J U N I O D E 2 0 1 2 - É p o c a I I - N . º 1 4 - P R I M AV E R A / V E R A N O - P R E C I O 1 E U R O
R E V I S TA D E V I A J E S
RUTAS
FRAGAS DO EUME
ARTE
IGLESIA DE VENTOSA
CAMINOS PORTOMARÍN
BETANZOS
JUNIO DE 2012
CIUDAD MEDIEVAL
MISTERIOS DE GALICIA O Teixadal de Casaio. Museos de Santiago. Castro Valente. El Mar de Arousa y Ulla. La leyenda de Carboeiro. Lires.
Editorial
Catro números
Como é sabido, nesta revista somos especialmente belixerantes coa desfeita urbanística que se fixo en Galicia. E neste número consideramos apropiado traer unha fotografía que resume os principais actores do enxendro. Ímola ver por partes, tendo a numeración como referencia. Número un. A compañía eléctrica. Poñen os cables e casetos onde lles peta, sexan de alta ou media tensión, aínda que tamén cómpre lembrar as marañas de cables de baixa tensión espallados por toda Galicia, que tamén é para nota. Non importa se cruzan un espazo natural ou un conxunto histórico; ou se nos poñen o cable nos fuciños. Iso para eles é o de menos. Como xa hai tempo que se inventou a canalización subterránea, e se é certo que lles debemos o déficit tarifario, van ser eles os que nos deben os cartos necesarios para recuperar a estética de Galicia soterrando todo iso. Número dous. A propia Administración no máis amplo sentido do termo. Non é xa que permita a actuación de todos os demais artistas, senón que ela mesma colabora activamente achegando edificios de dubidosa estética en relación a súa contorna e en espazos, se cabe, mais censurables. Aquí temos un bonito centro de saúde, pegadiño á igrexa supoñemos que pensando en aforrar no transporte para o caso de que algún paciente non teña xa remedio. Xa se ve que superamos en moito aos nosos antergos, en teoría menos estudados, pero que respectaban o contorno moito máis que nós, os lidos galegos do s. XXI. Número tres. Fixémonos na igrexa para detectar a un competidor claro da compañía eléctrica echendo Galicia de cables: a compañía telefónica. No noso exemplo, ambas colaboran plantando una marabillosa antena no tellado da igrexa. Seguro que, chegado o caso, e se hai mellor cobertura e aforran, a colocarían no campanario sen rubor. E finalmente o número catro. O promotor. Neste caso de vivenda colectiva aínda que se poden poñer milleiros de vivendas individuais (co visto e prace dos concellos, da Xunta e o Estado). Nin se paran a pensar como vai encaixar a fachada e o volume coa contorna. Iso non importa. En calquera país civilizado se un quere pintar a súa casa valídase ata a cor da pintura. Aquí non. Aquí nada importa. Nin a cor, nin os materiais, o volume, se é exento ou en mazá pechada, nada de nada. Semella unha carreira por contribuír á desfeita. Por suposto, plantar un carballo é un gasto superfluo. Mellor recubrir de mármore o portal, que se ve máis; e construír para que se vexa, non para que se integre coa contorna e que a ser posible non se vexa, que é o que se busca nos países civilizados. Velaí quedan os catro xinetes da apocalipse, que farán que os que nos seguen non nos vaian perdoar nunca. Hoxe cos medios de comunicación xa non podemos alegar descoñecemento. Con ver na televisión a canle “Viajar” xa deberiamos ter claro que o progreso económico é compatible co respecto á contorna. Non temos perdón. Para rematar. A estrada que se ve na foto está chea de rotondas nas que só hai unha entrada e unha saída. Se alguén coñece a razón de tal profusión de rotondas sen cruce agradeceriamos que nos ilustrara. 1
Revista semestral de la Asociación de Turismo de Calidad Pazos de Galicia
Adolfo Enríquez
Pazos de Galicia
Época II, Nº 14, Primavera/Verano 2012 Edita: Pazos de Galicia Consejo Editorial: Randy Hanssen, Manuel Viéitez, Benito Vázquez, Javier Goyanes y Montserrat Rodríguez Producción: Versal Comunicación, S.L. Dirección: Elena Goyanes Redacción: Lucía Cheda, Fátima García, Carmen Rey, Martiño Suárez, Ledicia Trillo Colaboraciones: Santiago Bacariza, Elvira Fernández, Ángel Pérez, Cristóbal Ramírez, Manuel Vázquez Camino Traducción inglés: Benito Otero Fotografía: Adolfo Enríquez (Coordinador), Argimiro J. Aldrey, Carlos Peteiro, Beatriz Díaz, Xusto Gómez, Evaristo Santamaría, Archivo Versal Comunicación, S.L., Archivo Pazos de Galicia Maqueta: Sandra García Depósito Legal: VG 1251-2005 Imprime: Tórculo Artes Gráficas Pazos de Galicia. Xosé Chao Rego, 8 baixo 15705 Santiago de Compostela Tel. 981 554 295 gerencia09@pazosdegalicia.com www.pazosdegalicia.com
Foto portada: Adolfo Enríquez Rectoral de Cobres
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Sumario O1 Editorial 04 Fragas do Eume Bosque secreto Translation on page 86
11 Ciudades
Betanzos de los Caballeros
16 Iglesia de Ventosa
Páginas 33-38
Tesoro escultórico Translation on page 86
24 Así Somos
Enigmas
Rectoral de Anllo
28 Rutas
El presente número nos lleva a uno de los lugares más enigmáticos de Galicia. La leyenda del martirio de la joven Santa Mariña centra un recorrido por Augas Santas, en Allariz, en donde se mezclan viejos ritos castreños y tradiciones cristianas. Situada en el entorno de la mítica Cidá de Armea, la zona cuenta con secretos como las reliquias de la mártir, una iglesia probablemente templaria e inacabada y una oscura cripta en la que se celebraban rituales prerromanos. English translation on page 87
Costa de Lires
40 Naturaleza Teixadal de Casaio Translation on page 88
46 Arte
Museos de Santiago
51 Caminos
Portomarín Translation on page 88
56 Carboeiro Tratos con el diablo
58 Espacios singulares Turismo de reuniones
62 Castro Valente Vigía de la Historia
66 Ruta Xacobea Remonte Arousa-Ulla Translation on page 89
72 Dos pedales Beatriz Díaz
Fornelos de Montes
Pazo de Sedor
90 Pazos de Galicia Guía de establecimientos
Cuidamos a nuestros lectores Los Pazos asociados ofrecen ventajas
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Adolfo Enríquez
Rutas
FRAGAS DO EUME Brujería gallega Por Elena Goyanes
Si en Galicia hay un bosque verdaderamente encantado es el del Eume. Se ha conservado casi intacto gracias a su magia y al estilo de vida tradicional de las gentes que lo habitan. Lo hemos heredado virgen y verde; y nuestra obligación ahora es transmitirlo en mejores condiciones. El hecho de ser simultáneamente bosque de ribera y costero lo convierte en el mejor conservado de Europa de sus características. Y aunque no ostentase este título cautivaría igualmente al visitante porque no le falta nada, ni siquiera monasterio o castillo. Más de cien especies de aves, cuarenta de mamíferos y helechos que prácticamente no han evolucionado desde el Neolítico, son algunas de las bondades que más destacan los expertos. Para el visitante, adentrarse en las fragas es como dar un paso atrás en el tiempo.
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raga es la acepción gallega de bosque, si por bosque entendemos una extensión considerable de terreno poblado de árboles y matorrales, que crecen en abundancia y de un modo libre y confuso. Las fragas sin embargo tienen un componente, el humano, que quizá no tengan los bosques, ya que en la Galicia tradicional siempre han sido útiles. No generaban dinero pero sí una gran riqueza. En las fragas se recolectaba leña, castañas y avellanas; en los claros pastaba el ganado; en ellas se cazaba y pescaba; se cruzaban caminando con zocas en los desplazamientos a las ferias; y bajo sus robles centenarios las gentes se reunían en las fiestas para bailar animados por pequeños grupos de músicos. Sirvieron hasta para esconder y alimentar a los fuxidos durante los años de la guerra y postguerra española. Antes en las fragas se temía al lobo, las culebras y las bruxas; y eran muy pocos los que osaban atravesarlas una vez caído el sol. Pero por el resto, si se las respetaba, las fragas siempre aportaban su riqueza. Hace muy poco las del
Eume se vieron seriamente amenazadas por el fuego. Para muchos entonces quedaron en manos de la suerte –o de su magia-, que al final lo alejó de las fragas para dirigirlo hacia los bosques. Vamos a tardar en recuperar, por ejemplo, aquellas magníficas vistas desde el Monasterio de Caaveiro. Pero las Fragas se han salvado, y tenemos que confiar en que la experiencia nos sirva para que nos empeñemos doblemente en legarlas intactas a nuestros descendientes.
EL EUME, PROTAGONISTA
Las Fragas do Eume abarcan más de 9.000 Ha. de cinco distintos municipios. Giran y giran en torno a un río, el Eume, en sus últimos kilómetros sinuosos antes de llegar al mar para desaguar. En algunas zonas el río discurre relajado. Pero en la más baja con fuerza, encañonado, dando pequeños saltos y sorteando bruscos recodos en los que durante siglos se han ido escondiendo de la vista humana las más diversas especies. La leyenda cuenta que si el Eume baja así de 5
escarpado y salvaje es porque tuvo que competir duramente con los otros dos ríos que nacen en la Serra do Xistral. En su origen, Dios prometió otorgar un hombre todos los años al primero de los tres que llegase al mar. Y aunque inicialmente se pusieron de acuerdo para no competir y hacer el camino juntos, el Eume despertó una mañana viendo que los otros dos lo habían traicionado y dejado atrás. Furioso, inició una loca carrera que habría de definir su curso, saltando sobre rocas y valles, horadando la tierra para poder fluir más cómodo, bajando embravecido, todo con el único objetivo de superar a los traidores. El Eume llegó de primero y desde entonces se cobró una vida humana cada año. En este punto de la historia hay dos finales diferentes. Algunos cuentan que dejó de tragar personas cuando se construyó la presa; y otros que no, que sigue intentando obtener su tributo anual, aunque no siempre lo consiga. Fuera leyendas, lo cierto es que el Eume es un río peligroso en muchos de sus tramos, especialmente aquellos en los que discurre encañonado, con caídas de hasta 300 metros de profundidad. Su carrera hacia el Atlántico es de unos cien kilómetros de longitud, interrumpida sólo por el embalse de A Capela, construido en
Adolfo Enríquez
Embalse Interrumpe el curso del Eume
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los años 50 del siglo pasado. Un elemento, en todo caso, ya muy integrado y que forma parte también del atractivo del parque. Su cuenca se hace algo más ancha a medio camino. Y ahí es donde absorbe dos afluentes, los ríos Frei Bermúdez y S. Bartolomeu, que a veces se confunden con el principal, y que con sus riachuelos, recovecos y caídas colaboran activamente en la generación de los valiosos elementos naturales que hacen de la zona en un tesoro irrepetible. El área de las dos subcuencas y la parte baja de la cuenca del Eume conforman, de hecho, la zona más importante del parque desde el punto de vista ecológico. En sus alrededores hablar de biodiversidad es poco. La situación de las fragas, de ribera y cerca del mar, así como la profundidad del cañón y su orientación este-oeste, proporciona al área un microclima clave para sus particularidades y desarrollo. Además, allí la intervención humana es una parte más del interés para los visitantes. Desde las mámoas prehistóricas y castros de la Edad de Hierro a los tímidos restos de la romanización o las construcciones de los señores feudales; hasta monumentos de la cristianización y la Edad Media. Y todo ello acompañado de otros elementos de construcción civil como molinos,
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puentes o roleiros en los caminos. El intenso verde y exuberancia de la vegetación, junto a todos estos componentes, es lo que, para muchos, hace que estas fragas sean únicas e irrepetibles. Desde luego ninguna otra tiene dos monasterios de la importancia histórica y artística de Caaveiro y Monfero; construcciones como la Torre de Andrade; y docenas de pequeños elementos heredados de generaciones más recientes que las medievales, pero no por ello menos entrañables y valiosos. La protección legal a la que están sometidas las Fragas do Eume desde 1997, sin duda ha supuesto que en la zona se frenase radicalmente el afán constructor de los años 80 y 90 del s.XX; la sustitución de la vegetación autóctona por las plantaciones forestales de especies de crecimiento rápido; o el descontrol de la actividad minera.
UN PASEO AL CIELO
Desde arriba las fragas se perciben como un todo tupido, un extenso manto verde que se acerca al río sin nunca llegar a cubrirlo del todo. Desde tierra sin embargo no hace falta ser experto para descubrir rápidamente rastros de mamíferos, oír perfectamente decenas de cantos distintos, o ir descubriendo una hoja diferente en cada paso. La variedad es lo que más impresiona. El roble, nuestro carballo, se ve ya a simple vista que es el rey inequívoco de la flora de estas fragas, seguido por otras especies también
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Bosque de ribera El río da vida a docenas de especies vegetales
muy numerosas como el castaño, el abedul, alcornoque, avellano, aliso, tejo. La lista en realidad es casi interminable, ya que hablamos de una especie de selva que guarda perfecto equilibrio según las zonas. El roble ocupa su área y el abedul la suya, sin llegar nunca a agredirse. Si nos adentramos caminando por alguna de las rutas más recónditas no es difícil perder el aliento ante la inmensidad de alguno de los más 7
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Rincones Helechos y rastros de la actividad humana conviven ahora en armonía
antiguos ejemplares; o ante la maraña creada por una vegetación que por su tamaño reconocemos como muy vieja. En la flora hay otra planta estrella, el helecho, muy característico también de las fragas gallegas. En las del Eume los expertos han llegado a catalogar hasta 20 diferentes especies. Algunos son únicos, en vías de extinción, y que responden muy negativamente a la variación de su hábitat natural. Toda esta vegetación no está sola. Es el apoyo –y la causa– de que las fragas sean también reserva 8
para más de un centenar de especies de aves; 40 de mamíferos; 8 de peces; más de 120 de vertebrados; 13 de anfibios y 14 de reptiles. Estas son sólo algunas de las cuentas. Tras los números se esconden el lobo, la marta, el halcón peregrino, la musaraña, el azor o el gato montés. Por ejemplo, aquí se pueden localizar trece de las quince especies de anfibios que hay en Galicia; y cinco de ellas son exclusivas del Noroeste de la Península Ibérica. O, también, ver o caracol de Quimper, un raro molusco que en Europa só se localiza na Bretaña francesa e a cordilleira cantábrica. Por todo lo dicho, visitar las Fragas exige tener muy claras cuáles son nuestras obligaciones al entrar por cualquiera de los cuatro portales del parque. Mucho de lo que hemos comentado es sólo visible si nos decidimos a recorrer alguno de los seis senderos marcados y descritos en las guías prácticas oficiales; y otra gran parte ni siquiera la veremos, porque se esconderá rápidamente en cuanto oiga nuestras pisadas. Pero tendremos siempre presente que el hecho de no verlo no significa que no esté allí. Nuestra recomendación es que se planee cuidadosamente la visita, decidiendo el modo de conocerlo según nuestra capacidad física para caminar. Si no fuese el caso, también hay
muchas áreas a las que se puede llegar en coche, disfrutando en casos de unas panorámicas impresionantes. Para obtener información podemos acercarnos al Centro de Recepción de visitantes (43°25’37” N - 8°07’42” O), en la carretera entre Ombre y Caaveiro (Km. 5). Próximamente está previsto abrir un segundo Centro de Recepción en el Portal de Monfero.
completas y bellas que cuando inicien su visita. El parque cuenta con seis rutas señalizadas que recorren los principales puntos de interés, con denominaciones que bien recuperan los nombres por los que se las conocía antaño; o bien hacen referencia a alguna de sus características más llamativas, o lugares por los que pasan. Situándonos en la desembocadura y por orden, podemos optar
Eume En su curso recoge el agua de otros dos ríos
Adolfo Enríquez Enríquez Adolfo
Hay otras opciones, como las rutas no señalizadas que diversos grupos de senderismo, o de aficionados a la bicicleta de montaña, suben y comentan en blogs y foros especializados de Internet. Pero seguir estas no es recomendable si no se tiene mucha experiencia y se cuenta con el equipo necesario. Los inexpertos pueden perderse muy fácilmente en las fragas. Además, hay zonas con desniveles muy acusados; áreas del río con mucha corriente; y rocas, troncos y firmes muy resbaladizos precisamente por la humedad y las múltiples clases de musgos y líquenes que ocultan las zonas menos soleadas. Adentrarse en las fragas por zonas no señalizadas, en todo caso, parece contrario al respeto por este conjunto de la naturaleza. Y ya saben que necesitamos que las fragas queden exactamente igual de tranquilas,
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Rutas a pie
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S. Xoán de Caaveiro Fundado en el s. IX, formó parte del patrimonio de los Andrade
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Accesos
A las Fragas do Eume se accede por cuatro portales o entradas. El Portal de Caaveiro da acceso a un tramo de río suave, por el fondo del valle y rodeado de bosques, desde A Xunqueira hasta el Monasterio de Caaveiro (43°25’03” N - 8°04’06” O), casi coincidiendo con el coto de pesca de Ombre. Se accede por la LC-151. Cuenta con un aparcamiento de autobuses (a partir del cual no se permite la entrada de este tipo de vehículos); tres puentes y, cruzando el río por uno de ellos, el Monasterio de Caaveiro, visita muy recomendable. Al Portal de A Capela se llega desde As Neves (AC-141). Podemos entrar para hacer el recorrido hasta la Central Eléctrica del Eume y, desde allí, conectar con el Portal de Monfero. Este es el camino que nos lleva por el cañón del Eume, en el que haremos varias paradas para dejarnos llevar por las vistas de este fenómeno natural. El punto de partida coincide con la ruta de senderismo GR- 50, por la que podríamos llegar hasta el Monasterio de Caaveiro. El Portal do Encoro do Eume nos lleva desde Goente al embalse por la CP-1802. Es prácticamente un camino de ida y vuelta, ya que no está conectado con ninguno de los restantes portales. Impresionan las vistas de las paredes de la parte alta del cañón, sin desmerecer al propio embalse. Finalmente, el Portal de Monfero, nos lleva primeramente al Monasterio (43°20’26” N - 8°02’16” O ) del mismo nombre, por la CP-5003. Y desde A Virusa hay bifurcación en dos ramales. Uno nos lleva a As Eiras, un camino de ida y vuelta. Y el otro a la Central Hidroeléctrica del Eume, cruzándonos nuevamente con la ruta de senderismo GR-50. Desde la Central podemos conectar con el Portal de A Capela.
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por la ruta Os Encomendeiros, apta para toda la familia, que discurre río arriba hasta Caaveiro para después volver sobre sí misma paralela al río Sesín. La segunda, la de A Ventureira, nos lleva por el cañón, la mini central de o Parrote y la Centraol Hidroeléctrica de O Eume. En la ruta, lamentablemente, no podremos evitar ver la reciente devastación por el fuego, sobre todo al dirigir nuestra mirada a los alrededores del Monasterio de Caaveiro. Río arriba va la de las Cumbres (Cumios) de Sanguiñedo, una de las más largas (8,5 km.) y de dificultad media, pero que valdrá la pena por las vistas sobre la Pena do Teixo. Alejándose del río podremos también seguir otra ruta, diseñada más para ser realizada en bicicleta, la del Camiño de Pena Fesa, de algo menos de 10 km. de longitud y dificultad baja. Pedaleando por ella podemos cruzar los montes de Marola y Pena Fesa, en un viaje placentero por pistas secundarias y caminos forestales que podemos tranquilamente programar con nuestros hijos. La sexta posibilidad, Camiño dos Cerqueiros, nos acerca nuevamente al río. Es una de las más llamativas por las zonas que recorre, ya que nos lleva desde áreas de monte elevadas hasta las fragas cercanas al embalse. Son 6,5 kilómetros de longitud, también de dificultad baja y que además podemos recorrer a pie o en bicicleta. En algunos de sus tramos tendremos muy buenas vistas de la villa de As Pontes de García Rodríguez. Todas ellas están señalizadas y se pueden realizar en buenas condiciones la mayor parte del año. En el Centro de Recepción de visitantes del parque podemos obtener toda la información necesaria para localizar los puntos de salida y remate, así como descripción de itinerarios. En Internet, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras tiene también a disposición de los usuarios guías de descarga gratuita del parque (con amplias descripciones y mapas topográficos) que también nos resultarán muy útiles.
Beatriz Díaz
Ciudades
Praza da Constitución O centro do casco antigo
BETANZOS Capital do gótico galego Por Lucía Cheda
Betanzos é o centro neurálxico da comarca das Mariñas, o vibrante lugar ao que os veciños da zona van mercar, facer xestións nas numerosas institucións que aquí teñen sede ou pasar os seus momentos de ocio. Desde que perdera hai século e medio a súa condición de capital provincial, a cidade adormentou mentres a súa veciña A Coruña medraba ata converterse na urbe que hoxe é. Esta circunstancia permitiulle a Betanzos conservar case intacto o seu casco histórico, herdanza do seu pasado medieval e moderno que hoxe renace co pulo das súas xentes.
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esignada capital de provincia en tempos dos Reis Católicos, Betanzos viviu daquela a súa época de maior esplendor. O ocaso chegou parello á perda dese estatus, en 1834, pero tamén a unha vaga de incendios que asolou a cidade e ás malas colleitas que botaron por terra os soños dos viticultores das Mariñas. Hoxe cambian as tornas: o casco histórico presume de ser Conxunto Histórico-Artístico e dúas vides autóctonas –branco lexítimo e agudelo– foron recuperadas e postas en valor. Prazas, monumentos e tabernas son as paradas dun percorrido pola capital do gótico galego. O centro vital da cidade está na Praza dos Irmáns García Naveira, nomeada polos betanceiros como a do Campo por ser o escenario das feiras que todo bo veciño coñece e recita. Este espazo foi reformado a mediados do XIX no intento de convertelo nunha praza maior de estilo burgués. Foi entón cando se colocou no centro a fonte de Diana Cazadora, que imita o deseño da estatua da Diana de Versalles do Louvre parisiense. Sorprende observar como deixou pegada o peculiar estilo
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Arquitectura Estilos propios de diferentes épocas
dos betanceiros de beber na fonte, rubidos nela e cun pé apoiado na súa base. Entre os edificios históricos destacan a Igrexa de Santo Domingo, coa torre desde a que se eleva o famoso globo nas festas de San Roque; o convento do mesmo nome, co Museo das Mariñas; o Arquivo ou Liceo, con parte das oficinas do consistorio; ou o Hospital de Santo Antonio de Padua, cos xulgados. Tamén nesta praza, a estatua dos Irmáns García Naveira recorda a estes benfeitores, uns emigrantes retornados da Arxentina. Anteriormente estaba situada nos xardíns do Carregal; de feito, fóra de contexto é difícil entender o seu significado orixinal: mentres un irmán fala por teléfono coa figura da Caridade
Os soportais decimonónicos da praza do Campo contrastan cos medievais da Fonte de Unta e cos da Cañota, aos que se chega costa abaixo sen abandonar a Travesía do Progreso, empinada ata o punto de que alguén considerou necesario colocar unha varanda metálica para axudar ao camiñante. Grandes mesas e bancos de madeira estratexicamente situados nestes frescos balcóns corridos convidan ao transeúnte a deterse a degustar un caldo da Terra de Betanzos. O escritor Álvaro Cunqueiro definía este viño como “cazadorciño de perna lixeira, amigo do baile e aínda algo da bulla, fresco como unha mañá, e sen máis armas que poñer e pintar que o ramallo de loureiro sobre a porta”. Nun país de contrastes como o galego, non é raro atopar adegas que ofrecen
Sepulcro De Fernán Pérez de Andrade
ao visitante viño novo co loureiro como reclamo a carón de tabernas modernas que se localizan as máis das veces en edificios históricos brigantinos. Abundan neste recanto da Fonte de Unta os balcóns de madeira torneada, típicos cas casas da comarca das Mariñas. Trátase de casas de baixo e dous pisos nas que xeralmente é o segundo o que ten balaústres. O deseño servía en tempos tanto para tender a roupa como para secar o millo ou refrescarse no verán. O percorrido proposto continúa á beira do Convento das Agustinas Recoletas, poucos metros máis abaixo dos soportais. O mosteiro quedaba fóra dos antigos muros do burgo medieval. De feito, ao outro lado da rúa poden verse aínda hoxe restos da muralla e comprobar como moitas casas foron construídas sobre ela. O alto valado protexía na Idade Media e na Moderna unha vibrante vila que foi declarada cidade por Enrique IV en 1465 e que baseaba a súa
Beatriz Díaz
RÚAS DE TRAZO MEDIEVAL
Beatriz Díaz
-estatua aínda presente xunto ao campo de fútbol-, o outro sinala co dedo o asilo de anciáns, unha das moitas obras que estes indianos fixeron en Betanzos, xunto co Lavadoiro público das Cascas, as Escolas ou o xardín do Pasatempo. É este último un parque enciclopédico no que os irmáns filántropos plasmaron o seu coñecemento do mundo para goce de betanceiros e visitantes. A casa colonial de Juan García Naveira destaca na fisionomía da Praza do Campo polo seu estilo afrancesado. Ao seu carón, dos soportais da Rúa dos Ferradores, parten dúas canellas estreitas e escuras ateigadas de tascas onde se reúnen as familias betanceiras e as cuadrillas de amigos. Unha delas, o Mesón O Pote, erixiuse no 2011 co título á mellor tortilla de patacas de España. A competencia é dura: case calquera restaurante da cidade elabora con ingredientes de primeira calidade e resultados espectaculares a afamada tortilla betanceira. O segredo da feitura está, din os entendidos, en bater os ovos o xusto, sen pasarse, e en precocer as patacas cortadas en finas láminas, de tal xeito que non calle en exceso.
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Igrexa de San Francisco Fundada no século XIV polos Andrade
Beatriz Díaz
riqueza no comercio marítimo e no cultivo da vide. A muralla tiña un poxigo e catro portas; unha delas é a que está ao lado das Agustinas e xusto fronte á Ponte Vella, o antigo viaduto que salvaba as augas do Mandeo. Aquí situábase a Torre da Caramona, na que se cobraba a alcabala ou portádego aos comerciantes que pretendían vender dentro dos límites da cidade. Da torre non queda hoxe más vestixio que a súa presenza no escudo oficial do municipio. A nosa proposta inclúe un par de desvíos; un deles é o que entra pola Porta da Ponte Vella, non tanto polas casas góticas que están xusto do outro lado do seu arco apuntado –atópanse en moi mal estado e unha delas mesmo foi recente e ilegalmente derruída– como por coñecer a Farmacia Doctor
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Couceiro, probablemente a máis vella de Galicia. Documentos datados no ano 1717 certifican a antigüidade da botica da rúa dos Prateiros. Retomamos o itinerario na Ponte Vella, lugar de paso do Camiño Inglés a Compostela, onde camiñamos un pequeno treito a carón do río. As barcas engalanadas que soben aos Caneiros, alí amarradas, recórdannos a importancia dunha merenda campestre que acabou por ser unha das romarías máis concorridas e masificadas de Galicia. Tras a entrada pola Porta do Cristo, cun crucifixo tallado en madeira no tímpano postizo da cara interna, a segunda desviación do itinerario lévanos ao ultramarinos da rúa da Cerca. Na tenda de José Vázquez Bonome venden cacahuetes a granel, tostados á leña nunha máquina que ten na veciña parroquia de Mondoi e que herdou hai xa dúas décadas de Agustín ‘O Melimes’. O forte e agradable arrecendo dos manises acompaña a conversa con Bonome, un betanceiro orgulloso de selo; este sentimento de pertenza é xeral entre os veciños.
A LIÑAXE DOS ANDRADE
Rúa do Cristo arriba, a seguinte parada facémola na Praza de Fernán Pérez de Andrade O Bo. Neste recanto urbano enténdese perfectamente a afirmación de que Betanzos é a capital do gótico galego. Dúas igrexas do século XIV, a de Santa María do Azougue e a de San Francisco, amosan a paixón pola arte dos Andrade, señores feudais do norte galego. Da primeira destaca o conxunto escultórico da entrada e o retablo flamenco do século XV ao que lle faltan varias táboas roubadas polo famoso ladrón de arte Erik o Belga; da segunda, é preciso visitar os enterramentos de cabaleiros que custodia. O máis salientable é o sepulcro do fundador da dinastía Andrade, un dos monumentos funerarios destacados da arte gótica popular peninsular. O sartego está sostido polos simbólicos animais do oso e do xabaril, ten escenas cinexéticas nos relevos laterais e péchase cunha estatua xacente de Fernán Pérez con armadura e espada. Sorprende tanto pola súa beleza como polas súas dimensións. Escribiu Cunqueiro que “a casta Andrade fermentou co viño betanceiro: Tolín de Ollicos levita se o bebe; os Andrade, cando o beberon, pelexaron. Cadaquén fermenta á súa maneira”. A Praza de Fernán Pérez de Andrade O Bo é outro bo lugar para ir de tapas. A só uns metros das tabernas, un ramallo de loureiro no baixo dunha vivenda convida a beber viño novo. Antes de abandonar a “praza das igrexas”, cómpre botarlle un ollo a outra das obras sociais indianas: a escola Jesús García Naveira, que na actualidade segue a funcionar como gardería fronte ao antigo convento de San Francisco, hoxe conservatorio de música. O Lavadeiro das Cascas Aínda hoxe utilizado
Festas e feiras
Fonte de Diana Cazadora Na Praza do Campo
Onde durmir
Cayetana Suárez
paseo continúa pola rúa da Pescadería e, tras xirar na esquina na que en breve abrirá un albergue para peregrinos do Camiño Inglés, pola de Roldán. Chegando ao alto está por fin a que os betanceiros consideran a auténtica praza da vila, a da Constitución. Foi aquí onde se orixinou a cidade tras o seu traslado desde Tiobre en 1219, pois está situada na “croa”, no corazón do castro de Untia. Son moitos os edificios singulares aos que dá acubillo este alto, desde o que descenden cara aos ríos boa parte das rúas da antiga Betanzos, conservando o nome dos gremios que en tempos as ocupaban. A Casa do Concello, do XVIII, é de estilo neoclásico. Compleméntaa a Torre municipal do Reloxo, que desde o século XVI alertaba aos veciños coas súas campás tanto dos incendios como de que era tempo de cortar as xunqueiras das marismas da ría. É posterior ao templo no que se integra, a Igrexa de Santiago, matriz da cidade, que supón un exemplo de transición do románico ao gótico. Ante a portada deste edificio relixioso, á sombra dun magnolio centenario, érguese o Pazo de Lanzós. Outro pazo, o de Bendaña, destaca na praza polos seus soportais de arcos oxivais; ocúpano na actualidade as oficinas de Facenda. A Policía Local ten as súas dependencias no antigo cárcere de cando Betanzos foi xurisdición, ata comezos do século XIX. No edificio modernista Casa Núñez estivo en tempos a correspondencia do Banco de España. Anos despois, o artista local Jesús Núñez fundou nesta súa casa natal o Centro Internacional da Estampa Contemporánea, referente mundial dos estudos de gravado, que conta cunha sala de exposicións con obras de Picasso, Tàpies, Dalí ou Miró. Só por ver as escaleiras e lámpadas de estilo art déco paga a pena a visita. O camiño de volta á Porta da Vila discorre rúa do Castro abaixo. O paseo é circular e finaliza no Cantón de San Roque, obra do arquitecto coruñés González Villar, cos farois modernistas acesos e co sabor da tradición brigantina no padal.
Argimiro J. Aldrey
San Roque. Do 14 ao 25 de agosto. O lanzamento do Globo de papel máis grande do mundo na noite do 16 de agosto e as jiras fluviais aos Caneiros, os días 18 e 25, son os símbolos destas festas. Feira Franca Medieval. Na segunda fin de semana de xullo, Betanzos trasládase ao século XV no medio do bulicio de artesáns, malabares, trobadores e outros personaxes do medievo. Festa do Viño. A exaltación dos caldos locais celébrase na segunda fin de semana de maio. Romaría dos Remedios. O 8 de setembro son moitos os romeiros que se achegan a Nosa Señora do Camiño a presentar a súa ofrenda. Feiras. Celébranse no Campo os días 1 e 16 de cada mes, agás o primeiro de decembro, que troca polo 30 de novembro ou San Andrés.
Rectoral de Cines A só oito quilómetros de Betanzos, no veciño municipio de Oza dos Ríos, a Rectoral de Cines convida ao recollemento nun edificio histórico do século XV construído sobre un convento medieval do ano 911. O conxunto arquitectónico, de interese histórico-cultural, localízase nun verde e fértil val entre os ríos Mero e Mendo. Conta con 12 cuartos de estilo clásico, restaurante, comedores privados e xardín, entre outros servizos. T. 981 777 710 www.larectoraldecines.com
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VENTOSA
SORPRESA Y MAGIA Por LEDICIA TRILLO
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Arte La pequeña Iglesia parroquial de San Xiao de Ventosa guarda un valioso tesoro propio de las grandes catedrales. Un amplio conjunto escultórico policromado llena las paredes de este modesto templo situado en una aldea del interior de Galicia, en el municipio pontevedrés de Agolada. Querubines, un pantocrátor y figuras mitológicas comparten protagonismo con pinturas murales y un misterioso sepulcro labrado en piedra. El asombro del visitante que por primera vez contempla estas joyas es mayúsculo.
Adolfo Enríquez
E
l sacerdote Don Arsenio y sus feligreses de Ventosa sabían que bajo la cal de esas paredes se escondían piezas interesantes, pero pocos imaginaban que podrían ser tan valiosas y exclusivas. Los trabajos de restauración terminaron en el año 2003 y, desde entonces, la Iglesia parroquial de Ventosa se ha convertido en lugar de obligada visita para las personas amantes del arte, historiadores o simplemente curiosos que quieren contemplar un conjunto único y en verdad sorprendente. La edificación en sí es una sencilla iglesia románica de entre los siglos XII y XIII que ha sufrido varias modificaciones a lo largo de la historia. Pero existen dos momentos clave que hacen que hoy sea un templo especial. El primero es la construcción del sepulcro y de su conjunto ornamental, así como la llegada de los baldaquinos y sus esculturas. En efecto, un reciente estudio señala que el conjunto escultórico y los baldaquinos no son propios de esta Iglesia, sino que fueron traídos de otro lugar, bien para completar la ornamentación del mausoleo, o bien para proteger el lugar de alguna epidemia como podría ser la peste. De hecho, muchas de las figuras labradas en piedra de los conjuntos de Ventosa representan personajes a los que la tradición religiosa les ha atribuido capacidades curativas, como San Miguel, San Erasmo, San Sebastián o San Blas. El segundo momento clave es el siglo XIX, cuando unas obras de ampliación hacen que se eliminen los baldaquinos, que terminan colocados de forma lineal en las paredes al igual que las esculturas que los coronaban. Además, estas paredes, con el conjunto escultórico y las pinturas, son recubiertas de cal, muy probablemente, para acallar de nuevo alguna plaga infecciosa que azotó la península en aquel siglo, como la tuberculosis. Éstas y otras circunstancias definen la esencia de este hallazgo, cargado actualmente de símbolos por descifrar y de datos por determinar, pero que, en cualquier caso, confiere a la pequeña Iglesia parroquial de Ventosa un valor del que todavía desconocemos el alcance de sus dimensiones. Unos doscientos vecinos habitan en la actualidad en la parroquia de Ventosa. Es el principal núcleo urbano que encontramos en la carretera de Agolada a Rodeiro. Unas cuantas casas, con comercios y servicios, le dan el aspecto de una pequeña villa. El acceso, desde Lalín, se realiza por la N-640. 17
Adolfo Enríquez
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Lope de Ventosa Probable abad de la Iglesia
Quedan muchas incógnitas por descifrar sobre el tesoro de Ventosa, entre ellas, su fecha de origen. Diversos autores han datado el conjunto en el siglo XVI; sin embargo, el estudio realizado tras la restauración por Feijoo Martínez, Hervás Herrera y Marañón López, sostiene que las esculturas fueron labradas en el siglo XIV, cuando la epidemia de peste alcanza sus máximos, y trasladadas a Ventosa, quizás, en el siglo XV. Los baldaquinos, hasta las obras del XIX, resguardaban los altares de dos Vírgenes, y sobre ellos, escenas bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento. Después se situaban los mártires y, por último, coronando los baldaquinos, el Arcángel San Miguel y la Virgen 18
María, ambas figuras consideradas, después de Cristo, las más importantes del Juicio Final. De hecho, San Miguel era el encargado de pesar las almas de las personas después de su muerte para ponderar sus buenas y malas obras. Y en cuanto a la Virgen, según señalan algunos expertos, entre los siglos XIV y XV se vio reforzado su carácter de intercesora ante Dios.
DUDAS SOBRE EL ABAD
Otras piezas escultóricas trasladadas a Ventosa fueron utilizadas para ornamentar el sepulcro; una sepultura que, según los estudios, fue construida para albergar en su interior el cuerpo de un religioso llamado Lope de Ventosa, que habría sido el abad del lugar y también canónigo de Santiago de Compostela. Esto explicaría la circunstancia poco frecuente de que su imagen aparezca representada dos veces en el sepulcro, una en la parte baja y otra en la lauda que lo cubre. Algunos estudios señalan que son los dos atributos o hábitos de Lope de Ventosa, uno con la mitra, como abad, y otro con el Cáliz, como canónigo. Sin embargo, otras voces expertas del lugar sostienen la opinión de que este sepulcro Sepulcro Recuerda el Pórtico de la Gloria
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Adolfo Enríquez
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Baldaquinos Multitud de pequeñas esculturas
fue labrado para dos personas diferentes, y que ninguna de ellas es el abad Lope de Ventosa. De lo que no cabe duda es de que el grupo escultórico y pictórico que rodea este mausoleo es de lo más completo que existe en Galicia, con figuras que recuerdan al Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana, y que han llevado a algunas voces a afirmar que su autor bien pudo ser
discípulo del Maestro Mateo. Los doce apóstoles, un pantocrátor, una piedad al fresco y varias decenas de querubines. Arcángeles músicos, formas zoomórficas, perros guardianes a los pies del sepulcro y otros símbolos de deidades arcaicas propias de culturas ancestrales, entre ellas, la de los celtas.
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Otras visitas
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Gracias a la iglesia el nombre de esta pequeña aldea del interior rural gallego se está ganando un puesto de excepción en la amplia lista de lugares con encanto de Galicia por su magia, por su arte, por su historia. Pero en realidad, Ventosa y Agolada ya tenían su epígrafe en los documentos que estudian la historia de la humanidad, puesto que en sus tierras abundan los petroglifos, mámoas y grabados rupestres; mensajes petrificados que evidencian asentamientos humanos en la zona entre dos y tres mil años antes de Cristo. Las características geográficas del lugar podrían ser una de las explicaciones para los más que probables asentamientos prehistóricos de comunidades humanas. Rodeados por el Monte Farelo, que domina la comarca, y cercanos al nacimiento del
Ventosa y Agolada También yacimientos prehistóricos
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PUENTE SOBRE EL ARNEGO
Otra de las joyas del gran tesoro de estas tierras es el puente romano, datado en el siglo X, que unía la jurisdicción de Ventosa con las Tierras del Deza. Cruza el río Arnego y marca actualmente un límite municipal entre Agolada y Lalín. Se sitúa en el antiguo Camino Real entre Santiago de Compostela y las tierras orensanas y, por todo ello, era un puente sujeto al pago del Portazgo, el
Los hombres verdes
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Río Ulla, los Cotos de Ventosa podrían ser un hogar ideal para aquellos hombres y mujeres. En Axiaz se conserva la huella de los primitivos habitantes del país en varios túmulos dolménicos. Los mensajes petrificados que nos han dejado son de carácter simbólico, similares en algunos casos a los de la zona costera pontevedresa, y su significado, como no podría ser de otra manera, está sujeto a múltiples interpretaciones. Estudiosos de la zona, como el profesor Luis Fernando Pérez Méndez, señalan que los grabados más frecuentes son los círculos concéntricos y las cazoletas o coviñas, pequeñas incisiones que podrían ser, según varios autores, símbolos de altares, cierto tipo de calendarios astronómicos, escritura hemisférica. Incluso es probable que los mensajes en las piedras tuviesen significados desconocidos para algunos miembros de la comunidad que los realizaba, siempre con intención de que permaneciesen en el tiempo para ellos mismos y para los que viniesen detrás. Además de formas simbólicas, también encontramos otras figuras más concretas como un escudo, un puñal o diseños serpentiformes, así como rocas con pozas de tamaño considerable que varios estudiosos interpretan como altares de sacrificio, relacionados con el entramado ritual que se atribuye a las sociedades prehistóricas. Un sepulcro antropomorfo labrado en piedra granítica, probablemente de origen suevo, es otro de los grandes tesoros que esconde Ventosa y que, por fortuna, han salido a la luz.
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Misterio Las figuras proceden de otras iglesias
El tesoro de Ventosa incluye varias representaciones de una figura muy frecuente en Irlanda pero con contadas apariciones en Galicia. Se trata del Green Man, del hombre verde que vomita ramas, considerado de tradición celta y que pervive en la Puerta de las Platerías de la Catedral de Santiago, en la pila bautismal de la Iglesia del Hospital de Quiroga (Lugo) y en la Iglesia de San Francisco de Betanzos. Existen muchas interpretaciones sobre el significado de estas figuras, pero todas coinciden en su relación con la vida. Del Green Man nacen ramas, nace vegetación, nace el bosque y, en definitiva, nace la vida. El sepulcro de Ventosa aparece rodeado por un total de ocho Green Man que, en consonancia con las otras figuras del grupo escultórico, representan el concepto cristiano de la resurrección; la muerte como surgimiento de una nueva forma de vida.
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Puente romano y Portazgo Había que pagar por cruzarlo
Pazo de Eidán
Para dormir
Pazo de Eidán Los orígenes de esta casa hidalga se remontan al siglo XVI. El Pazo cuenta con 12 habitaciones y entre sus servicios destaca un spa, pista de paddle, piscina y una sala de juegos. Vale la pena acercarse y degustar sus recetas propias de la gastronomía gallega, como lacón, salpicón de marisco o filloas. Una completa oferta de servicios en el centro de Galicia, a 15 km de Ventosa y de Melide. T. 986 682 545 www.pazoeidian.com
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antiguo impuesto romano que gravaba el paso. De hecho, todavía podemos ver en el lugar la Piedra del Portazgo, en la que se situaba el vigilante/cobrador que recibía los pagos y que luego entregaba, muy probablemente, al Arzobispado de Santiago. Pendiente de una próxima restauración, el puente guarda hoy en día todo el encanto de las piedras centenarias, de los arcos romanos y de la vegetación que lo rodea. Es lugar propicio para las leyendas populares, que no faltan en la zona. Una de ellas atribuye al puente un poder teletransportador, ya que se creía que, cuando alguien caía al río desde allí, era absorbido por una especie de agujero negro y devuelto a la tierra en otra parroquia situada a varios kilómetros. English translation on page 86
Nada galego nos é alleo Caderno: Eugenio Granell Entrevista: Victorino Núñez Encarte: As orixes do cómic galego
Caderno: Laxeiro Entrevista: F. Fernández del Riego Encarte: La aldea gallega, de N. Tenorio
Caderno: U. Lugrís Entrevista: I. Díaz Pardo Encarte: A orillas del Ulla, por A. Vicente. Introducción de J. A. Durán
Caderno: A. Lamazares Entrevista: M. Fraga Encarte: Uvas e granito. Viaxe po Galicia (I), de N. Epton
Caderno: C. Portela Entrevista: A. Pousa Antelo Encarte: Uvas e granito. Viaxe po Galicia (II), de N. Epton
Caderno: F. Leiro Entrevista: X. Neira Vilas Encarte: El campesino gallego por P. Rovira
Caderno: M. Prado Entrevista: X. Fernández Albor Encarte: La emigración en Galicia, por D. R. Castro López
Caderno: L. Seoane Entrevista: L. Pozo Encarte: Seoane dialoga con V. Linares e Córdova Iturburu
Caderno: M. Gallego Jorreto Entrevista: J. M. Romay Encarte: El regionalismo gallego, por M. Murguía
Caderno: L. Nóvoa Entrevista: R. Villares Encarte: El Búho gallego, por P. Fernández de Castro
Caderno: C. Maside Entrevista: X. Alonso Montero Encarte: Rosalía de Castro 125 anos despois
Caderno: M. Colmeiro Entrevista: X. L. M. Ferrín Encarte: Aníbal Otero Tribulacións dun lingüista galego
Caderno: M. Mallo Entrevista: X. R. Barreiro Encarte: Las consideraciones de José Alonso López y Nobal
Caderno: M. Torres Entrevista: X. Fotes Bouzán Encarte: Teatro Venatorio y Coquinario Gallego
Caderno: Arturo Souto Entrevista: Camilo Nogueira Román Encarte: María Brey. Bibliotecaria, galega e republicana
Caderno: Cándido Fernández Mazas Entrevista: Emilio Pérez Touriño Encarte: Manuel Pardo de Andrade. Os rogos
Unha publicación de Ézaro Edicións Puntos de venda en Galicia (Librerías) | Coruña: Arenas, Maside, Avir, Couceiro 132, Cruceiro 248, Xiada, Nos. Santiago: Follas Novas, Fonseca, Abraxas, Gallaecia, Universitas, Encontros, Toral, Sargadelos. Ferrol: Central librera Real, Central librera Dolores, Sargadelos. Lugo: Trama, Biblos, Voz de la Verdad. Ourense: Tanco, Eixo.
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San Clemente 1 a — 15705 Santiago de Compostela Tel. 981 555 291 — Fax 981 572 077 – Núñez Morgado, 4, 1ª pl. Of. 109 — 28036 Madrid Tel. 91 314 03 43 — Fax 91 314 05 98 www.ezaroediciones.com / info@ezaroediciones.com Distribución: Modesto Alonso Estravís Distribuidora S.L. Vía Faraday, 41 Bis – Pol. Ind. del Tambre. Aptdo. 1001. 15890 Santiago de Compostela. Tel. 981 58 86 00 / Fax. 981 58 91 11 alonsolibros@alonsolibros.e.telefonica.net
Así somos
Rectoral de Anllo
Una “casa del cura” en la Ribeira Sacra Por c. rey
Beatriz Díaz
Hemos contado ya en estas páginas cómo vivía la hidalguía que habitó nuestros pazos y casas grandes. También cuáles fueron los últimos pasos de los monjes del Monasterio de Aciveiro, e incluso cuál fue la función de la herrería de Rugando. Pero poco habíamos comentado hasta el momento sobre la vida en las rectorales, el otro grupo de edificios históricos que compone nuestra Asociación, Pazos de Galicia. Ahora le toca el turno y lo hacemos de la mano de la “casa del cura” de la parroquia de Santo Estevo de Anllo, en el municipio lucense de Sober.
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Beatriz Díaz
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a Rectoral de Santo Estevo de Anllo no pertenece a la Iglesia desde el año 2000. Fue entonces cuando Cristina Goyanes y sus padres –Lalo y Olga- la compraron al Obispado de Lugo en una subasta, que la Diócesis aprovechó para deshacerse de algunas de sus propiedades y hacer caja. La casa rectoral llevaba al menos cuatro décadas sin habitar y el abandono hizo mella en su estado. “La encontramos muy mal, incluso cubierta por la maleza”, reconoce Lalo. El caso de Anllo no es atípico. Las rectorales o antiguas casas sacerdotales funcionaban como verdaderas “casas grandes”, gracias al poder que el clero alcanzó en la Galicia rural. Próximas a las iglesias parroquiales, su construcción granítica y sus dimensiones dejaban entrever el poder de sus inquilinos, los curas rurales. Solían acompañarse de fértiles terrenos a los que se unían hórreos de varios pilares donde se guardaba el cereal que los lugareños entregaban como impuesto. Algunas incluso contaban con palomar al estilo de verdaderas casas solariegas. La Desamortización de Mendizábal y el progresivo descenso del número de sacerdotes, unido a la modernización de su forma de vida supuso que una buena parte de las grandes casas rectorales hayan perdido su función. De las cerca de 3.000 que se llegaron a contabilizar en Galicia en la pasada década, pocas mantienen su uso inicial como vivienda del sacerdote. Han sido alquiladas, vendidas e incluso cedidas por la propia Iglesia, terminando en el mejor de los casos como alojamientos de turismo rural, o con usos sociales o culturales. Pero también las hay abandonadas, e incluso en estado ruinoso. La familia Goyanes hacía vida en Madrid pero mantenía sus raíces en la parroquia de Santo Estevo de Anllo, de donde era originaria la madre. Hacia
Beatriz Díaz
Beatriz Díaz
Tranquilidad Se respira en cada uno de los espacios de la casa
Se cree que la casa era hidalga en sus inicios y que luego fue donada a la Iglesia
la Rectoral parroquial les movía una querencia especial al saberse que Ignacio Rodríguez -el abuelo materno- había nacido en ella. Cuando se puso a la venta, no dudaron en comprarla. Inicialmente, para uso particular, -por su proximidad con la casa materna- aunque finalmente, y con el apoyo del arquitecto Manuel Viéitez, de la vecina Casa Grande de Rosende (hoy también establecimiento de turismo rural de la red de Pazos de Galicia), acabaron restaurándola para uso hotelero. “La experiencia fue satisfactoria”, afirman. En 25
Beatriz Díaz
Beatriz Díaz
dos años, la Rectoral de Anllo estaba lista para su apertura, manteniendo el espíritu de su “solariego” pasado. Porque si en algo es atípica esta casa sacerdotal con orígenes en el siglo XVIII es en su ubicación –lejana a la iglesia parroquial- y en las líneas de su construcción, que recuerdan más el estilo de una villa italiana que la arquitectura gallega de la época. “Creemos que sus inicios fueron hidalgos, y que después fue donada a la Iglesia”, añade Lalo Goyanes. Por eso, cuando pasó a manos del clero, los curas necesitaron establecer un lugar para sus oraciones. En la primera planta, y con acceso desde la zona de biblioteca, todavía se conserva el antiguo oratorio, presidido por un sencillo y austero altar sobre dos columnas de madera, con pequeñas imágenes de varios santos. La estancia se completa con un confesionario, varias pinturas que decoran las paredes y un lienzo sobre tela de la Virgen del Carmen, obra del
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pintor gallego de la época Juan Pérez de Castinandi, originario de la misma parroquia, al que también pertenecen las pinturas de las contraventanas de la zona de recepción. En esta zona destinada a oratorio, la familia Goyanes encontró varias casullas que pertenecieron a los párrocos que habitaron la casa, algunas con más de dos siglos.
Estancias amplias
De lo que no hay duda es que la casona se construyó en varias fases (entre dos y tres). Un hecho que se ha constatado durante las obras de rehabilitación, y que ha quedado como testimonio en el baño de una de las habitaciones, donde el espejo muestra a la vista una trabuqueira, una pequeña oquedad cuyo fin era poder introducir un arma de fuego en caso de necesidad de disparar. Otro detalle constructivo que llama la atención es el caño del fregadero de la antigua cocina, hoy integrado junto con el horno de cocer el pan en una de las habitaciones. “Nos asombra la canalización en piedra por la que salía el agua, resulta difícil imaginar cómo pudieron hacerla hace tres siglos, manualmente parece imposible”, asegura Lalo. La rectoral ha sido sometida a una cuidadosa rehabilitación convirtiendo el edificio en un cómodo establecimiento hotelero distinguido con la Q de calidad turística, que destaca por la amplitud y luminosidad tanto de sus habitaciones como de los espacios comunes. Sobresale el salón acristalado, con vigas de madera de castaño originales dispuestas a modo de tijera, que tiene salida hacia la amplia solana. Un espacio que invita al descanso y al relax, con vistas que alcanzan varios kilómetros. Completan el oasis
Rehabilitación Se ha conservado al máximo su estructura original
Beatriz Díaz
Beatriz Díaz
Arte e historia Pinturas en contraventanas y capilla del pazo
de tranquilidad 15.000 m2 de terreno que rodean el edificio, con viñedos, jardín, árboles frutales y huerta que se viene aprovechando para surtir la cocina tradicional que ofrecen en la casa para huéspedes o por encargo.
Privilegiada ubicación
Soplan nuevos vientos en la Rectoral. Ideas que brotan de las generaciones más jóvenes que pretenden darle un nuevo aire a la casona adaptándola a las necesidades de los nuevos clientes, pero sin perder ese pasado “noble” que es su esencia, y el ambiente tranquilo y familiar del que disfrutan los huéspedes de la Rectoral. Piensan, por ejemplo, en introducir una colección de arte urbano, en perfecto contraste con los frescos que hace ya dos siglos legó el pintor Castinandi a la casa. En recuperar el ciprés de la entrada que tradicionalmente formaba parte de cualquier casa solariega que dijese serlo. Porque como dice el refrán “capilla, palomar y ciprés, pazo es”. Y en aprovechar más la finca que la rodea, acondicionando un área infantil, una zona de relax y otro espacio exclusivo para mascotas. El aire de renovación también alcanza la cocina. Poco a poco piensan en incorporar nuevos sabores y posibilidades. Carta de pinchos, arroces, e incluso recetas inspiradas en la cocina tradicional de otras partes del mundo, aunque siempre a base de productos gallegos. Repostería casera y cuidadas cartas de bebidas. Pretenden, en definitiva, potenciar la Rectoral como un punto de encuentro donde familias, amigos, grupos de trabajo o empresas, puedan llevar a cabo sus celebraciones, reuniones o talleres, con diferentes opciones de ocio, tanto dentro como fuera del establecimiento.
Adolfo Enríquez
Nuevos proyectos
Alojarnos en la Rectoral de Anllo nos proporcionará la posibilidad de disfrutar de un paisaje natural único en Galicia, porque el establecimiento se encuentra entre el cañón del río Sil y su afluente el Cabe, en pleno corazón de la Ribeira Sacra. Para disfrutar de la garganta del Sil podemos tomar el catamarán en el embarcadero próximo de Os Chancís o acercarnos a alguno de los miradores. Si la visita lo hacemos a finales de septiembre, obtendremos además la grata recompensa de ver el proceso de vendimia en las escarpadas laderas, que por la fuerte pendiente que presenta el terreno alcanzó la denominación de “viticultura heroica”. Sober, el municipio donde se encuentra la Rectoral de Anllo, es cuna de los vinos acogidos a la Denominación de Origen Ribeira Sacra. Otros atractivos de la zona son la cerámica negra de Gundivós y los monasterios románicos que salpican la zona y que la hicieron merecedora del apelativo de “ribera sagrada”. Destaca el de San Pedro de Rocas, ya en el municipio ourensano de Esgos, uno de los templos más antiguos que se conocen y que además tiene la peculiaridad de estar excavado en roca. En la propia Rectoral facilitan planos e información para realizar estas y otras visitas a la zona, y en un futuro pretenden ofrecer incluso rutas personalizadas y talleres para conocer la cultura de la Ribeira Sacra desde sus distintas vertientes. También se puede obtener más información en www.ribeirasacra.org/turismo.
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Rutas
Lires, costa virgen Turismo tranquilo
Por Martín Congostro
Es la más pequeña de todas las rías gallegas. Quizás por eso sea la menos conocida. Y quizás por eso también su belleza natural desborda y no deja a nadie indiferente. Es la ría de Lires, al sur de la de Camariñas y entre dos cabos emblemáticos: Touriñán y Fisterra. Parada ineludible del Camino de Santiago en su prolongación a Muxía, Lires se presenta como un remanso de paz en la misteriosa Costa da Morte que cautiva a los amantes de los paisajes amplios y agrestes.
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Matías
Paisajes abiertos Tranquilidad para numerosas aves
sin excavar. Sus orígenes entran en el capítulo de los misterios, y es inevitable que surjan las preguntas: ¿Cómo se le ocurrió a alguien levantar ahí un poblado hace dos milenios, en un sitio donde no había terreno para la agricultura o para guardar algunos animales domésticos fuera de gallinas, gatos o perros? ¿Quiénes y por qué siguieron a esa persona? ¿Cuál es la causa por la que sus descendientes se quedaron ahí durante siglos? Otro tesoro más sin explorar de la misteriosa Costa da Morte.
Matías
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ires está en la Costa da Morte. En realidad es una aldea con su iglesia barroca la que da nombre a la ría, la cual, a su vez, alimentan dos ríos: el propio Lires y el Castro. Una aldea llena de casas de piedra que se ha convertido en una pequeña meca del turismo tranquilo y reposado en el mundo rural gallego. Nada menos que seis establecimientos –en edificios centenarios rehabilitados o en construcciones nuevas; en piedra o en maderaatraen de manera constante a los amigos de la paz, de los paisajes amplios, de la naturaleza pura, de las aves… y de las playas. Lires se define también como un excelente campamento base para explorar los alrededores. Una visita a esos alrededores debe conducir los pasos a Touriñán, con su faro doble, un cabo que literalmente se incrusta en el Atlántico y ahí lleva millones de años aguantando vientos y tempestades. Zona agreste y salvaje, con unas casas apiñadas en su parte más protegida en la que destacan –como en toda la zona- los hórreos levantados en granito. Touriñán posee también otra peculiaridad: si desde la punta se mira hacia la izquierda se atisbará un islote no muy alejado de la costa, pero islote al fin y al cabo, separado por un canal de fuertes corrientes. Lo curioso es que todo él se halla ocupado por un castro. O sea, por una aldea prehistórica, virgen, aún
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MatĂas
Matías
Modernidad y tradición La Costa da Morte acoge una gran mezcla de estilos
Dureza Según esté el día, aquí impresiona ver romper las olas
Un sendero apto para toda la familia permite llegar caminando desde el Faro de Touriñán hasta Lires
Matías
El regreso hacia Lires puede hacerse en coche o bien andando. Y es que al dejar atrás los faros de Touriñán por la larga recta, justo en la primera curva a la izquierda aparece a mano contraria un sendero que va a ir bordeando la ribera, sin desniveles que desanimen a nadie ni tan cerca del acantilado que entrañe peligro alguno para los más pequeños. En resumen, un paseo de esos calificados como para toda la familia y que permite intuir la inmensidad del Atlántico y, según el día, quedarse impresionado por la dureza con que rompen las olas. Cuando se lleva menos de una hora de excursión se llega a una elevación pequeña y el paisaje cambia. A los pies se extiende una playa –“un playón”, escribía en el siglo XVIII el ilustrado coruñés José Cornide- que se acerca al par de kilómetros de longitud. Es Nemiña, muy escasa de edificios, naturaleza pura, con un pequeño paseo de madera desde el que se domina, al fondo y rumbo a Fisterra, otro arenal de nombre O Rostro. La mejor manera de conocer Nemiña es, claro está, pisarla y recorrerla. El chapuzón, más seguro hacia las rocas. La playa, en su parte final, queda dividida en dos por una corriente ancha si bien carente de profundidad. Se trata de la salida natural de la ría de Lires, lugar lógicamente de encuentro de aguas dulces y saladas, y sometido al diario vaivén de las mareas. ¿Resulta posible cruzar por
ahí? Sin duda, pero con marea baja, cuando el agua llega hasta las rodillas e ignora lo que son las corrientes. Eso sí, procede tener la seguridad de que nunca se va a estar solo. No por presión humana, en absoluto, sino porque cientos de gaviotas (en ocasiones, miles) y casi otros tantos cormoranes descansan en el interior de esa ría. Son sus territorios, como lo son también de las 31
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Arenal de Nemiña Uno de los mejores atractivos de Lires
garzas reales. Porque éste es uno de sus lugares preferidos: como amenace tormenta o el viento sople con fuerza no es raro encontrase allí con tres o cuatro docenas de esos esbeltos ejemplares con quien nadie se mete. En la margen izquierda de esa desembocadura natural continúa la playa. Ahora muy estrecha, y lógicamente más cuando hay marea alta. La punta es un saliente redondeado muy llamativo, que da comienzo a otro trozo de costa recortada. Ahora es posible caminar por una pista ancha pegada a ella y así se llegaría a O Rostro. Pero no hace falta andar tanto, porque a los diez minutos aparecen abajo dos playas pequeñas y, con seguridad, van a estar vacías por completo de gente. Son de esos arenales que, sin duda con un toque de exageración, suelen calificarse por la Costa da Morte en adelante de inaccesibles. Lo cierto es que la comodidad de acceso siempre es inversamente proporcional al índice de naturaleza pura de un lugar, y este no constituye una excepción. Lires suma otro encanto más: se localiza en pleno Camino de Santiago, en la llamada Prolongación a Fisterra y Muxía. Es ésta una vía conocida desde hace muchos siglos y en la que se mezcla la religiosidad (continuación de la peregrinación a Compostela buscando orar en soledad) con los 32
sentimientos más mundanos (ver cómo el Sol se apagaba en el océano y contemplar, admirados, cómo al día siguiente salía por el lado contrario, aunque no faltaba quien afirmase que era otro Sol). Pero es que además el Camino une Fisterra con Muxía, o viceversa, que para gustos se pintan colores. Y es ese tramo, pegado a la costa, el que pasa por el medio y medio de Lires, que queda justo en la mitad. Los muy aficionados a poner un pie delante del otro salvan todo el recorrido en una sola jornada, pero la gran mayoría prefiere detenerse justamente aquí e invertir una más. Así, entre otros, conocerán el templo de Frixe, de innegable factura románica. El mar siempre ha sido, es y será, en fin, un imán para el hombre. Incluso los que no gustan del arte de navegar se sienten atraídos por él. Por eso el complemento ideal a una visita a Lires no es otro que dedicarle una hora al castillo de San Carlos, en pleno puerto de Fisterra y distante tan sólo quince minutos. Convertido en museo, se centra en el mar, en las artes de pesca, en los naufragios, en la riqueza que espera bajo la superficie y, sobre todo, en el hombre que dedicó su vida a trabajar a bordo de un barco. Como sin duda hacían también en sus rudimentarias embarcaciones aquellos que vivían en el castro isleño del cabo Touriñán.
Arte Tradición prerromana
SANTA MARIÑA DE AUGAS SANTAS Por Martiño Suárez
Argimiro J. Aldrey
A seis kilómetros de Allariz, Santa Mariña de Augas Santas es un sitio misterioso, magnético. En sus alrededores se han practicado ceremonias religiosas desde hace al menos dos mil años. Guerreros castreños, legionarios romanos y puede que hasta caballeros templarios se han sentido atraídos por este lugar y han dejado en él su impronta, desde la enterrada ‘Cidá de Armea’ precristiana al oscuro ‘forno da santa’ o la inexplicablemente inacabada basílica de la Asunción, congelada en el tiempo. Un dédalo de senderos recorre este territorio mágico en el que, según cuenta la tradición, fue abrasada y decapitada la mártir que da nombre a la parroquia.
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Augas Santas Vista desde la Cidá de Armea
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a leyenda, como muchas, tiene su punto truculento. Mariña, que debió vivir allá por el siglo II, era la hija de un gobernador romano de Gallaecia y sacerdote pagano. Fue criada por un aya cristiana que la convirtió, para escándalo de su padre. Este, al no poder convencer a la niña de que volviese a sus creencias anteriores, la repudió, y Mariña se fue a vivir al campo y a cuidar ovejas. No acabó ahí su peripecia. Cuando era una adolescente, otro potentado romano, el prefecto Olibrio, se encaprichó de ella. Mariña, muy joven y muy religiosa, lo rechazó, lo que enfureció al mandatario, poco acostumbrado a que le dieran calabazas. Olibrio la encerró en el castro de Armea, donde la sometió a tormento para que accediese a sus deseos. Harto de las negativas de la chica, llegó
a intentar quemarla en un horno subterráneo; Mariña se salvó gracias a la intervención de San Pedro, que abrió con su bastón un agujero en el suelo por el que la mártir salió. Olibrio, enfurecido, mandó decapitar a Mariña. Cuando la espada partió en dos su cuerpo, la cabeza cayó al suelo repitiendo la palabra “creo” y rebotando tres veces. Con cada golpe en el suelo una fuente nació en el entorno. Las reliquias, las fuentes y las localizaciones del martirio se superponen en la parroquia, como ocurre tantas veces, a otros lugares de culto pagano. La iglesia con las cenizas de Santa Mariña está en el centro del pequeño pueblo. Visitación (qué mejor nombre para una guía) vive frente al templo y acude con las llaves a la llamada de los interesados: está cerrado porque no hay más
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Argimiro J. Aldrey
Argimiro J. Aldrey
Sepulcro La basílica guarda las reliquias de Santa Mariña
que un par de misas a la semana, explica, pero el pueblo se está haciendo “cada vez más famoso”. La iglesia tiene mucho que ver en esta revalorización: de arranque románico y remate gótico, fue erigida en el siglo XII y, aun así, conserva un aire ligero poco común para la época. Visitación Guede explica que el rosetón, del mismo período, hay que verlo en las tardes de los meses de abril y septiembre, los únicos momentos del año en los que la luz entra con fuerza para iluminar el altar mayor. En su interior alberga la tumba de la mártir y algunos detalles muy particulares: pequeñas pinturas murales de ánimas abrasándose, capiteles medievales con cabezas sonrientes y vigas de madera pintadas con ajedrezados o formas entrelazadas.
FUENTES MILAGROSAS
Junto a la iglesia se encuentra el palacio de verano del obispo de Ourense, encargado por el mitrado Juan Muñoz de la Cueva a principios del siglo XVIII y guardado por dos fieros perros de piedra. En su capilla, a la que el ilustre ocupante bajaba a dar misa directamente desde su habitación, se encuentra la primera de las fuentes que brotaron con la decapitación de Santa Mariña. Es más bien un pozo, y sus aguas, apunta Visitación, sirven un poco para todo y no se secan nunca, ni siquiera en los días de fiesta en los que docenas de romeros acuden a tomarla. Otra de las fuentes mana tras el hermoso ábside de la iglesia y muestra la efigie tradicional de la Santa, coronada, con una palma en una mano y la cruz en la otra, encaramada sobre una serpiente, símbolo del mal al que ha vencido. Pueblo abajo, un camino se acerca a la ‘Cidá de Armea’, un castro que en su momento debió tener grandes proporciones y que hoy reúne los lugares del martirio de Mariña. La senda, de origen romano, está compuesta por enormes bloques irregulares y recorre un bosque lleno de muretes cubiertos de verdín criado durante décadas.
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Sendas Un laberinto atraviesa el antiguo asentamiento
Consiste en una construcción de una nave, de traza románica, cuyas obras comenzaron probablemente en el siglo XIII. Sin embargo, en algún momento en torno al XIV las obras se interrumpieron, cuando los muros medían aún entre dos y cuatro metros de altura. Hasta hoy. Bajo la basílica, en una cripta oscura y húmeda que parece sacada de una película de arqueólogos
En medio del camino, surgiendo entre unos árboles y anunciada por un par de piedras agujereadas hace cientos de años, aparece la inacabada basílica de la Asunción. El misterio cubre la historia de esta iglesia, edificada justo sobre el horno en el que Olibrio intentó quemar sin éxito a Santa Mariña. Sin duda se trata de otra cristianización de un rito pagano previo. Carballo da Santa El original se secó en los años 50
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LA CRIPTA
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intrépidos, se encuentra el ‘forno da Santa’, donde según la leyenda tuvo lugar la cremación fallida de Mariña. Los ojos -y el corazón- tardan en acostumbrarse a la negrura: la estancia está en su mayor parte bajo tierra y solo una ventana aporta algo de claridad. Cuando lo hacen, se puede contemplar la sala, con un suelo desvencijado compuesto de grandes piedras bajo las que corre el agua que surge de dos grietas en los muros. En las paredes se apoyan las lápidas pétreas de varias sepulturas medievales, probablemente parte del suelo en tiempos remotos. A un lado hay un altar sencillo y al otro un caño que canaliza el agua hacia un pilón. Al fondo, aún más oscuro, tras un arco con dos relieves en forma de serpiente, está el ‘forno’. Se trata de una cripta semicircular bajo la que descansa una piedra redonda, de fábrica prerromana. En el techo hay un agujero, a modo de chimenea, por el que, según la leyenda, San Pedro hizo salir a Mariña de su tormento. Los expertos consideran este recinto y la piedra se utilizaban en ceremonias religiosas relacionadas con los guerreros del cercano castro de Armea, probablemente en forma de baños, a modo de sauna.
Hay varias explicaciones, pero ninguna es definitiva. La más extendida apunta a que los promotores de la obra fueron los caballeros templarios, rodeados siempre de misterio en sus ritos de iniciación y su relación con el ocultismo. El final desastroso de las Cruzadas y la disolución de la Orden del Temple en el arranque del siglo XIV explicarían que el edificio se dejase a medio hacer. Algún historiador ha asegurado que las lápidas de la cripta cubrían tumbas de caballeros,
Forno da Santa Situado bajo la inacabada basílica de la Asunción
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La vista vuelve a resentirse al salir al exterior. Entre los muros inacabados de la basílica uno se pregunta por qué la construcción se interrumpió abruptamente para nunca volver a retomarse.
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MISTERIO BAJO TIERRA
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La Cidá de Armea Importante asentamiento castreño
aunque otros aseveran que son posteriores al final de la enigmática congregación.
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LA ‘CIDÁ DE ARMEA’
Carlos Peteiro
Para dormir
Casa Grande de Soutullo Situada a treinta kilómetros de Allariz y diez de Ourense, la Casa Grande de Soutullo es un pazo del siglo XVIII rodeado de prados y bosque, restaurado por sus propietarios y gerentes. Gill y Benito lo han convertido en un acogedor caserón lleno de muebles de época y de arte de ayer y hoy. Por su situación es la perfecta puerta de entrada a la provincia. T. 988 205 611 www.pazodesoutullo.com
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El camino sigue hacia arriba, adentrándose en la antigua ‘Cidá de Armea’, bordeando una enorme roca hasta llegar a las ‘pioucas da Santa’ Son dos pozas rectangulares excavadas en un afloramiento granítico, acompañadas por otras tazas circulares más pequeñas y rodeadas por un muro bajo. La tradición explica que en estas piscinas se refrescó Mariña después de que Olibrio intentase achicharrarla unos cientos de metros más abajo. Se dice que de una de las pozas, la que tiene forma de oreja, se puede extraer incluso en lo más tórrido del verano ourensano agua medicinal que cura los problemas de oído. Los investigadores apuntan a que los huecos se usaron en tiempos prerromanos para prensar olivas y hacer aceite. Sobre el muro cuelgan las ramas de un roble, relacionado también con la tradición de la mártir. En su lugar se alzaba hasta hace unas décadas el majestuoso ‘carballo da Santa’, destruido por un rayo y vendido para leña en los años cincuenta del siglo pasado. Un poco más allá se encuentra una de las excavaciones que se llevan a cabo para esclarecer el pasado de la ‘Cidá de Armea’, un pasado que surge hasta en los momentos más inesperados: hace poco un vecino descubrió, en plenas tareas agrícolas, los restos de un posible santuario galaicorromano. English translation on page 87
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Teixadal de Casaio El bosque inmortal Por Santiago Bacariza
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Espacios naturales El conjunto de tejos más importante de Europa se encuentra en Galicia. Sagrado, mítico, templo de druidas celtas, bosque misterioso, bosque mágico. Cualquier adjetivo que se aproxime a su esencia hará volar nuestra imaginación. Su visita es un viaje al pasado en busca de una naturaleza primigenia.
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Cómo podemos describir una sensación, una caricia, una música, el amor? ¿Qué palabras encontramos para relatar la huella que deja en nosotros un paisaje? Cuando nos adentramos en el terreno de lo emocional las palabras escasean. Intentar trasladar el verde oscuro y ancestral de las copas de los tejos al papel o relatar los silencios que vagan en la espesura del bosque es un ejercicio complejo. Entrar en el Teixadal de Casaio es como acceder a un recinto catedralicio de la naturaleza. Entre las ramas que tapizan el espacio aéreo se filtra la luz a modo de vidriera. Los troncos nos conducen verticalmente hacia las bóvedas que forman las copas de los árboles, con el mismo estilo y sentido que los pilares que sujetan los arcos de las iglesias. En este templo al aire libre, donde resulta absurdo encerrar a los dioses, quizá los druidas celtas oficiaron sus celebraciones antes de que la civilización romana nos incorporara al mundo de lo tangible. Pero antes de que la razón decaiga ante los sortilegios de este espacio, centremos los datos. El Teixadal es, como la toponimia nos indica, un bosque de tejos (teixos en gallego). Se encuentra situado a los pies de las montañas más altas de Galicia, en el macizo de Pena Trevinca, en los límites de la provincia de Ourense con la de León al norte y la de Zamora al sur, aproximadamente a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar. El ayuntamiento al que pertenece es el de Carballeda de Valdeorras, que aunque se encuentra ambientalmente muy deteriorado por sus explotaciones de pizarra a cielo abierto, aún esconde en este pequeño reducto la gran joya botánica de Galicia. Y escondido está, y afortunadamente que así sea, ya que por esa razón seguramente se haya salvado de la acción predadora del hombre sobre el medio. Su extensión no supera las dos hectáreas y en su superficie se computan unos cuatrocientos pies de tejos. Lo que para el aficionado puede parecer poco, es para el especialista una suma colosal, ya que apenas quedan referencias en Europa de arboledas de este estilo. Junto a los tejos aparece un cortejo de robles, acebos y serbales. Y en excepcional soledad encontramos un abedul de singular porte y elevada edad. El Teixadal se aferra a una abrupta ladera de fuerte pendiente, sobreviviendo a unas condiciones climáticas extremas, en un lugar que por su inaccesibilidad ha podido permanecer oculto. Seguramente estos datos nos permiten comprender las razones de su desesperada supervivencia.
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árbol sagrado celta
En otro tiempo los tejos debieron de ser abundantes. De ello queda fiel testimonio en la toponimia. Lugares denominados Teixeda, Teixedais, Teixedelo, Teixeiro o Teixida se encuentran por toda la geografía gallega. Sin embargo, quizá haya sido la alta toxicidad de sus hojas, ramas y semillas, y sus efectos sobre el ganado, lo que lo haya ahuyentado de la convivencia con el hombre. De los pueblos celtas se cuenta que envenenaban sus flechas con jugo extraido de sus hojas. Y la historia mítica de Galicia relata como los pobladores de un lugar denominado “Monte Medulio” prefirieron suicidarse colectivamente con este veneno antes que entregarse a las tropas romanas que los cercaban. Sabemos que los pueblos célticos que habitaron Galicia antes de la llegada de los 41
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Pena Trevinca El Teixadal es difícilmente accesible
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de la vida. Es la fiesta de Beltaine. Entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre comienza a reinar el tejo. Es la noche mágica de Halloween o fiesta de Samain. Para la religión católica es la fiesta dedicada a todos los santos, de visita obligada a los cementerios para recordar y homenajear a nuestros muertos. A partir de este momento las noches decrecen y los días se hacen más largos. Salimos de las sombras y avanzamos hacia la luz.
Especie centenaria
romanos tenían creencias naturalistas. Atribuían espíritu divino a los ríos, a las piedras, y por supuesto a los árboles y a los bosques. El árbol ha sido elemento central de culto en estas ancestrales religiones y el conjunto de algunos de ellos de especiales tamaños o características estéticas conformaban recintos sagrados. ¿Habrá sido el Teixadal de Casaio lugar esotérico de los druidas galaicos? En el calendario celta cada período de tiempo estaba dedicado a un árbol, siendo el tejo y el roble las dos especies fundamentales. En su círculo de la vida ambas especies ocupaban posiciones diametralmente opuestas. Los primeros días de mayo abren el calendario con el roble, durante la primavera, con el renacer 42
El tejo presenta una enorme longevidad. Tiene unas excepcionales dotes para regenerarse a sí mismo una y otra vez, encadenando la decrepitud y la muerte con un rebrote de sus yemas durmientes que darán lugar a un nuevo ser. Quizá esto explique la elección de esta especie en los rituales celtas para representar la resurrección y la vida eterna. El caso es que este vitalismo imparable hace que se hable de ejemplares de miles de años de existencia, o que en el caso del Teixadal de Casaio podamos asumir la hipótesis de que los ejemplares que hoy vemos allí son los hijos, los nietos, los bisnietos y así sucesivamente de otros que vivieron hace miles de años en ese mismo espacio. Quizá las primeras semillas germinaron allí hace millones de años. Este discurso sobre la edad de los tejos es el que nos interrogará cuando visitemos este bosque. No existe ninguna investigación que pruebe la edad de los tejos más antiguos que allí podemos contemplar pero,
a pesar de ello, es seguro que se tienen que contar por centenares de años. Los árboles más gruesos sobrepasan el perímetro de 4 metros llegando a unas alturas cercanas a los 15 metros. Pero aún más interesante que la deducción de la edad de estos abuelos del bosque es contemplar como los árboles abatidos no yacen en el suelo moribundos, sino que comienzan su proceso de emisión de nuevos brotes que irán originando con el tiempo otros árboles. De los pies padre que van desapareciendo con los lógicos achaques de la vejez nacen jóvenes fuertes que los suplirán. Son como el ave fénix que renace de las cenizas y levanta el vuelo otra vez. En esta hipótesis de que el bosque actual es el sucesor de sus antecesores subyace la verdadera importancia de este espacio natural. La pauta descrita se vendría repitiendo desde muchos siglos atrás, llegando el bosque actual a encontrarse vinculado al Teixadal que subyace bajo éste, y tras este otro anterior, y otro más… De alguna manera entre los restos acabaríamos descubriendo el origen , al cual, de alguna forma todos los tejos permanecen vinculados. ¡Fascinante!. En la grandiosidad del relieve del macizo de Trevinca la vegetación arbórea escasea. La erosión que sufren los suelos y las grandes pendientes batidas por la nieve, el hielo y los fuertes vientos no han favorecido el asentamiento del arbolado. Sin embargo, observando e interpretendo con atención el paisaje encontramos que entre las montañas aparecen hoyos (allí denominados foios), que aprovechan la retención de suelo y la humedad. Aquí se desarrollan pequeñas masas de frondosas en las que aparece el roble, acompañado de fresnos, arces, serbales, castaños y algunos ejemplares aislados de tejos. De nuevo el tejo deja testimonio de una existencia que en otros tiempos posiblemente ocupase un área de mucha mayor extensión que su refugio actual. Se puede afirmar que el Teixadal es un pequeño bosque espontáneo que se ha desarrollado sin más interferencias que las que pudieran causarle las fuerzas de la naturaleza. Es en este contexto donde esta especie alcanza todas sus singularidades. La maraña de árboles que aparecen diseminados en un aparente caos obedece a una lógica que es posible interpretar. A veces los tejos crecen como pies aislados e independientes, pero con cierta frecuencia nos encontramos con conjuntos de troncos que parecen nacer de un mismo germen. El laberinto de árboles que nos rodea conforma un recinto cerrado, sombrío y solemne y todo su aparente desorden no tiene otra explicación que su capacidad de originar brotes en todas direcciones. Así, incluso en las más adversas situaciones, su potencial de regeneración, explora el terreno para generar nuevos individuos “clones” de los que proceden. Y esto sucede a cualquier edad, por lo que comprediendo este fenómeno adquire sentido el título de bosque inmortal.
Santiago Bacariza
Formas Muñones en los troncos indican el paso del tiempo
Resulta aún más llamativo el hecho de que en este bosque no existe ni una sola muestra de repoblación natural por semilla. Parece que las condiciones necesarias para su germinación no son las que hoy se encuentra esta planta. Con lo que regresamos a la necesidad de explicar el fenómeno de su supervivencia a través de la teoría de los árboles-nodriza. Unos se suceden a otros en una cadena sin fin.
Un bosque enmarañado
Con frecuencia encontraremos en el Teixadal conjuntos construidos por varios tejos de portes muy diversos. No resulta posible discernir si se trata de un individuo con varios troncos o distintos árboles 43
Santiago Bacariza
Santiago Bacariza
que con el tiempo han crecido quedando prendidos unos a otros. A veces no podremos apreciar cual es el origen de cada árbol, que se nos aparecen como parte de un jeroglífico indescifrable. En ocasiones las ramas crecen apuntando hacia el suelo, o van a empotrarse horizontales en la pendiente. Entonces surge de nuevo el milagro. De estas extensiones en forma de brazos y piernas surgen criaturas-hijo, consiguiendo enraizar en el suelo las proyecciones de las ramas. Este mecanismo de propagación resulta claramente eficaz ya que no se aprecia que
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la extensión del bosque retroceda como sería de esperar en un lugar donde las semillas dejan de cumplir con su función reproductora. Es seguro que algunos de los ejemplares que hoy encontramos en plena vitalidad pudieron conocer a Carlos V, a Felipe II o a la mismísima Santa Teresa de Jesús, por señalar algunos ejemplos de personajes famosos de la historia de España, ya que su edad tiene forzosamente que superar los 400 años. Esta estimación está basada en la comparación que los expertos han hecho con otros ejemplares de los que se tiene constancia cierta de su fecha de plantación en otros lugares del mundo. El grosor y altura de sus troncos, aunado a su lento crecimiento, nos invita a soñar con longevidades varias veces centenarias. En las islas británicas se han referenciado otros conjuntos de tejos singulares, a los que allí otorga aquella sociedad un valor extraordinario. Sin embargo, todos ellos tienen su origen en plantaciones llevadas a cabo por la mano del hombre. No son por lo tanto comparables al Teixadal de Casaio, en el que la presencia de tejos puede remontarse al Terciario, su origen es espontáneo y el número de sus miembros es realmente significativo. Jeroglífico A veces es difícil identificar el árbol madre
Santiago Bacariza
Irrepetible Un verdadero tesoro botánico
Asturias cuenta con algunos ejemplares sobresalientes de tejos en las puertas de iglesias y cementerios. Son árboles centenarios que quizá fueron plantados en virtud de la herencia celtista que les atribuía la condición de árboles eternos, como un nexo de comunicación entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Los asturianos los han declarados “monumentos naturales”, asignándoles un marco de protección que asegure su supervivencia. También en Galicia podríamos encontrar en el frente de alguna capilla ejemplos de tejos singulares que pudieran seguir esa visión religiosa de nuestros antecesores célticos, pero desgraciadamente ninguno de ellos cuenta con esa destacada calificación de monumento natural. El Teixadal de Casaio es un tesoro botánico que no podemos perder. Para todos en general, y para la ciencia en particular, sería preciso dotarlo también del máximo grado de protección que las leyes permitan. Elaborado por el transcurso de miles de años no resultaría posible recrearlo bajo el prisma de la vida, ni de una, ni de muchas generaciones, por lo que su pérdida sería irreparable. Para visitarlo debemos calzarnos unas botas de montaña y caminar. La experiencia vale la pena. Conocerlo para amarlo y amarlo para respetarlo. English translation on page 88
Para dormir
Adolfo Enríquez
Máxima protección
Pazo do Castro A 16 km del Teixedal, es el lugar perfecto para descansar, combinando el turismo natural y el cultural. La historia del Pazo se remonta a 1630 y junto con la capilla, ha sido declarado Edificio Histórico-Artístico. El visitante se encontrará un edificio que es un museo en sí mismo: nobles habitaciones y salones en los que gran parte del mobiliario pertenece a aquel Pazo originario; carruajes y aperos etnográficos. Todo ello sin olvidar las comodidades que un hotel de esta categoría ofrece: restaurante, piscina cubierta, circuito termal, pistas de tenis y paddle. T. 988 347 423 www.pazodocastro.com
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Museos
Adentrándonos en el pasado jacobeo
museos de santiago Por Elvira Fernández Piñeiro
Santiago de Compostela es en sí misma una ciudad-museo. Recorrer su casco histórico es recorrer la historia del arte religioso y de la arquitectura civil desde la Edad Media. No en vano, el de Compostela es uno de los centros históricos mejor conservados de Europa. Pero podemos vivir mucho más de cerca su historia si optamos por visitar dos de sus museos, el de la Catedral y el de las Peregrinaciones. Es imposible comprender el valor histórico y cultural del fenómeno jacobeo sin una detenida visita a ambas instituciones. Con la contemplación de sus colecciones, en unos ambientes de tanta evocación histórica, el visitante se empapará de una cultura generada en Compostela y en sus caminos de peregrinación, única en el mundo.
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Adolfo Enríquez
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a entrada al Museo de la Catedral se sitúa en plena Plaza del Obradoiro, en una puerta situada en la parte más occidental del claustro catedralicio. El Museo, fundado en 1928, englobaba diferentes colecciones de arqueología, orfebrería y tapices. Presenta en la actualidad, tras la remodelación de 2011, una nueva museología y una renovada museografía. De la primera basílica compostelana, de nave única y fábrica sencilla, mandada construir por Alfonso II junto a un antiguo mausoleo romano, han aparecido vestigios en las excavaciones arqueológicas realizadas en la catedral en la década de 1950. Con la llegada de los primeros peregrinos, deseosos de rendir culto al apóstol Santiago, la basílica primitiva fue sustituida por otra mucho mayor, de tres naves y tres ábsides, durante el reinado de Alfonso III, consagrada por el monarca en 899. De esta etapa altomedieval nos habla la lauda de Aroaldo, perteneciente al cementerio de la basílica, pieza epigráfica fechada en 885, con una de las inscripciones más antiguas de las aparecidas en la Catedral. Hay también restos de pavimento y fragmentos de ventanas, procedentes de la basílica de Alfonso III. La razzia liderada por Almanzor en 997 provocó la destrucción de este templo, que tuvo que ser reconstruido en tiempos de san Pedro de Mezonzo y del rey Bermudo. Las peregrinaciones se internacionalizaron en el siglo X, aumentando a lo largo del XI. Este fenómeno
Compostela Llama la atención la conservación de su casco histórico
dio lugar al inicio de la catedral románica, en 1075, contando con el impulso del obispo Diego Peláez y el patrocinio del rey Alfonso VI. Los avances de la obra fueron considerables en época del obispo Gelmírez, de modo que la primitiva basílica de Alfonso III pudo ser demolida en 1112. Con Gelmírez al frente de la Mitra se terminó la girola y sus capillas, se construyó el brazo mayor de la cruz basilical y sus portadas historiadas, y se avanzó en las tres naves mayores. De época románica son testigos los capiteles fundacionales de Diego Peláez y Alfonso VI, (se exponen los vaciados en yeso, los originales están en la capilla del Salvador), en los que, según el profesor Serafín Moralejo, se refleja la influencia francesa de la escultura de Auvernia. Gelmírez es consagrado arzobispo de Santiago en 1120, tras haber impulsado la sede compostelana como destino de peregrinaciones y de haber realizado viajes a Portugal, Francia e Italia. De su gusto clásico hablan los restos de los fustes entorchados, labrados en mármol, pertenecientes a las puertas de la primitiva fachada norte, llamada del Paraíso o Porta Francígena, principal acceso de los peregrinos a la Catedral. Para conocer la organización de esta portada, demolida en el siglo XVIII para construir la fachada de la Azabachería, son de importancia las descripciones del Libro V del Calixtino y la Historia Compostelana. Relieves y figuras del taller del maestro de Platerías o del maestro de la Traición, engrosan los fondos
La historia de la ciudad puede conocerse a través de las piezas de los museos de la Catedral y las Peregrinaciones
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Museo de la Catedral de Santiago de Compostela
Retablo de alabastro Donado por el peregrino inglés Jonh Goodyear en 1456
catedralicios relativos a este momento. De época más avanzada, dentro del siglo XII, destacan dos esculturas que quizá procedan de la fachada de la cripta del Pórtico de la Gloria. Una de ellas, obra del “maestro de los paños mojados”, es una de las piezas de mayor calidad del Románico gallego.
El coro pétreo mateano
Museo de la Catedral de Santiago de Compostela
El Museo de la Catedral alberga una reconstrucción parcial de la sillería de coro realizada en granito por el taller del maestro Mateo a fines del XII e inicios del XIII. Este conjunto fue reconstruido, inaugurado por la reina doña Sofía en 1999, con motivo del último año santo del siglo XX y muestra la calidad artística de los discípulos del gran maestro y la presencia que debió tener el mueble pétreo en medio de la nave central. La obra del coro donde se reunían los canónigos para los rezos y la liturgia complementaba el sentido del Pórtico de la Gloria. El hallazgo de un buen número de esculturas y elementos en las últimas décadas del siglo XX en excavaciones arqueológicas de la catedral y de la escalinata del Obradoiro, fue contextualizado por los profesores Yzquierdo Perrín y Otero Túñez, lo que permitió recuperar 17 de las 32 sillas originales del coro granítico. Con su destrucción en 1604 se levantaron algunas voces críticas, que lo consideraban “el más lindo Coro antiguo que avía en España”. En las salas dedicadas al gótico encontramos importantes ejemplos de escultura hispanoflamenca, escultura portuguesa, alabastros ingleses y numerosas obras de de escultura y pintura gallegas bajomedievales. La procedencia de estas obras es diversa: restos de capillas que en los siglos XIII-XV se siguieron construyendo en la catedral, exvotos de peregrinación, piezas de culto, etc. De entre todos ellos destacamos el tímpano de doña Leonor, escultura en granito policromado del siglo XIV que representa la 48
Adoración de los Magos, tema muy querido en la Compostela de los siglos XIII y XIV. Otra de las piezas a resaltar es el grupo de santa Ana con la Virgen y el Niño, atribuido al borgoñón Nicolás de Chaterenne, de principios del XVI. Procede de la capilla de don Lope de Mendoza (hoy de la Comunión), la más importante de la Catedral en el siglo XIII. De un taller de Coimbra identificado con el maestre Pero llega a la Catedral un grupo de la Anunciación, posiblemente ofrecida por la reina Isabel de Portugal cuando peregrinó a Santiago en 1325. La devoción particular ha dejado también otras donaciones, como el san Sebastián de caliza policromada, procedente de la capilla de Sancti Spíritus, o el retablito de alabastro inglés donado por el peregrino John Goodyear en 1456. Procede de un taller de Nottingham, que tuvo gran actividad en los siglos XIV y XV, y está considerada como una de las piezas más importantes del Museo.
Renacimiento y Barroco
Durante los siglos XVI y XVII, dentro de la expansión constructiva de la Catedral se llevaron a cabo nuevas ampliaciones y capillas, así como también la reforma del antiguo coro mateano. De esta época se conservan ejemplos valiosos de escultura y relieve en madera. Unos proceden de la sillería del coro que en estilo manierista, y siguiendo las indicaciones del Concilio de Trento, tallaron Gregorio Español y Juan Dávila, actualmente montado en la iglesia de San Martín Pinario. El artilugio que se utiliza para mover el botafumeiro, así como los púlpitos y rejas que cierran la Capilla Mayor de la Catedral, son obra del aragonés Juan Bautista Celma, artista que trabajó en la basílica durante treinta años. En la capilla de San Fernando, donde actualmente
Museo de la Catedral de Santiago de Compostela
Sala del Tesoro Catedralicio Aquí se conservan cálices y piezas de orfebrería litúrgica de los siglos XIII al XVIII
tapices, dos de los cuales, “El Niño del Carretón” y “La Fuente”, son consideradas piezas únicas.
La cultura del Camino
Por su parte el Museo de las Peregrinaciones nace en 1951 con el fin de satisfacer la demanda social de conocimientos sobre el Camino de Santiago y sobre la evolución de la urbe compostelana. Se sitúa en la Rúa de San Miguel dos Agros, en la llamada “Casa Gótica”, cuya construcción inicial data de mediados del siglo XIV y de la que persiste un torreón en cantería de granito, aunque ha sufrido añadidos en los siglos XVII y XX. Los fondos se relacionan con la historia de la ciudad, con la Catedral y con el culto jacobeo. Es de destacar su colección de escultura, pintura, grabado y libros antiguos de temática jacobea; un conjunto que debe ser valorado como uno de los más importantes de Europa. Completan esta visión sobre la imagen de Santiago y la promoción de su culto una buena cantidad de piezas relacionadas con los gremios compostelanos y las tradiciones propias de la ciudad, que provienen en su mayor parte de centros eclesiásticos de la Archidiócesis compostelana, con aportaciones de otras instituciones y de colecciones privadas. De los lugares ligados a la Translatio del cuerpo de Santiago desde Jerusalén hasta Iria Flavia, el Museo guarda varios testimonios valiosos, como Anunciación Forma parte de un Grupo regalado por Isabel de Portugal
Museo de la Catedral de Santiago de Compostela
se sitúa el Tesoro Catedralicio y en el Panteón Real o Capilla de las Reliquias, se exhiben algunas de las más importantes piezas de orfebrería: el busto relicario de Santiago el Menor, el relicario de Santiago Coquatrix y el Santiago Peregrino de Roucel. Los sepulcros de Fernando II, Alfonso IX y de la reina doña Berenguela se instalaron aquí en 1635, procedentes de una capilla funeraria o Panteón Real que había en el crucero norte de la Catedral. El retablo del Tesoro, obra renacentista de Cornellis de Holanda, en el que se encontraban las reliquias, se conserva en uno de los laterales de este espacio rectangular, cubierto con bóveda de crucería sobre ménsulas. En la actualidad, este retablo recuperado en 2004, con ocasión del año santo, conserva un gran número de cálices y piezas de orfebrería litúrgica de los siglos XIII al XVIII. Las piezas principales del Tesoro son, no obstante, la Custodia Procesional de Antonio de Arfe, joya del Renacimiento español, y la esclavina original de la imagen del Santiago del Altar Mayor. Las ropas litúrgicas de la Catedral –casullas, dalmáticas, capas pluviales, etc.- constituyen un capítulo aparte, por su calidad y belleza. Realizadas en seda y oro y otros materiales lujosos, sirvieron para el esplendor del culto. Entre los exvotos de peregrinación resalta el llamado “gallardete de Lepanto”, uno de los que adornaban la galera de don Juan de Austria en la célebre batalla naval. Por último, hay que citar la importante colección de tapices hechos bajo cartones de Teniers, Rubens, Bayeu y Goya. De este último se exponen doce
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Adolfo Enríquez Adolfo Enríquez
Santiago Óleo de Juan de Juanes realizado entre 1560-70 y relieve en madera del Apóstol entre cipreses del siglo XVI
la célebre moneda de vellón de época de Fernando II (1157-1188), encontrada en las excavaciones arqueológicas de Adro-Vello en O Grove (Pontevedra). El dibujo de esta moneda presenta la representación plástica más antigua conocida de la translación del cuerpo del apóstol por mar. Tras el descubrimiento del sepulcro apostólico, hacia 820-30, se inicia una peregrinación que continúa hasta nuestros días. Al santuario jacobeo llegaron reyes, nobles, papas y miles de peregrinos anónimos. Uno de los motivos más populares fue la concesión de indulgencias ligadas al jubileo compostelano, concedidas por los papas desde la Edad Media. El Museo guarda un testimonio precioso de la peregrinación en el siglo XII, época dorada del Camino de Santiago, una concha de peregrino encontrada en una sepultura del siglo XII. Como consecuencia del auge de las peregrinaciones surge un género literario –la literatura odepóricaque servirá de gran ayuda a viajeros y peregrinos. Ya se sabe que el Libro V del “Calixtino” está considerado como una guía de viaje, pero a lo largo de los siglos se han publicado guías prácticas y relatos de peregrinos, textos que animaron y ayudaron a otros muchos en su peregrinación. El Museo muestra como ejemplos de este tipo de 50
literatura el grabado de Santiago que ilustraba la guía escrita por Hermann Künig von Vach, cuya primera edición, en Estrasburgo, se remonta a 1495. Se trata de una guía práctica, con muchas ediciones en el siglo XVI, muy popular entre los alemanes antes de la Reforma Luterana. También se hace mención del viaje de Nápoles a Galicia de Nicola Albani (1743), obra ilustrada con grabados y estampas coloreadas, donde se relatan las peripecias de peregrinos, mendigos, pícaros y truhanes en los caminos de Santiago a mediados del XVIII. El Camino Portugués tiene como principal protagonista en su larga historia a la reina de Portugal santa Isabel de Aragón, llegada a Santiago el 25 de julio de 1325. La extensión del culto al apóstol Santiago por la geografía europea y, a partir del siglo XVI por la americana, dio lugar a una serie de representaciones en distintas actitudes, con diversos usos y modas. Por ello, la iconografía de Santiago el Mayor constituye la más variada del mundo cristiano. La muy difundida iconografía de Santiago caballero -en especial su versión como “Matamoros”- está muy bien representada en los fondos del Museo, tanto en escultura como en pintura, en grabado y orfebrería. Respondiendo a la iconografía de Santiago Peregrino, la más popular en los caminos de peregrinación, el Museo conserva notables ejemplos en escultura, grabado y pintura. Finalmente el Museo de Peregrinaciones exhibe una interesante colección de piezas de platería sacra y de azabache, excelentes ejemplos de la actividad de estos gremios en la ciudad de Santiago.
Caminos
Portomarín
soñar en el Camino Por Cristóbal Ramírez
Portomarín, la nueva población resultante de la fusión obligada de dos burgos medievales con los que comparte topónimo, muestra un aspecto poco tradicional gallego. Pero en eso mismo radica su valor: se ha integrado no sólo en el paisaje sino en el inconsciente colectivo de los miles y miles de peregrinos que hoy como hace un milenio han vuelto a pasar por allí. Peregrinos que sueñan como en ningún otro sitio. Porque el Miño embalsado y las calles rectas y blancas de la localidad incitan e invitan a ello.
Argimiro J. Aldrey
Pueblo resurgido Se trasladó desde los márgenes del río al antiguo castro
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Argimiro J. Aldrey
El Portomarín antiguo La sequía lo dejó al descubierto
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Argimiro J. Aldrey
s posible que incluir a Portomarín en la lista de lugares de ensueño pueda sonar algo exagerado. O quizás no, todo depende de los gustos de cada cual. Pero ante todo Portomarín es una fábrica de sueños. No sólo porque haya permanecido el pueblo viejo y medieval en el inconsciente colectivo de aquellos que fueron obligados a abandonar sus casas y sus tierras a mediados del siglo pasado, ya que el embalse de Belesar las iba a anegar, como
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así sucedió. La realidad es que el primer hombre que soñó allí vivía -metros más, metros menosdonde hoy se levanta la iglesia-fortaleza de San Nicolás, salvada piedra a piedra de las aguas del Miño. Un río que este invierno pasado se había transformado en un lánguido reguero de agua ya que la sequía se mostró inclemente, y que ahora ha recuperado su vivacidad y su alegría tras las intensas lluvias primaverales. Entonces, dos mil años atrás, eso era una aldea prehistórica. Las tierras fértiles quedaban a sus pies, abajo, y a ese castro se acudía a dormir y a comer, bien protegido por sus murallas de tierra prensada con piedras en su interior con el fin de dar solidez a la obra. Ese hombre soñaba con que las primeras vides que había plantado entre el escepticismo inicial y quizás alguna burla con retranca gallega de sus vecinos llegasen a dar sus frutos, y su sueño se cumplió: Portomarín se convirtió a lo largo de la historia en un territorio con vides de las que era posible conseguir un vino miñoto que degustó el mismísimo Felipe II, quien pernoctó allí. El abandono de los castros –nunca explicado felizmente- no cortó ese fenómeno tan gallego definido como “continuidad de población”. O sea, que los hijos de los castreños se independizaron de sus padres pero se quedaron al lado. De Ribadeo a Tui y de Os Ancares a Fisterra esto es cierto. Y en Portomarín el nuevo burgo se construyó a las
Argimiro J. Aldrey
orillas del Miño. O mejor dicho, en plural: un grupo de casas dio lugar al barrio de San Nicolás y otro, al de San Pedro. Ahí crecieron, sobre todo porque a principios del siglo IX se descubrieron los restos humanos del Apóstol Santiago en lo que luego sería Compostela y antes del cambio de centuria empezaron a pasar rumbo al oeste personas que hablaban idiomas ininteligibles y cuyo máximo interés no era otro que postrarse ante uno de los doce discípulos preferidos de Jesucristo. Habían comenzado las peregrinaciones, que llegaron a tal punto de esplendor que en el siglo XII un diplomático, militar y espía musulmán, Alí Ben Yusuf, dejó escrito: “Es tan grande la multitud de los que van y vienen que resulta difícil transitar por la calzada de Occidente”. ¡Y lo decía un enemigo de los de entonces! Así que Portomarín, incrustada en esa calzada de Occidente -el mismísimo Camino de Santiago- vio pasar a cientos de miles de creyentes. No podía ser de otra manera: los burgos medievales medraron, y su vino desaparecía con rapidez de las mesas de sus posadas. El peregrino había dejado atrás las duras montañas y se enfrentaba ahora a un país de viejas colinas llamadas en idioma gallego “outeiros”. Portomarín se convirtió así en un lugar de descanso, de un punto y aparte que en realidad era punto y seguido, pero sin las durezas y penalidades anteriores. Era el Pons Minea del Códice Calixtino, la primera guía de viajes escrita en el planeta para mayor gloria de las peregrinaciones. Era, en fin, el lugar que presumía de excelente puente medieval del cual pueden verse unos pequeños restos cuando el nivel de las aguas del embalse lo permiten. En ese caso, por cierto, también queda al aire libre otro puente de líneas decimonónicas y en casi perfecto estado. El siglo XX marca ese punto de inflexión. Desaparecidas por completo las peregrinaciones a pie ‑que no resucitan hasta 1971- se construye un nuevo y atípico poblado de rasgos muy poco gallegos, original en su contexto. ¿Y dónde? Quizás sin saberlo,
Argimiro J. Aldrey
Iglesia de S. Nicolás Los músicos recuerdan a los del Pórtico de la Gloria
quien decidió el emplazamiento soñaba con la vuelta a los orígenes, y por eso decidió levantarlo en el terreno que otrora ocupaba el castro. De manera que los peregrinos pisan, sin saberlo, una tierra que esconde secretos arqueológicos que resulta difícil pensar que vayan a salir a la luz. Esa tipología urbanística y arquitectónica tan diferente a lo que se conocía en Galicia acabó por ser estéticamente aceptada. Portomarín es así, y los peregrinos –de nuevo multitud porque el Xacobeo 93 fue un éxito cuya estela llega hasta hoy- se sorprenden gratamente al verla. En su poner un pie delante del otro tienen tiempo de admirar el perfil de los edificios sobre el “outeiro”: han descendido de manera suave pero constante por pistas y caminos de tierra, se han encontrado con la carretera y han girado a la diestra para acometer el largo puente moderno. Portomarín queda al frente, y espera con unas escaleras que deben de ser las más fotografiadas del Camino. No figuran en mi álbum, pero debo de ser una excepción. Arriba de esa escalinata está un sencillísimo templo de una nave única y espadaña: la capilla de la Virxe das Neves, en un arco del antiguo 53
El Pons Minea del Códice Calixtino sigue hoy acogiendo a los peregrinos en su camino a Santiago
Argimiro J. Aldrey
Soportales Para la charla y el descanso
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puente de la Edad Media, en un lugar donde en tiempos abría sus puertas la Domus Dei, un hospital de peregrinos de la Orden de San Juan. El paseo por la villa permite contemplar casas blancas por fuera. Eso, y no la piedra vista que tan común es ahora, era lo tradicional en Galicia. En realidad, las familias más humildes dejaban la piedra al descubierto, y las que disponían de más medios caleaban el exterior. Hoy choca, pero así era y así es. Seguro que mientras se reflexiona sobre ello se deja atrás el remozado albergue de peregrinos y se llega a una iglesia puesta bajo la advocación de San Pedro. Es obra del siglo X consagrada en el año 1182 por Rodrigo II, a la sazón obispo de Lugo. Románico puro incluido en el catálogo de Monumentos Histórico Artísticos, lo cual obligó a aplicar el sentido común y evitar que se la comieran las aguas del Miño: tocó trasladar piedra a piedra los sillares graníticos ”perpiaños”, en gallego-, respetando la fachada con arcos de medio punto y adornos geométricos. Dos cabezas de toro sostienen el tímpano, mientras el interior esconde un bonito sepulcro de piedra y un retablo del siglo XVI. Mi paseo me vuelve a llevar a otro Monumento Histórico Artístico, éste desde 1931, la iglesia de San Nicolás, que en el pasado había sido de San Xoán. El enorme rosetón eclipsa de alguna forma las almenas, y éstas a su vez no dejan lugar a dudas:
con una mano se sostenía el libro de rezos y con otra la espada, que el Camino se llenó de peregrinos pero también de malandrines de toda ralea. Hablamos de finales del XII y principios del XIII, románico consolidado y maduro con atisbos de que se avecinaban cambios que darían paso al estilo gótico. Momentos en los que caballeros de distintas órdenes -de Santiago, de San Juan de Jerusalén, de Malta- tenían ahí su base. O sea, en ese edificio desde el que se controlaba el paso por el puente y se vigilaba que la calma fuese tónica dominante en el hospital de peregrinos. Aunque, en fin, los historiadores hablan del siglo X como el origen no de la construcción en sí, sino del asentamiento que iba a dar lugar a ella “in locum Portomarini”. La plaza donde se yergue el templo se ha convertido en el gran punto de encuentro tanto de las gentes de la villa como de los peregrinos. Las escaleras y pequeñas terrazas se transforman en asientos donde intercambiar impresiones y relajar las piernas, hacer planes para la jornada siguiente y echar un vistazo a la guía o al folleto que todo peregrino lleva encima. Raro, muy raro, es el día que no voy allí y no doy un paseo rodeando el templo. La portada principal la veo apartándome hacia el otro lado de la plaza. Sólo así es posible admirar el pantocrátor en el tímpano y las arquivoltas con los 24 ancianos del apocalipsis en forma radial, una concepción que
mejores “augardenteiros” de la comarca se dan cita en Portomarín, soñando cada año en ser los ganadores del certamen que al efecto se convoca. El producto nuevo es tan goloso como ese, pero más dulce. Se trata de la tarta Ancano, y hay pocas tartas en el mundo que en tan poco tiempo se hayan hecho tan conocidas. Otro milagro del Camino, porque son los peregrinos con su boca a oreja los que le han dado fama. Aquí manda la almendra, a la que acompañan huevo, margarina y azúcar. Presumen de no incluir conservantes ni colorantes, y de aguantar mes y medio en perfectas condiciones. La última foto que tengo con mis padres -y ya no hay posibilidad de hacer ninguna otra con ellosestá sacada en Portomarín, en la plaza, con el Ayuntamiento de fondo. Los tres sonreímos, felices. Mi madre sobre todo. Yo estoy en el medio, con una medalla colgada al cuello. Acababan de nombrarme caballero de la Serenísima Orden de la Alquitara. En el Portomarín que ella tanto admiraba. English translation on page 88
Dónde alojarse
Beatriz Díaz
nos remite al Maestro Mateo, el artífice del Pórtico de la Gloria compostelano. En mi recorrido me paro en la puerta norte para contemplar la Anunciación y los adornos geométricos que tiene como vecinos, mientras que en la sur me llaman la atención las figuras de santos que ornamentan el tímpano, que acoge también animales, representaciones humanas y motivos vegetales. Menos gente conoce su interior, así que se pierde las pinturas góticas, la escultura en madera policromada de Cristo en la cruz (siglo XIV) y el baldaquino del XVI. Todo eso se ha conservado. No es poco. Hay cosas, sin embargo, que han desaparecido para siempre. Por ejemplo, en esa zona había unas barcas anchas sin quilla y con fondo arqueado de proa a popa, que trasladaban tanto personas como ganado de una orilla a otra del río. Los barqueros se ayudaban de una vara larga y sólida, un remo que clavaban en el fondo pedregoso del Miño para darse impulso y avanzar. Portomarín es también conocido por dos excelentes productos: uno, ancestral; otro, moderno. El primero es su aguardiente, con fiesta propia en Semana Santa que acomete el año que viene su edición número 43. La historia del aguardiente gallego está imbricada en las fuertes raíces populares. Los propietarios de las alquitaras donde se destila iban de casa en casa ofreciendo sus servicios. Esperaba noche de charla, de comer algo, de beber, de contar historias de vivos y, como no podía ser menos en Galicia, de muertos. Y cuando tales recorridos nocturnos fueron prohibidos simplemente se ignoró la ley. La gente seguía a lo suyo. Fue la reciente conciencia de que mejorar las condiciones sanitarias e higiénicas de la alimentación proporcionaba calidad de vida la que cambió las cosas. Y destilar aguardiente -ahora legalmente, con las condiciones de rigorse convirtió en un arte y en una profesión. Así, los
Argimiro J. Aldrey
Argimiro J. Aldrey
En el Camino La escalera de Portomarín es la más conocida de toda la ruta francesa
Casa Grande da Fervenza La mejor opción para dormir por la zona es la Casa Grande da Fervenza, granito puro en el margen izquierdo del río Miño, rodeada por uno de los mejores bosques autóctonos de Galicia. Alta calidad de servicio y trato amable y profesional. T. 982 150 610 www.fervenza.es
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CARBOEIRO La venganza del diablo Por Elena Goyanes
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Leyendas El Monasterio de San Lorenzo de Carboeiro tiene su origen en una pequeña abadía de finales del X. Tras años de esplendor y ya en tiempos de los Reyes Católicos la absorbió el Monasterio de San Martiño Pinario compostelano. Ahí comenzó lo que sería su larga decadencia hasta la desamortización del XIX, cuando pasó a manos privadas para llegar a nuestros días en un estado ruinoso. Hasta aquí la historia oficial, la que nos cuentan los libros de arte.
Adolfo Enríquez
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or alguna razón los estudiosos han rehusado recoger el verdadero origen del Monasterio, quizá por temor a ser tachados de crédulos puesto que la mayoría de sus trabajos se realizaron bajo la influencia de distintas corrientes de pensamiento empeñadas en descartar una y otra vez la intervención divina (o satánica, según los casos) en el surgimiento de muchos de los tesoros del arte gallego. Carboeiro parece un ejemplo evidente de esa negación. Y quien aún lo dude puede indagar entre las gentes del lugar, que son las que mejor conocen sus orígenes. Los paisanos hablarán sin dudar de lo grande y poderoso que llegó a ser este Monasterio; pero también de sus inicios difíciles en tiempos en los que los monjes que lo intentaban levantar no tenían casi pan que llevarse ellos mismos a la boca, y por lo tanto tampoco medios para llevar a cabo la obra que tenían en mente. Los monjes imploraban una y otra vez a la nobleza y al obispado ayuda para levantar el monasterio pero siempre obtenían un no por respuesta. Ya agotado, un frío y lluvioso día de invierno el abad se dirigió a los monjes informándoles de que había tomado una decisión. Era el momento de disolver la comunidad. Pero del pequeño grupo de monjes surgió una voz discrepante, la del hermano Ramón. Afirmó que aún quedaba un último intento, lograr la ayuda del diablo, que por entonces no osaba ni a acercarse a ellos por temor al salterio de San Cibrán o el Ciprianillo, el libro mágico que desvelaba los secretos y mejores conjuros para alejar a los malos espíritus y al propio rey de las tinieblas. Y aunque no fue fácil Ramón convenció a sus compañeros. Y así fue. El viernes Ramón solicitó la ayuda del diablo. Por su trabajo el maligno podía pedir lo que quisiera, comprometiéndose la comunidad a otorgárselo. Tras unos minutos el diablo accedió a cambio de reservarse las almas de todos los que falleciesen el domingo entre la primera misa y las vísperas. Ramón aceptó; diablo y monje sellaron el acuerdo con sangre; y Carboeiro surgió prácticamente de la nada. De hecho aquel mismo domingo todo estaba ya preparado para acoger a los fieles. Cuando comenzó el oficio el diablo se frotaba las manos pensando en la cantidad de almas que iba a conseguir. Pero su alegría duró exactamente el mismo tiempo que la misa, porque el abad tan pronto remató con ella inició los cánticos de las vísperas. El demonio rugió de enfado pero no tuvo más remedio que aceptar su derrota y retirarse. Los monjes le habían ganado la partida. Muchos años después, ya desaparecido el hermano Ramón, el salterio de San Cibrán fue trasladado a Toledo y el diablo se resarció. Su venganza fue desatar una tormenta terrible que con su fuerza acabó por derrumbar el monasterio. Y así llegó a nuestros días, hasta su reconstrucción en un tiempo en el que ya no tememos tanto al diablo, ni por tanto necesitamos el Ciprianillo para ahuyentarlo. De toda aquella historia nos queda el Monasterio y muy cerca un puente que atestigua la veracidad de esta historia, A Ponte do Demo. 57
Espacios singulares
eventos en los pazos pasado noble Por M.C.R.
Carlos Peteiro
Si como empresa organizadora buscamos un espacio singular para un evento, o como familia queremos elegir el mejor ambiente para sorprender a nuestros invitados, los establecimientos de Pazos de Galicia son una opción a considerar. Por su elegancia, fruto de un pasado noble; por sus espacios exclusivos; y por supuesto, por su garantía de calidad en instalaciones y servicio. No en vano, Pazos de Galicia ha sido la primera asociación de establecimientos de turismo rural en contar con todos sus establecimientos certificados con la “Q” de Calidad Turística. Y eso se nota.
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Aciveiro Un monasterio a nuestra disposición
Pazo La Buzaca
Pazo da Touza
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ucía trabaja en una empresa Opc (Organizadora Profesional de Congresos). Sobre la mesa tiene la petición de un cliente del sector textil gallego que quiere reunirse con los agentes del lobby empresarial del que forma parte. Debe presentarle propuestas de espacios que reúnan un buen nivel seguridad, ambiente tranquilo, y sobre todo, exclusividad y calidad en el servicio. Lo tuvo claro. Recurriría a un par de establecimientos de la cadena Pazos de Galicia. Aunque están asociados a la marca más de una veintena en toda la Comunidad, en este caso concreto le interesaban, por localización e historia, el Pazo da Touza y Pazo La Buzaca, ambos en la provincia de Pontevedra y con cercano acceso desde la AP-9. El Pazo da Touza (Nigrán), a sólo 15 kilómetros del Aeropuerto de Vigo, es una antigua y noble mansión con raíces en el siglo XVI con reformas en la época barroca. Su muralla, su torre de defensa almenada, sus escudos y sus extensos jardines con árboles centenarios y un laberinto de mirtos, son testimonio de su aristocrático pasado. Un oasis de tranquilidad con espacios idóneos para una convención como la solicitada. Rosa Cervera, desde su Hotel Boutique -como ella lo define-, pone a nuestra disposición el Salón de Casa, con capacidad para 18 personas y salida a la antigua solana. Tampoco el alojamiento es problema. El interior del pazo ha sido adaptado a un moderno estilo en el invierno de 2009. Tanto sus habitaciones (7 dobles y 1 suite) como el resto de estancias incluyen todas las comodidades que se pueden imaginar en un hotel de la más alta categoría, acompañadas además por pequeñas sorpresas como las lareiras o los faladoiros de las ventanas, asientos en piedra que en otros tiempos depararon grandes ratos de conversación a los nobles mientras divisaban el jardín. La cocina y servicio de catering de A Touza corren a cargo de Nuria Cervera – de la firma Lacrem- que imprime su toque de autor en menús totalmente artesanales, en los que la materia prima gallega juega un papel fundamental. Nuria se formó en Le Cordon Bleu de París y en la Escuela Suiza de Dirección Hotelera y Cocina Internacional, y fue también discípula de Sergi Arola. También el Pazo La Buzaca, en Moraña, ancla sus orígenes en los principios de la época dorada pacense, en el siglo XVI. Un escudo barroco nos recibe sobre el portalón de entrada, y en la casa nos atiende la última generación de los Varela, descendientes directos de los primeros nobles que habitaron el Pazo. El dossier de la Buzaca ofrece también interesantes posibilidades para una reunión de este tipo. Lucía consulta la capacidad del comedor noble, que conserva el mobiliario centenario que algún día usó la familia. Acoge doce personas en
Pazos de Touza y Buzaca Verdaderas mansiones para toda clase de eventos
mesa imperial. Tiene además contacto directo con las habitaciones de la zona más noble del pazo, dos suites y dos cuartos especiales, nombradas conforme a los últimos Varela que en ellas han vivido. Desde esta sala de juntas también se accede a los salones de la casa, decorados con mobiliario secular, para continuar los debates en torno a la lareira o a la chimenea. Las comidas y cenas encuentran un singular espacio en uno de los dos hórreos de la propiedad. Siendo el caso, existe además la posibilidad de celebrar aquí cenas medievales, con menús y vestimentas adaptadas a la época. Otra Lucía, en este caso una novia, busca un espacio exclusivo para celebrar su banquete de 59
Adolfo Enríquez
Lestrove y Aciveiro Salones imponentes y cocina propia
Monasterio de Aciveiro
mansión de recreo del alto clero compostelano. Beatriz, la responsable de eventos en Lestrove, le explica las posibilidades de una celebración tanto religiosa como civil, ya que el Pazo conserva perfectamente rehabilitada su capilla, y cuenta con casi 50.000 metros cuadrados de zonas verdes. Su cenador, en el entorno de la piscina, tiene capacidad para 250 comensales, y permite que los aperitivos se sirvan al pie, o también en el patio central del pazo. Si lloviese, se trasladarían a la antigua cocina y zona de lareira, un espacio que también utilizan para comidas de empresa o celebraciones pequeñas.
ATRÁS EN LA HISTORIA
bodas. Pretende sorprender a sus invitados con un entorno diferente, elegante y merecedor de imborrables recuerdos en su álbum de fotos. Una amiga le recomienda recurrir a Pazos de Galicia, una Asociación que agrupa a hoteles rurales con encanto, con uno con su propia personalidad, pero todos localizados en edificios históricos y con elevados estándares de calidad. Los hay en todas las provincias, y además todos disponen del tipo de alojamiento familiar y acogedor que ella busca para sus parientes catalanes. El Pazo de Lestrove y el Monasterio de Aciveiro llaman su atención por su vinculación histórica a la Iglesia en el entorno de Santiago y decide visitarlos. El Pazo de Lestrove, en el municipio coruñés de Dodro, es un edificio del siglo XVI, que fue antigua 60
Mientras recorre el pazo, Lucía ya va creando fondos para su álbum de boda, al igual que lo hace tras su llegada al Monasterio de Aciveiro, un convento románico catalogado como monumento histórico artístico desde 1931 que se encuentra en Forcarei, al norte de la provincia de Pontevedra. Le explican que Aciveiro fue fundado en el siglo XII por monjes benedictinos y que en su rehabilitación han pretendido conservar la esencia de la vida monacal que pervivió entre sus muros hasta bien entrado el siglo XIX. Le sorprende la excelente recuperación llevada a cabo en el templo, que sigue abierto al culto, y la transformación de las estancias, de su pasado austero a la calidez y confortabilidad actual. Camino de la antigua Sala Capitular y del Scriptorium, los espacios que ofrecen para grandes eventos, el pasillo del claustro acoge una muestra casullas y objetos litúrgicos de los monjes que allí vivieron. Uniendo los tres espacios, caben hasta 400
Beatriz Díaz
Pazo da Trave Cuenta con tres salas de celebraciones
comensales. Para el aperitivo, existe la posibilidad de usar los propios claustros o los jardines. En Lestrove y Aciveiro disponen de cocina propia, y los menús no están preestablecidos. Ofrecen un abanico de platos de carne y pescado, así como de aperitivos, para que el organizador lo conforme a su gusto, pudiendo añadir además otras especialidades, como mariscos. Al frente del equipo de cocina se encuentra el chef Daniel Novo, que hizo merecedor al Pazo de Lestrove del Tenedor de Oro 2009 en el apartado de Nuevas Tendencias. Le cuentan además que pueden adaptarse a otro tipo de celebraciones, como bodas celtas, tradicionales o tipo romería gallega, e incluso incluir especialidades gastronómicas de otras regiones.
En la costa lucense
Otra de las opciones que baraja Lucía es Pazo da Trave, en Viveiro, donde también garantizan exclusividad con un único evento simultáneo. Se trata de un edificio solariego con más de 500 años de historia que tuvo su origen en una torre medieval del siglo XV, y que está presidido por una espectacular palmera traída por indianos que ya ha pasado a formar parte de la imagen de la casona. El Pazo ofrece 18 habitaciones -tres de ellas suites-, y dispone también de tres salas para celebraciones. La Sala de Vacas y el Salón Cenador acristalado, que en este caso se quedan pequeños porque acogen 25 y 90 personas; y el Salón Bosque, para banquetes de hasta 250 personas. También le parece atractivo su extenso jardín con hórreo, capilla y cruceiro; y el hecho de que disponga de zona de juegos infantiles. Porque es sabido que cuando se tienen hijos se agradece doblemente poder relajarse mientras los niños juegan seguros.
Yolanda Barbeito Manteiga, presidenta de OPC Galicia
“En nuestro sector la profesionalidad y la calidad son fundamentales” OPC Galicia es una asociación sin ánimo de lucro que agrupa a las empresas gallegas de organización de congresos y reuniones y a firmas que ofertan servicios complementarios de todo tipo para eventos, como Pazos de Galicia. Yolanda Barbeito, empresaria del sector y presidenta de la organización, define los objetivos principales de la entidad: que se reconozca la profesionalidad del organizador profesional de congresos; aumentar el número de asociados; y sobre todo, promover Galicia y sus espacios como destino de congresos y reuniones. - ¿Por qué esa necesidad de que se reconozca la figura del OPC? El Organizador Profesional de Congresos no sólo prepara un evento; también juega un papel importantísimo en la promoción de las ciudades como sedes de reuniones. El sector del turismo de congresos mueve a un perfil de visitante que se caracteriza por tener un alto poder adquisitivo y por realizar un gasto medio diario elevado. Si logramos que el congresista transmita una buena imagen de Galicia en su lugar de origen y sienta la necesidad de regresar a nuestro país en viaje particular, estaremos haciendo de nuestro trabajo un éxito, más allá de la mera organización del evento. Igual que recurrimos a un odontólogo si nos duele una muela, luchamos porque las personas y entidades que tienen en sus manos la organización de un congreso o evento piensen automáticamente en un OPC como los profesionales en quienes confiar. Una decisión que va a redundar en el éxito de su evento. - Y para eso también confían sólo en los mejores proveedores, como el caso de los establecimientos de Pazos de Galicia? Confiamos en ellos por una especie de proceso de “selección natural”, porque al final acabamos trabajando únicamente con los proveedores que nos demuestran seriedad, eficacia, rigurosidad. Es el único modo de poder garantizar calidad en conjunto. Es más, muchos de estos proveedores
han terminado integrándose en Opc Galicia como miembros colaboradores. En el caso de Pazos de Galicia, además, todos sus miembros están certificados con un sello de calidad, y eso nos da todavía mayor garantía para contratar sus espacios para eventos, su restauración y su alojamiento. - Promover Galicia como destino de turismo de reuniones era otro de sus objetivos al frente de la asociación de los OPC’s gallegos. Como decía, desde nuestro trabajo promocionamos Galicia, pero también vivimos de la marca Galicia. Por eso, para nosotros es fundamental cuidarla creando una imagen de calidad en los eventos que organizamos. El “decisor” de destino de un congreso, reunión o viaje de incentivo valora la calidad de las infraestructuras y las comunicaciones de la sede, pero prima también el valor añadido del destino, su carácter diferenciador, la cultura local -una tendencia muy en alza en el mercado actual de reuniones-, y en ese aspecto, Galicia es número uno por las ventajas competitivas que presenta. -¿A qué ventajas se refiere en concreto? Disponemos de una moderna infraestructura congresual, capaz de acoger cualquier tipo de congreso. Galicia cuenta con palacios de congresos de primer nivel para medianos y grandes eventos en las principales ciudades, pero existen además espacios para reuniones de menor número de asistentes, como los pazos, rectorales y monasterios de Pazos de Galicia. Y por supuesto, y como valores añadidos principales, sitúo nuestra gastronomía y nuestra belleza natural. Tenemos productos con denominación de origen de gran calidad. Estoy pensando en mariscos, pescados, en vinos, en los quesos o en las carnes. En los dos días de media que un turista de reuniones pasa en nuestra comunidad, la gastronomía local es una apuesta segura que el “decisor” primero, y el visitante después, siempre van a valorar. Y en este apartado cobran especial relevancia los magníficos restauradores.
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Adolfo Enríquez
Senderismo
CASTRO VALENTE Vigía de la historia Por Manuel Vázquez Camino
En el valle del Ulla tenemos un espacio mítico, Castro Valente, lugar misterioso y legendario pero también un mirador privilegiado a la Historia, con mayúsculas, además de un bello paisaje para contemplar al atardecer. Las leyendas dicen de él que los celtas optaron por suicidarse en su interior envenenándose con una poción hecha con frutos de tejo, árbol muy abundante aún hoy en el entorno, antes de ser tomado el castro por las fuerzas romanas y arriesgarse a ser vendidos como esclavos. Esta historia me la contaba de niño mi abuela Elena cuando caminábamos por aquellas carreteras de ‘morrillo’, camino del Alto do Caeiro, mientras mi imaginación se iba rellenando de leyendas, fábulas y mitos. 62
Acceso Llegar a pie es complicado a causa de la altura de la vegetación
pesqueiras y puentes. Desde aquí se pueden ver de modo simultáneo, en el recodo del fondo del río, el asentamiento permanente de un pueblo vikingo que estuvo allí en la época anterior al Arzobispo Xelmírez , sobre el siglo XII; el emplazamiento del puerto romano, al final del cual estaba la Turris Augusti, frente a lo que luego fue el puerto astillero jacobeo de Xelmírez; y el puente de Ponte Caesaris (Pontecesures), el más largo que tenía el imperio romano, que iba desde el centro de Pontecesures a Iria Flavia, fundada por la familia romana de los Flavios. A la espalda y emergiendo de las sombras que comienzan a inundar ya el valle de Vea, surge el Pico Sagro, que a su vez oculta la visión de Santiago de Compostela. Con esta situación cualquiera comprende que Castro Valente era un punto estratégico, vital en todas las épocas ya desde el período celta, lo que explicaría el encono con que fue atacado por Roma y la destrucción y demolición de sus
Desde el alto se domina el Valle del Ulla y la Ría de Arousa. El Pico Sagro oculta la visión de Compostela
Adolfo Enríquez
Destruido Sus murallas han desaparecido casi por completo
Manuel Vázquez Camino
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os castros, tan abundantes en Galicia, sufren no sólo de agresiones y por consiguiente mala conservación (incendios y raíces causan un destrozo sistemático), sino que son ignorados por el público y sobre todo por las instituciones que tendrían que ponerlos en valor y excavarlos, o cuando menos estabilizarlos y conservarlos. Como todos los castros, con el de Valente el problema inicial con el que nos encontramos es la absoluta falta de documentación. No olvidemos que se trata de una época en la que lo de escribir se reservaba únicamente para los actos administrativos de un gran Imperio, y no para recoger las particularidades de poblaciones consideradas bárbaras. Es sólo a partir del s. XIV cuando se empiezan a tener pruebas documentales, y cuando emergen referencias tangenciales a Castro Valente. La falta de documentación hemos de suplirla con otras fuentes de información como son la tradición oral y la toponimia. Aunque ambas puedan en principio parecer poco científicas, a nuestro entender han demostrado resistencia y fiel permanencia en el tiempo, a veces tanta que ni los mejores escritos podrían haberla superado. La toponimia es ideal para rastrear presencias de emplazamientos desaparecidos. Por ejemplo referencias locales antiguas a pilón, pilar y derivados, indican la existencia de un miliario romano, y por lo tanto la existencia de una calzada romana oficial, seguramente modificada o sepultada por obras camineras en la Edad Media, o posteriormente bajo carreteras nacionales o autovías. Nombres de poblaciones y asentamientos de referencia numérica, como Cuarte, Quinto, Utebo o Nueno, señalan la presencia de un miliario a 4, 5, 8 ó 9 millas del comienzo de la calzada romana. No podemos encontrar la prueba física, pero nos queda el rastro toponímico, que es más que suficiente para la ubicación real. Para preparar esta información subí una vez más a Castro Valente, a su mismo centro, aunque el ascenso se hace cada día más difícil por tojos de hasta 2 metros de altura, que lo hacen casi intransitable. De ahí que no recomiende la ruta, sobre todo en solitario, si no se conoce la zona. La visión desde la antigua caseta de cazadores, construida con muy mala idea en medio del castro, es impresionante. En la lejanía, hacia el Oeste, el mar de Arousa; y en medio unos alineamientos, unas rayitas flotando en el mar, que no son otras que las gigantescas bateas del cultivo del mejillón. Un poco mas allá está la Illa de Arousa; al fondo la isla de Sálvora; más allá el horizonte; y más allá América. El valle del Ulla se reconoce prácticamente como si lo observásemos sobre un plano topográfico, con el río discurriendo como cinta de plata entre
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Adolfo Enríquez
Granito Material común en todas las construcciones
Manuel Vázquez Camino
Manuel Vázquez Camino
murallas, cuyos restos aún se pueden identificar. Además de estratégico es un lugar solitario, tremendamente ventoso y seguramente poblado en el pasado por seres que hicieron trabajos ciclópeos de amurallamiento y defensa, así como de hendido de rocas, muchos de ellos inexplicables por sus dimensiones, que dan lugar a pensar que parecen obra más bien de titanes megalíticos. Como experto en gliptografía y en cantería, lo que más me intriga es la técnica que pudo haber sido utilizada para partir aquellas masas ciclópeas (ya por no hablar de cómo podían moverlas en un terreno tan escabroso como este), ya que no se percibe ningún tipo de
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agujeros alineados para poder introducir cuñas de hierro como se hace ahora. Bien está que en aquel período el hierro era casi desconocido; pero tampoco hay a la vista hendiduras para otro tipo de cuñas. Es un misterio por descubrir. Posteriormente canteros locales convirtieron aquello en una cantera. Se reconocen numerosas fracturas obra de trabajos de los años 50. De aquí que se produzca en las piedras la superposición de los rastros de dos eras muy diferentes que pueden dar lugar a confusiones. La época de los celtas, con cortes de piedra irregulares y masas ciclópeas; y los trabajos de corte más detallista, mucho más recientes y con una finalidad totalmente distinta. Y en esto último puede estar fácilmente la razón de la completa desaparición de los muros de las casas del castro, ya que se trataba de piedras reutilizables de forma inmediata; y que por ello fueron trasladadas sin dejar rastro de la antigua población, ya que los celtas no realizaban cimentaciones al construir. Pero la razón de ser de Castro Valente no podía desaparecer con sólo la eliminación del emplazamiento o de los habitantes celtas. Los ataques piratas de musulmanes o vikingos contra la ciudad de Santiago de Compostela eran una realidad contra la que se tomaron medidas estratégicas con grandes inversiones, lo que demuestra la seriedad del peligro y la gran implicación del Obispado compostelano.
TIEMPOS DE XELMÍREZ
El Castelum Honestun (Catoira actual), con su cadena para impedir pasar barcos enemigos por el río Ulla es una demostración de lo firme y repetitivo que era el peligro. Además, en el Castelum nació el que después sería Arzobispo de Santiago, Diego Xelmírez, hijo del casteleiro, y que por tanto conocía desde la cuna los peligros de una invasión por río, rápida y silenciosa. Por eso le tenía tanto respeto y adoptó los mayores cuidados, tomando medidas de defensa pasiva pero también activa, como la construcción del puerto astillero de Compostela en la orilla del Ulla (en el lateral de la actual fábrica de tableros FINSA), dispuesto para atacar por mar a los piratas musulmanes que hundían naves llenas de peregrinos ingleses que se dirigían a desembarcar a Pontecesures o Noia para luego tomar camino a Santiago. La Historia Compostelana recoge de hecho muchos de los detalles de aquella iniciativa, desde los nombres del maestro carpintero al tamaño de los barcos, maderas utilizadas, tripulantes, ataques sufridos e incluso el número de muertos por ataque. Hay un cuento que repetían las viejas del lugar y que yo conocí por mi ya mencionada abuela Elena, que puede que nos desvele las claves de ciertos emplazamientos, como el de este castro. El cuento -que no recuerdo completo- hacía referencia a unos santos ubicados en las cumbres de ciertos montes, desde donde se veían unos a otros y se relacionaban.
Adolfo Enríquez
En esta relación estarían el Pico Sagro -con su San Sebastián-, el Castro Valente -con su San Xoán- y un tercero situado en el Valle de Vea pero que lamentablemente se pierde en mi memoria ahora que ya no quedan ancianas a las que preguntar. Llevando estas ubicaciones al mapa, podemos trazar una línea imaginaria entre la ubicación de los dos santos; e ir más allá, apuntando una línea más hacia la Isla de Sálvora. Así podrían los celtas comunicarse por la noche, mediante hogueras, avisándose de castro en castro para lanzar alarmas, convocarse para la guerra, o advertirse de cualquier tipo de emergencia. El Pico Sagro es una ubicación perfectamente visible desde Compostela; desde el Pico Sagro se ve muy bien Castro Valente; y desde éste pueden verse las islas adelantadas en el mar.
ABANDONADO A LOS LOBOS
Por la Historia Compostelana se sabe que Xelmírez estableció una red de torres vigía por toda la costa para avisar de la llegada de barcos enemigos. La torre que aún permanece en pie en la playa de la Lanzada, en Areas Gordas, es prueba de ello, y había más torres por la costa que se utilizaban como centros de alarma, mediante el encendido de hogueras en lo alto. Y ello permitía que la alerta sobre una flota enemiga avistada por ejemplo en Fisterra llegase enseguida a Santiago, adonde llegaba de una torre a otra por toda la costa y, después, desde Castro Valente al Pico Sagro y de allí a Compostela. Aunque en el cuento de la abuela la referencia era a picos y santos, no es descabellado pensar que en el caso de Castro Valente puede recoger realidades que se remontan a tiempos anteriores al cristianismo. El castro comenzó siendo una reliquia
Adolfo Enríquez
Arquitectura La subida a Castro Valente nos depara sorpresas como la de este cruceiro cercano a la ermita de S. Xoán
celta, pero fue después un engarce medieval de primer orden en la defensa de Santiago, con el control y avistamiento de cualquier movimiento en el río Ulla, tal como se puede comprobar ahora mismo sin necesidad de satélites. Pasados ya los tiempos en los que se necesitaban este tipo de avisos, la ermita de S. Xoán fue trasladada al Caeiro, a un par de kilómetros y próxima a un camino que comunicaba con A Estrada; y el castro quedó en el silencio y la oscuridad de la Historia, abandonado a los lobos y los jabalíes ocultos bajo el dosel de tojos. Las leyendas siguieron explicándonos su importancia, pero el silencio sobre el castro fue definitivo. Hoy, mirando el atardecer desde las laxas del Poniente; observando caer el silencio sobre el valle de la historia jacobea, el Ulla, y su maternal discurrir como río de plata hacia la mar; uno se estremece por la sensación de poder que tuvieron quienes este castro habitaron, pero que prefirieron morir antes que entregarse a Roma para ser vendidos como esclavos. Tampoco quisieron doblegarse y sufrir la romanización a medias, como sí hicieron sus vecinos los irienses y los de castro cessuris, que levantaron altares de sacrificio a Júpiter y a Neptuno respectivamente. Para ellos la muerte envenenándose era la mejor solución y con ellos acabó la historia del castro pero nació la leyenda y el mito. 65
Romerías
REMONTE DEL ULLA POR EL CAMINO DEL MAR DE AROUSA Por lucía cheda
Adolfo Enríquez
El Camino sin el cual no habría Camino no es realmente un camino. La mayor parte de su recorrido discurre sobre el agua. La Ruta Xacobea del Mar de Arousa y Ulla, que rememora la llegada en barco del cuerpo del Apóstol a Compostela, permite conocer desde otra perspectiva una de las rías gallegas más populares y con una oferta turística más heterogénea. El único vía crucis marítimo-fluvial del mundo, playas, bateas, montañas colgadas sobre el mar, pueblos marineros, viñedos y monumentos son sólo algunos de los atractivos de los 22 ayuntamientos por los que discurre la ruta de la traslatio original.
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A la riqueza paisajística se suma su importancia en el fenómeno jacobeo. Mar de Arousa es la madre de todas las rutas jacobeas, el primero de todos los caminos, el que rememora el último tramo del recorrido por mar de los restos del Apóstol a tierras gallegas. “Sin la ruta de Traslación no habría ni Camino Francés ni existiría el mismísimo Santiago de Compostela en las condiciones en las que lo conocemos”, recuerda el presidente de la Fundación. Para Teodoro y Atanasio, discípulos de Santiago el Mayor, Arousa fue fin de un trayecto que había empezado, según la tradición cristiana, en el año 44 de nuestra era. Fue entonces cuando Herodes Agripa ordenó el martirio y decapitación por la espada del santo, uno de los doce elegidos por Jesucristo para transmitir su mensaje. Los dos alumnos del Hijo del Trueno recogieron y amortajaron sus restos para darles sepultura en los confines de Occidente, a donde llegaron conducidos por un ángel y guiados por una estrella, como refleja hoy el escudo de la villa de Padrón.
Procesión marítima Promovida por Sánchez-Agustino
Fundación Arousa Ulla
EL PRIMER CAMINO
David Bello
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ista sobre el mapa, esta ruta es la más pequeña de todas cuantas conducen a Santiago; sus encantos, sin embargo, son infinitos. Algunos de los municipios en los que recala son exponente del turismo más consolidado de Galicia, como Cambados, Vilagarcía de Arousa, Sanxenxo, Padrón o el propio Santiago de Compostela. Otros, menos conocidos a priori, seducen al visitante por su monumentalidad, por sus pazos, iglesias, fuentes y cruceiros, por su patrimonio histórico y natural y por su gastronomía. Javier Sánchez-Agustino, presidente de la Fundación Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla, ha remontado el río en más de 25 ocasiones. Aún así, asegura descubrir cada vez un perfil nuevo de la ría más amplia y del río más caudaloso -tras el Miño y el Sil- de Galicia. A babor, la escarpada sierra del Barbanza domina el litoral norte y contrasta con la orilla sur, de suaves pendientes. Desde cubierta se avizoran aves acuáticas, arroaces o delfines, bateas, islas que son Parque Nacional y torres defensivas como las de Catoira. Navegando por el río Ulla entre espesos juncales, por la que fue ruta marítima comercial desde época romana, es frecuente avistar cormoranes, garcetas y garzas reales. En el último punto navegable se llega al gran puente de piedra originario del siglo I que une Pontecesures y Padrón. A partir de aquí, y dada la imposibilidad de continuar por el Sar, es obligado desembarcar. La ruta converge entonces con el Camino Portugués. Hay dos alternativas terrestres a este Camino del Mar, la que discurre por la orilla norte, de Ribeira a Padrón, o la sur, desde O Grove.
De acuerdo con la leyenda, el formidable viaje se hizo a bordo de una barca de piedra, aunque bien pudo ser una confusión lingüística y tratarse de una “barca da pedra”. Es decir, no un navío de flotación milagrosa, sino un transporte de rocas y minerales de los que recorrían la importante ruta comercial de la antigüedad clásica que bordeaba la Península Ibérica, en este caso uniendo Jaffa, en Palestina, con el puerto fluvial de la entonces ya muy relevante Iria Flavia, en Galicia. Defendía esta teoría José Luis Sánchez-Agustino, padre del actual presidente de la Fundación e iniciador de un proyecto al que muchos calificaron de locura en su época. En los años 60 de la pasada centuria faltaban aún tres décadas para las grandes 67
promociones que acompañaron al Xacobeo 93, y hablar del fenómeno jacobeo sonaba a chino. Sánchez-Agustino, un hombre infatigable de Vilagarcía de Arousa, puso todo su empeño en recordar la singladura del Apóstol. Lo hizo buscando apoyos aquí y allá, llamando a todas las puertas, en un arriesgado proyecto que hoy podríamos calificar como precursor del tan en boga procedimiento del crowdfunding o micromecenazgo. El sueño de este pionero se materializó el 19 de agosto de 1965. El primer remonte conmemorativo de la traslación apostólica contó con el favor de las autoridades de la época, con la participación de Manuel Fraga, entonces ministro de Información y Turismo, y de los cardenales Quiroga Palacios (Compostela) y Caggiano (Buenos Aires). Pero también tuvo un gran apoyo popular: unas 175 embarcaciones de toda la ría lo convirtieron en el más numeroso de todos cuantos ha habido. La ruta sufrió un parón en las décadas de los setenta y los ochenta, pero desde entonces se ha venido celebrando ininterrumpidamente hasta nuestros días. Javier Sánchez-Agustino guarda en los cajones fotografías de sus primeros remontes, siendo niño. En la memoria custodia anécdotas como la de una edición en que algunos barcos daban ya vuelta en Padrón mientras otros no habían salido
Adolfo Enríquez
Ría de Arousa Cubierta por un manto de bateas
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aún de puerto. Esta procesión marítima, que se celebra siempre en verano, no reúne ya a tanta gente, principalmente por dos motivos: porque la normativa de seguridad marítima impide llevar pasaje a embarcaciones no autorizadas y porque la ruta se ha hecho más accesible al público al haber sido ya comercializada por empresas.
FUNDACIÓN RUTA XACOBEA
Puede realizarse cualquier día del año y ese es uno de los méritos de la promoción realizada por la Fundación Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla desde su aparición en 1999. Sus responsables no sólo se ocuparon de señalizarla por vía terrestre y balizar el río para asegurar la navegación, sino que también consiguieron difundir su singularidad mediante los remontes conmemorativos en los que participaron desde miembros de la Monarquía española -Don Juan Carlos y Doña Sofía en 1991, el Príncipe Felipe en 1999 y la infanta Doña Cristina en 2010- hasta los cientos de chavales que hicieron en 2004 y 2010 la hermanada Ruta Quetzal, con el aventurero y divulgador Miguel de la Quadra-Salcedo al frente. Otro de los hitos de aquella iniciativa de 1965 fue la creación del único vía crucis marítimofluvial del mundo. Instituciones, empresas y
Ribeira y lo hará por la tarde, coincidiendo con la pleamar. En la actualidad, el puerto de salida de este acto institucional es itinerante, alternando la ribera norte y sur de la ría de Arousa. En esta edición, la reciente publicación de la Guía de Cruceiros Xacobeos en el Camino del Mar de Arousa y Ulla “es un atractivo más para que todos los navegantes puedan ver, reconocer y profundizar en el único vía crucis fluvial y marítimo del mundo”, en palabras de Javier Sánchez-Agustino. Volviendo de nuevo el timón hacia los discípulos del Apóstol, el caso es que Teodosio y Atanasio llegaron al muelle romano de Iria, fuese en una Ruta Quetzal Con De la Quadra
Fundación Arousa Ulla
particulares cooperaron entonces en la donación y colocación de 17 cruceros de piedra en islotes y riberas, señalizando la traslatio. Los más antiguos fueron tallados por Alfonso Sanmartín Abelleira. Este escultor de Rúa de Francos, en Teo, dio vida al duro granito para crear con su cincel unas piezas con características comunes en cuanto a emplazamiento e iconografía. Todos ellos están puestos en lugares excepcionales, visibles desde tierra y mar. Constan de basa, fuste esbelto, capitel y cruz con Jesucristo a un lado y la Virgen al otro, y presentan simbología jacobea, desde la imagen del Apóstol hasta la concha o la cruz de Santiago. Alguno, como el de Malveira Grande, se pierde en la espesura de la vegetación; otros resisten milagrosamente la erosión de los elementos. Javier Sánchez-Agustino no oculta su predilección por el calvario de Punta Patiño: “Es un cruceiro magnífico del que ahora descubrí algo nuevo, y es que una de las cruces no está alineada con las otras”. Los cuatro cruceros instalados en 2004 al pie de la sierra del Barbanza, en la parte final de la ría, son obra del escultor de Porto do Son Fernando Cabeza Quiles. A diferencia de los antiguos, estos son cruceros de capilla o de Loreto: abandonan el esquema tradicional y presentan un fuste ancho y corto que se abre en peana, sobre la que se coloca una capilla con la Virgen en su interior y, encima, el Cristo crucificado. Para completar el vía crucis faltarían ahora los de la orilla sur, en los municipios de Vilanova, A Illa, Cambados y O Grove. Llegarán con el tiempo. En este año 2012 se celebra el XXVIII Remonte anual de conmemoración de la traslación apostólica, que tendrá lugar el sábado 7 de julio de 2012. Cubrirá el trayecto Ribeira-Padrón-
Adolfo Enríquez
David Bello
Calvario de Punta Patiño Es una de las maravillas de la ruta
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Intramar
En catamarán, barco o lancha Son varias las empresas que hoy en día comercializan este recorrido. Como denominador común, todas ellas operan para grupos concertados, bien de forma particular o bien a través de agencias, aunque se puede uno sumar a alguno de estos grupos si quedan plazas libres. Por este y por otros motivos es conveniente consultar la disponibilidad con antelación. Las propias características del itinerario marcan unas restricciones. Así, las embarcaciones de mucho calado sólo pueden remontar el Ulla en pleamar y, por ello, disponen de un tiempo limitado. Es el caso de los catamaranes de Cruceros Rías Baixas (www.crucerosriasbaixas.com), Cruceros do Ulla (www.crucerosdoulla.com), Cruceros Ángel (www.crucerosangel.com) o Minicruceros Proba (www.barcolatoja.com). Por lo general, el trayecto guiado dura de dos a tres horas, aunque en ocasiones se demora hasta las nueve horas de la excursión que oferta Intramar en el Chasula (chasulapesca.blogspot.com.es; en la foto), una embarcación tradicional construida en 1958 y restaurada en 2006, con cocina a bordo y un guía autorizado por el Parque Nacional Illas Atlánticas para orientar en la visita a Cortegada. El embarque suele realizarse en el puerto de O Grove, donde empresas como Bahía Sub (www.bahia-sub.com) tienen su base, pero también en Carril, Aguiño o Cambados, aunque casi todas las navieras se ofrecen a recoger a los viajeros en cualquier puerto de la ría. Menos condicionadas por las mareas están las compañías que utilizan embarcaciones semirrígidas tipo zodiac para grupos reducidos. Es el caso de Corticata (Turismo medioambiental; www.corticata.com), Mar de Aguiño (www.mardeaguiño.es) o Caminando por el mar (www.caminandoporelmar.es). “Puede que el recorrido no sea tan vistoso como en catamarán, pero estás más en contacto con el agua”, argumenta el responsable de Corticata.
barca de piedra o en un mercante de minerales. Amarraron la nave a un Pedrón o ara romana, que se conserva bajo el altar mayor de la Iglesia de Santiago en Padrón. Colocaron el cuerpo en una roca que tomó forma humana, “como si sobre cera pusieran un cuerpo de bronce incandescente y como si reconociese el vasallaje y honor que a tan gran apóstol debía”. El Papa Calixto II afirma haber visto la piedra, desgastada por los peregrinos que la veneraban. La tradición la sitúa en el fondo del río Sar, donde fue arrojada
para preservarla de los buscadores de reliquias. Teodoro y Atanasio superaron los impedimentos y engaños de la Reina Lupa y del gobernador de Dugium (Duio), logrando enterrar al Apóstol en el monte Libredón, donde sus restos permanecerían ocultos hasta el año 813. Fue entonces cuando una estrella llamó la atención del eremita Paio y movió al obispo Teodomiro y a Alfonso II el Casto a reorganizar el culto a Santiago el Mayor en la monumental Compostela. El resto es historia. English translation on page 89
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Adolfo Enríquez
Adolfo Enríquez
Dónde descansar
Pazo de Hermida
Pazo de Lestrove
Varias torres defensivas protegían a los habitantes de la ría de Arousa de los ataques de piratas y normandos. El Pazo de Hermida se construyó sobre unas de esas torres, donde en 1614 se fundó un mayorazgo, a tan sólo un kilómetro de la villa de Padrón. Aquí vivió y escribió la universal Rosalía de Castro, en un edificio que conserva la arquitectura propia de las casas hidalgas y a la vez ofrece a sus huéspedes todas las comodidades.
Una imagen del peregrino Santiago corona la fuente barroca de tres pisos que recibe a los visitantes en el patio de entrada del Pazo de Lestrove, la antigua mansión de recreo de los arzobispos compostelanos. Fue construida en el siglo XVI, aunque la apariencia actual es de la época barroca. Dispone de 50.000 metros cuadrados de jardines y bosques, capilla, 26 habitaciones, salones, comedores, patios y piscina exterior.
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Dos pedales
Pedaleando en silencio por tierras de
FORNELOS DE MONTES Por Ángel Pérez
Nuestra ruta ciclista nos lleva hasta las tierras pontevedresas de Fornelos de Montes, una pequeña población próxima al caudaloso embalse de Eiras. La ruta coincide en parte con la GR-58, la de mayor longitud de la Comunidad gallega. Castros, petroglifos, zonas umbrías, rodeiras que atestiguan el paso de los carros e incluso un antiguo acueducto, dan a este recorrido un sabor muy especial. Atravesarla nos hace revivir la historia y sobre todo echar a volar nuestra imaginación al toparnos con una antigua aldea, misteriosa por su emplazamiento pero sobre todo por el tamaño de sus casas.
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Ángel Pérez
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Ponte dos Mouros Acueducto y extraña aldea
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a ruta la iniciamos en el núcleo principal de Fornelos de Montes, la Plazade la Iglesia, presidida por el edificio del Ayuntamiento y la Iglesia de San Lorenzo (siglo XVI) , de estilo barroco y planta en forma de cruz latina. Próximo al templo se erige un monolito en honor a dos brigadistas fallecidos en el año 2010 durante las labores de extinción de un incendio forestal en las parroquias de Rial y San Vicente de Oitavén. Tomamos la estrecha calle situada frente a la fachada de la iglesia para continuar por ella en ligero ascenso hasta dar con la carretera comarcal PO-250. Un giro a mano derecha nos introduce en esta comarcal de escaso tráfico, por la que pedalearemos tranquilamente a nuestro ritmo cruzando poco después el río Barragán a la altura de la localidad de Oitavén, junto al embalse de Eiras. En este punto veremos una pequeña parte de este amplio pantano que abastece la ciudad de Vigo y que es llenado por el río Oitavén, que pocos kilómetros después confluye con el río Verdugo, en el Ayuntamiento de Soutomaior, para ya juntos desembocar en la jacobea localidad de Pontesampaio a la ría de Vigo. Tras un breve descanso seguimos pedaleando hasta encontrar un cruce con la indicación de San Adrián de Calvos a nuestra derecha, y un poste de madera con marcas rojas y blancas situado a la izquierda de la carretera junto al arcén. Con este poste comienza un bonito camino pedregoso que, sumergido en la frondosa vegetación del monte A Cidade y entre viejos carballos cubiertos de musgo, nos conducirá a un antiguo castro llamado A Cidadela. Este camino forma parte de un tramo del sendero de gran recorrido GR-58, el llamado Sendeiro das Greas, es el más largo de todos los de la Comunidad gallega. Con una longitud de 247 km, atraviesa los municipios de Vigo, Redondela, Soutomaior, Fornelos de Montes, Pazos de Borbén, Ponteareas, O Porriño, Tui, Gondomar, Baiona y finalmente Nigrán. Quizás en algún momento las resbaladizas losas del camino nos hagan poner pie a tierra. Pero en ellas podremos apreciar las huellas del pasado, los surcos profundos que dejaron el ir y venir de los carros que transportaban las mercancías de los antiguos habitantes en estas tierras hace siglos. Más adelante cruzaremos el regato de Cambichas por un simple y primitivo puente compuesto de rudimentarias losas de piedra con contrafuertes en los bordes. El entorno ahora es aún más frondoso. Pedaleamos sobre una ancha calzada atravesada horizontalmente por una larga piedra cincelada en forma de canal que parece que sirvió para transportar el agua que bajaba desde la montaña situada a nuestra derecha. El silencio del lugar, roto tan solo por el crujir de la hojarasca bajo nuestras ruedas y el devenir de pequeños reptiles que se deslizan y ocultan entre las raíces retorcidas de los robles, hace que
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Ángel Pérez Ángel Pérez
nuestro recorrido se envuelva en cierto halo de misterio. Posiblemente en este momento estemos deambulando por el antiguo foso defensivo del castro, que se encuentra a nuestra izquierda enterrado bajo 2.000 años de historia. El castro se halla enclavado en un magnífico paraje regado por el cercano río Barragán, y todavía podemos observar los restos esparcidos de la antigua muralla principal y de alguna posterior mezclada con otros muros más recientes.
aldea inexplicable
Poco después el camino nos sorprenderá con un hallazgo impresionante. Un gran acueducto de piedra atraviesa el húmedo camino de lado a lado con una amplia puerta frontal formando un arco ojival. Apoyamos nuestra bicicleta a un lado del camino para observar este acueducto, cubierto de musgo y vegetación, que en la zona conocen como Ponte dos Mouros. Una de las piedras de su interior tiene grabada a cincel un posible año de construcción, el 1787,aunque no se sabe con seguridad si su antigüedad se corresponde realmente con el siglo XVIII, ya que la forma del arco es más propia del siglo XV. Hasta podría tratarse de una construcción todavía más remota, de entre los siglos X – XIII. Nadie puede afirmar de forma contundente cuando se alzó dicho acueducto; y hay quien dice que data de la época de la conquista romana y que fue reformado siglos después. Traspasamos esta puerta como antaño hicieron miles de veces los antiguos habitantes en su deambular diario, para encontrarnos con otra sorpresa. En su margen izquierda el sendero está flanqueado por las ruinas de pequeñas construcciones tapizadas 74
Petroglifo e Iglesia de S. Paio Recorrido por la historia de Galicia
por el musgo, semienterradas y casi ocultas por la hojarasca entre numerosos troncos de árboles. Se trata de antiguas casas en las que aún podemos distinguir diminutas entradas y la forma de los muros que soportaban los tejados. Reconocemos hasta indicios de alguna lareira bajo la hojarasca. Se trata de casas bastante bajas y alguna de ellas conserva aún su pequeño patio, que recuerda mucho el estilo de los poblados castreños. El emplazamiento de estas viviendas desata la imaginación y ha dado pie a diversas conjeturas e hipótesis. Hay quien cree que se construyeron con las piedras del antiguo castro, y que su función fue quizás la de alojar ganado vacuno en un entorno que servía como feria y lugar de paso de comerciantes siglos atrás, quizá en la época de la inscripción del acueducto. Pero lo cierto es que el tamaño de sus puertas parece desechar esta hipótesis. La disposición de estas construcciones, alineadas a lo largo del foso del castro, tras la muralla y el arco de entrada que forma el acueducto, y todo ello cubierto por una vegetación salvaje y frondosa sin duda no nos deja indiferentes. Nos hará soñar en cómo pudo haber sido la vida de los habitantes de esta misteriosa Cidade hace cientos, quizá miles de años. Retomamos el camino para acceder de nuevo a la PO-250, tomándola a nuestra izquierda en dirección Moscoso. Llegamos a esta población kilómetro y medio después, para, según entramos en el pueblo parar en una fuente de agua fresca que nos encontramos a mano derecha de la carretera, en la que llenamos nuestros bidones ya vacíos. Cruzamos Moscoso por la misma carretera y al llegar a un cruce seguiremos la indicación para visitar la iglesia de San Paio, neoclásica del XVIII, situada junto a un centenario y enorme roble conocido como “Carballo do Adro”. Algunas de sus
Buscando petroglifos
En este monte iremos descubriendo a nuestro paso numerosos petroglifos diseminados a lo largo de su superficie, y todos ellos prácticamente unidos por esta pista principal que orientará nuestro recorrido por el arte rupestre al aire libre. Lamentablemente estos vestigios remotos no están señalizados, pero se pueden localizar siguiendo nuestras indicaciones.. Desde el inicio de la pista de tierra hasta el sendero que lleva al primer petroglifo hay 1.100 metros. El sendero está a nuestra izquierda y tendremos que seguirlo prácticamente por intuición, continuando recto hasta dar con el petroglifo denominado Outeiro do Mar (Estación 2 ). Varios metros más adelante encontramos el segundo, Outeiro do Mar (Estación 1). Volviendo sobre nuestros pasos hasta la pista principal y pedaleando por ella 340 metros más, otro senderillo similar situado también a la izquierda nos lleva al tercero y cuarto. Para encontrarlos avanzamos recto por ese camino varios metros hasta cruzar un cortafuegos de lado a lado y ver al fondo unas rocas formando una especie de cueva. Antes de llegar a ellas vemos ya el tercero de los petroglifos, Gorgoreiro. Y avanzando después casi en línea recta entre espinosos tojos y llegamos al cuarto, Casa da Rapadoira, situado tras la cueva o “refugio” de piedras. Regresamos nuevamente a la pista principal para avanzar por ella y tomar el primer camino a mano derecha y después el siguiente desvío a nuestra izquierda para descender por un vertiginoso cortafuegos hasta que llegamos a una gran piedra con unos grabados que indican un antiguo uso como marco territorial entre los ayuntamientos de Soutomaior, Pazos de Borbén y Fornelos de Montes. A 1.000 metros de la pista principal se halla el quinto petroglifo, Calvos. Para encontrarlo debemos subir unos metros por otro cortafuegos situado
a la izquierda, frente al marco territorial. Están ubicados a nuestra izquierda, en un conjunto de rocas por el que podemos treparemos fácilmente. Desde lo alto se divisa una parte de la ría de Vigo. Tras localizarlo regresamos por el mismo camino, aunque para ello tenemos que empujar la bici unos 70 metros por el cortafuegos hasta conectar con el desvío de la pista principal. Avanzamos por ella sin desviarnos 1,7 Km. para tomar un estrecho sendero que asciende a mano izquierda. A poco más de dos quilómetros de aquí nos topamos a la derecha, pegado al camino, el sexto y último de los petroglifos, A Pexeira. Una vez localizado seguimos por el camino unos 400 metros hasta dar con un estrecho y bonito sendero a nuestra derecha que desciende hasta Moscoso, desde donde regresamos a Fornelos de Montes por la misma ruta.
Para alojarse
Siguiendo la pista principal de la ruta podremos localizar hasta seis diferentes petroglifos
Carlos Peteiro
ramas sirvieron para sostener las cuatro campanas de la iglesia cuando un rayo destruyó su torre en 1890. La localidad nos llama la atención por sus impresionantes casas de piedra, construidas muchas de ellas por vecinos que emigraron a Brasil a principios y mediados del siglo XX. Bajamos de nuevo al cruce y tomamos la calle situada a la derecha de una entidad bancaria para subir suavemente hasta dar con un cruceiro y una de estas casas de emigrantes, cuando tomamos el camino de nuestra izquierda y continuamos ascendiendo sin desviarnos, en suave pendiente. Tras haber recorrido unos 900 metros desde la entidad bancaria elegimos una pista ancha, de tierra, que nos lleva al inicio de la ascensión al monte.
Ángel Pérez
Parque rupestre Dominando la colina
Rectoral de Fofe Rectoral rehabilitada con el mayor respeto a su estructura original. Cuenta con 9 habitaciones. Posibilidad de cama o cuna supletoria. Aceptan mascotas. T. 986 668 750 www.rectoraldefofe.com
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Evaristo Santamaría
Calidad gallega
percebe gallego el mejor del mundo Por m.c.r.
Crecen en otras costas, en otras rocas, pero los de aquí están considerados como los más sabrosos porque saben literalmente a mar. Dicen que por las especiales características de nuestras rías, expuestas a la bravura del Atlántico, que con sus corrientes hace aflorar los mejores nutrientes del fondo marino, de los que se alimentan nuestros percebes. Quizás los más codiciados y reconocidos son los del Roncudo, por su sabor y sus extraordinarias proporciones, pero hay otras buenas zonas productoras a lo largo de la costa gallega. Y en todas, absolutamente en todas, se recogen de forma manual. Y en todas, nuestros percebeiros y percebeiras se juegan la vida en su marisqueo. 76
Xusto Gómez
Percebeiros Verlos en plena faena asombra
Una de las zonas rocosas más reconocidas de Galicia por la calidad de sus percebes es la de Punta do Roncudo, en la localidad coruñesa de Corme, en plena Costa da Morte. Roncudo debe su nombre al ruido que hace el mar cuando rompe contra estos acantilados, porque aquí el mar “ronca”. Es en estas rocas, frente al faro del mismo nombre, donde crecen “los mejores percebes del mundo” y por eso sólo se abren para las fechas en que el crustáceo cotiza más: julio, agosto y diciembre, cuando llega a duplicar su precio si la climatología no da tregua para recogerlo de cara a las fiestas. De hecho, el percebe de esta zona es marca registrada desde hace casi cinco
Xusto Gómez
S
e conocen en la actualidad más de 1.200 especies de percebes. El gallego es el conocido como Pollicipes pollicipes, una variedad que también se da en la cornisa cantábrica, en Francia, Portugal o Marruecos, pero que en ninguna alcanza el grosor ni el sabor de los que se recogen aquí. La explicación se encuentra en el fenómeno de afloramiento que se produce en la plataforma continental de Galicia, durante el cual las aguas superficiales se desplazan hacia el océano, y a su lugar ascienden otras más profundas y frías cargadas de plancton y otros ricos nutrientes de los que se alimenta el percebe. Vive literalmente enganchado a las rocas más batidas por el mar. Se agarra por el pie, del que sale el pedúnculo carnoso -el preciado manjar- y termina en forma de uña, que es por donde se alimenta y recibe el oxígeno. Como no todas las tierras son igual de buenas para un determinado cultivo, los percebes no desarrollan igual en todas las rocas. Normalmente los más gruesos y apreciados son los de “sol”, los que crecen en aguas menos profundas y expuestas a la luz solar y que reciben el embate directo de las olas más fuertes. El de “sombra”, se fija en rocas más profundas o en peñascos más resguardados o grietas, y al recibir menos cantidad de alimento debe estirarse para atraparlo, y termina convirtiéndose en más delgado y alargado. Son igualmente sabrosos, pero tienen mayor contenido de agua.
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Xusto Gómez
Oficio difícil La vida depende de una cuerda
años. Pero para los percebeiros cormeláns, Punta Roncudo, no es más que otra ribeira -así llaman a las distintas zonas en que tienen divididos los acantilados para su recogida, que permiten que la especie se vaya regenerando-. A Percebellosa también da buen percebe, y también están Pedras Cercadas, Mouzón, Punta Nariga, Canteiro… La Costa da Morte es una de las principales áreas de producción del crustáceo en la provincia de A Coruña, desde Cabo Finisterre hasta Malpica, junto con los acantilados que van desde Cabo Prior al Cabo Ortegal con Cedeira a la cabeza. Al Sur de la provincia de A Coruña, la zona de Aguiño, en la península del Barbanza, también cuenta con percebes de calidad que provienen de las islas de Sálvora y Ons. Ya en la provincia de Pontevedra, la Costa da Vela, son buenas productoras las zonas de mar abierto entre A Guarda y Baiona. Buena parte del percebe gallego se comercializa a través de las lonjas. En el último año se subastaron casi 368.000 kilos con una facturación que superó los 9,5 millones de euros. A Coruña, adonde acuden más compradores, Cedeira, Aguiño-Ribeira, Malpica y Baiona, por este orden, son los pósitos con mayores transacciones, según datos oficiales. El precio máximo que se pagó por kilo fueron 213 euros, aunque la media anual ronda los 26. Caro para quienes lo compran y poco pagado para las percebeiras y percebeiros que consideran la suya como una de las profesiones más duras, un oficio en el que arriesgan su vida. A los bancos de percebe acceden desde tierra o por mar. Para cada caso se otorga una licencia distinta, pero el arte final es el mismo. Para marisqueo del percebe a pie, 78
liderado por mujeres, había concedidos el pasado año 367 permisos en Galicia (más de la mitad en la provincia de A Coruña). Los mayores censos se encuentran en las cofradías de Muxía, Baiona, A Guarda y Corme; mientras que Aguiño, Cedeira y Camelle encabezan el listado con mayor número de licencias para marisqueo desde embarcaciones – en toda Galicia hubo el pasado año 590-.
LIDIANDO CON EL MAR
La recogida del percebe está considerada como una actividad de marisqueo y como tal, no está catalogada como oficio peligroso. Por eso, las percebeiras no se cansan de demandar sus derechos y piden una reducción en la edad de jubilación, de los 63 años actuales hasta los 55, como los marineros. Carmen Dourado, una percebeira de la zona del Roncudo, a sus 61 años suscribe la demanda. “Para recoger el percebe tienes que exponerte a zonas de fuerte oleaje, y de 50 días de trabajo, 10 son con buena mar, el resto…”. Carmen asegura que tienen zonas en que sólo alcanzan los bancos si descienden atadas por cuerdas. “En la ribeira de As Rosas, por ejemplo. Punta Nariga, O Rubio… tenemos unas seis o siete malas, sólo podemos ir en verano”. Cuando el mar está enfadado y las olas rompen, al grito de “Vén” (viene) o “Mare” (mar) las percebeiras se repliegan, trepando piedras arriba. Siempre trabajan en grupo. Quienes faenan en embarcaciones – aquí lideran los hombres- acceden a las rocas a las que resulta imposible hacerlo desde tierra, pero el procedimiento de extracción es el
mismo. De forma artesanal, valiéndose únicamente de una rasqueta con mango (la ferrada) con la que separan las piñas de percebe de las piedras y un saco de malla colgado a la cintura para depositarlos. Ahora utilizan trajes de neopreno. “Miedo no, respeto sí, y mucha vista y oído”. Carmen proviene de familia de percebeiros. Aprendió el oficio con 16 años, de la mano de su padre, al que vio morirse ahogado hace ahora 22. Por eso no quiso que ninguna de sus tres hijas acabase yendo al percebe. Sus turnos de faena los marcan las mareas. Sólo cuando baja, pueden llegar hasta las zonas rocosas donde está el crustáceo. La Cofradía de Corme, al igual que el resto, ha trazado un plan de explotación aprobado
por la Xunta que busca la sostenibilidad de este recurso. Delimita los días máximos de extracción al año –en 2012 serán 110 si los temporales lo permiten-; las artes a utilizar; los puntos de control; el número de permisos y los topes de captura por percebeiro y día. Cinco kilos netos en el caso de Corme. Pero el trabajo de Carmen no finaliza cuando ha reunido esos kilos, tras dos o tres horas subiendo y bajando incontables veces a las rocas. “Puedes bajar seis o siete veces y el mar no darte tregua para coger un puñado”. Después han de limpiarlos de los restos de algas o trozos de piedra y clasificarlos para su venta. – el extra o grande se cotiza más que el mediano-. Y ya de madrugada, han de salir para las subastas de Costa enérgica Cuatro de cada cinco días de marisqueo son con mala mar
Xusto Gómez
El auténtico “percebe gallego” se distingue de otras variedades procedentes de Marruecos, Portugal o Canadá, también presentes en nuestro mercado, por la textura prieta de sus carnes, por su tonalidad más oscura, y sobre todo, por ser más corto y grueso. Suelen alcanzar una talla de 5 cm de longitud. Además, la uña es más agudizada, rojiza, y con menos placas. Su sabor es muy apreciado por tener más sustancia, porque tiene “esencia de mar”. Esto se debe al sustrato donde se fija, roca granítica, y a las aguas frías ricas en plancton de las que se nutre, en contraposición, por ejemplo, con el “marroquí”, que se adhiere a sustratos de piedra arenisca y vive en aguas más cálidas. Por eso, su color es más claro y su sabor más dulzón
Evaristo Santamaría
Cómo reconocer el percebe gallego
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las lonjas de Coruña o Malpica, donde hay más competencia y venden mejor su percebe. Hasta que se desarrolló un mercado estable en el siglo pasado, y por imposible que hoy parezca, el percebe gallego se cotizaba tan poco que estuvo relegado a alimento de las clases bajas de la Costa da Morte, que lo acompañaban con cachelos (patata cocida con su piel). El percebe se consume principalmente en fresco, y su preparación es de lo más sencilla, aunque también marida bien como parte de platos más elaborados por su imponente sabor a mar. Si los queremos preparar en casa, la receta sigue siendo la misma a la que ya hacía referencia el ilustrado Cornide Saavedra en el siglo XVIII en su tratado Ensayo de una historia de los peces y otras producciones marinas de la costa de Galicia. Se pone a hervir agua de mar, o en su defecto, se añade 70 gramos de sal por litro de agua. Cuando hiervan se echan los percebes, y cuando va a volver a romper a hervir, si es gordo se espera un minuto y medio y si es delgado ya se retira. Un curioso dicho popular mantiene que el tiempo que se mantienen hirviendo es el que dura el rezo de un Padrenuestro. Entonces se escurren y se tapan
Echando un vistazo nos encontramos con empresas que venden todo clase de “marisco gallego”, pero también con iniciativas de percebeiros que buscan así otras salidas para el más pequeño -el que menos se cotiza en fresco- que les permitan mantener la competitividad de un producto por el que se arriesgan tanto. Es el caso de la cooperativa A Percebería, recién constituida por cinco mariscadores de A Guarda, Oia y O Rosal, de la costa sur de Pontevedra, que venden su producto fresco directamente al consumidor a través de Internet, y que además van a promocionarlo mediante visitas guiadas para que el turista experimente en vivo las sensaciones de su recogida. Pero el percebe ya se comercializa más que en fresco. En el caso del codiciado percebe do Roncudo, Cedeira o Fisterra sale ya al mercado cocido y enlatado por la prestigiosa conservera gallega Los Peperetes, en envases de 150 grs. que se venden a partir de 24 euros. Otra iniciativa reseñable es la de otros 27 percebeiros de Baiona y A Guarda que se han unido hace apenas dos años para comercializar el primer paté de percebe. A través de su empresa Mar de Silleiro y bajo la marca 27 Percebeiros venden también paté de percebe con algas, y conservas de percebes.
Para dormir
Adolfo Enríquez
Entre los meses de julio y agosto, nos encontramos con la posibilidad de degustar auténticos percebes gallegos si acudimos a alguna de las citas gastronómicas que honran a nuestro más famoso crustáceo. En la mayor parte de los casos, las fechas de celebración de las fiestas -siempre en fin de semana- están condicionadas por las mareas vivas, que comienzan con las lunas llena y nueva y se producen dos veces al mes-. De ellas dependen los percebeiros para recoger los miles de percebes que luego se servirán en raciones, y con cachelos, que según la zona y el tipo de percebe, pueden degustarse incluso desde los cinco o seis euros. Un apunte, para dar con su punto exacto de celebración, siempre nos debemos dirigir hacia la zona portuaria. La cita más destacada de entre todas es la del Percebe do Roncudo, que la Asociación de Vecinos de Corme, primero, y la Cofradía de Pescadores después, llevan organizando desde hace veinte años. El pasado año, en el pequeño pueblo cormelán que pertenece al municipio de Ponteceso, el segundo sábado del mes de julio se congregaron miles de personas que en pocas horas dieron cuenta de casi una tonelada de percebes. Otra fecha reseñable en el calendario es la Festa do Percebe de Aguiño, en el ayuntamiento coruñés de Ribeira, que se celebra el último fin de semana del mes de julio desde el año 1997. Y ya más hacia el norte de la Comunidad, la parroquia de Meirás (en Valdoviño) exaltará el próximo 4 de agosto el percebe de rareo (más delgado, el que se extrae para que crezca el resto). Una cita que llega a su cuarta edición con raciones a precios populares.
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CÓMO CONSEGUIRLO
No seas porcallán Evaristo Santamaría
Citas gastronómicas
con un paño húmedo para que conserven el calor. Hoy el percebe alcanza la categoría de “rey del marisco” y se puede degustar en fresco, y de extraordinaria calidad en muchos establecimientos hosteleros gallegos. Desde nuestras lonjas también va a muchos puntos de la geografía española y del mundo, y en los últimos años también ha proliferado su venta a través de la red, aunque a veces sin las debidas garantías de que sea auténtico percebe gallego.
Pazo do Souto
Situado en Carballo, es la ubicación perfecta para visitar la Costa da Morte. Un edificio del siglo XVII que ha sido restaurado atendiendo a los pequeños detalles. Dispone de 12 habitaciones completamente equipadas, un gran jardín con piscina y pista de tenis. La oferta la completa el restaurante en el que se pueden degustar los mejores platos de la gastronomía gallega. T. 981 756 065 www.pazodosouto.com
n á l l a c r s o a p e s o N
Por una Galicia más limpia Porcallán: todo aquel que utiliza los montes, los ríos y las playas para
www.pazosdegalicia.com
tirar su basura
Pazos de Galicia
GALICIA EXTIENDE SUS REDES Amor a una tierra
S
i Internet supuso un cambio radical en los hábitos de contratación de viajes, las redes sociales se muestran ya como una herramienta indispensable para la promoción de los destinos. Lo más revolucionario es que la divulgación de los recursos turísticos de Galicia, sobre todo naturales, se está haciendo por
parte de docenas de internautas que presentan su tierra desde la mejor de ls perspectivas, la del amor individual por lo que nos rodea. Hace ya tiempo que Internet se convirtió en la principal vía para la contratación de servicios turísticos. Ahora, la rapidísima implantación de las redes sociales, en especial Facebook y Twitter, está provocando que también empiecen a tenerse en cuenta en la selección de los destinos. Y ha sido sin duda esta percepción la que impulsó a muchos de los establecimientos de Pazos de Galicia a hacerse un hueco en las redes. Así, Pazos de Galicia está representado mediante más de una docena de gestores de redes trabajando en la divulgación de
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Carlos Peteiro
Carlos Peteiro
Entorno El entorno de nuestros Pazos llama la atención en la red
Galicia en las redes Se da la visión del que ya ha estado aquí
respuesta de los internautas a los temas gallegos, junto con el orgullo de ser centro de atención, provoca que lo que se inicia como una tímida contribución se acabe convirtiendo en un verdadero trabajo de aportación anónima y desinteresada a la red. Y es precisamente esa espontaneidad lo que lo transforma en un material sumamente valioso en cuanto a que proporciona al mundo una visión diferente de nuestra Comunidad, la que proporcionan los ojos de los que vivimos en Galicia.
Adolfo Enríquez
los establecimientos y sus actividades, pero también de la amplia oferta turística de nuestra Comunidad, desde las fiestas populares a la gastronomía, incluyendo actividades en la naturaleza, senderismo u observación ornitológica. Por poner un ejemplo, los pazos con perfiles, grupos o páginas en Facebook se dirigen regularmente a más de 10.000 seguidores. Esto deja entrever cómo los propietarios de los pazos, casas grandes y rectorales asociados se han sumado rápidamente a las nuevas formas de relación social en Internet; y con se han abierto a la posibilidad de captar la atención de alguno de los 12 millones de usuarios que, según los últimos estudios, aporta España a Facebook, la red de las redes. Porque aquí, en nuestro país, uno de cada cuatro tenemos ya cuenta en esta red social. Y además, entre los europeos destacamos por nuestra actividad en cuanto a la regularidad con la que visitamos los perfiles, compartimos información e interactuamos en lo que ya se conoce como “conversación en la red”. Considerando estas cifras, hay que reconocer que las redes están generando un cambio en el comportamiento y hábitos de los internautas. Un proceso que parece imparable en la medida en que se estrecha la brecha de conexión a Internet (cada vez son más los hogares conectados) y se incrementa el acceso a los teléfonos inteligentes con tarifa de datos. Es en este contexto en el que los gestores de las cuentas se convierten en punto de mira de cientos de “amigos” diseminados por todo el planeta, que hacen click en el “Me Gusta” de sus fotografías, videos de YouTube, o series de diapositivas en Picassa o Pinterest, por poner ejemplos de los más populares en nuestro país. Cualquier motivo es escusa para que la llamada de Galicia se extienda por la red en segundos mediante la viralización. Basta que nuestros pazos suban al perfil una fotografía espectacular, o una historia curiosa, para que en muy poco tiempo sea visible en los muros de docenas o cientos de seguidores; y por tanto visible también para los miles de seguidores de nuestros seguidores. Lo más revolucionario, y de ahí el interés de las redes para el ámbito del turismo, es que en este entorno los prescriptores de Galicia como destino son en realidad docenas de individuos que sienten la belleza de nuestra Comunidad y se ven impulsados a compartirla. La magnífica
Casa Solariega de Cervantes
Seguidores Más de 10.000 en Facebook
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Pazos de Galicia sugiere
La Ruta de la Construcción Naval La Ruta de la Construcción Naval (en realidad un conjunto de varias visitas) permite conocer algunos lugares clave en la historia de Ferrol. Entre sus principales atractivos se encuentra la posibilidad de entrar en recintos pertenecientes a la Armada Española y habitualmente vedados al público, como el Arsenal o las instalaciones de Navantia. Estos dos son quizá los lugares que dan a la ciudad su razón de ser: el primero se abrió en el siglo XVIII para albergar las actividades de la Marina, lo que hizo pasar a Ferrol de pequeña villa marinera a la urbe que hoy es; el segundo, un astillero de barcos de guerra, sostuvo durante decenios la economía y le dio a la localidad su carácter obrero. Para estas dos visitas es necesario anotarse en la Oficina de Turismo. En ninguna de ellas se permite realizar fotografías. También gracias a este itinerario de turismo industrial se puede visitar el Cuartel de Dolores, en el que se instruye desde 1771 a las tropas de infantería de marina; o el Castillo de San Felipe, en la boca de la ría, en una visita teatralizada. Oficina Municipal de Turismo C/ Magdalena, 56. 15402. Ferrol (A Coruña). T. 981 944 272 www.larutadelaconstruccionnaval.es
Todo un Museo Nacional en A Coruña El gusto de A Coruña por los museos de tipo científico e interactivo es bien conocido por quienes se acercan a esta ciudad. A la propuesta que hasta ahora ofrecían la Casa del Hombre, la Casa de los Peces y la Casa de las Ciencias, se suma desde esta primavera el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, inaugurado por los Príncipes de Asturias el pasado 4 de mayo. El MUNCYT se encontraba hasta este momento, de forma provisional, en Madrid. Ahora ocupa un moderno edificio, un árbol de hormigón en el que cada rama es una estancia cubierto por un cubo translúcido, en el barrio coruñés de Labañou. Varios androides guían al visitante por la historia de la tecnología. Entre los elementos más impactantes están la cabina del Boeing 747 Lope de Vega, el primer ordenador que llegó a España (un IBM de 1959), sextantes, pilas, microscopios, coches pioneros e incluso el primer acelerador de partículas. Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) Plaza del Museo Nacional, 1. 15011 A Coruña www.muncyt.es
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Pastas Caseras Las monjas benedictinas de San Vicente de Trasmañó, en Redondela, elaboran de manera artesanal estas pastas caseras, siguiendo la consigna de San Benito “Ora et labora”. Los ingredientes utilizados son harina, nata, azúcar, limón y levadura. Nada más, ni aditivos ni conservantes. El resultado es una textura suave y un color dorado. Por un precio de 3,40€, se puede adquirir la caja de 350grs. San Vicente de Trasmañó – Redondela (Pontevedra). T. 986 452 903
Queso Capricho La Arzuana S.C.G. produce desde 1995 este queso semigraso madurado, tipo “parmesano”, que destaca por su textura compacta y quebradiza. Para la elaboración de un kilo se necesitan 12 litros de leche cruda, que tras un proceso de desnatado, se pasteriza y se envía a la cuba para añadir el cuajo y los fermentos. Una vez está lista la pasta, se procede al corte, al moldeado y prensado. El paso siguiente es meter los quesos en salmuera y a continuación pasan al secadero durante un mínimo de seis meses. Se comercializa en dos formatos, la pieza entera de 12 kg. o en cuñas al vacío. El precio oscila entre los 18 y 20 €/Kg. de venta al público y puede encontrarse en tiendas delicatesen y en algunas grandes superficies. Lugar Teiraboa, s/n. Arzúa (A Coruña) T. 981 500 040
Lamprea a la bordalesa Ahora ya se puede disfrutar todo el año de este plato típico gallego, que deja de ser estacional gracias a Conservas de Cambados. La empresa prepara esta receta tradicional con lamprea fresca del Miño y salsa bordalesa, a base de vino tinto. La lata de 280grs puede adquirirse por un precio aproximado de 28€ en tiendas gourmet, en las instalaciones de la empresa en Cambados o contactando directamente con ellos por teléfono o e-mail. Conservas de Cambados Lg. de Porto, s/n, Barrantes. 36636 Ribadumia (Pontevedra). T. 902 760 213 www.conservasdecambados.com
Grelos deshidratados La Cooperativa Milhulloa, de Palas de Rei, está especializada en el cultivo ecológico de plantas medicinales y hortalizas. En su catálogo de productos cuenta con estos grelos deshidratados a baja temperatura (dos días a 400). Gracias a este proceso se conservan intactas todas sus propiedades: vitamina C, hierro, calcio y potasio.. Además, una investigación del CSIC revela que los grelos son un protector natural contra el cáncer gracias a su alto nivel de glucosinolatos. El producto se comercializa en envases de 60grs, que equivale a medio kilo de producto fresco. El precio está establecido entre 3,70€ y 4,50€ aproximadamente, y en la web de la cooperativa se pueden consultar todos los puntos de venta en Galicia y en el resto de España. T. 620 783 682 / 646 569 126 www.milhulloa.es
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THE EUME WOODs, Galician Magic (From page 4) If we were to choose among all of the woods in Galicia the most enchanted, it would definitely have to be the one named the Eume. It has been immaculately preserved thanks to its magical aura and the traditional lifestyle of its people. The fact that it is both by a river and the sea makes it the best preserved in Europe with these characteristics. And even if this were not the case, it would still captivate the visitor as there is nothing missing, not even a monastery or a castle. “Fraga” is the Galician Word for forest, if by forest one understands a considerable extension of land full of trees and bushes, which grow in abundance and with no logical order. Yet, “fragas” has one component, the human one, which maybe a regular forest does not, as they have always been extremely useful in traditional Galicia. In the “fragas”, wood, chestnuts and hazelnuts were gathered; the cattle wood graze in the clearings; hunting and fishing were customary; neighbours would walk past each other in their clogs on the way to the market; and under their oak trees would get together during festive occasions to dance to the music played by small groups of musicians. Once, the wolf, snakes and witches were feared in these woods and very few dared to enter them after the sun set. But, in any case, if one showed respect for them, the “fragas” always produced riches. Very recently, the Eume “Fragas” were seriously threatened by a fire. It will take some time, for instance, to recover the magnificent views from the Caaveiro Monastery; however, the “Fragas” have survived. THE RIVER EUME, THE LEADING ROLE The Eume Woods cover over 9000 Ha. in five different municipalities. They grow round and round the last meandering miles of a river, the Eume, just before it drains its waters into the sea. The Eume has many dangerous stretches, especially where it flows through narrow canyons where there are drops of up to 1000 ft. It runs for about 60 miles towards the Atlantic Ocean no-stop, except for the appearance of the A Capela reservoir built in the 50’s. It has, nonetheless, become a true part and yet another appealing part of this park. Its course becomes wider at the half way point and it is here where it absorbs the waters of two tributary rivers, the Bermúdez and the S. Bartolomeu. In
fact, from an ecological point of view, this area and the lower part of the course of the Eume form the most important part of the park. The location of the “fragas”, being by a river and near the sea, as well as the depth of its canyon and its east to west orientation, allows for a microclimate which reveals itself key for its development and uniqueness. Apart from this, man’s traces are also an interesting aspect for the visitor here. From the “mámoas” (prehistoric funeral monuments) and “castros” (Celtic settlements) from the Iron Age to the scarce Roman remains or the constructions of the Feudal Lords or others from the Christianization period or the Middle Ages. All of this is backed up by other civil buildings like mills, bridges or “roleiros” (vegetation on the sides of a path) on the tracks. The intensity of the colour green and the exuberant vegetation, along with other components, make these “fragas” unique and unrepeatable for many. It is true that no other has two monasteries of such historical and artistic importance as Caaveiro and Monfero; buildings like the Tower of Andrade; and dozens of smaller items inherited from more recent times than the Middle Ages yet still valuable and endearing. A WALK IN HEAVEN It is plain to see that the oak tree, called “carballo” in Galicia, is the lord among the flora of these woods, accompanied by other abundant species like the chestnut tree, birch tree, hazelnut tree, cork oak tree, yew tree or alder tree. To be honest, the list would be almost never ending. We are before a kind of forest which maintains a perfect balance in some of its areas. The flora of these grounds has another star, the fern, which is very common in Galician woods. Experts have pointed out up to twenty different types of fern here, some of which are unique and on the verge of extinction. All this vegetation is not alone. It is the main support, and the cause, for the “fragas” to also be a natural reserve for over a hundred bird species; forty different mammals; eight fish; over one hundred and twenty vertebrates; thirteen amphibians and fourteen reptiles. These are just a few of the possible counts. Yet, hidden behind the numbers are the wolves, the martens, the pilgrim falcons, the shrews, the goshawks or the wild cats. In order to receive information, we can go to the Visitor Welcoming Centre (43°25’37” N - 8°07’42” W), at the 5 km point on the Ombre-Caaveiro road.
THE VENTOSA TREASURE, SURPRISE AND MAGIC (From page 16) The Saint Xiao of Ventosa little parish church hides a valuable treasure which is fit for a great cathedral. An ample sculptural polychrome collection covers the walls of this modest temple situated in a little village in the heart of Galicia in the municipality of Agolada in the province of Pontevedra. Cherubs, a Pantocrator and mythical images share the prominent role the mural paintings and a stone carved mysterious tomb. Father Arsenio, the priest, and his parishioners from Ventosa knew that under the whitewash which covered the walls there hid interesting pieces yet few imagined that they could be so valuable and exclusive. The restoration work ended in the year 2003 and, since then, the Ventosa parish church has become a place not to be missed. The building in itself is a simple Romanesque church which dates back to the 12th and 13th centuries. It has undergone several alterations throughout history; however, there are two crucial moments which have made it the special temple it is today. The first one is the construction of the tomb and all its ornaments as well as
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the arrival of the baldachins and its sculptures. Actually, a recent study has revealed that the sculptural collection and the baldachins do not belong to this church as they were brought here from another place, maybe to complete the decoration of the mausoleum or maybe to protect this place from an epidemic like the plague. In fact, many of the stone carved images represent people whom religious tradition has attributed healing powers such is the case of Saint Michael, Saint Erasmus, Saint Sebastian or Saint Blas. The second crucial moment was during the 19th century when work on an extension was being done causes the baldachins to be eliminated and they are positioned one after the other on the walls alongside the sculpture which crowned them. Apart from this, these walls, with the sculptural collection and the paintings, are whitewashed, most probably, to get rid of another infectious plague like tuberculosis. The mysteries of Ventosa There are many more unknown factors to decipher about the Ventosa
treasure, among them, the date of its birth. Several authors have dated it back to the 16th century; however, another study states that the sculptures were carved during the 14th century, when the plague epidemic reaches its highest levels, and that they were taken to Ventosa, maybe, during the 15th century. The baldachins, up until the works carried out during the 19th century, gave shelter to the altars of two Virgins, and above them, biblical scenes from the Old and New Testaments. After came the martyrs and last but not least, crowning the baldachins, the Archangel Saint Michael and the Virgin Mary, both considered, after Christ, the most important in the Final Judgment. Other sculptural pieces taken to Ventosa were used to decorate the tomb; a tomb which, according to different studies, was built to hold inside the body of a pious man called Lope de Ventosa, which would have been the abbot of this place and Canon of Santiago de Compostela. This would explain the rare circumstance of his image appearing twice on the tomb, once on the lower part and another on the arbitral which covers it. Yet, other voices have the opinion that the tomb was made for two different people and that neither of them is the abbot Lope de Ventosa. The Green men Ventosa’s treasure includes several representations of a figure which is very common in Ireland but which hardly ever appears in Galicia. We are referring to the Green Man, the one which vomits branches, considered to be a Celtic tradition and which survives at the Platerías Gate of the Santiago Cathedral, in the baptismal font in the Hospital Church of Quiroga (Lugo) and in the
church of Saint Francis in Betanzos. There are many interpretations to these figures but they all agree that they are related to life. The tomb of Ventosa is surrounded by a grand total of eight Green Men who, in accordance with the other members of the sculptural group, represent the Christian concept of resurrection; death as the start of a new form of life. The Prehistory of communication The name of this tiny village in the heart of rural Galicia has claimed a place within the long list of places in Galicia with a special charm about them due to its magic, its art, its history… Here, petroglyphs, prehistoric burial monuments (mámoas) and cave paintings are common. These petrified messages are the evidence of human settlements which date back to two or three thousand years before Christ. As an example, in Axiaz the traces of primitive inhabitants are preserved in the shape of dolmen burial mounds. A Roman bridge to cross the river Arnego Another one of the jewels of the great treasure of these lands is the 10th century Roman Bridge which joined the Ventosa jurisdiction to the Lands of the Deza. It crosses the river Arnego and it currently marks the limit between the municipalities of Agolada and Lalín. It is located in the ancient Royal Way between Santiago de Compostela and the lands of Ourense and, due to all of this; it was a bridge which was under the Portazgo toll, an ancient Roman tax which had to be paid in order to pass.
SANTA MARIÑA DE AUGAS SANTAS (SAINT MARIÑA OF THE HOLY WATERS) (From page 33) The legend, in the same way as many, has a gruesome side to it. Mariña, who must have been alive way back during the 2nd Century, was the daughter of a Roman governor of Gallaecia and a pagan priest. She was brought up by Christian nanny who converted the girl. This scandalized her father who disowned her. Thus, Mariña went to live in the countryside and took care of sheep. When she became a teenager, she caught the eye of another Roman official, the prefect Olibrio. Mariña was too young and too religious and rejected him which drove him crazy. Olibrio locked her up in the Armea fort. He became fed up of the girl’s rejections so he tried to burn her in an underground furnace. Mariña survived thanks to Saint Peter’s intervention. The Saint opened up a hole in the ground with his staff through which the martyr was able to escape. Olibrio, who became even more furious, ordered Mariña’s beheading. When the sword sliced her neck, her head fell and bounced three times on the ground. After each bounce a fresh water spring appeared. The relics, the springs and the place of the martyrdom overlap in the parish, as so happens many a time, with other pagan places of worship. A LATE ROMANESQUE GEM The church along with the ashes of Saint Mariña may be found in the centre of the little village. The church has a lot to do with the revitalization of the village. It started off Romanesque and ended as Gothic. It was built during the 12th Century and unlike what one would believe, it has a light air about it which was uncommon for the period. Its rose window, from the same period, is to be admired during the months of April or September when the light floods the main altar. Inside one will find the Martyrs tomb and a few interesting details: little murals of souls on fire, medieval capitals with smiling heads and wooden checker or crossed beams. By the church stands the Bishop of Ourense’s summer palace. It was commissioned by Juan Muñoz de la Cueva at the beginning of the 18th Century and it is guarded by two fierce dogs. In its chapel we will come across the first of the springs which started to gush after the beheading of Saint Mariña. One would say it is more like a well whose waters never run dry. Another of the springs is just behind the church’s beautiful apse and it shows the traditional image of the Saint, crowned, holding a palm in one hand and a cross in the other and on top of a snake which symbolizes the
evil which she has overcome. As one walks down the village, a road approaches the “Cidá de Armea”, a Celtic fort which at one time must have been huge and which now is home to place of Mariña’s Martyrdom. The Roman pathway is made up of uneven blocks and runs through a wood full of low walls covered in moss which has appeared over the last decades. THE CRYPT Halfway down the path stands the Asunción Basilica. Mystery surrounds the history of this church. We find a Romanesque nave which probably began to be built during the 13th Century. However, sometime during the 14th Century, the work was interrupted. Under the basilica, in a dark, damp crypt which reminds one of an Indiana Jones’ movies, one fins the “Saint´s furnace” where according to legend the unsuccessful cremation of the Saint took place. One’s eyes, as one’s heart, take time to get used to the darkness. When they finally do, they are able to contemplate the room which has a rickety floor made up of large stones under which the water which gushes out of two cracks in the wall runs. At the back, where it is even darker, behind an arch with two reliefs in the shape of a snake, is the “furnace”. One is able to make out a semi-circular crypt under which lies a round slab from pre-Roman times. There is a hole in the roof which acts as a chimney and through which, according to legend, Saint Peter made Mariña go through thus ending her torture. Experts suggest that this place and the stone slab were used in religious ceremonies related to the warriors from the nearby Armea fort, probably as baths or a sort of sauna. THE ‘CIDÁ DE ARMEA’ The road continues uphill entering the ancient “Cidá de Armea” and surrounding an enormous rock finally reaching the “pioucas of the Saint”, which are two rectangular shaped pools excavated on a granite surface. Traditions tells us that Mariña came to the comfort of these soothing waters after Olibrio had tried to fry her a few hundred yards further away. Investigators have also said that these openings in the granite were used in pre-Roman times to press olives and to make olive oil. A little further off one may see the excavation which is underway so that the intriguing past of the “Cidá de Armea” may be unravelled.
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The Casaio Yew tree forest: immortal in Galicia (From page 40) The Teixadal is, as its name indicates in Galician, a yew tree (teixo in Galician) forest. We come across it at the foot of the highest mountains, the Pena Trevinca mountain range where the province of Ourense meets León to the north and Zamora to the south, at approximately fifteen hundred metres above sea level. It belongs to town council of Carballeda de Valdeorras, which although it is in not such a good environmental state due to its opencast slate mining, is still home to Galicia’s great botanical jewel. It really is well hidden, luckily enough, as this is most probably the reason for it having been salvaged from man’s urge for destruction of his surroundings. It is less than two hectares in size and the yew trees cover around four hundred feet. What may seem not a lot to the amateur eye is immense for a specialist, as there are hardly any groves of this kind left in Europe. Alongside the yew trees, we find oak trees, holly trees and rowan trees. And, standing on its own there is a birch tree, unique in its size and old in age. The Teixadal clings to an extremely steep slope and it has survived harsh weather conditions in a place where it has managed to remain hidden due to its inaccessibility. The yew tree, a sacred Celtic tree In the past yew trees must have been plentiful as we can note from the abundant place names in Galicia bearing its name. However, maybe the high toxicity of its leaves, branches and seeds and its negative effects on livestock is to blame for man driving it away from everyday life. It is said that ancient Celts would dip their arrows in poison extracted from its leaves. An immortal species The yew tree has a tremendously long life span. It has the unique capacity to regenerate itself over and over again by turning decrepitude and death into the regrowth of its dormant leaf buds which will eventually give life to a new being. Maybe this is why the Celts chose this tree to represent resurrection and eternal life during their rituals. The case is that this unstoppable vitality leads us to speak about century-old specimens or in the case of the Casaio Teixadal we can make the assumption that we are before the sons and daughters, grandchildren, great grandchildren and so on of others which lived here thousands of years ago on the very same spot. There are not any studies which can prove the age of the yew trees we can see here but, even though they do not exist, what is certain is that they must be hundreds of years old. The widest trees surpass the four metre perimeter and rise up to a height of 15 metres. Yet an even more interesting activity than to try and guess the age of the grandparents of the forest is to contemplate how the fallen trees so not lay to die but indeed begin a process regrowth as their bus
begin to sprout giving way in time to new trees. Older “parents” which logically need to disappear in time due to their age give way to stronger “children” which will take their place. Under this hypothesis that the current forest is the follower of its ancestor, lays the true significance of this natural area. The behaviour we have been describing would have been repeating itself over the centuries. In the immensity of the relief of the Trevinca mountain range the tree vegetation is scarce. The erosion suffered by the ground and the steep slopes beaten by snow, ice and gale force winds have not favoured in any way the growth of trees. However, if one observes and reads the landscape carefully, one sees that holes (called foios here), which make the most of the residual waters and humidity, appear here and there in the mountains. Small groups of trees grow here like the oak tree alongside ash trees, maple trees, rowan trees, chestnut trees and a few isolated yew trees. Thus, we could be able to say that the Teixadal is a little spontaneous forest which has developed with no other interference than that caused by the force of nature. The labyrinth of trees which surrounds us creates a closed, gloomy, solemn space and the apparent mess can easily be explained by the capacity of the trees to originate shoots which spread out in all directions. This ability to regenerate allows the shoots to explore the terrain in order to create new “clones” from which they come. What really stands out is the fact that in this grove there is not a single example of natural seed reforestation. It seems that the necessary conditions for germination do not exist currently on our planet. An entangled grove It is frequent to come across clusters made up of very different sized yew trees in the Teixadal. It is quite complicated to make out if we are before one specimen with several trunks or different trees which, in time, have grown to be stuck to one another. At times, we are unable to make out which is the origin of each of the trees. We often see how branches grow heading towards the ground or crash horizontally into the slopes. Maximum protection The Casaio Teixadal is a botanical treasure which in no way should we allow to disappear. For the benefit of all it seems necessary that we should give it the utmost protection according to the law. As it has come to be after the passing of thousands of years it would be totally impossible to reproduce it in a lifetime, not in one, nor even after many generations; thus, its loss would be beyond repair. So if one would like to visit it, one should put on a pair of hiking boots and walk. The experience is well worthwhile.
Portomarín, dream the Way (From page 51) It is possible that to include Portomarín in the list of out-of-this-world places may seem slightly over the top, or then again, maybe not. It all depends on one´s taste. Yet, above all, we should say that Portomarín is a factory of dreams. One of the reasons is that the old medieval town has remained at an unconscious level in the minds of all of those who were forced to abandon their homes and lands half way through the last century, as there was the risk of the Belesar reservoir over flooding, which indeed happened in the end. The truth is that the first man who dreamt there lived more or less where the church St. Nicholas’ Fortress transferred stone by stone out of the way of the waters of the river Miño, stands at present. We are referring to a river which turned into a stream during the last winter season due to the severe effects of the drought, but which has
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now recovered its vivacity and joy after the spring rainfalls. So, two thousand years ago, this place was a prehistoric village. The fertile lands lay at the foot of the village and one would approach the Celtic fort to sleep and eat so as to seek the protection of its walls made out of pressed mud with a stone interior which gave the structure its solidity. This first dreamer imagined how the first vines he had planted, among the typical initial scepticism and maybe the odd burst of Galician sarcasm amongst the neighbours, blossomed and produced the first grapes, thus, fulfilling his dream. Portomarín became, throughout history, a land of vineyards from which a Miño wine, savoured by the very king Philip II himself who spent the night in the village, emerged. The sons and daughters of the inhabitants of the Celtic fort left home but
remained nearby. And a new settlement was built by the banks of the river Miño, Portomarín. Here they grew, mainly because the remains of the Apostle Saint James were found at the beginning of the 9th Century where what we today know as Santiago de Compostela and before the change of the century people who spoke in strange tongues began to travel westwards with no other reason than to kneel before one of Jesus Christ’s favourite twelve disciples. The pilgrimages had begun. They reached such splendour that during the 12th Century, a military, diplomatic, Muslim spy, Alí Ben Yusuf wrote: “The crowds which travel back and forth along the Western Way are so large that one finds it hard to make one’s way.” The pilgrim had left behind the tough mountain ranges and now saw before him a land of ancient hills called “outeiros” in the native Galician tongue. Thus, Portomarín turned into a place to rest. The first travel guide to have been written on our planet for the greater glory of the pilgrimages, the Calixtine Codex, referred to Portomarín as the Pons Minea. It was a place that boasted about its wonderful medieval bridge, which can still be seen in part when the waters of the reservoir are low enough. As a matter of fact, when this occurs, one is also able to contemplate another nineteenthcentury style bridge almost perfectly preserved. The 20th Century marks a turning point. Pilgrimages on foot completely disappear-they do not begin again until 1971-and a new, unique town, with very little to do with Galician tradition and original in its context, is built. Where? One may ask. Well, on the lands where in other times the Celtic fort stood. The new, as in different, urban architectural style for what Galicians were accustomed to, ended up being an accepted style. Pilgrims are pleasantly surprised when they reach Portomarín. It awaits the pilgrim with some steps which undoubtedly are the ones which receive the most snap shots on the Way. They are not in my album but I am obviously one of the few exceptions. At the top of the steps stands a simple temple with only one nave and one belfry: The Chapel of the Virgin of As Neves which is inside an arch from the ancient medieval bridge, on a spot where one the Domus Dei, a pilgrim hospital of the Order of St. John, opened its doors. As one walks about the village, one can contemplate the whitewashed houses. This, and not the stone walls which are so common nowadays, was the traditional Galician style. In fact, the poorer families would have stone
outer walls and only those who could afford it would whitewash their homes both on the inside and the outside. While one thinks about this, the renovated pilgrim inn is left behind and one arrives at St. Peter´s. This is a 10th Century building which was consecrated by Rodrigo II who was at that time the Bishop of Lugo. It is pure Romanesque and appears in the catalogue of Historical Artistic Monuments, which forced to put common sense into practice avoiding its being flooded by the waters of the river Miño. The granite ashlars had to be moved stone by stone and the façade with Roman arches and geometrical shapes was kept. Two bull heads hold the tympanum while the interior hides a pretty stone tomb and a sixteenth-century altarpiece. The walk I suggest takes us to another Historical Artistic Monument from 1931, St. Nicholas’ church, which used to be St. John’s. Its huge rose window somehow makes one miss its battlements. It is late 12th Century early 13th, mature, consolidated Romanesque with hints of an upcoming change which would lead to Gothic. These were times when knights from different Orders, Saint James’, Saint John’s, Jerusalem’s, Malta’s, were based here. The square where the temple stands has become the main meeting point for the town’s people as well as for pilgrims. The steps and quaint terraces turn into resting places where one can chat and rest one´s weary legs. If I move away to the other side of the square, I can make out the main façade. This is the only possible way to admire the Pantocrator in the tympanum and the archivolts with the 24 old men from the Apocalypse spread out in a radial way, a conception which takes us back to Maestro Mateo whose most famous piece of work is the Portico of Glory in the Cathedral of Santiago de Compostela. I then stop at the northern door in order to contemplate the Annunciation and its neighbouring geometrical shapes, while at the south door the images of Saints, animals, human shapes and floral motifs which cover the tympanum, catch my eye. Fewer visitors take the time to visit the inside so they don´t get to admire the Gothic paintings, the fourteenth-century multi-coloured wooden carving of Christ on the cross and the sixteenth-century baldachin. Portomarín is also known for two excellent products: one, ancestral and another which is modern. The first is its schnapps which has its very own festival in Easter. Next year it will be its forty-third edition. The new product is as appealing as the first yet sweeter. We are describing the Ancano cake. Its main ingredient is the almond which is accompanied by eggs, margarine and sugar.
ALONG THE WAY OF THE AROUSA SEA (From page 66) The Jacobean Route of the Arousa Sea and the Ulla, which serves as a tool to recall the arrival of the Apostle’s body to Compostela by boat, allows one to discover one of Galicia’s most popular estuaries from another perspective. Javier Sánchez-Agustino, the chairman of the Jacobean Route of the Arousa Sea and the Ulla Foundation, has gone up the river on over twenty five occasions. Nevertheless, he admits that he discovers a new side to the estuary every single time. On the last navigable stretch of the river, one comes to a great stone bridge which dates back to the first century and which joins the towns of Pontecesures and Padrón. From here onwards, and due to the impossibility of continuing up the river Sar, one must disembark. Thus, the route then converges with the Portuguese Way. There are two alternatives to this Sea Route which one can take by land, the one which runs along the northern shore, from Ribeira to Padrón, or along the south, from O Grove. THE FIRST WAY One should add its importance within the Jacobean phenomenon to the richness and diversity of the landscape. One should bear in mind that it is the first of all the routes, the one which recalls the last stretch of the way which the remains of the Apostle had to cover by sea to get to the land of Galicia. According to legend, this amazing trip was on board a little stone boat, even though there might have been a linguistic confusion and maybe the trip was carried out upon “boat for stones”. José Luis Sánchez-Agustino, the father of the current chairman of the Foundation and the man behind the start of the project, did not cease until the voyage of the Apostle was taken into account. His dream came true when in 1965 the first up-river commemoration of the Apostle’s trip was applauded by the local authorities of the time. There was also great
support by the people as about one hundred and seventy five boats from all over the estuary turned it into the largest of its kind to date. The route underwent a sudden stop during the 70’s and 80’s, but from then on, it has been held non-stop until the present day. This “water” procession which always takes place during the summer, can undoubtedly be a route to cover on any other day of the year too. A RIVER-SEA STATIONS OF THE CROSS One of the milestones of that first 1965 adventure was the creation of the only river-sea Stations of the Cross in the world. Different institutions, companies and individuals cooperated back then with their donations to set seventeen stone crosses on isles and banks to mark the traslatio. All of the stone crosses are located on spectacular spots which are visible from land and sea. They are made up of a base, a slender shaft, a capital and a cross with Jesus Christ on one side and the Virgin Mary on the other, and they present Jacobean symbolism, whether it be the image of the Apostle, the scallop shell or St. James’ Cross. The four stone crosses which were set at the foot of the Barbanza mountain range in 2004, unlike their predecessors are what are known as chapel or “Loreto” stone crosses. They abandon the traditional layout and appear with a shorter and wider shaft which opens up at the base, upon which a chapel is placed with the Virgin inside and, on top, Christ on the cross. The Stations of the Cross is completed by the stone crosses on the south shore in the municipalities of Vilanova, A Illa, Cambados and O Grove. This year, 2012, the twenty-eighth Annual Up-river Commemoration of the Apostle’s trip will take place on the July 7th 2012. The route will be RibeiraPadrón-Ribeira and it will take place during the afternoon when the tide is high. Currently, the port from where this institutional act sets off varies from the north shore to the south shore of the Arousa estuary.
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Servicios: 6 habitaciones dobles y 2 suites con bañera de hidromasaje, todas con baño. Cafetería, restaurante. Salón con mesa de billar. Salón con librería y TV. Salón con lareira. Salón de juegos. Jardines, huerta. Actividades: bicicletas, pesca fluvial, senderismo, juegos populares. Descenso de los cañones (ríos Soldón e Ferreiriño), parapente. Visitas al yacimiento de Las Médulas, a Montefurado, O Courel, Ribeira Sacra. Vilarmel. QUIROGA Tel. 982 428 890 rugando@pazosdegalicia.com www.rugando.com
pazo da trave
Servicios: 2 suites, 2 habitaciones dobles especiales, 14 dobles, todas con baño, TV y teléfono. Restaurante. 2 salas/biblioteca con chimenea. Sala de reuniones. Sala de billar. Sala de exposiciones. Sauna, gimnasio. Tienda. Piscina, jardines, merendero. Pista de tenis. Huerta. Actividades: cicloturismo, senderismo, paseos en barca por el río Landro, tablas de surf. Playas. Visitas a monumentos. Galdo. VIVEIRO Tel. 982 598 163 trave@pazosdegalicia.com www.pazodatrave.com
pazo de terrafeita
Servicios: 10 dormitorios dobles con baño, teléfono, TV satélite y calefacción. Comedor con chimenea. Salón para reuniones. Sala de estar, sala de juegos. Jardines y huerta. Piscina climatizada. Actividades: rutas en bicicleta, senderismo, caballos, deportes de aventura. Rutas gastronómicas. Visita a la Playa de las Catedrales, a la Ría del Eo (Rede Natura 2000), Mondoñedo, Ribadeo, Taramundo y Os Oscos. O Pacio, s/n. TRABADA Tel. 982 135 077 terrafeita@pazosdegalicia.com www.terrafeita.com
rectoral de anllo
Servicios: 9 habitaciones dobles con baño y TV. Comedor (sólo clientes). Salón de estar. Capilla. Jardín, huerta. Actividades: instalaciones deportivas vinculadas a la casa (3 Km.): piscina, pista de tenis, campo de fútbol. Campo de Golf. Rutas en la naturaleza (Cañones del Sil), rutas del Románico y visitas a bodegas y viñedos de la Ribeira Sacra. Mogueira, 68. Anllo. sober Tel. 982 460 039 anllo@pazosdegalicia.com www.rectoraldeanllo.com
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Galdo. VIVEIRO Tel. 982 598 163 trave@pazosdegalicia.com www.pazodatrave.com
OURENSE
PAZO ALMUZARA
Servizos: 17 cuartos dobres de “alto nivel”, con baño, TV, teléfono e calefacción (un deles acondicionado para o aloxamento de diminuídos físicos). 10.000 m2 de xardíns Salónsy para reunións. Servicios: 8 habitaciones doblescon con piscina. baño, teléfono muebles de época. Salón. Actividades: Minigolf, paintball, tiro con arco, sendeirismo orientación e Comedor para desayunos. Huerta, jardín. Piscina con terraza. Pista de tenis. bicicleta de montaña, sesións termais, rutas en catamarán polos Canóns Actividades: práctica de tenis. Senderismo, paseos en catamarán, termalismo, do Sil, cars e visitas culturais. golf (a 15 min.). Visitas culturales a la Ribeira Sacra, a las villas de Allariz, Almuzara. Boborás. CARBALLIÑO Tel. 988 402 175 Celanova, Rivadavia, y O a la ciudad de Ourense. almuzara@pazosdegalicia.com www.pazoalmuzara.com Soutullo de Abaixo. COLES Tel. 988 205 611
casa grande de soutUllo
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PAZO DO CASTRO
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Servizos: do 16 cuartos dobres e 2 suites, todos con baño, aire acondicionapazo castro
do, TV, teléfono. Restaurante. 2 comedores privados. reunións. Servicios: 16 habitaciones dobles y 2 suites, todas Sala con de baño, aire Biblioteca. Museo de carruaxes. Piscina cuberta. Sauna. Capela. Xardíns acondicionado, TV y teléfono. Restaurante. 2 comedores privados. Sala históricos de buxos. de reuniones. Biblioteca. Museo de carruajes. Piscina cubierta. Sauna. Actividades: Pistas de tenis de e paddle. Capilla. Jardines históricos boj. Termas. Bicicletas, sendeirismo, piragüismo, rutas en catamarán, parapente, voo bipraza, quads, piragüismo, espeleoloxía. Actividades: pistas de tenis y paddle. Termas. Bicicletas, senderismo, Visitas ao xacemento das Médulas e á estación de montaña de Manzaneda. rutas en catamarán, parapente, vuelo biplaza, quads, espeleología. Visitas al O Castro.de O Las BARCO DE yVALDEORRAS 988 347 423 yacimiento Médulas a la Estación de Tel. Montaña de Manzaneda. castro@pazosdegalicia.com www.pazodocastro.com 8 BARCO cuartos dobres con baño, teléfono mobles OServizos: Castro. O DE VALDEORRAS Tel. 988e347 423de época. Salón. Servizos: 8 cuartos dobres con baño, teléfono e mobles de época. Salón. Comedor para almorzos. Xardín. Horta. Piscina con terraza. Pista de tenis. castro@pazosdegalicia.com www.pazodocastro.com Comedor para almorzos. Xardín. Horta. Piscina con terraza. Pista de tenis. Actividades: Práctica de tenis. Sendeirismo, paseos en catamarán, termalisActividades: Práctica de tenis. Sendeirismo, paseos en catamarán, termalismo, golf (a 15 min.). Visitas culturais á Fundación Otero Pedraio, ás vilas de mo, golf (a 15 min.). Visitas culturais á Fundación Otero Pedraio, ás vilas de Ribadavia, Allariz e Celanova, e á cidade de Ourense. Servizos: 6Allariz dormitorios dobres jacuzzi, 1 dormitorio dobre especial Ribadavia, e Celanova, e ácon cidade de Ourense. Soutullo de Abaixo. COLES Tel. 988 205 611 con jacuzzi e salón, todos con baño completo, Soutullo de Abaixo. COLES Tel. 988 205 611 teléfono e TV. Salón. soutullo@pazosdegalicia.com Cafetaría. Biblioteca. 3 comedores. Xardín/horta. Piscina. Aparcadoiro. soutullo@pazosdegalicia.com Actividades: Equitación, sendeirismo ou rutas en bicicleta por reserva natural de castiñeiros. Rutas de montaña, caza menor, pesca de río. Visitas ao lago de Sanabria. Chaguazoso. A MEZQUITA Tel. 988 594 202 acerca@pazosdegalicia.com
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Servizos:9 habitaciones 9 cuartos dobres, dobresespeciales especiais, 5 triples, todos con Servicios: dobles, 44 y 5eetriples, todas con baño, Servizos: 9 cuartos dobres, 4 dobles dobres especiais, 5 triples, todos con baño, teléfono e TV (algúns adaptados para diminuídos físicos). teléfono y TV (algunas para disminuidos físicos). Restaurante, baño, teléfono e TVadaptadas (algúns adaptados para diminuídos físicos). cafetería. Restaurante, cafetaría. Zona WIFI.Jardines. Amplos salóns. Capela, xardíns. Zona WIFI. Amplios salones. Capilla. Restaurante, cafetaría. Zona WIFI. Amplos salóns. Capela, xardíns. Actividades: Visita ao propio mosteiro que conserva conserva fielmente su a súa Actividades: al ao propio monasterio, estructura Actividades:visita Visita propio mosteiro que que conserva fielmente fielmente a súa estrutura cisterciense. Sendeirismo polas proximidades da Serra do Candán. cisterciense. Senderismo por las proximidades de la Serra do Candán. Ruta de estrutura cisterciense. Sendeirismo polas proximidades da Serra do Candán. Ruta das pontes do Lérez. Rutas a cabalo. Bicicletas. los Puentes del Lérez. Rutas a caballo, bicicletas. Ruta das pontes do Lérez. Rutas a cabalo. Bicicletas. Santa María de Aciveiro. FORCAREI. Tel. 902 405 858 Santa María de Aciveiro. FORCAREI. Tel. 902 405 858 Santa María de Aciveiro. FORCAREI Tel. 902 405 858 aciveiro@pazosdegalicia.com aciveiro@pazosdegalicia.com aciveiro@pazosdegalicia.com
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Servizos: 4 cuartos dobres e 3 cuartos de matrimonio, todos con calefacción, baño, TV etouza teléfono. Comedor. Dereito a cociña. Salón de estar. Sala pazo da ción, baño, TV e teléfono. Comedor. Dereito a cociña. Salón de estar. Sala
de reunións. Xardíns. Horta. Servicios: 7 habitaciones dobles y 1 especial, todas con baño, TV y de reunións. Xardíns. Horta. Actividades: á zona monumental Tui, ao Parque Natural de Monte calefacción. 2Visitas salones para reuniones.deBar. Biblioteca. Sala de estar. Actividades: Visitas á zona monumental de Tui, ao Parque Natural de Monte Aloia, á Serra do Alto da Groba e ao norte de Portugal. Praias, práctica de Capilla. Comidas para huéspedes. Huerta, jardines, instalaciones en los Aloia, á Serra do Alto da Groba e ao norte de Portugal. Praias, práctica de sendeirismo. jardines (300 pax.) con calefacción. sendeirismo. Regueiro, s/n. Areas. TUI catamarán, Tel. 986 603 986 de aventura. Rutas turísticas Actividades: paseos en barco, deportes Regueiro, s/n. Areas. TUI Tel. 986 603 986 areas@pazosdegalicia.com por el norte de Portugal y las Rías Baixas. Visitas a Baiona. areas@pazosdegalicia.com Rúa dos Pazos, 119. Camos. NIGRÁN Tel. 986 383 047 touza@pazosdegalicia.com www.pazodatouza.info
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Servicios: 10 dormitorios dobles y 2 dormitorios dobles especiales de más de 30 m2, todos ellos con baño completo, TV y teléfono. Comedor con horno, lagar y pozo. Sala para reuniones. Patio con parra. Actividades: leer, caminar, rutas a caballo y en bicicleta. Actividades en el río Ulla y en el embalse de Portodemouros. Excursiones con visita a pazos, castillos, monasterios e iglesias del interior gallego. Eidián. AGOLADA Tel. 986 682 545 M. 618 392 571 eidian@pazosdegalicia.com www.pazoeidian.com
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Servicios: 13 habitaciones dobles con baño, hilo musical, teléfono y TV disponible. Comedor principal con galerías. Comedor noble y sala de reuniones. Biblioteca. Sala de estar. 2 hórreos. Palomar, capilla. Piscina, jardines. Actividades: juegos populares (petanca, chave, croquet), paseos y espacios para la lectura, senderismo, deportes náuticos. Ruta de los Petroglifos prehistóricos. Visitas a Caldas de Reis y a la Isla de A Toxa. San Lourenzo, 36. MORAÑA Tel. 986 553 684 buzaca@pazosdegalicia.com www.pazolabuzaca.com
rectoral de cobres
Servicios: 8 habitaciones dobles con calefacción, baño, teléfono, TV satélite y vistas a la Ría de Vigo. Sala panera para reuniones o exposiciones. Salones. Biblioteca. Bar. Capilla. Piscina, parrilla, jardines. Actividades: rutas a pié, a caballo o en biciclketa. Ruta de los Petroglifos, ruta del Románico en el Morrazo. Pesca, surf de vela, submarinismo, piragüismo. Playas. Excursiones en barco a las Islas Cíes, visita a Vigo. San Adrián de Cobres. VILABOA Tel. 986 673 810 cobres@pazosdegalicia.com www.rectoral.com
rectoral de fofe
Servicios: 4 habitaciones dobles, 1 doble especial y 1 individual, todas con baño, teléfono y TV. Salones con lareira. Biblioteca. Comedor, bar, jardines, huerta, piscina. Actividades: paseos en bicicleta y a caballo, quads, pesca fluvial o marítima, caza, senderismo por el Parque Natural Monte Aloia. Rutas turísticas por el norte de Portugal y las Rías Baixas. Aldea de Arriba, 13. Fofe. COVELO Tel. 986 668 750 fofe@pazosdegalicia.com www.ymz.com/rectoraldefofe
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5. Pazo de Sedor, Arzúa.
2. Casa Grande do Bachao,Santiago de Compostela.
6. Pazo do Souto, Carballo.
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