colección. La idea era proponer un guardarropa perfecto para estar cómodo en casa. ¡No esperábamos que saliera con tan buena sincronización!”, dijo el diseñador. La colección, llamada Une soirée intime avec Jacquemus (Una velada íntima con Jacquemus), se compone de trece piezas que incluyen shorts, sweaters, vestidos y sandalias, ¡todos perfectos para estar cómodos dentro de casa!
Alessio Albi, fotógrafo de moda italiano, lleva dos meses haciendo sesiones fotográficas con modelos a cientos de kilómetros. Esto hace parte de la nueva tendencia causada por el confinamiento, en la que se reemplazan los complejos estudios de fotografía por una videollamada.
Modelo virtual
instagram @shudu.gram
Shuda Gram es la primera súper modelo digital, creada en 2017 por el fotógrafo Cameron-James Wilson. Ha colaborado con Oscar de la Renta, Ellesse, los cosméticos Fenty Beauty, de Rihanna, y Balmain gracias a su belleza inspirada en el continente africano.
Volketa La firma Volketa ha explorado el mundo textil como herramienta de creatividad y expresión a través del graffiti. Este emprendimiento identifica una parte de la sociedad que no se encuentra fácilmente en el mercado, generando un impacto en la contracultura colombiana.
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LOS EMERGENTES
Escanea el código y descubre Cloud Ten Este emprendimiento de moda utiliza las estrategias del e-commerce para posicionarse en el mercado, crear una comunidad y romper con los estereotipos que tiene el extranjero sobre los colombianos. Por: Yuly Gallego
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as ideas son de quienes las atrapan y Luis Gómez De los Ríos ha demostrado que también las hace realidad. Tenía apenas 18 años y cursaba tercer semestre de Mercadología cuando el “bichito”, como él le dice, le empezó a picar. Tan fuerte fue la picazón que lo llevó a un proceso de investigación y creación de marca, el cual concretó completamente solo. Un año y medio después, en septiembre de 2017, se materializó Cloud Ten. En esencia es una tienda de ropa, pero Luis nunca planeó tener que pagar el arriendo de un establecimiento o comprar maniquís para exhibir sus diseños. En cambio, fue más práctico, le creó una cuenta de Instagram a su marca y el mismo día que publicó el primer post obtuvo su venta inicial. La inversión para una tienda física le hubiese costado una fortuna y quizás hoy no gozaría de su actual éxito. Uno difícil de conseguir en un país como Colombia, en el que anualmente se crean miles de –empresas, pero sobreviven pocas. Según el último estudio de Confécamaras en el que se evaluó la supervivencia de las 48.740 sociedades registradas en 2011, el 70% de ellas, para 2017, ya habían quebrado. ¿Las razones? El 98% de estas empresas eran PYMES que no tenían una buena estrategia de mercado. Luis pensó en ella el año y medio antes de lanzar su proyecto: “La fórmula es elegir y conocer el mercado, darle una identidad a la marca que defina el consumidor ideal y que el único propósito sea conquistarlo”. Cloud Ten fue creada para personas de 18 a 28 años que viven en las ciudades principales del país, centennials y millennials que en su mayoría tienen una tarjeta de crédito, internet y redes sociales. Por eso, desde un principio la empresa se pensó como una tienda virtual que, más allá de vender productos, crearía una comunidad.
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Esta reúne a los seguidores y clientes que comparten gustos similares en el tipo música, arte, tatuajes, eventos, lugares, etc., los cuales se ilustran en los productos y en los posts de sus plataformas digitales, con el fin de cumplir la misión de la tienda de ser “una marca de culto y estilo vida”. El e-commerce ha permitido que esta misión rompa fronteras y, en consecuencia, rompa estereotipos sobre el trabajo colombiano: “Crear una marca 100% hecha por manos colombianas y llevarla a otros mercados e industrias, hace que las personas abran su cabeza y se den dé cuenta de que aquí también sabemos hacer otras cosas”. Así es como Luis le demuestra al mundo
“La fórmula es elegir y conocer el mercado, darle una identidad a la marca que defina el consumidor ideal y que el único propósito sea conquistarlo”
que el país tiene la capacidad y el talento humano de producir y exportar productos finales de alta calidad. Actualmente, Cloud Ten lleva dos años y medio en el mercado, cuenta con más 36.000 seguidores en Instagram, abrió su página web cloudtenbran.co, ha estado en eventos como el Estéreo Picnic y, a pesar de todas las dificultades que está sobrellevando el mundo con el Covid19, ha experimentado el mayor número de ventas desde su creación. Por la tanto, Luis y su proyecto son un claro ejemplo y motivación para los nuevos emprendedores: de que sí es posible crear y comunicar una marca en Colombia.
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Dos compañeras de trabajo se arriesgaron a crear delantales para baristas sin tener la mínima idea de costura y marroquinería, pero sí de creatividad a la hora de diseñar. Por: Valentina Avila
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uy pocas personas conocen a qué se dedica un ‘barista’, término nuevo para muchos en el lenguaje cotidiano. El barista es un profesional experto en la preparación y creación de nuevas bebidas, teniendo como producto base el café de excelente calidad. Nadie se imagina que detrás de una barra, la persona que sirve dicha preparación tie-
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Cortesia: Semejante Trazo
Estamos “ comprometidas con el medio ambiente y el desarrollo sostenible Angélica Gómez
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ne un conocimiento amplio sobre los tipos de café, sabe elegir los mejores granos y debe conocer el manejo de las máquinas para que el producto sea el mejor. Esta profesión nació a principios del siglo XX, conociéndose primero como artesanos del café. A pesar de ello, pocos colombianos la conocen aun cuando, anualmente, según la Organización Mundial del Café, en países como México, Ecuador, Chile y Colombia se forman 20.000 baristas, lo cual demuestra que este gremio está creciendo. A pesar de que este mundo no es tan conocido, Katherinne Buitrago, boyacense de corazón, y Angélica Gómez, rola orgullosa de la changua, son las creadoras de
una empresa que mezcla el diseño con el mundo del barista, confeccionando prendas para quienes están detrás de la preparación de una taza de café. Estas mujeres se conocieron hace siete años trabajando en un café, las dos eran baristas pero a cada una le apasionaban cosas diferentes: Angélica se enamoró con el café y Katherine, en ese entonces, estudiaba arquitectura; sin pensarlo, esto sería la combinación perfecta para realizar un nuevo proyecto en conjunto con un fin claro, que generara impacto. Kath, como le dice Angélica, quería desarrollar una marca de diseño; y como a ambas les gusta la moda y el café, quisieron incursionar en ese campo.
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Queremos expandirnos. Estamos estructurando una red mundial de distribuidores, para que nuestros productos lleguen con más facilidad a cualquier país del mundo
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En el proceso de consolidar su proyecto, un día, sin imaginarlo, el mejor amigo de Angélica, quien también es barista y tostador, les encargó sus primeros delantales. Ellas no tenían en ese entonces ningún conocimiento previo acerca de la costura, pero, aun así, se arriesgaron a crearlos. Hicieron todo lo posible por conseguir los materiales, pensar muy bien el diseño que realizarían y encontrar a las personas indicadas que les guiaran sobre este tema, haciendo que su primera entrega fuese todo un éxito. Darse cuenta de que varias marcas vendían accesorios y prendas para todo tipo de oficios, pero que en especial en Colombia, y en
Katherinne Buitrago
el gremio cafetero, no existía una marca como la que ellas tenían en mente, fue lo que las impulsó a formar de lleno su empresa, la cual desde el momento en que se escucha su nombre causa curiosidad: Semejante Trazo, diseño-baristas-café. A medida que la empresa iba creciendo se fueron fijando en sus proveedores, en especial en aquellos que les generaran buenas garantías y, a su vez, el apoyo a la industria nacional. Para las telas, los cueros y los herrajes buscan productos colombianos y ecológicamente responsables, pues muchas de las telas que utilizan están fabricadas con material reciclado y botellas PET.
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Estas características hicieron que baristas de todas partes del país se interesaran en esta marca que los ayuda a lucir de una manera creativa y auténtica. El voz a voz se encargó de difundir la existencia de esta empresa, y más adelante, con la ayuda de Instagram, el trabajo de Katherine y Angélica llegó a una audiencia mayor. Con el tiempo, Semejante Trazo ha crecido y se ha posicionado en el mercado teniendo reconocimiento de su trabajo, tanto así que Juan Valdez, en 2018, las con-
tactó para la producción de 1.000 delantales. Era algo de no creer, pues hay detalles que muchos de sus compradores no saben: uno de ellos es que, en ese entonces, contaban solo con una máquina de coser, y en su taller, que se encuentra en la misma casa de residencia, cortan, confeccionan y ensamblan cada pieza a mano, haciendo que su producto final sea 100% artesanal. Para ellas fueron 43 días donde, en varias ocasiones, desayunaban, almorzaban y comían en
el taller; era evidente que se tenía que aprovechar el mayor tiempo posible para cumplir con la fecha de entrega acordada, pero, eso sí, como buenas baristas, en esa casa ningún día faltó una buena taza de café. Así lo publicaron en su página: “Fueron 6.000 broches, 4.500 tirantes, 1.000 delantales, 43 días, 8 pares de manos y una conclusión: la pasión no se cuantifica, se transmite”. Un mes después de esto, sus delantales estaban distribuidos en las tiendas Juan Valdez del país. Actualmente su mercado se ha expandido, ha llegado a varios países del mundo y ahora no solo venden productos para baristas, también para chefs, barberos, jardineros, tatuadores y otras personas fuera del gremio del café. Además, están a punto sacar al mercado prendas de vestir y un par de iniciativas más que no están directamente relacionadas con ¨Semejante Trazo¨ y la moda, pero sí con el café. No hay duda, este dúo forma Semejante Equipo.
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A MI MANERA
En la capital colombiana, una tienda se ha destacado tanto por sus diseños diferentes y novedosos, como por la manera en que se promociona. Para los amantes del rock (y para todos los demás), conozca la historia de Rockgotá, y la razón de su reconocimiento. Por: Laura Jiménez
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rreverentes. Esa es la palabra con la que Juan Sebastián Cárdenas, su creador, asocia a la empresa y sus productos. Este gran proyecto nace en 2015, de la mano de su hermana, María Angélica con quien desde un principio quiso crear un pequeño emprendimiento a través del aprendizaje natural con técnicas de estampado para todos los que deseaban productos únicos; de esta manera, se fueron infiltrando dentro en la industria textil para seguir produciendo cada vez más productos de calidad, hasta llegar a lo que hoy en día es Rockgotá.
Juan afirma que la irreverencia, ha hecho que la tienda tenga como fortaleza el transmitir sus mensajes positivos o nostálgicos en cada prenda fabricada, y a través de las redes sociales llegar a un punto de reconocimiento único. Para ellos es fundamental, complacer a cada cliente que desee usar alguna elaboración relacionada con eventos como, el Estéreo Picnic o Rock al parque, por esta razón sacan colecciones cada dos semanas que tienen diferentes estilos; sobre bandas de rock; artistas; e, incluso, series o películas famosas. Tal como aclara Juan Sebastián, esto no es necesariamente una tienda de rock, ya que busca crear ropa que tenga impresa aquellas cosas con tendencia, y que, de esta manera, la gente se sienta identificada y emocionada con lo que compró; eso implica que no solo sea un gusto musical por este género si no el gusto por películas y series. “Muchas personas piensan que cuando ven una imagen y la envían a alguna marca para hacer cualquier cosa personalizada, va a quedar igual; y no, la única forma de que quede igual es comprando el producto en el lugar donde viste la imagen. Por eso; empezamos a hacer colecciones, hay que tener pautas, rotación de inventario, ser ingeniosos cada dos semanas para publicar algo nuevo. Eso mantiene activa a la comunidad y el interés por la marca”, explica. Diana Nova; es una de sus compradoras. Para ella, la mayoría de las tiendas en las
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A pesar de que, como decía Juan Sebastián, la tienda no se basa completamente en el rock, es reconocida por este tipo de productos. La música fue su fuente de inspiración, pues la tienda nació de momentos musicales, y del sueño tener aquellas prendas con las que la gente se sienta identificada con algo nuevo, único y diferente.
Fotografias tomadas por : Rockgotá Instagram
que se vendían productos de rock; ilustraban estampados “feos” y en camisetas planas; sin embargo, Rockgotá le dio un giro y logró fabricar algo diferente para los amantes del género musical: “Las colecciones validan un poco el punto al que se enfocan, y siento que es el hecho de tener prendas únicas, o sea, que no todo el mundo tenga lo mismo, eso da mucha cabida para sacar nuevas cosas dependiendo del momento, como cuando se presentan eventos como el Estéreo Picnic”. La tienda cuenta con una página virtual en la que se encuentra un blog escrito en parte por el mismo Juan Cárdenas junto con otros participantes en la tienda. Allí se da información concreta sobre eventos de rock, artistas, datos antiguos, canciones, entre otras cosas que permiten que los clientes tengan un sentimiento de comunidad más allá de los artículos en venta.
“Muchas personas piensan que cuando ven una imagen y la envían a alguna marca para hacer cualquier cosa personalizada, va a quedar igual; y no, la única forma de que quede igual es comprando el producto en el lugar donde viste la imagen”
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SÍGUEME EL HILO
Las mochilas arhuacas Un accesorio tradicional que nos identifica como colombianos. Una auténtica hija de la Sierra Nevada explica qué hay detrás de este famoso artículo y los riesgos que corre hoy en día por el comercio. Por: Valentina Verdecia
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país y del mundo. Verónica Mejía forma parte de la comunidad, ella es una representación de esto. Nació en Azúcar Buena, corregimiento de Valledupar, pero su familia es de Nabusímake, el pueblo sagrado de los arhuacos en la Sierra Nevada. Terminó el bachillerato en Valledupar, donde aún reside trabajando como independiente, vendiendo mochilas a clientes, habitantes de Valledupar y de otras ciudades que la contactan para hacer su compra. El tejido de las mochilas es una tradición que la ejercen solo las mujeres, la aprenden en su niñez. Empiezan con un material llamado maguey, extraído de la planta con el mismo nombre, el cual es delgado y manejable. Aquellas primeras mochilas pueden ser de colores que se sacan naturalmente de otras plantas y son muy diferentes a las que conocemos tradicionalmente, que se fabrican a partir de la lana de ovejo o de chivo; dentro de sus colores predominan el negro y el blanco, los colores naturales del pelo de estos animales. Las figuras que se plasman en el tejido están asociadas a la na-
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¿Qué sentirías tú si un producto natural y orgánico que sacas tiene imitaciones y cambios que no lo representan?
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turaleza y a cómo los indígenas perciben el mundo. Dentro de sus diseños predominan las hojas, que le dan significado a la naturaleza, y el caracol, que simboliza la creación y los planetas. Asimismo, existe la representación del pensamiento del hombre y de la mujer; el masculino es por medio de líneas anchas y largas, y el femenino se traza con líneas más angostas y cortas; estos dos diseños van de un punto a otro en forma de espiral a lo largo de la mochila. “El uno no puede ponerse la mochila del otro, entre nosotros lo notamos y por eso tienen diferente diseño. Cada uno tiene una labor distinta”, dice Verónica. Su diseño exalta esas capacidades de cada uno que, para los arhuacos, son intransferibles: la mujer se encarga de cuidar su hogar desde adentro y el hombre, de conseguir el sustento diario. A pesar de que hay figuras estipuladas, cada una es distinta.
Cortesia: Verónica Mejía
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os indígenas arhuacos son originarios de la Sierra Nevada de Santa Marta. Muchos llegan a vivir a pueblos o ciudades aledañas para buscar oportunidades de estudio y trabajo, encontrando que la mejor forma de hacerlo es elaborando sus productos característicos, como lo son las mochilas, para luego venderlas; de esta forma mantienen vivas sus tradiciones, llevándolas a muchas partes del
Verónica Mejía Indígena Arhuaca
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Foto sacada de: www.elpilon.com
Los pensamientos del artesano moldean la mochila y así esta va tomando forma. Se piensa directamente en quién va dirigida, en colores y animales, también genera que las puntadas del tejido sean diferentes, permitiendo que cada una sea única. Este artículo representa una gran parte de la autenticidad de los arhuacos, ya que, más allá de ser su accesorio representativo, dejan rastros de su identidad allí grabada. Es por esto que me inquietaba preguntarle a Verónica cuál era su opinión al ver que en diferentes partes de Colombia, incluso en Valledupar, hacen modelos muy parecidos que venden masivamente a los turistas, copiados con una apropiación cultural que no les pertenece y que les quita mercado. “¿Qué sentirías tú si un producto natural y orgánico que sacas tiene imitaciones y cambios que no lo representan?”, fue su res-
puesta. Me daría tristeza saber que no lo están haciendo bien y que me arrebatarían un objeto que me identifica por mis raíces. Ella asintió y agregó que perdían su esencia. Además, ve que le cambian las maniguetas (las agarraderas de la mochila) por materiales en cuero, le ponen colores fuertes y mezclan unos diseños con otros para hacerlas más “llamativas”. A ella le da tristeza ver que los compradores, al desconocer el peso cultural que tienen, prefieren comprarlas porque son más baratas, ya que con las originales nunca se sienten conformes con el precio.
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El uno no puede ponerse la mochila del otro, entre nosotros lo notamos y por eso tienen diferente diseño. Cada uno tiene una labor distinta.
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Mochilas de Maguey
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DE LOS CAMPOS BOYACENSES El canasto de caña brava está adquiriendo una segunda vida: a la par que se posiciona como alternativa a las bolsas de plástico, renace el interés de los jóvenes en mantener vivo su significado tradicional y cultural. Por: Valentina Avila
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o necesariamente cuando hablamos de moda nos referimos a aquellas prendas que en su momento están teniendo éxito, más en un país tan diverso como Colombia, en el que se podría considerar que cada región cuenta con costumbres y estilos de vida diferentes. Las artesanías son ejemplo de ello. Boyacá se ha considerado como la tierra de los artesanos. Así lo afirma Artesanías Colombia, que resalta en su página oficial cómo 64 de los 123 municipios que conforman el departamento, se dedican a este oficio. Son aproximadamente 1.988 personas, de las cuales el 61% vende sus productos de forma directa y un 28% asiste a las ferias artesanales.
En Campohermoso, Boyacá, muchas familias son conocedoras de la creación de los canastos de caña brava. Este producto es una herencia de la cultura colombiana. Años atrás era un elemento que no podía faltar en los hogares, se creaba para el uso personal y era considerado como un accesorio indispensable para las mujeres, que Lo utilizaban en los días de mercado para recolectar o transportar alimentos. Pero con el paso de los años su lugar lo tomaron las bolsas plásticas y la gente los había dejado de utilizar, haciendo que las nuevas generaciones poco se interesaran por conocer su proceso de creación. Para revertir esta situación, se creó el Festival de la tradición, Sabores, Saberes y Quehaceres del campo, con el objetivo de que las costumbres de la región se retomaran nuevamente y se conocieran, tales como la creación del canasto de caña brava, el jabón de lejía o el adobe (no es la marca de programas de edición, sino la creación de un ladrillo elaborado con barro que
se seca al sol). Este evento ha hecho que personas de diferentes partes del país lleguen, conozcan y se hagan partícipes, motivando a familias campesinas a sacar sus productos al mercado. Doña María Betulia Zea de Celis tiene 73 años, ha dedicado su vida al hogar pero aún así, con el paso de los años, también a la creación de los canastos desde el momento en el que se dio a conocer en este festival. A diario se sienta en el corredor de su casa a “enrruedar” sus canastos, los cua-
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Desde que tengo memoria sé como se hace un canasto
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Betulia Zea.
les vende a personas del municipio y a foráneos que llegan a lo largo del año. Casi todas las personas que se acercan al corredor de la casa de doña Betulia suelen preguntarle
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por el procedimiento para elaborar un canasto, obteniendo siempre una respuesta ´sencilla´. “Nosotros somos afortunados, la ventaja que tenemos es que la materia prima se da por esta zona, en especial en los suelos húmedos. Entonces, cuando ya no tengo materiales voy a mi solar, que gracias a Dios mi casita tiene y me deja cultivar más cositas, corto la caña y comienzo a sacar los chines, pero, para que el canasto en el momento de ‘enrruedarlo’ no se desbarate, hay que dejarlo ocho días para que se seque muy bien” explica detalladamente. A sus 73 años, María Betulia se muestra como una auténtica abejita obrera: “Cuando se cumplen los ocho días, cojo los chines más duros para hacer la base, estos van en pares cruzados y amarrados al centro con
fibra o pita, lo que uno quiera, y ahí si se pueden empezar a tejer sin ningún problema los canasticos. Se les puede dar la forma que quiera, a veces hago copas para coger café o canastos más grandes cuando llega la cosecha del maíz”. La creación de cualquier artesanía requiere de tiempo y dedicación, pero a pesar de eso los artesanos a diario luchan para que sus productos se comercialicen y tengan un puesto en el mercado. En ocasiones, muchos se abstienen de sacarlos por temor a que no se vendan. En el caso de los canastos de caña brava, la idea es crear nuevos diseños para que se vuelvan un accesorio para las mujeres o se dejen de utilizar las bolsas plásticas, así se apoyaría a los campesinos boyacenses.
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ENCERRA2-020
EL TAPABOCAS
UNA PRENDA MÁS N
El presente distópico ha descubierto la necesidad del ser humano por personalizar y adquirir elementos que lo diferencian dentro de la sociedad. El mundo de la moda recibe con sorpresa, pero ampliamente, la nueva tendencia: el tapabocas. Relato de una transformación.
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Redacción: Insight
inguna de las predicciones de los famosos clarividentes incluía una pandemia para el año 2020. Lo que se creía en un principio como una gripa mal controlada en China, ahora es un fenómeno que nos ha transformado la vida. El enemigo silencioso nos ha encerrado en nuestros hogares, mientras el sistema de salud combate, casi con las uñas, esta enfermedad. Pero muchas cosas más han cambiado. Desde el 6 de marzo, cuando el Ministerio de Salud confirmó el primer caso de Covid-19 en Colombia, una sensación de inseguridad en el encuentro con el otro invadió el territorio nacional. Fue en ese momento cuando el tapabocas, invento que nació en 1890, se incorporó como una barrera bacteriológica que nos retornaría un poco de la seguridad perdida. En nuestro país, antes de la pandemia, se asociaba a los pocos que los usaban como miembros del sistema de salud o personas con una gripa o alergia que preferían evitar mostrar su rostro enfermo, empeorar su desaliento o infectar al otro. Sin embargo, en los países asiáticos, el uso de esta máscara era parte de la cotidianidad de todos sus habitantes, incluso antes del coronavirus. Japón, el país del sol naciente, lleva desde principios del siglo XX luchando contra enfermedades como la gripe española, el SARS y el H1N1. A razón de esto, se volvió costumbre el uso diario del tapabocas, por lo que el mercado se vio en la obligación de responder con la alta demanda. La industria de la moda en
21 Japón aprovechó esta situación para darle estilo a las máscaras: actualmente, marcas como Gucci, Fendi y Louis Vuitton tienen su propia línea de tapabocas en este país. Sin embargo, el uso de este protector va más allá de la prevención, pues evita las alergias en primavera, justo en los días en que la contaminación aumenta y cuando las mujeres no usan maquillaje. Cuando se confirmó la llegada del virus a Colombia, el jefe de Estado, en primera medida, decretó que quienes tuvieran los síntomas de la enfermedad debían portar un tapabocas. Desde entonces, y antes de entrar en estado de emergencia, quienes usaban la máscara se relacionaban con el miedo, porque eran posibles portadores del virus que estaba matando miles de personas en el mundo. Pero a medida que fue pasando el tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que la manera más efectiva de evitar cualquier contagio era usando una de ellas. El 4 de abril, el gobierno colombiano hizo obligatorio su uso, por lo que ya nadie se veía como una amenaza.
A partir de dichas medidas, los colombianos salieron en busca de tapabocas desechables, creando en muy poco tiempo escasez en todas las farmacias. Paralelo a esta situación, el cantante de reggaetón J Balvin lanzó una colección de prendas en la que se incluían tapabocas reutilizables con diseños sobre su álbum, Colores. En las redes sociales se desató una oleada de comentarios negativos en los que se presumía que estaría aprovechando la falta de máscaras para generar ganancias. A pesar de los comentarios negativos, este fue el inicio de la entrada del tapabocas en el mundo de la moda en Colombia. Actualmente vemos cómo firmas de ropa colombiana han añadido en su catálogo ostentosos cubrebocas. Vélez, líder en el mundo de la marroquinería, lanzó una máscara antifluido hecha en cuero que tiene un precio de $79,900. Pocos son los comentarios negativos acerca de sus elevados precios, quizá ya aceptamos que el tapabocas se convirtió, como en Japón, en un accesorio que puede hablar de nuestros gustos, lujos y estatus social.
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I Guerra Mundial
Todo tiene un inicio
Karl Wilhelm Rugge
1914 - 1918
Johannes Von Mikulic
Debido a la creación de armas químicas para dispersar las tropas se hizo común el uso de tapabocas y mascaras antigases.
Gripe Española 1918
En 1890, el bacteriologo alemán, demostró que al toser estornudar y hablar se expulsan pequeñas gotas que pueden transportar virus y bacterias.
El médico polaco, influenciado por el estudio de Flugge, fue prionero en el uso de guantes de goma estéril y tapabocas quirurgicos.
Mató a más de 40 millones de personas y generó el uso masivo y obligatorio de mascaras antifluido como metodo de prevención.
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23 Al igual que Vélez, algunas PYMES de la industria textil se reinventaron para contrarrestar la crisis económica que la cuarentena generó. Arena de Río es una marca de vestidos de baño nacida en Valledupar, fundada por Keilla Velilla, que se enfrentó cara a cara con esta problemática. La marca tenía programada el lanzamiento de una nueva colección para Semana Santa, época del año donde los colombianos aprovechan para salir de viaje, pero debido al estado de emergencia, pocas fueron las ventas efectuadas. Ante este fracaso, Keilla, junto con su manufacturera Olga, se vio obligada a repensar la nueva producción con que pretende-
Fotos tomadas de Instagram: @arena_de_rio
ría salvar a su empresa. Con retazos de tela de colecciones pasadas y la ayuda de unas amigas médicas que la guiaron sobre las medidas de protección que debe tener para obtener el permiso del Invima, crearon tapabocas con licra y polipropileno. “Le dije a Olga: esto es una moneda al aire, porque yo no sé si esto le va a gustar a la gente y si se van a sentir seguros con un tapabocas de una empresa de vestidos de baño, pero fue una sorpresa. Las personas nos recibieron súper bien, se vendieron los primeros; de los segundos me quedan cinco y ahora estamos sacando nuevos y más bonitos, porque hemos perfeccionado la técnica. También vamos a sacar tapabocas para niños. Vamos a ver cómo nos va” , explica. La razón del indudable éxito en ventas de sus máscaras fue por la comodidad en las orejas, en la zona de la nariz y por los bonitos diseños que
Keilla procuró mantener en sus productos. Es interesante observar la resignificación que ha sufrido el tapabocas en el mundo durante esta inolvidable pandemia. Pasó de ser un simple elemento aséptico de los médicos a ser algo indispensable para nuestro día a día. Por otra parte, debemos recordar al primer sastre, el Homo sapiens, que cubrió su cuerpo con piel de animal para protegerse del frío, pero con el paso del tiempo la humanidad le ha dado un corte, calidad, sofisticación y significado a ese pelaje. Esa misma transformación está sucediendo con el tapabocas, pero a pasos agigantados. Su función principal es protegernos de un virus, pero ahora le estamos dando un nuevo significado. Las grandes marcas son las responsables de unificar y generar la producción de este elemento, personalizarlo y convertirlo en un accesorio. La manera en que lo han logrado es la misma que utilizan con los demás productos, que en la mayoría de los casos no necesitamos, pero terminamos comprando. Darle un valor agregado a los tapabocas modificando su estética, es una estrategia que el sistema económico capitalista está utilizando para generar grandes ganancias en cuanto a su producción en masa. Ese valor agregado adquiere otro significado en la sociedad, así como lo hace la ropa que usamos. A primera vista puede determinar aspectos como personalidad, gustos, estatus social y hasta la confianza de la gente en nosotros. Una máscara, a pesar de que nos está tapando la boca, puede hablar sobre nosotros. Por eso, no tiene por qué extrañarnos que las marcas y el mundo de la moda giren sus nuevas tendencias en torno al tapabocas.
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PALABRAS MAYORES
Esta marca colombiana de ropa interior tiene un estilo único con valores tangibles. Hablamos con Laura Salazar, su fundadora, sobre la historia y el significado de este proyecto.
lingerie
Por: Valentina Verdecia
Laura Salazar Diseñadora y Fundadora
Junio 2020
A
l empezar mi charla con Laura, me dijo que no era muy buena con esto de las entrevistas, que hablaba de más y se alargaba, pero yo sabía que su marca iba a hablar por sí sola. Mai Petit nació en Medellín en 2012. Su diseñadora y fundadora, Laura Salazar, que estudió Diseño de Vestuario en la Universidad Pontificia Bolivariana, la creó como un proyecto universitario, el cual se ha transformado en su proyecto de vida. Nació de su propia necesidad de expresarse a través de la ropa interior, pues notó que en Co-
lombia se carecía de marcas que cumplieran con sus expectativas. Mai Petit contiene, en su mayoría, lencería que se caracteriza por ser versátil gracias a la utilización de materiales diferentes a los que estamos acostumbrados a ver en tiendas, como los encajes. Emplean telas más lisas, como la licra de nylon, las poliamidas y elásticos sin muchos adornos que hacen que las prendas sean perfectas para usar como ropa exterior. Dentro del portafolio de la marca se han añadido vestidos de baño a petición de sus mismas clientas, y cuenta también con prendas como bodys y kimonos; recientemente se ha adentrado en el mundo del loungewear (ropa cómoda que se utiliza dentro de casa). La idea de sumar esta nueva colección surgió de la exploración del mercado actual y las tendencias que estaban surgiendo, donde, incluso antes de la pandemia del Covid-19, la vida de muchas personas se basaba en trabajar desde su casa. A Laura le llamó la atención esta demanda emergente y empezó a diseñar un nuevo
Línea Loungewear
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Cortesía: Laura Salazar / Instagram: @lauramaipetit
producto que pudo sacar y explorar para un público que lo pedía de inmediato. Como ella dice, “me cayó la campaña perfecta para el momento”. Estos nuevos conjuntos monocromáticos, que están en blanco y negro, se comprenden de tres prendas básicas: un top como parte superior, shorts o pantalones largos y un kimono o camisón para cubrir la parte de arriba del cuerpo. Están fabricadas con rayón al 100%, con la intención de que sean prendas frescas, agradables al tacto y con una fibra natural. Algo muy interesante detrás de la historia de Mai Petit es que hace envíos internacionales desde Los Ángeles. La marca tiene en su crecimiento la vida de Laura impregnada, es como si crecieran agarradas de la mano, ya que esta iniciativa de tenerla en esa ciudad surge de su propia experiencia de vida, pues, por razones sentimentales, vive entre Medellín y California. Con esta misma característica, busca establecerse más en el mercado colombiano y así expandirse poco a poco hacia el exterior.
¡Escanéa el código y descubre más de Mai Petit!
El nombre de la marca “Mai Petit” ha sido objeto de algunas malinterpretaciones en cuanto al mensaje que se podría estar enviando. Petit, al ser “pequeño” en francés, ha llevado a su público a pensar que solo vende tallas pequeñas, cuando en realidad se encarga de crear un fit perfecto, con una horma muy detallada que exalta todo tipo de cuerpo y va desde la talla S a la XL. Sus clientas van desde los 16 hasta los 65 años. “Las mujeres somos poderosas como seamos. La ropa interior es seguridad, es la capa que está más cerca de nuestro cuerpo y es la que nos puede dar más seguridad e inseguridad”, explica Laura. Ella destaca también el comportamiento que han tenido sus clientas en esta cuarentena; afirma que las mujeres han estado comprando más ropa interior para sentirse seguras con ellas mismas y sus cuerpos dentro de casa. En
26 cuentra gratificante que quieran comprar estas prendas en la situación actual, ya que sabe que “no son para lucirlas en la fiesta del viernes”. Con esto, llega la desmitificación de que la ropa interior es solo para lucirla con la pareja, lo cual debería ser todo lo contrario: es capaz de trasformar el cómo nos vemos y sentimos desde el interior, y debería ser un disfrute que, si bien se puede vivir en pareja, debería gozarse de igual manera en solitario. Mai Petit también tiene un mensaje en cuanto a la sostenibilidad. Crea prendas atemporales, tanto en diseño como en insumos. Si bien son modernas, no pasarán de moda durante varios años y los materiales son de muy buena calidad. Combina telas nacionales con algunas italianas, donde la mayoría de insumos son colombianos y los accesorios que utilizan tienen
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Las mujeres somos poderosas como seamos. La ropa interior es seguridad, es la capa que está más cerca de nuestro cuerpo y es la que nos puede dar más seguridad e inseguridad
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baño en oro de 24 quilates. “Diseñamos con consciencia porque somos sostenibles de esta forma”, asegura Laura. Esa consciencia no se basa solo en usar telas naturales y biodegradables, ya que para los productos como la ropa interior no son el material ideal. Su forma de practicarla es con prendas duraderas y atemporales que no cambien su relevancia y uso de estación en estación. Para Mai Petit, también es muy importante practicar la sostenibilidad social, que se expresa trabajando desde el amor propio, invitando a las mujeres a amarse en todas sus formas. Vemos que emprendimientos como Mai Petit, con valores tan especiales, llegan para quedarse, y son bien recibidos en la sociedad colombiana.
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OPINIÓN
INC
Por: Laura Jiménez
El virus se convirtió en el destemple de las apariencias, total amenaza. Tal como lo dice el título de uno de los artículos de Vanessa Rosales, en El Espectador: “Si existimos por fuera del consumo, ¿cómo seducimos?”. Estamos acostumbrados a la vanidad. “Lo que nos libera es no componerse, porque nos componemos para los demás”, dice ella en un conversatorio con la revista El Malpensante; somos un objeto de observación para los demás, y, entonces, se crea lo llamado <<temor social>>, los demás juzgan mi manera de vestir.
Fotografias tomadas por : Anne Hathaway Instagram
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L
a palabra “comodidad” ha suscitado un interés particular en mí, y es que pronunciarla genera un cierto nivel de tranquilidad, y, por supuesto, los significados que cada uno le puede dar varían un montón, lo cual hace que sea aún más interesante. Respecto a la ropa, me pregunto si esa palabra se conceptualiza desde resolver las preguntas ¿cómo me veo?, o: ¿cómo me siento?, es decir, puede que me sienta cómoda en pijama porque mi cuerpo se siente cómodo, pero no siento esa misma comodidad si salgo a la calle vestida de esa manera, pues estoy pensando en cómo me están viendo los demás, y eso puede hacerme sentir incómoda. Creo que en realidad la relectura de nuestro interior empieza por plantearse;¿hasta qué punto hacemos cosas para que nos vean los demás, y no nosotros mismos? Acicalarse se volvió un hábito natural para salir; incluso
dependiendo de la ocasión, hay ciertas prendas listas y dispuestas para ser usadas en público. Sin embargo, hay momentos en que percibo esa sensación de injusticia, pues, pasé de usar un saco rosado a una chaqueta de cuero, y la verdad me veían muy diferente, decían: ahora eres ´metacha´, y me causaba risa, porque siempre me había gustado el rock, pero se asumía que no, por cómo me vestía. ¡Hey, llegué yo, y así me visto, porque así me gusta!. Honestamente, me visto para mí, no para los demás. Hay que dejar de reprochar la apariencia, pero, vivimos en un mundo estetizado; así pues, creemos conocer al otro por cómo es a simple vista. La cuarentena, hizo que lo dicho anteriormente fuera confirmado. “A día 14 de cuarentena y entregada a las camisetas, oversize y los pantalones de franela, me doy cuenta de que, gracias a este experimento que todos estamos protagonizando, por primera vez estoy vistiendo al 100% para mí. Y el resultado se parece muy poco al que defendía como propio con 15 años”, dijo Nualla Phillips para la revista Vogue. Este es un momento en el que estamos encerrados con nosotros mismos, nos vemos solo nosotros, y ni siquiera nos “arreglamos” como pensábamos que teníamos que hacerlo. Me sigo vistiendo como quiero.
“A día 14 de cuarentena y entregada a las camisetas oversize y los pantalones de franela, me doy cuenta de que, gracias a este experimento que todos estamos protagonizando, por primera vez estoy vistiendo al 100% para mí.” ¿Qué hubiera pasado si antes de la pandemia hubieras salido a trabajar o estudiar en pijama?, Todos te hubieran mirado de una manera extraña, porque eso no es “normal”, ¡vístete!. Dudo bastante que en este momento haya mujeres que usen tacones en su casa como lo hacían cuando salían, porque en realidad, los tacones son incómodos y nos cansan, pero son “lindos” para la apariencia. Creo que esta etapa nos ha hecho replantear todo esto. Si me quiero vestir como siempre, lo hago porque quiero, y no porque los demás me ven, y si no me quiero arreglar, tampoco lo tengo que hacer, desde que me sienta cómoda cuando me veo al espejo, y sepa que estoy bien, que me gusta la manera en la que me veo.
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DESDE ADENTRO
Encontrarse en la ambigüedad Santiago Gaza es un modelo colombiano de 18 años, trasgresor del estereotipo de belleza en Colombia que recorre las pasarelas y las calles capitalinas. Lo suyo es confundir a todo espectador por sus rasgos faciales femeninos y masculinos. Por: Yuly Gallego
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l término usado para catalogar a las personas que naturalmente tienen una apariencia física que hace difícil determinar su género es “andrógino”. La primera aparición de esta palabra está consagrada en el banquete de Platón, que cuenta el mito de un ser especial que era hombre y mujer al mismo tiempo, y que pretendía invadir el Monte Olimpo. Ese breve contexto histórico nos hace saber que lo andrógino lleva miles de años entre nosotros; incluso, desde el siglo pasado, el mundo de la moda lo adoptó con la creación de la primera prenda unisex: el jean. Un logro para el movimiento feminista cuando en mayo de 1935 salió en la portada de Vogue una mujer usando la colección lady de la firma Levi’s. Es importante saber que andrógino no es lo mismo que andrógeno, hormona masculina presente en la pubertad. Tampoco se debe confundir con las personas transgénero, aquellas que no se identifican con el sexo asignado al nacer; por el contrario, la persona andrógina tiene rasgos corporales que oscilan entre lo femenino y masculino, lo que no determina en lo absoluto su orientación sexual. Grandes personajes del mundo del entretenimiento han figurado en la androginia, tales como el cantante británico David Bowie, la actriz Tilda Swinton, Bimba Bosé, Laura Pergolizzi y hasta el mismo Michael Jackson, quien, a pesar de que sus rasgos andróginos no eran naturales, siempre suscitaba confusión por la ambigüedad de su nuevo rostro.
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Cortesia: Santiago Gaza
Esa característica de los andróginos, que despierta interés y curiosidad, es el “yo no sé qué“ que la industria de la moda ha venido persiguiendo los últimos años para que estos personajes sean quienes vistan e impongan las nuevas tendencias. Sin embargo, esto es algo que en Colombia no tiene tanta fuerza. El nacional es un campo de batalla para los modelos que intentan encajar en los estrechos estereotipos que tienen de referencia la belleza europea y la estadunidense. Y a pesar de que la industria extranjera de la moda se arriesga cada vez más con diferentes tipos modelos, en nuestro
país continua el mismo arquetipo. Quizás se debe a los pensamientos conservadores, aún presentes en una sociedad que se jacta de ser libre y laica pero que discrimina la forma e identidad del otro. Por lo tanto, el mundo de la moda colombiana se ha visto limitada al introducir nuevas caras y cuerpos en su portada, como los andróginos, porque simplemente no venderían. La revista Insight conversó con Santiago Gaza, un joven de 18 años que encontró una verdad y una pasión en el mundo de la moda. Un rebelde que nada contra la corriente de la lógica colombiana al ser unos de los pocos modelos andróginos que tiene el país.
SANTIAGO GAZA GAZA
32 Cuando eras pequeño, ¿qué querías ser cuando grande? Conductor de tren. No sé por qué, pero aún amo los trenes, tengo guardados pistas y juguetes. Luego crecí y cambié de perspectiva. Mis papás tienen un video en el que yo tenía siete u ocho años y les decía que quería salir en televisión, solo decía eso, no sabía si quería ser presentador, modelo o actor. ¿Tus papás te apoyaron inscribiéndote en alguna academia relacionada con los medios? No, no digo que mis papás no me apoyen, pero ellos esperaban otra cosa de mí. Ellos querían que yo estudiara Derecho. Cuando tenía 16 años y estaba en Once era una de mis opciones, pero más que por mí era por ellos, porque siempre había querido tratar de complacerlos. Ahora busco mi propio futuro. ¿A qué se debe que tus padres querían que estudiaras Derecho? La idea la habían dado mis abuelas, ellas los habían convencido. Sin embargo, cuando yo decidí estudiar Modelaje fueron las primeras en decir que sí, buscaban que yo lo disfrutara. ¿Qué hiciste cuando saliste del colegio? Mis papás querían que entrara de una vez a estudiar, me daban folletos y me motivaban para que le tuviera amor a la carrera, pero yo simplemente no me veía en eso. Entonces, les dije que me tomaría un año para pensarlo bien, sabía que sería un dinero mal invertido y tiempo mío sin hacer lo que quería. ¿Y en ese año entraste a una academia de modelaje...? Sí, ese fue el momento en el que comencé. Vivo en La Calera y aproveché que estaba tomando un curso de inglés en Bogotá, así entré a la academia New Face Models.
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Cuando entraste a la academia ¿sabías qué era un modelo andrógino? No, no lo sabía, hasta que llegó un productor de moda venezolano, Elys Berroteran. Después de un casting, él me dijo: “Oye, tienes buena pasarela, pero hay algo en ti, tu cuerpo y tus facciones del rostro, son muy femeninas”. Al primer momento pensé que era algo malo, porque quizás no era así como debía ser. Tú ves los modelos masculinos, son musculosos y barbados y yo no soy así. Me sentí mal,
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Incluso en el colegio reprimí esto, uno busca aceptación y popularidad, pero no es lo mismo que te conozcan por ser cool a que te conozcan por ser raro
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33 pero él me enseñó a quererme y darme cuenta que los modelos que más estaban ganando internacionalmente eran andróginos. ¿Cómo fue el proceso de aceptación con la androginia? Cuando él me lo dijo yo quedé en shock, pensé que mi carrera había acabado. Sin embargo, llegué a mi casa y empecé a indagar más sobre eso y me di cuenta de que era algo que venía ocultando toda mi vida, pues cuando pequeño usaba ropa de mujer. Incluso en el colegio reprimí esto, uno busca aceptación y popularidad, pero no es lo mismo que te conozcan por ser cool a que te conozcan por ser raro, sentí que me habían abierto los ojos. Por otro lado, para mi familia no fue fácil, estaban confundidos y sentían que no me conocían, pero al final sentí su apoyo y respeto. ¿Te has sentido discriminado? Desde que inicié sabía que era algo que me esperaba, las personas lo iban a ver como algo extraño, se confundirían por mi cabello largo y prendas ceñidas. En la calle me hacen piropos y no sé si es en broma o porque en verdad parezco una chica, pero no le doy mucha importancia, me enfoco en lo que estoy haciendo. No presto atención ni a miradas ni a chiflidos porque estoy seguro de mí mismo. ¿Cuál ha sido el mayor logro que te ha dejado el modelaje? Tenerme confianza, creo que todos tenemos las mismas capacidades, sé que el mercado en el que estoy es diferente, pero es un logro personal el conocerte y aceptarte, pensar que no está mal usar un tacón y entender que hay muchas maneras de comunicar con tu cuerpo.
Actualmente Santiago está esperando su grado del curso de Modelaje que culminó en la agencia Stock Models. Inició la carrera de Comunicación Social y planea con el productor Elys Berroteran viajar a Nueva York para probar suerte en el mercado internacional.
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reality of unreal
Fotografias tomadas por : Maria José Salamanca
A view to personification beyond costumes. To imitate fictional characters with a variety of costumes made for people who are into a practice called cosplay, helps release those fantasies and desires that everyone has had when we want to be a part of an unreal/ imaginary world in our reality.
Laura Jiménez
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e see Goku walking to the bathroom while his friend Chewbacca takes care of some packages for him at the door, talking to Naruto and Light Yagami, who are having coffee. This scene, although absolutely improbable in any fantastic universe, is possible in the real world thanks to the existence of a form of disguise hat generated a trend among young people and adults: “Cosplay”, which, to be concrete, can be translated as representation of fictional characters, but it is not only wearing a costume what identifies it, it is also adopting its personality, which transforms the classic exercise of the european carnival into a much more radical and complex expression. Cosplay is usually directly related to Japanese culture, and despite its origin, can be found there. Currently, it is indifferent what type of characters are represented, since they are from the most
eccentric members of universes, such as western cómics or movies like Harry Potter, strongly inserted into pop culture. However, a fundamental part cosplayer (adjective of those who carry out this type of activities), is the personality of the character to represent, it’s psychological characteristics, which are what constitute the essence of what they want to express. Majitocroft, a very known cosplayer, says “it is not only dressing up, but also trying to make the character that you like... you become one by yourself and try to take it’s personality”. It is also necessary to recognize this way of dressing as a way of being and perceiving reality beyond established norms in daily life and breaking schemes; even here, gender is deformed and doesn’t matter if you are a man or a woman in reality, your representation can be any of them. Just as French thinker Michell Maffesoli affirmed, the contemporary human being seeks to be a blank paper in which he can express eve TODO TIENE UN INICIO Johannes von MikuliczKarl Wilhelm Flugge1918La Gripe Española1914-1918Primera Guerra MundialEl médico polaco, influenciado por el estudio de Flugge, fue pionero en el uso de antisépticos para sus cirugías. Implementó guantes de goma estéril y tapabocas. En 1890, el bacteriólogo alemán, demostró que al toser, estornudar y hablar se liberan pequeñas gotas que pueden transportar virus y bacterias. Se hizo común el uso del tapabocas y las máscaras antigases debido a la creación de armas químicas como lacrimógenos.Mató a más de 40 millones de personas y generó el uso masivo y obligatorio del tapabocas como método de prevención. rything he feels and perceives, so Cosplay is a way of covering this blank space with fantasy, a total departure from the monotonous reality in which one lives to disrupt the context, in which those characters exist and deform the space - time we are in, and in which there is a possibility of seeing Goku walking by Bogotá´s downtown, an absolutely irreverent and also romantic act of wanting to be someone else in situ.
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¿Y EL MAÑANA?
El futuro de la moda en Colombia Análisis de expertos y entrevistas exclusivas nos dicen qué depara el futuro para el sector después de esta pandemia. Por: Valentina Verdecia
pos de crisis. Desde un principio, nos invita a verla como un tema híbrido con muchos matices, lo cual complejiza su análisis y toma de decisiones, más en estos tiempos de pandemia. Ella analiza el concepto del lujo en Latinoamérica y Colombia, haciendo un paralelo con la moda rápida donde, irónicamente, lo artesanal se siente lujoso en esta parte del mundo, pero no estamos acostumbrados a consumirlo ni a sacarle provecho: “Los oficios artesanales conectan con una temporalidad distinta. Una pieza puede demorarse días en ser completada. Hay una marca humana de manos específicas que construyen la pieza, y hay un tema de singularidad que genera contrapeso con las manufacturas masivas”. Además, Vanessa menciona a dos pensadores de la moda que tienen una perspectiva distinta en cuanto a cómo podríamos evolucionar a partir de esto. Una es Li Edelkoort, investigadora y futurista, que tiene una mirada esperanzadora; concibe que podríamos llegar a replantearnos nuestro consumo, que las cosas se van a reducir y a simplificar y que veremos más lo manual. Una contraposición es la de Eugene Rabkin, columnista en The Business of
Vanessa Rosales
William Cruz Bermeo
Fotos sacadas de Instagram: @vanessarosales_ / @weegecruz
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raíz del confinamiento por el Covid-19, han surgido innumerables cuestionamientos hacia la moda alrededor del mundo, pero, ¿cuáles son esas preguntas que surgen en nuestro país? La industria de la moda ha sido puesta a prueba en sus extensas partes, preguntándose si vale la pena seguir haciendo esto o aquello. Diferentes ámbitos se han visto obligados a repensarse, mientras que otros se ven criticados de manera violenta por parte de unos espectadores inquisitivos. Dentro de estos importantes cuestionamientos, queremos saber con ansias cómo ha cambiado la moda, cuáles son esas preguntas y qué nos espera para el futuro. Nos adentramos en perspectivas sobre cómo se ha visto afectada la enseñanza del diseño con un vistazo interesante a la venta de prendas de segunda mano en nuestro país. A pesar de que la moda está globalizada y no cambia demasiado de un lugar a otro, es valioso preguntarnos acerca de la sociedad remarcablemente consumista que somos. Vanessa Rosales, escritora y analista de moda, nos abre los ojos con esta perspectiva dentro de su podcast Mujer Vestida, en su episodio Moda en tiem-
Cortesía: Karen Guevara
37 Fashion, quien ve difícil que se rompan algunos de los patrones ya establecidos como la moda rápida, ya que la relación entre esta ropa y las actitudes actuales están muy arraigadas a la sociedad. Una perspectiva un poco más histórica es la del colombiano William Cruz Bermeo, docente de Diseño de Vestuario en la Universidad Pontificia Bolivariana, para quien la moda es uno de los ámbitos más habituados al cambio, y esto surge a partir de los periodos de guerras: “Tras la Primera Guerra Mundial se evidenció una rebelión en las mujeres que no querían estar llenas de adornos, hubo un aligeramiento de las formas, una simplificación de la ropa, una apuesta por lo práctico y utilitario. Con la Segunda, ni se diga, los diseñadores salieron a confeccionar máscaras, bolsos y enterizos que fueran prácticos para correr y meterse en un refugio”. También puntualiza que, al analizar, por ejemplo la Revolución Industrial, no solo hay que percatarse del punto de vista de la producción y el consumo, también del de los comportamientos culturales de la época que hacían que todo fluyera, y que fue a partir de esta sociedad que se generó una “compra como entretenimiento”. Concluye con que lo que estamos viviendo en la actualidad es el resultado de comportamientos que surgieron hace 200 años, y que a pesar de que las técnicas consumistas se están viendo cuestionadas desde hace una década, tal vez el mundo se está viendo obligado, a las malas, a reinventar su estrategia de consumo. Este es un tiempo importante para los pensadores de moda y diseñadores colombianos que, por medio de diferentes plataformas, se han encargado de difundir sus ideales y crear cuestionamientos
ante la sociedad. Esperamos que luego de esta crisis, la moda deje de estar en las secciones de entretenimiento de los medios nacionales y que tenga una sección digna de su nombre y hondura. La enseñanza del Diseño Nos interesaba saber cómo la carrera de Diseño de Modas se ha visto afectada a partir de la coyuntura. Para esto, nos contactamos con Karen Guevara, docente y egresada de LCI College en la ciudad de Barranquilla. Ella, aparte de ser diseñadora, es asesora de moda, stylist, emprendedora y docente de la misma institución. Dicta tanto materias prácticas, como patronaje, confección, dibujo a plano, como teóricas (estilos y tendencias, moda y sociedad, entre otras). Desde que fue estudiante siente que ha habido cambios en el enfoque de la carrera: que el diseño sea funcional y que aporte al mundo, en cuestiones como el medio ambiente, la sostenibilidad y la funcionalidad. En cuento a los cambios con la situación actual, expresa: “Creo que hay un mito. Pienso que la carrera no es 100% práctica, hay ciertas materias que sí lo son, pero, de resto, es una carrera que perfectamente se puede dar virtual; ya hemos tenido la experiencia, existe una mediación tecnológica. Nosotros nos caracterizamos por tener una educación personalizada. Entonces, a pesar de estar con esa mediación, estamos completamente en seguimiento de los estudiantes.” Con la modalidad virtual, la institución se ha encargado de aprender nuevas formas más prácticas para que el estudiante siga interesado y sienta el apoyo del docente. Se han dado cuenta de que él debe tener un compromiso mayor
para responder a las exigencias, ya que no tiene al profesor siempre a su lado. Me surgió una duda durante la charla y era saber cómo es para esos estudiantes que están empezando con materias más prácticas, tales como patronaje y confección, ya que requieren de una máquina; no todos la tienen y son asignaturas que requieren del apoyo del instructor. Para patronaje utilizaron la digitalización de su libro guía, y para confección, los estudiantes que carecían de máquina “han vuelto hacia atrás, volvimos a coser a mano”. Karen se siente complacida de saber que muchos estudiantes se han visto muy recursivos utilizando materiales que encuentran en su casa para terminar sus entregas, ya que tampoco pueden salir a comprarlos: “Tuve muy buenos resultados con estudiantes que hicieron trabajos finales desde casa, y, la verdad, me siento muy orgullosa de que sacaron adelante su cuatrimestre de esta forma y me entregaron un trabajo muy bueno. Pienso que impartir clases de esta manera saca lo mejor de cada uno, que un factor muy positivo es que muchos utilizaron su creatividad y se volvieron muchísimo más recursivos”. Karen Guevara
38 La moda circular
¿Cómo surgió la iniciativa del Garage Sale? Llevo doce años trabajando en la industria de la moda y siempre vendía ropa que dejaba de usar, a personas cercanas. En 2018 me trasteé de casa e hice una venta de garaje de ropa con mi mamá; algo pequeño, no lo comuniqué en redes, pero fue tal el éxito que notamos que a la gente le gustaba el tema. En febrero de 2019 hicimos la primera apertura al público. Llegaron más o menos 500 personas y fue una locura. ¿Qué otros amantes de la moda te acompañan? Hay dos líneas: clósets de personas que tengan cosas interesantes; tenemos de algunas famosas, son mujeres que les gusta la moda y tienen buenas piezas. Está Kelly Talamas, Gloria Saldarriaga, Cloclo Echavarría, Laura Tobón, entre otras, y está la línea de diseñador. ¿Implementas productos de marcas y diseñadores emergentes? No somos una feria o un espacio comercial. La línea de diseñador consiste en vender colecciones anteriores, samples y stock muerto, dándoles la posibilidad a los compradores de adquirir estas piezas. Los diseñadores tienen pocos clientes debido al precio de las prendas. Hemos tenido a Olga Piedrahita, a Jorge Duque, a Leal Daccarett, carteras de Palma Canarias, vestidos de baño de Verde Limón, bodys de Suki Cohen, unas 25 marcas espectaculares. Los diseñadores confían mucho en
moda, estamos reutilizando lo que tenemos en nuestra casa. Usando unos jeans de los 90 con un saco de hace diez años, con la camiseta última moda de hace dos meses. Estamos teniendo un estilo usando lo que queremos, y no simplemente seguir tendencias. Yo creo en el futuro del second hand, porque es un tema sostenible y muchísimo más cool en términos de moda. A partir de esta coyuntura, ¿cómo se ha visto afectado el Garage Sale? ¿Qué cambios se han tenido que hacer y qué estrategias han surgido? Surgieron cambios, ya no estamos offline, ahora somos digitales. El Garage Sale duraba dos días cada dos meses, asistían 3.000 personas; el montaje era enorme. Se eliminó eso pero estamos haciendo muchas cosas digitales que nunca me imaginé. Hacemos toda nuestra venta por la página web, por Instagram, hacemos asesorías de estilo por Zoom, hacemos lives y estamos haciendo subastas. ¿Las subastas y las ventas online se llevaban a cabo antes de la coyuntura? Sí, teníamos ventas online esporádicas y, subastas, hicimos una física y nos tocó pasarlas a lives. ¿Ha ido a otros lugares? ¿Quieren llevarlo a otras partes? Solamente a Medellín durante Colombiamoda 2019. Queremos llevarlo a más países de Latinoamérica.
Foto sacada de Instagram: @eleonora.morales
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Eleonora Morales es una amante innata de la moda. Su clóset se caracteriza por tener prendas de diseño colombiano. A partir de esta pasión ha creado una maravillosa empresa, Garage Sale by Eleonora Morales, encargada de vender prendas de segunda mano. Ella nos cuenta acerca de este maravilloso proyecto.
nuestro proyecto. Antes de empezarlo, ¿veías un público interesado por este tipo de prendas y por el second hand en Colombia? No veía un público interesado, ni por el second hand ni por el diseñador. Nuestra cultura está limitada a estrenar. En Navidad, en el cumpleaños, siempre nos decían ‘hay que estrenar’. Era algo especial y estoy tratando de cambiar eso y decir ‘no, estrenar no es lo chévere, usar usado es lo chévere.’ La prenda pasa por un proceso de limpieza, reparación, curaduría, tiene una historia y acaba siendo más valioso que algo nuevo que no tiene el proceso sostenible; no hay nada más sostenible que lo que ya existe. Sobre los diseñadores, en Colombia no hay una cultura de consumo de diseño colombiano. Estas piezas pueden ser costosas o puede ser intimidante entrar a estos espacios; por eso buscamos democratizar la moda y abrirle espacio a todos para que puedan ingresar con tranquilidad. ¿Sientes que has logrado concientizar a más personas? Sí, la diferencia de mentalidad ha sido brutal. En nuestro primer evento, preguntaban: ¿esto sí está limpio? Olían todo, que si la persona que lo había usado se había casado, tenido hijos o había enviudado; una cantidad impresionante de creencias al tema de las energías. Eso ya dejó de pasar. En los últimos eventos nadie me preguntaba eso, ni olía, la prenda ni pensaba que estuviera sucia. Hemos logrado concientizar muchísimo a las personas. ¿Cómo ves la moda circular a futuro en nuestro país? Creo que es el futuro. El second hand se va a tomar todos los clósets. El fast fashion es atractivo porque son tendencias, pero con esta pandemia se fueron al piso. A nadie le interesa si hay algo de
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