Reflexiones en torno a la comunidad universitaria

Page 1

Reflexiones en torno a la comunidad universitaria

El grupo de docentes que nos presentamos ante ustedes el día de hoy compartimos una preocupación común en torno a este espacio universitario que habitamos y recreamos cada día. Conscientes de las transformaciones que se imponen en una sociedad cambiante, nos preguntamos por lo que implica y se juega para cada uno de nosotros transitar por la universidad hoy por hoy, en una referencia inevitable tanto al proyecto que funda esta universidad como a las condiciones que caracterizan la vida actual.

Estamos convencidas que la universidad implica mucho más que el proyecto de formar estudiantes o para estos obtener un título que los habilite en su vida profesional, sino que en ella se juegan y proyectan los valores, las creencias, la historia, la subjetividad tanto individual como colectiva de una comunidad. Si observamos nuestro entorno inmediato, podemos reconocernos diversos y globales a la vez. Los sentimientos de pertenencia y de identidad que nos han caracterizado en la UAM se ven confrontados con los cánones establecidos por los avances en la ciencia y tecnología, por las políticas globales y los valores que impone el mundo actual.

El alma de esta institución a la que pertenecemos, se funda a partir un proyecto innovador y de vanguardia donde se propone, articulando docencia, servicio e investigación construir una mirada crítica de la realidad social y apuesta por el compromiso de formar sujetos activos y transformadores en una sociedad marcada por el rezago, la pobreza, la impunidad, el autoritarismo y la pasividad, ahora se ve confrontada a las exigencias de un mundo global regido por principios como la eficiencia y la competitividad y a la vez profundamente individualista.

Hoy por hoy nos cuestionamos por el sentido que toma para cada uno de nosotros nuestra universidad, motivados quizás por aquellas propuestas, por aquellos principios que crearon la UAM_X, con la apuesta de una universidad comprometida con la realidad social de nuestro país. Ello nos ha conducido directamente a interrogar antes que nada, el estado en el que hoy nos encontramos, hacer un alto observando los principios que actualmente nos rigen como comunidad, nuestras condiciones institucionales, vislumbrar y entender mejor nuestras dificultades así como también nuestras fortalezas para hacer del tránsito por la universidad una experiencia valiosa.


A lo largo de todo este tiempo y a pesar quizás de las adversidades hemos consolidado y seguimos sosteniendo una identidad propia. Al preguntamos por su sentido, por sus fortalezas y debilidades nos ha exigido antes que nada hacer un alto y observar, escuchar el sentir de nuestra comunidad toda. El sentido de pertenencia a la UAM ha sido un punto de partida para reflexionar en torno a las condiciones que actualmente nos caracterizan. En ocasiones es difícil reconocer el compromiso, la conciencia social y la formación de calidad en las diversas disciplinas y en la investigación. Es indudable que nuestra casa abierta al tiempo sufre también los embates del mundo actual, como también ha podido integrarse a las nuevas exigencias a favor de la calidad y el reconocimiento del exterior. Los que integramos esta comunidad, compartimos también el habitar un espacio harto complejo y los eventos que marcan nuestra ciudad, nuestro país y el mundo entero no le son ajenos. Nuestra propuesta, insistimos, apunta a pensar cómo podemos vivir y compartir juntos la experiencia que implica habitar, trabajar, estudiar en esta universidad inserta en la realidad social y política de hoy.

Si bien es verdad que el ritmo acelerado que imprime una ciudad como la nuestra es inevitable, que los avances científicos y tecnológicos han tenido efectos inimaginables que producen nuevos tipos de lazos sociales, que la globalización tiene efectos en las identidades y en las relaciones humanas, que el neoliberalismo se ha infiltrado en nuestros modos de ser y estar en una comunidad, ello no nos exime de la imperiosa exigencia de inventar e imaginar formas de resistencia y de creación. Las preguntas que orientan nuestro proyecto son las mismas que lo fundan: ¿quiénes son los jóvenes universitarios de hoy? ¿cuáles son sus intereses? ¿cuáles sus identidades? ¿qué los unifica y qué los segrega?, ¿cuáles son sus creencias, sus intereses, sus pasiones? Asimismo nos interrogamos, ¿Cómo se caracterizan los vínculos que establecemos con la universidad y con las instituciones en general? y ¿cómo se vive y percibe la comunidad universitaria?

Si echamos un vistazo a la vida universitaria, si abrimos nuestros sentidos en todos y cada uno de los espacios de la universidad, percibimos ciertos signos o rasgos que para el tema de este trabajo pueden resultar paradigmáticos. En el cuerpo académico del cual formo parte, hemos reconocido que la vida colectiva en la universidad, la reflexión, el esparcimiento, la diversión, la producción académica grupal, etc., se ha visto de alguna manera minada por la apatía, la indiferencia y el malestar. A nivel de la actividad docente, la enseñanza, el trabajo con los


jóvenes, se ha visto relegada por un sinnúmero de exigencias institucionales, laborales, por el apremio que implica mantener vigente los estímulos económicos año con año, por la prisa y el poco tiempo con que cada vez se vive, como si se experimentara como más corto de lo que es. Los espacios para la convivencia se ven por lo general vacíos, el tiempo libre muy escaso, la docencia incluso como obstáculo frente a tantas otras exigencias.


A nivel de la actividad estudiantil, si bien hay muchas excepciones, son cada vez más frecuentes los testimonios de su apatía, su falta de compromiso y de responsabilidad. No sólo muestran las deficiencias de un sistema educativo tradicional y caduco, sino también dificultades para el trabajo grupal y la propuesta propiamente modular. La convocatoria que desde hace dos años ha extendido el C.A. a los estudiantes para participar en grupos de reflexión, ha tenido tan poca respuesta que no deja de ser llamativo. Si bien ello puede estar determinado por una multiplicidad de factores, no es difícil reconocer que impera un aplanamiento donde no se asoma ni el malestar, pero tampoco forma alguna de gozo. Quizás tanto maestros como alumnos, podamos asegurar que el pasado no era igual, que en los inicios de cada quien la experiencia individual y colectiva en la universidad estaba más teñida de placer. Los espacios eran lugares vivos, la vida universitaria era recreativa, el encuentro con los otros, el esparcimiento, la diversión eran visibles, reconocibles. Antaño los criterios de eficiencia y productividad no tenían que ver tanto con habilidades técnicas como con conciencia social, cumplimiento de un programa prometido como con formación de un espíritu crítico. Antaño los estudiantes estaban más comprometidos, había más libertad de cátedra, más discusión grupal, mas disfrute en general en la propia labor docente. Más allá de toda idealización del pasado para siempre perdido, los signos actuales de las formas de vida, de los vínculos, de las opciones que se eligen, de las actividades que se privilegian, indican, entre otras cosas, nuevos horizontes donde el placer, el gozo, el bienestar, son experiencias cada vez, parece ser, más difíciles de alcanzar.


El psicoanálisis y la teoría de grupos, en diálogo con otras disciplinas, son para nosotras referentes que nos permiten ampliar el marco de reflexión y de estrategias de acción que tiene la universidad para reubicarse en las relaciones que sostienen en la producción del lazo social y de la transmisión. Por ello nuestra propuesta busca fortalecer los vínculos, principalmente dando lugar a la palabra, al diálogo abierto, ofreciendo espacios para que la palabra tome lugar y pueda restablecerse una comunidad como tal, que pueda construir junta un mejor porvenir.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.