Propuesta sostenible: Nomofobia

Propuesta Sostenible Patricia Calvo Romero Curso: 1ÂşB Especialidad: Interiores Asignatura: EcodiseĂąo

Semana I Preparando las metas Mi propósito durante estos dos meses es que mis hermanos Erik y Ana reduzcan el consumo que hacen habitualmente del teléfono móvil sustituyéndolo por tiempo dedicado a actividades que no requieran de tecnología. El objetivo es que, realizando actividades tanto en casa como al aire libre, sean capaces de disminuir su “adicción” al móvil para invertir ese tiempo en cosas de las que puedan aprender.

La respuesta de ambos es positiva y están de acuerdo en participar en el proyecto. Erik se compromete con actividades fuera de casa: le gusta la escalada, el teatro y el reiki, pero no le dedica a ninguna de las tres el tiempo que le gustaría. Ana va a intentar reducir su consumo móvil con actividades en casa: quiere

dedicar tiempo a la guitarra, que aprendió a tocar hace un tiempo pero últimamente no utiliza, leer más, retomar el baile, que practicó durante años y aprender alguna receta de cocina.

Mi trabajo tiene que empezar por fijar con ellos unas metas, un calendario donde incremente semanalmente l tiempo que dedicarán a estas actividades que sirvan como incentivo para reducir el uso del móvil. También me interesa hablar con ellos de los tiempos muertos, es decir, ciertos momentos en los que son más propensos a usar el móvil, para ver qué tal encajan estas actividades en esos momentos como sustitutas de la tecnología.

Semana II Comienza el reto

Acordé con mi hermana unos objetivos para esta semana. Debía dedicar cuatro horas a tocar la guitarra y dos a ensayar ballet. Su idea era dedicar una hora diaria a estas actividades, incluyendo uno de los días del fin de semana.

Empezó con buen pie y tanto el lunes como el martes dedicó una hora cada día a tocar la guitarra, pero el miércoles se relajó y no hizo más durante el resto de la semana.

En cuanto a Erik, fijamos como objetivo algo parecido: cuatro horas de escalada y apuntarse a teatro para empezar a llevar una dinámica de dos horas semanales.

Como él estaba más motivado con la escalada, cumplió tres horas y media de las cuatro que tenía que hacer, pero en su cuarto día (el sábado) las agujetas le impidieron terminar la media hora fijada. Aún así, cumplió con los cuatro días y se apuntó a teatro, con el que empezaría la semana siguiente.

Semana III Nadie dijo que fuera fácil

Con mi hermana tratamos de repetir lo que nos propusimos la semana anterior, cuatro horas de guitarra y dos de ballet. Aunque no lo tomó al pie de la letra, casi cumple con su propósito. El lunes dedicó casi una hora a la guitarra, pero el martes y el jueves no hizo ninguna de las dos cosas. Sin embargo, el miércoles estuvo casi dos horas con la guitarra y el viernes y el fin de semana consiguió compensarlo con las dos horas de ballet y la hora de guitarra que le quedaba.

Erik empezó con el teatro, pero no cumplió con las horas de escalada de esta semana. El planteamiento que hicimos fue el mismo, y después de las agujetas de la semana anterior sumadas a las clases de teatro, no consiguió tener la motivación suficiente para ir a escalar. Quizás el planteamiento tenía que haber sido menor teniendo en cuenta que empezar con el teatro podía llevar a un descuido en la escalada.

Semana IV A por todas

Mi hermana había cumplido la semana pasada y decidí que no sería buena idea incrementar la cantidad de actividad tan deprisa. Hablé con ella y estuvo de acuerdo en intentar mantener la rutina: cuatro horas de guitarra y dos de ballet. Lo consiguió. Estaba más motivada con la guitarra, porque en poco tiempo se notaba que había mejorado bastante y había aprendido a tocar muchas canciones.

Con Erik traté de repetir los objetivos de la semana anterior reduciendo una hora de escalada para que pudiera evitar lesiones o agujetas pero pudiera entrar en la rutina deportiva como para seguir.

Consiguió sus objetivos y me dijo que quería intentar ponerse más con el teatro. Le estaba gustando y quería dedicarle una hora más a ensayar en casa.

Semana V Descubriendo actividades nuevas

Esta semana, mi hermana tenía que seguir con la rutina, pero una amiga le ofreció la posibilidad de montar a caballo durante el fin de semana, así que decidimos cambiar las habituales dos horas de ballet por montar a caballo. Cumplió tres horas y media de las cuatro que tenía que tocar la guitarra durante la semana y otras cuatro montando a caballo entre el sábado y el domingo.

Erik tenía como objetivo semanal tres horas de teatro y tres de escalada. Esta semana se organizó para ir a escalar con varios amigos y superó sus tres horas y dedicó al teatro dos horas en clase y casi otras dos ensayando en casa. Además, me comentó que le gustaría retomar la meditación para la próxima semana.

Semana VI Parece que funciona

Mi hermana se puso como rutina la principal de cuatro horas de guitarra y dos de ballet. Esta vez cumplió con el ballet durante el fin de semana, pero entre semana estuve hablando con ella de la posibilidad de cambiar un par de horas de guitarra por otras de cocina. Quería aprender a hacer repostería y así lo decidimos.

Finalmente cumplió sus dos horas haciendo unas magdalenas y un bizcocho que le salieron muy

buenos y superó en una hora las que tenía de guitarra.

Mi hermano y yo habíamos acordado que esta semana iba a hacer ocho horas de actividades sin tecnología: tres de escalada, tres de teatro y otras dos de meditación.

Cumplió con sus tres horas de teatro, pero hizo dos de escalada y la meditación no la empezó con la fuerza que le habría gustado.

Semana VII Retomando viejas costumbres

Mi hermana superó sus cuatro horas esta semana y llegó a hacer una hora diaria entre semana. Durante el fin de semana, en lugar de ballet, se dedicó a leer. Ana no suele leer mucho y fue el cambio más claro en cuanto a que realizó una actividad de la que solo le había separado su teléfono móvil, porque le era complicado concentrarse mientras su móvil sonaba con cada mensaje.

El sábado empezó El mundo de

Sofía y le dedicó unas tres horas antes de terminar el fin de semana.

Erik decidió continuar con la rutina que se había planteado la semana anterior, pero yo me preocupé porque se pusiera una rutina algo menos exigente y la consiguiera cumplir. De esta manera, terminó la semana habiendo dedicado tres horas a escalar, dos al teatro y una hora a la meditación.

Semana VIII Llegó el fin... ¿o no?

Esta semana es la última de seguimiento del proyecto. Estoy bastante contenta porque creo que mis dos hermanos han alcanzado mi propósito y gracias a ciertas actividades al aire libre y en casa han conseguido, quizás de forma subconsciente, reducir el consumo que hacen de sus móviles.

Mi hermano hace más horas de escalada, se ha apuntado a teatro y le gusta mucho, además de haber retomado la meditación. Mi hermana ha mejorado tocando la guitarra y ha vuelto a hacer ballet, ha montado a caballo y ha aprendido

a hacer repostería, además de que esta semana se ha terminado El mundo de Sofía, y hacía casi un año que no terminaba un libro por placer.

Esta semana les he puesto la misma rutina de la semana pasada y, a día de hoy, a los dos les queda poco para cumplir su objetivo. Creo que es una manera interesante de reducir el tiempo que se le dedica al móvil. El hecho de coger una rutina de realizar actividades que no tengan que ver con la tecnología es positivo para saber desconectar y evitar la “adicción” al teléfono.

Mi conclusión es que con esfuerzo y dedicación uno puede dejar de utilizar el teléfono móvil, el cual, en realidad no necesitamos para nada más que para hacer llamadas y del que hoy en día parece que somos dependientes.

He de decir que he hecho el seguimiento de mis hermanos, y que han cumplido con las espectativas, pero yo apenas he podido realizar el reto por la carga de trabajo que he tenido y que al final me obligaba a estar delante del ordenador trabajando y usando el móvil de apoyo buscando más información.

Pero como los resultados obtenidos me parece que son muy buenos y que en caso extremos, como mi hermana que llevaba el móvil hasta para comer, ha conseguido dejar de hacerlo, este verano si que me gustaría probar y hacer más actividades al aire libre, a ver si así el año que viene no estoy tan pegada a las tecnologías.

Continuarรก...