Ante la ausencia de medios para diagnosticar enfermedades, en la antigua china se observaba y estudiaba el pulso y en aspecto general de los paciente (dándole también una gran importancia al aspecto de la lengua). La máxima expresión de sensibilización del tacto, para propósitos específicos de ver mas allá de lo evidente. Es ver, oír, oler y sublime el tacto siente el mensaje del joven misterioso, en el discurrir del desfiladero de la vida, las tres estancias del ser.