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2. Nuevas aportaciones acerca del origen del Yoga
– 2 –NUEVAS APORTACIONES ACERCA DEL ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL YOGA CLÁSICO Y MODERNO
Este capítulo es muy importante para llegar a entender la práctica de Yoga actual que vivimos en Occidente. Lo imparto siempre en mis clases a los profesores a modo de introducción. Es esencial conocer esta historia para comprender el libro.
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Todavía no somos capaces de responder acerca del momento donde el ser humano antiguo comenzó a tener conciencia. ¿Cuando comenzamos a diferenciar el proceso cognitivo de la psique, al meta-pensamiento del alma?
Sin duda no fue un proceso espontáneo, los investigadores encontraron en el reino animal pistas de rituales funerarios en chimpancés o la capacidad de los elefantes africanos de reconocer restos óseos de familiares según explica la especialista Cinthya Moss. Para Moss, la autopercepción del yo es muy frecuente en muchos animales mamíferos y es reconocida por los neurocientíficos invitando a pensar sobre la condición espontánea y frecuente de la consciencia en la Naturaleza.
Dicen Hernández y López en su libro el Nacimiento del Yoga que es difícil comprender los orígenes del Yoga sin entender que el proceso de desarrollo de la Humanidad no se resuelve en una secuencia continua y homogénea.
La creatividad del ser humano unido a estrategias de marketing y de mercadotecnia ha generado una profundización increíble en
Proto-Yoga ¿15000a.c? Orígenes chamánicos extendido a nivel global
Pre-Clásico 500 a.C. al 200 a.C
Clásico Comienza en el 200 a.C
Post-Clásico 200 a.C al 1900 d.C
Moderno 1945 Creación de los Yoga Sutras de Patanjali, 150 a.C. Por primera vez los principios del yoga fueron reunidos en una obra escrita, que consta de 195 sutras (aforismos) en un solo cuerpo doctrinal.
Contacto con Europa, a través de la colonización británica de la India (S.XVIII-S.XIX). Comienzo de la investigación sin respuesta del público. Cierta popularidad a finales del XIX gracias al trabajo de Vivekananda.
Los estudios de Krishnamacharya y Gune establecen un estandard. La independencia de la India en 1947 genera un cese de la investigación con fines de identidad corporativa y los profesores viajan a Estados Unidos, donde se inicia un proceso relacionado con el fitness que ha desambiguado el Yoga incluso superponiéndose en sus enseñanzas en su propio lugar de origen en la India.
muchos aspectos del Yoga. Ésto ha facilitado la dispersión del conocimiento y la escisión de la disciplina en diferentes escuelas.
El origen del Yoga se remonta a las civilizaciones prehistóricas y el culto a la Diosa Madre, en Mesopotamia, Egipto y todo el mundo civilizado de la época.
Si nos atenemos a las pinturas rupestres descubiertas en cavernas de regiones meridionales, existen alusiones más o menos explícitas a posturas de meditación, que tienen decenas de miles de años de antigüedad. Como miembro de la Naturaleza, el ser humano analizó e imitó todo aquello que lo envolvía: emulaba a los animales, árboles y montañas. En aquel momento el ser humano formaba parte y comulgaba con el resto del universo.
Hernández y López (Ed. Visión Libros) encuadran los orígenes del Hatha Yoga en una evolución de los diferentes ritos tribales de danzas extáticas de las diferentes culturas paleolíticas más recientes y neolíticas que compartían puntos en común con el chamanismo.
Feuerstein afirma en su película Orígenes del Yoga: en busca de lo espiritual,
(2005) “Muchos yoguis también cumplen con el rol de chamán, por lo que sirven a la comunidad como curanderos, magos, hombres sabios y pacificadores”. A diferencia del chamán cuya misión en el grupo era única y precisaba ritos de iniciación los preludios del Yoga en forma de danza eran colectivas, tal como menciona Aldoux Huxley en su libro La experiencia Mística y los estados de consciencia (Ed. Kairós,2005) la danza que se emplea para producir estados místicos es un fenómeno típicamente grupal, un tema interesante cuando profundicemos en el concepto y actualidad sobre la Conciencia global.
Podemos encontrar evidencias de la influencia de la danza como preludio de asanas en las culturas del Mediterráneo, como la isla de Addaura con representaciones del Paleolítico superior donde se recoge figuras compatibles con Bhujangasana y Vrischikasana. El humano emulaba a los animales con los que convivía y observaba. La fidelidad e inteligencia del perro que domesticó o la energía de la cobra. Siente que su cuerpo mejora y que una vez que controla el personaje/figura elegida en una segunda fase detecta que es capaz de transcender su mente, entrando en una concentración profunda.
Un día Vishnu quedo encantado ante la danza de Shiva (Nataraj) el padre del Yoga, llegando a vibrar profundamente con la danza del rey de los yoguis, fue así que Adisesa que lo sostenía le preguntó que le pasaba.... y Vishnu le dijo que el placer de la danza de Shiva lo hizo vibrar hasta el infinito teniendo un samadhi, Adisesa la gran serpiente de Vishnu quiso encarnarse en hom-
Aspectos
Observación de la Naturaleza
Aporta al Yoga
El ser humano a través de ensayo y error va evolucionando
La caza
Danza Establecer un vínculo mágico con el animal que facilite la caza y la posibilidad de supervivencia
Capacidad de expresión del sentimiento. Ritual mágico que conecta con espíritus y proporciona suerte. El perfeccionamiento convierte el baile en asana
Las plantas La naturaleza provee principios que curan y permiten trascender la realidad sensorial a través de psicodislépticos: Soma, Amanita muscaria, efedra, etc...
Domesticación de animales Se profundiza en el conocimiento del hábito animal
Agricultura Cubre ciertas necesidades básicas. Inicio de la civilización. Siguiendo la propuesta de la pirámide de Maslow, el ser humano profundiza en otros aspectos más culturales
bre para aprender la danza y el yoga. Vishnu y Shiva lo premiaron naciendo en la tierra.
Hernández y López exponen que, tras el uso espontáneo del baile como expresión de júbilo, se pasa a procedimentar dichos movimientos en un intento de perfeccionamiento. La persona convierte el baile en una serie de posturas estáticas (asanas), algunas muy elaboradas que unidas fluían en un movimiento dinámico y elaborado. Esta parte resulta de vital comprensión para el lector dado que establece las bases clarificadoras de una práctica de asanas estáticas y la comprensión práctica del Vinyasa Yoga. Podríamos deducir que, incluso ante una ausencia de contacto entre culturas en la antigüedad, el ser humano llevará a cabo una secuenciación similar en diferentes puntos del planeta. ¿Coincidencias?Hubo un momento, dentro del período Neolítico que confluyeron la cultura drávida y la pre-dinástica egipcia emparentados a través de las tribus Camitas.
La creación de escuelas egipcias de baile profesionales dedicadas a la diosa Hathor coronada por un disco solar y cuyo nombre recuerda a la palabra Hatha introducen las posturas invertidas y las hiperextensiones que sorprenden a todos los visitantes de la época. Es muy posible dada la fama comercial de la cultura drávida que hubiera cierta simbiosis entre ambos pueblos.
Aunque el inicio(s) histórico(s)s del Yoga no se puede fechar, tampoco podemos asegurar un inicio aislado en el continente asiático. Nos asombramos de ciertas similitudes interculturales donde diferentes pueblos transoceánicos y distanciados en el tiempo efectuaban ciertas prácticas cuerpo-mente similares en técnica y léxico.
Podemos encontrar similitudes posturales y léxicas en culturas dispares como la africana (posturas ceremoniales), proto-mayas (Yok’hah), australiana (corroborree), hindúes (asanas), lapones, etc... Confluyen incluso en aspectos y conceptos arquitectónicos como son los casos de las pirámides, un evento repetido por todo el planeta.
ACERCA DEL YOGA DESDE LA BIOLOGÍA
Con el fin de realizar una aproximación histórica de los orígenes y el itinerario del Yoga en las diferentes culturas humanas más allá de lo conocido del Valle del Indo, me lancé a realizar una pequeña investigación basada en los marcadores biológicos conocidos como Haplogrupo. Variaciones encontradas en el ADN mitocondrial humano (ADNmt) y que se traspasan vía materna.
También investigué ciertas similitudes históricas y lingüísticas de culturas que teóricamente, según los arqueólogos, no mantuvieron contacto.
A través de técnicas de rastreo genético de diferentes culturas de nuestro planeta podemos representar donde se inició la expansión del ser humano desde África al resto del planeta. De dicho estudio se concluye que el continente americano fue colonizado
por seres humanos provenientes de la migración a través del estrecho de Bering durante el período post-holocénico. Este hecho fue puesto en duda en los últimos estudios publicados en Nature.
Se detectaron diversas oleadas migratorias y dos haplotipos. El haplogrupo M y N (común entre hindúes y paleoamericanos) se desarrolló hace unos 65.000 años entre los migrantes que pasaron de África a Asia.
Los portadores de N poblaron Asia Occidental y sus descendientes llegaron durante el Paleolítico superior. Los vestigios genéticos se pueden localizar en poblaciones nativas actuales y arqueológicamente en restos precolombinos de Norteamérica. N originó el haplogrupo A e Y en Oriente; A se difundió por Siberia y Mesoamérica y es muy frecuente entre los Inuit, Na Dene, Sioux, Aztecas, Mayas, Taínos y Chibchas.
Esta migración se produjo en la franja de los 30000 a los 10000 años( teoría del poblamiento tardío). Si esta cultura llevaba con ellos las enseñanzas del Yoga y no mantuvieron contacto posteriores con la cultura India adelantaríamos al menos 25000 años más los orígenes yóguicos.
Los límites de la Historia son difíciles de circunscribir, hablamos de civilizaciones dinámicas que viajaban, comerciaban e iniciaban guerras que hicieron desaparecer tesoros arqueológicos.
Estudios recientes en la revista Nature (2017) refutan el uso del estrecho de Bering dada la ausencia de elementos de supervivencia (ni plantas ni animales para cazar) en ese tramo de 1500km tras el deshielo apostando por un acceso desde las costas del pacífico por parte del pueblo Clovi, esta nueva propuesta sería esclarecedora sobre posteriores intercambios culturales con otros pueblos.
LOS ORÍGENES DEL YOGA DESDE LA LINGÜÍSTICA
Otra forma de establecer cierto nexo en la práctica del Yoga en el mundo antiguo sería a través de un estudio de la clasificación diacrónica de las lenguas.
La clasificación de las lenguas de América es una de las más controvertidas. Los especialistas establecen desde 3 unidades a 7 docenas de unidades filogenéticas.
Cornyn y Peon, concluyen que las lenguas protomayas podrían tener su origen en el sánscrito. Frank Diaz establece un glosario etimológico comparado de los grupos indoamericano e indoeuropeo que puede ser revisado en su libro Arios y Nahuas, antiguos vínculos lingüísticos (2000), evidenciando similitudes lingüísticas e históricas de analogías que delatan influencias indo-europeas en Meso-América sobre la lengua proto-Maya (5000 a.C) y posteriormente en la lengua Yuto-Nahuas de la cultura meso-americana S. V d.c de la que derivó la cultura Mexicas.
Cabe decir que autores como José Andrés Alonso de la Fuente no se muestra conforme con estas propuestas que considera un desconocimiento del área motivadas por autores
especialistas en religión como Wikander o Dumézil que buscan nexos de unión de culturas (Journal de la Société des Américanistes, 2007).
Robert Redfield menciona en su libro Antropología sin Fronteras que, a pesar de llegar elementos culturales a través de estrecho de Bering (tras la última glaciación) y probablemente a través del Pacífico, no se pueden considerar una difusión de la civilización del viejo al nuevo mundo.
Existen diversos autores que mencionan la relación manifiesta entre la cultura Hindú y la Precolombina y la posibilidad de rutas marítimas. El profesor Ramon Mena, del Museo Nacional de México, en su libro ‘Arqueología Mexicana,’ dice: “Los tipos humanos son como los de India. Su perfección en los diseños, sus suntuosos adornos en la cabeza, sus ostentosos edificios y sistemas de construcción, nos hablan muy claro de la India y del Oriente.
Ganapathi Sthapathi, experto en Vaastu Sastra,visitó en 1995 las construcciones Mayas de Centroamérica encontrando muchas similitudes entre el diseño y métodos de construcción de los Mayas y la cultura védica, en “Visit to Maaya Land”.
Con el paso del tiempo, el conocimiento del yoga se perdió o diluyó en estas culturas, o simplemente no fue sistematizado, a excepción de la India, que sí lo conservó como tal a partir de los Yoga Sutras de Patanjali.
EL YOGA EN ASIA
Los vestigios más importantes que asocian el Yoga al Valle del Indo son los restos hallados en Mohenjo Daro (2600 al 1800 a.C aprox), una ciudad antigua coetánea de Mesopotamia y Egipto desarrollada presumiblemente por la cultura elamo-drávida.
Los pueblos que actualmente reciben el nombre de drávidas y que, como los sumerios, hablaban lenguas aglutinantes (a través de monemas, cada palabra tenía un valor independiente), aparecieron en la India sobre el año 4000 a.C aunque algún autor como Alain Danielóu aventuran fechas mucho más dispares como el año 9000 a.C tras la última época glacial.
Los Dravidianos provenían de África, pueblo ancestro de los Saharauis. Según la tradición llegaron procedentes de un continente engullido por el mar. Los chamanes dravidianos instauraron el culto al dios Shiva como único dios universal introduciendo conceptos como Tantra y Samkhya que son la base y origen de muchas de las disciplinas orientales de la actualidad como es el concepto de la dualidad taoísta y de conceptos tales como los meridianos y puntos energéticos corporales. Como mencionaba anteriormente difícilmente la historia puede considerarse lineal y la contemporaneidad con la cultura predinástica egipcia estableció ciertas sinergias en el desarrollo del Yoga.
Fotografía del libro Mohenjo Daro and the Indus Civilization (John Marshall; Londres, 1931) muestra un sello de arcilla de la civilización del valle del Indo. Marshall generó tres hipótesis: a) el ser sentado sería el dios Shivá; b) estaría practicando un āsana de yoga; y c) el yoga tendría entonces 35 siglos
de antigüedad.
Entre el año 4000a.C (algunos estudios lo datan en el 7000 a.C) y el 1000 a.C se produce la expansión paulatina del pueblo proto-indoeuropeo que tenían en común una serie de características que aventajaban otras culturas del momento: la ganadería equina, la agricultura del trigo o el carro amén de manejar lengua con características similares. Esta expansión progresiva cuyos tintes no eran belicistas sino de carácter socio-cultural supuso un cambio en la concepción de ciertas prácticas culturales que chocó con la cultura sedentaria y matriarcal de la India.
La cultura proto-indoeuropea se caracterizaba por una religión masculina de sociedad patriarcal, el jefe tribal asumió el papel de sumo sacerdote con instituciones sociales clericales (brahmana) y especialización social con presencia de productores, agricultores y cazadores; la gente joven solían establecerse como guerreros y vivían en poblados fortificados en lugares altos y predominantemente estratégicos. Es fácil dilucidar que a pesar de no tener propensiones belicistas el choque cultural pudiera generar un enfrentamiento con la implantación de la cultura y religión vencedora sobre la facción derrotada.
Este hecho instauró la cultura Veda, de tradición oral, carácter religioso, moralista y de castas. El término Ario (Ariya) designó a esta cultura en expansión, que lingüísticamente derivaba del Sánscrito que significaba noble o gentil y que dotaron de nombre a tierras como Irán (tierra de arios). Aunque el pueblo proto-indoeuropeo tenía muchas similitudes culturales y lingüisticas diferían en ciertas costumbres según sus orígenes siendo aceptado en alguna de las culturas la esclavitud.
“Oh Rey, hay un país en las pendientes nevadas del Himalaya cuyo pueblo está dotado de riqueza y valor, y se ha asentado en la frontera de Kosala. Por clan son arios de la raza
solar, shakyas por nacimiento. De esa familia procedo, y no deseo cosas mundanas. Contemplando la miseria de los deseos y pasiones, considerando la renuncia como fuente de paz, me esfuerzo en seguir mi camino, y el nirvana es mi objetivo.” - Siddhartha Gautamá, siglo V.a.C.
Tras la adhesión y simbiosis de la cultura proto-indoeuropea a las culturas del Valle del Indo se produjo un cambio social que afectó a ambas culturas y tuvo repercusiones sobre la forma de practicar Yoga.
Sobre el segundo milenio a.C se procede a la escritura del primer texto védico más antiguo el Rig-Veda, primer cambio importante para la cultura recién llegada y de tradición oral. La convivencia y registros marcan rituales y ceremonias orientados a traspasar los límites de la conciencia y la presencia de Rishis (maestros) que enseñaban a vivir en armonía divina a la gente común. Dado que la expansión fue gradual durante un tiempo convivieron los Rishis védicos más orientados desde la costumbre religiosa y los proto-yoguis de la zona que se expresaban a través del aislamiento y la convivencia con la naturaleza.
La ausencia anterior de textos védicos de la cultura proto-indoeuropea plantea la duda de qué parte de la redacción era puramente védica o ya reflejaba parte del proto-yoga dravídico y la filosofía anterior de la cultura Indo que incluyó el Samkhya dravidiano como una de las Dharshanas o sistemas filosóficos.
La base Tantra del proto-Yoga dravídico quedó diluida dentro del sistema más restrictivo del Yoga vedántico orientado a trascender esta realidad una de las diferencias vitales que existe entre algunas de las escuelas actuales de Yoga. Otro aspecto del Tantra que supuso un cambio fue el papel de la mujer. De tener un protagonismo importante en el proto-yoga drávida, basado en el culto a la Diosa Madre, por un yoga védico masculinizado durante milenios y que ponía reparos al estudio de los textos por parte de la mujer.
A partir de aquí la historia parece coincidir respecto al resto de estudios. El Yoga adoptó gran parte de la teoría Samkhya, todavía presente en la actualidad.
Sobre el año 500 a.C se recogen las primeras escrituras filosóficas sobre los Vedas. Las Upanishads explican los tres principales aspectos de la vida: el Universo externo (Brahman), el universo interno (Atman) y la relación entre ellos. Se formaron seis grandes darshanas (sistemas filosóficos): Mimamsa, Vedanta, Samkhya, Yoga, Vaisesika y Nyaya.
El Mimansa (literalmente, “interpretación”; también denominado “Purva Mimansa”, o interpretación primera) aclara el aspecto litúrgico de los Vedas; es una ciencia sacerdotal, ritual; expone una filosofía mántrica basada en el sonido y, con el tiempo, fue prácticamente absorbida por el Vedânta.
El Vaishesika (literalmente, “características individuales”) es una doctrina atomística,
Tras todo lo que he descrito sobre la historia de Yoga me parece apropiado citar a Raynaud (1969): “Creer que el sistema yoga es un
método oriental es tan erróneo como decir que la filosofía es un descubrimiento griego”.
Podemos concluir que los orígenes del Yoga, independiente de la cultura donde se ejerció, fueron posiblemente de carácter chamánico y con una amplia correlación con la naturaleza que rodeaba al ser humano y que es difícil de datar en sus principios por la ausencia de información y de problemas metodológicos en su estudio.
UNA NUEVA IDENTIDAD PARA EL YOGA
En la época actual nos encontramos con cantidad indefinida de disciplinas derivadas de los Yogas troncales y a veces comercializadas según aspectos de la época como puede ser el Power Yoga, Bikram, Kundalini... En este sentido he llegado a la conclusión que las diferentes líneas y escuelas de Yoga tienen mucha afinidad con las diferentes escuelas y linajes de las Artes Marciales.
W.J. Broad lleva a cabo una explicación magistral de los inicios del Yoga Moderno del S.XX en su libro la Ciencia del Yoga que no deben perderse. El autor desgrana la búsqueda de una identidad corporativa de la India en plena era colonial. Debemos entender que hasta esa fecha la enseñanza del Yoga, se hacía en privado y en una sociedad patriarcal.
Los yoguis eran identificados como un grupo de personas con apariencia harapienta que practicaban sexo ritual y espectáculos contorsionistas donde era difícil diferenciar el faquir del yogui. Broad hace alusión al estudio del antiguo Hatha Yoga Pradipika donde se pone un gran énfasis en las posturas sentadas y en las técnicas de estimulación. No describe las posturas de pie ni sobre las secuencias de movimientos, tan comunes en las clases de yoga contemporáneas. El autor enfatiza en la importancia de puntos de presión en el periné con el fin de mayor activación de glándulas sexuales.
Sobre lo descrito debemos entender asana como una forma de autoestimulación y autorregulación corporal independiente, como si nos aplicamos una aguja de acupuntura.
El comienzo del Yoga fue de carácter tantrista, modificándose tras la colonización aria y la imposición Veda. Broad define el hatha como una rama del tantra desarrollada con el fin de acelerar la consecución de los objetivos de alcanzar la iluminación mediante la autodisciplina y el encauzamiento de la energía libidinosa.
A principios del S.XX el Yoga llegó a relacionarse tanto con la sexualidad y los abusos que se tuvo que llevar a cabo un replanteamiento de base. Debemos entender que el acceso a los míticos Siddhis yóguicos no hacen al yogui si no se conciben dentro de los Yamas y Niyamas.
Puestos a romper mitos, el diccionario sánscrito-inglés Monier-Williams, define la raíz sánscrita de « hatha » como hath: «tratar con violencia» o «amarrar a un poste» un concepto que ha sido malinterpretado por la New Age.
El yoga moderno no puede ser entendido sin citar a Gune. Gune fue un investigador con tendencias independentistas que en la década de los 20 del S.XX se propuso investigar el Yoga de forma científica en uno de los mayores Ashrams de la época durante medio siglo. Llegó a usar pruebas de imagen radiológica, algo único para la época. Dentro de su procedimiento científico se eliminó ciertos aspectos convirtiéndolos en tabú: como la palabra Tantra. Otro aspecto a destacar fue la normativización de la higiene.
Para Joseph S. Alter, autor de Yoga in Modern India , Gune «fue un personaje que puede que haya ejercido un impacto más profundo en la práctica del yoga moderno que cualquier otra persona»:
■ Abrió la práctica del Yoga a las mujeres en una cultura tradicionalmente machista. ■ Planteó la práctica de clases grupales y gratuitas. ■ Generó un estudio procedimental de la práctica de asana y los efectos fisiológicos sobre el cuerpo humano.
En 1933 los miembros del clan de Wodeyar de Mysore contrataron a un profesor de yoga llamado Tirumalai Krishnamacharya (18881989), un sabio conocedor de sánscrito, medicina india y otras disciplinas clásicas en el marco del renacimiento de la cultura hindú. El profesor refinó las posturas basadas en un estilo gimnástico y marcial propio de la familia y las combinó con las técnicas de respiración profunda a fin de crear una experiencia fluida alejada del Tantra. Krishnmacharya era un perfil antiyogui total para la época: culto y con una imagen alejada de los Sadhus. Es el autor a quien debemos el desarrollo de Surya Namaskar y una serie de secuencias que fueron precursores del ashtanga , el vinyasa , el power y el viniyoga.
Discípulos conocidos del profesor fueron Iyengar, Pathabi Jois e Indra Devi. El acompañamiento de Iyengar a su cuñado y mentor y su asociación con su amigo Gokhale, un cirujano, permitió el perfeccionamiento anatómico de asanas como Trikonasana con rotaciones de la cadera sobre la postura original.
Gune e Iyengar llegaron a tener cierto nivel de colaboración llegando el primero a dar apoyo económico al maestro.
En 1947 la India consiguió la independencia, y los políticos dejaron de promocionar y patrocinar el yoga como estrategia para forjar la identidad nacional hindú. Esta situación económica precaria incitó a una salida hacia Occidente en busca de suerte y comenzó a desencadenarse una nueva entrada en el misticismo yóguico que se había intentado separar hasta la fecha.
¿Está basado el Yoga moderno en la antigua gimnasia sueca? Los promotores de KrishnaMacharya, el clan Wodeyar de Mysore eran usuarios de artes marciales indias y la gimnasia occidental de la época. La gimnasia Sueca, creada por Pier Henrich Ling, era una gimnasia correctiva, de ejercicios estáticos y terapéuticos, en donde el movimiento está
sumamente limitado al lugar y famosa en la Europa de la época.
¿Dandasana? Gimnasia Sueca en los Salesianos
A este respecto Marc Singleton, autor del libro “El cuerpo del yoga: los orígenes de la práctica postural moderna”, afirma “La gimnasia sueca de finales de la segunda mitad del siglo XIX influyó en la forma en que se desarrolló el yoga en India, sin duda”.
LOS YOGAS DE ORIENTE
Si tuviera que señalar un Yoga más cercano a los orígenes y anterior al actual instaurado hablaría del Yoga Tibetano y afines: Sukshma Vyayama, Kundalini Yoga, … Estas líneas se caracterizan por tener movimientos secuenciados que arrastran el cuerpo, la respiración y la mente hacia una sincronía dinámica en apoyo de la gnosis auto-trascendente o bodhi. Estos métodos utilizarán el movimiento bioenergético que detallo en este libro de formas sutiles para establecer el objetivo a conseguir teniendo en cuenta la dirección, la calidad y el tipo del movimiento propio de cada elemento. Los conocimientos del budismo tibetano provienen de una serie de murales del siglo XVII , ubicados en la cámara de meditación privada del Sexto Dalai Lama.
Las inscripciones que acompañan a las pinturas murales derivan de un ‘texto del tesoro’ atribuido a Padmasambhava, un maestro budista tántrico del siglo VIII que clasificó las prácticas más íntimas del budismo Vajrayāna como Mahā Yoga (‘Gran Yoga’), Anu Yoga (‘Yoga subsiguiente’), y el Ati Yoga resultante (‘Yoga Supremo’), a través del cual la mente y el cuerpo despiertan a la Naturaleza de Buda que los habita.
El yoga en el budismo tibetano se refiere a una diversidad de métodos y técnicas que se transmiten de forma oral, basándose en prácticas codificadas en textos budistas tántricos que se recogen en escritos del siglo VI d.C.
Actualmente podemos localizar diferentes tradiciones; algunas prebudistas como Bon, Guhyasamāja Tantra, Vajrayāna y Anuttara Yoga Tantra.
Respectos a los pródromos bioenergéticos de la India podemos rastrear algunas líneas modernas derivadas de las enseñanzas de Dhirendra Brahmachari (al que hago honor en portada de este libro). Este maestro, alumno de Maharshi Kartikeya, promovió secuencias algo distantes del Hatha Yoga moderno que denominó Yogic Sukshma Vyayama. De su línea de enseñanza partieron las ramas de Kundalini Yoga, las enseñanzas del Dr. Michael Levry y el Śakti Naam yoga entre otros.
CONCLUSIONES
Tras la lectura de los diversos textos y artículos puedo concluir lo siguiente:
El mismo concepto del Yoga explica unos orígenes lejanos e ignotos.
El Yoga en su origen fue un sistema dual que unía una fase previa de asanas estáticas y fase más avanzada en movimiento.
Independientemente de relaciones históricas y culturales se podría proponer que el Yoga forma parte del arquetipo del que es propietaria toda la humanidad.
Existe un origen en la cultura paleolítica con vestigios en toda la cuenca del Mediterráneo. Existe constancia que hubo cierto contacto cultural entre Mesoamérica y Asia. Siguiendo la línea de trabajo biologicista y de la filogenética, se descarta el paso por el estrecho de Bering y un posible contacto cultural eventual vía marítima.
Otra hipótesis más realista parte de la migración de viajeros hindúes a Mesoamérica o viceversa de forma paralela en el tiempo donde se establecieron similitudes arqueológicas y culturales derivadas del Valle del Indo hace 4000 años; sin embargo los hallazgos arqueológicos en Mesoamérica son simultáneos o incluso anteriores a lo datado en la India. A pesar de todo lo detallado la ciencia actual reconoce que no hay pruebas contundentes que respalden un contacto transoceánico entre la América precolombina y el resto del mundo.
Cada una de esas posibilidades no deja de ser menos sorprendente, pero se concluye que los orígenes son muy anteriores a lo reconocido por la ciencia oficial. Sea la India o cualquier civilización anterior tampoco se explica de donde surgió tan vasto conocimiento.