La fotografía como bitácora de vida, un registro cotidiano de los días a partir del primero de enero de 2009 y por todo el año. Dos fotografías cada día como resultado del encuentro íntimo entre la búsqueda interna y la realidad externa; el yo como la sutil frontera entre el adentro y el afuera. Fotografía intramuros: dentro de mi espacio inmediato, limitado a 40 metros cuadrados de Marsella en donde vivo, cuando permanezca en él y lo que desde ahí me significa y represente el mundo exterior. Fotografía extramuros: el resto del mundo, cuando me aventure en él y lo que ese encuentro revele de mi mundo interior.Así se irá trazando un mapa, compuesto de imágenes y significados, del recorrido por el laberinto de mis circunstancias y quizá, en algún recodo, sea posible reconocer el encuentro con mi propio Minotauro...
- libro aún sin publicar -