De migraciones y tierras...

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Revista de viajes y costumbres. Número 8. Abril de 2016. Edita: Publicaciones Imprecisas S.L. Fotografía: © Perec ( http://www.flickr.com/photos/xaman-ek ) Barcelona (España).

Prohibida la reproducción total o parcial. Es propiedad del autor. Portada: Senderismo en la cuenca del río Freser (Ripollés-2015), desde refugio de montaña. Ver: http://www.comadevaca.com/index.php?lang=es Contraportada: Cocina mediterránea en Accura-Gavà Mar. Postre helado de almendra y mango. Ver: http://www.clubsaccura.es/gav%C3%A0-mar/


DESDE LA EDITORIAL

Hablemos de turismo y economía. Las actividades que se han desarrollado para ocupar aquel tiempo son muy variadas y de diversa índole. En España, el ocio comprende todo un conjunto cada vez más creciente de actuaciones, cuyo resultado económico se traduce en la configuración de uno de los sectores más dinámicos del territorio. Estas actuaciones conllevan entre un 12 y un 15 % del PIB, empleando a un amplio espectro de población. Se destacan muy por encima las relacionadas con los viajes y el turismo. Las sociedades actuales, con sus movimientos vacacionales, transforman el tiempo de ocio en consumo. Si analizamos las variables macroeconómicas, aquellos tienen un papel relevante. Sus niveles de crecimiento son permanentemente continuos en sus indicadores, paralelamente a otras industrias. Se evidencia que son, asimismo, un empuje indiscutible, un motor de arranque hacia otros sectores consustanciales. Se demuestra también que existe una mayor resistencia en épocas de crisis y de recesión, como es el caso. Consideramos que se ha llegado a un nivel de madurez y estabilidad, visualizada en los mercados internacionales, creando una tendencia alcista. Es bien sabido la tercera posición respecto a resto de países tradicionalmente receptores de visitantes, como pueden ser Francia, Estados Unidos, Turquía y Grecia. Los ingresos procedentes del exterior representan una cuota importante en la producción. Esta variable representa una demanda efectiva en sí misma. Las circunstancias coyunturales que afectan a según que geografías y el aumento de la calidad de vida exigida por los consumidores, nacionales y extranjeros, mas los comportamientos de éstos en su diversas elecciones de servicios, denotan una cultura consolidada con francas expectativas. La cuantía de los ingresos por turismo constituye una aportación clave de compensación en el posible déficit dentro del sector comercial a escala nacional. Refuerza, así, su importancia en la balanza de pagos con una media en las aportaciones de, aproximadamente, el 60 % de ingresos por servicios. Otro tema a tener en cuenta es la incidencia que todo este movimiento económico tiene en el empleo. La acusada tendencia registrada en estos últimos años de disminución de la población ocupada en sectores agropecuarios, industriales y, por supuesto, en la construcción, contrasta con la evolución pormenorizada, a nuestro criterio, de la ocupación en las actividades por servicios, indudablemente, el turismo, que ha empleado a 2,4 millones de personas, repartiéndose en un 60 % la ocupación directa y el resto indirectamente, representando un 14 % de aquella población.



Sumario:

"Serenissima citĂ ". Por la ciudad de los canales (Venecia, Italia). Foto central: El hombre-espejo. Plaza de Oriente (Madrid). "Tras los pasos del seĂąor Smith". Valle de las Villuercas, Deleitosa (Extremadura).


"Serenissima cità"

haciendo de este espacio lacustre su feudo inexpugnable. Un lugar que, con excepciones, siempre ha sido próspero y seguro hasta nuestros dias.

Por la ciudad de los canales.

Siempre orientada hacia el sur, este rincón ya disponía de una privilegiada situación en el territorio desde tiempos inmemoriales. Corría el año 421 a. C. cuando unos pueblos del norte de Italia, en plena decadencia del Imperio Romano y huyendo de las hordas bárbaras, se refugiaron en medio de una inmensa laguna,

Los primeros rayos de sol la bañan desde el principio de la mañana. Es esta especificidad lo primero que te llama la atención desde la ventanilla del avión, cuya trayectoria parece hecha a propósito para que vayamos haciendo boca, y nunca mejor dicho.


Toda una serie de singularidades se refugian en una ciudad que alberga muchos historicismos por descubrir y cuyo desgaste estructural y marítimo también se hacen notar, aunque sus amabilísimos habitantes se empeñen en lo contrario.

Aunque mirando de reojo, asimismo, aquella pared maestra apuntalada en su estructura más básica.

No debemos olvidar que el turismo genera ingresos y la ingente masa humana que abarrota las estrechas callejuelas principales son una fuente permanente. Ello, sin embargo, no impide que su cotidianidad siga las pautas habituales, aunque el Harry,s Bar no sea lo que en su momento encontró el recordado literato Ernest Hemingway.

Su aspecto señorial la configuran como insondable, lo que la hace, si cabe, más atractiva, siendo la meta de la inspiración y el reencuentro. Llegó a ser una potencia comercial en su más esplendorosa época y puente de unión entre dos mundos. Oriente y occidente se daban la mano en el famoso "Ponte di Rialto". Su magia, su bien ganada fama de ciudad mítica, espacio romántico y, a la vez, enigmático, sigue atrayendo a propios y extraños de todas las razas y credos, haciendo de la admiración y el superlativo lo común en las conversaciones.


A través de él, la fusión de culturas fue un hecho y hoy sigue siendo un testigo mudo, pero igualmente ávido del comercio e intercambio que le dió origen. ¡Qué suerte tuvo Marco Polo de residir tan cerca! ¿Qué le inspiraría al partir hacia la corte del rey mongol Kublai Khan? Pero como dijo un renombrado maître de una afamada trattoría, "...siempre un hay motivo para conocer Venecia..."



intensamente vecinal, y que la señora Ana, cuidadosa,

Tras los pasos del señor Smith

Valle de (fragmento)...

las

Villuercas

...el paisanaje es algo de lo que hay que disfrutar y comprender. Puede resultar de todo, menos tedioso, pues es una característica del lugareño hacer amigos. Al poco de iniciar unos pasos, el otro extremo de la población conoce por qué has tenido a bien visitarles. Por ejemplo, si te interesa la botánica te explican cómo se llama aquella espécie, denominada “Cresta de Gallo”, que florece ostentoso en medio de una estrecha calle,

mima con esmero. Valentín, con dos matrimonios a sus espaldas y toda una vida como trabajador emigrante en el centro de Europa, todavía destila vivacidad y entusiasmo cuando te presenta la foto de una de sus nietas, vestida de fallera. O “Machete”, apodo de Cándido, hombre dado al chiste permanente y ocurrencias sin freno con tal de alegrar el ambiente que cada tarde o noche congrega en las puertas de cualquier casa, a propios y extraños. Esta costumbre fomenta las relaciones entre sus habitantes, sean vecinos contiguos o del barrio de más abajo, fraternizando de tal modo que se ha convertido en una


especie de ley tácita que nadie osa transgredir, sobre todo, si el tiempo acompaña.

“Tenía 5 ó 6 años cuando conocí a Nina; era alta, y muy guapa. Acompañó al fotógrafo americano todo el tiempo que estuvo aquí, traduciéndole toda explicación requerida por él…”

Y si no que se lo digan a “Los juliancines”, extensa saga que se concentra en un espacio relativamente pequeño de una de esas calles y que aún conserva fama, extendiéndola a través de sus descendientes y respectivos cónyuges. Invitándome a un refresco en su casa, Inocencia me explicó esas particularidades de su conocimiento sobre el personaje de Smith, “…que intentaba ser simpático con todos, arremolinando a su paso a todo malandrín y curioso; pero trabajaba solo, distante; mi madre


me decía "_ten cuidado con los americanos_”.

Como la conversación giraba en torno a la fotografía, se dignó a mostrarme esos álbumes que guarda desde aquellos días, escenas que dicen mucho de cómo fueron otros instantes, donde sinsabores y alegrías se entremezclaban; la vida, al fin y al cabo. Su marido apareció más tarde; había dejado sus quehaceres en los corrales y se disponía a comer poco después.

Todavía en la actualidad, algunos deleitoseños se dedican a la cría del ganado y derivados. Son los menos; aquellos que han sabido mantenerse, luchar, no desfallecer y continuar “un poquino más cada día…”, como se dice por aquí, en castúo. Quizás no hubo oportunidad ni ganas de abandonar el terruño, de emigrar a otras regiones, otros países, como Alemania o Francia, destinos lógicos en una España sin oportunidades, espectral, que empezaba a salir del atolladero de la miseria. La garra empujó a muchos en aquella posguerra, “… en edad fértil y con la fortaleza de la juventud y toda una vida por delante…”, declaraba Etelvina, desde Barcelona. Ese éxodo fue un gran problema de los pobladores de acá; los más tuvieron que ganarse el cereal lejos de sus domicilios porque no hubo más remedio. Otros, de intentar rentabilizar la tierra y los recursos que se


ofrecían. De aquellos que contabilizó Smith, hoy se ronda el millar de personas. Según el último censo, 961 habitantes. No obstante, muchos vuelven para las fiestas patronales con sus coches potentes, presunciones varias y triunfos en otros destinos.

Las raíces no las pierde el deleitoseño así como así. La cultura extremeña mantiene esa intensidad de sentimiento en el subconsciente... Y el retorno, aunque sea espaciado en el tiempo, se lleva a cabo, verano tras verano...


“Sólo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre así será.” John Keating (Robin Williams) en "El Club de los Poetas Muertos"(1989)




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