Piel fría es una investigación del mundo de la infancia y su búsqueda de identidad. Dermis que crece como elemento definitorio de quiénes somos, piel en un estado no-natural, envuelta en un vacío para tornarla azulada, esa nada que funda, lo que sin ella, carecería de relevancia y permite que lo importante actúe en segundo plano de forma subliminal.1
Despotović trata al cuerpo en Piel fría como mímesis de la humanidad, el temor y la catarsis, como diría Freud a través de escenificación de la tragedia se desvela el conflicto. Esta teatralización es a la que se enfrenta el espectador, explorar en lo siniestro para acercarse a lo bello.